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Claves para dominar la ganadería del futuro
El panel “Genética, nutrición y tipificación para asegurar carne de primera calidad en Argentina” trajo al XXVII Congreso de Aapresid algunas claves para planificar la ganadería.
DISERTANTES A. Pordomingo; D. Colombatto; G. Giovambattista; J. Lasta.
En la primera jornada del XXVII Congreso de Aapresid, los ingenieros agrónomos Aníbal Pordomingo (INTA) y Darío Colombatto (Conicet), y el biólogo Guillermo Giovambattista (Conicet) compartieron algunos lineamientos para reducir al máximo los problemas que se presentan a la hora de planificar una ganadería ordenada y efectiva a corto plazo. El foco estuvo puesto en aquellos desafíos claves, como el posicionamiento en el mercado global en sintonía con el mercado interno, la reducción del impacto ambiental y el aumento de la eficiencia en los procesos.
El primero en disertar fue Pordomingo quien se refirió a la tipificación de carne bovina, a la que definió como “una herramienta que aporta información hacia el consumidor, el productor y el mercado global”.
El sistema de tipificación provee argumentos técnicos objetivos para calificar y transparentar atributos de calidad de la carne. Si el productor desea comercializar carne de calidad, se centrará en la asignación de valor a través de la lectura objetiva de descriptores verificables y certificables.
“Es tiempo que Argentina evolucione hacia la mirada del animal desde adentro, desde la carne, reduciendo la incertidumbre de la presunción de calidad desde afuera, desde el biotipo, la categoría, la cobertura grasa o el origen”, enfatizó. Al tiempo que destacó que los factores locales, regionales, ambientales o culturales no son parámetros de calificación de calidad por sí mismos. “Para que aporten a la calificación de calidad, deberían tener su correlación con descriptores físicos o químicos objetivos”, añadió.
A su turno, disertó Darío Colombatto, quien explicó la importancia de una buena nutrición durante la gestación, sobre todo en el segundo tercio, donde se define el número total de fibras musculares que tendrá el feto. “La nutrición temprana es estratégica para mercados de alto valor ya que impacta en un atributo, como es el veteado, por el que se pagan las carnes más caras del mundo. Si alimentamos mal a la madre en ese período, vamos a reducir la cantidad de esas fibras”, dijo. Asimismo, destacó que en este tiempo no tiene tanta importancia la genética sino la nutrición temprana.
Desde su actividad, el Dr. Giambattista apuntó a la sostenibilidad de la diversidad genética mediante investigación aplicada y teniendo en cuenta la proyección de la demanda local e internacional para la producción. El investigador explicó que el mejoramiento de la calidad de la carne se puede dar a través de variables genéticas que se miden en laboratorio o mediante el uso de microchips, entre otras herramientas.
“El uso de la genética de origen, el mejoramiento de la genética y la certificación de origen se utilizan no siempre en un mismo sentido, y hay que tener en cuenta el mercado hacia el que apunta el productor”, indicó. Esto quiere decir que para producir un animal con ciertas características, se deben conocer de antemano las particularidades del mercado al que se apunta para poder acercarse al objetivo, ya que no todos buscan lo mismo. “El productor debe saber, en materia genética, qué es lo que cría y a quién se lo va a vender”, insistió.