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Las plagas y su problemática constante: la resistencia
Destacados especialistas expusieron sobre manejo de plagas en cultivos de Latinoamérica, especialmente maíz, y analizaron la durabilidad de las tecnologías de control.
Los desafíos para el control de plagas en agroecosistemas tropicales en Brasil fue el tópico elegido por Celso Omoto, investigador de la Universidad de San Pablo, para abordar en el panel sobre plagas resistentes que compartió junto a Martín Galli, de SMC Monitoreo de Cultivos.
Los tópicos que propuso abordar fueron: los cultivos Bt, como componente importante en el Manejo Integrado de Plagas (MIP); las implicaciones para el MIP en un contexto de agricultura tropical; y la susceptibilidad de poblaciones de Spodoptera frugiperda y Helicoverpa armigera a insecticidas y cultivos Bt en Brasil. “Por no hacer un buen uso y manejo de las tecnologías disponibles, incentivamos la aparición de resistencia de plagas a los nuevos insecticidas y métodos de acción”, sentenció el investigador, y fue por más: “Spodoptera está presente en maíz y algodón, y cada año aumenta la proporción de orugas resistentes a insecticidas que hasta hace poco servían para combatirlas”. E insistió en el monitoreo para evitar que “la resistencia de plagas se vuelva una plaga”.
La rotación de tecnologías y métodos de control tampoco es nueva pero, ¿la estamos implementando? La mirada de Omoto al respecto, “curiosamente” es aplicable tanto en Brasil como en Argentina: “En términos generales, la resistencia se instala en los campos si una determinada tecnología es utilizada con mucha frecuencia”, manifestó el investigador y añadió: “Por eso insistimos tanto en la necesidad de rotar tecnologías y modos de acción”. “Las empresas viven innovando pero no hay pronósticos de aparición de nuevas tecnologías para los próximos años”, alertó el brasileño. En pocas palabras, para lograr una agricultura sustentable y evitar la generación y propagación de resistencias, se debe hacer un uso eficiente de las tecnologías disponibles. Respecto a tecnologías Bt, Omoto afirmó que el riesgo a generar resistencias es mucho más elevado y enfatizó en las áreas de refugio como método de control. “Una de las formas de manejo para estas tecnologías es incentivar al productor a sembrar áreas de refugio”. Para concluir, enumeró los grandes desafíos para implementar programas de manejo de resistencia de insectos que tienen en Brasil: “Tenemos plagas inter-cultivos; las áreas de Refugio deben ser implementadas en sistemas de multicultivos; la rotación de insecticidas con distintos modos de acción a través de las campañas agrícolas es difícil, no tenemos legislación y tiene que haber un MIP a nivel regional, que contemple una cooperación entre la academia, la industria y los productores”. Por su parte, el especialista en protección vegetal, Martín Galli, habló sobre la problemática del centro-norte de la provincia de Santa Fe, donde observan que la resistencia a la isoca cogollera (Spodoptera frugiperda) perjudica la rentabilidad de maíz tardío. Históricamente el control de la isoca cogollera se realizó mediante el control químico, pero con la aparición de los maíces Bt, se originó una nueva táctica de control, que fue rápidamente adoptada por el pro- ductor, debido a su simplicidad de uso y su alta eficiencia de control. En la Argentina se detectó resistencia a la proteína Bt Cry1F (ASA, 2016) y en países limítrofes como Brasil, a las proteínas Bt Cry1Aby Cry1F, por parte de la isoca cogollera. Galli destacó que se desarrollaron diferentes estrategias para disminuir la velocidad de la evolución de la resistencia: “La principal es la utilización de áreas de refugios, asociadas a plantas Bt de alta dosis”. Como punto negativo, mencionó que la realización del refugio es solo adoptada por el 24% de los productores en Argentina. En la actualidad, hay cinco proteínas Bt para el control de lepidópteros en maíz aprobados en Argentina, cuatro de ellas pertenecen al grupo Cry (Cry1Ab, Cry1F, Cry1A105,Cry2Ab2) y una proteína pertenece al grupo Vip (Vip3A20).
“La industria semillera ha lanzado nuevos eventos en el último tiempo, que combinan proteínas Cry y proteínas Vip. Esto genera en el productor una falsa percepción de que salen nuevos eventos al mercado, siendo en realidad solo combinaciones de las proteínas que ya hay disponibles”, aclaró el especialista. El manejo de la isoca cogollera en el cultivo de maíz demostró su dificultad a través de los años. Sus características biológicas dificultan el control químico, y su habilidad para evolucionar a la resistencia, sumado a un mal uso de la tecnología, pone en jaque al control biotecnológico. Debido a esto último y a su masificación como única táctica de control de cogollera se están realizando aplicaciones de productos fitosanitarios en los cultivos Bt. “Esto significa una derrota en el manejo de la plaga”, advirtió Galli. Ante este escenario, el especialista enfatiza en la necesidad de un monitoreo eficiente de la plaga, desde antes de la siembra y durante todo el ciclo del cultivo. “El uso de trampas de feromonas y la cuantificación de los desoves se presenta como una práctica que ayuda a la toma de decisiones”, entiende. En coincidencia con Omoto, Galli destacó que la siembra de refugio es un componente clave en la estrategia de manejo de la resistencia de insectos plaga a cultivos Bt. “Su función se puede sintetizar en dos grandes contribuciones: la disminución de la presión de selección y la generación de individuos susceptibles que contribuyen al efecto “dilución” al aparearse con los insectos resistentes que eventualmente puedan emerger del cultivo Bt”.
C. Omoto
M. Galli
Plenaria: Las plagas resistentes: durabilidad de las tecnologías de control y perspectivas para Latinoamérica
Disertantes: C. Omoto (Universidad de San Pablo) M. Galli (SMC Monitoreo de Cultivos) D. Canova