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¿Vicia o melilotus como cultivos de servicio?
Los referentes de la Chacra Bandera analizan los “pro y contras” de los cultivos de servicio como alternativa para la región.
R. Mercau
E. Zaizer
T. Baigorria
Plenaria: ¿Vicia o melilotus como cultivos de servicio?
Disertantes: E. Zaiser R. Mercau T. Baigorria
¿Por qué sembrar cultivos de servicio?
Previo a cualquier recomendación es importante entender los motivos que pueden conducir a la incorporación de un cultivo de servicio (CS) en los sistemas productivos. En zonas como Bandera, donde las precipitaciones se concentran en primavera y verano y donde los periodos otoño-invernales son muy secos (100 mm en promedio con mínimos de hasta 53 mm), se realizan tradicionalmente dos cultivos estivales de renta, separados por un largo barbecho químico de invierno. En ese periodo el suelo permanece desnudo, la poca agua disponible se pierde por evaporación y el manejo de malezas se basa en el control químico como única estrategia. La escasa disponibilidad de agua hace muchas veces imposible la siembra de un cultivo de renta en este periodo (ej. trigo) y es aquí donde los CS empiezan a tomar protagonismo. Pero con ese nivel y distribución de precipitaciones: ¿es posible pensar en CS? Experimentando con melilotus y vicia, la Chacra Bandera nos muestra que sí, pero que es necesario tener en cuenta ciertas ventajas y desventajas a la hora de optar por esta alternativa.
¿Vicia o melilotus?
En la zona de Bandera el 60-95% de las malezas se acumulan entre los meses de septiembre y noviembre. Según el GTD de la Chacra Bandera Emanuel Zaiser, si se realiza una siembra temprana (de mediados de abril a fin de mayo), tanto vicia como melilotus garantizan un buen crecimiento y competencia con las malezas, recomendando densidades de 30-40 y 300-500 pl/m2 para vicia y melilotus, respectivamente. A la hora de la siembra, es importante tener en cuenta que mientras vicia se adapta a siembras masivas melilotus es algo más exigente, requiriendo siembras más controladas en términos de distribución y profundidad. Conforme estas especies van creciendo aparecen las primeras diferencias, ya que si bien ambas tienen un crecimiento inicial lento, vicia crece más rápido que melilotus, pudiendo competir incluso con malezas otoño-invernales. En cuanto al volumen de materia seca melilotus es más productiva en kgMS/ha, aunque Zaiser advierte que esto no hace de esta especie la única y mejor opción. Todo dependerá de las condiciones ambientales (calidad del suelo, disponibilidad hídrica, etc.) durante el ciclo, los ciclos usados y el momento de secado. En términos de estabilidad de producción de materia seca, melilotus sigue sacando ventaja a la vicia, con una producción más estable gracias al mayor poder de adaptación a ambientes restrictivos (condiciones de sequía y suelos pobres). Esta característica le permite a melilotus un control de malezas del 80% o incluso mayor para distintos ambientes, mientras que la efectividad de control de vicia puede oscilar de años malos a buenos del 45 al 95%, respectivamente. Cabe destacar que en años buenos ambas especies se comportan satisfactoriamente. La producción de materia seca también impacta en los costos finales, haciendo de vicia la alternativa más costosa en términos de $/kgMS. Respecto del consumo de agua, melilotus presenta un ciclo más largo que vicia y, por tanto, es más demandante. En términos de consumo de nitrógeno (N), ambas especies forman nódulos e inmovilizan N conforme avanzan en su desarrollo, que luego liberan al suelo gradualmente por mineralización. Es importante entonces hacer coincidir esta etapa con el momento de mayor demanda de N del cultivo de renta posterior, pero esta ventana de tiempo varía en cada zona, por lo que debe identificarse localmente. Cuando esto sucede ambos CS pueden ahorrarnos, en años buenos, hasta 323 kg urea para el cultivo de renta posterior (con una producción de 4.150 kg MS/ha aportan hasta 145 kgN/ha). Por el contrario, en campañas complicadas puede que no lleguen a formar nódulos y terminen absorbiendo N del sistema que no podrá ser aprovechado por el cultivo siguiente. Como estrategia de secado, vicia se comporta bien en secado químico y mecánico, mientras que melilotus responde mejor al rolado mecánico, puesto que su estructura de planta más erecta puede dificultar la llegada de producto a estratos inferiores del canopeo. En cuanto al comportamiento en mezclas, la misma estructura de planta limita la competencia de melilotus cuando es sembrada junto a otros CS, especialmente gramíneas, que pueden terminar por ahogarla, mientras que vicia – más rastrera – compite mejor. ¿Vicia sativa o Vicia villosa? Para el caso de vicia, un detalle no menor tiene que ver con la correcta identificación de la especie a sembrar. Vicia sativa y Vicia villosa son especies distintas y, como tales, presentan diferencias en su resistencia a herbicidas pre o post emergentes. Saber identificarlas resulta entonces clave.
¿Qué impacto sobre el cultivo siguiente?
Ensayos realizados en Bandera durante la campaña 2016/17 revelan que, en un año bueno (precipitaciones de 381 mm entre la siembra y secado del CS y de 278 mm entre siembra y periodo crítico de maíz) el rendimiento de maíz con melilotus como CS se equiparó al de lotes que permanecieron en barbecho químico (115.000 kg/ha). El uso vicia como CS resultó por el contrario en un rendimiento inferior (8.000 kg/ha aproximadamente). Pero en años más secos la situación se invierte, y en la campaña 2017/18 (con 289 mm entre siembra y secado del CS pero sólo 47 mm entre siembra y PC del maíz) el lote bajo barbecho químico superó a los lotes precedidos por CS, especialmente aquellos con melilotus (6.000 kg/ha vs. 1.800 kg/ha aproximadamente). Esto se explica por la mayor longitud del ciclo de melilotus y el consiguiente consumo de agua, lo que dejó al maíz en una situación de deficiencia hídrica.
¿Qué puede salir mal?
Los CS son herramientas interesantes a la hora de diversificar e intensificar planteos, aunque deben ser utilizados con ingenio y sobre todo acompañando las decisiones con buena información. En este sentido, el representante de la mesa de expertos de la Chacra Tomas Baigorria explicó que “la mejor manera de evitar errores es por medio de diagnósticos claros, realizados a partir de información correcta. Para esto es absolutamente necesario hacer calibraciones locales y experimentos a campo”. Para evitar comprometer la disponibilidad hídrica del cultivo estival conviene no sembrarlos muy tarde ni dejarlos más tiempo del que se debe, acompañar con monitoreo frecuente de agua - sobre todo en climas de secano donde hay que ser muy eficientes – y, en caso de ser necesario, adaptar la densidad de siembra del cultivo estival compensando con el uso de híbridos prolíficos. El especialista concluyó que es igualmente importante saber elegir las especies que mejor se adaptan como CS para cada situación y ambiente, así como diagramar correctamente las rotaciones teniendo en cuenta la demanda hídrica pero también en nutrientes como N.