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Girasol
Girasol tiene todo para crecer
El contexto internacional y la potencialidad del cultivo dan un marco favorable
Según aseveró el Ing. Agr. Luis Arias, presidente de ASAGIR, a partir del año 2000 la superficie de girasol comenzó a caer, achicándose a la mitad. No obstante, los miembros de ASAGIR siguen apostando al cultivo, y en esa línea aseveró: “El girasol brinda estabilidad de rendimientos, tiene un mejor comportamiento en años secos y en zonas de menores precipitaciones. Pero también responde bien a las buenas condiciones climáticas y a ambientes de mejor calidad. El rendimiento promedio está estancado, pero en las últimas 3 campañas alcanzó a 20 qq/ha, fruto, no sólo por las condiciones climáticas favorables, sino por la adopción del paquete tecnológico, híbridos y control de malezas”.
Entre los puntos claves que lleva adelante ASAGIR, el presidente de la asociación mencionó que están abocados en los siguientes temas: reducir el daño de aves, trabajar en los problemas de calidad de aceite en la exportación impulsando buenas prácticas, aumentar los rendimientos con las tecnologías disponibles, disminución gradual de las retenciones, entre otros.
Por su parte, el Ing. Agr. Carlos Feoli, coordinador técnico de ASAGIR, se refirió al Proyecto Brecha. Feoli explicó que la primera etapa del estudio cuantificó la variación inter zonal e interanual de rendimiento: la información revela que el rendimiento promedio de los últimos 10 años es de 1800 kg/ha, y los cultivos conducidos sin estrés biótico y abiótico alcanzan los 5000-6000 kg/ha.
Respecto a la segunda etapa del proyecto, el ingeniero dijo “comenzamos en 2009, el objetivo es identificar las variables que impactan en el rendimiento de girasol”. En ese sentido, aseveró que el rendimiento incrementa a medida que la radiación absorbida es mayor, y ejemplificó “Estudios realizados en La Pampa indican que se pierden 20 kg de rendimiento por atrasar 1 día la fecha de siembra”.
Dando vuelta la página, el Lic. Jorge Ingaramo (asesor económico de ASAGIR) habló del negocio del girasol.
En primer lugar, Ingaramo destacó que el mercado mundial es cada vez más abierto y dinámico, en 10 años creció un 78%. “Argentina fue líder en el mercado mundial de girasol, pero lo supimos perder. La aparición de los nuevos graneros del mundo, como la ex Unión Soviética, nos han quitado la posición de liderazgo”. El licenciado en economía advirtió que hoy los productores girasoleros no disponen de un precio de referencia, tal como ocurre en soja. Además agregó que el valor internacional de aceite es netamente una cuestión política. La Unión Europea estableció una pauta de usar 10,5% de combustible limpio en su matriz energética para 2020. La utilización de aceite de canola para biocombustibles representa el 42% de la producción mundial de aceite de girasol, con un impacto muy importante en el precio.
Aspectos de la nutrición de girasol “Uno de los aspectos de manejo para achicar la brecha entre rendimiento real y potencial de girasol es sin dudas la nutrición. Con este aliado será posible sostener un rendimiento promedio de 22 qq/ha a nivel país”, disparó el Ing. Agr. Martín Días Zorita (Investigador del CONICET, Director de IyD en Novozymes). Seguidamente indicó que la interacción genotipo ambiente explica el 66% del resultado, por lo tanto resulta clave elegir el lote, la genética, la estructura de siembra, manejo del barbecho. El 44% restante depende de cómo cuidemos el cultivo, allí entra la nutrición, la protección contra insectos, malezas y enfermedades.
“La nutrición es el arte de manejar la oferta de nutrientes y de evitar que los mismos sean insuficientes”, anunció Díaz Zorita. En ese sentido distinguió 2 etapas importantes. En primer lugar dijo que es necesario derribar el mito que girasol no responde a la fertilización y aseveró “girasol necesita nutrientes, no significa que hay que fertilizar”. En segundo lugar, remarcó la importancia de hacer diagnósticos
Cuando Argentina llegue a las 5 Ton. de girasol, ese día vamos a tener una buena posición en el mercado a término y la pizarra pasará a mejor vida. Jorge Ingaramo
“No es sólo fertilizar, sino conocer cuándo, dónde, con qué y por qué”. Según el ingeniero, si se cumplen esos puntos, el tercer escalón de mejora consiste en identificar zonas dentro del lote “algunos la llaman agricultura de precisión, yo la llamo agricultura inteligente, debemos saber que hay variabilidad en el ambiente a partir de herramientas y ser precisos en la fertilización”.
En cuanto a fósforo, elemento insuficiente en la región pampeana, el cultivo requiere 5kg/Tn de grano. Díaz Zorita recomendó ubicar el fertilizante fuera de la línea de siembra para evitar pérdidas en implantación por fitotoxicidad amoniacal. También sugirió no sembrar/fertilizar cuando el suelo esté seco.
Pasando a nitrógeno, el requerimiento es de 41 kg/Tn de grano. Este elemento hace que las hojas crezcan en tamaño, permitiendo una mayor eficiencia en el uso de la radiación, y se pude aplicar desde la siembra hasta 6 hojas. Para determinar la necesidad de fertilizar y la dosis, es fundamental realizar análisis de suelo y evaluar nitratos en pecíolos. El manejo de la fertilización representa entre el 25% y el 10% del rendimiento en girasol. Martín Días Zorita
Maní en la mira
¿Sembramos Garbanzo?
La evolución del área sembrada de oleaginosas se ha disparado en los últimos años y el maní no es la excepción. Según anunció el Ing. Agr. Gabriel Garnero (asesor fitosanitaro y pionero de siembra directa y socio de Aapresid), La Pampa pasó de 5000 has en 2006/07 a 50000 has en 2012/13, esto indica un crecimiento sostenido del cultivo y afirma que el maní se afincó en la provincia. La característica de suelos lábiles, hacen de La Pampa una zona apta para ésta leguminosa.
Seguidamente advirtió que la erosión eólica es gran problema que enfrenta la provincia, ligado fundamentalmente a la textura (el 70-85% es arena). “Se nos está yendo lo mejor de los campos”, disparó. En el plano de las soluciones, el Ingeniero dijo que la prohibición del maní no es una opción, y a continuación mencionó algunas estrategias de producción tendientes a minimizar la pérdida de suelos por erosión eólica. En esa línea sugirió implantar un cultivo protector (trigo o un verdeo), incluir maíz o sorgo en la rotación de cultivos, realizar cultivos en franjas (7 m a 10 m según la textura) y sembrar, tanto maní como otros cultivos, en dirección este-oeste para evitar el efecto de los vientos predominantes.
La prohibición del maní no es una opción para reducir la erosión eólica, sí hay que adoptar estrategias de producción tendientes a minimizar la pérdida de suelos. Gabriel Garnero
Garbanzo es otra alternativa a los tradicionales cultivos de invierno, ofrece una ventaja financiera en diciembre, aporta nitrógeno y permite un buen almacenamiento de agua. Mauro Rosso Implantar cultivos de cobertura es una alternativa para “frenar” la pérdida de suelo, pero en muchos años no es viable por el déficit hídrico entre los meses de mayo y agosto. Frente a esta realidad, Garnero propuso la técnica “Doble knock out obligado”. Esta estrategia la vienen evaluando hace algunos años con buenos resultados. Consiste en dejar crecer las malezas para generar biomasa, en una primera fase aplicar dosis importantes de glifosato premium y 2,4 D, y en la segunda etapa usar pre-emergentes e insecticidas. Lo ideal es que el barbecho no sea prolongado, el 10 o 15 de noviembre conviene quemar para sembrar recién a mediados-fines de diciembre.
¿Cuál es el tiempo prudencial entre la siembra de maní y el siguiente? Fue una pregunta que surgió entre el público asistente al taller. El socio de Aapresid dijo que después de 4 a 5 años se pueden restablecer algunas propiedades del suelo, dependiendo de la intensidad y los cultivos que componen la rotación.
“La respuesta es sí”, aseguró el Ing. Agr. Mauro Rosso (responsable de garbanzo en CONO S.A). Rosso explicó que el garbanzo es otra alternativa a los tradicionales cultivos de invierno, ofrece una ventaja financiera en diciembre, aporta nitrógeno (N) por hectárea por ser una leguminosa, permite un buen almacenamiento de agua respecto a otros cultivos invernales, es un buen antecesor de maíz de primera y sobre todo de segunda, por la cantidad de N disponible.
Respecto a los cultivos anteriores a garbanzo, el ingeniero indicó que éstos deben desocupar temprano el lote para asegurar la disponibilidad de agua, hay que almacenar 200 mm a los 2 m de profundidad, “la eficiencia es de 5 a 8 kg/ha por mm de agua”, aseguró.
En cuanto a la fecha de siembra, el técnico dijo que la misma se extiende desde fines de abril a principios de julio y el momento oportuno depende de la latitud, en el norte se implanta más temprano y en el sur más tarde. El rango de densidad óptima va de 250000 a 350000 plantas a cosecha, con un distanciamiento de 35 a 52 cm entre surcos, achicando el entresurco si se atrasa la fecha de siembra. Las variedades que más se utilizan en Argentina son Chañarito y Norteño, y en los últimos años se está trabajando en mejoramiento para atender los problemas de sanidad y calidad.
Rosso subrayó la importancia de realizar tratamiento de semillas con fungicidas e inocular con productos probados y de marcas reconocidas. Una buena inoculación mejora la nutrición nitrogenada y, por otro lado, las plantas resisten mejor a las heladas.
Luego anunció que las plagas son similares a las de soja, bolillera consume frutos, chinche afecta el vigor de la semilla, bicho bolita y caracoles afectan la calidad del poroto.
En cuanto a las enfermedades, el disertante advirtió que la Rabia del garbanzo (Ascochyta rabiei) es la que más preocupa actualmente. Para su manejo, recomendó rotar cultivos (sembrar 1 año sí y 2 no), sembrar semilla sana y bien curada, evitar lotes de bajo potencial. Combinar fungicidas de distintas familias (ej: estrobirulinas y triazoles), utilizar fosfitos y productos a base de cobre.
La cosecha es clave para alcanzar óptimos resultados. Primeramente hay que secar el cultivo para dejarlo uniforme y no se afecte la calidad del grano, el momento oportuno para hacerlo es cuando el lote tiene un 10 o 15% de verde. Para interrumpir el crecimiento, se utilizan herbicidas como Paraquat (2 lt/ha) o Glifosato (4 lt/ha). Por último, Rosso recomendó cosechadoras axiales para reducir pérdidas y calidad de grano.
Colza y su correcto manejo
El Ing. Agr. Miguel Redolatti, asesor CREA zona Mar y Sierras, habló de su experiencia con el cultivo en el sudeste bonaerense. En primer lugar, destacó que el crecimiento del área sembrada de ésta oleaginosa de invierno se debe fundamentalmente a las retenciones diferenciales, a la adaptación al doble cultivo (permite sembrar la soja de 2a 20 días antes respecto al trigo, esto es vital en la zona por las heladas tempranas) y a la disponibilidad de cultivares, producto de los trabajos de mejoramiento e introducción de materiales. En contra punto, dijo que la cadena comercial (recibo de mercadería con humedad) y la fijación anticipada de precios (mercado chico) son los mayores problemas que enfrenta el cultivo. Enfocándose en el manejo, Redolatti explicó que colza necesita mucha planificación. Requiere lotes libres de herbicidas residuales y limpios de malezas (fundamentalmente de crucíferas), con buen drenaje y sin encharcamientos, lotes altos para atenuar el problema de heladas o bajas temperaturas. También recomendó elegir campos en los cuales no se haya sembrado colza en los 3 últimos años, para reducir la incidencia de enfermedades.
En cuanto a la siembra, el ingeniero dijo que la temperatura óptima es 10°C, por debajo de 5°C se detiene el crecimiento. A medida que se atrasa la fecha de implantación se requieren más días para alcanzar las 8 hojas (estadio de máxima resistencia a heladas), por otro lado se pierde rendimiento y se posterga la cosecha, reduciendo la ventana de siembra de soja de 2a. Dado que se trata de una semilla pequeña, hay que colocarla a 2 o