Preguntas existenciales
¿CUÁL ES MI DESTINO? Muchos creen que el horóscopo marca nuestro futuro. Otros sostienen que, no importa lo que hagamos, nuestro final ya está determinado. ¿Cuál es la verdad?
E
s muy popular pensar que hay un destino para todos. Lo vemos en las películas de Hollywood, lo escuchamos en cientos de canciones y lo leemos como trama detrás de libros y de telenovelas. Hay una obsesión por conocer nuestro destino, y para eso la gente recurre al tarot, la consulta del horóscopo y a cuanto nuevo método aparezca. Pero ¿qué hay detrás de todo esto? Hay muchos cristianos sinceros que creen en la predestinación. No, no es simplemente el título de alguna película o la subtrama de un libro de ciencia ficción. El concepto de que las cosas ya están determinadas desde el mismo principio podemos verlo presente en muchas culturas, leyendas antiguas y religiones. ¿Dice algo la Biblia al respecto? ¡Sí! Veamos... Una lectura superficial de ciertos pasajes de las Sagradas Escrituras nos puede llevar a creer que Dios determina el resultado eterno de cada persona desde antes de nacer. Así, Dios no predice, sino que determina lo que harán y serán, si se salvarán o se perderán. ¿Cómo encuadrar esto con el concepto de un Dios de amor? ¿Qué lo llevaría a querer decidir que determinadas personas se pierdan y otras se salven? Si analizamos las referencias bíblicas a la predestinación, siempre tienen como objetivo nuestra salvación (Efe. 1:11;
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