Remedios naturales
DOS SOLUCIONES IDEALES Terminamos esta sección con dos factores gratuitos que le darán a tu vida un salto de calidad: la templanza y la confianza en Dios.
E
stá considerado como uno de los mayores equilibristas del mundo. Sus acciones avalan semejante título. Se trata del francés Philippe Petit, quien el 7 de agosto de 1974 caminó sin ninguna medida de seguridad o resguardo sobre un alambre tendido entre las Torres Gemelas del World Trade Center, en Nueva York. Durante 45 minutos se paseó ocho veces entre las dos torres (incluso llegó hasta acostarse sobre el alambre) a 409 metros de altura. Si él perdía el equilibro, era hombre muerto. En tu vida pasa lo mismo. No puedes perder el equilibrio. Sí, a veces las situaciones son complicadas y tienes que hacer malabares para poder solucionarlas. Es más fácil ceder,
tambalear y caer que mantenerse en equilibrio. Philippe lo sabía muy bien.
UNA VIDA EQUILIBRADA Aquí entra en juego el séptimo remedio natural: la temperancia. ¿Qué significa esta palabra? Muy simple: es la abstinencia total de todo lo malo y 38
el uso moderado de las cosas buenas. Por eso, este equilibrio debe darse en las áreas física, mental y social. Por ejemplo, es bueno estudiar. ¡Y debes hacerlo! Pero ser temperante implica que no puedes pasar todo el día estudiando. Debes tener momentos de recreación. Por otro lado, tampoco puedes estar 16 horas jugando ni haciendo deportes, así como no es sano que estés todo el tiempo conversando con tus amigos sin prestar atención a tu trabajo. Así mismo, tomar un poco de sol es algo positivo. La luz solar le brinda a tu organismo vitamina D. No obstante, tú bien sabes que sería poco sensato estar ocho horas tomando sol. Esto no solo te desequilibraría en tus horarios,
sino también sería contraproducente para tu piel. Ten en cuenta que la vida no solo es estudiar y trabajar. También necesitas descansar. No sacrifiques tus ocho horas de sueño diarias en pos de otras actividades, por más buenas que