Revista Técnica Red de Innovadores Cultivos de Invierno 2021

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ISSN 1850-0633 REVISTA TÉCNICA DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE PRODUCTORES EN SIEMBRA DIRECTA

Cultivos Invernales SD Editor responsable D. Roggero Redacción y edición Lic. V. Cappiello Colaboración Ing. F. Accame, R. Belda, Ing. T. Coyos, Ing. C. Biasutti, Ing. M. D'Ortona, Ing. S. Fernandez Paez, Ing. I. Heit, Ing. F. Lillini, Ing. A. Madias, Ing. T. Mata, Ing. E. Niccia, Ing. M. Rainaudo, Ing. A. Ruiz, Ing. C. Sciaressi, Ing. J. C. Tibaldi. Desarrollo de Recursos (Nexo) Ing. A. Clot Lic. C. Bowden

Abril 2021

de

Asociación Argentina Productores en Siembra Directa.

Dorrego 1639 - Piso 2, Of. A, (S2000DIG) Rosario. Tel/Fax: +54 (341) 4260745/46. e-mail: aapresid@aapresid.org.ar www.aapresid.org.ar


CULTIVOS INVERNALES ¿Qué expectativas nos preanuncia la campaña 21-22 de trigo? Cané, M.

4

Trigo: en la búsqueda de mayores rendimientos en el semiárido cordobés Maich, R.

6

Rendimiento de trigo y colza afectados por estrés térmico y sombreo en ambientes productivos contrastantes Rivelli, G.; Abeledo, G.; Calderini, D. F.; Miralles, D.;Rondanini, D.

10

Trigo en los sistemas intensificados de la región central norte Fraschina, J.; Salines, J.; Bainotti, C.; Donaire, G. y Gómez, D.

18

Evaluación de cultivares de trigo sobre rastrojo de maíz Fraschina, J.; Donaire, G.; Gómez, D.; Bainotti, C.; Alberione, E.; Salines, N.; Mir, L. y Chialvo, E.

22

"Triticale: nuevas variedades del cereal forrajero" Donaire, G.M; Bainotti, C.T; Fraschina, J.A; Alberione, E. J.; Salines J. H.;Gómez, D.T.

30

Coriandro: una alternativa productiva sustentable y rentable Vigliecca, E. N.; Ruiz, A.; Sciarresi, C.

33

Efecto de los cultivos de servicio sobre las pérdidas de agua y suelo por erosión hídrica Julia Capurro, J; Montico, S.

40

"Chaco: ¿es posible lograr una buena producción de materia seca en cultivos de servicio en años de déficit hídrico? Czyruk, L. S.; Burdyn, B.; Rojas, J. M.; Roldán, M. F.

47

CRONOTRIGO 2.0: Una nueva versión del modelo de predicción fenológica para el cultivo de trigo Jardon, M.; Alvarez Prado, S; Severini, A.D.; Fernández Long, M.E; Crespo, A.O.; Castro, M; Quincke, M., Kavanová, M.; Scholz Drodowski, R.; Chávez Sanabria, P.; Perez-Gianmarco, T.; Alfaro, C.; Castillo, D.; Matus, I.; Gómez, D.; Serrago, R.; González, F.G.; Miralles, D.J.

53

Variabilidad en la respuesta a la fertilización en cultivares de trigo y cebada cervecera en un escenario de déficit hídrico. Campaña 2020/21 Ferraris, G. N.; López, M.; Barberis, S.; Ortis, L.

61


Del paper al lote: ¿Cuándo, cómo y por qué debería fertilizar mis trigos? Reussi Calvo, N.; Diovisalvi, N.; Berardo, A.; García, F.

71

¿Qué factores condicionan la efectividad de la fertilización azufrada para mejorar la calidad panadera en trigo? Arata, A. F; Rogers, W. J.; Tranquilli,G. E.;Arrigoni, A. C.; Rondanini, D. P.

81

Alternativas para la fertilización fosforada en trigo G. Ferraris - Recuperar SRL

90

Grosor de glumas y lemas de trigo y su efecto en la susceptibilidad a heladas en distintos cultivares Martino, D.L; Abbate, P.E; Biddulph, T.B; Pontaroli, A.C.; Marcovich N.E

98

"Herbicidas postemergentes para el control de nabo resistente en cultivos de trigo candeal. Regional Tandilia Aapresid" Kitroser, J.; Juan, V.

106

"Mancha amarilla del trigo: opciones de control químico" Jecke, F.; Mousegne, F.; Gaynor, S.;Cabral, V.; Echamendi, C.

113

Evaluación de fungicidas foliares en trigo – Campaña 20/21. Regional Aapresid Rosario Grajales, L.

118

Distribución, epidemiología, diagnóstico y manejo de Ramularia collo-cygni, agente causal del salpicado necrótico de la cebada Erreguerena, I. A.

124

"Protección foliar de Vicia villosa" Edwards, J.; Divito, G.; Torres, A.; Pugliese, B.; Pastor, S.; Crociara, C.; Bustamante, M.

132

Empresas Socias Sarna Psoróptica Bovina, el regreso Biogénesis Bago RECUPERAR SRL, Lanza una tecnología para Maíz y Trigo Recuperar SRL

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Autor: Cané, M. Presidente ArgenTrigo.

¿Qué expectativas nos preanuncia la campaña 2021/22 de trigo?

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El presidente de ArgenTrigo analiza el contexto actual de cara al inicio de la nueva campaña y destaca algunas fortalezas y debilidades a corto plazo.

Palabras Claves: Trigo; Coyuntura; Precios; Siembra.


Dentro de las fortalezas, lo más contundente es que la siembra de trigo se ha reinstalado con fuerza dentro del imaginario colectivo de los productores, luego del oscuro período que nos tocó vivir de intervenciones del Estado en el mercado. Conviene siempre recordar esa fatídica campaña 2012/2013, donde la superficie de siembra cayó a apenas 3 millones de hectáreas (menos de la mitad de lo que se está sembrando en los últimos años) y la tecnología aplicada fue solo de supervivencia. Estos sucesos motivaron que esa campaña y la siguiente tuviéramos las menores producciones de la historia moderna del trigo en Argentina, y los precios internos llegaron a casi duplicar los internacionales, con saldos exportables casi nulos. Ahora bien, durante ese período la tecnología siguió avanzando, de manera que cuando se levantaron estas restricciones y los productores volvieron a la carga con la siembra, se encontraron con que podían obtener rendimientos y calidades sin precedentes. Y en eso andan hoy, calibrando los paquetes tecnológicos que permitan maximizar beneficios en cada zona.

Pasando a las debilidades, lo que más preocupa son las amenazas de intervenciones del gobierno. Aunque no se hayan efectivizado, la sola posibilidad o amenaza de algunos cuadros oficiales genera retracción en un mercado sensible por su historial y su memoria reciente. Estas cuasi intervenciones del mercado hacen que hoy los valores del trigo en Argentina no estén copiando de forma fehaciente las subas que registra el valor internacional. Cosa que sí sucede con, por ejemplo, la cebada, y esto la puede tornar en más amigable para que los productores la siembren en aquellas zonas en donde compiten los dos cultivos. La otra debilidad que se percibe es la climática, que generó enormes pérdidas en la campaña pasada en una vasta zona de influencia del centro y norte del país. Hoy día las reservas de humedad en suelo son deficitarias en muchas zonas del área triguera nacional, y las lluvias debieran reponerlas de aquí a los próximos 2/3 meses en que se inicia la siembra. Es posible que, dada la experiencia negativa de la campaña pasada, en algunas zonas con déficit de reservas hídricas, los productores no siembren trigo si no hay reposición de las mismas. Pero mirando con faros largos, lo que el país necesita es que se piense al agro y su industria con una proyección de mediano plazo, que genere la confianza necesaria para que las inversiones en la cadena exploten y se dé un desarrollo federal que el sector está en condiciones de lograr. La agroindustria demostró durante la pandemia que es un sector que puede seguir desarrollándose aún en condiciones muy adversas, por lo tanto, ¿por qué no apostar a ello?

Otra fortaleza es la opción del trigo con un cultivo de segunda siembra, que torna a los resultados más atractivos que un solo cultivo anual.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES

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Pero, ¿qué expectativas nos preanuncia la campaña 2021-22 de trigo? A nuestro juicio, existen fortalezas y debilidades en lo que se espera a corto plazo.

También hay que decir que los precios internacionales son buenos y las expectativas a futuro resultan muy amigables, aunque el trigo debe competir contra los muy buenos precios de otros cultivos.

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La próxima campaña de trigo ya está a la vista. Es sabido que el buen agricultor ya está pensando qué lotes va a destinar a la siembra, qué paquete de insumos aplicará, si conviene ir tomando posición en el mercado a término o con una venta forward. Todo empieza con la decisión del productor de elegir el cultivo de cara a su menú de opciones y esta elección depende de diferentes motivaciones. A partir de allí, se ponen en marcha los engranajes de esta cadena para acompañar las decisiones de los productores. También se sabe que a la cadena del trigo le va bien cuando los productores siembran mucho y lo hacen aplicando buenas tecnologías.


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Autor: Maich, R.H.

Trigo: en busca de mayores rendimientos en el semiárido cordobés

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Se presentan los resultados de ensayos comparativos de rendimiento en trigo durante el trienio 2018-2019-2020 en la zona semiárida central de la provincia de Córdoba.

Palabras Claves: Genética; Trigo; Rendimientos; Estrés Hídrico; Fechas de Siembra.


Luego de este introito, se ubicará al lector fuera de la zona núcleo triguera (regiones II Norte y Sur), más precisamente en la región V Norte (centro-norte de la provincia de Córdoba). Desde hace tiempo se viene sosteniendo que la selección de material tolerante a la sequía debería llevarse in situ, es decir en el ambiente donde el cultivo se sembrará extensivamente. En tal sentido, distintos semilleros dedicados al desarrollo del cultivo de maíz tienen en marcha sus centros de mejoramiento genético en la región central semiárida de Argentina. En otras palabras, servirnos de la ayuda de la selección natural para distinguir más fácilmente dentro de una población segregante y recombinante algún que otro individuo que exprese una ventaja comparativa respecto al resto de los individuos que componen el mencionado pool génico.

Es en este contexto es que se presentan los resultados agronómicos correspondientes al trienio 2018-20192020 en el que se evaluó una línea experimental de trigo conjuntamente con cuatro cultivares comerciales de probada aptitud agronómica. Además, se deja por sentado la importancia de optar por una adecuada fecha de siembra y por una variedad con un ciclo biológico acorde a las condiciones agroclimáticas de la región.

En la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC) desde hace más de treinta años se conduce un programa de selección recurrente en trigo para pan, que está comenzando a brindar sus primeros frutos. Hay que destacar que el germoplasma sujeto a mejoramiento genético se tuvo que amoldar a la siembra directa, luego de que las 2/3 partes del fitomejoramiento se condujese en siembra convencional. Volvamos al tema de la caracterización del ambiente semiárido del centro-norte de Córdoba, que luego del advenimiento de la siembra directa se volvió más amigable al cultivo de trigo. El agua útil almacenada al momento de la siembra y las precipitaciones durante el ciclo de cultivo le ponen número, entre otros aspectos (cultivar,

Materiales y métodos Los ensayos comparativos de rendimiento en trigo se realizaron a lo largo de un trienio (2018/19, 2019/20 y 2020/21) en el Área Experimental del Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de Córdoba (UNC), ubicada en la zona semiárida central de la provincia de Córdoba. Se evaluaron cuatro cultivares comerciales de trigo para pan (ACA 906, Baguette 801, Klein Liebre, SY 120) y una línea experimental (LE 45). La densidad de siembra usada fue de 200 semillas viables m-2. Durante la campaña agrícola 2018/19 los materiales se sembraron sólo en una fecha de siembra (19 de mayo del 2018). En la campaña agrícola 2019/20 se recurrió a dos fechas de siembra (12 de mayo y 17 de junio del 2019). Finalmente, en la campaña agrícola apenas transcurrida (2020/21), las siembras se realizaron en dos oportunidades, el 1 y 24 de mayo del 2020. El diseño utilizado fue en bloques completamente aleatorizados con tres repeticiones con arreglo en parcelas divididas, correspondiéndole la principal a las fechas de siembra (cuando las hubiese) y las subparcelas a los 5 genotipos evaluados. Las unidades

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fecha y densidad, fertilización, etc.), al rendimiento en grano. El análisis del quinquenio 2016-20 muestra a las claras que del total del agua promedio disponible para el cultivo (349 mm), el 66% (230 mm) provino del agua útil almacenada en el suelo al momento de la siembra y el 34% restante (119 mm) de las precipitaciones. Entre junio y septiembre llovió el 32% (38 mm) de toda el agua precipitada entre mayo y octubre (119 mm). En septiembre, cuando el cultivo de trigo atraviesa el período crítico en el cual define su rendimiento en grano, las precipitaciones representaron tan solo el 18% (21 mm) del total de precipitaciones que el cultivo de trigo recibió durante su ciclo. A este tipo de estrés hídrico se lo suele denominar “terminal” o de final de ciclo.

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Introducción Con el desarrollo del trigo genéticamente modificado HB4 tolerante a la sequía, se abrió un interesante debate sobre la necesidad de atenuar el efecto negativo de la falta de agua sobre el rendimiento en grano en los cereales de invierno, particularmente en el trigo para pan. En paralelo a la presentación en sociedad del mencionado organismo, surgieron voces a favor del logro científicotecnológico resultante del vínculo público-privado bajo la coordinación de la Dra. Raquel Chan, como así también en contra. De manera sutil, comenzó a circular información en la que se postulaba que el trigo posee en su acervo genético suficiente variabilidad para hacer frente al daño por sequía, sin necesidad de transformar su genoma.


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experimentales fueron micro parcelas de cuatro surcos de 5 m de longitud distanciados por 20 cm. Al momento de la siembra, se tomaron muestras de suelo hasta los 2 metros de profundidad con el objetivo de estimar la cantidad en mm de agua útil. Se registraron las precipitaciones acontecidas durante el ciclo de cultivo. A partir de la cosecha de los dos surcos centrales de cada parcela, se midieron o estimaron las siguientes variables: rendimiento en grano y en biomasa aérea con humedad de cosecha (kg ha-1), índice de cosecha (%), peso de 1000 granos (g), número de granos y espigas m-2 y el número de granos espiga-1. Se analizaron los datos con el software para análisis estadísticos de aplicación general Infostat.

Resultados y discusión Selección in situ Para el rendimiento en grano y sus dos principales componentes numéricos o físicos (peso y número de granos), se observaron diferencias estadísticamente significativas entre medias (información correspondiente solo a la primera fecha de siembra). Interacciones significativas entre material x año fueron constatadas para el índice de cosecha y el número de espigas por metro cuadrado. Finalmente, las medias de los cinco materiales no difirieron en cuanto a la producción de biomasa aérea y el número de granos por espiga (Tabla 1). El rendimiento en grano de la línea experimental LE 45 (3067 kg ha-1) resultó significativamente mayor al de los cuatro cultivares comerciales, y respecto al rendimiento

en grano del cultivar comercial SY 120 (2522 kg ha-1), la diferencia en porcentaje alcanzó el 21.6%. Tanto el peso de los granos como su número por unidad de superficie apuntalaron este destacado comportamiento agronómico. Haciendo la salvedad para nada irrelevante de que no se evalúo a la línea experimental LE 45 en forma conjunta con la variedad genéticamente modificada HB4, resulta por demás llamativo que ambos materiales mostraron mejoras de rendimiento en promedio del 20% en situaciones de sequía. Un argumento a favor de que no está todo dicho en cuanto al mejoramiento del trigo de manera convencional. Fecha de siembra Para dos de las siete variables analizadas -índice de cosecha y peso de mil granos-, se constataron interacciones significativas entre las fuentes de variación. El resto de las variables presentaron diferencias entre medias estadísticamente significativas resultando más altos los valores medios del material implantado anticipadamente, salvo para el número de granos por espiga (Tabla 2). La siembra anticipada repercutió positivamente sobre el número de espigas fértiles por unidad de superficie (+76%) que no llegó a ser compensado por el mayor número de granos por espiga en la segunda fecha de siembra (+9 %). Con el atraso de la fecha de siembra el cultivo tendió a acelerar su crecimiento y desarrollo, secuestrando menos carbono (-114%) aun cuando lo hubiese particionado mejor (+26%). En síntesis, treinta días transcurrieron entre la primera y segunda fecha de siembra, con una Tabla 1

Comportamiento agronómico de una línea experimental (LE 45) y cuatro cultivares comerciales de trigo (ACA 906, Baguette 801, Klein Liebre y SY 120) evaluados durante un trienio (2018/19-2019/20-2020/21) en una fecha de siembra en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC). Materia

Biomasa

Grano

IC#

P1000G

N° Granos

N° Espigas#

N° Granos/Espiga

LE 45

13696 a

3067 a

22.5

33.4 a

9096 a

409

22 a

ACA 906

10221 a

2220 b

20.6

34.8 a

6105 b

280

20 a

Baguette 801

11257 a

2185 b

18.8

31.5 a

6804 b

354

19 a

Klein Liebre

11770 a

2047 b

16.9

26.7 b

7422 b

349

21 a

SY 120

12423 a

2522 b

19.4

27.7 b

8885 a

419

21 a

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p>0,05) # Interacción significativa material x año. Biomasa (kg ha-1 de biomasa aérea con humedad de cosecha), Grano (kg ha-1 de grano con humedad de cosecha), IC (índice de cosecha en porcentaje), P1000G (peso de mil granos en gramos), N°Granos (número de granos m-2), N°Espigas (número de espigas m-2) y N°Granos/Espiga (número de granos por espiga).


Tabla 2

Efecto de la fecha de siembra sobre el rendimiento y sus principales componentes en un cultivo de trigo conducido en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC) durante un bienio (2019/202020/21). Fecha de siembra

Biomasa

Grano

IC#

P1000G#

N° Granos

N° Espigas N° Granos/Espiga

Primera

13713 a

2791 a

19.5

32.1

8600 a

385 a

22 b

Segunda

6395 b

1676 b

24.6

28.7

5436 b

218 b

24 a

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05). # Interacciones significativas entre las fuentes de variación. Biomasa (kg ha-1 de biomasa aérea con humedad de cosecha), Grano (kg ha-1 de grano con humedad de cosecha), IC (índice de cosecha en porcentaje), P1000G (peso de mil granos en gramos), N°Granos (número de granos m-2), N°Espigas (número de espigas m-2) y N°Granos/Espiga (número de granos por espiga). Primera: 12/05/19 – 01/05/20. Segunda: 17/06/19 – 24/05/20.

Conclusiones Resulta difícil elaborar un postulado final basado en saberes tan disímiles. Los textos de fisiología vegetal suelen sintetizar la destacada respuesta de un genotipo al estrés hídrico de las siguientes maneras: 1) “un paquete de adaptaciones” y 2) “cuando el rendimiento de un genotipo se ve menos afectado que el de otro genotipo”. El esquema de selección recurrente conducido en secano y en siembra directa determinó que se alinearan funciones afines a la tolerancia a la sequía y dieran a luz materiales genéticamente superiores. Al supuesto logro genético, hay que sumarle un ambiente que potencie la expresión del rendimiento en grano. En tal sentido, sería conveniente explorar fechas de siembra más tempranas a las actualmente utilizadas. Finalmente, y debido a las restricciones hídricas propias del semiárido cordobés, la elección del cultivar debería recaer en un ciclo corto-intermedio.

Bibliografía Shah, F., Coulter, J. A., Ye, C., & Wu, W. (2020). Yield penalty due to delayed sowing of winter wheat and the mitigatory role of increased seeding rate. European Journal of Agronomy,119, 126120.

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Longitud del ciclo de cultivo Circunscribiendo nuestro análisis a la línea experimental LE 45, con un promedio trienal de días desde siembra a antesis igual a 118, y al cultivar comercial SY 120 de probada aptitud agronómica, con un total de 136 días para el mismo periodo, surge un claro indicio de que la elección de la variedad a cultivar en la región debería recaer en un ciclo corto-intermedio.

Según el Ing. Jorge Fraschina, hay un grupo de genotipos de ciclo intermedio, en general con germoplasma francés introducido o en cruzas con germoplasma argentino, que está transformando la oferta de recursos de una manera muy eficiente, tanto en secano como con riego. En línea con lo antedicho, el Ing. Lucas Vicentin en su trabajo final del Área de Consolidación (TAI), demostró que en una población segregante, la selección natural se inclinó más bien por los fenotipos de ciclo corto que largo, confirmado posteriormente a nivel de las familias F4. Aún así, si se desea contar con un espectro más amplio de ciclos, basta con cruzar materiales de ciclo largo y dejar que la naturaleza haga el resto.

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merma en cuanto al rendimiento en grano de 1115 kg ha-1 (-40%). Por cada día de atraso en la fecha de siembra, la producción disminuyó en 1.3%, un valor ligeramente superior al observado por Shah et al. (2020) del 1.0%.


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Autores: Rivelli, G.M.1*; Abeledo, L.G.1; Calderini, D.F.2; Miralles, D.J.1; Rondanini, D.P.1 1

Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires. 2 Universidad Austral de Chile. Correo: grivelli@agro.uba.ar

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Rendimiento de trigo y colza afectados por estrés térmico y sombreo en ambientes productivos contrastantes Las principales zonas productoras de trigo y colza en Argentina y Chile presentan productividad contrastante. Se analizan los rendimientos de ambos cultivos durante la etapa de post-floración.

Palabras Claves: Ambientes; Estrés; Rendimientos; Trigo; Colza.


En la región Pampeana, se demostró que pueden ocurrir escenarios de altas temperaturas junto a eventos de baja radiación solar durante el período de post-floración de

Si bien se sabe que eventos de altas temperaturas y baja radiación son dos factores claves que reducen el rendimiento de grano en trigo y colza (Brocklehurst et al., 1978; Evans et al., 1978; Wardlaw et al., 1995; AksouhHarradj et al., 2006; Labra et al., 2017), actualmente se desconoce si la ocurrencia de estos factores ambientales en simultáneo durante post-floración generan el mismo efecto sobre el rendimiento en grano, en ambientes con alto y medio potencial de rinde, como Valdivia y Buenos Aires. Por ello, aquí se presentan los resultados obtenidos de un trabajo realizado con objeto de analizar el rendimiento de trigo y colza en ambos ambientes ante la ocurrencia de un estrés térmico combinado con sombreo durante la etapa de post-floración.

Metodología de análisis Experimentos a campo Se realizaron experimentos a campo, sin limitaciones hídricas, en dos ambientes productivos contrastantes: la estación experimental de la Universidad Austral de Chile en Valdivia, Chile (39° 47´S, 73° 14´W, 12 msnm) durante Figura 1

Rendimiento medio nacional de trigo y colza en Argentina y Chile en los últimos años. Fuente: FAOSTAT (http://www.fao.org/faostat/)

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Ambientes con alto rendimiento potencial brindan condiciones apropiadas para maximizar la tasa de crecimiento del cultivo durante el periodo crítico, a través de un adecuado balance entre la radiación solar y la temperatura, en ausencia de limitaciones hídricas, nutricionales y bióticas (van Ittersum y Rabbinge 1997). En las principales zonas productoras de trigo y colza en Argentina (región Pampeana) y Chile (región del Maule hasta Los Ríos), el período crítico para la definición del rendimiento suele ubicarse entre los meses de octubre a diciembre, dependiendo de la localidad, fecha de siembra y cultivar. Estos ambientes presentan productividad contrastante en ambos países, siendo mayor la oferta ambiental en Chile, lo que se traduce en mayores niveles de rendimiento medio nacional logrados (Figura 1).

trigo y colza (Rivelli et al., 2020). En relación a esto, se conoce que eventos de baja radiación combinados con temperaturas máximas diarias por encima de 30 °C tienen mayores probabilidades de ocurrencia hacia el período de llenado de los granos (noviembre a diciembre), mientras que al combinarse con temperaturas diarias de 5 ºC por encima de la máxima promedio histórica, la mayor probabilidad tiene lugar previo a la etapa de floración (septiembre).

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El rendimiento de trigo y colza difiere entre regiones El rendimiento de grano en cultivos extensivos como el trigo y la colza, está estrechamente relacionado con el número de granos por área (Tommey y Evans, 1992; Diepenbrock, 2000; Fischer, 2007), que se define en un período particular llamado “período crítico”. Este período se ubica alrededor de floración en trigo (Fischer, 1985) y en post-floración en colza (Kirkegaard et al., 2018). El crecimiento del grano tiene lugar a lo largo del período de post-floración (desde la floración hasta la madurez fisiológica), en el que se define el peso final y la calidad del grano.


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la temporada 2019/20 y en el campo experimental del Departamento de Producción Vegetal, Universidad de Buenos Aires, Bs. As., Argentina (34° 35´S, 58° 29´W, 26 msnm) durante 2020. Ambas localidades difieren en cuanto a sus características edáficas y climáticas. En Valdivia predomina el suelo franco arcilloso limoso (Duric Hapludand), tipo de clima templado-oceánico con un régimen de precipitación mediterráneo (1800 mm por año) y temperaturas medias de primavera que rondan los 13 ºC. Por otro lado, en Buenos Aires el suelo es franco arcilloso (Vertic argiudoll), clima templado-húmedo con un régimen de precipitación isohigro (1200 mm por año) y temperaturas medias de primavera de 14,6º C.

volvió a fertilizar con 60 kg N ha-1, hasta alcanzar una disponibilidad total de N en suelo de 120 kg N ha-1.

En ambos experimentos, las temperaturas máximas y mínimas diarias y la radiación solar global a lo largo del ciclo de cultivo se registraron en estaciones meteorológicas cercanas a los experimentos de campo. En Valdivia, los datos meteorológicos se obtuvieron de la estación meteorológica Austral de la estación experimental (http://agromet.inia.cl/), y en Buenos Aires de la estación meteorológica de FAUBA (Vantage Pro 2, Davis Instruments Co. Inc.; San Francisco, Estados Unidos).

En trigo, los tratamientos se impusieron desde aproximadamente 110 ºC desde antesis (10 días en Valdivia y 7 días en Buenos Aires), momento en el que se ha establecido el número de granos y comienza a determinarse el peso del grano. En colza, los tratamientos se impusieron desde aproximadamente 200º C desde el inicio de la floración (14 días en ambos experimentos), esto coincide con el inicio del período crítico para la definición del número y peso de granos. La duración total de los tratamientos fue de 10 días en ambas especies.

Manejo de cultivos En trigo se utilizó el cultivar Weebil (CIMMyT) de alto peso de grano, y en colza el híbrido Solar CL (Al High Tech) de alto potencial de rendimiento en grano. Ambos genotipos son primaverales de ciclo intermedio-corto. Los cultivares se sembraron en fechas y densidades de siembra adecuadas para cada localidad. En Valdivia, ambas especies se sembraron el 4 de septiembre de 2019, la densidad de siembra de trigo fue de 300 plantas m-2 y de colza 55 plantas m-2. En Buenos Aires, la colza se sembró el 3 de julio de 2020 a una densidad de siembra de 50 plantas m-2 y el trigo se sembró el 25 de julio de 2020 a una densidad de 250 plantas m-2. En Valdivia, se aplicó a la siembra de los cultivos 100 kg ha-1 de N, P y de K. Hacia el final del macollaje en trigo y botón floral en colza se fertilizó nuevamente con 100 kg N ha-1, lográndose una disponibilidad total de N en suelo de 220 kg N ha-1 (nitratos nativos + fertilizante). En Buenos Aires, se fertilizó con 20 kg N ha-1, 5 kg P ha-1, 15 kg K ha-1 y 8 kg S ha-1 al inicio del macollaje en trigo y 4 hojas completamente expandidas en colza, y durante la encañazón en trigo y botón floral en colza se

Ambos experimentos se mantuvieron bien regados durante todo el ciclo del cultivo complementando las lluvias. Las plagas y enfermedades se previnieron o controlaron químicamente y las malezas se eliminaron mecánicamente. Tratamientos y diseño experimental Los tratamientos realizados fueron control (C) y estrés térmico combinado con sombreo (ET+S), y se organizaron en un diseño de bloques completos al azar con 4 repeticiones en ambos experimentos.

Para la aplicación de los tratamientos se utilizaron carpas rectangulares, recubiertas de polietileno transparente de 100 μm y tela media sombra negra que retenía el ~60% de la radiación solar incidente. El tratamiento C solo tenía polietileno en el techo de las carpas. La altura de las carpas varió según la altura del dosel de la especie a tratar: 1,4 m de alto para trigo y 2 m de alto para colza. El tratamiento ET+S consistió en aumentar la temperatura máxima diaria aproximadamente 5 ºC por encima de la temperatura del control durante las 5 horas centrales del día (de 10:00 a 15:00 h en Buenos Aires y de 11:00 a 16:00 horas en Valdivia). Las carpas se equiparon con unidades de calentamiento forzado eléctrico en el interior, conectado a una unidad controladora (Cavadevices, Buenos Aires, Argentina) que mantenían la temperatura interior de la carpa unos 5 ºC por encima de la temperatura exterior evitando sobrepasar los 30 ºC. Además, dentro de las carpas, se colocaron sensores con el fin de monitorear la temperatura y humedad relativa (HOBO DTU10-


Variables estudiadas En madurez fisiológica de los cultivos, se cosecharon plantas a lo largo de 1 m lineal por parcela, y luego se separaron las espigas (en trigo) y silicuas (en colza) del resto de la planta, se secaron en estufa a 60º C durante 72 horas, para luego trillarlas. Los granos obtenidos de cada parcela fueron secados en estufa y luego pesados a fin de obtener el valor del rendimiento por unidad de superficie. Posteriormente, se determinó el peso de 1000 granos (P1000) a partir de 2 submuestras de 200 granos de cada parcela. El número de granos por unidad

de área (NG) fue calculado como el cociente entre el rendimiento y el P1000. Análisis estadístico Todos los datos fueron analizados por ANOVA para evaluar los principales efectos de los tratamientos. Se utilizó una prueba de Tukey (nivel de significancia del 5%) para detectar diferencias significativas entre las medias de los tratamientos. Se utilizó el software InfoStat (Di Rienzo et al., 2011).

¿Se afecta el rendimiento y sus componentes por un estrés combinado de alta temperatura y baja radiación? Condiciones ambientales en Valdivia y Buenos Aires A lo largo del ciclo de los cultivos se registraron los valores de radiación solar y las temperaturas mínimas y máximas diarias a modo de comparar los ambientes climáticos de ambas localidades (Figura 2).

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003, Onset Corp., Massachusetts, Estados Unidos). Para lograr la aireación y evitar el aumento excesivo de humedad en el interior de las cámaras, se abrió la cobertura de polietileno unos minutos a intervalos de una hora durante la imposición de calor. Las telas media sombra permanecieron fijas cubriendo las carpas, manteniendo abierta la cara sur para permitir la entrada de polinizadores y facilitar la circulación del aire.

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Datos climáticos de radiación global y temperatura registrados en la localidad de Valdivia (panel izquierdo) y de Buenos Aires (panel derecho) a lo largo del ciclo de los cultivos de trigo y colza. El área sombreada indica el periodo de imposición de los tratamientos.

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Figura 2


Por otro lado, las temperaturas mínimas y máximas promedio en Buenos Aires (10,7 y 21,2 ºC, respectivamente) durante todo el ciclo fueron aproximadamente 4 y 3 ºC superiores a las obtenidas en Valdivia (6,8 y 18,4 ºC, respectivamente). Esta diferencia térmica se acentuó aún más a lo largo del período de post-floración en Buenos Aires, con aproximadamente 6 y 5 ºC más respecto a las temperaturas mínimas y máximas de Valdivia.

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Durante el período de imposición del tratamiento ET+S, la temperatura máxima se incrementó 8 °C en Valdivia y 12 °C en Buenos Aires, mientras que la radiación solar incidente disminuyó 50% en Valdivia y 70% en Buenos Aires.

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A lo largo del ciclo de trigo y colza, el nivel de radiación global promedio diaria de Valdivia (20,7 MJ m-2 d-1) fue superior al de Buenos Aires (17,1 MJ m-2 d-1). Esta diferencia fue menor durante el período de post-floración (momento donde se llevaron a cabo los tratamientos), siendo de 24,7 y 22,5 MJ m-2 d-1 para Valdivia y Buenos Aires, respectivamente.

Rendimiento en grano Como se esperaba, los rendimientos obtenidos en trigo y en colza fueron superiores en Valdivia respecto a los de Buenos Aires para cada tratamiento (Tabla 1). En Valdivia, el tratamiento control en el cultivo de trigo superó las 13 tn/ha y obtuvo un 20% más de rendimiento

que en Buenos Aires. En colza esta brecha fue aún más amplia, con un 47% a favor de Valdivia y superando las 9 tn/ha. El estrés combinado (ET+S) en Buenos Aires afectó significativamente (p<0,05) al rendimiento de trigo y colza, siendo un 58% y un 44% menor al tratamiento control, respectivamente. En Valdivia, si bien no se observaron diferencias significativas entre tratamientos, el ET+S tendió a generar en trigo una mayor merma de rendimiento que en colza (-14,2% y -1,5%, respectivamente), cuando se comparó con el tratamiento control. Componentes numéricos de rendimiento: P1000 y NG Al igual que con el rendimiento, el número de granos por superficie (NG) obtenido en Valdivia superó en ambos cultivos a los valores de Buenos Aires en cada uno de los tratamientos (Tabla 1). Sólo se detectaron diferencias significativas en Valdivia para el cultivo de colza, donde el tratamiento ET+S disminuyó el NG en un 40%. En Buenos Aires, si bien no se observaron diferencias estadísticas, el ET+S generó una gran caída en el NG en trigo (-43%), respecto del control. En cuanto al P1000, las respuestas de ambos cultivos difirieron según la localidad (Tabla 1). En trigo, sólo se Tabla 1

Valores de rendimiento y sus componentes numéricos (NG: número de granos por unidad de área; P1000: peso de 1000 granos) junto con los cambios relativos (%) del estrés térmico combinado con sombreo (ET+S) respecto al control (C) para las localidades de Valdivia y Buenos Aires. Letras diferentes indican diferencias significativas entre tratamientos dentro del mismo cultivo y localidad (p<0,05).


A fin de determinar qué componente del rendimiento resultó ser el más explicativo del rendimiento en grano para cada cultivo, se relacionó el rendimiento con el NG y con el P1000 (Figura 3). En ambos cultivos y localidades, se observó una relación lineal y positiva entre el NG y el rendimiento (Figura 3, panel izquierdo), siendo el componente que mejor explicó las variaciones en rendimiento, principalmente en el cultivo de trigo (R2=0,95 en Buenos Aires y R2=0,64 en Valdivia). Figura 3

Relación entre el rendimiento y sus componentes numéricos en trigo (paneles superiores) y en colza (paneles inferiores) en los tratamientos estrés térmico combinado con sombreo (ET+S) y control (C) para las localidades de Valdivia y Buenos Aires. Cada punto corresponde a una repetición. Se generó la ecuación de ajuste entre las variables y el valor de R2.

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Por el lado de colza, los valores de peso de granos (P1000) difirieron en forma significativa entre tratamientos dentro de cada localidad y a su vez entre localidades (Tabla 1). Un punto a resaltar, en ambas localidades, fue el comportamiento diferente observado en el tratamiento ET+S respecto a los controles: en Valdivia las caídas en el NG fueron compensadas por aumentos en el P1000 (+43%), mientras que en Buenos

Aires se redujeron ambos, el NG y el P1000 (-25% respecto del control).

15 Cultivos Invernales 2021

detectaron diferencias significativas entre tratamientos en Buenos Aires (p<0,05), donde el ET+S redujo el peso de grano un 29% respecto al control, siendo esta reducción mayor a la observada en Valdivia (8%).


La relación del rendimiento con el P1000 (Figura 3, panel derecho) presentó diferencias entre localidades para cada cultivo. Sólo en Buenos Aires, el P1000 resultó un buen estimador del rendimiento de trigo y colza

(R2=0,68 en trigo y R2= 0,63 en colza), presentándose una asociación lineal y positiva con el rinde. En cambio, en Valdivia colza mostró cierta tendencia negativa entre las variables rendimiento y P1000 (R2=0,33).

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Conclusiones

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• Temperaturas más frescas y mayores niveles de radiación solar a lo largo del ciclo de los cultivos, fueron características propias de un ambiente de alto potencial productivo como Valdivia (logrando rindes potenciales de >13 tn/ha de trigo y 9 tn/ha de colza), en comparación a un ambiente de potencial medio como Buenos Aires. • La ocurrencia de un estrés combinado de alta temperatura y baja radiación de 10 días de duración en post-floración redujo a la mitad el rendimiento de trigo y colza en Buenos Aires, y resultó ser mucho menos severo en Valdivia. • El NG fue el componente que mejor explicó las variaciones en el rendimiento de ambos cultivos, con una asociación lineal y positiva en ambas localidades. • El estrés combinado redujo significativamente el NG de colza en Valdivia, y provocó un aumento en el P1000, demostrando el cultivo una gran capacidad de compensación entre sus componentes numéricos en ambientes de alta productividad.

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Autores: Fraschina, J.; Salines, J.; Bainotti, C.; Donaire, G.; Gómez, D. Grupo Mejoramiento de Trigo, EEA INTA Marcos Juárez

Trigo en los sistemas intensificados de la región central norte

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La secuencia trigo-soja de segunda aumenta la captura de recursos y propone un uso más intensivo del agua, con una gramínea de invierno que además tiene un indiscutido valor de comercialización.

Palabras Claves: Intensificación; Manejo; EUA; Rotación.


Cuando se analiza la eficiencia en el uso de los recursos disponibles (suelo, agua, clima), la secuencia trigo/soja surge como una opción (Andrade y Satorre, 2015), aun considerando el posible menor rendimiento del cultivo de soja de segunda por el atraso de la fecha de siembra respecto al óptimo. Desde el punto de vista agronómico, la secuencia trigo-soja de segunda aumenta la captura de recursos (radiación, agua y nutrientes), y propone un uso más intensivo del agua, con una gramínea de invierno que además tiene un indiscutido valor de comercialización. También como cultivo invernal podría ser la cebada cervecera en zonas promovidas por la industria de malta.

Con una alta proporción de suelos sin limitaciones o con leves limitaciones en su capacidad de uso, el desafío de la agricultura es gestionar adecuadamente el uso del recurso agua, tratando de minimizar su impacto sobre el balance de carbono en el sistema. Una mayor eficiencia en el uso del agua (EUA) empieza con una mejora en la capacidad de infiltración de la lluvia en los suelos, permitiendo su almacenaje y posterior aprovechamiento por los cultivos, tanto en situaciones de relieve plano como ondulado. La siembra directa (SD) como técnica de cultivo no es suficiente si no se acompaña con una rotación de cultivos con sistemas de raíces distintas, que promueva una mejora en de la capacidad de infiltración del agua de lluvia en los suelos. En este sentido es reconocido el aporte de materia orgánica que realiza el sistema radicular del trigo en los primeros centímetros de suelo, con beneficio directo sobre la capacidad de infiltración del agua de lluvia (Gil, 2005; Bacigaluppo et al., 2011; Álvarez, 2013). Al igual que otras gramíneas de invierno, el trigo es un usuario muy eficiente del agua almacenada en el suelo

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Soja y maíz como opción de cultivos en una rotación, promueven una baja eficiencia en el uso de los recursos disponibles, principalmente agua, e incrementa los costos de control de malezas. En regiones con promedio anual de lluvias superior a 800 mm, los dos cultivos de verano sólo utilizan el 60-70% del recurso agua y una ocupación de lote de 5-6 meses al año.

Esta forma de intensificación permite incrementar la producción de granos en una misma superficie, mejorando el resultado económico, el flujo de capital y trabajo en la agricultura. No obstante, el diseño y uso de secuencias de cultivos obliga a considerar las interacciones que se generan.

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En la región central norte, la mayoría de los sistemas de producción dejaron de ser agrícola-ganaderos desde hace muchos años, transformándose en agrícola puros con prevalencia de soja. En los últimos años creció la superficie dedicada a maíz y también a trigo/soja, de la mano de un mayor uso de tecnología e insumos (Lopresti et al. 2020). No obstante, la rotación está lejos de alcanzar el 33%.


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hasta profundidades que superan 1,5 m, con EUA entre 10 y 15 kg de grano / mm de agua consumida, y aún mayores en algunas situaciones. Está demostrado que la EUA mejora con una adecuada nutrición nitrogenada y con la implementación de tecnología de manejo que, en el caso del trigo, incluye la elección de la variedad y su fecha de siembra para cada ambiente.

Sembrar trigo sobre rastrojo de maíz, e incluso sobre rastrojos de soja de primera voluminosos, requiere: a) superar una barrera física colocando la semilla a una profundidad adecuada y cubierta por suelo de una manera pareja; b) en el caso de maíz, se debe resolver la incorporación del fertilizante nitrogenado, asegurando así su disponibilidad en los momentos requeridos por el cultivo y superando los niveles de inmovilización de N que producen los residuos de cosecha; y c) por último, es necesaria una adecuada elección de variedades con respecto al ciclo y con algún grado de tolerancia a frío durante el período vegetativo.

Debido a la prevalencia de soja de primera, una rotación al 33% con maíz y trigo/soja es el primer paso para una

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20

En la región central norte la ocurrencia de lluvias acompaña a los cultivos de verano y no a los cultivos de invierno. El uso de variedades de soja e híbridos de maíz de ciclo más corto promueve la acumulación de excesos hídricos durante el otoño. Por ejemplo, el maíz de siembra temprana difiere de la soja en su momento de alcanzar la madurez y finalizar el consumo de agua. En lotes con influencia de napa, esta situación requiere de una intensificación en el uso del agua para que los excesos no se transformen en problema.

intensificación, pero los ensayos muestran que no es suficiente para equilibrar la pérdida de carbono en los sistemas de la región. Una rotación con el 50% de trigo/ soja y el 50% de maíz consigue alcanzar ese equilibrio (Agosti et al. 2020; Ruiz et al., 2019).

Bibliografía Agosti M. B., A. Irizar, L. Milesi y A. Andriulo. 2020. Sistemas Intensificados: Efectos sobre Indicadores de Producción. Informe Final Chacra Pergamino, Regional Pergamino-Colón. Cap 2.1 pp 14. Alvarez C. R. 2013. Condición física de los suelos limosos bajo siembra directa: Caracterización, génesis y manejo. Informaciones Agronómicas de Hispanoamérica 10:2-9. IPNI. Andrade J. and E. Satorre. 2015. Single and double crop systems in the Argentine Pampas: Environmental determinants of annual grain yield. Field Crops Research 177 (2015) 137–147. Bacigaluppo S., Bodrero M., Balzarini M., Gerster G., Andriani J., Enrico J., y Dardanelli J. 2011. Main edaphic and climatic variables explaining soybean yield in Argiudolls under no-tilled systems. Europ. J. Agr. 35 (2011) 247– 254 Gil R. 2005. Actas XIII Congreso de Aapresid. El Futuro y los cambios de paradigmas. Rosario. Agosto 2005, pp 265-272. Lopresti M. F., L. A. Milesi Delaye, A. E. Andriulo. 2020. Aumentó la superficie de maíz y trigo ¿Aumentó el aporte de carbono al suelo? Actas de la “Jornada Nacional Virtual de Conservación de Suelos 2020” julio 2020 pp14. Ruiz A. et al. 2019. Rotaciones e intensificación en búsqueda de la sustentabilidad. Taller de avance de resultados. Febrero 2019. Chacra Justiniano Posse.

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Autores: Fraschina, J.; Donaire, G.; Gómez, D.; Bainotti, C.; Alberione, E.; Salines, N.; Mir, L. y Chialvo, E. Grupos Mejoramiento de Trigo, Patología y Calidad de Cereales y Oleaginosas. EEA INTA Marcos Juárez

Evaluación de cultivares de trigo sobre rastrojo de maíz

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Ensayo del INTA Marcos Juárez que evaluó variedades de trigo sembradas en un lote con antecesor maíz.

Palabras Claves: Trigo; Variedades; Ensayos.


Durante 2020, el rendimiento de trigo alcanzado en toda la región central norte fue muy diferente al de las tres últimas campañas, y en todos los casos, estuvo afectado por la magnitud y combinación de dos factores limitantes como la muy baja disponibilidad de agua y de nutrientes, a los que se sumó el daño por heladas. Prueba de esto son las situaciones que motivaron rendimientos por debajo de 2000 kg/ha (la mayoría) o por encima de 3000 kg/ha, en algunos casos con adecuado manejo.

El lote tuvo como antecesor un maíz que rindió 14500 kg/ha, e integra una rotación trigo/soja–maíz, estabilizada desde hace varios años, y que en los últimos 4 años cuenta con la inclusión de vicia como antecesor del maíz. El productor realizó el análisis de suelo con los siguientes resultados: en la profundidad 0-20 cm, Nan 38,6 mg/kg; ph 5,7; MO 2,86%; P 40,9 ppm; N-NO3 12,9 ppm; y a 20-40 cm de profundidad N-NO3 12,9 ppm.

La información que se presenta es de un ensayo de evaluación de variedades y líneas pre comerciales,

La tecnología de fertilización incluye la aplicación al voleo de fosfato mono amónico 120 kg/ha + sulfato de amonio 90 kg/ha el 10 de mayo, y luego la incorporación de 250 kg/ha urea el 12 de mayo. La siembra del ensayo Foto 1

Ensayo en pleno macollaje.

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sembrado en un lote con antecesor maíz en el Establecimiento La Elsita, 6 km al sur de la ciudad de Marcos Juárez. La siembra y cosecha del ensayo se hizo con maquinaria experimental de parcelas pertenecientes al GMT. La unidad experimental fue de 7 surcos distanciados a 20 cm y 20 metros de largo, mientras que el diseño estadístico utilizado fue Alfa lattice con 2 repeticiones. Luego de la cosecha, las muestras de grano fueron procesadas con tecnología NIR para evaluar su calidad comercial en el Laboratorio de Calidad de Cereales y Oleaginosas de la EEA INTA Marcos Juárez.

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Los Grupos de Mejoramiento de Trigo (GMT), Patología y Calidad de Cereales y Oleaginosas de la EEA INTA Marcos Juárez trabajan con el objetivo de revalorizar al cultivo de trigo y están convencidos de que el doble cultivo trigo/soja es la mejor propuesta de rotación para intensificar el uso de los recursos disponibles en un marco de sustentabilidad. Para esto, realizan ensayos de variedades comerciales y líneas avanzadas pre comerciales del Programa de Mejoramiento de Trigo del INTA (PMT) en condiciones de manejo de productor, en las que se evalúa el comportamiento sobre antecesor soja y maíz.


fue el 29 de mayo para las variedades de ciclo largo e intermedio a largo, y el 14 de junio para las de ciclo intermedio a corto y corto. Pese a que las enfermedades estuvieron prácticamente ausentes, el lote tuvo una aplicación de fungicida el 7 de octubre (AMISTAR Xtra).

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La Foto 1 refleja el aspecto del ensayo en pleno macollaje y la variabilidad entre parcelas. Se aprecia la escasa biomasa alcanzada en general debido al efecto del estrés hídrico y las heladas ocurridas en julio y agosto.

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Condiciones agroclimáticas En toda la región central norte hubo baja ocurrencia de lluvias en otoño, con diferencias de agua almacenada en el suelo por cultivo antecesor: maíz temprano con mayor contenido que soja de primera. Luego, no llovió durante mayo, junio, julio y agosto, y por ejemplo en Marcos Juárez sólo se registraron 25 a 30 mm en la primera semana de septiembre, y 40 a 50 mm en la tercera de octubre. Con respecto a la disponibilidad de nutrientes, debido al marcado estrés hídrico que siguió al establecimiento del cultivo, sólo el N incorporado antes o durante la siembra pudo ser aprovechado parcialmente por el cultivo. En tirgo, está probado que la eficiencia en el uso del agua depende de la disponibilidad de N como factor limitante y ese fue el doble efecto que se observó en la mayoría de los lotes. A esto se sumó la ocurrencia de heladas con magnitudes que excedían los umbrales de daño descriptos en la bibliografía (Shroyer et al., 1995), y que afectaron la funcionalidad y recuperación del área foliar. Con respecto a la ocurrencia de heladas agrometeorológicas, por ejemplo, en Marcos Juárez, en julio se registraron 16 heladas, dos con temperaturas de -10 ºC, y que en algunos casos ocasionaron pérdida de plantas. Esto se vio en lotes con mucha cobertura o con mala distribución del rastrojo en la cosecha, situación que origina la emergencia de plantas más débiles. Durante agosto, mientras transcurría la segunda mitad del macollaje, se registraron 10 heladas agrometeorológicas con 5 días de temperaturas por debajo de -8 ºC, lo que afectó fuertemente la producción de biomasa y su recuperación, especialmente en las variedades más susceptibles a frío en macollaje (frío en pasto).

Frente a la ocurrencia de heladas, la variedad utilizada y su comportamiento a frío en pasto también marcó diferencias. Se observaron variedades con distinta tolerancia al frío que podríamos denominar como ´tolerancia en pasto`, para diferenciarlo del comportamiento durante el encañado. La bibliografía reconoce un control genético de la tolerancia en estado vegetativo (macollaje). Rodríguez et al. (2014) analizaron el comportamiento a frío en pasto en un grupo de variedades argentinas, pero el listado incluye sólo algunas de las actualmente más difundidas. A mediados y fines de septiembre, mes en que transcurre el encañado en la región central norte, se registraron 10 heladas y hubo dos días que alcanzaron -6 y -4,5 ºC, temperaturas por debajo del umbral de -4 ºC descripto por Shroyer et al. (1995), y que originaron la pérdida del tallo principal prácticamente en todas las variedades. En todos los casos se observó la pérdida del tallo principal, por ser el vástago más adelantado en ese momento, que tenía dos o más entrenudos visibles y por lo tanto con meristemas expuestos en activo crecimiento. Luego, el cultivo reaccionó con el crecimiento de macollos que estaban atrasados o relegados, y que reiniciaron su crecimiento. Ya próximos a cosecha, las plantas tenían tallos con diferente altura, con espigas más pequeñas y en distinto estado de madurez, y con menor número de granos por espiga y por unidad de superficie. En los Cuadros 1 y 2 se presentan los resultados del ensayo donde se incluye la observación del daño por helada observado el 28 de agosto con una escala 0 a 5, donde 0 es sin daño visible y 5 cuando se observan macollos y plantas muertas. En la Foto 2 se muestra un ejemplo de caracterización de daño por frío en pasto en un lote con antecesor soja. La variedad de la izquierda se caracteriza como 1 y la de la derecha como 3 a 4. En los Cuadros 1 y 2, se observa que la mayoría de las variedades fueron caracterizadas entre 2 y 3, y de acuerdo a lo observado en otros ensayos (datos no presentados), son pocas las variedades disponibles actualmente en el mercado que pueden ser consideradas como resistentes a las heladas ocurridas en 2020 en la región central norte. También resulta evidente la correlación



entre la afectación de la biomasa cerca del comienzo del encañado y el rendimiento en grano alcanzado en este ensayo. Se debe recordar que luego, durante el encañado, la capacidad de recomponer la biomasa se vió limitada por la baja disponibilidad de agua y que durante el inicio del período crítico (aproximadamente

Z 35 a 37), todas las variedades sufrieron la pérdida del tallo principal con la helada ocurrida el 20/9. En la Foto 3 se observa el aspecto antes de la cosecha de la parcela con la variedad Algarrobo en el centro, caracterizada como 2 a 3 para daño de helada en macollaje.

Cuadro 1

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Resultados del ensayo con antecesor maíz, CL y CI. Fecha de siembra 29 de mayo.

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RENDIMIENTO

Helada*

Espigazon

Altura

PH

Proteína

(kg/ha)

(0 a 5)

(Z 55)

(cm)

(kg/hl)

(%)

W14124

5521

1

14-oct

75

Baguette 680

5292

2

11-oct

60

79,3

12,6

Baguette 750

5276

1

10-oct

80

81,5

12,5

V01140

4333

1

13-oct

75

Buck Destello

4209

2

17-oct

70

77,6

13,6

Buck Cumelen

4063

2

7-oct

60

79,4

14,2

ACA 360

4042

2

13-oct

70

78,3

15,4

MS INTA 119

3954

2

11-oct

65

76,5

13,6

Baguette 620

3646

2

5-oct

60

75,2

13,9

SY 120

3584

2

6-oct

60

76,0

14,8

Klein Minerva

3500

1a2

10-oct

75

80,8

13,6

Algarrobo

3375

2a3

8-oct

60

75,6

15,0

Cedro

2980

3

11-oct

55

74,9

14,0

Buck Coliqueo

2875

1

28-sept

65

78,4

15,0

MS INTA 116

2604

3

12-oct

65

75,2

15,4

Jacaranda

2292

4a5

12-oct

50

72,6

14,9

Klein Liebre

2188

4

11-oct

65

76,1

15,9

Klein 100 Años

2146

4a5

14-oct

70

73,3

15,4

MS INTA B 215

2021

3

13-oct

60

73,0

15,8

MS INTA 415

2021

3

4-oct

60

73,8

15,6

VARIEDAD

Referencias: Rendimiento, promedio de 2 repeticiones, CV 12,6%, DMS 750 kg/ha. Helada * daño foliar observado el 28 de agosto escala 0 a 5 (0 sin daño visible y 5 con plantas muertas). Fecha de espigazón, Z 55 inicio de espigazón. PH y Proteína, peso hectolítrico y proteína en grano con NIR (Laboratorio de Calidad de C y O). W14124 y V01140, líneas pre comercial del Programa de Mejoramiento de INTA.


Cuadro 2

Helada*

Espigazon

Altura

PH

Proteina

(kg/ha)

(0 a 5)

(Z 55)

(cm)

(kg/hl)

(%)

W13106

4792

1

4-oct

70

J16001

4458

1

14-oct

75

Buck Colihue

4209

2a3

12-oct

60

78,3

15,2

Ñandubay

4125

2

14-oct

60

75,9

15,5

Atuel

3605

2

10-oct

60

73,4

15,1

MS INTA 415

3584

2

9-oct

70

74,9

15,2

Klein Liebre

3375

2a3

12-oct

65

76,4

15,5

Ceibo

3292

2a3

9-oct

55

75,2

15,4

MS INTA B 514

3209

2a3

10-oct

65

76,0

16,2

Klein Valor

3084

2

13-oct

65

72,1

16,1

Klein Potro

2979

2

10-oct

65

76,9

15,5

MS INTA B 817

2042

4a5

8-oct

55

69,0

16,6

Gingko

1917

3a4

11-oct

60

74,2

15,4

Audaz

1521

3

8-oct

55

72,1

16,6

MS INTA 815

1417

4

7-oct

60

76,1

16,0

Referencias: Rendimiento, promedio de 2 repeticiones, CV 16,4%, DMS 973 kg/ha. Helada* daño foliar observado el 28 de agosto escala 0 a 5 (0 sin daño visible y 5 con plantas muertas). Fecha de espigazón, Z 55 inicio de espigazón. PH y Proteína, peso hectolítrico y proteína en grano con NIR (Laboratorio de Calidad de C y O). W13106 y J16001, líneas pre comercial del Programa de Mejoramiento de INTA.

27 Cultivos Invernales 2021

RENDIMIENTO

VARIEDAD

Red de INNOVADORES

Resultados de ensayo con antecesor maíz, CI y CC. Fecha de siembra 14 de junio.


Foto 2

Aspecto antes de la cosecha de la parcela con Algarrobo en el centro, caracterizada como 2 a 3 durante el macollaje en el ensayo La Elsita 2020.

Red de INNOVADORES

Ejemplo de caracterización de daño por frío en pasto en un lote con antecesor soja y con la escala 0 a 5, valor 1 a la izquierda y valor 3-4 a la derecha.

Foto 3

Cultivos Invernales 2021

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Agradecimientos El GMT de la EEA INTA Marcos Juárez agradece a Ramón García por la colaboración en la conducción del ensayo.

Bibliografía Shroyer P.J., Mikesell E.M. and Paulsen M.G. 1995. Spring Freeze Injury to Kansas Wheat. Agr. Exp. Station and Coop. Extension Service. KSU. Manhattan, Kansas, EE.UU. Rodriguez C., J. Fraschina, M. Helguera, L. Vanzetti. 2014. Caracterización molecular de variedades argentinas de trigo hexaploide para los loci Fr-1 y Fr-B2 asociados con tolerancia al frío. Seminario Internacional “1914-2014” Un Siglo de Mejoramiento de Trigo, 27-29 de agosto de 2014, INIA La Estanzuela, Uruguay.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES



Red de INNOVADORES

Autores: Donaire, G.M.; Bainotti, C.T.; Fraschina, J.A.; Alberione, E.J.; Salines, J.H.; Gómez, D.T. INTA EEA Marcos Juárez

Triticale: nuevas variedades del cereal forrajero

Cultivos Invernales 2021

30

Barbol INTA, Molle INTA y Concor INTA, los cultivares diseñados por el INTA y el Cimmyt de México se destacan por su calidad de forraje y la rusticidad para soportar condiciones climáticas adversas.

Palabras Claves: Mejoramiento vegetal; Cruzamiento; Triticale; Variedades cultivares.


La EEA INTA Marcos Juárez inicia su actividad en el mejoramiento de triticale en los años 80 con el objetivo de desarrollar germoplasma de alto rendimiento, adecuada

El proceso de cruzamiento y selección que dio origen a tres nuevas variedades denominadas Barbol INTA, Molle INTA y CONCOR INTA fue realizado por técnicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en México y del INTA EEA Marcos Juárez en Argentina. Estas variedades fueron presentadas en el Instituto Nacional de Semilla (INASE) para su inscripción, y aprobadas en la reunión del Comité de Cereales en el mes de febrero del año 2019. Barbol INTA Variedad de ciclo intermedio, con muy buen potencial como doble propósito (forraje y grano) y de alto potencial en rendimiento de grano, sumado a muy buena aptitud como cultivo de servicio. Su comportamiento frente a las enfermedades foliares presentes en el área de siembra es muy buena. Por su excelente producción de granos junto a la muy buena producción de biomasa, se adapta para la realización de silo. Presenta plasticidad en fecha de siembra por su ciclo de cultivo. Se recomienda su uso para la zona Pampeana Central, con un período de siembra óptima para forraje desde el 15 de marzo al 15 de mayo y para grano desde el 25 de mayo al 20 de junio. Molle INTA Es una variedad de ciclo intermedio-largo, con muy buen potencial de rendimiento de forraje y grano (doble propósito) y con muy buen comportamiento frente a enfermedades foliares. Se adapta para pastoreo directo por su muy buen rebrote y muy buen comportamiento frente al pisoteo animal. Muy buena aptitud como cultivo de cobertura o de servicio, y también para silo. Se adapta a la zona Pampeana Central, con un período de siembra óptima para forraje desde el 1 de marzo al 1 de mayo y para producción de grano desde el 15 de mayo al 10 de junio. Concor INTA Variedad de ciclo largo, con muy buen potencial de rendimiento de forraje y grano (doble propósito) y aptitud para silo. Por el largo de su ciclo, se adapta muy bien a fechas tempranas. Presenta una excelente sanidad foliar. En pastoreo directo muestra muy buen

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A nivel mundial, el objetivo inicial de su mejoramiento estuvo enfocado en el rendimiento y calidad de grano, pero en Argentina prevaleció una orientación hacia la obtención de cultivares forrajeros, justificados en su momento por la plena vigencia de los planteos pastoriles (Kloster et al., 2013). Las especies y cultivares anuales utilizados como verdeos invernales presentan importantes diferencias en su ciclo de crecimiento así como en su capacidad y velocidad de rebrote, determinadas en gran medida por su distinta tolerancia al frío, stress hídrico, plagas y enfermedades. En este sentido, al triticale se le reconoce una rusticidad similar a la del centeno para soportar condiciones climáticas adversas pero con una calidad de forraje superior (Amigone y Kloster, 2003). Los cereales de invierno resultan un eslabón casi ineludible en las cadenas de pastoreo para dar continuidad a la producción forrajera en la época invernal cuando decae la productividad de las pasturas o pastizales (Castro et al., 2011). El triticale es un cultivo que se puede adaptar a gran diversidad de ambientes y presenta variabilidad para desarrollar cultivares destinados a diferentes regiones. Tiene múltiples usos potenciales y puede emplearse en la alimentación humana y animal. El uso principal en la mayor parte del mundo es como grano forrajero para alimentación animal. En Argentina se emplea para consumo fresco, henificado y como grano forrajero (Ferreira et al., 2015).

calidad y buen comportamiento frente a factores de estrés bióticos y abióticos, adaptado a las condiciones locales para la producción de forraje y grano.

31 Cultivos Invernales 2021

El triticale (X Triticosecale Wittmack) es un cereal interespecífico producto de la cruza de Triticum L. x Secale L. para obtener un cereal que reuniera la calidad del trigo con la rusticidad del centeno (Covas, 1975). En los años 60, se comenzó la experimentación con este cultivo en los países del Cono Sur. En un primer momento, en Argentina, participaron las Chacras del Ministerio de Agricultura de la Provincia de Buenos Aires y las estaciones experimentales del INTA de General Pico, Barrow, Bordenave y Anguil entre otras, en las cuales se lograron importantes avances y resultados. En los años 70, se agregan a esta labor de mejoramiento las universidades nacionales de Río Cuarto y de Córdoba (Badiali y Lovey, 2001; Ferreira y Szpiniak, 1994).


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rebrote y su hábito de crecimiento rastrero le posibilita tener muy buen comportamiento frente al pisoteo de los animales. Con excelente comportamiento a frío en pasto y muy buena aptitud para cultivo de servicio. No presenta inconvenientes para su siembra en la zona Pampeana Central, con un período de siembra óptima para forraje desde el 25 de febrero al 1 de mayo y para grano desde el 5 de mayo al 10 de junio. Las tres nuevas variedades estarán en el mercado a través de empresas privadas mediante convenios de transferencia de tecnología con el INTA. El productor

dispondrá en el mercado de tres nuevos cultivares de triticale forrajeros con excelente potencial de rendimiento. El programa de mejoramiento de triticale del INTA Marcos Juárez continúa trabajando y dispone de líneas avanzadas promisorias con muy buena aptitud como doble propósito y en producción de granos, para liberar y transferir al productor. Se espera continuar en el mejoramiento del cultivo y en la transferencia de los resultados para una mayor adopción, diversificando el uso y mejorando el manejo para lograr mayores potenciales de rendimiento tanto de forraje como de grano.

Cultivos Invernales 2021

32

Bibliografía Amigone M. A. y Kloster, A.M. 2003. Verdeos de invierno. Cap. II, pp 56-79. En: Invernada Bovina en Zonas Mixtas. Latimori, N. J. y Kloster, A.M. (eds). Agro 12 de Córdoba. INTA, CRC. Argentina. ISSN: 0329-0077. Badiali, O. y Lovey, R. 2001. Boaglio FCA y Remedios FCA: Nuevos cultivares de triticale para la región semiárida de Córdoba. Actas del V Congreso Nacional de Trigo y III Simposio Nacional de Cereales de siembra otoño invernal, pp 9-10. Villa Carlos Paz, Córdoba. Castro, N.; Rufach, H.; Capellino, F.; Domínguez, R.; Paccapelo, H. Evaluación del rendimiento de forraje y grano de triticales y tricepiros. RIA. Revista de Investigaciones Agropecuarias, vol. 37, núm. 3, diciembre, 2011, pp. 281-289 Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Buenos Aires, Argentina. Covas, G. 1975. Triticales y trigopiros para la región semiárida pampeana. Informativo Técnico Agropecuario para la Región Semiárida Pampeana. 65:6-8. Ferreira, V. y Szpiniak, B. 1994. Mejoramiento de triticale y tricepiro para forraje en la UN de Río Cuarto. En: Semillas forrajeras: producción y mejoramiento. pp 110-120, Orientación Gráfica (Ed). Buenos Aires, Argentina. Ferreira V., Grassi E., Ferreira A., di Santo H., Castillo E. y Paccapelo H. 2015. Triticales y tricepiros: interacción genotipo-ambiente y estabilidad del rendimiento en grano. Chilean J. Agric. Anim. Sci., ex Agro-Ciencia (2015) 31(2): 93-104. Kloster, A.M.; Bainotti, C.; Cazorla, C.; Amigone, M.A.; Donaire, G. y Baigorria T. 2013. Triticale: un cultivo invernal plástico y multifuncional. Revista Técnica de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID). Planteos Ganaderos. Marzo 2013. pp. 50-56.

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Gerente Técnico de Desarrollo (GTD) Chacra Bandera, Sistema Chacras, Aapresid. 2 Coordinador Técnico Zonal (CTZ), Sistemas Chacras, Aapresid.

Coriandro: una alternativa productiva sustentable y rentable

33

Aporta diversidad al sistema agropecuario y permite mantener niveles de rentabilidad aceptables contribuyendo a la sustentabilidad del sistema.

Palabras Claves: Aromáticas; Coriandro; Cultivos specialties.

Auspicia:

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Cultivos Invernales 2021

1

Red de INNOVADORES

Autores: Vigliecca, E.N.1; Ruiz, A.2; Sciarresi, C.2


Red de INNOVADORES Cultivos Invernales 2021

34

Introducción La producción agropecuaria en nuestro país enfrenta constantemente desafíos a nivel productivo ya que, campaña tras campaña, los productores agropecuarios deben eficientizar la producción de alimentos de una manera sustentable pero económicamente redituable. En un contexto de cambio climático, existe una tendencia a la demanda de productos obtenidos mediante una menor huella ambiental, factor que comienza a tomar relevancia a la hora de la toma de decisiones. Es por ello que la necesidad de buscar alternativas productivas que minimicen riesgos económicos y diversifiquen los sistemas productivos aportando sustentabilidad, se convierten en una opción atractiva. Los cultivos no commodities son una alternativa que aporta diversidad al sistema agropecuario contribuyendo a una producción más estable a lo largo del tiempo. Asimismo, permite mantener niveles de rentabilidad aceptables contribuyendo a la sustentabilidad del sistema (Gundel, 2000). Por otro lado, la introducción de cultivos no commodities acerca alternativas comerciales que aumentan y estabilizan la renta percibida por el sistema ya que la coyuntura política pierde relevancia. Además, el hábito de consumo a nivel mundial se encuentra en constante transformación y los consumidores optan por una dieta más diversa y balanceada. Compatibilizar todos los factores mencionados anteriormente parece ser un desafío complejo de alcanzar. Sin embargo, la implementación de cultivos specialties, promete transformar los modelos productivos para poder eficientizar la rentabilidad, productividad y sustentabilidad de los sistemas productivos mientras cubrimos la demanda de alimentos. Particularmente el coriandro se destaca por ser una especie aromática de invierno utilizada en la industria alimenticia, farmacológica, tabacalera, alcohólica, y aromática (Gil et al., 1999). A pesar de su escaso pool genético, limitada variedad de principios activos para su uso, el riesgo de dehiscencia por su maduración despareja (La Nación, 2020) y su lento crecimiento inicial, el coriandro es una especie interesante por su rusticidad, bajo consumo de agua durante el invierno y buen comportamiento frente a plagas y enfermedades (por su condición de aromática). Es por ello que, el presente artículo tiene como objetivo realizar una revisión bibliográfica acerca

de un cultivo especial invernal, como es el cultivo de coriandro, para poder brindar aspectos relevantes para su producción. Características de la especie El coriandro (Coriandrum sativum L.) es una hierba anual que pertenece a la familia de las Apiáceas (Gundel, 2000). Tiene un porte de 40 a 60 cm de altura, con tallos erectos, lisos y cilíndricos ramificados en la parte superior. Las hojas inferiores son pecioladas, pinnadas, con segmentos ovales en forma de cuña; mientras que las superiores son bi-tripinnadas, con segmentos agudos (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2011). Posee flores pequeñas blancas o ligeramente rosadas, con cinco pétalos y normalmente distribuidas en parejas a lo largo de las ramas floríferas, con hojas compuestas de contorno aserrado. Los frutos son diaquenios, globosos, constituidos por mericarpios fuertemente unidos, de color amarillo-marrón de hasta 6 mm de diámetro. Tienen olor suave y agradable, y sabor fuerte y picante. Contiene dos semillas, una por cada aquenio. Las semillas son ricas en aceites esenciales, aceites grasos, trazas de glucósido, taninos, oxalato cálcico, entre otros. En su composición química se destacan principalmente los aceites esenciales, entre ellos d-linalol, 70 a 90% pineno, dipenteno, geraniol, felandreno, borneol, limoneno y otro componentes menores. La esencia es ligeramente amarilla o incolora (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2011). El cultivo de coriandro se encuentra dentro de la misma ventana productiva que el trigo (invierno) con algún comportamiento diferencial ante suelos con distintos niveles de degradación (de la Fuente et al., 2000). Por ejemplo, Herms y Mattson (1992) encontraron que el cultivo de coriandro se vio beneficiado en la concentración de compuestos secundarios (aceites esenciales) en la semilla en ambientes que presentaron una moderada pérdidas de nutrientes, acidificación, salinización, sodificación, pérdidas de materia orgánica, pérdidas de estructura y/o falta de capacidad de retención de agua. Asimismo, el cultivo presentó rendimientos estables para estos ambientes y hasta incluso mayores que el cultivo de trigo (de la Fuente et al., 2000). La estabilidad de rendimientos que este cultivo presenta puede estar asociada a la heterogeneidad genética de las poblaciones que le confiere mayor tolerancia al


Manejo del cultivo En Argentina, los cultivares normalmente elegidos para la producción de coriandro, son el tipo “marroquí” para la obtención de granos, y el “ruso” de grano más chico, para la obtención de aceites. La época de siembra depende de las condiciones climáticas, de temperatura principalmente (Paunero, 2013).

La elección del lote es un punto clave para el éxito del cultivo, es necesario que se encuentre limpio de malezas perennes. El coriandro es una especie que maximiza sus rendimientos en suelos livianos, fértiles y bien drenados sin requerimientos nutricionales altos (N: 50-75 kg ha-1, P: 40 kg ha-1, (Paunero, 2013). La siembra debe hacerse con semilla ajustada al poder germinativo, el cual puede ser bajo ya que la semilla posee dormición que puede generar problemas de germinación y vigor (De Moraes y López, 1998; Rithichai et al., 2009).

“Normalmente el coriandro se hace luego de un cultivo de soja, ya que el rastrojo de maíz impide una correcta siembra. Esto nos da tiempo a sembrar en junio/julio, pudiendo realizar las cosechas en diciembre

“El distanciamiento entre las hileras utilizado es 19 cm lo cual nos da un cálculo de entre 25 y 35 kg de semilla por hectárea. Una de las ventajas de la introducción de este cultivo es que la maquinaria utilizada para su Figura 1

a) Germinación de un lote con cultivo de coriandro, sobre un rastrojo de soja; b) Implantación del cultivo; c) Etapa de floración del coriandro. Foto tomada por Micael Coronel.

a)

b)

c)

Red de INNOVADORES

aproximadamente.” - Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba.

35 Cultivos Invernales 2021

déficit hídrico. Además, la exposición del cultivo a las producciones en secano llevan a que la concentración de los aceites esenciales aumente, beneficiando a los productores que destinen su producción a esta porción del mercado (Gundel, 2000)


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producción es la misma que para el trigo.” - Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba.

Cultivos Invernales 2021

36

Uno de los temas de mayor importancia en el cultivo de coriandro es el manejo de las malezas. Las bajas temperaturas, y el periodo de roseta que atraviesa la especie por 40-60 días luego de la siembra, le brindan al cultivo una baja competitividad por los recursos, estando en desventajas con malezas de rápido crecimiento (Figura 2). Una vez que se elongan los tallos e inicia el periodo reproductivo, no hay mayores riesgos. Hasta el momento los herbicidas efectivos utilizados para su manejo son, en presiembra glifosato y trifluralina, preemergencia flurocloridona, linurón y prometrina, y en postemergencia linurón, prometrina y graminicidas varios (Paunero, 2013). “Debido a que no hay un gran estudio de productos específicos para este cultivo, no existen herramientas para controlar malezas de hoja ancha después de la emergencia del coriandro. Es de suma importancia entrar cuantas veces sea necesario, pero dejar el lote muy limpio para el comienzo del cultivo.” – Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba.

Figura 2

Coriandro en estado de roseta. Foto tomada por Micael Coronel.

En cuanto a plagas y enfermedades la incidencia es baja normalmente. El manejo consiste en el diagnóstico mediante monitoreo durante todo el ciclo. En años con mayores condiciones de humedad relativa, pueden presentarse algunas enfermedades, siendo las más complicadas para la comercialización de semillas la Alternaria dauci (Velazquez, 2017). Las semillas pueden estar contaminadas actuando como fuente de inóculo primario en lotes nuevos, ocasionando importantes pérdidas económicas. Por esta razón, el análisis sanitario de la semilla es una herramienta muy útil que permite disminuir riesgos y generar aumentos de la productividad. En zonas muy húmedas, también puede presentarse el tizón de la umbela, y problemas de fusariosis. En cuanto a plagas, el pulgón del coriandro (Hyadaphis coriandrii) podría ser un problema, y hacia fines del ciclo la oruga bolillera que ataca las umbelas, afectando directamente la producción, pero un correcto monitoreo y control, reduciría los riesgos (Velazquez, 2017) (Figura 3). “En sí el tratamiento para plagas es bastante bajo (baja inversión), debido en parte a que el cultivo es una aromática, lo que le da cierta repelencia a los insectos. No hemos tenido problemas muy graves de plagas, sí presencia de bolillera hacia final del ciclo, pero con un correcto monitoreo y control, debería bastar. En años secos hubo problemas con arañuela. Los tratamientos de la semilla son los mismos que los utilizados para trigo, y aseguran una buena implantación.” - Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba. Su cosecha se caracteriza por una maduración heterogénea, por su floración escalonada, y las semillas poseen dormición la cual puede generar problemas de germinación y vigor (De Moraes y López, 1998; Rithichai et al., 2009). Esta característica ha desarrollado tecnologías como el priming e hydropriming para acelerar la germinación y mejorar la emergencia del cultivo. El coriandro posee frutos dehiscentes, por lo que ubicar la cosecha en períodos lluviosos y/o ventosos podría atrasar la cosecha llevando a numerosas pérdidas (Luayza et al., 1996). Es necesario realizar la cosecha con una humedad de 12% aproximada, con una buena regulación de la máquina para evitar la pérdida de granos. La fecha aproximada de cosecha es a finales de noviembre – diciembre, según la fecha de siembra utilizada (Paunero, 2013) (Figura 4).


Figura 3

a) Etapa de llenado de grano; b) Oruga bolillera atacando las umbelas en etapa de definición de rendimiento. Foto tomada por Micael Coronel.

b)

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a)

¿Qué rendimientos pueden obtenerse? “Actualmente en el norte de Córdoba, por su régimen de precipitaciones, se obtiene un rendimiento de 600 a 800 kg ha-1. Si consideramos que el 12% de esta cosecha pertenece a granos partidos e impurezas, quedaría un neto de 530 a 700 kg ha-1 de grano entero. Esto varía mucho según la zona y las condiciones hídricas del año, pero los rendimientos pueden alcanzar hasta 2000 kg ha-1. ” - Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba. La voz de la experiencia El Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado con experiencia en la producción de Coriandro de la zona norte de Córdoba, nos cuenta sobre algunas cuestiones de la toma de decisión y comercialización. “El cultivo de coriandro viene tomando terreno, ya se produce en lugares como el norte de Córdoba, Salta, Catamarca, Chaco y Santiago del Estero. Es adaptable a dichas zonas ya que es posible llevar a cargar el perfil con 350 mm que son requeridos para el cultivo, y las

condiciones térmicas son las óptimas. Es un excelente cultivo alternativo a la cosecha fina.” - Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba (Figura 5). ¿Cómo es la comercialización del coriandro? “La comercialización se hace por contrato previo preferentemente. Si bien hay empresas que lo compran en el momento de cosecha, uno queda muy sujeto al precio y con pocas opciones para negociar. Al tener un contrato previo, uno puede ajustar su sistema productivo a las toneladas proyectadas, acomodando así la superficie a utilizar.” “El coriandro no es almacenado a granel por ser un cultivo especial, por ende se comercializa clasificado en bolsas de 25 kg, previo etiquetado por el proveedor e importador, normalmente con un intermediario. Las categorías de comercialización son grano entero y grano partido. La calidad es por determinación visual, no por análisis químico como puede ser en otros cultivos (como el girasol).”

Cultivos Invernales 2021

37


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“El grano entero es el que se comercializa, y el grano partido es el que se deja para la siembra del año siguiente, ya que el grano entero no puede utilizarse debido a la dormancia de tegumento que presenta la semilla. Los granos partidos también pueden ser comercializados, lo que le da al productor mayor margen de decisión al momento de vender.” - Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba. Figura 4

Cosecha del cultivo de coriandro. Foto tomada por Micael Coronel.

En cuanto a margen, ¿te parece una alternativa rentable? “El precio de venta es muy dependiente del año, llegando en algunos casos a superar el margen que deja otro cultivo de invierno, como ser el trigo. En la campaña 20/21, el precio FOB era de U$S 350, quedando bruto U$S 280. Los costos directos (aplicaciones, semillas e insumos) fueron de aproximadamente U$S 132, quedando un margen neto de U$S148 ha-1 para un rendimiento de 800 kg ha-1 (en comparación a un trigo de 142 U$S ha-1). Al mismo tiempo, la producción de coriandro brinda la oportunidad de almacenarlo en galpón o silo bolsa, estando atentos a cambios en el precio para cerrar el negocio.” - Ing. Agr. Micael Coronel, asesor privado, zona norte de Córdoba.

Cultivos Invernales 2021

38

Figura 5

Ing. Agr. Micael Coronel, asesor/productor de cultivo de Coriandro en el Norte de Córdoba. Foto tomada por Micael Coronel.


Comentarios finales

El coriandro no es sólo una alternativa rentable, sino que aporta diversidad a la producción agropecuaria. Su carácter de aromática le permite disminuir la presión de ataque de ciertos insectos y enfermedades, disminuyendo así el uso de fitosanitarios para el tratamiento del cultivo y su consecuente huella ambiental, convirtiéndose en una herramienta productiva de gran valor económico, social y ambiental.

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En la actualidad hay un desafío que se presenta para los ingenieros agrónomos que es buscar alternativas rentables y sustentables, que permitan una independencia de los cultivos commodities tradicionales y la toma de decisiones sea menos dependiente de la coyuntura política. Asimismo, analizando la diversidad de las rotaciones desde la biología de los sistemas, la incorporación de distintas especies en las rotaciones contribuye a acortar los ciclos de enfermedades, plagas y malezas, ayudando así a una producción menos insumo dependiente.

Cultivos Invernales 2021

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Bibliografía De la Fuente, E., A. Lenardis. y A. Gil. 1995. Efecto de la disponibilidad de nitrógeno sobre la morfología, el rendimiento y sus componentes en dos cultivares de coriandro. IX Congreso Nacional de Recursos Aromáticos y Medicinales, 13 al 17 de noviembre 1995, S. S. de Jujuy, Jujuy. De Moraes, D.M.; López, N.F. 1998. Germinaçao e vigor de sementes de coendro (Coriandrum sativum L.) submetidas a reguladores de crescimento vegetal. Revista Brasileira de Sementes. 20(1):93-99. Gil, A., E. de la Fuente, A. Lenardis, S. Lorenzo y J. Marengo. 1999. Coriander (Coriandrum sativum L.) yields responses to plant populations. Journal of herbs, spices and medicinal plants, Vol. 6 (3). Gundel, 2000. El cultivo de coriandro ( Coriandrum sativum L.). Una estrategia para aumentar la sustentabilidad de los agroecosistemas. http://ri.agro.uba.ar/files/download/revista/ facultadagronomia/2000gundelpe.pdf Herms, D.A. y W.J. Mattson. 1992. The dilemma of plants: to grow or defend. The quarterly review of biology. Vol 67, No.3. LA NACIÓN. 2020. Coriandro, carinata y trigo sarracero: cuales son los nuevos cultivos estrella. https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/diversificacion-crece-la-atraccion-por-los-cultivosalternativos-rusticos-y-rentables-nid2420363/. Luayza, G., R. Brevedan and R. Palomo, 1996. Coriander under irrigation in Argentina. ASHS Press, Arlington, VA P. 590-594. (https://hort.purdue.edu/newcrop/proceedings1996/V3-590.html) Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Presidencia de la Nación. 2011. Ficha Técnica del Coriandro. http://www.alimentosargentinos.gob.ar/contenido/sectores/aromaticas/productos/ Coriandro_2011_07Jul.pdf. Paunero, I. 2013. Cultivos del coriandro. INTA EEA San Pedro. https://repositorio.inta.gob.ar/xmlui/bitstream/handle/20.500.12123/7864/INTA_CRBsAsNorte_EEASanPedro_Paunero_IE_Cultivos_del_ coriandro.pdf?sequence=1&isAllowed=y. Paunero, I. 2012. Memoria técnica: investigaciones en mostaza, coriandro y otros. INTA EEA San Pedro. https://docplayer.es/40988384-Memoria-tecnica-investigaciones-en-mostaza-coriandro-y-otroseditor-ignacio-e-paunero.html. Ritthichai, P.; Sampantharat, P.; Jirakiattikul, Y., 2009. Coriander (Coriandrum sativum l.) seed quality as affected by accelerated aging and subsequent hydropriming. En: Asian Journal of Food and Agro-Industry, 2: (Special Issue): S217-S221. Velazquez P.D. 2017. Serie extensión INTA Paraná N° 81: 33-38. https://inta.gob.ar/sites/default/files/inta_serie_extension_81_2017.pdf

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Red de INNOVADORES

Autores: Capurro, J.1*; Montico, S.2

Trabajo publicado en la Revista Cuadernos del CURIHAM, de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, vol.26 año 2020. https://cuadernosdelcuriham.unr.edu.ar/ index.php/CURIHAM/article/view/147/116

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Agencia de Extensión Rural. INTA Cañada de Gómez. 2 Facultad de Ciencias Agrarias, UNR. *Correo: capurro.julia@inta.gob.ar 1

Efecto de los cultivos de servicio sobre las pérdidas de agua y suelo por erosión hídrica

Las pérdidas totales de agua por escurrimiento superficial y de suelo en ambientes erosionados con cultivo de servicio (CS) fueron significativamente menores a las pérdidas en lotes sin CS.

Palabras Claves: Erosión hídrica; Degradación de suelos; Cultivos de servicio.


Dado que la erosión es un proceso predominantemente de superficie, las condiciones físicas de la capa edáfica superficial -externas e internas- son las que determinarán las pérdidas totales de suelo y agua. Principalmente, esas condiciones dependerán del tipo de uso de la tierra y del manejo del suelo y los cultivos, que producen diferentes grados de cobertura y rugosidad superficiales (Bagatini et al., 2011). En una agricultura pampeana dominada principalmente por el cultivo de soja, los aportes de los residuos de cosecha de este cultivo son bajos en cantidad y relación C:N, por lo que su participación en las rotaciones agrícolas afectan la conservación de los contenidos de materia orgánica y el mantenimiento de adecuados niveles de cobertura (Ruffo, 2003 citado por Scianca et al., 2008). Esta problemática se agrava en áreas onduladas, donde gran parte del agua de las lluvias de primavera escurre hacia las zonas bajas de los lotes, arrastrando el escaso residuo de cosecha remanente. Así, la soja sembrada a continuación, emerge en suelos casi descubiertos (Capurro et al., 2010).

El uso de simuladores de lluvia para el estudio de las relaciones lluvia-escorrentía, la medida de la tasa de infiltración y la estimación de las pérdidas de suelo, permiten experimentar estos procesos, controlando la intensidad, el sitio y la oportunidad de las precipitaciones. El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de la inclusión de un CS en una secuencia soja-soja, sobre las pérdidas de agua y suelo producidas por erosión hídrica a través de la aplicación de lluvias simuladas, en distintos ambientes de un suelo erosionado perteneciente a un lote agrícola del sur de Santa Fe. Materiales y métodos El estudio se realizó en un suelo Argiudol típico serie Correa, fase moderadamente erosionada (Horizonte superficial 0-16 cm: arcilla 23.5%; arena 7.0%; limo 69.5%). El sitio experimental (32º 52’ 33’’ Sur y 61º 26’ 59’’Oeste, altitud media de 114 m) tuvo agricultura continua durante 25 años y monocultivo de soja de primera en siembra directa, durante los últimos diez años. El experimento se realizó siguiendo un diseño en parcelas divididas. Las parcelas mayores correspondieron al factor ambiente con tres niveles: Loma (ambiente con relieve subnormal, con pendiente media de 0.15% y sin erosión hídrica), Media Loma (ambiente de relieve normal, con una pendiente media de 0.9%, con erosión moderada y una pérdida de hasta el 25% del horizonte superficial) y Bajo (ambiente subnormal a cóncavo -pendiente media <0.1%- con recepción y acumulación de sedimentos y sin erosión hídrica) y las parcelas menores correspondieron al subfactor tratamiento, con dos niveles: CCS (con cultivos de servicio) y SCS (sin cultivos de servicio). Las seis combinaciones de ambientes y tratamientos fueron:

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A pesar del favorable impacto de la siembra directa sobre los suelos, persisten algunos procesos de degradación como la erosión hídrica. Una de las causas fundamentales de esta problemática en las tierras cultivadas es la acción de las precipitaciones directamente sobre el suelo y la susceptibilidad del mismo a deteriorarse por las lluvias. La pérdida de suelo producida por este proceso, dependerá de la combinación de la erosividad, definida como el potencial de las precipitaciones para erosionar el suelo, con la erodibilidad del mismo, o sea, su capacidad de resistir la acción de las precipitaciones (Wischmeier y Smith, 1978; Hudson, 1995).

La inclusión de un cultivo de servicio (CS) durante el período comprendido entre la cosecha de soja en otoño hasta la implantación de la soja sucesora, a mediados de la primavera siguiente, permite mantener el suelo cubierto y producir un nuevo ingreso de residuos de cosecha al sistema. La fitomasa aérea producida por el CS permanece entera y anclada al suelo a través de sus raíces y de esta forma no es arrastrada por los escurrimientos superficiales, como sucede con los residuos de los cultivos de renta, que son trozados y esparcidos por la cosechadora.

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Introducción Desde principios de la década del 90, la producción agrícola argentina registró un avance sostenido con un crecimiento extraordinario de la superficie destinada al cultivo de soja en las regiones pampeana y extra pampeana. Esta situación se potenció con la rápida incorporación de la soja genéticamente modificada asociada al sistema de siembra directa, que posibilitó su cultivo en áreas marginales y en suelos con limitaciones para la agricultura convencional (Casas, 2007).


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Loma CCS, Loma SCS, Media Loma CCS, Media Loma SCS, Bajo CCS y Bajo SCS. Las dimensiones de cada parcela resultaron de 30 m por 50 m y se distribuyeron en bloques completos aleatorizados con tres repeticiones. Se implantó una mezcla de avena (Avena sativa L.) -peso de 1000 semillas: 33 g- y vicia (Vicia sativa L.) -peso de 1000 semillas: 59 g- con una densidad de siembra de 88 kg/ha, a fin de lograr 200 plantas por metro cuadrado y una relación de consociación 50:50 de cada especie. La siembra del CS se realizó el 8 de mayo con una sembradora de siembra directa de grano fino, con líneas de siembra separadas a 0.175 m y abresurcos de doble disco plano. El ciclo de crecimiento del CS fue de 155 días, desde la emergencia hasta la supresión química de su crecimiento, el 13 de octubre. Al momento de la supresión química del crecimiento de los CS, la producción de materia seca (MS) se obtuvo mediante seis muestras de 0.25 m2 de la parte aérea de CS en cada parcela. Se llevó a estufa a 65 ºC hasta peso constante, y se calculó la producción de MS en kg/ha. La siembra del cultivo de soja sucesor se efectuó el 10 de noviembre con una sembradora de siembra directa de grano grueso, con líneas de siembra separadas a 0.525 m, cuchillas turbo, doble disco plantador y placas monograno. Del 10 al 14 de diciembre, previo a la floración del cultivo de soja, se aplicó una lluvia simulada en cada parcela con un Simulador de Intensidades Múltiples, que cuantifica el proceso de erosión hídrica (Meyer y Harmon, 1979; Meyer, 1983), adaptado en la EEA INTA Marcos Juárez (Marelli et al., 1986). Previamente a la aplicación de las lluvias simuladas, se evaluó el porcentaje de cobertura vegetal de la superficie del suelo, por el método de la transecta lineal de Laflen et al. (1981) y la rugosidad superficial en mm (RR), utilizando un perfilómetro de agujas (Irurtia et al., 2010). Las lluvias simuladas fueron aplicadas a una intensidad constante de 60 mm/h y tuvieron una duración de 1 h. Se instaló una microparcela de medición en cada unidad experimental. La microparcela de medición tuvo un área de 1 m2 (1m x 1m), con una zona de borde de 0.5 m de ancho y estuvo ubicada en la parte central del área de aspersión. Se delimitaron tres de sus lados con chapas galvanizadas de 20 cm de altura, enterradas 10 cm en el suelo y en el borde inferior, perpendicular a la dirección de la pendiente, se usó una bandeja aforadora del escurrimiento del mismo material, en forma de vertedero.

Se registró en cada lluvia simulada, la pérdida total de agua en mm (l.m2) y se calculó el porcentaje respectivo sobre la lluvia total aplicada durante la hora de duración del evento. Se midió la pérdida total de suelo para cada lluvia en g/m2. Los sedimentos totales obtenidos de los escurrimientos se secaron a 105 ºC hasta peso constante y se convirtieron a kg/ha. Los análisis estadísticos se realizaron mediante análisis de variancia según el diseño utilizado -parcelas divididas-, testeando particularmente los efectos de ambientes, tratamientos y su interacción. Seguidamente se realizaron los test de comparaciones de medias, de acuerdo a la significación de los efectos en los análisis de varianza, utilizando el test LSD de Fisher, a un nivel de significación del 5%. Resultados y discusión Con el propósito de mostrar las condiciones ambientales que se presentaron durante el periodo del ensayo, se indica que la temperatura media fue de 12.93 ºC, se registraron 19 heladas y las precipitaciones fueron de 391 mm, 50% por encima de la media histórica (1978/2011) para el período considerado. En el mes de diciembre -cuando se efectuó la medición de la lluvia artificial- la precipitación fue de 261 mm. La producción media de materia seca de los CS al momento del secado y en los diferentes ambientes fue: Loma: 5517 kg/ha; Media Loma: 5602 kg/ha; Bajo: 6734 kg/ha. No se hallaron diferencias significativas entre tratamientos y tampoco entre ambientes. La cobertura superficial fue significativamente superior en Loma CCS, Media Loma CCS y Bajo CCS (93%, 91% y 97%, respectivamente), en comparación con Loma SCS, Media Loma SCS y Bajo SCS (38%, 27% y 50%). Asimismo, la RR mostró diferencias significativas a favor de Loma CCS, Media Loma CCS y Bajo CCS (17.2; 19.7 y 16.4 mm, respectivamente) en relación a Loma SCS, Media Loma SCS y Bajo SCS (6.5; 2.9 y 7.8 mm, respectivamente). Efecto en las pérdidas totales de agua Las pérdidas totales de agua por escurrimiento superficial (Figura 1), mostraron efectos de tratamientos y ambientes altamente significativos, sin interacción entre ambos. Los registros fueron menores en las parcelas CCS con una media de 24% de agua total perdida, mientras que en las parcelas SCS los valores fueron de 38% en


Diversos autores (Bertol, 1986; Levien, 1999; Volk, 2002; Streck y Cogo, 2003; Cogo y Streck, 2003; Volk et al., 2004 y Castro et al., 2006, citados por Gilles et al., 2009) han observado que la escasa remoción del suelo en la siembra directa -dado por la profundidad de labor, la extensión de superficie de terreno trabajado y el

Figura 1

Pérdida total de agua por escurrimiento superficial, en porcentaje sobre la lluvia aplicada. Ref: SCS: Sin Cultivos de Servicio; CCS: Con Cultivos de Servicio. Letras distintas indican diferencias significativas (p < 0.05).

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La significativa disminución de los escurrimientos superficiales, en las parcelas CCS respecto de las SCS en cada ambiente, pudo generarse por el efecto de la cobertura vegetal, asociado al efecto de una más alta rugosidad. Estas condiciones, posiblemente, aumentaron la capacidad del suelo de resistir la acción erosiva de la lluvia, al impedir el contacto directo de las gotas con la superficie, e incrementaron la retención superficial del agua, mejorando su infiltración en el suelo. Coincidiendo con esto, Crespo et al. (2010) aplicaron lluvias simuladas en 34 sitios del centro de la provincia de Buenos Aires y determinaron que, independientemente del sistema de labranza utilizado, el escurrimiento dependió en gran parte de la cobertura vegetal de los mismos.

Las mayores diferencias establecidas entre los tratamientos en la Media Loma, pudieron estar relacionadas con el relativamente alto gradiente de la pendiente (0.9%), en un suelo con muy baja rugosidad debido a las lluvias anteriores y densificado superficialmente, en oportunidad de la siembra de soja después de un largo período de años en siembra directa. Estos factores contribuyeron al escurrimiento de una mayor masa de agua en un breve período de tiempo, provocando una pérdida equivalente a la mitad de la lluvia aplicada en las parcelas SCS.

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promedio. En Loma, Media Loma y Bajo, las pérdidas medias fueron de 27%, 38% y 27%, respectivamente.


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nivel de fragmentación del volumen de suelo removidoocasiona una disminución de la rugosidad superficial y ningún incremento adicional de porosidad total del horizonte superficial edáfico, además de resultar en una superficie de suelo generalmente consolidada. Esta condición, según los autores, favorece con el tiempo la conservación del suelo, pero en muchos casos, desfavorece la conservación del agua, por el aumento del escurrimiento superficial.

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En este trabajo, el relieve en Loma y Bajo, probablemente, no favoreció la dinámica del agua en la misma proporción que en Media Loma, por lo que las condiciones de cobertura y rugosidad no fueron afectadas en la misma medida, no obstante alrededor de un tercio del agua aplicada se perdió por escurrimientos superficiales. En este sentido, Bertol y Miquelluti (1993) evaluaron pérdidas por erosión hídrica con distintos manejos de suelo y observaron que las pérdidas de agua fueron mucho menos influenciadas por los sistemas de manejo

del suelo que las pérdidas de suelo, lo que condice, según estos autores, con la mayoría de los trabajos conducidos en ese área. También con lluvias simuladas, Gilles et al. (2009) encontraron pérdidas de agua por escurrimientos superficiales, de hasta 71% y 46% de la lluvia aplicada en los momentos de siembra y floración, respectivamente, del cultivo de maíz (Zea mays) en siembra directa sobre suelos Ultisoles. Con resultados diferentes sobre una situación productiva contrastante, Bagatini et al. (2011) hallaron pérdidas de agua de menos del 20% de la lluvia aplicada, en un suelo con pocos años de agricultura y en base a un manejo conservacionista de labranzas y fertilización. Efecto en las pérdidas totales de suelo Se observaron efectos altamente significativos de tratamiento y ambiente, sin interacción entre ambos. Las parcelas CCS (Figura 2) tuvieron pérdidas de suelo

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Figura 2

Pérdida total de suelo en kilos por hectárea, por erosión hídrica. Ref: SCS: Sin Cultivos de Servicio; CCS: Con Cultivos de Servicio. Letras distintas indican diferencias significativas (p < 0.05).


Según Portela et al. (2011), el proceso de transporte de las partículas de suelo erosionadas por el agua generalmente es más alterado que el escurrimiento

No hubo diferencias significativas en la pérdida de suelo entre tratamientos en el Bajo posiblemente debido a que, si bien las parcelas CCS mostraron los valores más altos de cobertura, también las SCS presentaron valores elevados. Esto podría estar vinculado con la acumulación de residuos de cosecha de soja provenientes de los ambientes superiores, desplazados por los movimientos de agua en superficie, y pudo influir en su respuesta ante la lluvia aplicada, disminuyendo las pérdidas de suelo en las parcelas sin CS de este ambiente.

Conclusiones Hubo un elevado incremento de la rugosidad y cobertura superficial del suelo por la inclusión de los CS. Los procesos de erosión hídrica fueron mitigados en todos los ambientes que tuvieron la cubierta vegetal invernal. Las pérdidas de agua por erosión hídrica, fueron menores en las parcelas CCS y lo mismo sucedió con las pérdidas de suelo. En el ambiente Media Loma, por sus características topográficas, las diferencias en estos parámetros fueron de mayor magnitud.

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El efecto de los CS fue de gran magnitud en la reducción de las pérdidas de suelo en Loma y Media Loma, probablemente debido a la protección frente al efecto erosivo de la lluvia aplicada, así como a la acción mecánica de las raíces, con diferencias entre ambientes en función de su posición en el relieve. Las gotas pueden llegar a ser muy erosivas cuando golpean un suelo sin vegetación, de acuerdo a Morgan (1997) citado por De la Cruz (2010), proporcionando además de la fuerza disgregadora, una fuerza de consolidación que lo compacta. El impacto es el agente más importante para el desprendimiento y disgregación de las partículas (De la Cruz, 2010) y la mayor parte de la energía que llevan las gotas precipitadas se va a consumir en dicho proceso.

superficial, respecto a las condiciones externas de la superficie del suelo. Weir (2002), trabajando con parcelas de escurrimiento con 1% de pendiente, determinó que el escurrimiento fue cinco veces mayor y la pérdida de suelo doce veces superior en las parcelas con suelo descubierto, que el promedio de parcelas cultivadas y con pasturas. A su vez, Bertol y Miquelluti (1993) citados por Torres et al. (2005) encontraron que las pérdidas de suelo y agua se reducían en un 85% y 29%, respectivamente cuando incorporaron cultivos de servicio. Barcelonna y Rienzi (2003) encontraron disminuciones de 70% de la pérdida total de suelo al aplicar cobertura sobre un suelo con labranza convencional y 25% al aplicarla sobre un suelo proveniente de pradera.

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significativamente menores a las parcelas SCS, con una media de 131 kg/ha en contraste con 524 kg/ha de promedio en las últimas. A su vez, el ambiente Media Loma mostró pérdidas de suelo significativamente superiores a los ambientes Loma y Bajo, con medias de 603, 244 y 136 kg/ha, respectivamente.


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Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


Tanto en centeno como vicia, la fecha de siembra es un factor determinante en la producción de MS. Es por ello que se evaluaron dos momentos de implantación, en ambos cultivos, en un año con déficit hídrico.

Palabras Claves: Vicia; Centeno; Densidad de siembra; Precipitación.

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Estación Experimental Agropecuaria INTA Sáenz Peña. Correo: czyruk.lorena@inta.gob.ar

Chaco: ¿es posible lograr una buena producción de materia seca en cultivos de servicio en años con déficit hídrico?

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Autores: Czyruk, L.S.; Burdyn, B.; Rojas, J.M.; Roldán, M.F.


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Introducción Un cultivo de servicio (CS) es definido como una cobertura vegetal viva que cubre el suelo en forma temporal o permanente y se cultiva en asociación con otras plantas (intercalado, en relevo o en rotación). Se caracteriza por cumplir funciones más amplias y multi-propósito, que incluyen la supresión de malezas, la conservación de suelo y agua, y el control de plagas y enfermedades (Pound, 1997). Los CS pueden ser anuales (sembrados en el período que no es favorable para la producción de cultivos comerciales y que son destruidos antes de la siembra de estos) o coberturas vivas permanentes o simultáneas (que crecen al mismo tiempo que el cultivo comercial durante parte o toda su estación de crecimiento), siendo numerosas las especies que se usan como CS. La vicia (Vicia villosa) es una leguminosa fijadora de nitrógeno que crece extensivamente y proporciona al suelo una excelente cobertura. Es una especie adaptada a ambientes semiáridos, por lo que es tolerante a la sequía (Almeida et al., 2018). Asimismo, presenta una mejor adaptación a condiciones edáficas restrictivas, en comparación con otras especies de vicia. Tiene un porte rastrero, lo que le permite una cobertura temprana del suelo y por ende mayor competencia con las malezas (Renzi Pugni, 2017). La planta de Vicia villosa produce mayor cantidad de materia seca (MS) bajo condiciones de temperaturas y fotoperíodo altos, debido a que se favorece la tasa de crecimiento de la misma. Por otro lado, el centeno (Secale cereale; (L.)) tiene el mismo comportamiento que la vicia en fechas de siembra temprana. Con un extenso sistema radical, que produce abundante biomasa, puede suprimir la germinación y emergencia de ciertas especies de malezas. Es resistente al frío y tolerante a sequía (Koger et al., 2002; Mehring et al., 2016). Diversas publicaciones citan diferentes fechas de siembra y su variación en la producción de MS señalando al otoño como la estación óptima para la siembra. Sin embargo, es escasa la información sobre la merma de la producción de MS, cuando se atrasa la siembra. Además, este cultivo se adapta a implantaciones tempranas (abril – mayo) y se puede sembrar hasta junio, en densidades de 150-200 plantas m-2, con un distanciamiento entre hilera de 17,5 o 21 cm con sembradora de grano fino (Aapresid, 2017).

Esta especie es una de las más precoces que se pueden utilizar como CS. En cuatro meses aproximadamente, se encuentra en condiciones de interrumpir su ciclo. La densidad de siembra tiene gran incidencia en los costos de implantación y en la producción de MS. Algunas investigaciones señalan que densidades de siembra de vicia de 15 kg ha-1 logran un stand de plantas de 20-30, una densidad de 20 kg ha-1, 40-50 plantas y densidades de 30 kg ha-1, 120-160 plantas m-2, respectivamente como bajas, medias y altas (Renzi y Cantamutto, 2007; Clark et al., 1995). Es importante, por lo tanto, definir la densidad de siembra de los CS en la región desde el punto de vista económico y a su vez conocer cómo influye la misma en la implantación en diferentes fechas. Por otra parte, es fundamental conocer el comportamiento de las especies en años con excesos o déficits hídricos con respecto a la media estacional histórica, los cuales son cada vez más frecuentes. El consumo de agua por los CS, en años con excesos hídricos, tiene un efecto positivo en el sistema de producción ya que contribuye a disminuir el excedente de agua, favoreciendo la depresión del nivel freático. Sin embargo, en años con precipitaciones normales o escasas, puede disminuir la disponibilidad de agua para el cultivo siguiente, especialmente para especies sensibles como el maíz (Andriulo y Cordone, 1998). Las precipitaciones son el principal factor climático que determina la producción de MS de los cultivos, por lo tanto, conocer cómo se comportan los CS con diferentes ofertas hídricas contribuye a diseñar estrategias de manejo que permitan un mejor uso del agua precipitada en los sistemas de secano. El objetivo principal planteado en este trabajo fue evaluar el efecto de dos fechas de siembra de los CS, vicia y centeno, en la producción de MS en un año con déficit hídrico marcado. A su vez, se evaluaron dos densidades de siembra del centeno a fines de saber si las mismas influyeron en la producción de MS. Materiales y métodos El ensayo se llevó a cabo en el Lote 100 del Campo Experimental de la EEA INTA Sáenz Peña (26°51’12.21”S, 60°25’27.42”O) durante la campaña 2020/2021. La


Las fechas de siembra fueron 8 de mayo (F1) y 26 de junio (F2) del 2020. La interrupción del ciclo de los CS se realizó químicamente el 25 de agosto para la F1 (109 días después de la siembra) y el 16 de octubre para F2 (112 días después de la siembra). Para el secado se utilizó glifosato 2 l ha-1 y se agregó fluroxipir 500 cm3 ha-1 en vicia.

La producción de MS (kg ha-1) de los cultivos se determinó al momento del secado de los mismos. La metodología empleada fue la siguiente: se procedió a la recolección de todo el material dentro de un marco de 0,25 m2 arrojado al azar 4 veces en cada tratamiento. Luego se llevó el material a estufa a 65 °C por 48 h y se determinó el peso seco para obtener el valor de MS, llevando este valor de una superficie de 1m2 a ha. El registro de precipitaciones, en la estación meteorológica de la EEA Sáenz Peña, durante el ciclo de los CS sembrados en la F1 fue de 20,2 mm y de 9,6 mm para la F2. Estas precipitaciones son escasas para un normal desarrollo de los CS y se encontraron aproximadamente 160 mm por debajo de la media histórica registrada desde el año 1924, para esos respectivos períodos. Además, se registró una elevada evaporación en los meses de implantación y desarrollo de los CS (Figura 1). Figura 1

Precipitaciones (mm) y evaporación (mm) registradas en el año 2020 en la Estación meteorológica de la EEA INTA Sáenz Peña, Chaco.

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Se implantaron vicia (Vicia villosa) y centeno (Secale cereale L.) como CS. El diseño experimental fue en bloques al azar con 4 repeticiones. Los tratamientos fueron los diferentes CS con dos fechas de siembra, dos densidades de siembra en centeno y la vicia inoculada y sin inocular.

Las densidades de siembra fueron de 40 kg ha-1 (baja) y 55 kg ha-1 (alta) para el cultivo de centeno. Mientras que, para el cultivo de vicia la densidad fue de 30 kg ha-1, para las semillas inoculadas y sin inocular.

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región climática es subtropical, intermedia entre subhúmeda y continental seca, con precipitaciones medias (promedio de 40 años) de 66 mm en invierno, 292 mm en primavera, 383 mm en verano y 235 mm en otoño. El ensayo se encuentra ubicado sobre las Series de suelo Golondrina (Gb) que es un Argiustol údico; Paz (Pch) un Albacualf vértico, y Matanza (Ma) un Argiustol údico (Ledesma, 1996).


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Los CS se sembraron con un 19-26% de humedad gravimétrica en el suelo, siendo la humedad en los primeros 20 cm del perfil en la F1 aproximadamente de 20% y menos de 15% en la F2.

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Resultados y discusión La fecha de siembra fue el factor determinante en la cantidad de MS producida por las dos especies. No se observó efecto de la densidad de siembra en centeno o la inoculación en vicia. Esto coincide con Vanzolini et al. (2009), quienes concluyeron que la fecha de siembra es uno de los factores que determina el potencial productivo, con producciones de MS que varían entre 500 y 7200 kg ha-1 en vicia. La F1 logró mayor cantidad de MS con respecto a la F2, independientemente del CS. Para esta fecha de siembra el centeno en ambas densidades produjo más de 6600 kg ha-1 (a DB 7030 kg ha-1 y a DA 6690 kg ha-1 promedio de MS).

La vicia produjo alrededor de 4000 kg ha-1 promedio de MS (inoculada 3915 kg ha-1 y sin inocular 4235 kg ha-1) (Figura 2). Estos valores de MS coinciden para la F1 con los hallados por Bella (2015), quien obtuvo similares respuestas en el sudeste de Córdoba, sembrando en el mes de mayo. Sin embargo, evaluaciones previas en ensayos de INTA Sáenz Peña para la misma fecha de siembra obtuvieron valores de MS superiores a 6000 kg.ha-1 (datos no publicados). En la F2, la vicia sin inocular presentó mayor aporte de MS (2047,5 kg ha-1) que la inoculada (1867,5 kg ha-1). La vicia sin inocular e inoculada produjo 2187 kg ha-1 y 2048 kg ha-1 más en la F1 que en la F2, respectivamente. No se observó efecto de la mayor densidad de siembra en centeno o la inoculación en vicia en la cantidad de MS producida. El centeno la DB fue 340 kg ha-1 mayor que la DA y en la F2 la DA fue 797,5 kg ha-1, mayor que la DB en. En vicia el comportamiento fue similar: en F1 la Figura 2

Producción de materia seca (MS en kg ha-1) en dos fechas de siembra y dos densidades en centeno DA (densidad alta) y DB (densidad baja) y en vicia inoculada (I) y sin inocular (S).


Scianca (2010) encontró que el contenido de agua total en el suelo a la siembra más las precipitaciones durante el ciclo de desarrollo de los CS, explicó el 89% de dicha variabilidad para el cultivo de centeno. En las fechas evaluadas en el presente trabajo, también las diferencias de MS pudieron estar relacionadas a los mm de precipitaciones durante el ciclo. La respuesta a la condición de humedad fue mencionada también por Scianca et al. (2013) y Restovich y Andriulo (2013)

quienes señalan que cuando las precipitaciones durante el período otoño-invernal son escasas, la producción de MS de los CS, depende altamente de la condición de humedad inicial o de las precipitaciones. Según Kuo y Jellum (2000), la producción de biomasa aérea de los CS puede variar entre años, dependiendo de las características del lugar en donde se desarrollan como así también de las condiciones climáticas del año. Es fundamental, por lo tanto, generar datos locales en períodos de diferentes condiciones hídricas.

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vicia sin inocular produjo 320 kg ha-1 más de MS que la inoculada, y en F2, 180 kg ha-1.

Conclusión A raíz de los resultados preliminares de este trabajo, se puede decir que la fecha de siembra fue un factor determinante en la producción de MS, tanto en centeno como en vicia en un año con déficit hídrico. La densidad de siembra en centeno no influyó en el aporte de MS para una misma fecha de siembra, al igual que la inoculación de la vicia. La producción de MS en centeno en F1, aún en año con déficit hídrico marcado, refuerza las características de esta especie en cuanto a rusticidad y adaptación a condiciones de sequía y bajas temperaturas, y la confirma como una buena opción para años que se pronostican secos. En vicia la fecha de siembra también afectó a la producción de MS, pero más allá de ser una especie que tolera sequías, las escasas precipitaciones afectaron su desarrollo.

Colaboración López, Astor; Schahovskoy, Nara; Renaud, Daniel Alfredo; Renaud, Adrian Alfredo (Departamento de Suelo y agua)- EEA INTA, Sáenz Peña; Goytia, Yanina (Teledetección y SIG); Maciel, Pedro (Estación Meteorológica EEA INTA Sáenz Peña); Bloeck, Gustavo; Ballatore, Hector y equipo (Área maquinaria agrícola);Vergar,a Charlie (Pasante de investigación UNCAUS);Canteros, Alberto; Trangoni, Luis; Ramirez, Ramón, Ramirez, Antonio (auxiliares de campo)

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Bibliografía Aapresid. 2017. http://aapresid.org.ar/rem en http://www.aapresid.org.ar/rem/alertas/. Andriulo, A.; Cordone, G. 1998. Impacto de labranza y rotaciones sobre la materia orgánica de suelos de la región pampeana húmeda. En: Panigatti, J.L.; Marelli, H.; Buschiazzo, D.; Gil, R. (Eds.). Siembra directa. INTA. Hemisferio Sur. p.65-96. Almeida, F.; Eiza, M.J. y Carfagno, P. 2018. Efecto de diferentes cultivos de cobertura gramíneas y leguminosas en el control de malezas en un argiudol del norte de la provincia de buenos aires. Rev. Fac. Agronomía y Cs. Agroalimentarias UM - Vol. IX. Bella, M. 2015. Evaluación de la inclusión de cultivos de cobertura como antecesor de maíz y soja en el sudeste de Córdoba, Argentina. Facultad de Ciencias Agropecuarias Universidad Nacional de Córdoba. Clark, A.J.; Decker, A.M. y Meisinger, J.J. 1994. Seeding rate and kill date effects on hairy vetch-cereal rye cover crop mixtures for corn production. Agronomy Journal 86: 1065–1.070. Koger, C.H.; Krishna, N.; Reddy y Shaw D.R. 2002. Effects of rye cover crop residue and herbicides on weed control in narrow and wide row soybean planting systems. Weed Biology and Management 2, 216–224. Kuo, S. y Jellum, E. 2000. Long-term Winter cover cropping effects on corn (Zea mays L.) production and soil nitrogen availability. Biol Fertil Soils. 31:470-477. Ledesma, L.L. 1996. Carta de suelos de la Estación Experimental Agropecuaria de Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco). EEA INTA Sáenz Peña. Chaco, Argentina.

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Mehring, G.H.; Stenger J.E. y Hatterman-Valenti, H.M. 2016. Weed Control with Cover Crops in Irrigated Potatoes. Agronomy Agronomy 2016, 6, 3. Pound, R. 1997. Cultivos de Cobertura para la Agricultura Sostenible en América. Conferencia electrónica de la FAO sobre "Agroforestería para la producción animal en Latinoamérica". Renzi Pugni, J.P. 2017. Vicia: estratégica en las rotaciones agrícolas. INTA Hilario Ascasubi Renzi, J.P. y Cantamutto, M.A. 2007. Efecto de la densidad de siembra sobre la producción de forraje de Vicia sativa L. y Vicia villosa Roth. consociada con Avena sativa L. 30º Congreso Argentino de Producción Animal. AAPA. Santiago del Estero. Restovich, S. y Andriulo, A. 2013. Cultivos de cobertura en la rotación soja-maíz: biomasa aérea, captura de nitrógeno, consumo de agua y efecto sobre el rendimiento en grano. En C. Alvarez, A.; Quiroga, D.; Santos, y Bodrero, M. Contribuciones de los cultivos de coberturas a la sostenibilidad de los sistemas de producción (págs. 29-35). La Pampa: Ediciones INTA. Vanzolini, J.I.; Galantini, J.; Agamennoni, R. y Reinoso, O. 2009. Momento de control de cultivos de cobertura de Vicia villosa roth. y su efecto sobre la producción de biomasa. Jornadas Nacionales Sistemas Productivos Sustentables, Comisión Química de Suelos. AACS. Bahía Blanca, Bs.As. Scianca, C. 2010. Cultivos de cobertura en molisoles de la región pampeana. Producción de materia seca, eficiencia en el uso del agua y del nitrógeno e incidencia sobre el cultivo de soja. Rio Cuarto. Córdoba. Scianca, C.; Varela, M.F.; Barraco, M.; Álvarez, C. y Quiroga, A. 2013. Cultivos de cobertura en un Hapludol Thapto Árgico de La Pampa arenosa: análisis de cinco campañas. En C. Alvarez, A.; Quiroga, D.; Santos, y Bodrero, M. Contribuciones de los cultivos de coberturas a la sostenibilidad de los sistemas de producción. pp 105-116. La Pampa: Ediciones INTA.

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Universidad de Buenos Aires, Facultad de Agronomía, Argentina. 2 INTA Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Argentina. 3 CONICET. 4 INIA La Estanzuela, Uruguay. 5 IPTA Capitán Miranda, Paraguay. 6 INIA Rayentué, Chile. 7 INIA Quilamapu, Chile.

Se incorporaron cambios respecto a la versión original en cuanto al alcance y la precisión del modelo.

Palabras Claves: Predicción; Estadios Fenológicos; Variedades trigo.

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CRONOTRIGO 2.0: nueva versión del modelo de predicción fenológica para el cultivo de trigo

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Autores: Jardon, M.1; Alvarez Prado, S.1,3; Severini, A.D.2; Fernández Long, M.E.1; Crespo, A.O.1; Castro, M.4; Quincke, M.4, Kavanová, M.4; Scholz Drodowski, R.5; Chávez Sanabria, P.5; Perez-Gianmarco, T.3; Alfaro, C.6; Castillo, D.7; Matus, I.7; Gómez, D.2; Serrago, R.1,3; González, F.G.2,3; Miralles, D.J.1,3


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Este año a partir del mes de mayo 2021, se libera para uso gratuito una versión avanzada del modelo CRONOTRIGO© en la versión 2.0, una herramienta que permite predecir la ocurrencia de los estadios fenológicos más importantes que ocurren a lo largo del ciclo ontogénico del cultivo de trigo, así como el riesgo de heladas a partir de espigazón, el riesgo de ocurrencia de eventos de golpe de calor durante el llenado de granos y el contenido hídrico del suelo hasta 1 metro de profundidad (agua útil) que está disponible en cada una de las etapas del ciclo. Predecir la ocurrencia de los diferentes estadios fenológicos resulta de gran importancia para la toma de decisiones de manejo del cultivo. Esto permite conocer la adaptación de los distintos cultivares a diferentes regiones productivas y optimizar los rendimientos del cultivo y la calidad de los granos posicionando las etapas más críticas en las condiciones ambientales más favorables dentro de la estación de crecimiento. En su versión actual 2.0, el modelo ha sido ampliado tanto en el número de variedades de trigo que contempla, como así también en el número de localidades/partidos de Argentina. Actualmente el modelo CRONOTRIGO© 2.0 contempla más de 70 variedades comerciales de trigo pan y trigo fideo incluyendo ciclos cortos, intermedios y largos. También abarca en su predicción 256 partidos de toda la región triguera Argentina. Si bien el modelo será liberado inicialmente para Argentina, se prevé para este año (2021) ampliar la predicción a Uruguay, Paraguay y Chile. El modelo fue desarrollado por un grupo interdisciplinario de profesionales compuesto por investigadores de la UBA, INTA, INIA Uruguay, INIA Chile e IPTA Paraguay. La programación estuvo a cargo del Lic. Aníbal Crespo, miembro del equipo de la Unidad de Tecnología Informática (UTI) de la FAUBA. ¿Cómo funciona el modelo? El modelo utiliza algoritmos matemáticos sencillos que contemplan la marcha de la duración del día (fotoperiodo), las temperaturas cardinales que definen la tasa de desarrollo (temperaturas base, óptima y crítica) y la acumulación de horas de frío (vernalización) según la variedad. De este modo, los ponderadores

fotoperiódicos y la caracterización de los requerimientos de horas de frío de cada una de las variedades incluidas en el modelo, permiten ajustar la tasa de desarrollo de cada una de ellas en las distintas localidades para finalmente predecir los diferentes estadios fenológicos. A su vez, el modelo trabaja sobre una serie climática de más de 30 años, tomada de la base de información satelital de POWER NASA (NASA-POWER Project: National Aeronautics and Space Administration– Prediction Of Worldwide Energy Resources) lo que permite ampliar el número de localidades y a su vez conocer qué error de predicción interanual tiene el modelo para cada una de las etapas respecto de la ocurrencia promedio. CRONOTRIGO 2.0 presenta una interfaz amigable, intuitiva e interactiva para el usuario, lo que lo hace muy versátil y simple para su uso. Los estadios fenológicos que estima el modelo a partir de la elección de una fecha de siembra elegida por el usuario, son los siguientes: E: emergencia; PNV: primer nudo visible, Esp: espigazón, At: antesis, MF: madurez fisiológica (Figura 1). Mejoras respecto de la versión anterior Esta nueva versión del CRONOTRIGO© 2.0 cuenta con una serie de cambios respecto de la versión original en cuanto al alcance y la precisión del modelo. Respecto del alcance del modelo, se pasó de 19 localidades en la versión anterior a 256 en esta nueva versión, distribuidas a lo largo y ancho de la región triguera Argentina (Figura 2a). Por otro lado, esta nueva versión cuenta con 74 variedades, de las cuales 10 corresponden a trigo fideo o candeal y 64 a trigo pan. Respecto de la precisión de las simulaciones, una modificación importante introducida en esta nueva versión 2.0 fue la diferenciación de variedades por su respuesta al largo del día (fotoperiodo) y la acumulación de horas de frío (vernalización). Esto permitió solucionar los problemas de sub- o sobre-estimación de la fenología observados en la versión anterior. Para ello se llevaron a cabo experimentos en cámaras de crecimiento (condiciones controladas) y en condiciones de campo para poder calibrar los correctores de las tasas de desarrollo tanto por cambios en el fotoperiodo como en la temperatura. Esto permitió realizar estimaciones precisas de la fenología del cultivo en distintas localidades de la región triguera (Figura 2b).


Figura 1

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Esquema del ciclo del cultivo de trigo indicando los estadios fenológicos de acuerdo a la escala de desarrollo de Zadoks et al. (1974).

Figura 2

a) Localidades incluidas en el modelo de predicción fenológica. b) Validación del modelo CRONOTRIGO 2.0 para el estadio espigazón expresado en días julianos. La figura muestra un ejemplo para 9 genotipos con distintos requerimientos de vernalización en 10 localidades de la región triguera. El inset muestra qué localidades se utilizaron para la validación del modelo.

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Cálculo del contenido de agua en el suelo en cada estadio fenológico Otra innovación que se incluyó en esta nueva versión 2.0 fue el cálculo del contenido de agua útil para cada uno de los estadios fenológicos que predice el modelo. Para esto se utilizó el modelo de Balance Hidrológico Operativo para el Agro (BHOA, Fernández Long et al., 2012; Fernández Long., 2017). Este modelo, desarrollado en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), es utilizado hoy en día para el monitoreo de humedad del suelo por el Servicio Meteorológico Nacional (https://bit.ly/2JwUbaX) y por el INTA en sus informes semanales (http://climayagua.inta.gob.ar).

modelo determina una función de extracción de agua del suelo que depende de su textura y de los coeficientes hidrológicos de cada uno medidos y/o estimados para cada tipo de suelo de Argentina. Para mayores detalles del modelo BHOA ver https://bit.ly/2obEVIW.

El modelo establece un balance entre la demanda atmosférica de agua (dada por la evapotranspiración potencial "EP"), la oferta de agua (dada por la precipitación "PP") y el agua almacenada en el suelo hasta 1 metro de profundidad (ALM). Los datos diarios para calcular la EP y los de PP se obtuvieron de la base de datos del proyecto POWER NASA para los departamentos de la región triguera Argentina para el período 1985-2019.

Cálculo de la probabilidad de heladas y golpes de calor en cada estadio fenológico

Dado que el suelo y la vegetación que lo cubre no siempre ceden a la atmósfera toda el agua que ésta demanda, el

Con estos datos se calcula el agua útil medido para cada día del año y su desvío estándar (Figura 3). En esta versión de CRONOTRIGO© 2.0 los valores son expresados como porcentaje de la capacidad de agua útil potencial de cada suelo y su desvío correspondiente al día del año en que ocurrió la predicción de la ontogenia.

Probabilidad de Heladas: Con la finalidad de conocer el riesgo de heladas que existe en cada estadio fenológico y para cada sitio, se calculó la probabilidad de ocurrencia de heladas. Se trabajó con los datos de temperatura mínima del proyecto POWER NASA. Es importante aclarar que la definición de helada no es siempre la misma, y esto es debido a que, de acuerdo al cultivo que se estudie y a la etapa fenológica en la que se encuentre, la Figura 3

Agua útil en el suelo como promedio para cada día del año expresado como porcentaje de la capacidad de agua útil potencial en el partido de Gualeguay (Pcia. de Entre Ríos).


Para cada uno de los sitios en estudio, se observó la fecha en la cual se produjo la última helada (para las cuatro categorías previamente definidas) en los últimos 35 años (desde 1985 hasta 2019). A partir de esta información, se calculó la probabilidad de que ocurran heladas "después de" una fecha determinada.

A modo de ejemplo, en la Figura 4 se muestra la curva de probabilidad de heladas intensas en la localidad de Gualeguay, provincia de Entre Ríos. Como la curva no llega a 100%, esto indica que no todos los años se registraron heladas intensas, sino que se produjeron sólo en el 70% de los años. Además, la figura muestra que a partir de fines de agosto nunca se registraron heladas de esta categoría. Puede observarse también que, a partir de mediados de julio, la probabilidad de heladas intensas en este lugar cae rápidamente. Golpes de calor durante el llenado de los granos De la misma manera, cuando se habla de golpes de calor (GC) existen distintos umbrales que pueden ser

Tabla 1

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definición puede adoptar distintas variantes. En este caso, el fenómeno de helada como riesgo agrícola, se consideró cuando la temperatura del aire (medida en abrigo meteorológico a 1,5 m sobre el suelo) desciende por debajo de un determinado umbral. Se consideraron cuatro umbrales distintos y se le adjudicó una categoría diferente a cada uno de ellos (Tabla 1).

Umbrales de temperatura del aire considerados para cada una de las categorías de heladas definidas. Umbral

Heladas suaves

2 °C

Heladas moderadas

0 °C

Heladas intensas

-2 °C

Heladas extremas

-5 °C Figura 4

Probabilidad de heladas intensas en el partido de Gualeguay (Pcia. de Entre Ríos).

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Categoría

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utilizados. Para este modelo, se consideró GC cuando la temperatura del aire (medida en abrigo meteorológico a 1,5 m sobre el suelo) superó un determinado umbral. Se tuvieron en cuenta cuatro umbrales distintos y se le adjudicó una categoría diferente a cada uno de ellos (Tabla 2).

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A modo de ejemplo, en la Figura 5 se muestra la probabilidad de GC moderados en Gualeguay. Se observa que previo al 20 de agosto, la probabilidad de tener GC es de 0, pasando a 10% a principios de septiembre. A partir de principios de noviembre, la probabilidad de ocurrencia aumenta al 70%. Por último, se observa que a partir de finales de noviembre se registró, en todos

los años analizados, al menos un día con temperaturas superiores a 32 ºC. ¿Cómo utilizar el modelo? El modelo CRONOTRIGO© 2.0 se podrá utilizar a partir del mes de mayo 2021 en el dominio "http://crontrigo. agro.uba.ar/" y es de uso gratuito. El usuario deberá registrarse y le llega a su mail la confirmación de registro y a partir de ese momento puede comenzar a utilizarlo. La primera pantalla que aparecerá es la que se muestra en la Figura 6. Una vez que el usuario ingresa al modelo, debe seleccionar una localidad/partido (el modelo contempla Tabla 2

Umbrales de temperatura del aire considerados para cada una de las categorías de golpes de calor definidos. Categoría

Umbral

Golpes de calor suaves

30 °C

Golpes de calor moderados

32 °C

Golpes de calor intensos

35 °C

Golpes de calor extremos

37 °C

Figura 5

Probabilidad de golpes de calor suaves en la localidad de Gualeguay (Pcia. de Entre Ríos).


Alcance del modelo actual y a futuro CRONOTRIGO© 2.0 se inició en el marco de un proyecto financiado por PROCISUR en el que están involucrados grupos de investigación de Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile. El modelo CRONOTRIGO© 2.0 ya puede utilizarse en Argentina en el dominio http://cronotrigo. agro.uba.ar/ y para este año (2021) se expandirá al resto de los países involucrados en el proyecto PROCISUR (coordinado por la Dra. Fernanda G. González, EEA INTA Pergamino).

Figura 6

Pantalla de inicio del modelo CRONOTRIGO© 2.0 explicando brevemente las variables que permite predecir.

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En cada estadio, el modelo permite desplegar, pulsando el botón del estadio fenológico deseado, una pantalla donde se pueden ver imágenes del estadio seleccionado

y además una breve explicación de los procesos que están ocurriendo en cada una de las etapas.

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256 partidos de distintas provincias de la región triguera Argentina), una variedad (contiene más de 70 variedades comerciales de trigo pan y fideo) y una fecha de siembra. La salida de CRONOTRIGO© 2.0 permitirá estimar la fecha de ocurrencia de cada estadio fenológico (con su correspondiente error), así como el riesgo de ocurrencia de heladas a partir de espigazón y de golpes de calor durante el llenado, y el contenido de agua útil en el suelo en cada estadio fenológico (Figura 7).


Figura 7

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Pantalla de salida del modelo CRONOTRIGO© 2.0 mostrando la predicción de cada uno de los estadios fenológicos, el contenido de agua útil en el suelo y la probabilidad de heladas para cada estadio.

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Bibliografía Fernández Long, M. E, L. Spescha, I. Barnatán y G. M. Murphy. 2012. Modelo de balance hidrológico operativo para el agro (BHOA). Revista Agronomía & Ambiente 32(1-2):31-47. Fernández Long, M. E. 2017. Balance Hidrológico Operativo para el Agro (BHOA). En: “JASMIN”, Joint Assessment of Soil Moisture Indicators (JASMIN) for southeastern South America (Valoración conjunta de indicadores de humedad del suelo para la región sudeste de Sudamérica). Editorial Facultad de Agronomía. Pág: 35-39. NASA-POWER Project Data Sets [WWW Document] (2018) NASA. URL https://power.larc.nasa.gov/ Zadoks, J.C., T.T. Chang, y C.F. Konzak. 1974. A decimal code for the growth stage of cereals. Weed Res. 14:415-421.

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Variabilidad en la respuesta a la fertilización en cultivares de trigo y cebada cervecera en un escenario de déficit hídrico Se evalúa la respuesta en rendimiento de diferentes cultivares bajo diferentes estrategias de fertilización con N y P, y se identifican los factores que explican la productividad bajo un ambiente adverso.

Palabras Claves: Cebada; Trigo; Fertilización; Rendimiento; Fósforo; Nitrógeno.

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Manejo de cultivos INTA EEA Pergamino. Av Pte. Dr. Frondizi km 4,5 (B2700WAA) Pergamino 2 Lares SRL 3 Asociación de Cooperativas Argentinas SCL Correo: ferraris@gustavo.inta.gob.ar 1

Campaña 2020/21

61 Cultivos Invernales 2021

Autores: Ferraris, G.N.1; López, M.2; Barberis, S.2; Ortis, L.3.


Red de INNOVADORES Cultivos Invernales 2021

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Introducción En la región pampeana de Argentina, el trigo es el cultivo de invierno que ocupa la mayor superficie con 6,5 millones de has y 17 millones de toneladas producidas durante la campaña 2020/21 (Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario). El cultivo presentó un notable avance en genética, acompañado por un intensivo uso de tecnología, destacándose la fertilización entre los principales. Nitrógeno (N) y fósforo (P) continúan siendo los principales nutrientes deficitarios, determinando las respuestas de mayor frecuencia y magnitud. Anualmente se genera información para la elección de cultivares de trigo basada en atributos de rendimiento, calidad o sanidad. La referencia es la red oficial sistematizada por INASE (ROET, 2021), bien complementada por un importante número de experimentos regionales. Sin embargo, poco se conoce de la interacción entre genética y nivel tecnológico. Battenfield et al., (2018) demostraron que existe respuesta diferencial a la fertilización según genotipo. Esto fue señalado en la región Norte de Buenos Aires por Ferraris y Arias Usandivaras (2018) y Ferraris y Ortis (2020). La campaña 2020 se presentó singularmente adversa para el cultivo. Con una media recarga hídrica inicial, el invierno resultó seco y frío. La falta de humedad se trasladó hacia el llenado de granos, con temperaturas excesivas. Existe variabilidad genética en la respuesta a estrés hídrico (Schmidt et al., 2020), frío (Zhao et al., 2020) y golpe de calor (Gupta et al., 2020; Shew et al., 2020). La nutrición podría mejorar la tolerancia. A modo de ejemplo, P incrementa la exploración radicular (Li et al., 2021; Zhang et al., 2020), mientras que elementos como potasio (K), calcio (Ca) o azufre (S) facilitan la regulación osmótica (Mahmood et al., 2020). La fertilización fosforada, a su vez, interactúa con la respuesta a N. La deficiencia de P reduce la eficiencia de uso de N. Al afectar la absorción total del nutriente, podría disminuir el rendimiento pero también la concentración de proteína en grano (Ferraris et al., 2017). El objetivo de esta investigación fue: 1) evaluar el comportamiento de diferentes cultivares de trigo pan y cebada cervecera en rendimiento como respuesta a la implementación de diferentes estrategias de

fertilización con NP; 2) identificar los factores que explican la productividad; y 3) analizar la interacción fertilización x genotipo. Materiales y métodos Durante el ciclo 2020, se condujeron sendos experimentos de campo en la EEA INTA Pergamino y en el campo experimental de la empresa Lares SRL, también en el partido de Pergamino y a 30 km al noroeste del anterior. Se utilizó un diseño en bloques completos al azar con 2 repeticiones y tratamientos en arreglo factorial completo de dos variables: Fertilización (4 niveles) y Genotipo (25 niveles en CExp INTA, 23 en CExp Lares ) resultando el diseño en 100 o 92 tratamientos. Las fuentes utilizadas fueron superfosfato triple de calcio (SPT) (0-20-0), Urea granulada (UG) (46-0-0) y Fronda N20 (F20N) (20-0-0, δ 1,18). Todas las parcelas recibieron 20 kg S ha-1 como Sulfato de Calcio, para aislar el efecto de dichos elementos. Los tratamientos evaluados se presentan en la Tabla 1. Los análisis de suelo se describen en la Tabla 2. Durante el ciclo se registraron detecciones de royas, en su variedad estriada y de la hoja, lo mismo que manchas foliares, todas en baja severidad. Para evitar que se afectaran los rendimientos, se realizaron dos aplicaciones de fungicidas durante el ciclo, cuando la mayoría de los cultivares se encontraban en los estados de Zadoks 32 y 65 (Zadoks et al., 1974), combinando principios activos del grupo de las estrobilurinas, triazoles y carboxamidas. Entre las observaciones, se cuantificó la concentración de clorofila por medio del medidor Minolta Spad 502 en Zadoks 39, y la materia seca aérea total acumulada en antesis, intercepción de radiación y NDVI por Green seeker en Zadoks 65. La cosecha se realizó en forma mecánica, mediante una cosechadora experimental de parcelas. Resultados y discusión a) Condiciones ambientales de la campaña El trigo transitó un invierno con escasas precipitaciones, que fueron prácticamente nulas hasta finales de agosto, sumando a cosecha 136,2 mm por debajo de la media. Estos valores son aún inferiores a la campaña 2019, también seca (Figura 1). Las reservas de agua en el suelo se mantuvieron entre octubre y diciembre en


Tabla 1

Cultivares y tratamientos de fertilización evaluados en el experimento. (s): aplicación de fertilizante a la siembra. (m): aplicación de fertilizante en macollaje. (hb): aplicación de fertilizante en hoja bandera. Cultivares

Fertilización Illinois IS 1833 Illinois IS Hornero

T1: SPT 100 kg ha-1 (s)

Bioceres Gynko

Illinois IS Tordo

UG 120 kg ha-1 (s)

Buck SY 120

Klein Fav

Buck Colihue

orito II

T2: SPT 100 kg ha-1 (s)

Buck Cambá

Klein Géminis

UG 120 kg ha-1 (s)

Buck Saeta

Klein Potro

UG 120 kg ha-1 (m)

Don Mario

Klein Valor

Algarrobo

Limagrain Arslack

T3: SPT 100 kg ha-1 (s)

Don Mario Pehuen

Limagrain Alazan

UGn120 kg ha-1 (s)

Don Mario Sauce

Macroseed MS 119

F20N 90 l ha-1 (hb)

Don Mario

Macroseed MS 415

Ñandubay

Nidera Baguette 620

T4: SPT 200 kg ha (s)

Don Mario Alerce

Nidera Baguette 550

UG 120 kg ha-1 (s)

Don Mario Audaz

Nidera Baguette 450

UG 120 kg ha-1 (m)

Don Mario Ceibo

Cebada ACA Fátima

F20N 90 l ha-1 (hb)

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ACA 365ACA 920

63

Cebada ACA Sinfonía

Tabla 2

Datos de suelo al momento de la siembra Profundidad

pH

Materia Orgánica

P-disp.

N-Nitratos 0-20 cm

N-Nitratos suelo 0-60 cm

S-Sulfatos suelo 0-20 cm

Zn

cm

agua 1:2,5

%

ppm

ppm

kg ha-1

ppm

ppm

10,4

10,8

50,4

6,2

0,70

31,7

7,5

0,43

Campo Experimental INTA Pergamino 0-20 cm

5,1

2,81

20-40 cm

5,7

40-60 cm

2,9

Campo Experimental Lares 0-20 cm

5,8

2,73

6,8

6,8

20-40 cm

3,6

40-60 cm

1,8

Cultivos Invernales 2021

-1


Red de INNOVADORES

valores cercanos al PMP, alrededor del mínimo histórico (Figura 2). En cuanto a las temperaturas, se registraron fuertes heladas en julio, agosto y septiembre (Figura 3) que dañaron los cultivos. Aun con bajas pronunciadas, la temperatura media estuvo por arriba de su valor histórico, acentuando la exigencia hídrica (Figura 3).

Cultivos Invernales 2021

64

b) Resultados de los experimentos El ciclo 2020 fue signado por la presencia de heladas muy fuertes, con baja humedad en suelo y aire que dañaron el canopeo del cultivo (Figura 3). El antecesor, el nivel de cobertura, la posición en el relieve y la fertilización fosforada recibida en línea afectaron el comportamiento. Asimismo, se registraron diferencias entre cultivares que impactaron en los rendimientos (Figura 4). Por el contrario, durante el mes de noviembre fueron superiores a la media anticipando la maduración (Figura 3). En las Tablas 4 y 5 se presentan los rendimientos obtenidos en INTA Pergamino y el campo experimental de Lares SRL, considerando variedad y los diferentes niveles de intensificación. La producción obtenida

abarcó un rango amplio, determinado por la variedad, su tolerancia a frío (Figura 1), la capacidad para acumular biomasa post-heladas y la fertilización aplicada. El promedio del ensayo INTA fue de 5054 kg ha-1, mientras que el del campo experimental Lares alcanzó 3073 kg ha-1. Las diferencias se explican a partir de las precipitaciones (233 vs. 177 mm junio-noviembre, Figura 1) y una posición más alta en el relieve en INTA, lo que constituiría una ventaja frente al efecto de las bajas temperaturas. En INTA Pergamino se determinó efecto significativo de genotipo (P<0,01), fertilización (P<0,01) y ausencia de interacción genotipo x fertilización. De manera similar, en Lares se determinó efecto significativo de genotipo (P<0,01), fertilización (P<0,05) y ausencia de interacción estadística genotipo x fertilización. En el experimento conducido en INTA, la fertilización reforzada en postemergencia (T2), foliar en hoja bandera expandida (T3) y el tratamiento completo (T4) incrementaron los rendimientos con relación al tratamiento base (T1) en 887,9, 934,2 y 1212,4 kg ha-1, respectivamente. Por su parte, en el ensayo localizado en Figura 1

Precipitaciones decádicas del ciclo 2020 y su comparación con las dos campañas previas y la media histórica. Trigo, EEA Pergamino. Agua útil inicial (150 cm) 103 mm. Precipitaciones totales de junio a noviembre: INTA 233,7 mm, Lares 177 mm.


Figura 2

Red de INNOVADORES

Evolución de la disponibilidad hídrica en el suelo en un cultivo de trigo durante la campaña 2020. Nótese el nivel de almacenaje por debajo del contenido ideal, y cercano al mínimo histórico y al punto de marchitez permanente (PMP). Elaborado por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) a partir de datos de la EEA Pergamino.

Figura 3

Temperaturas decádicas del ciclo 2020, comparadas al valor histórico 1967-2019. Los mínimos de julio (1ra década), agosto (2da década) y septiembre (3ra década) indican olas de frío con fuertes heladas. Datos de la EEA INTA Pergamino.

Cultivos Invernales 2021

65


Red de INNOVADORES

Lares, el rendimiento aumentó para la misma condición en 326,7, 240,3 y 366,3 kg ha-1, respectivamente. Se evidencia una considerable respuesta al incremento de dosis y al momento de aplicación.

Cultivos Invernales 2021

66

La aplicación foliar en Zadoks 39 fue exitosa (T3), consiguiendo incrementos similares a la fertilización de macollaje (T2) con dosis sensiblemente menores. Esto evidencia las dificultades para la incorporación de nutrientes al suelo por la ausencia de lluvias y las limitaciones del cultivo para la asimilación de N en un suelo con escasa humedad. La eficiencia agronómica media de uso de N (kg grano:kg N aplicado-1) fue de 16,1 para la aplicación en macollaje y 46,7 para el tratamiento foliar, respectivamente, resultados propios de un año seco. Por su parte, en Lares dicha eficiencia fue de 5,9 y 12,0, respectivamente, derivadas de una carencia hídrica severa. Finalmente, los rendimientos máximos del T4 reflejarían en buena parte el efecto de P, muy limitado en ambos sitios.

En el sitio de INTA Pergamino, los rendimientos guardaron relación estrecha y directa con el contenido de clorofila determinados en Unidades Spad en hoja bandera expandida y la biomasa acumulada en antesis, siendo la función de mejor ajuste lineal (Figura 5) o cuadrática (Figura 6), respectivamente. El NDVI y la intercepción de radiación en antesis determinaron relaciones menos robustas. De acuerdo con las funciones ajustadas, fueron necesarios 3191 kg MS aérea total ha-1 en antesis y 44 Unidades Spad en hoja bandera expandida para alcanzar un rendimiento de 5000 kg ha-1 (Figuras 5 y 6). Asimismo, los cultivares expresaron un importante rango de variación en la respuesta a la fertilización. Esta respuesta diferencial entre genotipos fue reportada anteriormente por Ferraris y Arias Usandivaras (2018). Wang et al. (2018) mencionan la presencia de interacción entre fertilización nitrogenada y eficiencia de uso de agua, y variabilidad genética para ambos factores.

Figura 4

Tolerancia al frío según cultivar (1-10) donde 1 representa mayor susceptibilidad – 10 máxima tolerancia. Columnas azules: ciclos largos, columnas verdes: intermedios, columnas rojas: cortos, columnas amarillas: cebada cervecera.


Tabla 4

Rendimiento de cultivares de trigo/cebada según tratamientos de fertilización. INTA Pergamino, campaña 2020/21.

T2

T3

T4

Promedio Variedad

DM Algarrobo

5818

6197

6260

7628

6475,7

DM Pehuen

5730

6547

6805

6110

6298,0

Baguette 750

5876

6316

6184

6430

6201,3

B. Colihue

4733

6004

6996

6420

6038,1

Baguette 620

4314

6322

5779

6919

5833,5

B. Cambá

4910

6664

5670

5862

5776,3

IS 1833

4398

6054

5578

6560

5647,6

K. Valor

4650

6254

5609

6062

5643,6

DM Alerce

5206

4737

5392

6373

5427,1

Cebada ACA Fátima

5534

5047

4271

5405

5064,3

B. SY120

4878

5081

5041

5185

5046,2

DM Sauce

4060

5028

5521

5381

4997,4

Baguette 550

3966

4596

5190

5941

4923,3

Bio Ginkgo

4960

5387

3744

5374

4866,2

MS INTA 119

3879

4792

6084

4420

4793,7

IS Tordo

4753

3885

5238

5135

4752,7

ACA 365

3444

4907

5083

5474

4727,0

ACA 920

3614

4295

4951

5899

4689,6

DM Ñandubay

3317

5026

4382

5651

4593,9

DM Audaz

3702

5238

5421

3802

4540,7

MS 415

3034

4492

4111

5475

4278,0

B. Saeta

3712

4630

4040

3608

3997,6

Baguette 450

3054

4180

4012

4581

3956,6

DM Ceibo

2628

4038

5247

3656

3892,1

Cebada ACA Sinfonía

3212

3865

4131

4343

3887,8

Promedio fertilizante

4295,3

5183,2

5229,5

5507,7

67 Cultivos Invernales 2021

T1

Red de INNOVADORES

Rendimientos (kg ha-1)


Tabla 5

Rendimiento de cultivares de trigo/cebada según tratamientos de fertilización. Campo experimental Lares, campaña 2020/21.

Red de INNOVADORES

Rendimientos (kg ha-1)

Cultivos Invernales 2021

68

T1

T2

T3

T4

Promedio Variedad

DM Sauce

4173

4514

4930

4438

4513,8

DM Pehuén

3792

3818

4073

4126

3952,3

K. Favorito II

3638

3757

3899

4371

3916,3

DM Algarrobo

3546

3921

3722

4187

3844,0

B. Colihue

3872

4031

3580

3855

3834,5

IS 1833

3972

3880

3576

3660

3772,0

K. Géminis

3561

3822

3810

3785

3744,5

Baguette 620

3493

3784

3764

3531

3643,0

Lim. Arslak

2869

3163

3348

3789

3292,3

Bio. Gynko

2750

3524

2809

3076

3039,8

K. Valor

2266

2996

3057

3677

2999,0

IS Tordo

2596

2923

2961

2922

2850,5

IS Hornero

2579

2993

2727

2690

2747,3

DM Ñandubay

2169

2955

2589

3253

2741,5

DM Ceibo

2598

2889

2833

2561

2720,3

DM Alerce

2180

2674

2398

2950

2550,5

Baguette 550

2356

2638

2299

2767

2515,0

Cebada ACA Fátima

2804

2375

2888

1972

2509,8

K. Potro

2247

2682

2271

2604

2451,0

Cebada ACA Sinfonía

2006

2544

2666

2207

2355,8

DM Audaz

2261

2479

2042

2505

2321,8

B. Saeta

1902

2506

2564

2219

2297,8

Lim. Alazan

1680

1957

2031

2591

2064,8

2839,6

3166,3

3079,9

3205,9

Promedio fertilizante


Figura 5

Red de INNOVADORES

Relación entre rendimiento e intensidad verde en Unidades Spad, relevado en Zadoks 39. Los colores representan las estrategias de fertilización. Sitio INTA Pergamino.

Figura 6

Relación entre rendimiento y materia seca aérea total en Zadoks 65. Los colores indican las estrategias de fertilización. Sitio INTA Pergamino.

Cultivos Invernales 2021

69


Conclusiones

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Se determinaron rendimientos moderados en un ciclo con condiciones climáticas extremas, poco frecuentes en la región. La falta de precipitaciones y heladas alcanzaron singular intensidad. Los cultivares expresaron su potencial genético permitiendo una gran compensación a partir de las precipitaciones ocurridas desde finales de septiembre, recuperando su estado desde una muy pobre condición inicial. Los sistemas actuales se muestran limitados en NP y, aun con deficiencias hídricas, se determinó respuesta a la intensificación de la fertilización. Por la dificultad de incorporación y absorción en suelo seco, la aplicación foliar de N presentó una eficiencia muy superior respecto de la fertilización al suelo. Los tratamientos determinaron un rango muy amplio de variación en concentración de clorofila, extrapolable a N, y acumulación de materia seca. La capacidad de los cultivares para crecer y asimilar N bajo un ambiente adverso resultaría un factor clave, fuertemente asociado a su productividad.

Cultivos Invernales 2021

70

Bibliografía Battenfield, S. D., Guzmán, C., Gaynor, R. C., Singh, R. P., Peña, R. J., Dreisigacker, S., & Poland, J. A. 2016. Genomic selection for processing and end-use quality traits in the CIMMYT spring bread wheat breeding program. The plant genome, 9(2). Ferraris, G. N., & Arias Usandivaras, L. M. 2018. Respuesta diferencial a estrategias de nutrición en cultivares de trigo y cebada cervecera. Revista de Tecnología Agropecuaria. INTA EEA Pergamino. Vol 10, N°36 Ferraris, G.N, M. Toribio, R. Falconi y F. Moriones. 2017. Estrategias de fertilización: efectos sobre rendimientos, balance de nutrientes y fertilidad de los suelos. ACTAS Resumen de Talleres. XXIV Congreso AAPRESID 2017. “Kairos”. Rosario, 1 a 4 de Agosto de 2017. Gupta, V. K., Yadav, R. K., Agrawal, A. P., Parihar, R., Singh, N., Meshram, P., ... & Kumar, V. 2020. Genetic studies of parents and F1 on terminal heat tolerance in wheat (Triticum aestivum L.) under late sown irrigated condition using Line X Tester design. Journal of Pharmacognosy and Phytochemistry, 9(5), 1194-1197. Li, C., Xiangchi, Z., Chao, L., Wen, W., & Cheng, L. (2021). Ionomic and metabolic responses to drought stress in elite wheat seedlings under two phosphorus levels. Makary, T., Schulz, R., Müller, T., & Pekrun, C. (2019). Simplified N fertilization strategies for winter wheat. Part 1: plants: compensation capacity of modern wheat varieties. Archives of Agronomy and Soil Science, 1-11. ROET. 2021. Red official de ensayos territoriales de Trigo. INASE. Disponible on line: https://www.argentina.gob.ar/inase/red-de-ensayos-comparativos-de-variedades-de-trigo/campana-2020_21 Schmidt, J., Tricker, P. J., Eckermann, P., Kalambettu, P., Garcia, M., & Fleury, D. 2020. Novel alleles for combined drought and heat stress tolerance in wheat. Frontiers in plant science, 10, 1800. Shew, A. M., Tack, J. B., Nalley, L. L., & Chaminuka, P. 2020. Yield reduction under climate warming varies among wheat cultivars in South Africa. Nature communications, 11(1), 1-9. Vazquez, D., Berger, A., Prieto-Linde, M. L., & Johansson, E. 2019. Can nitrogen fertilization be used to modulate yield, protein content and bread-making quality in Uruguayan wheat?. Journal of cereal science, 85, 153-161. Wang, L., Palta, J. A., Chen, W., Chen, Y., & Deng, X. 2018. Nitrogen fertilization improved water-use efficiency of winter wheat through increasing water use during vegetative rather than grain filling. Agricultural Water Management, 197, 41-53. Zhang, X., Lu, W., Wang, X., Ma, B., Fu, K., Li, C., & Li, C. (2020). Comparative analysis of combined phosphorus and drought stress-responses in two winter wheat. Zhao, Y., Li, J., Zhao, R., Xu, K., Xiao, Y., Zhang, S., ... & Yang, X. (2020). Genome-wide association study reveals the genetic basis of cold tolerance in wheat. Molecular Breeding, 40(4), 1-13.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


Laboratorio FERTILAB. 2 FCA-INTA Balcarce. 3 CONICET. 4 Consultor privado Correo: nreussicalvo@ laboratoriofertilab.com.ar 1

Del paper al lote: ¿cuándo, cómo y por qué debería fertilizar mis trigos?

Red de INNOVADORES

Autores: Reussi Calvo, N.1,2,3; Diovisalvi, N.1; Berardo, A.1; García, F.O.1,2,4

El manejo adecuado de la nutrición constituye uno de los principales factores para maximizar la producción del cultivo y mejorar la calidad de los granos.

Palabras Claves: Nutrición; Nitrógeno; Fósforo; Azufre; Suelos.

Cultivos Invernales 2021

71


Red de INNOVADORES Cultivos Invernales 2021

72

Dentro de los nutrientes, el nitrógeno (N) y el fósforo (P) limitan el rendimiento con mayor frecuencia. Sin embargo, en las últimas décadas, la intensificación de la agricultura ha generado una disminución en la disponibilidad de azufre (S) en los suelos y, por lo tanto, es cada vez más frecuente determinar la respuesta en rendimiento frente al agregado de dicho nutriente. Asimismo, otros nutrientes como el zinc, el boro y el cloro se han diagnosticado como deficientes en algunos sistemas de producción de la región pampeana. Trabajos realizados en los últimos años en forma conjunta entre CREA Sur de Santa Fe, IPNI y Nutrien Ag Solutions, muestran que la nutrición balanceada con NPS genera respuestas promedio en rendimiento de 500 a 2500 kg ha-1, lo cual se traduce en márgenes brutos que varían desde 90 hasta 140 $/ha según sitio experimental (Figura 1).

Para evaluar la disponibilidad de N inicial se recomienda el muestreo de suelo a la siembra del cultivo en los estratos superficiales (0-20 cm) y subsuperficiales (20-50 o 20-40 y 40-60 cm). No obstante, en años o regiones con excesos hídricos durante la presiembra del mismo y/o con antecesores que dan lugar a un corto período de barbecho (ej. soja y sobre todo soja de segunda), es conveniente realizar un segundo control de N en macollaje. Se propusieron distintos umbrales de disponibilidad de N a la siembra (N suelo0-60cm + N fertilizante), que varían según la zona y el rendimiento objetivo desde 90 hasta 210 kg de N por ha.

Construyendo rendimiento y calidad con nitrógeno El N disponible a la siembra junto con el N mineralizado del suelo y de los residuos del antecesor durante el ciclo

El N mineralizado de la materia orgánica durante el ciclo de crecimiento del cultivo puede estimarse a partir de la determinación del N anaeróbico (Nan). El

del cultivo, constituyen las principales fuentes de N para el cultivo. Este abastecimiento de N determina el rendimiento y el contenido de proteína en cultivos sin fertilizar (Figura 2).

Figura 1

Respuesta en rendimiento absoluta y relativa al Testigo sin fertilizar en los ensayos de la Red de Nutrición CREA Sur de Santa Fe (CREA Sur de Santa Fe-IPNI-Nutrien Ag Solutions). Rotaciones maíz-soja-trigo/soja (M-S-T/S) y maíz-trigo/soja (M-T/S). Dosis de 100-150 kg N/ha; 20-30 kg P/ha; y 12-20 kg S/ha. El tratamiento Completo incluye la aplicación de potasio, magnesio, zinc y boro. M-S-T/S 23 sitios-año Tratamiento

Respuesta Kg/ha

Relativa

PS

1048

44%

NS

945

38%

NP

1356

57%

NPS

1568

65%

Completo

1745

72%

M-T/S 18 sitios-año Tratamiento

Respuesta Kg/ha

Relativa

PS

1064

58%

NS

1036

59%

NP

2230

124%

NPS

266º

145%

Completo

2822

155%


La Figura 3 muestra un ejemplo de determinación de la dosis de N a aplicar para un cultivo de trigo con objetivo de rendimiento de 5000 kg/ha en un suelo con 40 kg N/ha según análisis de N-nitrato a la siembra a 0-60 cm, Nan de 50 ppm y antecesor neutro (sin aporte de

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El aporte de N por mineralización desde el residuo del cultivo antecesor se puede estimar a partir de información local. En general, se esperan aportes de N de antecesores leguminosas como soja o coberturas como vicia y aportes nulos, o inmovilización de N, con residuos voluminosos de antecesores de gramíneas de alta relación C/N como maíz y sorgo. Los valores pueden

ir desde inmovilizaciones (competencia con el cultivo) de N de 60 kg/ha hasta mineralizaciones (aportes al cultivo) de 100 kg N/ha. Para producir una tonelada de trigo con niveles proteicos adecuados (11-12%), el cultivo necesita absorber aproximadamente 30-35 kg de N. Considerando una eficiencia de recuperación de N del sistema del 60%, se necesitan 50-55 kg de N en el suelo para producir una tonelada de trigo (Figura 2). De la misma manera, necesitamos aplicar 50-55 kg de N como fertilizante por cada tonelada de rendimiento que queremos producir por sobre el cultivo sin fertilizar. No obstante, los mismos pueden variar entre 40 y 60 kg N en función de la eficiencia de absorción del N del suelo y de los niveles de proteína deseados.

73 Cultivos Invernales 2021

diferente potencial de mineralización que existe entre lotes -o ambientes dentro de un mismo lote- debido al manejo previo y/o a los efectos de tipo suelo, se refleja en este índice. El muestreo de Nan puede realizarse en cualquier época del año y solo en el estrato 0-20 cm. En función de más de 5000 muestras analizadas por FERTILAB para el sudeste bonaerense, el valor promedio de Nan fue de 60 ppm, con un 25% de los lotes con valores menores a 45ppm y mayores a 75 ppm. En general, para el cultivo de trigo el aporte de N por mineralización es de 2.0 a 2.4 kg N/ha por cada ppm de Nan, valor que varía según zona, fecha de siembra y textura del suelo.


Figura 2

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Abastecimiento de N del sistema para un cultivo de trigo sin fertilizar: N de residuo de antecesores, N disponible en el suelo a la siembra y N mineralizado de la materia orgánica a lo largo del ciclo del cultivo.

Cultivos Invernales 2021

74

Figura 3

Abastecimiento de N del sistema para un cultivo de trigo sin fertilizar: N de residuo de antecesores, N disponible en el suelo a la siembra y N mineralizado de la materia orgánica a lo largo del ciclo del cultivo.


En regiones productoras de trigo que se caracterizan por tener una muy baja probabilidad de déficit hídrico (menor al 5%) desde la siembra hasta la espigazón del cultivo y una alta potencialidad de rendimiento, como el sudeste bonaerense, es factible considerar el fraccionamiento de la dosis de N con el objetivo de maximizar el rendimiento, la eficiencia de uso de N y mejorar también la calidad de los granos. Además, es válido recordar que la mayor acumulación de N se produce a partir de fines de macollaje y durante la encañazón, momento en el que se obtendría la mayor eficiencia de uso del nutriente. Aplicaciones de N en espigazón o en hoja bandera, con el objetivo de incrementar los niveles de proteína, lograron en promedio aumentos de 0,3% hasta 3% según nivel de fertilización de base y potencialidad del ambiente. No obstante, considerando que las fertilizaciones tardías no permiten la aplicación de elevadas dosis de N, se las considera solo como complementarias dentro del programa de fertilización.

Figura 4

Relación entre la respuesta en rendimiento del cultivo de trigo a la re-fertilización con N y el ISN (= valor de SPAD del lote/ valor de SPAD de la franja sin limitaciones de N) o NVDIr (= valor del Green Seeker del lote/ valor del Green Seeker de la franja sin limitaciones de N) determinados en el estadio de un nudo del trigo (Z31). Fuente: Grupo Relación Suelo-Cultivo (Unidad Integrada Balcarce).

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Respecto a las herramientas para el monitoreo, en la actualidad, existe una amplia gama de sensores remotos que permitirían caracterizar, de forma rápida y no destructiva, el estatus nitrogenado durante el ciclo del cultivo. Dentro de estos, el medidor de clorofila SPAD 502 y el sensor remoto Green Seeker son los más difundidos. Ambas herramientas podrían ser empleadas para el monitoreo del estatus nitrogenado del trigo desde mediados de macollaje hasta hoja bandera. Además, se desarrolló un modelo que permite estimar la respuesta a N en el estadio de un nudo detectable (Figura 4). Estas herramientas son de mayor utilidad en situaciones o años con excesos hídricos en los que se producen pérdidas de N por lavado y/o condiciones

climáticas muy favorables que permitan mejorar la expectativa de rendimiento definida a la siembra.

75 Cultivos Invernales 2021

N de residuos). Con el abastecimiento de N del sistema, el cultivo podría alcanzar 2700 kg/ha de rendimiento, para llegar a 5000 kg/ha se necesitarían aplicar 126 kg/ ha de N como fertilizante (55 kg/ha de N en el sistema por tonelada de grano producida). Para cebada, si bien los modelos están en desarrollo, no se deberían esperar grandes diferencias respecto de trigo debido a la similitud entre requerimientos y ciclos de ambos cultivos.


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El fósforo, base para rendimientos estables y altos La recomendación de fertilización fosfatada se basa en el diagnóstico de fertilidad a partir del análisis de suelo del P extractable (P Bray) a 0-20 cm. Para trigo es ideal ubicarse por arriba del rango crítico de 15-20 ppm P Bray (Figura 5). La Figura 6 muestra el rendimiento y la respuesta a P de trigo según el nivel de P Bray del suelo. La recomendación a partir del análisis puede orientarse a satisfacer las necesidades del cultivo, también llamada ‘Suficiencia’, o a mejorar/mantener los niveles de P Bray del suelo, ‘Reconstrucción y Mantenimiento’. La Tabla 1 muestra recomendaciones generales sugeridas para distintos niveles de P Bray del suelo y según el rendimiento objetivo: •

76 Cultivos Invernales 2021

Las dosis de ‘Suficiencia’ sugeridas dependen del nivel de P Bray y consideran solo el cultivo de trigo siguiente. Las dosis de ‘Reconstrucción y/o Mantenimiento’ buscan elevar niveles bajos y mantener niveles altos de P Bray. En este caso, se estima que para subir 1 ppm de P Bray hay que aplicar 3 kg de P por arriba de la remoción de grano de los cultivos (Tabla 1),

pero este valor varía entre 2.5 y 4 kg P por ppm P Bray. Para reponer el P removido en granos se estima una concentración de 3.2 kg P por tonelada de grano (Tabla 1), y este valor también varía entre 2.8 y 3.6 kg P/t grano. Las recomendaciones sugeridas en la Tabla 1, además de depender del nivel de P Bray y rendimiento, variarán de acuerdo a la relación de precios fertilizante/grano, el capital disponible y la percepción frente al riesgo. Además, en caso de considerar el doble cultivo trigo/ soja de segunda, las dosis deberían aumentar para ambos criterios de recomendación según productividad de la soja. A modo de ejemplo, supongamos un lote con 9 ppm P Bray y un rendimiento objetivo de 5000 kg/ha: •• ••

Dosis de ‘Suficiencia’ sugerida sería de 20 kg P/ha. Dosis de ‘Reconstrucción y/o Mantenimiento’: Dosis P = ((20 – 9) *3) + (5 t/ha *3.2 kg P/t)) Dosis P = (33 kg P/ha) + (16 kg P/ha) Dosis P = 49 kg P/ha

Figura 5

Rendimiento relativo de trigo en función del nivel de PBray-1 (0-20 cm) a la siembra. La línea punteada y la franja vertical gris indican el nivel crítico (17 mg kg-1) de PBray-1 para obtener 90% del rendimiento relativo y su intervalo de confianza al 95% (15 a 20 mg kg-1). n= 103 ensayos en región pampeana entre 1998 y 2014.


Figura 6

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Rendimiento de trigo y respuesta a la fertilización fosfatada en función del nivel de PBray-1 (0-20 cm) a la siembra. Ensayos Unidad Integrada FCA-INTA Balcarce 1998-99. Fuente: Angel Berardo y colaboradores.

5-10 3648 1611

10-15 4044 1310

15-20 4440 1009

20-25 4836 708

> 25 5232 407

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Respuesta Testigo

<5 3291 1882


Tabla 1

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Recomendaciones sugeridas de fertilización fosfatada para trigo según niveles de P extractable (ppm P Bray, 0-20 cm) y rendimiento objetivo (t/ha). Nivel de P extractable (P Bray 0-20 cm)

Dosis de suficiencia (kg P*/ha)

Dosis de reconstrucción y/o mantenimiento (kg P*/ha)

Menor de 10 ppm

20-25

((20 – P Bray) * 3 kg P/ppm) + (t/ha * 3.2 kg P/t)

10-15 ppm

15-20

((20 – P Bray) * 3 kg P/ppm) + (t/ha * 3.2 kg P/t)

15-20 ppm

10-15

(t/ha * 3.2 kg P/t)

20-25 ppm

5-10

(t/ha * 3.2 kg P/t)

25-30 ppm

-

(t/ha * 3.2 kg P/t)

Más de 30 ppm

-

No fertilizar, muestrear año siguiente

*Para transformar de P a P2O5 multiplicar por 2,29.

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En el caso de ‘Reconstrucción y/o Mantenimiento’ lo recomendado es aportar los kg de P de reconstrucción a lo largo de 3-6 años de manera de reducir las cantidades aplicadas por cultivo. Esto reduce el costo financiero y la posibilidad de que se produzca un consumo excesivo de P (consumo de lujo). En el ejemplo anterior, los 33 kg P de reconstrucción se podrían aplicar en dosis sucesivas de 11 kg P/ha en tres años. Respecto a la forma de aplicación de P, existen varios trabajos que han demostrado, para suelos con bajo nivel de P Bray y/o para dosis bajas de fertilización, una mayor eficiencia de la aplicación en la línea respecto al voleo. La diferencia entre sistemas de aplicación es menor cuando mayor es el nivel de P Bray del suelo o la dosis de P aplicada. Las aplicaciones al voleo anticipadas alcanzan eficiencias similares a la aplicación en línea con P Bray de 10 ppm o mayor y con dosis de 20 kg/ha de P o mayores. Son especialmente útiles en planteos de Reconstrucción y/o Mantenimiento que generalmente utilizan dosis de fertilización altas.

¿Necesito aplicar azufre? La deficiencia de S se ha generalizado en numerosos sistemas de trigo, especialmente en trigo/soja. La principal reserva de S del suelo es la materia orgánica, al igual que la de N y una gran parte del P. El diagnóstico se basa en identificar los lotes deficientes a partir de las siguientes observaciones: •• •• •• •• ••

••

Caracterización del ambiente. Suelos con bajo contenido de materia orgánica, suelos arenosos. Sistemas de cultivo más intensivos, disminución del contenido de materia orgánica. Análisis de S-sulfato: Nivel crítico menor de 10 ppm (0-20 cm). Presencia de napa o uso de riego: Frecuentemente las napas y las aguas de riego pueden contener altos niveles de sulfato. Algo similar se observa en suelos con tosca por acumulación de sulfato. Balances de S en el sistema: Buscar balances neutros o levemente positivos.


Al igual que para N, la aplicación de S puede realizarse a la siembra o en estadios avanzados del cultivo debido a la absorción demorada de dicho nutriente. Además, dada la residualidad de S, se puede aprovechar para aplicar todo el S de la secuencia trigo/soja de segunda al momento de fertilizar el trigo.

Figura 7

Rendimiento relativo de trigo en función de: a) S-sulfato y b) Nan en presiembra. Fuente: W. Carciochi-Grupo Relación Suelo-Cultivo (Unidad Integrada Balcarce).

Tabla 2

Concentraciones de nutrientes en grano sugeridas para cultivos de trigo sin limitaciones nutricionales N

P

K

Ca

Mg

S

B

------------ % -----------2.1

0.4

0.4

0.04

Cu

Fe

Mn

Zn

------------ ppm -----------0.3

0.2

11

6

117

10

22

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¿Y los números dan? Los niveles de eficiencia más frecuentes de uso de los nutrientes en la región pampeana varían de 10 a 30 kg grano por kg de N aplicado; de 40 a 60 kg grano por kg de P y 40 a 80 kg grano por kg de S en ambientes con deficiencias de nutrientes. El costo (kg grano necesarios para pagar un kg de nutriente) varía históricamente entre 5 y 10 kg/kg para N, de 16 a 24 kg/kg para P y de

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Análisis de granos: una ayuda para el próximo cultivo Conocer la concentración de nutrientes en el grano puede indicarnos si hicimos un manejo correcto de la nutrición del cultivo. Por ejemplo, por debajo de 9.6% de proteína (1.68% N) se pierde 10% de rendimiento cada 0.6% de caída de proteína. En la Tabla 2 se detallan las concentraciones de nutrientes en grano sugeridas para cultivos de trigo sin limitaciones nutricionales.

Para la región pampeana, trabajos realizados por INTA determinaron un umbral crítico a la siembra del cultivo de 45 kg S ha-1 (0-60 cm), siendo correcto el diagnóstico en el 79% de los casos estudiados (Figura 7). Además, para el sudeste bonaerense, el Nan podría contribuir a identificar lotes con problemas de S, siendo el nivel crítico de 62 ppm (Figura 6). Asimismo, el análisis de grano puede ser empleado para caracterizar el estatus azufrado que tuvo el cultivo y programar la fertilización para los cultivos subsiguientes en la rotación.


Por último, para una correcta fertilización, es clave efectuar un muestreo cuidadoso de suelo y ajustar la recomendación teniendo en cuenta no solo los resultados de análisis de suelo sino también otros elementos que hacen al manejo y rendimiento del cultivo.

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8 a 12 kg/kg para S. Esto evidencia la rentabilidad de la práctica de fertilización, aún sin considerar el efecto residual de cada nutriente. Además, considerando los niveles actuales de extracción de los distintos nutrientes mencionados, la residualidad en el suelo, sobre todo de P y de S, y el reciclaje a través de los residuos de cosecha, es fundamental empezar a manejar la fertilización en función del balance de nutrientes dentro de la rotación para una agricultura sustentable.

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Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


El estudio de los factores que condicionan la respuesta del cultivo a la fertilización resulta indispensable para una producción sustentable, eficiente y con mayor valor agregado.

Palabras Claves: Calidad; Trigo; Fertilización; Fuerza panadera.

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*Facultad de Agronomía, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Azul, Argentina). Correo: arataa@faa.unicen.edu.ar

¿Qué factores condicionan la efectividad de la fertilización azufrada para mejorar la calidad panadera en trigo?

81 Cultivos Invernales 2021

Autores: Arata, A.F.*; Rogers, W.J.; Tranquilli, G.E.; Arrigoni, A.C.; Rondanini, D.P.


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Introducción El trigo es un cereal ampliamente cultivado en el mundo y un pilar fundamental de la seguridad alimentaria debido a que constituye un alimento básico para gran parte de la población. Este grano aporta alrededor del 20% de las calorías y proteínas dietéticas totales, cuya demanda se ha duplicado desde la década de 1980, principalmente desde los países en desarrollo (Acevedo et al., 2018). Particularmente para Argentina, el trigo pan (Triticum aestivum L.) resulta un cultivo de vital importancia en los sistemas de producción agrícola de la región pampeana (Andrade, 2016; Abbate et al., 2017; Caviglia et al., 2019). Actualmente, las estadísticas disponibles del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP, 2021) arrojan una superficie sembrada con trigo a nivel nacional de 6.951.171 ha, con un rendimiento promedio de 2.939 kg/ha, alcanzando una producción total de 19.776.942 toneladas. Si bien no cabe duda de que la adaptabilidad y los altos rendimientos del trigo han contribuido a su éxito dentro de los cultivos templados, las propiedades únicas de las masas formadas a partir de la harina obtenida de sus granos son una característica clave. Esto permite producir una amplia gama de panes y otros productos horneados (incluidas tortas y galletitas), pastas y fideos, y otros alimentos procesados. Estas propiedades dependen de las estructuras e interacciones de sus proteínas de reserva, gliadinas y gluteninas, las cuales forman el gluten durante el amasado (Shewry, 2009). El rendimiento promedio de trigo a nivel nacional se incrementó a razón de 42 kg/ha por año durante las últimas dos décadas, según cálculos realizados en base a las estadísticas del MAGyP (2021). A su vez, la Figura 1 muestra que la evolución del peso de mil granos (a), de algunas variables de calidad comercial, como el peso hectolítrico (b) y la proteína (c), y de algunos parámetros de calidad industrial, como el gluten húmedo (d) y la relación tenacidad/extensibilidad (f), no muestran un ajuste significativo a lo largo de las últimas dos décadas, ni a nivel nacional, ni en la Subregión triguera IV. Sin embargo, pese a la variabilidad interanual, la fuerza panadera (W), principal parámetro alveográfico, presenta una merma significativa entre 1999 y 2020, la cual es más pronunciada en la Subregión IV que a nivel nacional (Figura 1 e).

La calidad panadera del trigo depende de factores genéticos, ambientales y de su interacción (Fraschina et al., 2007; Hristov et al., 2010; Vázquez et al., 2012). La disponibilidad de nutrientes tiene gran importancia dentro de los factores ambientales y de manejo (Abadía et al., 2017). El efecto del nitrógeno (N) como principal determinante de la calidad del trigo fue ampliamente reportado en Argentina y el mundo. Este nutriente afecta la cantidad y el tipo de proteínas que se almacenan en el grano de trigo, definiendo así su calidad comercial e industrial. Esto último es también afectado por la disponibilidad de azufre (S), el cual se requiere en cantidades adecuadas, que permitan la síntesis de aminoácidos azufrados como la cisteína, necesarios para la formación de puentes disulfuro que intervienen en la estructura química del gluten (Shewry, 2011). Generalmente, las deficiencias de S, que reducen el rendimiento y condicionan la calidad panadera de los granos, se manifiestan en ambientes con suelos arenosos, prolongada historia agrícola y/o baja materia orgánica (Salvagiotti y Miralles, 2008; Zörb et al., 2009; Arata et al., 2017 a, b; Li et al., 2019). En un meta-análisis realizado sobre 141 ensayos en la región pampeana, se observaron respuestas promedio a la fertilización azufrada para trigo de 300 kg grano/ ha, con una dosis media de 19 kg S/ha y una eficiencia agronómica media de 17 kg grano/kg S (Steinbach y Alvarez, 2014). Por otro lado, los datos agronómicos de los ensayos que se presentan en este artículo fueron publicados previamente (Arata et al., 2017 a, b). Los principales hallazgos mostraron que: i) los efectos de la fertilización azufrada sobre el rendimiento fueron modificados por el ambiente (fertilidad inicial y temperatura) y la duración del ciclo del genotipo, y ii) la eficiencia de recuperación del fertilizante nitrogenado se correlacionó principalmente con el incremento del rendimiento asociado al número de granos, mientras que la recuperación del fertilizante azufrado estuvo fuertemente correlacionado con el aumento en el porcentaje de azufre en grano. Por lo tanto, el estudio de los factores que condicionan las respuestas de la calidad panadera a la fertilización azufrada resulta relevante para optimizar la producción del cultivo de trigo. Materiales y métodos Se realizaron dos experimentos a campo en el partido de Azul, Buenos Aires. Uno de los experimentos se


Figura 1

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Evolución de: a) peso de mil granos, b) peso hectolítrico, c) porcentaje de proteína, d) gluten húmedo, e) fuerza panadera (W) y f) relación tenacidad/extensibilidad (P/L) para trigo pan entre 1999 y 2020 a nivel nacional en Argentina y en la Subregión triguera IV. Elaboración propia en base a datos de Trigo Argentino (2020). Las regresiones lineales sólo fueron significativas para W (e).

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realizó durante la campaña 2005/06 en la Chacra experimental de la FA-UNCPBA (36°83´ S, 59°88´ O) bajo labranza convencional con antecesor trigo, en un suelo con fertilidad inicial moderada (MO: 5,9%; pH: 6,9; N-nitratos: 43 kg/ha; S-sulfatos: 68 kg/ha; P-Bray: 8,6 ppm). Se utilizaron 20 genotipos de trigo de pan, de ciclo largo (CL) y corto (CC), pertenecientes a los 3 grupos de calidad (INASE, 2021; GC1 de mejor calidad panadera, GC2 de calidad intermedia y GC3 de peor calidad), los cuáles se detallan a continuación: ACA 304 (CL, GC1), BioINTA 2001 (CL, GC1), BioINTA 3000 (CL, GC1), Cooperación Liquen (CL, GC1), Klein Jabalí (CL, GC1), Relmó INIA Torcaza (CL, GC1), ACA 601 (CC, GC1), Buck Mejorpan (CC, GC1), Klein Proteo (CC, GC1), Buck Chacarero (CL, GC2), Klein Capricornio (CL, GC2), ACA 801 (CC, GC2), BioINTA 1000 (CC, GC2); Klein Castor (CC, GC2); Klein Flecha (CC, GC2), Klein Tauro (CC, GC2), Relmó INIA Churrinche (CC, GC2), Buck Aguará (CL, GC3) y Klein Gavilán (CL, GC3). Las fechas de siembra fueron 23 de junio y 20 de julio, y las densidades 300 y 400 plantas/m2 para los ciclos largos y cortos, respectivamente. Este experimento fue realizado por la Cátedra de Cereales y Oleaginosas, a cargo de la Ing. Agr. Silvia Lerner. Otro de los experimentos se realizó durante la campaña 2012/13 en un campo de productor cercano a la Chacra experimental (36°84´ S, 59°88´ O) bajo rotación agrícola en siembra directa y con antecesor soja de primera, en un suelo con baja fertilidad inicial (MO: 4,1%; pH: 5,7; N-nitratos: 15 kg/ha; S-sulfatos: 37 y 60 kg/ha para CL y CC respectivamente; P-Bray: 6,4 ppm). Se incluyeron 10 genotipos de trigo de pan: ACA 304 (CL, GC1), ACA 601 (CL, GC1), BioINTA 3000 (CL, GC2), Buck SY 100 (CL, GC2), AGP 127 (CL, GC3), Klein Proteo (CC, GC1), ACA 801 (CC, GC2), Buck AGP Fast (CC, GC3), Klein Chajá (CC, GC3) y Klein Gavilán (CC, GC3). Las fechas de siembra fueron 12 de julio y 12 de septiembre, y las densidades 350 y 400 plantas/m2 para los ciclos largos y cortos, respectivamente. El atraso en las fechas de siembra se debió a las intensas lluvias durante la época de siembra. En ambos experimentos, se aplicó fósforo (superfosfato triple) a la siembra según criterio de reposición y se controlaron malezas, plagas y enfermedades. Los tratamientos de fertilización fueron: N0S0 (testigo sin

fertilizar), N0S1 (sólo azufre), N1S0 (sólo nitrógeno) y N1S1 (nitrógeno + azufre). En base a los análisis de suelo se calcularon las dosis de fertilizante nitrogenado (urea) por modelo de balance para alcanzar 150 kg N/ha en la chacra experimental y 210 kg N/ha en el campo de productor. Las dosis de fertilizante azufrado (K2SO4) fueron de 40 y 25 kg S/ha para cada experimento, respectivamente. Los mismos se aplicaron al voleo, en macollaje o en dosis repartida (35% a la emergencia y 65% en pleno macollaje). Luego de la cosecha, las muestras fueron trilladas mecánicamente y se determinó el porcentaje de proteína en grano sobre base 13,5% de humedad (%PRO), mediante espectroscopía de transmisión de infrarrojo cercano (NIT, AgriCheck®, Bruins Instruments). Posteriormente, los granos fueron acondicionados y molidos para obtener harina blanca, para luego determinar la fuerza panadera (W) y la relación tenacidad/extensibilidad (P/L) con un Alveógrafo de Chopin®. El diseño experimental fue en bloques completos al azar en parcelas divididas con 3 repeticiones. Los genotipos se aleatorizaron en las parcelas principales y los tratamientos de fertilización en las subparcelas. Los datos se analizaron mediante ANOVA y Prueba de Fischer (α=0,05), utilizando el paquete estadístico Infostat (Di Rienzo et al., 2020) y mediante Análisis de regresión lineal simple y prueba F (α=0,05), utilizando el programa GraphPad Prism® v7. Resultados y discusión La floración se produjo a los 134 ± 2 días después de la siembra para los genotipos de ciclo largo y a los 111 ± 4 días para los genotipos de ciclo corto en la chacra experimental, y a los 118 ± 4 días para los ciclos largos y a los 74 ± 4 días para los ciclos cortos en el campo de productor. Esto se debió en parte a las diferentes condiciones ambientales exploradas por los cultivos en cada experimento, producto de las distintas fechas de siembra y de las condiciones climáticas de cada año (para más detalles consultar Arata et al., 2017 a, b). En el experimento de la chacra experimental (ambiente con fertilidad inicial moderada), los patrones de respuesta promedio del porcentaje de proteína (%PRO) y de la fuerza panadera (W) a los tratamientos de fertilización


El cociente entre el W y el %PRO (W/%PRO) se propuso como un indicador de la calidad proteica que puede resultar de utilidad para ajustar el manejo del cultivo o Figura 2

Promedios de fuerza panadera de la harina (W) y porcentaje de proteína en grano (%PRO) para los tratamientos sin N y sin S (N0S0), sin N y con S (N0S1), con N y sin S (N1S0) y con N y con S (N1S1) de los genotipos de ciclo largo y corto en la Chacra Experimental de la FA-UNICEN (a, b) y en un Campo de Productor (c, d) en Azul, PBA. Los números en el gráfico indican el promedio del cociente entre la fuerza panadera y el porcentaje de proteína (W/%Pro) para cada tratamiento. Las barras de error indican el error estándar. Letras distintas indican diferencias significativas entre medias dentro de cada experimento. El ANOVA y la comparación de medias para el %PRO se realizaron sobre los datos transformados a raíz cuadrada.

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alto nivel de N produjo un incremento de mayor magnitud en el W (Figura 2 c). Para los ciclos cortos, el agregado de S con alto nivel de N generó una disminución del W pese a que el %PRO aumentó (Figura 2 d). Esto pudo estar relacionado con la mayor temperatura registrada durante la fase de llenado debido al atraso en la floración de los ciclos cortos, que modificó la estructura de los granos (Arata et al., 2017 a, b).

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fueron similares entre sí, observándose un claro efecto del nivel de N, independientemente del nivel de S, y sin mayores diferencias entre ciclos a excepción del leve efecto del S con bajo nivel de N registrado únicamente en los ciclos largos (Figura 2 a, b). En cambio, en el experimento del campo de productor (ambiente con baja fertilidad inicial), se observaron notables diferencias en los patrones de respuesta promedio de ambos parámetros a la fertilización y variaciones entre ciclos. De esta forma, para los ciclos largos, el agregado de N con bajo nivel de S produjo un incremento de mayor magnitud en el %PRO, mientras que el agregado de S con


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evaluar el desempeño de distintos genotipos, de manera de maximizar el W con el menor nivel de proteína posible, optimizando así el compromiso entre rendimiento y calidad del grano. Los resultados de los experimentos mostraron que los valores promedio del W/%PRO fueron de 26 y 19,3 para los ambientes con moderada y baja fertilidad inicial, respectivamente. A su vez, la media de los ciclos cortos fue significativamente mayor que la de los ciclos largos en ambos experimentos. Con respecto a la fertilización, los efectos fueron más notorios en el campo de productor, con diferencias entre ciclos. Así, el valor promedio de W/%Pro del tratamiento N1S1 fue significativamente mayor que el de los restantes en los ciclos largos, y menor que el de N1S0 en los ciclos cortos (Figura 2). Por lo tanto, la incorporación de S cuando se fertiliza con N mejoró la calidad proteica en el ambiente con baja fertilidad inicial, principalmente en los ciclos largos. Con respecto a la relación tenacidad/extensibilidad (P/L), que describe la conformación de la curva del alveograma y determina el equilibrio de la masa, los efectos de la fertilización difirieron notablemente entre

experimentos. De esta manera, en el ambiente con fertilidad moderada, tanto la fertilización nitrogenada como azufrada tendieron a disminuir la relación P/L, generando masas más extensibles (Figura 3 a). Por otro lado, en el ambiente con baja fertilidad, la aplicación de N sin S generó un excesivo incremento de la relación P/L (masas muy tenaces) producto del desequilibrio entre las fracciones de gluteninas y gliadinas. Esto último fue corregido mediante la fertilización combinada con N y S (Figura 3 b). El %PRO es un parámetro de calidad comercial que determina parcialmente el W de las harinas, uno de los principales parámetros de calidad panadera. Al analizar la asociación entre el %PRO y el W para el conjunto de datos, discriminando por distintos factores, se encontró que dicha relación no dependió del ciclo (p=0,2764) ni del tratamiento de fertilización (p=0,7801). Sin embargo, las relaciones difirieron entre experimentos (p<0,0001) y grupos de calidad (p <0,0001). De esta manera, el %PRO explicó cerca del 40% y del 50% de la variación en el W en los ambientes con moderada y baja fertilidad inicial, respectivamente (Figura 4). A su vez, el incremento del

Figura 3

Promedios de la relación entre tenacidad y extensibilidad de la harina (P/L) para los tratamientos sin N y sin S (N0S0), sin N y con S (N0S1), con N y sin S (N1S0) y con N y con S (N1S1) de los genotipos de ciclo largo y corto en la Chacra Experimental de la FA-UNICEN (a) y en un Campo de Productor (b) en Azul, PBA. Los valores se indican como desvíos desde el valor 1 (masa equilibrada). Las barras de error indican el error estándar. Letras distintas indican diferencias significativas entre medias dentro de cada experimento.


Al discriminar por grupo de calidad, el %PRO explicó alrededor del 48%, 41% y 30% de la variación del W para el GC1, el GC2 y el GC3, respectivamente. Además, resulta interesante que para el GC1 y el GC2, se observó un mayor incremento del W por cada unidad de aumento en el %PRO respecto al GC3 (Figura 5). De los trigos de mejor calidad panadera (GC1), el 67% de los casos (combinaciones de variedad y tratamiento de fertilización) alcanzó un %PRO mayor a 11% y un W mayor a 300 J 10-4. De los trigos de calidad intermedia (GC2) lo hizo el 40% de los casos y de los de peor calidad (GC3) sólo lo hizo el 4% (Figura 5).

Figura 4

Relaciones lineales entre el porcentaje de proteína y la fuerza panadera (W) en cada experimento (chacra experimental y campo de productor). Cada punto es el promedio de 3 repeticiones para cada combinación de variedad y tratamiento de fertilización. La línea punteada vertical indica el valor base de proteína según la Norma de comercialización (11%; Norma XX, Res. 1262/2004, SENASA, Argentina) y la línea punteada horizontal indica el umbral de W por encima del cual una harina se considera fuerte (300 J 10-4; de la O-Olán et al., 2006).

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Según la Norma de comercialización de trigo pan (Norma XX, Res. 1262/2004, SENASA, Argentina), se aplican bonificaciones del 2% por cada porcentaje o fracción mayor al 11% de proteína sobre base 13,5% de humedad, siempre que el peso hectolítrico del lote sea mayor a 75 kg/hL, mientras que se aplican rebajas escalonadas para valores menores al 11% de proteína. A su vez, las harinas con un W mayor a 300 J 10-4 son consideradas fuertes (de la O-Olán et al., 2006), por lo que dichos lotes de granos podrían obtener un precio diferencial si se comercializan como trigos correctores para molinos harineros. Teniendo en cuenta esto, en el ambiente con fertilidad moderada, el 50% de los casos (combinaciones de variedad y tratamiento de fertilización) superaron ambos umbrales de %PRO y de

W; mientras que, en el ambiente con baja fertilidad, sólo lo hizo el 30% de los casos (Figura 4). Cabe destacar que, en este último ambiente (campo de productor), la variedad Klein Proteo (GC1) fue la única que mantuvo los 4 tratamientos de fertilización por encima de los valores mencionados de %PRO y W.

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W por cada unidad de aumento en el %PRO fue similar entre ambientes, aunque se observaron menores valores de W para un mismo nivel de proteína en el segundo ambiente (campo de productor).


Figura 5

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Relaciones lineales entre el porcentaje de proteína y la fuerza panadera (W) para cada grupo de calidad (INASE, 2021; GC1 de mejor calidad panadera, GC2 de calidad intermedia y GC3 de peor calidad). Cada punto es el promedio de 3 repeticiones para cada combinación de tratamiento de fertilización y genotipo. La línea punteada vertical indica el valor base de proteína según la Norma de comercialización (11%; Norma XX, Res. 1262/2004, SENASA, Argentina) y la línea punteada horizontal indica el umbral de W por encima del cual una harina se considera fuerte (300 J 10-4; de la O-Olán et al., 2006).

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Conclusiones • Las deficiencias de S se manifestaron principalmente cuando se fertilizó con N en el ambiente con baja fertilidad inicial (campo de productor). • La fertilización nitrogenada mejoró el porcentaje de proteína y la fuerza panadera de la harina (W) en el ambiente con fertilidad inicial moderada (chacra experimental) independientemente del nivel de S. • Si bien la fertilización nitrogenada mejoró el porcentaje de proteína en el ambiente con baja fertilidad independientemente del nivel de S, la aplicación conjunta de N y S mejoró la calidad proteica, potenciando así el efecto de la fertilización sobre la fuerza panadera en los genotipos de ciclo largo. • La aplicación de fertilizante nitrogenado sin S en el ambiente con baja fertilidad generó un desbalance en la relación tenacidad/extensibilidad de la harina (alto P/L: masas muy tenaces), que fue corregido mediante la fertilización combinada con N y S. • Cada unidad de aumento en la proteína generó un incremento similar en la fuerza panadera en ambos experimentos, aunque se observó un mayor W para un mismo nivel de proteína en el ambiente con fertilidad moderada (chacra experimental). • Cada unidad de aumento en la proteína produjo un mayor incremento en la fuerza panadera para los grupos 1 (mejor calidad) y 2 (calidad intermedia) respecto al grupo 3 (peor calidad), destacándose el grupo de calidad 1 por su alta frecuencia de casos con calidad diferencial (proteína mayor a 11% y W mayor a 300 J 10-4).


Agradecimientos

Red de INNOVADORES

Agradecemos especialmente a Silvia E. Lerner, a Daniel Pérez, a Gustavo Mendivil, a Ulises Troncoso y a las empresas semilleras. Este trabajo fue parcialmente financiado con fondos de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Bibliografía Abadía B, Divito GA, García FO. (2017). Manual del cultivo de trigo. 1a ed. compendiada. Acassuso, Argentina: International Plant Nutrition Institute (IPNI). 224 p.

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Cultivos Invernales 2021

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Red de INNOVADORES

Autor: Ferraris, G.N. INTA EEA Pergamino. Correo: ferraris.gustavo@inta.gob.ar

Campaña 2020

Alternativas para la fertilización fosforada en trigo

Cultivos Invernales 2021

90

Se compara la eficiencia agronómica de planteos que incluyen fertilizantes microgranulados y otros con fuentes sólidas tradicionales.

Palabras Claves: Trigo; Fósforo; Fuentes de eficiencia mejorada; Microgranulados.


Con el objetivo de mejorar la eficiencia de absorción de P, se desarrollaron diferentes estrategias como el uso de aditivos, o la modificación de la forma química y física de los fertilizantes. Esta última es una de las más promisorias, e incluye el diseño y utilización de formulaciones líquidas y microgranuladas. Los objetivos de esta investigación fueron comparar la eficiencia agronómica de planteos que incluyen fertilizantes microgranulados, en comparación con fuentes sólidas tradicionales. Hipotetizamos que: 1) los fertilizantes microgranulados alcanzan rendimientos similares a los tradicionales, lo que redunda en mayor eficiencia agronómica y 2) es posible combinar fuentes tradicionales y microgranuladas, en planteos mixtos de alto rendimiento.

Se utilizó un diseño estadístico en bloques completos al azar con 4 repeticiones. Los tratamientos evaluados se describen se describen en la Tabla 1 y el análisis de suelo del sitio se detalla en la Tabla 2. Se determinó la biomasa temprana en Zadoks 25 (fin de macollaje). En Z45 se cuantificó cobertura, NDVI por GreenSeeker, vigor, índice verde por Spad y altura de planta. La cosecha se realizó en forma mecánica, recolectando la totalidad de la parcela. Sobre una muestra de cosecha, se evaluaron los componentes del rendimiento -número (NG) y peso (PG) de los granos-. Los resultados se analizaron mediante partición de varianza y análisis de correlación. Resultados a) Condiciones ambientales de la campaña El trigo transitó un invierno con escasas precipitaciones, las cuales fueron prácticamente nulas hasta finales de agosto, sumando a cosecha 136,2 mm por debajo de la media. Estos valores son aún inferiores a la campaña 2019, también seca (Figura 1). Las reservas de agua en el suelo se mantuvieron entre octubre y diciembre en valores cercanos al PMP, alrededor del mínimo histórico (Figura 2). En cuanto a las temperaturas, se registraron fuertes heladas en julio, agosto y septiembre (Figura 3) que dañaron los cultivos. Aun con bajas pronunciadas, la temperatura media estuvo por arriba de su valor histórico, acentuando la exigencia hídrica (Figura 3). b) Resultados de los experimentos En la Tabla 3 se presentan datos de observaciones tomadas durante el ciclo de cultivo, y en la Figura 4 los rendimientos de grano agrupados por tratamiento.

Red de INNOVADORES

Fósforo (P) y Nitrógeno (N) son elementos esenciales para los cultivos de gramíneas. Con características diferentes, la eficiencia de absorción de ambos es un proceso clave que podría ser mejorado. El P reacciona fuertemente con los coloides del suelo, especialmente los cationes bivalentes (Calcio, Magnesio) y trivalentes (Hierro, Aluminio), formando uniones de estabilidad variable a causa de las tres cargas negativas del anión fosfato. Un proceso de acomplejamiento o saturación orgánica de estas cargas permitiría una menor interacción con la matriz del suelo favoreciendo la absorción por parte del cultivo.

Materiales y métodos Durante el año 2020, se condujo un experimento de campo en la EEA INTA Pergamino, sobre un suelo Serie Pergamino, Clase I-2, Argiudol típico, familia fina, illítica, térmica (USDA- Soil Taxonomy V. 2006). El 19 de junio se sembró la variedad Don Mario Alerce, cultivar de ciclo corto, de alto potencial y buen comportamiento sanitario. Se aplicaron fungicidas en los estadíos Zadoks 30 y 39, para evitar la interferencia de diferentes enfermedades por el período crítico y llenado de los granos. Se evaluaron fuentes fosforadas y nitrogenadas de diferente granulometría y composición química.

91 Cultivos Invernales 2021

Introducción El trigo es un cultivo tradicional de la región pampeana de Argentina y el principal cereal de invierno que ocupa nuestra superficie agrícola. Además de su valor económico, la importancia en las rotaciones se ha incrementado hasta tornarse un participante indispensable de los sistemas agrícolas. Amplia y durable cobertura de residuos, gran capacidad de competencia con las malezas, mayor aprovechamiento del suelo y maquinaria son algunas de las razones de su auge actual. Junto con la cebada, desarrollan una estratégica capacidad de crecimiento al final de la primavera, etapa clave para el normal progreso de los cultivos de verano. Es en esta época del año cuando se incuban procesos de enmalezamiento que podrían limitar la productividad futura de soja y maíz.


Tabla 1

Red de INNOVADORES

Tratamientos evaluados en el experimento. INTA Pergamino, campaña 2020.

Cultivos Invernales 2021

92

Trat

Fertilización fosforada

Localización y dosis

Fertilización nitrogenada

Localización y dosis

T1

Microgranulado 18,5-13,5-0-2,5-0,35

Línea 75 kg ha-1

Urea

Macollaje, voleo 150 kg ha-1

T2

MAP

Línea 100 kg ha-1

Urea

Siembra, Banda lateral 100 kg ha-1 Macollaje, Voleo, 150 kg ha-1

T3

Microgranulado 18,5-13,5-0-2,5-0,35

Línea 75 kg ha-1

Microgranulado 30-0-0-2-2,5

Siembra, Banda lateral 75 kg ha-1

T1: 225 Kgs / ha 2 aplicaciones – T 2 : 350 Kgs / ha 2 aplicaciones – T3 : 150 Kgs 1 Aplicación. Tabla 2

Datos de suelo al momento de la siembra. Profundidad

pH

Materia Orgánica

P-disp.

N-Nitratos 0-20 cm

cm

agua 1:2,5

%

ppm

ppm

kg ha-1

ppm

ppm

0-20 cm

5,1

2,81

10,4

10,8

50,4

6,2

0,7

20-40 cm

5,7

40-60 cm

2,9

N-Nitratos suelo S-Sulfatos suelo 0-60 cm 0-20 cm

Zn

Figura 1

Precipitaciones decádicas del ciclo 2020, y su comparación con las dos campañas previas y la media histórica. Trigo, EEA Pergamino. Agua útil inicial (150 cm) 103 mm. Precipitaciones totales durante el ciclo 233,7 mm.


Figura 2

Red de INNOVADORES

Evolución de la disponibilidad hídrica en el suelo en un cultivo de trigo durante la campaña 2020. Nótese el nivel de almacenaje por debajo del contenido ideal, y cercano al mínimo histórico y al punto de marchite permanente (PMP). Elaborado por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) a partir de datos de la EEA Pergamino.

Figura 3

Temperaturas decádicas del ciclo 2020, comparadas al valor histórico 1967-2019. Los mínimos de julio (1ra década), agosto (2da década) y septiembre (3ra década) indican olas de frío con fuertes heladas.

Cultivos Invernales 2021

93


Red de INNOVADORES

Discusión y conclusiones Los rendimientos alcanzaron 4875 kg ha-1, los cuales son aceptables dadas las condiciones ambientales muy restrictivas. La Eficiencia media de Uso del Agua (EUA) es de 20,9 kg trigo mm-1 de lluvia en el ciclo, por arriba de la media de la especie.

Cultivos Invernales 2021

94

El sitio registró una pobre dotación inicial de P (Tabla 2), que favorece la respuesta positiva a la fertilización y permite evaluar tecnologías. Las diferencias de rendimiento entre los tratamientos no fueron estadísticamente significativas (P>0,10). Esto se ve potenciado por la ausencia de un testigo sin fertilización fosforada. La estrategia combinada de microgranulado a la siembra y urea en macollaje (T1) alcanzó un rendimiento similar a la tradicional de MAP +Urea (T2), y ligeramente superior al doble uso de microgranulados (T3). Este último podría haber sufrido alguna limitación de N, por el menor número de unidades agregadas respecto de los anteriores (Tabla 3 y Figura 4). Las variables más sensibles a los tratamientos fueron la calificación del vigor, intercepción y NG. El menor valor

en el número de Unidades Spad, que refleja el contenido de clorofila y por ende estima la concentración de N en biomasa, evidenciaría alguna limitación de N en el T3. Entre estos parámetros, la mayor correlación con rendimiento se determinó en la calificación subjetiva del vigor (r2=0,56), NDVI por GreenSeeker (r2=0,90), concentración de N estimado por Spad (r2=0,61) y NG (r2=0,96) (Tabla 3). Desde hace tiempo se conoce la importancia de P y N en los sistemas productivos de trigo. Las dificultades para la solubilización, movilidad e incorporación de nutrientes en suelo seco y con escasas lluvias incrementa la importancia de adoptar medidas que mitiguen la fijación del nutriente a los coloides, como podrían ser la modificación de la forma física, aplicación temprana a la siembra del cultivo, e incorporación en el suelo. Se concluye que se pueden obtener rendimientos similares con fuentes y estrategias muy diferentes. No obstante, no se debería limitar excesivamente la dosis de N aportada para no generar deficiencias que penalicen los rendimientos. Tabla 3

Parámetros morfológicos del cultivo: Stand inicial de plantas, materia seca en macollaje (Z25), cobertura e intercepción, vigor, NDVI por GreenSeeker, lecturas de intensidad de verde en unidades Spad, vigor, altura de plantas (Z65), componentes y rendimiento de grano. Evaluación de fuentes fosforadas en Trigo. Pergamino, año 2020. T Trigo

Tratamientos

Cobertura e Intercep Z45

NDVI GS 45

253

460

3,8

88,4

0,59

T2

MAP 75 – Urea 100 + Urea 150

244

410

4,0

92,4

0,59

T3

MG – P75 + MG – N75

249

480

4,0

90,3

0,58

0,06

0,22

0,56

0,08

0,90

Spad Z45

Altura planta cm

NG m-2

PG

Rend kg ha-1

Tratamientos

T1

MG – P75 + Urea 150

54,1

74

12263,5

37,0

4537,5

T2

MAP 75 – Urea 100 + Urea 150

55,3

73

11865,0

37,4

4437,5

T3

MG – P75 + MG – N75

51,9

74

11720,9

36,9

4225,0

0,61

0,04

0,96

0,15

R2 vs Rend CV=

Vigor Z65 (1-5)

MG – P75 + Urea 150

T

P=

Materia seca (kg ha-1)

T1

R2 vs Rend

Trigo

Plantas m-2

0,03 8,1

Índice de Vigor: 1 mínimo 5-máximo. Considera crecimiento, uniformidad, sanidad y aspecto general del cultivo en la parcela evaluada. NDVI: Índice verde normalizado, medido por GreenSeeker.


*Nota de la empresa: Si bien el T1 dio un rendimiento superior, en el T3 solamente se realizó la fertilización al momento de la siembra y no se entró más al lote,

hasta su cosecha, lo que representa una alternativa muy recomendable para todas las gramíneas.

Figura 4

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Producción media de grano de trigo según tratamientos de fertilización fosforada, comparando fuentes, dosis, localización y momentos de aplicación. Las barras de error indican la desviación standard de la media. INTA Pergamino, año 2020.

Fotografía 1

Vista aérea del experimento. INTA Pergamino, Argentina.

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Fotografía 2

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Frente del experimento durante la etapa de macollaje, bajo un ambiente seco y con heladas frecuentes. INTA Pergamino, Argentina.

Cultivos Invernales 2021

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Fotografía 3

Cosecha del experimento. INTA Pergamino, Argentina.


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Ficha técnica del Microfusión

Cultivos Invernales 2021

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Red de INNOVADORES Cultivos Invernales 2021

98

Autores: Martino, D.L1,2; Abbate, P.E.1; Biddulph, T.B3; Pontaroli, A.C.1,2; Marcovich, N.E.2,4 Unidad Integrada Balcarce (INTA Balcarce y Facultad Ciencias Agrarias, UNMDP), Argentina. 2 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina. 3 Department of Primary Industries and Regional Development (DPIRD), Australia. 4 Facultad de Ingeniería, (UNMDP), Argentina. 1

*Basado en el artículo de Martino et al. 2021. Variation in reproductive frost susceptibility of wheat cultivars is not associated with variation in glume and lemma thickness. European Journal of Agronomy. 122, 126185.

Grosor de glumas y lemas de trigo y su efecto en la susceptibilidad a heladas en distintos cultivares* Se encontraron diferencias en la susceptibilidad a las heladas entre cultivares argentinos que no se asociaron con la variación en el grosor de las glumas y lemas.

Palabras Claves: Helada; Daños; Trigo; Características morfológicas; Granos Abortados.


Materiales y métodos Evaluación de la variabilidad del grosor de glumas y lemas Los datos fueron obtenidos de cuatro experimentos pertenecientes a la Red Nacional de Ensayos Comparativos de Rendimiento de trigo coordinada por el INASE (RET-INASE) en INTA Balcarce conducida con Alta Tecnología, durante las campañas 2012/13 y 2013/14. Los cultivos se mantuvieron libres de malezas, plagas y enfermedades fúngicas, y se aplicó riego para evitar deficiencias hídricas. En cada ciclo de cultivo, el GG se evaluó en 11 cultivares de ciclo largo (CL) y en 11 cultivares de ciclo corto (CC) con un tornillo micrométrico digital de ±0.005 mm de precisión. Los

Figura 1

Espiguilla de trigo. Adaptado de Rawson y Gómez Macpherson (2001).

Red de INNOVADORES

Una característica de la espiguilla de trigo que podría influir en el daño por heladas y que no ha sido estudiada, es el grosor de las glumas y lemas (GG). Estos órganos brindan protección al ovario y a los estambres de las flores por aislación térmica. Debido a que el flujo de calor por conducción es inversamente proporcional al grosor del área perpendicular a la dirección del mismo, glumas y lemas más gruesas ofrecerían mayor aislación térmica a la flor. Por ello, conocer la variabilidad presente en el GG, sus propiedades térmicas y si ofrecen una ventaja frente al daño producido por heladas, podría resultar de utilidad en la elección y selección de cultivares.

En este artículo se exponen en idioma español y evitando la formulación matemática, los resultados obtenidos por Martino et al. (2020) en la evaluación del GG de distintos cultivares de trigo, los tiempos calculados de enfriamiento de los órganos reproductivos de la flor y el comportamiento de diferentes cultivares ante heladas naturales.

99 Cultivos Invernales 2021

INTRODUCCIÓN Las heladas en trigo pueden reducir el rendimiento y/o su calidad. Martino y Abbate (2019) confirmaron en cultivos creciendo a campo, en condiciones mínimamente alteradas y ante heladas naturales, que las heladas durante la antesis del trigo son las que producen mayor número de granos abortados. Por esta razón, se investigaron características morfológicas de las estructuras florales (Figura 1) que puedan actuar como barreras físicas al daño por heladas.


Red de INNOVADORES

cultivares de cada ciclo se sembraron en experimentos independientes con tres repeticiones de cada cultivar bajo un diseño en bloques completos aleatorizados. Para detectar diferencias entre cultivares se realizó un análisis de varianza (ANVA) para los cultivares de cada ciclo, que incluyó el efecto del cultivar, del año, de la interacción cultivar × año y términos residuales. Las medias de los cultivares fueron comparadas mediante la mínima diferencia significativa (MDS).

Cultivos Invernales 2021

100

Efecto del grosor de glumas y lemas sobre el número de granos abortados Los datos fueron obtenidos en dos experimentos realizados durante los ciclos de cultivo 2014/15 y 2015/16 en INTA Balcarce. Cada experimentó contó con tres fechas de siembra dentro de las cuales se aleatorizaron 5-7 cultivares, con dos repeticiones en bloques completos. Las fechas de siembra comenzaron en marzo y se continuaron cada 15 días, con la finalidad de que la floración ocurra entre septiembre y comienzos de octubre, época con alta probabilidad de heladas. Los cultivares argentinos empleados (SY 300, BIOINTA 1005, BIOINTA 1006, ACA 906 y FLORIPAN 100) fueron seleccionados a partir de los experimentos en los cuales se evaluó la variabilidad existente en GG. En las dos últimas fechas de siembra del experimento del año 2015 se incorporaron dos cultivares australianos: WYALCATCHEM y YOUNG, identificados en Australia (Biddulph et al., 2015) como altamente susceptible y de alta tolerancia a heladas, respectivamente. En cada fecha de siembra, luego de un evento de helada posterior a la espigazón, se marcaron en cada parcela al menos 15 espigas en un estado fenológico de referencia (ER), definido por la presencia de la espiga completamente emergida con anteras comenzando a perder el color verde. En este estado, la espiga se encuentra aproximadamente a 4 días antes de antesis y presenta la máxima susceptibilidad a heladas (Martino y Abbate 2019). Luego de la madurez fisiológica del grano, se cosecharon las espigas y en el 50% de las espiguillas centrales de cada espiga se determinó el porcentaje de granos fijados en las dos posiciones proximales (las más cercanas al raquis), ya que, en espigas normales esos granos no deberían estar ausentes. Este protocolo permitió evaluar el daño por heladas en distintos cultivares, ya que las espigas comparadas estuvieron en

igual estado de desarrollo al momento de la ocurrencia de las heladas a las que estuvieron expuestas. Para analizar el daño por heladas en cada fecha de siembra, se realizó un ANVA combinado de los experimentos realizados en ambos años, según un diseño en bloques completos con arreglo de parcelas divididas, donde la parcela principal estuvo representada por la fecha de siembra y la subparcela por el cultivar. Las medias de los cultivares fueron comparadas mediante la MDS. Evaluación de las propiedades térmicas de glumas y lemas Con el objetivo de conocer las propiedades térmicas de las glumas y lemas, en cada parcela de la segunda y tercera fecha de siembra de los experimentos sembrados en los años 2014 y 2015, se cosecharon 10 espigas en el estado ER, de las cuales se disectaron el par de glumas + lemas de las espiguillas centrales. A partir de estas muestras se realizaron determinaciones y cálculos de las propiedades térmicas, a fin de estimar el tiempo requerido (t) para que a partir de una temperatura dada inicial y constante en la cara externa de la gluma y una temperatura inicial de la cara interna de la lema, se alcance una temperatura final en la cara interna. Resultados y discusión Variabilidad del grosor de glumas y lemas Tanto en los cultivares de CL como en los de CC se encontraron diferencias de GG entre cultivares, de 43 a 66% dependiendo del año y del ciclo (Figura 2). La interacción cultivar × año no fue significativa para ninguno de los dos ciclos, de hecho, el ordenamiento por GG entre los cultivares de los experimentos sembrados en los años 2012 y 2013 se mantuvo en los experimentos sembrados en los años 2014 y 2015 (Figura 3), reafirmando que las diferencias de GG entre cultivares fueron estables entre ambientes. Los cultivares más contrastantes para GG fueron SY 110 (390 µm) y BAGUETTE 10 (233 µm) entre los de CL, y BIOINTA 1007 (395 µm) y BIOINTA 1006 (263 µm) entre los de CC (Figura 2). No se encontraron datos numéricos en la bibliografía para comparar con los valores obtenidos en este estudio. Sin embargo, las diferencias observadas a partir de las imágenes de cortes transversales de glumas publicadas por Araus


Biddulph et al. (2016) también encontraron cultivares australianos que presentaron mayor tolerancia a heladas en floración (cultivares clasificados como tipo YITPI) y otros de gran susceptibilidad (cultivares clasificados como tipo WYALCATCHEM) y que este comportamiento fue estable entre años. Los cultivares australianos evaluados en Balcarce presentaron el comportamiento esperado de acuerdo a las evaluaciones realizadas en Australia (Biddulph et al., 2015 y Biddulph et al., 2016). El cultivar testigo susceptible (WYALCATCHEM), en Figura 2

Grosor de gluma + lema de los cultivares de trigo de ciclo largo (a) y de ciclo corto (b) evaluado a madurez, durante las campañas 2012/13 y 2013/14, en Balcarce, Argentina. Letras iguales indican diferencias no significativas entre cultivares para el promedio de las dos campañas (MDS = 18.1 y 17.8 µm para los cultivares de ciclo largo y corto respectivamente). 1 µm = 0.001 mm.

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Efecto del grosor de glumas y lemas sobre el nivel de daño por heladas En la Tabla 1 se presenta la temperatura mínima y la duración de cada helada a la que estuvieron expuestas las espigas marcadas, en cada fecha de siembra, durante las campañas 2014/15 y 2015/16. En el análisis conjunto de los experimentos se encontró que el nivel de daño difirió entre años, fechas de siembra y cultivares (los cultivares australianos fueron excluidos de este análisis porque no estuvieron presentes en todas las fechas de siembra). De las seis evaluaciones de daño por heladas realizadas (2 experimentos × 3 fechas de siembra), en cuatro de ellas se detectaron diferencias entre cultivares. La interacción cultivar × fecha de siembra no fue significativa y en ambos años el daño decreció de la primera a la última fecha de siembra. La interacción cultivar × año × fecha de siembra resultó significativa

debido principalmente a que el daño de BIOINTA 1006, resultó menor en la tercera fecha de siembra del año 2014 (respecto del resto de los cultivares) que en el resto de las evaluaciones (Figura 3). Pese a las interacciones significativas, SY 300 se destacó por registrar un nivel de daño igual o menor al del resto de los cultivares en todas las evaluaciones (Figura 3). Contrariamente, ACA 906 y BIOINTA 1005 manifestaron un alto grado de susceptibilidad ya que presentaron mayor o igual nivel de daño que SY 300 en todas las evaluaciones.

101 Cultivos Invernales 2021

et al. (1993) y Kong et al. (2015) sugieren que el GG presentaría cambios entre cultivares y/o ambientes tal como encontramos en esta investigación.


Tabla 1

Fecha, temperatura mínima (Tmin,°C) y duración de temperaturas menores a -1,5 °C (DUR, min) de cada helada, durante las campañas 2014/15 y 2015/16, en Balcarce, Argentina. Los valores de temperatura y duración reportados corresponden a mediciones realizadas a la intemperie, a la altura de las espigas (1 m). 2014/15

Red de INNOVADORES Cultivos Invernales 2021

102

2015/16 DUR

Fecha helada

16-sep.-2014

Tmin

-2.3

315

14-sep.-2015

26-sep.-2014

-3.0

180

27-sep.-2014

-4.7

02-oct.-2014 11-oct.-2014

Fecha helada

Tmin

DUR

-1.9

45

17-sep.-2015

-4.4

465

540

18-sep.-2015

-1.7

225

-4.8

565

30-sep.-2015

-2.3

195

-2.7

225

04-oct.-2015

-2.3

150

10-oct.-2015

-2.0

30

11-oct.-2015

-2.5

275

17-oct.-2015

-1.0

0 Figura 3

Relación entre el daño por heladas (expresado como porcentaje de granos abortados en las dos posiciones proximales del 50% de las espiguillas centrales en espigas identificadas en la etapa ER, ver Materiales y métodos) y espesor de la gluma + lema en tres fechas de siembra, para cinco cultivares de trigo argentinos y dos australianos (testigos de alta (AS) y baja (BS) susceptibilidad, presentes solamente en la campaña 2015/16), evaluados en Balcarce durante las campañas 2014/15 y 2015/16. Se muestra el coeficiente de correlación de Pearson (r) para cada relación. 1 µm = 0.001 mm.


Si bien se observaron diferencias entre cultivares tanto en la susceptibilidad a heladas como en el GG, no se encontró asociación entre estas variables (r entre -0,42 y 0,41, Figura 3). Por lo tanto, no se encontraron motivos para atribuir al mayor GG una ventaja ante la ocurrencia de heladas a campo, al menos para el rango de GG evaluado. La variación entre cultivares en el daño por heladas, es decir, el desvío estándar entre cultivares (DE), difirió entre los ambientes de evaluación. La mayor variación

se presentó en los ambientes con heladas de severidad intermedia, ya que, con heladas severas o leves, tal como ocurrió en la primera fecha de siembra del año 2014 y en la tercera del 2015 (Figura 3), todos los cultivares tendieron a igualar el nivel de daño. Esto resultó así incluso aunque se le descuente al DE el error estándar de la media. Por lo tanto, los ambientes con severidad intermedia son los mejores ambientes para seleccionar cultivares por su susceptibilidad a heladas y en los que los productores encontrarían mayores diferencias entre cultivares. De cualquier manera, puede esperarse que los agricultores se beneficien de los cultivares con menor susceptibilidad a las heladas de severidad intermedia, ya que a nivel lote, las diferencias topográficas suelen dar lugar a un gradiente de heladas de severas a leves ocurriendo al mismo tiempo.

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las dos evaluaciones en las que estuvo presente, tuvo mayor nivel de daño que el resto de los cultivares. Por su parte, el daño del testigo tolerante (YOUNG), fue menor que el de WYALCATCHEM.

Tabla 2

Fecha de siembra

2

3

Cultivar

2014/15

2015/16

GG (μm)

t (s)

GG(μm)

t (s)

ACA 906

282 a

12.0 a

255 a

8.5 a

BIOINTA 1005

218 b

8.8 b

201 b

5.4 bc

BIOINTA 1006

180 c

4.8 c

167 c

3.4 c

F100

265 a

7.8 b

254 a

8.0 ab

SY 300

237 b

9.3 b

199 b

5.5 bc

r

0.83*

1.00*

0.94*

1.00*

ACA 906

312 a

15.4

241 a

6.9 ab

BIOINTA 1005

229 c

10.0 b

206 b

7.6 a

BIOINTA 1006

185 d

5.8 c

182 c

4.2 c

F100

278 b

9.8 b

229 a

6.3 abc

SY 300

234 c

8.1 bc

206 b

5.2 bc

r

0.89*

1.00*

0.65*

1.00*

* Diferencia significativa (P ≤ 0.05).

103 Cultivos Invernales 2021

Grosor de la gluma + lema (GG), el tiempo de transferencia de calor (t) y coeficiente de correlación de Pearson (r) entre el t y el GG, de cinco cultivares evaluados en el estado ER (ver materiales y métodos), en dos fechas de siembra, durante las campañas 2014/15 y 2015/16, en Balcarce, Argentina. El cálculo de t fue realizado suponiendo que la fracción sólida de la gluma + lema está compuesta por igual proporción de fibra que carbohidratos, que el espacio gaseoso está ocupado por dióxido de carbono y vapor de agua en partes iguales, que la fracción líquida es agua pura y que la temperatura de la cara interna de la lema desciende de 0 °C a °C cuando la temperatura de la cara externa de la gluma es -3 °C constante. Letras iguales indican diferencias no significativas entre cultivares (MDS = 23 μ para GG, 3 s para t).


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Efecto del grosor de glumas y lemas en la transferencia de calor En la Tabla 2 se presentan las propiedades térmicas de cada cultivar y el tiempo calculado para que la temperatura de la cara interna de la lema descienda de 0 °C a - 2.99 °C cuando la temperatura de la cara externa de la gluma es -3 °C. El t mostró una asociación significativa con todas las variables a partir del cual se calculó. La asociación entre el t y el GG, fue positiva (Tabla 2).

Cultivos Invernales 2021

104

El t calculado (Tabla 2) mostró diferencias entre cultivares, ACA 906 en la tercera fecha de siembra de 2014 presentó el valor máximo, siendo de 15.0 s, y el mínimo t correspondió a BIOINTA 1006 en la segunda fecha de siembra de 2015 (3.4 s). Sin embargo, el máximo t estimado resultó muy bajo para generar una ventaja práctica en la tolerancia a heladas ya que la duración de las heladas que producen daño sobre el número de granos es de al menos 36 minutos (Martino y Abbate 2019). Sin embargo, la estimación presentada en la Tabla 2 no incluye el efecto de la fase gaseosa existente entre la cara interna de la lema y los órganos reproductivos, que ofrecería una protección adicional al enfriamiento. Considerando un espacio gaseoso entre la lema y los órganos reproductivos de 1-2 mm (mediciones hechas sólo en algunas espigas de los experimentos realizados en este estudio), el tiempo de enfriamiento de los órganos reproductivos alcanzaría un promedio de 11 a 22 min, el cual tampoco tendría un efecto práctico relevante. Con una fase gaseosa de 1 mm entre la cara interna de la lema y los órganos reproductivos, se estimó que cada

100 μm extras de GG, el t aumentaría 6 min. Usando los mismos supuestos, con una fase gaseosa de 2 mm (100 % mayor), cada 100 μm extras de GG, el t aumentaría 11 min (83 %). Por lo tanto, se puede conjeturar que el rol de la fase gaseosa sería más relevante que el efecto del GG debido a su menor conductividad térmica y mayor grosor. Sin embargo, incluso con 2 mm de fase gaseosa la protección lograda es incompleta ya que sería necesario un GG de 1438 μm, 6 veces mayor al GG promedio, para proteger completamente contra la duración promedio de una helada en floración en Balcarce (2.5 h). Si la conductividad de la gluma + lema ofrece la poca aislación térmica estimada en la Tabla 2, cabe preguntarse si la mayor tolerancia a la helada que se le atribuye a la espiga de trigo en estados previos a la espigazón puede explicarse por estar protegida por la vaina de la hoja bandera o se debe a algún otro mecanismo. Si la estimación del tiempo de enfriamiento realizada para la espiga (Tabla 2) se modifica adicionando el efecto de la vaina de una hoja bandera de 200 µm de espesor (Araus et al., 1986) y se utiliza un valor de GG de 228 µm (valor promedio de todos los cultivares, fechas de siembra y ciclos de cultivo) y de fase gaseosa entre la lema y la flor de 2 mm, el tiempo estimado de enfriamiento pasa de 22 min a 43 min. Esta duración adicional reduciría la probabilidad de que las espigas estén expuestas a la duración crítica de las heladas para producir daño (Martino y Abbate 2019). Por lo cual se puede esperar que cultivares de trigo con antesis anterior a la espigazón (similar a lo que ocurre en cebada) presenten menor susceptibilidad a heladas tardías.


Conclusión

El tiempo de enfriamiento de los órganos reproductores se asoció positivamente al GG. Sin embargo, las diferencias de tiempo estimadas resultaron demasiado pequeñas para generar una protección adicional relevante contra las heladas. Además, se identificó que las heladas de severidad intermedia son las más adecuadas para evaluar y seleccionar cultivares por su susceptibilidad. Se necesitarán más investigaciones para confirmar si el aumento del espacio gaseoso entre la cara interna de la lema y la flor puede conferir una protección adicional a las heladas.

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En este estudio se confirmó la variación en la susceptibilidad a las heladas de cultivares australianos y se encontró una variación entre cultivares argentinos mayor que la de los australianos. Se cuantificó la variabilidad existente en el GG entre cultivares comerciales de trigo, encontrando que las diferencias en GG entre cultivares se mantuvieron estables a lo largo de los años. Sin embargo, las diferencias en susceptibilidad a las heladas encontradas entre cultivares en condiciones de campo no se asociaron con diferencias en GG.

Cultivos Invernales 2021

105

Bibliografía Araus, J.; Alegre, L.; Tapia, L.; Calafell, R. 1986. Relationship between leaf structure and gas exchange in wheat leaves at different insertion levels. Journal of Experimental Botany. 37 (9): 1323-1333. Araus, J.; Brown, H.; Febrero, A.; Bort, J.; Serret, M. 1993. Ear photosynthesis, carbon isotope discrimination and the contribution of respiratory CO2 to differences in grain mass in durum wheat. Plant, Cell & Environment. 16 (4): 383-392. Biddulph, B.; March, T.; Ogbonnaya, F.; Belford, B.; Knights, S. 2015. GRDC National Frost Initiative. Crop Updates. Biddulph, B.; Nicol, D.; March, T.; Laws, M.; Eckermann, P.; Mcgowan, P.; Diffey, S.; Cullis, B.; Richard; Macallum; Leske, B.; Eglinton, J. 2016. Rankings cereal varieties for frost susceptibility using frost values with the complexity of TOS. 2016 GRDC Grain Research Updates. Kong, L.; Sun, M.; Xie, Y.; Wang, F.; Zhao, Z. 2015. Photochemical and antioxidative responses of the glume and flag leaf to seasonal senescence in wheat. Frontiers in plant science. 6: 358. Martino, D. & Abbate, P. 2019. Frost damage on grain number in wheat at different spike developmental stages and its modelling. European Journal of Agronomy, 103, 13-23. Rawson, H. & Macpherson, H. 2001. Trigo regado: manejo del cultivo. FAO, Italia. 106 p.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES


Red de INNOVADORES

Autores: Kitroser, J.1; Juan, V.2 Ing. Agr., Asistente Técnico Regional (ATR), Regional Tandilia AAPRESID. 2 Ing. Agr., M. Sci., Profesor Asociado Facultad de Agronomía (FAA-UNCPBA). 1

Cultivos Invernales 2021

106

Herbicidas postemergentes para el control de nabo resistente en cultivos de trigo candeal Se evaluó la eficacia de control de nabo resistente y la sensibilidad del trigo candeal del sudeste bonaerense a diferentes mezclas de herbicidas postemergentes.

Palabras Claves: Triticum Durum; Herbicidas postemergentes; Tratamientos.


Los problemas de malezas en este cultivo son los mismos que se presentan en el resto de los cereales de invierno, y en general se fueron adaptando las mismas técnicas de manejo que se utilizan en trigo pan (Triticum aestivum), que es el principal referente en esta zona, y donde hay mayor cantidad de experiencias. Sin embargo, en los últimos años prácticamente se duplicaron las opciones de herbicidas con diferentes mecanismos de acción, que se utilizan en trigo pan para el manejo de poblaciones de malezas resistentes ya difundidas, y para evitar la generación de nuevos biotipos con resistencia en especies sensibles. En este sentido, una de las principales problemáticas zonales es el nabo silvestre (Brassica rapa), que presenta resistencia múltiple a glifosato (EPSP´s), metsulfuron (ALS) y 2,4-D (auxínicos). En este caso, las estrategias químicas adoptadas para su control han incluido herbicidas como Flurocloridona (PDS), Metribuzin (PSI), Diflufenican (PDS), Carfentrazone (PPO), Saflufenacil (PPO), Piraflufen (PPO), entre otros, en general en mezclas con productos hormonales. No obstante esto, la mayoría de los productos que se utilizan en trigo candeal han sido originalmente inscriptos para trigo o para cereales de invierno(2), sin especificar si resultan selectivos para todos los tipos de trigo y en su marbete en general no se discrimina entre trigo pan y candeal. Por supuesto, tampoco hay indicaciones en este sentido para los productos que se han incorporado últimamente en los cultivos de trigo pan y no se indica si pueden ser utilizados en trigo

Sin embargo, hay experiencias previas que mostraron diferencias de sensibilidad a herbicidas entre trigo pan y trigo candeal, como así también entre cultivares de esta última especie (3, 4). El objetivo de este ensayo fue evaluar la eficacia de control de nabo resistente y la sensibilidad del trigo candeal a mezclas de herbicidas postemergentes que habitualmente se usan para el control de esta maleza en lotes de trigo pan. Desarrollo del ensayo Durante la campaña agrícola 2020/2021 la Regional Tandilia de Aapresid desarrolló un ensayo en parcelas de 2,5 x 7 m sobre un lote de trigo candeal variedad Esmeralda, ubicado en la localidad de Tandil (Buenos Aires), sembrado el 17/07/2020 con una densidad de 170 kg/ha. Se fertilizó con DAP 60 kg/ha a la siembra y se realizaron dos pasadas de UREA, 150 kg/ha a la siembra y 110 kg/ha en Z31. Cuando el cultivo alcanzó el estado de macollaje (Z23) se realizaron las aplicaciones de los herbicidas con una mochila experimental que impulsa el caldo por medio de CO2 y posee un botalón de 2 metros de ancho. El volumen de aplicación fue de 120 l/ha y se trabajó a una presión de 3 Bar. Se utilizaron 4 boquillas abanico plano 80015 distanciadas entre sí a 50 centímetros y se dispuso el botalón a 0,5 m de altura con respecto al estrato superior del canopeo. Cada tratamiento fue repetido en tres bloques donde las parcelas estuvieron distribuidas al azar. La aplicación se realizó el 30 de septiembre cuando la maleza driver (Brassica rapa), se encontraba en un rango de tamaños desde cotiledón hasta 4 hojas verdaderas. La aplicación se efectuó entre las 10:30 y 11 horas, con 21 °C de temperatura, 45% de humedad relativa y viento de 11 km/h. Los tratamientos que se aplicaron se detallan en la Tabla 1. Los tratamientos fueron realizados con aceite metilado a razón de 0,5 l/ha, excepto el tratamiento 11 con Carfentrazone, que se realizó con coadyuvante Biofusión

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Si bien en Argentina el promedio de rendimiento ronda los 3500 kg/ha(1), en el sudeste bonaerense actualmente se obtienen producciones de grano que superan los 5000 kg/ha, posicionándolo como una alternativa productiva que despierta el interés de los productores.

candeal ya que muchos de ellos no fueron ensayados sobre esta especie.

107 Cultivos Invernales 2021

Introducción y objetivo En nuestro país, el trigo candeal (Triticum turgidum ssp. durum L.) se cultiva en un área que oscila entre 50.000 a 80.000 hectáreas, principalmente distribuidas en el sudeste y sudoeste de la provincia de Buenos Aires, que aporta más del 80% de la producción nacional.


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a una dosis de 0,2 l/ha. En las parcelas se evaluó la eficacia de control de cada tratamiento sobre las plantas de nabo, a los 14, 21 y 28 días desde la aplicación (DDA), la fitotoxicidad sobre el cultivo a los 28 DDA y se determinó el rendimiento por parcela al finalizar el ciclo (Fotos 1 y 2).

Cultivos Invernales 2021

108

presentaron los mayores niveles de fitotoxicidad, entre el 20 y el 30%.

Resultados obtenidos En la Tabla 2 y Figura 1 se presentan los resultados de la eficacia de control obtenida a los diferentes intervalos después de la aplicación y la fitotoxicidad evaluada sobre el cultivo a los 28 DDA (Figura 2).

Seis tratamientos lograron alrededor del 70% de control de las plantas de nabo, entre ellos se mencionan las mezclas de MCPA + Flurocloridona, + Diflufenican, + Piraflufen y + Carfentrazone, que también presentaron valores de fitotoxicidad intermedios sobre el cultivo (entre 10 y 20%) y se destacan las mezclas de MCPA + Bromoxinil y Clopiralid + MCPA EEH, que si bien alcanzaron similares niveles de control, presentaron una fitotoxicidad sobre el cultivo prácticamente nula (≤ 3%) (Figura 1).

En cuanto a la eficacia de control y tomando como base la evaluación realizada a los 28 DDA, los mejores resultados que alcanzaron un nivel de mortandad de plantas de nabo cercano o superior al 80% fueron los tratamientos a base de metribuzin (MCPA + Metribuzin y Diflufenican + Metribuzin) y MCPA + Saflufenacil. No obstante, esos mismos tratamientos fueron los que

Los demás tratamientos en base a herbicidas hormonales que eran: MCPA + 2,4-D Sal colina, 2,4-D Sal colina solo y MCPA DMA solo, si bien tampoco presentaron fitotoxicidad, lograron niveles de control muy bajos sobre las plantas de nabo resistente, que osciló entre el 20 y el 40%, lo cual resulta lógico teniendo en cuenta la resistencia del biotipo tratado.

Tabla 1

Tratamientos herbicidas aplicados en un cultivo del trigo candeal para el control de un biotipo de nabo resistente a glifosato, 2,4-D y a inhibidores de la ALS. Herbicidas y formulaciones

Dosis PF

1

2,4-D Sal colina (SL 66,9 % y 45,6% eq. ác.)a

0,7 l/ha

2

MCPA DMA Sal dimetilamina (SL 91,9 % y 75 % eq. ác.)

0,6 l/ha

3

MCPA (DMA idem) + Bromoxinil (EC 34,6 %)

0,6 + 0,8 l/ha

4

MCPA (DMA idem) + Flurocloridona (EC 25%)

0,6 + 0,5 l/ha

5

MCPA (DMA idem) + Metribuzin (EC 48 %)

0,6 + 0,5 l/ha

6

MCPA (DMA idem) + Diflufenican (SC 50%)

0,6 + 0,2 l/ha

7

Diflufenican (WG 50 %)b + Metribuzin (EC 48 %)c

0,25 kg/ha + 0,5 l/ha

8

Clopiralid SL 5% + MCPA Ester etilhexilico (SL 43.7 % y 28 % eq. ác.)d

1,35 l/ha

9

MCPA (DMA idem) + Saflufenacil (WG 70 %)e

0,6 l/ha + 0,025 kg/ha

10

MCPA (DMA idem) + Piraflufenetil (EC 25%)f

0,6 + 0,15 l/ha

11

MCPA (DMA idem) + Carfentrazone (EC 40%)g

0,6 + 0,035 l/ha

12

2,4-D (Sal colina idem) + MCPA (DMA idem)

0,7 + 0,4 l/ha

13

Testigo

a2,4-D Sal colina (SL 66,9% y 45,6 % eq. ác.) EnlistColex® b Diflufenican (WG 50 %) Tuken® c Metribuzin (EC 48 %) Rometri® d Clopiralid + MCPA EEH Curtail M®

Saflufenacil (WG 70 %) Heat® Piraflufenetil (EC 25 %) Stagger® g Carfentrazone (EC 40 %) Shark® e f


Foto 1

Red de INNOVADORES

Parcelas a campo.

Foto 2

Estado fenológico del trigo candeal y de las plantas de nabo resistente al momento de realizar las aplicaciones de los herbicidas.

Cultivos Invernales 2021

109


Tabla 2

Eficacia de control en porcentaje evaluados sobre plantas de nabo resistente a los 14, 21 y 28 DDA y fitotoxicidad sobre trigo candeal a los 28 DDA.

Red de INNOVADORES

Tratamientos

Cultivos Invernales 2021

110

% de Control

Fitotoxicidad (%)

14 DDA

21 DDA

28 DDA

28 DDA

2,4-D Sal colina

30 A

30 A

22 A

0A

MCPA DMA

40 B

40 B

27 A

0A

MCPA DMA + Bromoxinil

70 D

70 D

67 C

3A

MCPA DMA + Flurocloridona

78 EF

78 EF

73 DE

20 C

MCPA DMA + Metribuzin

78 EF

80 EF

82 F

28 D

MCPA DMA + Diflufenican

73 DE

73 DE

72 D

17 BC

Diflufenican + Metribuzin

85 F

85 F

82 F

30 D

Clorpiralid + MCPA EEH

62 C

62 C

70 CD

0A

MCPA DMA + Saflufenacil

83 F

83 F

78 EF

20 C

MCPA DMA+ Piraflufenetil

70 D

70 D

70 CD

15 BC

MCPA DMA + Carfentrazone

70 D

70 D

70 CD

13 B

2,4-D Sal colina + MCPADMA

42 B

42 B

40 B

0A

Figura 1

Eficacia de control en porcentaje evaluados sobre plantas de nabo resistente a los 14, 21 y 28 DDA.


Es destacable mencionar a los tratamientos que lograron relativamente buenos niveles de control (≈70%), baja fitotoxicidad y muy buenos rendimientos, como: MCPA + Bromoxinil y Clopiralid + MCPA EEH.

Figura 2

Fitotoxicidad a los 28 DDA y rendimiento final de trigo candeal.

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En general, los herbicidas que no provocaron o que presentaron niveles leves de fitotoxicidad, lograron

altos niveles de productividad muy cercanos o mayores a 5000 kg/ha.

111 Cultivos Invernales 2021

Con respecto al rendimiento, solamente dos tratamientos resultaron significativamente menores al testigo que rindió 51 qq/ha: MCPA + Metribuzin (41 qq/ha) y MCPA + Flurocloridona (42 qq/ha).


Conclusiones Los resultados de este ensayo corresponden a un solo año y por lo tanto deberían ser validados para sacar conclusiones definitivas. Se necesitan más estudios para determinar las posibilidades de manejo de nabo resistente en trigo candeal y más aún en diferentes cultivares de esta especie, teniendo en cuenta que no todas las alternativas viables en trigo pan van a ser selectivas para candeal y que quizás deban realizarse ajustes de dosis, formulaciones y/o momentos de aplicación. Red de INNOVADORES

En cuanto a los resultados de este estudio, las mezclas de MCPA con PPO`s (Saflufenacil, Carfentrazone y Piraflufen) y MCPA con Diflufenican obtuvieron controles por encima del 70% y presentaron valores de fitotoxicidad entre el 10 y el 20%, pero esto no provocó reducciones de rendimiento sobre el cultivar estudiado. Sería conveniente verificar este comportamiento con otras variedades y en otras condiciones meteorológicas. Los tratamientos MCPA DMA + Bromoxinil y Clopiralid + MCPA EEH resultaron los más recomendables en función de la eficacia de control y la baja o nula fitotoxicidad, sin impacto en el rendimiento. En cuanto a las mezclas de MCPA DMA + Metribuzin y MCPA DMA + Flurocloridona, deberían ser ensayadas a otros niveles de dosis para lograr compatibilizar el control y la selectividad que no fue lograda en este ensayo.

Cultivos Invernales 2021

112

Agradecimientos A Ignacio Bravo y a la firma Cazenave y Asociados por la colaboración. A Facundo Telechea por la aplicación de los tratamientos.

Bibliografía 1

Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Estimaciones Agrícolas. Online: https://datosestimaciones.magyp.gob.ar/reportes.php?reporte=Estimaciones

2

Cámara de Sanidad Vegetal y Fertilizantes de la República Argentina, CASAFE. Guía de Productos Fitosanitarios Edición 2017-2019.

Trigo Candeal. Manual Técnico. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, Centro Regional Buenos Aires Sur. Chacra Experimental Integrada Barow (Convenio MAGyAI – INTA). 2001. Online: https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-manual_trigo_candeal_2001b.pdf

3

4 Yanniccari M., Larsen A. y Istilart C. Evaluación de herbicidas post-emergentes en variedades de trigo candeal. Actualización Técnica en Cultivos de Fina 2016/17. Serie Informes Técnicos Año 5, N°1. 2017. Online: https://inta.gob.ar/sites/default/files/inta-carpeta_fina_2016-17.pdf

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INTA. Agencia de extensión Rural San Antonio de Areco, Zapiola 237. (2760) San Antonio de Areco, Buenos Aires, Argentina. 2 Alumnas de la Universidad Nacional de San Antonio de Areco. Correo: jecke.fernando@inta.gob.ar 1

Mancha Amarilla del trigo: opciones de control químico

Red de INNOVADORES

Autores: Jecke, F.*1; Mousegne, F.1; Gaynor, S.2; Cabral, V.2; Echamendi, C.2.

La utilización de moléculas con diferentes mecanismos de acción puede ser una alternativa viable para lograr un control efectivo de esta enfermedad.

Palabras Claves: Triticum aestivum; Enfermedades; Fungicidas.

Cultivos Invernales 2021

113


Red de INNOVADORES

Introducción El cultivo de trigo en Argentina puede ser afectado por una serie considerablemente amplia de enfermedades, la mayoría de ellas de origen fúngico. En la zona norte de la provincia de Buenos Aires, las enfermedades de mayor difusión que afectan al cultivo de trigo son: Roya de la hoja (RH) (Puccinia triticina) y Mancha amarilla (MA) (Dreschlera tritici-repentis), afectando mayoritariamente tejido foliar, y la Fusariosis de la espiga (FUS) (Fusarium graminearum) atacando las espigas y granos del cultivo (Annone, 2006). Sin embargo, en las últimas campañas se observó un incremento en la incidencia y severidad de la Roya Amarilla (RA) (Puccinia striiformis f. sp. tritici) afectando a varios cultivares de trigo de amplia difusión en la zona. El uso de fungicidas es una práctica habitual y de probada eficacia en la región para el control de las

principales enfermedades que afectan al cultivo. A pesar de ello, en la campaña 2019 se confirmó la resistencia a fungicidas del agente causal de la mancha amarilla del trigo (Drechslera tritici-repentis) en nuestro país (Sautua & Carmona, 2019) obligando a buscar nuevas alternativas de control ante este nuevo escenario de mayor presión de enfermedades y mayor nivel de resistencia en general. La aplicación de fungicidas mezclas que posean en su composición una molécula perteneciente al grupo químico de las carboxamidas (CA) parecería tener mejor control sobre esta enfermedad en comparación a las mezclas tradicionales a base de Triazoles + Estrobilurinas (TE). El objetivo de este trabajo fue evaluar el control de enfermedades ejercido por fungicidas con CA en su composición en comparación con fungicidas a base de TE; así como también determinar cuál es el Tabla 1

114 Cultivos Invernales 2021

Momentos de aplicación y fungicidas utilizados para el control de enfermedades. Tratamiento

Z33 (24/09)

Z45 (05/10)

1

Testigo

2 (TE)

Ciproconazol 8% Azoxistrobin 20%

3 (CA)

fluxapyroxad 5% epoxyconazole 5% pyraclostrobin 8,1%

4 (CA)

Propiconazole 25% Benzovindiflupir 4% Pydiflumetofen 20%

5 (CA)

Propiconazole 25% Benzovindiflupir 4%

Z65 (19/10)

6 (TE + TE)

Ciproconazol 8% Azoxistrobin 20%

Ciproconazol 8% Azoxistrobin 20%

7 (CA + TE)

fluxapyroxad 5% epoxyconazole 5% pyraclostrobin 8,1%

Ciproconazol 8% Azoxistrobin 20%

8 (CA + TE)

Propiconazole 25% Benzovindiflupir 4% Pydiflumetofen 20%

Ciproconazol 8% Azoxistrobin 20%

9 (TE + CA)

Ciproconazol 8% Azoxistrobin 20%

fluxapyroxad 5% epoxyconazole 5% pyraclostrobin 8,1%

10 (TE + CA)

Ciproconazol 8% Azoxistrobin 20%

Propiconazole 25% Benzovindiflupir 4% Pydiflumetofen 20%


Los ensayos tuvieron un diseño en bloques al azar (DBCA) con cuatro repeticiones. El tamaño de las parcelas fue de 1,4 m de ancho y 5 m de largo con 7 surcos distanciados a 0,2 m entre sí. Las aplicaciones se realizaron con una mochila experimental de gas carbónico cuya barra tiene 5 pastillas de cono hueco tipo 80 015 distanciadas a 0,35 m entre sí. La presión de trabajo fue de 4 bar y el volumen erogado fue de 140 l/ ha. En la Tabla 1 se detallan los tratamientos aplicados, así como los estadios y fechas de aplicación.

La cosecha se realizó con una cosechadora autopropulsada de parcelas dentro de los seis surcos centrales. Sobre una muestra del grano cosechado, se determinó el peso de mil granos (PMG) y peso hectolítrico (PH). Se realizó un análisis de la varianza para un DBCA y se compararon las medias con el test LSD al 0,05. Resultados En la Tabla 2 se presentan las medias de rendimiento, PMG y PH. En las Tablas 3, 4 y 5 se presentan las medias de severidad e incidencia para MA, RA y RH a los 20, 28 y 37 DDA, respectivamente. A partir de los datos de rendimiento puede observarse que hubo diferencias significativas entre el testigo y el Tabla 2

Medias de rendimiento, PMG y PH. Tratamiento

Rendimiento (kg/ha)

PMG (g)

PH (Kg/hl)

1

1975 b

20,0 b

71,3 a

2

4681 a

25,0 a

77,1 a

3

5049 a

25,5 a

73.6 a

4

5263 a

26,8 a

75,3 a

5

4781 a

24,8 a

74,7 a

6

4810 a

24,8 a

72,9 a

7

5034 a

25,0 a

74,3 a

8

4738 a

26,3 a

74,5 a

9

5444 a

26,5 a

75,4 a

10

5258 a

26,3 a

72,6 a

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05).

Red de INNOVADORES

Materiales y métodos El experimento se llevó a cabo en la Unidad Demostrativa de la Agencia de Extensión Rural del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la localidad de San Antonio de Areco. El mismo se estableció sobre un suelo Serie Capitán Sarmiento, Argiudol vértico, familia fina, illítica, térmica (Soil Taxonomy V. 2014) con una material de trigo denominado Algarrobo de ciclo Intermedio-largo con fecha de siembra el 07/06/2019 espaciado a 0.2 m entre surcos con una densidad de siembra de 250 pl/m2. Se fertilizó con 120 kg/ha de Fosfato Mono-amónico a la siembra y 200 kg/ha de Urea en el estadio de macollaje. Se realizó un barbecho el 8/5/2019 con 600 cm3/ha 2,4 D éster + 2.0 l/ha Glifosato al 62% + 100 cm3/ha de Picloram.

Para evaluar el control de RA y RH se estimó la severidad sobre 10 plantas por parcela utilizando la escala porcentual de Cobb modificada por Peterson et al. (1948) sobre las hojas superiores a los 20, 28 y 37 días después de la aplicación en Z45 (DDA), coincidiendo con los estados fenológicos de Z65, Z73 y Z83 de la escala de Zadocks et. al. (1974) respectivamente. En el caso de MA, se utilizó la escala diagramática para bruzone de arroz (Siqueira de Azevedo, 1998) en las mismas hojas y estadios fenológicos. A partir de estos datos, se calculó la severidad promedio e incidencia foliar promedio de cada tratamiento.

115 Cultivos Invernales 2021

mejor posicionamiento de los fungicidas con CA en aplicaciones dobles.


Red de INNOVADORES Cultivos Invernales 2021

116

resto de los tratamientos, pero no entre los tratamientos con aplicación de fungicidas. Las aplicaciones dobles no se diferenciaron de las simples y en estas últimas el mejor desempeño lo tuvo el tratamiento 4. El mejor posicionamiento de los fungicidas con CA en aplicaciones dobles correspondió al segundo momento de aplicación (Z65) destacándose tanto el tratamiento 9 como el 10 por sobre el 7 y 8, respectivamente. Los tres tratamientos que mayor rindes lograron fueron el 9, 4 y 10, habiendo muy pocas diferencias entre ellos. Con respecto al PMG se observan las mismas diferencias significativas que

en el caso del rendimiento, obteniéndose granos más pequeños en el tratamiento sin protección química. En pH no se hallaron diferencias significativas. Con respecto al control de MA, puede observarse que a los 20 DDA no se registran diferencias importantes entre los tratamientos, aunque el testigo tiene un poco más de severidad que el resto. A los 28 y 37 DDA, el testigo presenta mayores valores de severidad e incidencia que el resto y los tratamientos con CA presentan mejores niveles de control con respecto a los tratamientos a base Tabla 3

Medias de severidad e incidencia de MA, RA y RH 20 DDA (Z65). Tratamiento

MA

RA

RH

Sev (%)

Inc (%)

Sev (%)

Inc (%)

Sev (%)

Inc (%)

1

3,0

32

13,6

69

1,0

33

2

1,9

41

0,1

3

1,0

48

3

1,3

36

0,1

3

0,5

24

4

1,5

34

0,1

1

0,3

20

5

1,4

39

0,0

1

0,5

32

6

0,9

26

0,1

3

0,9

44

7

0,7

31

0,1

1

0,4

31

8

0,4

23

0,1

3

0,3

21

9

1,4

36

0,2

4

0,6

35

10

0,8

24

0,2

8

0,7

43 Tabla 4

Medias de severidad e incidencia de MA, RA y RH 28 DDA (Z73). Tratamiento

MA

RA

RH

Sev (%)

Inc (%)

Sev (%)

Inc (%)

Sev (%)

Inc (%)

1

14,6

100

23,2

79

4,2

31

2

8,8

77

0,3

9

1,0

22

3

3,7

55

0,2

2

0,3

19

4

3,1

37

0,5

8

0,9

17

5

4,1

50

1,5

8

0,4

16

6

7,9

74

0,1

3

0,7

28

7

3,8

65

0,1

5

0,4

17

8

2,1

40

0,1

5

0,3

15

9

6,7

60

0,1

7

0,4

19

10

1,8

47

0,1

4

1,2

33


de TE, tanto en aplicaciones simples como dobles. Entre los tratamientos con CA, aquellos con Propiconazole 25% + Benzovindiflupir 4% + Pydiflumetofen 20% presentan, en general, menores valores de incidencia y severidad en aplicaciones simples y dobles tanto a los 28 como a los 37 DDA.

Con respecto al control de RA y RH, el testigo posee mayor presión de la enfermedad en los tres momentos de evaluación y no se observan grandes diferencias entre los tratamientos aplicados, mostrando mejor performance las aplicaciones dobles que las simples.

Tabla 5

MA

RA

RH

Sev (%)

Inc (%)

Sev (%)

Inc (%)

Sev (%)

Inc (%)

1

23,0

100%

14,1

48%

7,8

48%

2

24,3

92%

0,3

6%

4,4

45%

3

16,9

62%

0,9

6%

2,8

48%

4

3,4

54%

0,3

6%

0,5

24%

5

7,2

66%

1,0

9%

1,5

47%

6

20,1

86%

0,5

7%

4,6

59%

7

12,3

69%

0,0

1%

5,2

67%

8

8,2

69%

0,1

3%

0,8

29%

9

8,0

73%

0,0

1%

2,7

54%

10

3,5

53%

0,0

1%

0,3

21%

Consideraciones finales Si bien no se observaron diferencias significativas de rendimiento entre los tratamientos aplicados, se obtuvieron mejores niveles de control de MA en aquellos que poseían CA en su composición ya sea en aplicaciones simples o dobles. En estas últimas, la utilización de CA mostró mejor respuesta en rendimiento cuando las mismas se utilizaron en el segundo momento de aplicación.

Bibliografía AAnnone, J.G. 2006. Las principales enfermedades del trigo en Argentina: Su importancia relativa en las regiones productoras Norte y Sur. En: Actas del Congreso A Todo Trigo 2006: Nuevos conocimientos aplicados a la producción. Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales. Hotel Sheraton, Mar del Plata, Buenos Aires. 18 y 19 de Mayo de 2006. p. 53-58. Peterson, R.F.; Campbell, A.B.; Hannah, A.E. 1948. A diagrammatic scale for estimating rust intensity of leaves and stem rust of cereals. Can. J. Res. Sect, C 26: 496-500. Siqueira de Azevedo, L. A. 1998. Manual de quantificação de doenças de plantas. Ed. Grupo Qualtro Digital. 114 pág. Sautua F. & Carmona. 2019. Confirmación de la resistencia a fungicidas del agente causal de la mancha amarilla del trigo (Drechslera tritici-repentis). Disponible en: https://www.crea.org.ar/wp-content/ uploads/2019/07/Confirmaci%C3%B3n-de-resistencia-de-Drechslera-tritci-repentis-24-june-def.pdf Zadoks, J.C., Chang T.T.; Konzak C.F. 1974. "A Decimal Code for the Growth Stages of Cereals". Weed Research 14: 415-421.

Encuentre el presente trabajo en www.aapresid.org.ar - PUBLICACIONES

117 Cultivos Invernales 2021

Tratamiento

Red de INNOVADORES

Medias de Severidad e Incidencia de MA, RA y RH 37 DDA (Z83).


Red de INNOVADORES

Autor: Grajales, L. ATR-Regional Rosario.

Cultivos Invernales 2021

118

Palabras Claves: Enfermedades fúngicas; Roya anaranjada; Trigo; Fungicidas.

Campaña 20/21

Evaluación de fungicidas foliares en trigo


La toma de datos se realizó mediante la medición del número de hojas con al menos una pústula de roya anaranjada, sobre diez hojas bandera (por tratamiento y repetición). Además, se evaluó el número de pústulas/ cm2 (a los 3 cm de la inserción de la hoja bandera) sobre 10 hojas bandera por tratamiento y repetición. Con los datos de pústulas/cm2, se calculó el área bajo la curva del progreso de la enfermedad (ABCPE) mediante la ecuación propuesta por Shaner y Finney (1977). Las mediciones se realizaron a los 15, 25, 35 días posteriores a la aplicación. Por protocolo se debería haber tomado una medición a los 45 DDA, pero no se pudo realizar ya que las hojas entraron en senescencia antes de este momento. Los datos de rendimiento se tomaron al momento de la cosecha, corregidos por humedad (14%). Resultados Los resultados de rendimiento, área bajo la curva del progreso de la enfermedad (ABCPE) e incidencia, en los distintos tratamientos evaluados, se observan en las Figuras 1, 2 y 3, respectivamente. En las Tablas 2, 3 y 4 se observa el análisis estadístico. Tabla 1

Tratamientos de control químico aplicados en el ensayo. Campaña 2020/21. Trat.

Producto

Dosis

T0

Testigo

T1

Opera

1.000 cm3/ha

T2

Orquesta Ultra

1.200 cm3/ha

T3

Allegro

750 cm3/ha

T4

751

1.000 cm3/ha

T5

753

1.200 cm3/ha

T6

Elatus Ace

500 cm3/ha

T7

Miravis Triple Pack (Elatus Ace + miravis duo)

500 cm3/ha + 200 cm3/ha

T8

Cripton

700 cm3/ha

T9

Cripton XPro

700 cm3/ha

T10

Race RM

600 cm3/ha

T11

Custodia

800 cm3/ha

T12

Amistar Xtra

500 cm3/ha

Red de INNOVADORES

Materiales y métodos En la campaña 2020/21, en un sitio en Villa Amelia (Departamento Rosario), la regional Rosario de Aapresid realizó un ensayo de control químico en trigo, aplicando 12 tratamientos (Tabla 1). El lote tenía a soja de primera como antecesor y la variedad utilizada para el ensayo fue DM Algarrobo (variedad con susceptibilidad a roya anaranjada), sembrado el 25 de mayo de 2020 en parcelas de 32 m2 (23 surcos distanciados a 0.175 m y longitud de la parcela de 8 m) El diseño estadístico empleado fue bloques completos aleatorios con 3 repeticiones. La aplicación se realizó con una mochila de presión constante

equipada con una barra de cuatro pastillas de cono hueco distanciadas a 52,5 cm, arrojando un caudal de 124 l/ ha, con una presión de 2 bares, el estado fenológico de aplicación fue en Z39 (según escala de Zadoks).

119 Cultivos Invernales 2021

Introducción Las enfermedades fúngicas pueden disminuir significativamente el rendimiento en el cultivo de trigo, dependiendo de la variedad y las condiciones ambientales transcurridas durante el ciclo. La roya anaranjada (Puccinia triticina), en general está presente en todas las campañas y subregiones trigueras. El control químico, junto a la elección de la variedad, es la herramienta más utilizada para su control y su eficacia depende de la calidad de aplicación, el momento de aplicación, la incidencia y severidad de la epifitia, y el producto utilizado. El objetivo de este trabajo fue evaluar la eficacia de control en roya anaranjada de distintos productos disponibles en el mercado.


Tabla 2

Rendimiento: Análisis de varianza

Red de INNOVADORES

Variable Rend

Cultivos Invernales 2021

120

F.V. Modelo Tratamiento Bloque Error Total

N 39

SC 7942234,46 7406680,77 535553,69 4113384,31 12055618,77

Test: LSD Fischer Alfa=0,05 Error 171391,0128 gl: 24 Tratamiento Medias T7 4244,00

R2 0,66

R2 Aj 0,46

Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) gl CM 14 567302,46 12 617223,40 2 267776,85 24 171391,01 38

CV 11,30

F 3,31 3,60 1,56

p=valor 0,0049 0,0037 0,2302

DMS=697,64858 n 3

E.E. 239,02

A

T3

3996,33

3

239,02

A

B

T4 T2 T8 T1 T11 T6 T10 T9 T5 T12 T0

3974,67 3946,33 3909,67 3802,00 3738,67 3612,67 3575,00 3573,67 3488,67 3383,00 2386,33

3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02

A A A A A A A A

B B B B B B B B B B C

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05) Test:LSD Fisher

Alfa=0,05

Error: 171391,0128 gl: 24 Tratamiento Medias T7 4244,00 T3 3996,33 T4 3974,67 T2 3946,33 T8 3909,67 T1 3802,00 T11 3738,67 T6 3612,67 T10 3575,00 T9 3573,67 T5 3488,67 T12 3383,00 T0 2386,33

DMS=697,64858 n 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

E.E. 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02 239,02

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05).

A A A A A A A A A A

B B B B B B B B B B B C


Figura 1

Red de INNOVADORES

Rendimiento logrado en los distintos tratamientos evaluados.

Área bajo la curva del progreso de la enfermedad. Análisis de varianza. Variable P/cm2 F.V. Modelo Tratamiento Error Total

N 39

R2 0,87

Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) SC gl CM 11619377435,90 12 968281452,99 11619377435,90 12 968281452,99 1662965000,00 26 63960192,31 13282342435,90 38

Test:LSD Fisher Alfa=0,05 DMS=13422,48522 Error: 63960192,3077 gl: 26 Tratamiento Medias n T0 65983,33 3 T10

R2 Aj 0,82

6883,33

3

E.E. 4617,37

CV 122,43 F 15,14 15,14

p-valor <0,0001 <0,0001

A

4617,37

B

T3 3383,33 3 4617,37 T12 3116,67 3 4617,37 T5 1733,33 3 4617,37 T4 900,00 3 4617,37 T8 816,67 3 4617,37 T9 733,33 3 4617,37 T11 433,33 3 4617,37 T1 333,33 3 4617,37 T2 266,67 3 4617,37 T6 266,67 3 4617,37 T7 66,67 3 4617,37 Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05)

B B B B B B B B B B B

121 Cultivos Invernales 2021

Tabla 3


Figura 2

Red de INNOVADORES

Área bajo la curva del progreso de la enfermedad en los distintos tratamientos evaluados.

Cultivos Invernales 2021

122

Tabla 4

Incidencia. Análisis de varianza. Variable Incidencia F.V. Modelo Tratamiento Error Total

N 39 SC 2,12 2,12 0,50 2,62

Test:LSD Fisher Alfa=0,05 Error: 0,0192 gl: 26 Tratamiento Medias T10 1,00 T0 1,00 T8 0,93 T12 0,93 T4 0,90 T1 0,90 T9 0,90 T3 0,83 T11 0,73 T6 0,73 T5 0,70 T2 0,57 T7 0,10

R2 0,81 gl 12 12 26 38

R2 Aj 0,72

CV 17,62

Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) CM F 0,18 9,20 0,18 9,20 0,02

p-valor <0,0001 <0,0001

DMS=0,23274 n 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

E.E. 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08 0,08

A A A A A A A A

Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05)

B B B B B B B B

C C C C C C C

D D D D E


Figura 3

Red de INNOVADORES

Incidencia de la enfermedad en los tratamientos evaluados.

Conclusiones Bajo las condiciones de estudio, se pueden observar diferencias estadísticamente significativas en cuanto a rendimiento y ABCPE entre el testigo y el resto de los tratamientos. El rinde del Tratamiento testigo fue de 2.386 kg/ha y el promedio del resto de los tratamientos fue de 3.771 kg/ha, alcanzando una diferencia de 1.385kg/ha. El tratamiento de mayor rinde fue el T7 con 4.244 kg/ha, mientras que el T0 fue el que obtuvo el menor rinde con 2.386 kg/ha. Si bien entre los distintos tratamientos se pueden observar diferencias en cuanto al rinde, se acotan a 3 grupos de tratamientos cuando se analizan estadísticamente. En referencia a los valores de porcentaje de incidencia de Roya Anaranjada, se destaca el tratamiento T7 con valores de incidencia a los 35 DDA del 10%. Cabe mencionar que las condiciones climáticas durante el ensayo tuvieron un rol preponderante en cuanto a la definición del rendimiento alcanzado y se recomienda aumentar el N para obtener resultados y conclusiones más contundentes.

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Cultivos Invernales 2021

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Red de INNOVADORES

Autor: Erreguerena, I.A. EEA INTA Manfredi

Cultivos Invernales 2021

124

Distribución, epidemiología, diagnóstico y manejo de Ramularia collo cygni, agente causal del salpicado necrótico de la cebada La mancha por Ramularia es una de las enfermedades que más limita al cultivo de cebada a nivel mundial. En Argentina, las pérdidas ascienden a 1-1.5 tn/ha, aunque las mayores caídas se observan en el calibre y peso de mil granos.

Palabras Claves: Enfermedades; Salpicado Necrótico; Cebada; Sintomatología; Manejo.


Los signos del patógeno están constituidos por conidios y conidióforos sobre y alrededor de las manchas, y pueden observarse sus conidióforos emergiendo por los estomas con su apariencia de cuello de cisne característica en forma de fascículos, generalmente en el envés de la hoja (Figura 3). Sus conidios son los más pequeños y livianos de todos los patógenos de cebada (8 x 4 um), por lo que puede transportarse fácilmente por viento a grandes distancias. Figura 1

Distribución y año de registro del hongo Ramularia collo-cygni en el mundo (adaptado de Thompson S., 2014).

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En Argentina se detectó por primera vez por Kiehr et al. (2002) para luego provocar una severa epifitia en la campaña 2012-13, durante plena expansión de la cebada en el país, reportada por Carmona et al. (2013). Si bien esta enfermedad afectó a la mayor parte del área sembrada, la zona sur de la provincia de Buenos Aires suele ser la de mayor prevalencia de la enfermedad (Erreguerena, 2015-2016; Moreyra et al., 2018). Las pérdidas por esta enfermedad ascienden a 1-1.5 tn/ha, aunque las mayores caídas se observan en el calibre y peso de mil granos (Erreguerena et al., 2014 y 2016).

Síntomas y signos del salpicado necrótico de la cebada o mancha por Ramularia La sintomatología de esta enfermedad se evidencia alrededor de floración como puntos necróticos con halo clorótico amarillo, que luego derivan en manchas mas grandes y rectangulares. En estadios tempranos, puede generar pequeñas manchas y esporular en hojas senescentes. Su diagnóstico en campo es muy difícil, aunque tiene gran importancia epidemiológica (Figura 2). Cabe destacar que la detección temprana de Rcc en un lote no es indicador de futura epifitia ya que para esto deben darse ciertas condiciones a lo largo del ciclo del cultivo que discutiremos más adelante.

125 Cultivos Invernales 2021

Distribución de Ramularia collo-cygni e impacto del salpicado necrótico de la cebada El salpicado necrótico de la cebada o mancha por Ramularia es considerada una de las enfermedades más importantes y que más limita al cultivo de cebada a nivel mundial. El agente causal, el hongo Ramularia collo-cygni (Rcc), se encuentra ampliamente distribuido en la mayoría de los países productores de cebada, siendo Sudáfrica (2014) y Australia (2017) los últimos en reportar su presencia (Figura 1).


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Esta enfermedad puede confundirse fácilmente con el inicio de otras enfermedades y/o manchas fisiológicas, sobre todo cuando comienzan los primeros síntomas. En la Figura 4 se listan cinco características que pueden ayudar en el diagnóstico en campo. En este sentido, una cuestión a destacar es que la variedad de cebada Montoya, que en la actualidad está ganando área de siembra, presenta todos los años manchas fisiológicas

similares a las que produce Rcc, llevando a confusiones y/o a implementación de medidas de control innecesarias (Figura 5). Epidemiología de Ramularia collo-cygni El ciclo de la enfermedad comienza con las fuentes de inóculo que pueden ser semilla, rastrojo y esporas de hospedantes alternativos, plantas de cebada Figura 2

Sintomatología del salpicado necrótico de la cebada (Fotos: Erreguerena I.)

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126

Figura 3

Signos de Ramularia collo-cygni. Fotos: Erreguerena I.


Figura 4

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Pautas para el diagnóstico en campo del salpicado necrótico de la cebada (Fotos: Erreguerena I).

Figura 5

Variedad de cebada cervecera Montoya con manchas fisiológicas en estadios tempranos. Foto: Carpaneto B., 2019.

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127


Red de INNOVADORES

espontáneas o desde hojas senescentes del mismo cultivo. De todas las fuentes de inóculo nombradas hasta la actualidad, se propone a las semillas como la principal fuente de inóculo. Rcc invade y coloniza la planta de forma asintomática hasta que por estrés, por exceso hídrico, en combinación con radiación solar, comienza su fase necrotrófica donde los síntomas se hacen evidentes para luego pasar a semilla y/o rastrojo.

Cultivos Invernales 2021

128

La enfermedad es muy dependiente de las condiciones ambientales, por eso se la considera esporádica. Ya sabemos que el patógeno invade de manera endófita pero lo importante es saber porque pasa a ser necrotrófico provocando epifitias severas. Como se anticipó previamente, el estrés hídrico por exceso de agua tiende a hacer que la planta acumule especies reactivas de oxígeno (ROS, Reactive Oxygen Species), como el peróxido de hidrógeno. El patógeno censa la presencia de estas formas moleculares del oxígeno y en respuesta comienza a liberar toxinas, entre ellas, la Rubelina D. Esta toxina es fotoactiva, es decir que reacciona con la radiación solar, y por acumulación

comienza a provocar daño al tejido vegetal. Además, en ese momento la actividad de los sistemas antioxidativos de la planta comienza a ser menor (Schutzedubel et al., 2008). De esta manera, la conjunción de estos factores desencadena las sintomatología observada. Años con lluvias acumuladas por encima de la media durante el transcurso de los estadios de macollaje y encañazón, y un balance hídrico estable (mayor al 50%) al menos hasta fines de octubre, se asocian con epifitias de Ramularia (Carmona et al., 2012; Erreguerena y Cambareri, 2020) (Figura 6). Actualmente se está trabajando en este sentido. Diagnóstico y detección molecular de Ramularia collo-cygni En cuanto a la detección en semilla y hojas, las características de hemi-endófito de Rcc dificultan el diagnóstico temprano y cuantificación del mismo. Es por esto que su diagnóstico depende de técnicas moleculares como PCR y qPCR que detectan y cuantifican respectivamente el ADN del patógeno en la planta. En tal sentido, en Argentina se puso a punto Figura 6

Condiciones predisponentes asociadas a epifitias de Ramularia collo-cygni.


Figura 7

Detección molecular (PCR) de Ramularia collo cygni (Rcc) en plantas de cebada en el estadio de macollaje. Proporción de muestras con (+) y sin (-) Rcc por localidad evaluada (provincia de Buenos Aires).

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En el año 2014 (Havis et al., 2014), 39 muestras de semilla de cebada de Argentina y 10 muestras de hoja fueron enviadas a Escocia para detección y cuantificación de Rcc, encontrándose en el 94% y 100%, respectivamente. En Uruguay, actualmente se está cuantificando Rcc en semilla, encontrando niveles muy altos de Rcc (mayor a 5 pg ADN Rcc/100 ng de ADN) (Pereyra et al., 2017). Actualmente se está trabajando en poner a punto la qPCR junto al INIA y al SRUC de Escocia para cuantificar Rcc en semilla en Argentina.

Manejo de la enfermedad Varias características de Rcc lo hacen un patógeno difícil de manejar. En principio, no hay variedades de buen comportamiento en Argentina (Moreyra et al., 2020). En Europa, Hoheneder et al. (2020) encontraron resistencia cuantitativa en algunas variedades. Por otro lado, Rcc aprovecha la situación de nitrógeno insuficiente en planta y hay que recordar que se trata de una enfermedad “explosiva”, es decir, que en muy poco tiempo desarrolla síntomas severos. Y cuando se advierten los síntomas, ya es tarde para controlarlos mediante la aplicación de fungicidas. Como si todo lo anterior fuera poco, Rcc responde o es sensible a un número limitado de fungicidas (ingredientes activos, i.a’s). Por eso es que el manejo de la enfermedad recae en el control químico preventivo con una limitada cantidad de opciones de i.a’s. Además, es considerado de alto riesgo de generación de resistencia (FRAC, 2015), asociada a una variabilidad genética poblacional alta si se considera que no se le conoce fase sexual con

129 Cultivos Invernales 2021

con éxito la PCR tradicional (cualitativa) según Frei et al. (2007), y se evaluó la sensibilidad y capacidad de detección de Rcc en diferentes estadios (Maringolo y Erreguerena, 2014). Además, se implementó esta técnica para detección temprana de Rcc (cooperación de INTA Balcarce y CREA “Mar y sierras”; Erreguerena et al., 2014), donde se detectó que más del 60% de los lotes evaluados de varios partidos de la provincia de Buenos Aires hospedaban a Rcc de manera endófita (Figura 7).


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varios reportes de generación de resistencia fungicidas a nivel mundial. Por todo esto es que inicialmente se trabajó en conocer el o los mejores momentos para la aplicación de activos registrados para Rcc. De esta manera, se realizaron cuatro años de experimentación en varias localidades para determinar el periodo de protección del cultivo. Mediante los ensayos de metodología de protección y desprotección progresiva con fungicida formulado con carboxamida, se pudo determinar el periodo de protección entre los estadios de tres nudos y aristas visibles, para asegurar un nivel menor al 20% de la enfermedad (Erreguerena et al., 2013), ponderando el estadio alrededor de hoja bandera como óptimo.

Esto fue validado en varios ensayos donde también se analizaron todos los fungicidas formulados con i.a’s registrados para el control de Rcc obteniendo excelente control de la enfermedad con todos ellos obteniendo significativas mejoras en rendimiento pero aún más en la calidad comercial del grano (Tabla 1). En relación a algunos reportes aislados de baja eficiencia de control sobre este patógeno en campo, actualmente se está estudiando y relevando la sensibilidad de las poblaciones de Rcc argentinas a los fungicidas más utilizados, en los que se ha observado cierta baja en la sensibilidad. La presencia o ausencia de mutaciones en sitios en acción específicos de estos fungicidas brindará más certezas al respecto.

Cultivos Invernales 2021

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Tabla 1

Efecto de fungicidas registrados para el control de Ramularia collo-cygni sobre la severidad de la enfermedad, rendimiento, peso de mil granos (PMG) y calibre de grano aplicados en hoja bandera. Letras diferentes indican diferencias significativas (P<0.05). Pro: Protioconazol, Tri: Trifloxistrobina, CoAd: coadyuvante, Bxf: Bixafen, Flux: Fluxapiroxad, Epox: Epoxiconazol, Pira: Piraclostrobina, Ism: Isopyrazam, Azx: Azoxistrobina y CL: Clorotalonil. *producto no registrado para cebada en Argentina, su uso fue solo para investigación. Tratamientos en hoja bandera

Dosis (cc/ha)

Severidad (%)

Rendimiento (kg/ha)

Calibre (% 2.8 mm)

PMG (g)

0

81a

4300a

81.5a

48.7a

Pro +Tri+CoAd

700+250

25b

4850b

85.1b

50.02b

Pro+Tri+Bxf+CoAd

700+250

0c

5225 c

87bc

50.68b

Flux+Epox+Pira

1200

8c

5300c

85.3b

50.22b

Ism+Azx

500

12c

4950 bc

86.3b

52.15c

Cl*+Pro+Tri+CoAd

1500+700

3c

5200c

85.9b

52.11c

Cl*+Flux+Epox+Pira

1500+1200

0c

5850d

85.1b

52.76c

Testigo sin fungicida


Consideraciones finales • Se seguirá investigando sobre la biología y epidemiología del patógeno. • Implementación de detección molecular cuali y cuantitativa para investigación y para servicios. • El manejo de Rcc debe ser incluido y articulado con el manejo integral de manchas.

• Apoyar a la investigación y redes de mejoramiento público/privadas para lograr variedades con buenos comportamientos. • Apoyar a la investigación sobre alternativas a fungicidas (inductores de defensas, control biológico). • El estudio de este patosistema se encuentra muy bien articulado en instituciones de investigación de diversos países que organizadamente aúnan esfuerzos.

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• Tomar en cuenta las estrategias anti-resistencia para reducir la tasa de pérdida de sensibilidad (rotación de ingredientes activos, momento de aplicación y toma de decisión en base a “condiciones ambientales Rcc”).

Bibliografía Carmona, M.A; Scandiani, M.M; Formento, A.N. y Luque, A. 2012. Epidemias de Ramularia collo-cygni, organismo causal del salpicado necrótico de la cebada. campaña 2012-2013. Sitio argentino de producción animal. http://www.produccion-animal.com.ar/ Erreguerena I, Quiroz F, Montoya M, Maringolo C, Lázzaro N, Giménez F, 2014. Ventana de protección para el control químico de Ramularia collo-cygni y Rhynchosporium secalis en cebada en el sudeste bonaerense. 3er Congreso Argentino de Fitopatología, San Miguel de Tucumán, 4-6 Junio de 2014. ISBN: 978-987-24373-1-2 pp 542: (359). Erreguerena IA; Maringolo CA; Montoya MRA; Quiroz FJ. 2015. Detección por PCR de Ramularia collo-cygni en cebada (Hordeum vulgare) y su implementación como técnica de diagnóstico en estadíos iniciales del cultivo en lotes de producción de la provincia de Buenos Aires. XV Jornadas Fitosanitarias Argentinas, Santa Fe, Santa Fe, 7 al 9 de octubre 2015. Erreguerena I. Ventana de protección para el control químico de Ramularia collo-cygni en cebada en el sudeste bonaerense. Taller del Proyecto Nacional de Cereales y Oleaginosas, Santa Fé, 2016. Erreguerena I y Quiroz F. Donde se esconde “la Ramularia”? Implicancia en la epidemiología del Salpicado Necrótico de la cebada. Visión Rural Año XXI Nº 103: 2014. ISSN 0328-7009. Erreguerena y Cambareri, 2020. Proyecto doctoral Erreguerena I en UNMdP (2017) y convenio SRUC-INTA (2020). FRAC 2015. Consulta en línea: 01/2/2016 [www.frac.info] Havis N. D., Gorniak K, Carmona M. A Formento A. N, Luque A. G Scandiani, M. 2014a. First Molecular Detection of Ramularia Leaf Spot (Ramularia collo-cygni) in Seeds and Leaves of Barley in Argentina. Plant Disease 98(2):277. Hoheneder, F., Hofer, K., Groth, J., Herz, M., Hess, M., & Hückelhoven, R. (2020). Ramularia leaf spot disease of barley is highly host genotype-dependent and suppressed by continuous drought stress in the field. bioRxiv. DOI:10.1101/2020.06.02.121491 Kiehr, M. Carmona, M., Sachs, E., Delhey, R., Frayssinet, S., y Barreto, D. 2002. Salpicado necrótico, nueva enfermedad de la cebada en Argentina causada por Ramularia collo-cygni. Resúmenes XI Jornadas Fitosanitarias Argentinas, Río Cuarto, Argentina p47. Moreyra Federico, Conti Veronica Andrea, Gonzalez Germán Andrés, Erreguerena Ignacio Antonio, GIMENEZ Fernando Jose. 10 de mayo, 2018. Valoración del perfil sanitario en los ambientes y genotipos evaluados en la Red Nacional de Cebada Cervecera. https://inta.gob.ar/documentos/valoracion-del-perfil-sanitario-en-los-ambientes-y-genotiposevaluados-en-la-red-nacional-de-cebadacervecera Moreyra F., Erreguerena I., Couretot L., Cattáneo M, Gonzalez G., Samoiloff A., Conti V., Carpaneto B., Vallati, Gonzalez A., Gil A., Gimenez F. Perfiles sanitarios de cultivares de cebada cervecera utilizados en Argentina. Ediciones INTA, 2020. DOI: 10.13140/RG.2.2.13193.26722 Pereyra Silvia y Carlos Pérez (2017). Avances y perspectivas para el manejo de ramulariosis en cebada en Uruguay. INIA La Estanzuela. http://www.eemac.edu.uy/cangue/joomdocs/cangue_38/ Cangue38_ramulariosis.pdf Pereyra Silvia; Erreguerena Ignacio; Couretot Lucrecia, Pérez Carlos; Palladino Cintia; Havis Neil. Upsurge of Ramularia leaf spot in South America. 2nd International Workshop on Barley Leaf Diseases. 2nd International Workshop on Barley Leaf Diseases April 5-7, 2017. Rabat, Morocco. Schützendübel, A., Stadler, M., Wallner, D., y von Tiedemann, A. 2008. A hypothesis on physiological alterations during plant ontogenesis governing susceptibility of winter barley to Ramularia leaf spot. Plant Pathol. 57:518–526. Thomson J (2014) en Havis, N. D., Brown, J. K. M., Clemente, G., Frei, P., Jedryczka, M., Kaczmarek, J., Kaczmarek, M., Matusinsky, P., McGrann, G. R. D., Pereyra, S., Piotrowska. M, Sghyer, H., Tellier, A., Hess, M. 2015. Ramularia collo-cygni - an emerging pathogen of barley crops. Phytopathology 105:895-400. http://dx.doi.org/10.1094/Phyto-11-14-0337-FI

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Autores: Edwards, J.¹; Divito, G.²; Torres, A.²; Pugliese, B.³; Pastor, S³; Crociara, C.³; Bustamante, M.³ ¹ INTA Balcarce. ² Aapresid, Regional Necochea. ³ INTA / CIAP / IPAVE, Córdoba.

Protección foliar de Vicia villosa

132 Cultivos Invernales 2021

Distintas experiencias indican una buena aptitud de la vicia en el sudeste de Buenos Aires, aunque la presencia de enfermedades podría comprometer su crecimiento, fundamentalmente durante el invierno.

Palabras Claves: Ensayo; Enfermedades; Vicia; Patógenos necrotróficos.


La mayoría del conocimiento generado sobre el manejo de vicia fue desarrollado en el oeste de la región pampeana, cuyas condiciones edafo-climáticas difieren de las del

El ensayo se estableció sobre un cultivo de V. villosa (20 kg/ha) más avena (20 kg/ha) implantado el 31 de enero en un lote de producción localizado en el partido de Necochea, paraje Costa Bonita, sobre ruta 88 (38.54172°S; 58.61496°W). El tratamiento de protección consistió en aplicación de fungicida con mosquito pulverizador (18 de mayo) en franjas de 250 m de largo, repetidas dos veces, distanciadas a unos 32 m entre sí (F1 y F2). El fungicida fue una mezcla triple de epoxiconazole 5% (60 g/ha) + pyraclostrobin 8,1% (97 g/ha) + fluxapyroxad 5% (60 g/ ha) a dosis de 1,2 l/ha (Orquesta ultra®, Basf) aplicado con un volumen de 120 l/ha. Figura 1

Esquema del diseño experimental del ensayo.

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Distintas experiencias realizadas en ensayos de manejo del cultivo y en lotes de producción del sudeste de Buenos Aires indican una buena aptitud de la vicia, aunque se ha observado que la presencia de enfermedades podría comprometer su crecimiento, fundamentalmente durante el invierno.

sudeste de Buenos Aires. Esta falta de información local, en particular sobre la sanidad del cultivo de vicia, motivó la realización del presente estudio. Como primera medida, realizamos un ensayo prospectivo de protección con fungicida para verificar cómo sería un cultivo sano en comparación con uno desprotegido.

133 Cultivos Invernales 2021

Los cultivos de servicios (CS) brindan una serie de beneficios a los sistemas de producción (servicios ecosistémicos) entre los cuales podemos mencionar: proteger al suelo de la erosión, incorporar carbono y nitrógeno al sistema, mejorar la infiltración o reducir la presión de malezas. La vicia (Vicia villosa y Vicia Sativa), pertenecientes a la familia de las leguminosas, son unas de las especies más empleadas como CS en Argentina, generalmente asociadas a gramíneas, como la avena, o el centeno, por ejemplo.


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Para tener áreas testigo sin aplicación lo más semejantes en cuanto a posición en el terreno, se establecieron dos franjas contiguas a las aplicadas (T1 y T2) (Figura 1). Una segunda aplicación de fungicida se realizó el 25 de agosto, cruzando las franjas de la primera aplicación (zona violeta en la Figura 1). También se puede observar una línea transversal a las franjas del ensayo que corresponde, con una pasada de rolo picador realizada el día 5 de mayo de 2020, pudiendo simular la remoción mecánica de un pastoreo.

Cultivos Invernales 2021

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Se realizaron evaluaciones sanitarias, estimación de producción de materia seca y evolución de verdor NDVI1 por medio de imágenes satelitales. Resultados En la Figura 2 se observa la evolución NDVI (Índice de vegetación de diferencia normalizada, por sus siglas en inglés) de los tratamientos de protección con fungicida y testigo a lo largo de todo el periodo de experimentación.

1 NDVI por sus siglas en inglés: Índice de vegetación de diferencia normalizada. Es un índice usado para estimar la cantidad, calidad y desarrollo de la vegetación con base a la medición, por medio de sensores remotos satelitales, de la intensidad de la radiación de ciertas bandas del espectro electromagnético que la vegetación emite o refleja. Sus valores van desde -1 a 1 y mayores valores de NDVI se relacionan con un mejor estado de la vegetación.

Se puede observar que a medida que el tiempo avanza hacia el invierno, el NDVI disminuye en ambos tratamientos pero con una tasa diferencial, permaneciendo más verde en el cultivo protegido con fungicida (menor caída del NDVI). Luego, con la reanudación de temperaturas amenas, se observa el rebrote primaveral del cultivo, manteniendo las diferencias iniciales de NDVI debido al tratamiento hasta el final del cultivo, previo al secado. No se observaron diferencias con la segunda aplicación de fungicida en los valores de NDVI en la zona tratada, resaltando la efectividad del tratamiento temprano, que evitó la gran producción de inóculo de los patógenos que aceleran el proceso de senescencia foliar. El “derrumbe” del área foliar verde en el testigo desprotegido se observa por manchones de canopeo necrosado y no de manera generalizada, como sí lo es la distribución de las manchas necróticas predominantes en el lote (Figura 3). En las imágenes de la Figura 3, tomadas en julio de 2020, observamos 96% vs. un 57% de cobertura verde para el área con fungicida y testigo respectivamente. Para el diagnóstico de enfermedades se realizó observación directa por microscopía óptica, con y sin incubación en cámara húmeda y aislamiento por cultivo in vitro en medio PDA y carente de Figura 2

Esquema del diseño experimental del ensayo.


Figura 3

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Tratamiento testigo sin protección (arriba) y protegido con fungicida (abajo) durante el mes de julio.

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nutrientes, incubándose en ambos casos durante 7 días, a 21 °C y fotoperíodo de 12 h. A través de la identificación morfológica de las colonias fúngicas y estructuras reproductivas desarrolladas a partir de las lesiones foliares, se identificaron: 1) Mancha castaña (Ramularia Sphaeroidea), 2) Ascochyta viciae, 3) Stemphylium spp.

Producción de materia seca De manera descriptiva se realizó una estimación de la producción inicial de biomasa aérea en dos momentos por corte y secado de muestras. Se estimó una tasa de crecimiento diaria de alrededor de 40 kg de MS/ha para los primeros 2 meses, y de ~34 kg de MS/ha por día al tercer mes desde la implantación, con un acumulado de 4166 kg de MS/ha (Figura 4).


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1) Mancha castaña (Ramularia sphaeroidea) - alta incidencia a nivel de lote.

De izq. a der.: Manchas necróticas; Fascículos de esporangióforos; Conidióforos con conidios 2) Ascochyta viciae - baja incidencia, presente hacia finales del ciclo del cultivo.

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De izq. a der.: Mancha clara con borde oscuro; Picnidios; Conidios liberados desde picnidios y puntos negros (picnidios). 3) Stemphylium spp. (moderada incidencia)

De izq. a der.: Tizón foliar; Conidios septados


De izq. a der.: Pústulas de roya marrón; rojizas y urediniosporas observadas en lupa (Renzi y col., 2013).

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4) Roya (Uromyces vicia-fabae) (baja incidencia)

Figura 4

Producción inicial de biomasa aérea del cultivo de vicia (tres primeros meses).

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Conclusiones

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138

Esta primera experiencia nos permitió verificar que el cultivo de vicia (villosa) efectivamente resulta gravemente afectado por patógenos necrotróficos (causantes de manchas), principalmente por Ramularia sphaeroidea, patógeno de gran poder destructivo y alta prevalencia en el sudeste de Buenos Aires. Este efecto dañino no sólo se registró en el presente ensayo sino que provocó importante reducción de la biomasa verde fotosintética en muchos cultivos de vicia en 2020 de la región, principalmente V. villosa. Esto se diferencia de lo observado por Renzi y col. (2013), quienes postulan que la marchitez por Fusarium oxysporum, el mildiu y la roya eran los principales patógenos limitantes del cultivo de vicia. Comentarios personales sugieren que una situación diferente se observó con vicia sativa, presentando mejor estado sanitario a lo largo del ciclo de crecimiento, lo que representaría una alternativa de mayor sustentabilidad. Sin embargo, estas percepciones deberían ser verificadas mediante experimentación controlada en las próximas campañas para una mejor comprensión del manejo sanitario general del cultivo. Más esfuerzos de investigación deberán realizarse en el sudeste de Buenos Aires, ya que los patógenos parecen ser limitantes para el normal crecimiento del cultivo, a diferencia del oeste de la provincia. Entre los factores a evaluar, pensamos en estudios que: i) determinen la principal fuente de inóculo (semilla o rastrojos - cercanías); ii) efecto genético de la especie (V. villosa vs. V. sativa); iii) propiedades agro-ecológicas de las especies (capacidades competidoras con malezas y producción de biomasa); iv) evalúen el uso de pastoreos estratégicos para reducir la gran biomasa aérea conducente a microclimas húmedos, propicios para la infección y multiplicación de inóculo dentro del cultivo.

Agradecimiento A la empresa BASF Argentina, en especial al Ing. Agr. Hernán Sanchez por el soporte para la realización de este ensayo.

Bibliografía Renzi, J. P., Cantamutto, M. A. (2013). Vicias: Bases agronómicas para el manejo en la Región Pampeana (No. 633.208). Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Argentina). Cap 7. Reseña de Enfermedades, pág 159-172.

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Sarna Psoróptica Bovina, el regreso

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Autor: M.V. Horacio Pessi.


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Quizás para algunos volver a leer o escuchar hablar de sarna en los bovinos en el siglo XXI les resulte algo extraño. Sobre todo, porque en algunas regiones del país la problemática no se ha reportado desde hace mucho tiempo.

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Si bien la sarna nunca fue erradicada, en los últimos 6 años se han incrementado los brotes, transformándose en uno de los principales problemas sanitarios en las producciones intensivas. En los sistemas de producción de carne, donde se concentran animales de distintos orígenes, que tienen ingreso de animales semanales o mensuales, como lo son los feed lots o campos de invernada la sarna ha encontrado el ecosistema ideal para recrudecer, aunque también la enfermedad se viene reportando en campos de cría y tambos. Las hipótesis sobre “el regreso” de la sarna son varias, desde un menor uso de productos mosquicidas en verano que podrían controlar la sarna latente, el incremento de uso de antiparasitarios para gastrointestinales como los levamisoles y benzimidazoles debido al aumento de resistencia antiparasitaria a las lactonas macrocíclicas, el reemplazo de los baños de inmersión por los inyectables, la creciente intensificación de las producciones lo cual favorece los contagios, las fallas en los tratamientos debido a sub dosificación lo cual no logra el 100 % de control en los animales afectados, la falta de tratamiento de la totalidad de los animales del rodeo, el desconocimiento de los periodos de cuarentena para mezclar tropas y los reportes de fallas en los tratamientos con ivermectinas. Patogenia La sarna se trata de una Dermatitis Alérgica, de curso agudo o crónico, producida por un acaro (Género Psoroptes var. Bovis), que cursa con prurito intenso, descamación de la piel, con formación de costras húmedas, alopecia, perdida de estado general, llevando a perdidas que van de los 10 a 50 kilos por animal dependiendo el sistema de producción (invernada o feed lot) y en algunos casos puede causar la muerte del animal. Según las condiciones de temperatura y humedad, la duración del ciclo biológico es de 10 a 12 días y el acaro pasa por cuatro estadios Huevo-LarvaNinfa-Adulto. Los ácaros adultos pueden vivir de 40 a 60 días sobre el animal.

El ácaro se trasmite en la mayoría de los casos por contacto directo entre los bovinos, y las formas clínicas más severas se presentan principalmente cuando las temperaturas no superan los 10°C, luego tiende a desaparecer en forma parcial durante el verano (sarna latente), cuya ubicación en el animal se da donde los rayos solares no inciden directamente (axilas, debajo de la cola, etc.). Es muy importante conocer el concepto de sarna latente, fundamental para su control. Durante el otoño, comienzan los días húmedos y fríos, disminuyendo notablemente las horas luz y favoreciendo a que las poblaciones de Psoroptes se movilicen y comiencen a multiplicarse dando lugar a los brotes típicos durante esta estación, así como en el invierno. Cabe mencionar que los ácaros pueden sobrevivir hasta 20 días fuera del animal, básicamente en condiciones de alta humedad y bajas temperaturas, por lo que deberíamos tener en cuenta este concepto al momento de realizar los tratamientos y por tal motivo incluir todos aquellos lugares en donde el ácaro tenga posibilidades de sobrevivir, como lo son rascaderos, corrales, mangas etc. evitando de esta manera fuentes de reinfección. Tratamiento y control Con el advenimiento de la Ivermectina (Lactona macrocíclica) a comienzos de la década del 80, se revolucionó el tratamiento de la sarna y se logró controlar al ácaro, a tal punto que la parasitosis dejó de tener importancia para nuestro ganado de carne o leche. Estudios recientes (2017) han mostrado una disminución en la sensibilidad de los ácaros a la ivermectina, desencadenando una discusión sobre las causas de las fallas en los tratamientos. Por su amplio margen terapéutico y practicidad de uso, la ivermectina y la doramectina siguen siendo de elección, por los veterinarios y productores, para el control y tratamiento de sarna. Sin embargo, hoy se deberían considerar los tratamientos en forma de baños por aspersión o inmersión, solos o en combinación con los inyectables, con moléculas acaricidas que actúan por contacto, como órganos fosforados, cipermetrinas y amidinas, que tienen


Claves de control: ••Consultar siempre a un veterinario. ••Realizar un correcto diagnóstico de la parasitosis. ••Capacitación de personal para realizar una detección precoz de la enfermedad y en las buenas prácticas de aplicación de productos. ••Tratar la totalidad de los animales del rodeo, no solo a los que presentan lesiones. ••Evitar que el rodeo tratado tome contacto con otros animales por 15 días luego del tratamiento. ••Fumigar instalaciones (manga - corrales) luego de tratar animales afectados. ••Para tratamiento con ivermectina o doramectina ajustar la dosis al animal más pesado de la tropa.

••El tratamiento con baños (inmersión/aspersión) se debe repetir a los 7 a 9 días (según producto) para cortar el ciclo de huevo a ninfa. ••Si se descartaron los problemas más comunes de manejo y continúan las fallas de control con una dosis única de inyectable, hoy una alternativa puede ser la combinación de tratamientos. Ejemplo: Inyectables y Baños. ••Para combinar tratamientos se debe conocer cómo funcionan las drogas y productos seleccionados. Si se utilizan mal se corre riesgo de favorecer la falla de los tratamientos. La discusión está instalada, las preguntas son muchas, pero sabemos que, a través de la consulta al veterinario, el diagnóstico y la implementación de ciertas pautas de manejo y tratamiento se puede logra la erradicación de la sarna de un establecimiento.

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eficacia del 100 % en todos los casos, utilizándolos de manera correcta y conociendo cual sería la mejor forma para realizarlo.

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Médico Veterinario Horacio Pessi


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Autor: RECUPERAR SRL. www.recuperarsrl.com.ar

RECUPERAR SRL, Lanza una tecnología para Maíz y Trigo


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RECUPERAR SRL, lanza una tecnología para Maíz y Trigo que permite reemplazar 200 kilogramos de fertilizante tradicional/ha, con 75 Kgs/ha, en una sola aplicación N+P+Zn+S+Ca El pasado mes de Febrero presentamos al Mercado una nueva tecnología que, tanto en Trigo como en Maíz, logra reemplazar 200 kilogramos de fertilizantes tradicionales, ya sean nitrogenados o fosforados, por 75 kilogramos de Microfusión: “No solo es 3 veces más eficiente, sino que también aporta más y mejores nutrientes, junto a la semilla y con un menor costo de implantación y logística”. Microfusión es una importante innovación para la Agricultura Argentina: “La más importante en nutrición de cultivos en 50 años”.

¿Por qué es tan innovadora la Microfusión? Para explicarlo de forma sencilla, es la fusión de 2 tecnologías que ya teníamos en el Mercado desde el 2015 (MICROMAIZ) una y desde el 2017 N30 (NITROGENO de Liberación Gradual) . Primera tecnología 2015: MICROCANPHOS MAIZ – [10N + 41 P2O5 + 10 SO4 +2 Zn + 2 SHA]. Es un Micro o Nano Fertilizantes, con un diámetro de Granulo de 1 a 1,5 mm, no fitotoxico, significa que puede ser aplicado sobre o debajo de la Semilla, en lo que se conoce como aplicarlo sobre la línea, sin Producir Fitotoxicidad, sin dañar o matar la Semilla. Altamente Eficiente, con un aprovechamiento de los

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Empresas Socias Cultivos Invernales 2021

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Menos de dosis, menos de logística, las fertilizadoras se cargan menos veces. Nutrientes mayor al 90%, no afectándole el PH del Suelo y al estar sobre la línea de Siembra, no pierde Eficiencia en la Germinación, teniendo alrededor de la Semilla en los Micro Granulos, una variedad de Nuetrientes en las dosis Adecuadas, que disminuyen considerablemente el esfuerzo de las Raíces en encontrar los Nutrientes. Para que esto ocurra, además de la NO FITOTOXICIDAD, el P, S, y Zn, están Quelatados ósea protegidos, para que el PH, no los Bloquee en el Suelo y estén disponibles.

Segunda tecnología 2017 – Nitrógeno de Liberación Gradual N 30 – N DE LIBERACIÓN GRADUAL: GRADO N 30 – 2 S – 2,5 Ca: En el 2017, la compañía comenzó a fabricar N 30, que es nitrógeno de liberación lenta: “Es en un granulado convencional de 2 a 4 mm, que consiste en el desarrollo de una arcilla que tienen una alta capacidad de intercambio catiónico, que es cargada con Nitrógeno, Azufre y Calcio”.


“Si bien con estas 2 innovaciones fuimos pioneros en el mercado de Argentina y el Mercosur, el mayor inconveniente era que necesitábamos una sembradora con 2 tachos de fertilización. Uno cargaba Microgranulado Maíz y el otro granulado convencional (N 30), necesitando una mayor graduación de la sembradora”.

Este importante proceso involucró a profesionales de la más diversa especialización. En simultáneo, primero se realizaron ensayos en micro parcelas. Luego, se realizaron ensayos en escala de productor asociado o amigo, que están permanentemente acompañados por ingenieros agrónomos o personal de la fábrica, que interviene de acuerdo a la temática que se trate. Y Posteriormente se realizan ensayos en distintas regiones, realizando ajustes de dosis y couting o aglutinantes que mejoren el escurrimiento, la aplicación y el almacenaje de los fertilizantes.

Vale decir, que los resultados agronómicos han sido altamente satisfactorios para los productores, que básicamente estaban en la búsqueda de mejorar las recetas nutricionales que venían aplicando, buscando no solo mayores rindes, sino también menores costos por hectárea sembrada: “Todos muy satisfechos, pero nos sugerían que lo ideal era que todo fuese Micro”.

Toda esta experiencia, que es el fruto de años de preparación, registros y patentamiento de procesos Industriales y registros de productos en distintos mercados, ha hecho de Recuperar la empresa más completa de la Argentina por ser:

En este sentido, el gran desafío era lograr la no toxicidad en las dosis de N aplicadas sobre la semilla, ya que el N 30 se aplicaba al costado de la semilla.

•• •• •• •• ••

Cabe destacar que las innovaciones no solo llevan años de Investigación, Desarrollo de Procesos

La 1° en granular minerales para el Agro de Córdoba La 1° en Argentina en producir micro fertilizantes La 1° en producir Orgánicos Minerales granulados La 1° en producir Nitrógeno de liberación gradual La 1° fábrica Argentina de Mezclas Químicas Granuladas en 2/4 mm.

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adecuados para el tratamiento de cada elemento, la fabricación del equipamiento adecuado, su simulación de funcionamiento, su construcción, búsqueda de equipamiento disponible en el mercado y consultas a empresas de ingeniería en el exterior.

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1. Provee un suministro estable de nitrógeno en todo el ciclo del Cultivo, implantado al Costado de la línea. 2. Evita o Disminuye considerablemente las Perdidas por Lixiviación y Evaporización. 3. Mejora la Formación Radicular, teniendo Menor Fitotoxicidad que los Nitrogenados Convencionales. 4. Disminuye al 50% las Dosis Convencionales, disminuyendo las cantidades aplicadas y las labores de Implantación. Reduciendo Costes y Tiempo.


NUEVA INNOVACIÓN 2021: MICROFUSION (T Y Mz) GRADO: 23 N – 14 PSO5 – 8 SO4 – 1 Zn – 2 Ca – 2 SHA

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“En el 2021 tenemos la inmensa satisfacción de ser la primera en América Latina y posiblemente en varias partes del mundo, en producir la nano fusión (mezcla química micro granulada), que en dosis de 75 kilogramos por hectárea logra reemplazar 100 kilogramos de mono amónico o mezclas fosforadas china + 100 kilogramos de Urea tradicional”. “Todo en una sola dosis de implantación en un solo cajón fertilizador y en la línea de siembra”, destacan.

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QUE VENTAJAS TRAE ESTA TECNOLOGÍA A LA PRODUCCIÓN 1. Tanto para trigo y maíz, evita la aplicación de la urea anticipada al voleo. 2. Hace posible el uso de las sembradoras tradicionales con un solo cajón sembrador, tanto en su regulación al tratarse de dosis normales, ejemplo 75 kilogramos./Ha. Mayor facilidad de carga y 3 veces menores dosis, que los fertilizantes convencionales. 3. Al no ser fitotoxico se pueden colocar estas dosis en la línea de siembra. 4. Cuenta con las mismas Ventajas del MicroCanphos al generar una nube nutricional, más completa a lo largo del todo el ciclo del cultivo. 5. Esto conlleva mayor desarrollo radicular, en los primeros estadios, lo que le permite soportar mejor el estrés hídrico.


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6. Aporta nutrientes protegidos y quelatados, que aumentan el aprovechamiento o eficiencia de los mismos elementos, en más de un 90%. Con la ventaja que estos procesos, actúan independientemente del PH del suelo, llámese ácidos o alcalinos. 7. Permite al productor, de acuerdo a las precipitaciones durante el ciclo del cultivo, racionalizar o mejorar la decisión de re fertilizar con Nitrógeno en períodos en macollage o V6, ya que aporta Nitrógeno de liberación gradual, buscando un horizonte de mayores rindes. 8. 5 Kgs/Ha a la línea en una única aplicación, contra un mínimo de 200 kilogramos de una doble aplicación, conlleva una Importante reducción de combustible, logística y servicio de fertilización. 9. La eficiencia se logra con la suma de pequeños ahorros y evitar grandes despilfarros de nutrientes, por estar al costado de la línea, el Ph de los suelos y el manejo de la fertilización.

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INTA PERGAMINO- Ing. Ferraris 2021

UNRC – Ing. Gabriel Esposito 2021


“Por todo este importante esfuerzo, estamos agradecidos a todo el personal de Recuperar, con la seguridad de que hacemos un importante aporte a mantener a la Argentina como los precursores en la siembra eficiente, en la preservación del recurso suelo y la salud de los cultivos”

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HABLEMOS DEL FUTURO El Mercado y la Sociedad, está demandando productos cada vez más Eco sustentables y que protejan el Recurso Suelo, son características que las nuevas generaciones están preocupadas. Nuestro enfoque como proveedores

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de Nutrientes está alineada en esos nuevos paradigmas de la Industria, la EFICIENCIA es la palabra que engloba los OBJETIVOS DE CARA AL FUTURO. Desde RECUPERAR srl, estamos trabajando en nuevos desarrollos, que pensamos que van a ayudar, en Estos Objetivos. Ya con la Micro o Nano Fertilización, Incrementamos de 3 a 4 veces la Eficiencia de algunos Nutrientes, tales como el N, P, Zn, S, que va absorber el Cultivo, con una aplicación Ultra Localizada, que dio lugar al concepto de NUBE NUTRICIONAL, en el Arranque de los Cultivos.


A modo de anticipo, el Ensayo en Maíz, en Río Cuarto, que estaremos visitando con nuestra Red de Distribuidores, en la Jornada Demostrativa el próximo 26/03/2021, los Ensayos del 2021 CON MICROFUSION. En el tratamiento 4, ya se está probando el aporte del Foliar al Suelo, para Incrementar la Potencialidad de la NUBE NUTRICIONAL, en donde podemos ver el Incremento de la Maza Aérea de las Plantas y de la Maza en las Raíces.

AVANCE DEL ENSAYO EN MAÍZ RÍO IV (AIASC) Asoc. Ing. Agr. Sur de Córdoba

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Con el Objeto de mejorar el ambiente de esa NUBE NUTRICIONAL, es que estamos trabajando en un aporte FOLIAR AL SUELO, también ULTRA LOCALIZADO, que mejore considerablemente dicho ambiente y que con la Rotación Permanente, en pocos años, vamos a ir Mejorando toda la Superficie de los Lotes. En el 2023, lanzaremos al Mercado, lo que estamos ensayando y en etapa de desarrollo a escala Industrial, para cumplir eficientemente con una AGRICULTURA ECO SUSTENTABLE, sin perder de vista la Mayor Productividad que es necesaria, para abastecer la creciente demanda de alimentos, sin tener que incorporar o deteriorar más recurso SUELO.

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Planta Margen izquierdo: Testigo 4: ensayo de Desarrollos Fututos Planta margen derecho, tratamiento tradicional 200 Kgs


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152 CONSULTAS •• Comerciales: ventas1@recuperarsrl.com.ar •• Técnicas: ingenieria@recuperarsrl.com.ar •• WhatsApp: +5493416940666


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