Revista Equilibrio

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Equilibrio En primera persona

Matías Laurel:

«Ya no podía hacer lo que más me gustaba»

Análisis a fondo No es como en las pelis

Desde ALUBA

Concientizar para prevenir - A su lado en cada lucha Diciembre 2017 Nro 1 $150


NO VI

EM BR

E

Equilibrio Editoras responsables Maria de los Angeles Cislaghi Camila Gomez Teléfono (0343) 4221264 Correo electrónico equilibrio@diariouno.com

6 Estilo de vida

Vencer

Desmitificate - ¿Somos lo que comemos?

10 Análisis a fondo

No es como en las pelis

16 Comprender

Yo, ellos y nosotros Tips para sentirte mejor

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Jaque a princesas Octubre, 2016 - Martes 26

18 Desde ALUBA

Concientizar para prevenir - A su lado en cada lucha

4 Información útil Qué y por qué

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▶En primera persona

Matías Laurel:«Ya no podía hacer lo que más me gustaba»

el espejo

La chica alta, rubia y de ojos claros, el pibe lindo, con abdominales marcados y la sonrisa perfecta son representaciones sociales de lo que un joven debe ser estéticamente para ser exitoso. Pero no son reales. Son muñecos de plástico. Estos estereotipos son productos de la sociedad de consumo e imponen en nuestras mentes ideas de perfección y éxito asociadas a la delgadez. El reflejo que nos devuelve el espejo puede ser distinto al que le damos. El modo en que percibimos nuestro cuerpo y la relación que establecemos con él están condicionados por la realidad que nos rodea. La Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA) señala que los adolescentes sufren más trastornos en la alimentación. Según sus datos, son más mujeres que varones. Además, niños y adultos también son tratados. Desde Equilibrio queremos romper con esos estereotipos porque son los que instalan el germen de la disconformidad, el desprecio y la frustración con nuestro propio cuerpo. Muchas veces esto altera el comportamiento hasta convertirse en un trastorno alimenticio. Nuestro objetivo es informar, dar lugar a la reflexión, cuestionar el rol de los medios, de la familia y de las instituciones educativas. Nos dirigimos a todas aquellas personas que hayan sufrido ver su reflejo por sentir que socialmente están mal, para mostrarles que a ese desprecio se lo impusieron. Creemos necesario que puedan transmitir información para ayudar a su amigo, hermano o compañero y advertir a un adulto cercano si ven que está atravesando esta situación. En la primera edición de la revista conoceremos la historia de Matías Laurel, un joven oriundo de Concordia que tras diez meses de tratamiento psicológico y nutricional logró vencer la obesidad y sentirse saludable. Además habrá una reflexión sobre la construcción de identidad, un análisis del detrás de escena de la taquillera película Abzurdah, consejos para sentirnos mejor y mucho más. Agradecemos al equipo de psicólogos y nutricionistas por colaborar y la confianza que nos brindan pacientes recuperados y sus familias.

Página web www.fundacioncentro.com.ar Jefa de redacción Camila Gomez Arte y diseño María de los Ángeles Cislaghi Impresión y distribución Diario UNO S.A.

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Información útil

Qué y por qué Por Camila Gomez

La bulimia y la anorexia son los desórdenes más comunes de la conducta en el acto de comer y causan el 15% de las muertes de adolescentes a nivel mundial. Si conocemos más sobre estas patologías podremos prevenirlas y tratarlas a tiempo. Para ello, consultamos al equipo de ALUBA.

¿Qué argumentos usan para justificarse? «Estoy sano»: dado que la «Soy grande para que me controlen»: en nombre de la libertad y la independencia, se prohíbe la interferencia de quien quiera ayudar.

¿Cuáles son los síntomas?

Miedo a engordar y preocupación constante por la comida

Temor a verse obligado a comer en restaurantes, fiestas y reuniones. Esconder el cuerpo mediante el uso de ropa holgada. Negarse a usar de traje de baño.

pacientes bulímicos suelen ser muy desordenados en su espacio, pueden esconder restos de comida, envoltorios de golosinas, entre otros.

«La comida me cae mal» o «Es-

nada la imagen de su cuerpo,

toy constipado»: cada organismo

recurre a esta negativa.

funciona de manera distinta, pero no hay que automedicarse ni ingerir

puede que acceda a comer frente

«No tengo tiempo» o «Ya comí»:

a reiterados pedidos, pero luego

las ocupaciones de la vida diaria no

lo compensa con vómitos, actividad física o ayuno.

deberían ser excusa para no hacer las ingestas de manera adecuada.

es una conducta restrictiva, una excusa para no comer determi-

Conductas purgativas

porciones insuficientes.

si está demasiado bajo de peso,

«Soy vegetariano/vegano»:

En esta vorágine, muchos pacientes dicen haber comido en otro lugar para evitar hacerlo.

nados alimentos.

Visitas al baño después de comer. Vómitos. Uso de laxantes y medicamentos adelgazantes. Hiperactividad y exceso de actividad física. Conducta adictiva en el uso de edulcorantes.

Conducta alimentaria restrictiva, baja ingesta de alimentos o severas dietas. Rituales: contar calorías, cortar pequeñísimas porciones, preparar alimentos para otros y rehusarse a comer.

la enfermedad y tiene distorsio-

«Quiero engordar, pero…»:

«No entren a mi habitación»: los

Aislamiento social

persona no tiene conciencia de

▶ ¿Qué causa estas patologías? Inseguridad respecto a las propias capacidades Debilidad física

Necesidad de recibir aprobación de los demás, perfeccionismo. Poca tolerancia a la frustración. Sentimientos de culpa y autodesprecio por haber comido o por haber dejado de hacerlo.

Dolores musculares, mareos, excesiva sensibilidad al frío. Falta de menstruación sin causa fisiológica aparente.

Distorsión de la percepción corporal Cambios de carácter, depresión, irritabilidad, ira, angustia en relación al peso.

No existen causas específicas para

cotidiana. Ejemplo de ello son los

estos desórdenes ni se trata de patolo-

programas televisivos y las revistas

gías que se hereden de una generación

que muestran, en todos sus formatos

a otra. Aunque actualmente algunos

y géneros posibles, que lo importante

científicos consideran que puede

para ser exitoso y para tener poder es

haber una predisposición genética, en

tener una figura “perfecta” e impo-

la mayoría de los casos tiene que ver

nen violentamente ese modelo, con

con inmadurez afectiva. Eso se debe

cada una de las personas a las que le

a que suelen ser personalidades muy

otorgan seguridad, fama o prestigio,

vulnerables, con excesivo perfeccionis-

cualquiera sea el ámbito en el cual se

mo, autoexigencia e inseguridad en si

desempeñe.

mismas. También confluyen factores socioe-

Es preciso aclarar que no toda persona que reúna estas características

conómicos, ideológicos, políticos y

desarrolla un desorden alimenticio,

culturales que configuran las maneras

debe existir una base psiquiátrica que

de concebirnos como sujetos en la so-

lo posibilite. Se requiere estar atentos a

ciedad y las representaciones estéticas

no caer en comportamientos que alte-

que creamos y reproducimos en la vida

ren nuestro equilibrio físico y mental.

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Estilo de vida

Desmitificate Por María Gabriela de Coronel los Ángeles Cislaghi

Exceso de agua y edulcorante:

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comemos? Por Camila Gomez

Friganismo y veganismo

¿son saludables?

Las dietas restringen alimentos o los reemplazan por otros sin tener en cuenta la salud de quienes la implementan. En esta sección desmentiremos -o no- los mitos que suelen imponerse como métodos para adelgazar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de dos litros de agua por día para personas sedentarias y de seis a diez para atletas. Sin embargo hay quienes utilizan la capacidad del agua de eliminar toxinas y estimular el metabolismo para acelerar el sistema digestivo, dar sensación de saciedad y bajar de peso. Con este objetivo ponen en riesgo su salud al no alimentarse de manera adecuada y sobre exigir el sistema urinario. No obstante, muchas personas desarrollan un deseo compulsivo de beber agua, a tal punto que esta se convierte en su principal ingesta diaria. Esta condición se denomina potomanía y es considerada un trastorno alimenticio asociado a la anorexia nerviosa o la bulimia, por lo cual

¿Somos lo que

debe ser tratado pscológica y nutricionalmente. Las consecuencias de la potomanía son retención de líquidos, náuseas, dolor de cabeza, calambres musculares por la disolución de sodio y potasio, convulsiones, así como alteración de la composición sanguínea y en el funcionamiento de los riñones. Otro mito adoptado como método para adelgazar es el reemplazo del azúcar por el edulcorante artificial o bajo en calorías. Quienes lo utilizan suelen hacerlo en todas las comidas, de manera excesiva. Profesionales de la nutrición afirman que no es recomendable el uso de este tipo de edulcorantes, ya que contiene más cantidad de grasa. Además sus componentes aumentan el apetito y es un factor de riesgo para contraer esclerosis múltiple y cáncer. En conclusión, tanto el consumo excesivo de agua como de edulcorantes artificiales son falsos mecanismos para adelgazar que atentan contra la salud. Desmentimos y contraindicamos estos usos.

Los nombres suenan raros para quien no los conoce. Pueden incluso confundirse con modas, pero hay -quienes aseguran que es su estilo de vida y exponen argumentos que suelen sostenerse en el respeto a la naturaleza, la alimentación saludable y un sistema económico alternativo. El friganismo es anticonsumista y requiere reciclar alimentos, ya que sostiene que los restos de comida que se desechan -1.300 toneladas en el mundo por día- pueden ser necesarios para alguien más. Los friganos están en contra del consumo excesivo de productos alimenticios. Por esta razón existe un movimiento global denominado Dumpster Diving (traducido es «basurero buceante») que se dedica a buscar alimentos comestibles en conteiners de supermercados y restaurantes. Muchos de estos activistas intercambian lo encontrado o lo distribuyen en comedores comunitarios. Por otra parte, el veganismo propone no consumir ningún alimento que provenga de animales. Entienden que es una cuestión ética de respeto a los seres vivos,

a diferencia de los friganos que plantean una alternativa socio-económica. También hay veganos que tienen el argumento de la conservación del medio ambiente, ya que tanto consumo extinguiría especies. Su alimentación se basa en variedad de legumbres, hortalizas, frutas y verduras. Producen y comercializan alimentos orgánicos en ferias dedicadas exclusivamente a ello, o a través de empresas como Green Factory o Viva la vida vegana, en Argentina. En teoría, son cultivados de huertas sin ningún tipo de fertilizante que pueda contaminarlos y afectar la salud de los seres que los ingieran. Ambas filosofías proclaman una alimentación consciente y saludable. Pero sin asesoramiento médico ninguna es viable. En efecto, hay profesionales de la salud que las consideran comportamientos restrictivos y selectivos, excusas de pacientes bulímicos o anoréxicos para negarse a comer. Asimismo, nutricionistas recomiendan consultar a un especialista, ya que los productos elegidos pueden no ser tan saludables como aparentan. 7


Jaque a princesas

*

Soy Ana, tengo 21 años y este es mi diario, tan íntimo que decido compartirlo para ayudar a comprender lo complejo de esta enfermedad. Empiezo por la última etapa, para que se sepa que hay salida. No preciso el día porque muchas veces no lo anoté y otros días no escribí.

Octubre, 2016

Martes 26

No era un juego, definitivamente. No lo era para mí ni para ellas. No lo era para mi hermana ni para mi papá, que golpeaban sin cesar la puerta de mi habitación cada vez más veces en el día para saber de mí o pedirme que me siente a la mesa con ellos. Intento encontrar en mi memoria el instante preciso en que perdí el control, paradójicamente, con excesivo control sobre cada miligramo de alimento. Es en vano, no lo hallo. Sí vuelve a mi mente una escena que debería narrarle a la terapeuta en la próxima sesión en vez de escribirlo en este diario (que aunque escribir sea una terapia en sí, necesito poder hablar con los profesionales). Es un dato que no solía tener en cuenta, se remonta a mi infancia. Tengo pocos recuerdos de esa etapa, pero estoy segura que me creí princesa de Disney, que me fascinaban los cuentos de hadas con buenos que eran buenísimos, villanos malísimos y una princesa hermosísima, bondadosa, simpática, delgada, alta y de tez blanca con una voz armoniosa para cantar. Esa princesa era sumisa, no importaba el cuento que estuviera leyendo, la protagonista esperaba que la salve el amor verdadero. Su elegido era casualmente un príncipe y su vínculo era instantáneo: al mirarse se sabían destinados el uno para el otro… importaba lo que aparentaban, no lo que eran como personas verdaderamente. Eso entendía a los seis o siete años y supongo caló hondo en mí, en lo que decía y pretendía ser: una princesa más. Puros estereotipos llenos de mentiras. No era nada. Y efectivamente iba camino a ser nada materialmente. Porque las princesas parecen de otro mundo por ser tan perfectas físicamente. No sé en qué momento mi mente se retorció al punto de creer que por estar delgada, significaría ser hermosa, perfecta y exitosa como toda una princesa o una modelo. ¿Cuándo princesa fue sinónimo de perfección, de ideal? ¿Cuándo la felicidad equivalía a éxito y para ambas el camino era el perfeccionismo y la obsesión por ser lo que esperaban de mí? ¿Cómo llegué a dar por cierto que el éxito se medía sólo en lo físico? Hace tres meses exactos estoy en tratamiento. Tres meses atrás era otra persona y era inimaginable preguntarme todo esto. Era una sombra. Quería controlar cada instante, cada gramo ingerido, cada milímetro perdido o ganado y suponía que así sería feliz. Que las princesas de los cuentos que me contaban y de los que leía eran felices para siempre por ser ellas. Por casualidad me llamo Ana. La princesa, la asesina, ella, la que es culpable de tanto dolor también se llama así. Pero hoy, y del otro lado, soy Ana, la que puede derrocar a la princesa tirana. Soy Ana y ése es mi nombre. Es mi identidad. La otra, la de los malos consejos, la que preocupaba a todos, la que se ocultaba en las sombras y se aislaba en su cuarto; esa Princesa Ana no existe más. No va a volver. Basta de cuentos y juegos. Se terminó el reinado hace meses.

Una mañana cualquiera, mi papá me despertó temprano y me pidió, desesperado, que lo acompañara al médico porque se sentía mal. Eran las 7 a.m. y el despertador aún no había sonado. Me vestí y salimos enseguida. Recuerdo haber pensado de modo inconsiente «bien, esta vez no me va a joder con que desayune» (¡qué egoísta fuiste, Ana, como la princesa!). Debido al malestar que sentía mi viejo, conduje en auto a la dirección que me indicó él. No lo razoné. Acaté las órdenes que se me daban en la urgencia. Al llegar noté que no era el sitio donde solía recurrir en casos de emergencia médica. Aún más: no había emergencia médica alguna. Era un engaño para llevarme a ese lugar sin que lo supiera. Me indigné y lo insulté muchísimo, me resistí a ingresar porque estaba segura que no lo necesitaba… ¡y cuánto me equivoqué! Una princesa caprichosa volvió a ser niña e hizo berrinches en la puerta como años atrás en jardín de infantes. Como entonces, también, mi papá me tomó y llevó en sus brazos, decidido en que sería lo mejor para mí. Ingresamos y en la recepción un almanaque marcaba que era martes y el día 26 de uno de los junios más difíciles de mi vida. Luego entramos a una sala luminosa, llena de dibujos y colores vivos. Me senté sollozando. En ningún momento dejé de decir que no tenía que estar ahí, que estaba bien y bastante grande como para que me controlen y mientan así. No era consciente de nada: ni de la enfermedad ni de mi modo de actuar con quienes me querían ayudar. Pasaron frente a mí varones y mujeres desconocidos, cómplices de aquella puesta en escena inicial que me salvó: terapeutas, nutricionistas, médicos clínicos. Mi viejo seguía al lado casi todo el tiempo. A él le preguntaron sobre mi conducta tanto como a mí. No tenía sentido, ¿qué les importaba si comía, qué y cuánto, si iba al baño o hacía deportes? ¿por qué preguntar cuánto tiempo usaba el celular e internet o si consumía chicles? Respondía mecánicamente, por sí o no, «mucho», «poco», «algo». Le indicaron a mi papá visitas posteriores, lo informaron, le dieron cronogramas, teléfonos. Era para ayudarme, pero no fui capaz de comprender. Estaba en shock. Me explicaron que padecía anorexia, que es un trastorno alimenticio. Dijeron era lógica mi negación. Nos pidieron, tanto a mi papá como a mí, continuáramos el camino hacia la recuperación. «¿Recuperarse de qué? Están todos mal de la cabeza. Déjenme en paz», insistía la princesa. Y así empezó una lucha sistemática todos los días y a cada instante. La princesa se aferraba a su corona, pero yo estaba decidida –por fin y después de un tiempo- a salvarme. La única manera de hacerlo era dejarme ayudar.

Ahora, hoy, acá, soy dueña de mi vida.

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Noes

Análisis a fondo

como en las

pelis Por Camila Gomez

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Abzurdah se estrenó el año pasado y fue la película más taquillera del primer semestre. Protagonizada por Eugenia China Suárez y Esteban Lamothe narra la historia de Cielo y Alejo haciendo foco en la relación de amor obsesivo. Se muestra también la anorexia de la joven, pero de modo secundario.

Cielo Latini publicó un libro autobiográfico en 2006, nueve años después se realiza la versión cinematográfica. El slogan del film fue “el amor duele”. Ya se equivocan, si es amor no duele. Eso era obsesión. La China Suárez encarna a una adolescente de 14 años que establece una relación a través de un chat con Alejo, diez años mayor. La película narra la intensidad del vínculo, la manipulación del varón y la obsesión de la joven para que su novio le preste más atención. La protagonista basa sus días en los chats con Alejo y sus proyectos. Un día, angustiada, le pide que no le escriba más. Cree que para gustarle debe ser más flaca. Deja de alimentarse y se lastima con tijeras y la navaja del sacapuntas. Si bien la relación con Alejo no prospera, la publicidad se basa en eso para la venta de entradas. A más de un año del estreno de Abzurdah (fue el 4 de junio) hay preguntas que siguen vigentes y deberíamos hacer lo imposible por responder: ¿el amor y la obsesión se interrelacionan? ¿Por qué nadie dijo que eso no es sano? ¿La película sirvió para generar consciencia sobre la anorexia o para hablar con los adolescentes sobre el tema? Estoy segura que no. Hubo un descuido total al tratar la problemática. Y de la misma manera circularon las notas con alguno de los protagonistas o realizadores, hasta el momento en que dejó de estar en cartelera. En entrevistas

realizadas, Latini afirmó que ella no se haria cargo de las enfermedades ajenas, ante la preocupación por saber si era consciente que podría estar incentivando la anorexia y la bulimia. Debería haberlo tenido en cuenta, ya que de una u otra manera miles de jóvenes se identificaron con la protagonista. Pasó como un éxito en taquilla. Pasó dejando indignación en pacientes recuperados y sus familiares, al ver en la escena final a una Cielo feliz y ya en su rol de madre cuando la habían mostrado al abismo de la muerte. Lo que más hubiese aportado a todos es la historia de recuperación de la protagonista. Y la dejaron pasar, porque importaba más que no se quede con Alejo. Ya que no lo mostró la película, dejemos clarísimo que no es así la anorexia. Es una enfermedad. No es la obsesión con un chico. Es controlar calorías, es mentir, sentir culpa, es querer dejarse morir. Es que el dolor sea tu ancla. Es ausencia y pérdida de amistades. Es olvido del respeto por uno mismo. Es desvalorizarte como persona. Es dejarte ensordecer por voces y diosas que no existen. No seas como Cielo. Tené presente que vos sos protagonista de esta película. Que te merecés una vida mejor que la que te muestren en el cine, la tele y las revistas.

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En primera persona

El sobrepeso afecta a cientos de jóvenes en el mundo, poder decidir cambiar sus hábitos y mejorar tu vida es clave. En esta entrevista, Matías nos cuenta su experiencia y el momento en que decidió realizar un tratamiento. Hoy gracias a su esfuerzo está en el peso adecuado para su cuerpo y asegura que se siente pleno.

Matías Laurel: «Ya no podía hacer lo que más me gustaba» Por Gabriela Coronel

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▶ Matías Laurel tiene 26 años, es un estudiante oriundo de Concordia que vive en la ciudad de Santa Fe. Logró bajar 70 kilos en 10 meses de tratamiento intensivo en la Clínica del Dr. Máximo Ravenna. Sonríe sin cesar y se muestra muy cómodo con su cuerpo.

Además de las comidas, ¿influyó el ejercicio físico? Sí, ese fue uno de los pilares principales para poder bajar de peso. Cuando comencé hice caminata cinco o seis días a la semana porque en ese momento era lo único que podía. Me habían sacado el fútbol y cualquier otro deporte por el riesgo de sufrir alguna lesión. ¿Qué cambios notás actualmente, luego de haber superado la obesidad? La verdad es que hacer el tratamiento te cambia la vida.

¿Considerabas a la obesidad como una enfermedad? No, no tomaba conciencia de los problemas que me podía traer la obesidad. Si bien tenía muchas limitaciones, no las tomaba como una enfermedad. Muchas veces me lo habían dicho, pero no lo sentía de esa manera. Sin embargo es algo realmente serio que te trae muchos problemas físicos. Creo

«Hoy hago muchas cosas que antes no podía, algunas tan simples como atarme los cordones»

que no es bueno para una persona. ¿La obesidad te produjo otros problemas de salud? ¿El sobrepeso influyó en tu vida social?

Sí, además de no poder respirar bien, en el control médico

No tanto porque nunca dejé de hacer las cosas que me

que hice al iniciar el tratamiento salió que tenía el hígado

gustaban, de salir con mis amigos. No estuve sumergido en

graso. Me dijeron que esa condición me traeria muchas

la depresión, pero he conocido bastante gente que ha sido

complicaciones porque podía contraer cirrosis.

obesa y que no podía salir de su casa, que no quería ver a nadie ni ir a boliches.

¿Cómo fue tu tratamiento nutricional? El tratamiento se basó en seguir una alimentación que sea

simples como atarme los cordones antes eran un trabajo y ahora no más que una actividad rápida y cotidiana. Otro Dos veces a la semana, Matías y su pareja se ejercitan andando en bicicleta.

cambio importante fue la ropa que usaba, antes de bajar de peso encontraba muy pocos locales con mi talle y terminaba comprando prendas que en realidad no me gustaban, pero era lo único que había. Como no me importaba demasiado lo que vestía, seguía engordando porque sabía que en algún lado iba a encontrar ropa para mí. Pero hoy en día es distinto porque puedo ir donde quiera. También las fotos en las salidas cambiaron, antes me las sacaba de los hombros hacia arriba, o si era grupal trataba de ubicarme atrás. Intentaba ocultar mi cuerpo de manera inconsciente, aunque no me interesara mucho mi aspecto en ese entonces. Actualmente sí puedo sacarme fotos sin ningún problema, me gusta salir, fotografiarme. Disfruto más lo cotidiano.

¿Cómo reaccionó tu entorno? Mi familia y mis amigos están muy contentos porque me ven realmente bien y ya no sufro por la enfermedad. Mucha gente que hace bastante tiempo no veía se sorprende porque soy otra persona, incluso hay quienes creyeron que estaba enfermo al verme tan delgado. Pero estoy muy bien, sólo hice el trabajo que tenía que hacer en la clínica, aprendí a cuidar mi cuerpo y a mí mismo. ¿Qué rol cumplieron tu familia y tus amigos durante el

¿Qué limitaciones te provocaba?

buena para mi cuerpo acompañado de ejercicio físico y el

Limitaciones físicas: no poder jugar al futbol con mis ami-

seguimiento de mis médicos. Cuando me dieron la dieta, al

tratamiento?

gos que era una de las cosas que más me gustaba. Si bien lo

principio pensé que iba a ser bastante complicado hacerla

Ellos fueron fundamentales durante el tratamiento y lo

hacía, no corría tanto. Me causaba dolores en la rodilla.

porque yo estaba acostumbrado a comer mucho y todo el

siguen siendo hoy. Fueron un pilar muy importante porque

día. Y lo que me plantearon fue tener cuatro comidas: desa-

me dieron ánimo siempre y me ayudaron con la comida,

¿En algún momento pensaste que ibas a padecer de obesi-

yuno, almuerzo, merienda y cena. Aunque quisiera dormir

acompañándome en la dieta y recordándome las prohibicio-

dad durante toda tu vida? ¿Sentías que podías vencerla?

toda la mañana, me tenía que levantar sí o sí, desayunar y

nes o los permitidos. Me cuidaron y colaboraron en todo lo

En realidad me aceptaba como era, nunca pensé en la enfer-

después acostarme de nuevo. Eso hizo que cambiara mucho

que pudieron para que no afloje y continúe en tratamiento.

medad como algo malo. Pero hubo un momento en que creí

y tenga más disciplina para poder acostumbrarme a la ruti-

A ellos les agradezco mucho.

que sería gordo toda la vida. Fue cuando había descendido

na. Con el correr de los días lo sobrellevé bastante bien y no

30 kilos, si bien yo sabía que podía sobrellevarlo, que podía

tuve tantos inconvenientes como había imaginado.

¿Qué le dirías a las personas que tienen trastornos alimenticios?

mantener un descenso, fue muy difícil porque después de ¿Cuáles fueron los primeros cambios que notaste al

Que se tienen que cuidar, si necesitan ayuda trátense por-

comenzar el tratamiento?

que en verdad es un problema que pone en riesgo su vida.

¿Cómo decidiste empezar a tratar la enfermedad?

Sin dudas el ordenar mis horarios y las distintas comidas.

Con 26 años no me daba cuenta, pero tenía síntomas que

Fue porque un amigo inició un tratamiento y me comentó

Éso hacía que durante el día no pensara tanto en comer,

en un futuro iban a ser cada vez más complicados. Están

que la obra social le cubría todo, que no tenía gastos (por-

porque sabía que tenía que respetar horarios fijos.

a tiempo ahora, hagan el tratamiento porque les cambia la

que era muy elevado el costo de la clínica o de cualquier nu-

Además durante los primeros meses me deshinché bastante.

vida totalmente, van a vivir más y mejor.

tricionista) y que empezaba a obtener buenos resultados. Yo

Si bien bajás mucho de peso te deshinchás mucho también

lo veía. Por otro lado, toda la vida me había gustado hacer

y te sentís cada vez más liviano y con mayor libertad de

actividad física, y al estar imposibilitado hice un click y me

movimiento. Esos cambios rápidos son los que me fueron

dije: «basta, no puedo seguir más así porque ya no disfruto

dando mayor voluntad para seguir el tratamiento.

ese logro empecé a engordar de nuevo.

ni siquiera de las cosas que amo».

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Hoy hago muchas cosas que antes no podía, algunas tan

Matías disfruta de almuerzos familiares y continúa una dieta saludable.

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Comprender

Yo, ellos y nosotros

1 2 3

Por María de los Ángeles Cislaghi

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Y en esa edad donde todo adolece un poco más las palabras marcan, decir gorda para quien lo recibe puede significar depresión, horas en el baño, atracones o días en ayunas. Que te digan que la persona perfecta es la que es flaca o con músculos impacta en la identidad propia y en la de tus semejantes, porque sin querer se impone un estereotipo falso y plástico. Se marca una línea divisoria entre lo aceptado, nosotros y lo excluido y señalado, ellos. El problema es que sin importar la edad, el género o la clase social lo primordial es ser como los demás, no ser distinto porque a lo diferente se lo excluye. Y la esencia de las personas no es eso. La identidad, lo que te define no es solamente tu apariencia física, la ropa que usás o la gente con la que te juntás. La identificación que creés sentir a través de estas cosas es un invento para que compres más y vivas menos. Sos lo que te haga feliz en tu interior, no lo que te digan los demás.

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Expresá tus sentimientos e ideas sin dudas. No temas a lo que puedan decir los demás.

No ayunes. El desayuno es la ingesta más importante del día porque nos da los nutrientes necesarios para afrontar la jornada.

Almorzá y cená en compañía, establecé espacios de distensión. Dedicales tiempo.

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Hacé las cosas que te apasionan. Seguí tus sueños y no desistas, se aprende a prueba y error. No le des importancia a los estereotipos que crean los medios, son falsos.

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Las dietas no son universales. Todos los cuerpos son distintos. Lo que es saludable para uno puede no serlo para otro. Consultá a tu médico.

{

¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Adónde pertenezco? Preguntas así y mil más, todos los días. Es difícil sentir que no encajás, lo sé, lo pasé y él o ella también. Pero, ¿qué pasa si la frustración se convierte en algo más? ¿Qué hacemos si por querer pertenecer al grupo selecto y popular nos ponemos en riesgo? Lamentablemente –para todos- en las comunidades hay divisiones y subdivisiones, privilegios y discriminaciones que ejercen su fuerza clasificándonos. Las palabras crean y dan forma a imágenes, cuerpos, estilos que se admiran universalmente. La estética y los ideales de lo que debe ser un joven jerarquizan y estigmatizan. Según el Psicoanálisis la identidad se forja desde la infancia, a través del Complejo de Edipo. Pero al comenzar la escuela, la personalidad que adoptamos y creamos se refuerza a cada instante. Siempre es primordial la relación con los otros, porque nos sitúa en las relaciones sociales de todo tipo. La Antropología complementa y explica mejor esta idea: cuando establecemos un Nosotros simultáneamente indicamos un Ellos. Hay una relación de alteridad. Reconocerse sujeto implica que los demás te reconozcan como tal.

Compartí más charlas con tus amigos y tu familia.

TIPS PARA SENTIRTE MEJOR Por Camila Gomez

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Concientizar

Por Camila Gomez

Los trastornos alimenticios son la segunda causa de muerte en adolescentes, según la Organización Mundial de la Salud. Desde Fundación Centro sostienen que la información sobre la temática es crucial para identificar la enfermedad y tratarla. La Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA) cuenta con diversos puntos de atención en el país. En nuestra región existe hace quince años. Tiene sedes en Paraná, Santa Fe, Córdoba, Concepción del Uruguay y Corrientes. Es una organización no gubernamental pionera en prevención y tratamiento de patologías alimentarias, entendiéndolas como enfermedades sociales. Esta perspectiva radica en la relación del paciente con la comunidad a la que pertenece y los estereotipos de belleza que se le imponen. En calle Courreges al 456 de la capital entrerriana ALUBA tiene abiertas siempre sus puertas a quienes necesiten ayuda para sobrellevar alguna patología, acompañar e instruir a su familia, pareja y amigos. Los días lunes y viernes el equipo de la Fundación realiza charlas informativas abiertas a la comunidad de manera gratuita. Martes, miércoles y jueves funciona como hospital de día para los pacientes. El tratamiento de los distintos desórdenes alimenticios es transdisciplinario y se enfoca en la 18

autoayuda y el apoyo constante del entorno del paciente. Para llegar a una recuperación más rápida se requiere del equipo de psicólogos, nutricionistas, terapeutas grupales y médicos clínicos. De la misma manera, talleres recreativos como pintura y canto, así como actividades deportivas, son espacios con los que la Asociación recupera vidas de cientos de jóvenes. Con la convicción de la importancia de la comunicación para difundir los síntomas de la bulimia y la anorexia, el equipo de trabajo adopta tres mecanismos clave: capacitaciones, charlas informativas y convenios con otras entidades. Según nos explica Ayelén Palavecino, integrante del equipo de ALUBA Fundación Centro, desde el nacimiento de la ONG las charlas informativas han sido prioritarias para la prevención. En la actualidad, además del espacio que se brinda en sus sedes, son llevadas a las escuelas de nivel primario y secundario que así lo requieran. En esta línea, a partir del año 2013 se comenzó a trabajar de manera más exhaustiva la capacitación para docentes, directivos y estudiantes de profesorados gracias a la articulación con el Consejo General de Educación. El objetivo es acompañar a los estudiantes que estén transitando el tratamiento y brindarles las herramientas necesarias necesarias para detectar los sintómas. En el mismo sentido,

este año se firmó un convenio con la Municipalidad de Paraná gracias al cual se logró capacitar a los trabajadores del área de salud para que puedan dar un diagnóstico y derivar a la Fundación los casos que lo ameriten. Este acuerdo se hizo a través del Decreto N° 41 del Concejo Deliberante de la ciudad e implica la Declaración de Interés Público y adhesión a la Campaña de Difusión y Prevención. En este marco, los días 25 y 26 de agosto pasados se repartieron volantes informativos sobre bulimia y anorexia en la Peatonal San Martín, junto a las tasas municipales. Otro mecanismo de difusión, prevención y concientización es mediante convenios de pasantías en carreras de grado de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) que tengan relación con la problemática. Además se trabaja junto a la tarjeta social Sistema de Crédito de Entre Ríos (Sidecreer) que desde hace seis años celebra su Maratón en la Costanera de Paraná. En la última edición, según narra Ayelén, se consiguió que en la remera de cada participante se lea la frase “No vivas pendiente de tus medidas” junto al logo de la Fundación. El objetivo de esta acción fue lograr mayor visibilidad. Informar es el primer paso para prevenir los trastornos alimenticios. Generemos conciencia todos los días, desde nuestros lugares.

Por María de los Ángeles Cislaghi

para prevenir

A su lado en cada lucha

Desde ALUBA

El tratamiento de la bulimia, la obesidad o la anorexia no depende sólo del paciente y su fuerza de voluntad. También es crucial el rol de la familia, de los docentes y de los amigos. Si se insiste en que estos trastornos son enfermedades de índole social, es porque todo el entorno de quien lo sufre debe entrenarse para acompañarlo en el camino hacia la recuperación. Por este motivo, Fundación Centro brinda terapias grupales y asambleas multifamiliares cada semana. El hogar familiar es uno de los espacios donde se debe estar alerta de los indicios de la enfermedad y atentos a las conductas alimenticias de los hijos. Los cambios bruscos de carácter, las excusas para no comer determinado alimento o para no ingerir ninguna comida, el aislamiento, los comentarios recurrentes en relación al aspecto del cuerpo y su peso y el excesivo uso del baño, son algunos de los indicadores para buscar ayuda profesional. Según los psicólogos, esta atención debe acentuarse durante la adolescencia, por ser la etapa de la vida en la cual se está reforzando la identidad de la persona y constituyéndose como adulto; por tanto, son años llenos de inseguridades emocionales, frustraciones y miedos. Ante los síntomas citados y la preocupación de los padres, hermanos o amigos es necesario realizar una consulta con profesionales para que la persona afectada pueda dar el primer paso: acceder a una entrevista terapéutica, clínica y nutricional para tomar conciencia de la enfermedad. Cuando alguien es diagnosticado con alguna patología alimentaria comienza su camino hacia la recuperación. Pero simultáneamente,

su familia es educada acerca de la enfermedad y los pasos a seguir. Progresivamente, se ejercita la confianza, se resuelven los conflictos que existan y se fortalecen los lazos entre los miembros en el Departamento de familia. Al principio, sucede que el o la paciente todavía no tiene conciencia de la enfermedad y ve como enemigos a quienes más quieren y pueden ayudarle. El equipo de terapeutas de ALUBA enseña a tener paciencia, a hacer de los almuerzos y cenas una instancia de comunicación plena y a preparar las porciones de la manera y en la cantidad requerida por el área nutricional. Formando parte del tratamiento, colaborando para llegar a los objetivos, escuchando atentamente cada palabra del adolescente, estableciendo límites y rutinas pero dándole paulatinamente la independencia merecida, es como cualquier familiar, amigo o pareja puede estar preparado para ayudar y alentar a quien está luchando para vencer un trastorno en la alimentación. El equipo de psicólogos de ALUBA sostiene que sin el apoyo del entorno cercano es muy difícil que una persona pueda salir de la enfermedad o evitar una recaída. Para prevenir, para superar y para no caer, se necesita la certeza de que no se está solo o sola. Se precisa estar acompañado a pesar de las dificultades diarias, saber que todos ellos siempre estuvieron y siempre estarán de tu lado en esta lucha por vivir mejor.

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Expresarte Tu espacio

Maldito el del reflejo Me miro al espejo. Me busco en un reflejo vacío. La mirada llena de nada. Siento asco, me rechazo. Mirate, estás mal. Te desprecian por ser vos. Así no vas a ser el mejor. Así no te van a querer. No escuches. No creas. El espejo miente.

El arte sirve para transmitir sensaciones, sentimientos y vivencias y en esta sección podrás compartir tu experiencia. Agradecemos a la comunidad de ALUBA de Santa Fe y Paraná, por brindarnos sus creaciones para el primer número de Equilibrio. Si te interesa ser parte, envianos tu poema, relato, dibujo o fotografía por cualquiera de nuestras vías de comunicación.

Pablo

Obras hechas en el Taller de Arte de ALUBA Santa Fe bajo el lema “Reciclar, renacer”

Fotografía de María de los Ángeles Cislaghi, para visibilizar los trastornos alimenticios.

FB: Equilibrio Litoral

TW: @equilibriook Correo: equilibrio@diariouno.com

Indigestión sentimental Todo era más importante. Prefería tragar palabras propias y ajenas. Se indigestaba con su sentir más que con su decir. Tenía el corazón y la cabeza desordenados, anudados.

Mural creado por los pacientes de ALUBA en Paraná en una de las salas de la institución.

No Caigas Mía estaba tendida en la cama. Lloraba. Atragantaba sus sueños, los reprimía. Quería ser como ellas, las que ve en la tele y en las revistas. Estaba en un círculo infinito de muerte. Asfixiaba su vida, la soltaba toda en un solo grito que libraba culpas. Y volvía a empezar. Todos los días, Mía se hundía en un pozo de desolación.

Mural realizado por un artista local como obsequio a ALUBA Fundación Centro

Martín

¿Quién te hará entender, Mía, que valés más de lo que creés?

La muerte de las diosas

Florencia

Pintura realizada por Nicolás en el taller de Arte de ALUBA Santa Fe, bajo la consigna “¿Cómo te sentiís hoy?”

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Eran mentira, me estaban consumiendo, confundiendo, matando. Sus voces no cesaban. Gritaban tanto que no me oía, que nadie más me oía. No pude soportarlas, ya no más. Y en un acto de valentía, en un impulso decidí matar sus voces. Y me parí a mí.

Valeria

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▶ Mensajería Un espacio para comunicarte con nosotros. Escribinos a nuestras redes sociales o acercate a la sede más cercana. Allegados a la Fundación Centro ya lo hicieron. FB: Equilibrio Litoral TW: @equilibriook

¿No sabés cómo ayudar a tu amigo, amiga o pareja que te reveló que sufre anorexia o bulimia?

Una buena iniciativa: Tengo 16 años y estoy en tratamiento. Cuando me enteré de la revista me alegré mucho, porque da esperanzas para mejorar vidas de chicos como yo, y nos ayuda a estar alerta entre nosotros. Sigan adelante, besos. Flor

¡Felicitaciones!

Rodolfo Montenegro. Presidente Fundación ALUBA Centro.

Su revista es un gran incentivo para mí y todos los familiares de pacientes con trastornos alimenticios. Creo firmemente que con más información podremos estar más atentos a nuestros hijos y a la vez, ellos con sus compañeros y amigos. Por esta razón, agradezco la iniciativa. Los leeré cada mes y compartiré sus notas con mis alumnos. Silvia. Mamá y profe de Educación Física

Buscá ayuda en la familia y llamanos:

0800 222 5822

Estimado equipo, es un honor para nosotros poder contar con ustedes en la realización de Equilibrio. Compartimos juntos este hermoso proyecto que promueve salud, respeto, concientización y prevención de las patologías alimentarias. Desde Fundación ALUBA Centro acompañaremos cada paso con orgullo. Les deseamos mucho éxito.

Equilibrio:

Al equipo de Equilibrio: Agradezco mucho el buen trato en la entrevista que me hicieron. Demostraron profesionalismo y respeto por la obesidad. Espero sigan promoviendo la salud con el mismo cuidado.

Asociación Lucha contra la Bulimia y Anorexia

Ojalá ayuden a cambiar muchas vidas. Éxitos.

Al staff: Los felicito de corazón por lanzar su primer ejemplar y poder tener la maravillosa idea de hacer la revista. Siéntanse orgullosos, que ustedes y el equipo de ALUBA hacen aportes muy valiosos para sobrellevar el día a día. Que les vaya excelente. Los estaré leyendo.

Lucrecia. Paciente recuperada

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Matías

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▶ En la próxima edición: Vigorexia. Conseguí Equilibrio en tu quiosco más cercano


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