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Aplicaciones Con Gran Volumen de Agua, ¿Son Necesarias?

por Alan McCracken

En las mentes de muchos expertos técnicos hay confusión respecto a la necesidad de utilizar grandes volúmenes de agua para obtener una buena cobertura, mientras que muchos aún creen que esta es la única manera. En mi opinión, varias etiquetas suelen ser confusas al indicar volúmenes altos que pueden llevar a escorrentías o la contaminación del suelo. Me gustaría causar un pensamiento más abierto que conduzca a nuevas ideas para el futuro. Este artículo ha sido escrito para aclarar que los volúmenes bajos sí funcionan, aunque no sea la solución para todas las situaciones.

Concuerdo en que las gotas pequeñas están más sujetas a la pérdida de evaporación o que pueden ser llevadas en ascenso por el aumento de la temperatura causadas por la deriva. Por esta razón, todas las aplicaciones con bajo volumen deben contener aceites o adyuvantes para obtener resultados constantes. Para que la pulverización con bajo volumen sea exitosa, las personas involucradas deben contar con un elevado nivel de conocimientos técnicos para que sea preciso el ajuste y calibrado del equipo.

Años de pruebas y experiencia en millones de hectáreas han demostrado que es necesario agregar siempre aceite y/o adyuvantes en la solución de la pulverización para obtener buenos resultados, en especial en condiciones de altas temperaturas y baja humedad relativa. Existen numerosos tipos de adyuvantes de aceite en el mercado con etiquetas que aseguran mejorar el rendimiento y controlar la evaporación al utilizar dosis bajas. Por desgracia, ninguno de estos productos con baja dosificación controla la evaporación en las velocidades indicadas. La mejor opción es la combinación de aceite vegetal con adyuvantes para producir una doble función. El aceite ofrece protección contra la evaporación y el adyuvante reduce la tensión superficial y produce gotas más uniformes para aumentar la cobertura.

En muchas áreas, los productores que utilizan aplicaciones con volúmenes altos distribuyen el trigo con un importante nivel de Fusarium. En Dakota del Norte y Canadá, aquellos que utilizan pulverización con volumen bajo distribuyen el trigo prácticamente sin Fusarium y, por lo tanto, reciben un precio superior por el producto. A veces, es necesario volar a una altura de 40-50 pies al aplicar fungicidas, ya que se vuelve difícil debido a los árboles y otros obstáculos presentes. Sin embargo, no presenta problemas si se realiza con un bajo volumen utilizando aceite para controlar la evaporación. Si se utilizan volúmenes altos de agua, una gran cantidad del producto no alcanzará al cultivo debido a la evaporación.

Durante varios años, muchos productores en Brasil han estado controlando el psílido que transmite el HLB (Huanglongbing) al fumigar con ULV. Fue una salvación para la industria de los cítricos cuando los volúmenes de pulverización se redujeron a 5 l/ha y, luego, a 3 l/ha para su control. Sin embargo, los productores norteamericanos lo controlan con indicaciones de las etiquetas con 10-15 galones por acre que han demostrado ser ineficaces.

Espárragos en México con un excelente control al reducir las aplicaciones de 100 l/ ha a 2 l/ha, aún con 35-45° C y humedad relativade 15-25%.

Entonces, la pregunta merece una respuesta. ¿Por qué el gobierno de Estados Unidos financió en el pasado una importante campaña de fumigación aérea para eliminar el gorgojo de la cápsula mediante aplicaciones con ULV, si los altos volúmenes de agua eran mejores? Actualmente hay un brote de langostas en África, Argentina y Pakistán. Sugiero que los expertos en volúmenes altos se dirijan hacia allí y traten de ahogar a las langostas con agua.

En Estados Unidos, hay más de 300 aviones y helicópteros cada año realizando aplicaciones ULV contra el mosquito. Los volúmenes normales de aplicación utilizados son 150-200 ml/ha. Los métodos ULV se han utilizado con éxito para controlar las plagas mencionadas durante más de ¡50 años!

Un productor ubicado en una región desértica y calurosa de México tenía muy poco control de las cigarras al utilizar volúmenes altos de agua en 100 l/ha para tratar espárragos. Solicitó mi ayuda para tener un mejor control. Al llegar al lugar, noté de inmediato las altas temperaturas de 35-45° C combinadas con baja humedad del 15-25%. Aconsejé a mi cliente que la única forma de controlar la plaga era utilizar la técnica de ULV con aceite. Luego de las modificaciones en la aeronave y una calibración cuidadosa, se aplicó el volumen total de la mezcla de 2 l/ha con 1 litro del insecticida más 1 l/ha de aceite. Se obtuvieron excelentes resultados con la muerte inmediata de las plagas. Ha continuado con esta técnica por varios años y sigue obteniendo un excelente control.

Las aplicaciones forestales de BT DIPEL se aplican utilizando ULV desde principios de los 90. Por lo general, se aplican dosis concentradas de 40-90 BIU/ha o 16-36 BIU/ ha (mil millones de unidades internacionales) en volúmenes de 1.8 a 4.7 l/ha. El uso de BT concentrado proporciona una cobertura foliar adecuada e incrementa la producción de la aeronave. No es necesario ningún portador de agua, lo que demuestra el increíble uso de las aplicaciones de volumen bajo para una mejor cobertura. (Fuente: https://www.fs.fed.us/ foresthealth/technology/pdfs/btmanage.pdf)

Para mí resulta obvio que el control de la deriva ocupa el primer lugar en las técnicas de algunas personas que, obviamente, han perdido el enfoque del objetivo principal: el control de plagas y enfermedades. Prácticamente, los problemas de deriva ocurren no por las altas velocidades del viento, sino por los problemas de inversión y evaporación con las térmicas. De seguro es momento para cuestionar por qué las etiquetas no se actualizan y reflejan las ventajas de utilizar LV y ULV. Incluso, la etiqueta de un herbicida de una empresa multinacional indica una limitación de la velocidad del viento máxima de 3 MPH que, en mi opinión, es la fórmula para el desastre. Fomenta las aplicaciones aun cuando hay mayores riesgos de inversión.

Otro claro ejemplo del éxito de la aplicación con volumen bajo ocurre en la soja, en Brasil. A principios de 1970, sólo había unos pocos miles de acres de producción. En la cosecha de 2018/19, Brasil ocupó el primer lugar como productor de soja con una plantación de 92 millones de acres, superando a Estados Unidos y, además, con un rendimiento mayor. Se espera que la exportación de soja en Brasil supere los 75 millones de toneladas en 2019/20. Este crecimiento es aún más increíble dado que la presión de las enfermedades y plagas es mucho mayor en Brasil que en Estados Unidos, donde la mayoría de las aplicaciones químicas se realiza con volúmenes bajos de 5 l/ha. Por suerte, los productores en Brasil pueden utilizar los mejores métodos disponibles y agregar aceites y adyuvantes para controlar la evaporación. Gran cantidad de productores están utilizando pulverizadores giratorios, de los que hay al menos 6 tipos diferentes en el mercado brasileño.

En enero y febrero de este año, trabajé con varios agricultores en Brasil que rara vez, o nunca, utilizaron el pulverizador terrestre. Aplicaban el 90-100% de los fungicidas e insecticidas por aire, mediante volúmenes de pulverización de 2-10 l/ha.

Muchos “expertos” insisten en que el operador debe seguir las indicaciones de la etiqueta bajo la premisa de que, si el producto no funcionó porque no siguió la etiqueta, la compañía química no asumirá la responsabilidad. Además, es ilegal aplicar fuera de la etiqueta. Esto es verdad. Sin embargo, el problema del control de la roya asiática es un buen ejemplo. Durante el brote de esta enfermedad, los expertos sugirieron seguir las etiquetas y utilizar volúmenes altos de agua en 30-50 l/ha para una mejor cobertura. Esto no es cierto, ya que el único método que controla de manera eficaz esta enfermedad es el uso de gotas pequeñas y volúmenes bajos de 5-10 l/ha, agregando aceite para controlar la evaporación.

Otro claro ejemplo de los beneficios de utilizar LV o ULV es en el control de ácaros. Muchas etiquetas indican volúmenes altos de 50-80 l/ha y, sin embargo, el método más efectivo comprobado es con volúmenes bajos de 3-8 l/ ha con aceites de cultivo. Estuve trabajando con volúmenes bajos en todo el mundo y sigo absolutamente convencido de que es el único método fiable para el control de plagas y enfermedades en condiciones adversas.

No estoy proponiendo que las aplicaciones se realicen fuera de lo que indican las etiquetas. En cambio, estoy señalando que las aplicaciones con LV y ULV funcionan sin riesgos de deriva que las aplicaciones de alto volumen tienen si se hacen correctamente. Dicho esto, sería prudente para las compañías químicas que proporcionen a la industria de aplicaciones aéreas las etiquetas de aplicación con LV y ULV. Como nota humorística, gran cantidad de aplicadores y clientes que trabajan conmigo en Argentina y promueven volúmenes bajos a menudo se denominan como “marcianos” con ideas comprobadas que son polos opuestos con otros llamados “dinosaurios”. Ya todos sabemos qué les pasó.

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