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Sistemas integrados para reconciliar la necesidad de alta productividad con calidad ambiental
Una plenaria que se propuso debatir sobre la integración agrícola-ganadera, con destacados disertantes que explicaron las claves para lograr el éxito en manejos integrados.
DISERTANTES P.C. de Faccio Carvalho; J. Galli; L. Ventroni.
En el XXVII Congreso Aapresid hubo lugar para debatir sobre la integración agrícola-ganadera, con el fin de conservar los recursos productivos, preservar el ambiente, lograr una producción de calidad, y ser económica y sustentablemente competitivos. El panel encargado de dar este debate estuvo integrado por Paulo César de Faccio Carvalho (Alianza SIPA - Sistema Integrado de Producción Agrícola) y Julio Galli, de la cátedra de Sistemas de Producción Animal, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR.
El primero en tomar la palabra fue el representante de Alianza SIPA de Brasil, una asociación público-privada que trabaja por una integración sustentable, y para difundir los sitemas integrados en Brasil y también en el exterior.
Según expuso de Faccio Carvalho, en Brasil se observa un crecimiento fuerte en materia de sistemas integrados. “De 2 M de hectáreas en 2005, hoy hay entre 12 y 13 M de has con sistemas integrados”, dijo.
Al referirse específicamente a los aportes que hacen los animales a la producción agrícola, mencionó un estudio que están llevando adelante y en el que la media de materia seca en 15 años, sin pastoreo, fue de 5,4 t MS/ha; y con pastoreo se eleva de 5,6 a 7,5 t MS/ha.
“Lo más interesante es lo que pasa abajo del suelo”, remarcó y lo ejemplificó con algunos números que muestran un incremento de la materia orgánica del suelo: sin pastoreo, 1,5 tn MO/ ha y con pastoreo 4,5 M t MO/ ha .
Para evitar la compactación, recomendó un buen manejo. “No es el animal el que genera compactación sino su distribución y manejo”, señaló. A modo de cierre, recomendó traba- jar en la comunicación de las ventajas de estos sistemas. “El problema de adopción no es un problema técnico sino de personas. Hay que pensar en una metodología acorde para transmitir las ventajas del sistema”, dijo.
Seguidamente, tomó la palabra Julio Galli, y comenzó su presentación planteando los siguientes interrogantes: ¿Es posible intensificar siendo amigables con el ambiente? ¿Existen opciones para los modelos productivos actuales? ¿Es factible pensar en modelos físicos “protocolizados”?.
A modo de ejemplo, mostró un sistema integrado agrícola-ganadero, con recría de vaquillonas Holstein y soja. “Lo que se pretende es buscar opciones al monocultivo de soja, teniendo una producción sustentable de forraje, carne y granos”, alegó.
Entre las reflexiones finales, Galli dijo que el aumento de la diversidad dentro de los sistemas permitiría reconciliar la necesidad de alta productividad con la calidad ambiental. “Es cierto que la estructura productiva y social difiere marcadamente entre productores. Por eso, cada uno decidirá según sus propios recursos y objetivos”, cerró.
De izq. a der.: P. C. de Faccio Carvalho; J. Galli; L. Ventroni