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Manejo Integrado de Plagas
Por un manejo integrado de plagas
El Ing. Agr. Dirceu Gassen, Investigador en Manejo Integrado de Plagas y asesor de COOPLANTIO-Brasil, se centró en la noción de adoptar manejos “preventivos” para mantener las plagas a raya.
Para Gassen, la solución del MIP pasa por mezclar aspectos de manejo de producción (siembra, fertilización, etc.) y plagas (insectos, enfermedades y malezas), realizar siembra directa, rotación de cultivos y cobertura permanente del suelo también juega a favor. “Pequeños detalles en la suma de procesos hacen la diferencia”, reflexionó.
El especialista explicó que para tomar decisiones acertadas de control, “en base a números”, es fundamental realizar monitoreo y generar datos con “Plagueros” calificados, que conozcan las especies y el daño que ocasionan. Por otro lado, señaló que la definición de nivel de daño tiene que estar asociado al concepto de máxima producción, la lógica de máxima producción no significa gastar más plata sino conocer más para hacer mejor las cosas “La rentabilidad mantiene directa relación con el conocimiento aplicado” sostuvo.
Según Gassen, los agrónomos no podemos decir que el uso de fungicidas, insecticidas y herbicidas aumentan el rendimiento de un cultivo, sino que éstos son sólo factores de protección. Para el manejo de las plagas, el ingeniero remarcó “Como agricultores y técnicos tenemos que pensar como planta, luego como insecto y después pensar cómo controlar una población de insectos en un contexto de alto rendimiento” y agregó “Es necesario conocer la lógica de máxima producción de la planta y la biología de insectos para tomar decisiones racionales de control”.
Para el caso de maíz, el Ingeniero indicó que es un cultivo de baja población (7 pl/m2), con lo cual es indispensable implantar semillas de muy buena calidad y usar curasemillas para brindar protección contra insectos y evitar pérdida de plantas y consecuente reducción de rendimiento. Respecto a la elección de curasemillas, Gassen formuló 3 preguntas: ¿cuál es el insecto a controlar?, ¿cuál es el insecticida a usar?, y ¿cuál es la dosis para esa especie? Y advirtió que, para el caso de las semillas que ya vienen curadas, hay que identificar el producto que contiene para garantizar la protección del cultivo.
En busca de alto rinde, el técnico de COOPLANTIO recomendó tener buena cobertura de rastrojos para construir fertilidad física y biológica. La intercepción solar también es clave para una máxima producción. En ese senti-
Es necesario conocer la lógica de máxima producción de la planta y la biología de insectos para tomar decisiones racionales de control. Dirceu Gassen
do, explicó que las 5 hojas centrales de maíz, ubicadas en la zona de la espiga, representan el 50% del área foliar entre R1 y R5 y participan principalmente en el llenado de granos. Por lo tanto, hay que extremar las medidas de protección en la fase inicial y en el momento de llenado. “Se comienza con un potencial de 18/15 Ton. y el resultado final dependerá de lo que hagamos. La diferencia entre una finca de altos rendimientos y otra de bajos rendimientos es el alambrado, el conocimiento aplicado por hectárea hace la diferencia”, disparó. Para el caso de soja, hay que mantener las hojas verdes y activas hasta R6, eso garantiza mayor peso de granos. Una defoliación por plagas o enfermedades durante el llenado reduce el peso y el tamaño de grano y también los valores de proteína.
Luego de entender la lógica de la planta, Gassen dijo hay que comprender la biología del insecto, de dónde vienen y como se desarrollan. Las plagas en un lote pueden venir de afuera (áfidos, chinches, orugas, etc.), otras pueden ser residentes del suelo (grillos, babosas, gusanos blancos, etc.) o venir del cultivo anterior. Para reducir la población de insectos es fundamental tener cobertura en superficie y rotar los cultivos para cambiar drásticamente el ambiente.
Haciendo foco en las plagas de maíz, el disertante comentó que Diabrotica es una preocupación muy importante en Río Grande do Sul, los adultos completan el ciclo en la fase reproductiva de los cereales de invierno y migran para desovar en maíz. Otra plaga que está incrementando el nivel de daño en Brasil, posiblemente por la supresión de algún enemigo natural, es la Chinche de los cuernos (Dichelops furcatus). Proveniente del cultivo anterior (soja), Dichelops afecta las raíces adventicias de maíz; para su control Gassen recomendó aplicar insecticidas antes de germinación. El Ingeniero advirtió que cada vez más son los productores que se vuelcan al maíz BT, e hizo un llamado de atención porque nadie hace refugios.
Respecto a soja, el disertante aseveró que en Brasil tienen problemas severos por chinche, los daños más significativos son a partir de R3. Dan como resultado granos más chicos, también se le asocia la retención foliar y el efecto de “soja loca” (la planta se mantiene verde y no madura), éstos últimos no son daños directos, sino que se dan por un desbalance entre fuente y destino.
“Una chinche consume 1 grano por día, considerando que en soja tenemos 20 pl/m2, perdemos en 35 días 66 granos/m2, lo que representa una pérdida de 50 kg/ha. El desembolso para controlar chinche, entre producto y aplicación, ronda los 30 kg de soja. Por lo tanto, el nivel de daño surge de la diferencia entre el precio de la soja y el control”. “El control hay que realizarlo en el momento oportuno y no cuando el daño ya está hecho, porque si no estamos matando por revancha”
El brasilero advirtió que las mezclas de piretroides y neonicotinoides, para sustituir fosforados, no ofrecen un control seguro y eficiente. En ese sentido el especialista recomendó usar dosis que realmente causan efecto, para no volver con el problema una semana después “caro es un producto barato que no funciona”, disparó. Otra preocupación que tienen en el estado de Paraná (Brasil) es la resistencia de la población de chinche Euschistus heros a los insecticidas endosulfán (8.7 veces la dosis usada), metamidofós y monocrotofós.
Respecto a las isocas, Helicoverpa sp es de difícil control. La bolillera consume hojas, brotes, chauchas y granos, causando pérdidas de 15 kg/ha aproximadamente. Lo recomendable es combinar el nivel de daño chinche con el de isoca.
Otro problema creciente en soja son los ácaros y trips. “En una hoja se pueden encontrar cerca de 100 ácaros, lo que equivale a 20000 ácaros en 20 pl/m2. Un control del 90% deja 2000 ácaros”. El uso creciente de mezclas de insecticidas, dosis más altas y fungicidas, está eliminando enemigos naturales que son factores de supresión biológica. “Los fungicidas afectan a hongos que parasitan y controlan isocas”, ejemplificó.
Finalmente, sobre soja BT, Gassen dijo que controla bien Anticarsia, pero sólo es eficiente en larvas chicas. También provoca supresión biológica sobre chinches, Helicoverpa y Spodoptera. Por último aclaró “Supresión es una cosa y control es otra”.