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Qué viene después de la nueva normalidad
La jornada UPA Trenque Lauquen contó con disertantes destacados que hablaron de sustentabilidad, certificaciones, negocio ganadero y actualidad económica.
Por segundo año consecutivo, la regional Aapresid Trenque Lauquen realizó su jornada “Un Productor en Acción” (UPA) de manera virtual el pasado 4 de agosto. Con la participación de más de 150 personas, el evento estuvo conducido por el periodista agropecuario Jorge M. Rabanal y la moderación estuvo a cargo de socios del grupo regional.
Bajo el título “Qué viene después de la nueva normalidad”, disertantes de primer nivel abordaron temas vinculados a la sustentabilidad, certificaciones, negocio ganadero y actualidad económica.
Prácticas sustentables y certificaciones
La jornada comenzó con la charla de los hermanos Marcelo y Carlos Testa, de la empresa familiar Agricola Testa, que brinda servicios como contratistas rurales de siembra, pulverización y cosecha, y realizan producción de cultivos extensivos. El foco de su presentación estuvo puesto en el nuevo paradigma en las aplicaciones de productos fitosanitarios.
En el año 2015, la firma gestó la certificación en convenio con Monsanto y Aapresid en Agricultura Certificada, y en 2018 certificaron la norma 14130 de Buenas Prácticas Agrícolas en siembra, pulverización y cosecha. En Agricola Testa se preocupan y se ocupan por ser sustentables tanto en lo productivo como en lo social y ambiental, cuidando el suelo y reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero. En este camino, hace 4 años miden la huella de carbono de sus lotes y realizan la correcta aplicación de fitosanitarios, tratamiento de los envases vacíos y de efluentes generados.
Los hermanos contaron que la empresa cuenta con una cama biológica para la limpieza de sus equipos pulverizadores, una práctica fundamental para ser más amigables con el medioambiente y dar tratamiento adecuado a los efluentes que generan. Se trata de una cama cerrada e indirecta, que tiene como primer mecanismo un tanque buffer que redirecciona hacia otros recipientes. “Allí se tratan los residuos y se realiza la descomposición. En ellos se encuentra el sustrato y rastrojo de gramíneas, donde se desactivan los principios activos. Al ser un sistema cerrado, lo que no se descompuso en un primer paso, vuelve al tanque buffer y de nuevo comienza el circuito”, explicaron.
Destacaron que la certificación AC les permitió ordenarse desde lo administrativo, en materia de capacitaciones internas, uso de elementos de protección, definición de presupuesto y realizar mejores proyecciones para las campañas.
La empresa hoy cuenta con un centro de operaciones en el que cargan todo lo que se realiza en los campos para lograr un mejor seguimiento de las actividades. Coincidieron en que resulta clave “lograr transparencia y trazabilidad de las aplicaciones” y para ello se necesita “contar con la receta agronómica obligatoria, realizada por un ingeniero agrónomo matriculado en tiempo y forma, y poder relacionar el momento de la aplicación con las condiciones ambientales”.
Los hermanos Testa están convencidos de que van por buen camino y apuestan a seguir capacitándose para estar al tanto de las nuevas tecnologías, como pueden ser estaciones meteorológicas en los equipos para monitorear las condiciones climáticas en tiempo real, o plataformas digitales que centren la información del parque de maquinarias. El fin último es que su trabajo sea cada día más sustentable y eficiente.
“Es importante animarse, arrancar de a poco con los elementos que cuentan e ir profundizando a medida que pasa el tiempo. La certificación da la pauta de que estás haciendo las cosas bien y te permite afrontar los desafíos de la agricultura de hoy en día, siendo sustentable desde el punto de vista social y ambiental”, afirmaron los hermanos.
“Es importante animarse, arrancar de a poco con los elementos que cuentan e ir profundizando a medida que pasa el tiempo..."
¿Cómo encarar el negocio ganadero en el escenario actual?
En el segundo bloque, el asesor nutricional Antilio Ciuffolini compartió su experiencia para eficientizar el negocio ganadero e hizo hincapié en las estrategias de recría y terminación, teniendo en cuenta el escenario volátil que tiene el mercado.
“En primer lugar, hay que distinguir las certezas y las incertidumbres hacia el futuro”, lanzó Ciuffolini. Para ello recomendó centrarse en conocer los costos de producción, ya que en una producción tan competitiva los márgenes pueden ser acotados. Esto cobra aún más relevancia si se considera que muchos de los costos están dolarizados y alcanzados por la inflación, como el caso de los feedlots (90% de sus costos están dolarizados).
Para hacer un diagnóstico de costos y precios de la empresa, aconsejó observar indicadores como la relación compra/venta, o carne/maíz -es decir, cuántos kg de maíz se compran con un kg de carne-, sobre todo para sistemas en los cuales el 80% de sus costos son el alimento energético y proteico.
“Lo ideal es mirar los costos en moneda constante y tratar de dolarizarlos para conocer mejor la situación económica y financiera del sistema”, dijo y recomendó el uso de herramientas para administrar el riesgo -como break even, punto de equilibrio de venta y precio óptimo-, sumadas a una correcta
prospectiva y planificación impositiva en base a la estacionalidad anual en los precios del ternero y del novillito gordo.
Respecto a parámetros productivos, el especialista aseguró que Argentina tiene un gran potencial de mejora en lo que es peso de carcasa. “Según datos de 2015, nos muestran que se encuentra en unos 227 kg cuando países como Estados Unidos están en 381 kg”, puntualizó. Para ello insistió en la importancia de lograr buenas ganancias de peso durante la recría para que el animal pueda expresar su máximo potencial genético en cuanto a peso de carcasa, área de ojo de bife, rendimiento carnicero y marmoleado.
Ciuffolini aconsejó tener en cuenta la eficiencia de conversión del alimento a kilogramo de carne. “Esto brinda una idea de qué tan eficiente estamos siendo en nuestra producción y permite comparar mejor los sistemas”, afirmó. Para ello, es necesario medir la eficiencia de conversión en caracasa, es decir, cuánto de los kilos que ganó el animal se destina a la carcasa.
“Esto brinda una idea de qué tan eficiente estamos siendo en nuestra producción y permite comparar mejor los sistemas”
En ganadería se toman precios, y no se cuenta con herramientas financieras o de venta cómo sí tienen otros sectores. Sin embargo, se pueden conocer ciertas cuestiones, como la estacionalidad que se manifiesta a lo largo del año en los precios del ternero y del novillito gordo, con picos en noviembre-diciembre para la primera categoría, y en febrero-marzo-abril para la segunda.
Sobre el cierre, el especialista desacó el uso de la inteligencia artificial en la ganadería para reducir los costos y simplificar tareas, dar trazabilidad a la producción, y ser más eficientes en la toma de decisiones.
Panorama macroeconómico
Claudio Zuchovicki, reconocido economista especialista en finanzas, estuvo presente en el último bloque de la jornada y brindó un panorama de la macroeconomía en el contexto del año electoral. “El mercado se mueve por las expectativas que va a tener la gente por un suceso, y no por los sucesos”, aseguró, reflejando el complejo escenario. Según comentó, es poca la gente que cree que el país está bien y que puede llegar a mejorar, lo que refleja que el problema no solo es político y económico, sino también anímico. El objetivo, entiende, es ver cuánto de este “bajón anímico” influye en los precios.
“En el contexto mundial nos encontramos en una situación donde se depreció el dólar, y esto afecta en distintos frentes a nuestra economía y la economía mundial. La tasa de interés es cero o negativa. Hoy conviene comprar bienes y no poner plata en un plazo fijo, por ejemplo, que paga una tasa del 37% cuando la inflación es mucho mayor que este valor”, explicó el economista.
Esta misma situación, dijo, pasa en Estados Unidos. “Esto ocurrió porque el mundo se y todos los países comenzaron a emitir. Sin embargo, no va a durar para siempre y en un determinado tiempo el mercado se va a acomodar y volverá a crecer”, afirmó.
Todo esta situación impacta en el valor de las materias primas aunque insistió en diferenciar cuánto aumentaron por el crecimiento real de la economía y cuánto por depreciación de la moneda.
En el plano local, Zuchovicki destacó que desde 2018 no están ingresando capitales extranjeros al país y, por el contrario, hay empresas que se están yendo. “De haber una recuperación económica, tiene que ser con plata generada localmente, y es ahí donde entra el rol fundamental de la producción primaria y la exportación”, señaló.
El referente financiero dejó varias reflexiones en el final de su disertación: “Sin inversión no hay producción, sin producción no hay ganancias, sin ganancias no hay contribuyentes, sin contribuyentes no hay Estado, y el 90% del PBI es privado, y volvemos a que si no hay sector privado no hay contribuyentes”.