PUL SIO NES FERNY KOSIAK hacedor de historias
CONTRAFESTEJO voces del pueblo
DANZA TRIBAL AMERICANA hermandad de culturas
LA MORINGA carpa de creación
Año 1 l Nº 1 l 28 de octubre de 2016 Paraná - Entre Ríos - Argentina $23
Sumario 3 CULTURA VIVA 4 HOMBRES Y MUJERES ARCOÍRIS
7 UNA ONDA EXPANSIVA DE MÚSICA
8 DANZA TRIBAL AMERICANA: CULTURAS EN MOVIMIENTO
Staff
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11 EL ARTE A TRAVES DE LAS MANOS
Jefe de redacción: Susana Porta Redacción: Stefanía de la Fuente Melina Villanueva María Florencia Cossi Susana Porta
12 FERNY KOSIAK: «SOY UN BUSCADOR DE TESOROS PERDIDOS»
Editor responsable: María Florencia Cossi Diseño: Stefanía de la Fuente Melina Villanueva María Florencia Cossi Fotografía: Stefanía de la Fuente Corrección: Susana Porta Melina Villanueva
16 PAREDES QUE HABLAN
18 LA MORINGA: LA CARPA COMO ESPACIO CREATIVO
Arte de tapa: Stefanía de la Fuente Contacto: Buenos Aires 389 Tel. (0343) 153456789 www.resvistapulsiones.com.ar
21 LA HENDIJA: PUERTAS ABIERTAS AL TEATRO
Colaboró en este número: Cristian Gambino
Ilustración de editorial
22 LUGARES Y PROPUESTAS
Cultura viva
Con el mismo impulso vital de las propuestas que palpitan en sus páginas, nace Revista Pulsiones integrando talentos, inquietudes, deseos y proyectos desde los múltiples rincones de la cultura. Nos mostramos desde Paraná y nos proyectamos hacia todos los jóvenes interesados en revivir las voces de nuestro quehacer local. El propósito es presentar distintas expresiones que pulsan en las subjetividades descubriendo a quienes no tienen amplia difusión, pero que están en la sinergia que palpita en el entramado cultural aportando su impronta. Nuestra intención es ofrecer diferentes manifestaciones artísticas desde la mirada de la diversidad, para crear un lugar de encuentro, de conocimiento y de reflexión en torno a la literatura, la música, el teatro, la danza, entre muchas otras disciplinas. Nos interesa también resaltar la labor de los espacios autogestionados, proyectados como ámbitos multiculturales, independientes y alternativos, que permiten canalizar aquellas acciones creativas que necesitan un escenario adecuado para su exteriorización. En virtud de ello, difundiremos propuestas para que los hacedores locales y los espectadores se encuentren y autogeneren instancias de disfrute, reflexión y confrontación con otras artes, otras estéticas, otras búsquedas. En suma, trataremos de exhibir en cada ejemplar de Pulsiones los sentires de artistas pulsando cerca de nuestros lectores siempre.
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Hombres y mujeres arcoíris “Quizá nos neguemos a recordar nuestro origen común, porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer que en aquellos tiempos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa sin fronteras.” Eduardo Galeano en ¿Adán y Eva eran negros?
Por Stefanía de la Fuente
Durante décadas se festejó el Día de la raza el 12 de octubre a consecuencia del «descubrimiento de América» y la llegada de la «civilización» europea con Cristóbal Colón a la cabeza, quien enviado por los reyes Isabel y Fernando de Castilla y Aragón, dio a conocer la existencia de un «nuevo mundo». Sin embargo, años de controversia con respecto a términos como descubrimiento hicieron que en 2010 el Poder Ejecutivo de la Nación enviara al Congreso un proyecto de ley en el que esta ocasión pasaba a ser el Día de la diversidad cultural. Este cambio busca resignificar la fecha para promover la reflexión y el debate permanente acerca de la memoria de nuestros pueblos, como así también encaminar la historia hacia el diálogo para la aceptación de la pluralidad de tradiciones y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos para todos los habitantes de esta tierra. El Día de la diversidad cultural reivindica las raíces originarias con la mezcla de ritos, música, costumbres, creencias, saberes y colores que conforman nuestro mapa.
Vengan todos a bailar
Son las 17:00 y el sol baña la plaza Alvear cargada de gente. En ronda el tumulto se congrega esperando la apertura del contrafestejo. En el medio comienza a formarse un círculo delimitado por tambores, madera junto a madera componen un cerco y en su núcleo arde una llama, la visita de papá Xangó amo del fuego y la música. Los parches se templan a la espera de quien los haga sonar y sus dueños se hermanan en abrazos, en breve sonará el ritmo que los une: el candombe. De pronto llega al centro de la escena el escobero, quien en épocas de libertad empuñaba
una lanza guerrera que luego con la esclavitud de africanos fue sustituida por una escoba, representando al ministro de las naciones africanas en y la tenacidad de sus habitantes. Se da comienzo a la décimo quinta celebración de resistencia en nombre de los pueblos acallados en conquistas, pueblos originarios de la Abya Yala y ancestros africanos. La Yaguarona, cuerda de percusión de Paraná, encabeza la llamada de tambores que recorrerá el antiguo Barrio del Tambor convocando a quienes quieran participar en el recorrido de regreso hacia la plaza. Adelante van las bailarinas vestidas de blanco, sin distinción de edad una mujer lleva colgada en su cuerpo a una bebé que con los movimientos de su madre parece bailar por sus propios medios. La procesión danza al compás por las calles donde negros libertarios defendieron su alegría y el mate acompaña a los espectadores. Una vez que La Yaguarona regresa a la plaza deja paso al comienzo de la siguiente formación, no sin antes festejar con abrazos el final de este recorrido. Del lado opuesto se larga Cambá Nambí, una agrupación que llegó desde Santa Fe para compartir el festejo, los percucionistas llevan sombreros de paja y unas capas negras pintadas con arabescos y texturas, sus bailarinas combinan el negro con un contrastado anaranjado; decoran sus cuerpos collares de mostacillas de colores y aros tejidos en forma circular. La fuerza con la que suenan hace que el corazón sienta recelo e intente vencer al pulso del tambor haciéndose sentir como nunca, los oídos palpitan al compás y los pies comienzan a moverse solos. Las bailarinas llevan un pañuelo atado en su cabello que permite ver sus joyas y las manos se mueven en un permanente saludo a la música junto con las alpargatas que se gastan por el roce en el piso de piernas embelesadas por el ritmo. Detrás llega Candombe Hormiga, desde Rosario, con vestiPulsiones 5
mentas rojas como el fuego y sus caras pintadas con líneas oscuras cual guerreros; en sus piernas se cruzan cintas blancas que al final se unen a las alpargatas y forman una zapatilla de bailarina clásica mezcla con china del pago litoraleño. Al frente va una mujer de amplia pollera roja que se abanica durante todo el recorrido y sonríe a quien la mire, en el candombe este personaje es llamado mamá vieja porque representa la dignidad de las mujeres negras, su bondad como madres y baila con la cabeza en alto como una dama de la nobleza. Cerrando la llamada de tambores aparecen Las Dragonas, un conjunto integrado solo por mujeres. Ellas, vestidas de blanco con pañuelos de colores, conforman la cuerda y la escuadra de bailarinas que conserva aún raíces negras representadas por una mujer que carga con historias pero demuestra un espíritu aún dispuesto a danzar durante las cuadras que dure el recorrido. Al llegar al final abren un círculo y se les une una cuerda de vientos que con su ritmo arenga a la gente a cantar el coro que finalizará la llamada y sonará como eco durante horas en las conversaciones de quienes se quedan a disfrutar de las diferentes propuestas de la tarde: «vengan todos a bailar que el candombe se formó, vengan todos a bailar que ya se va». Solo queda el abrazo final
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Fotografía por Agustín Zuttion
Una onda expansiva de música Por Melina Villanueva
Tierra Bomba es el primer club de música de nuestra ciudad, el cual funciona en una vieja casona ubicada en calle Urquiza 1214, donde antiguamente funcionaba un centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar. Los creadores de este proyecto hace más de un año que decidieron apostar a un lugar en el que nadie había visto nada antes. En virtud de sostener en el tiempo esta propuesta, lo que los motiva a continuar es una «cuestión de creer, de creer en otra cosa, en que algo nuevo puede surgir y continuar». Tierra Bomba representa un espacio ganado en el ámbito cultural desde junio de 2015 cuando decidió abrir sus puertas por una noche a modo de prueba. Desde entonces su repercusión fue tan buena que este proyecto siguió adelante y a lo largo de este tiempo se
ha consolidado entre los espectadores y la cantidad de espectáculos se acrecienta continuamente. Los creadores de este espacio vivieron personalmente la experiencia de la autogestión, como integrantes de bandas de rock, lo cual suponía hacer todo el trabajo de financiación y promoción de un evento y luego tocar. Desde ese punto de vista es que buscaban algo mejor cuando surgió esta idea. Esperaban poder llevarla a cabo, que no solamente se quedara en eso, una idea, o una imagen que alguien sueña pero que se estanca solo ahí en el lugar de sueño. La primera vez que apostaron a esta idea en 2015 fue sólo una prueba, pero superó todas las expectativas e hizo que esto siguiera adelante. La idea que propone Tierra Bomba trasciende la mera organización de un
concierto. Se pretende ofrecer un show que agrupe la presentación de dos bandas, en lo posible se busca una local y otra de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, en algunos casos, pero también una puesta en escena con una fuerte mirada estética. El lugar dispone de camarines y un sólido respaldo en luz y sonido. Quienes van a tocar, agradecen la creación del espacio y quienes van a escuchar cuidan el lugar como si fuera propio. Desde principios de este año este espacio está habilitado como Club de Música y Artes por la Municipalidad de Paraná. Es el primero en registrarse y la idea es incorporar a la oferta una mayor gama de actividades artísticas
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Danza tribal americana: culturas en movimiento Una danza que se define por sus movimientos y símbolos propios y que hermana Occidente y Oriente. Se apropia de música de todo tipo y de todas partes del mundo; pasa por estéticas y ambientaciones diversas, exóticas, místicas, contemporáneas, urbanas, haciendo de ella una de las danzas más creativas y flexibles.
Por Susana Porta
El Estilo Tribal Americano (American Tribal Style, ATS) surgió en San Francisco, California, en los años 60 fruto de la experimentación y del deseo de volver a las raíces tribales del baile. Fusiona danzas del Medio Oriente, del Norte de África y del Mediterráneo, especialmente de las comunidades nómadas gitanas y del aire flamenco, creando su propia versión de la danza del vientre o Belly dance. En los años 80 se le incorporó la idea de ser una danza grupal con el formato de improvisación regido por códigos entre las bailarinas y así se terminó de definir, convirtiédose el ATS en marca registrada. Luego se fue extendiendo por todo el mundo y Argentina no quedó excluida de ese movimiento. Hay algunas pioneras en Capital Federal, certificadas en los Estados Unidos, con quienes los grupos tribaleros del país realizan seminarios de perfeccionamiento. Es una danza basada en la improvisación y los cambios de líder, esto la hace muy libre y democrática. No hay divas en escena, sino una fuerte conciencia de grupo, por eso requiere un gran conocimiento de los pasos y las formaciones para leer el lenguaje corporal de las compañeras además de confianza mutua. A menudo eclipsadas por los extravagantes
ornamentos, la emocionante música o por la belleza de las mujeres bailando juntas, las marcaciones y las señales son la brillantez de su coreografía improvisada. Pareciera un sinsentido calificarla así, pero esa es la esencia de esta danza, ya que brinda la posibilidad de bailar con otras personas, incluso sin conocerse previamente, siempre y cuando se conozca el código del ATS. Porque no es solo una danza, además es un lenguaje con el que pueden comunicarse, pero en él no hay palabras, sino que lo hacen con el cuerpo y sobre todo con la mirada. También se suma la llamada que las bailarinas se hacen entre ellas con «Zhagareets» (ululaciones vocales), mientras asumen una postura con el pecho en alto adoptando un sentido de integridad. Este movimiento tiene una vertiente que se denomina tribal fusión, que abre las puertas a nuevas formas expresivas que son incorporadas al repertorio básico: el gótico, hip hop, jazz, break dance, burlesque, ballet e incluso las artes marciales son bienvenidos. Si hay algo que pone furiosa a una tribalera es que la califiquen como odalisca, porque estas eran esclavas sexuales. Precisamente, se reformuló el concepto de la danza del vienPulsiones 9
tre para superar esa concepción vinculada con el baile árabe ejecutado por aquellas, como un exótico espectáculo para el placer masculino. La danza tribal no es ni pretende ser sexy, por el contrario, tiende a eliminar el componente sexual de una danza de gran sensualidad. Ello se consigue con una expre-sión misteriosa y estática de la cara y con movimientos que concentran la atención hacia su fuerza y virtuosismo. Cada grupo de baile se autodefine como una tribu que tiene su nombre y estilo propio. En Paraná, Sigma Draconis y Lumiére son los dos grupos que se identifican y trabajan juntos. Todas las bailarinas se reúnen durante el año en un «hafla», palabra árabe que significa fiesta, por que justamente eso es para las amantes de esta danza encontrarse para profundizar la comunicación y la cooperación. El término se utiliza para describir el evento donde estudiantes de este arte en sus diferentes estilos y fusiones, bailarinas profesionales y el público, se dan cita para celebrar los solsticios y equinoccios del año. Por eso, en cada cambio de estación encontrarán a las tribus paranaenses viviendo la danza al aire libre en alguna plaza o en el Parque Urquiza. Durante el hafla, suelen hacerse círculos en los que una danzarina pasa al centro para compartir sus destrezas con las demás y posteriormente se reincorpora al grupo, mientras otra ocupa el lugar central. Por lo general, en la mitad, hay un receso para compartir
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un bufet a la canasta. Siempre a cielo abierto, trasladando la idea de espectáculo callejero en espacios públicos, se llevan a cabo esas jornadas vivenciando el tribal como algo cotidiano y natural, con el objetivo de difundir culturas, afianzar las relaciones entre las bailarinas y unir a las tribus. Lo maravilloso de estos festejos es que las agrupaciones de todas partes del mundo salen el mismo día, al mismo tiempo forjando una conexión internacional y olvidando las fronteras y la intolerancia, con la idea de unión y hermandad. Las tribaleras de Paraná participan en todos los eventos culturales a los que son invitadas y recientemente estuvieron cerrando la Noche de Terror, tradicional convocatoria de la Biblioteca Popular de Paraná. Dentro de muy poco se podrá disfrutar del espectáculo de fin de año en La Vieja Usina y seguramente sorprenderán gratamente como lo han hecho con su show anterior Al-Khimya. Sigma Draconis y Lumière se juntan a bailar y apreder en la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), sita en Laprida136, los días lunes de 18:00 a 20:00. El taller es libre y gratuito. El Estilo Tribal Americano está en evolución, de manera que aún faltan contribuciones por hacer y cosas por crear. Así que anímense, que la magia se encuentra allí: en el disfrute en grupo, en conocer gente a través de la danza y en jugar bailando
El arte a través de las manos Por María Florencia Cossi
Cristian Gambino es un joven paranaense que, además de estudiar Comunicación Social, trabaja en un taller de cerámica y se dedica con pasión al dibujo, la pintura y la escultura. Se inició en su adolescencia, en los años 90, explorando la historieta como hobby, como experiencia entre sus búsquedas por expresarse. Se declara un fan de ese género y un seguidor de los grandes dibujantes de revistas que fueron hit y marcaron una época en su vida. Precisamente, al principio intentaba imitar, infructuosamente, lo que sus ídolos hacían, por eso se liberó de esa auto exigencia y el trazo de su lápiz recorrió líneas y siluetas con total autonomía. Esa necesidad de expresión sigue vigente, cada vez afrontando nuevos caminos. Su plástica aparece de formas sumamente versátiles. Comenzó trabajando con lápiz, luego con birome y después continuó la experimentación con pasteles, tinta china y acrílico. En muchas de sus obras todos estos materiales se combinan con efectos apreciables. Su curiosidad y su afán experimen-
tador abierto siempre a nuevas propuestas, lo llevaron a incursionar en la cerámica, en la escultura y a hacer arte también en esas disciplinas. Asistió a numerosos cursos y talleres de artes visuales, para perfeccionar su habilidad natural de dibujante y para conocer y profundizar más sobre los pasteles, la mixtura de colores, las formas, los ritmos, las perspectivas. Los pasteles son como una especie de tiza que se puede utilizar ya sea para pintar o dibujar y luego se fijan con un aerosol que actúa sobre el color dando una sensación de volumen. A Cristian le agrada utilizarlos por la rapidez y libertad que permite en los trazos y los combina con tinta china para definir mejor los detalles. Para conservar sus obras lo hace de dos formas diferentes. Por un lado hace un resguardo fotográfico digital para disponer de ellas cuando necesita utilizar imágenes para la impresión o para la difusión en otras ocasiones. Por el otro, también las tiene en el soporte tradicional físico, empleado en el momento creador que puede ser papel,
cartón, lienzo con bastidor y suele tenerlas en carpetas de cartón donde las almacena clasificadas por temáticas. A la hora de pintar por lo general se pertrecha en su habitación que funciona a modo de taller. Siempre escuchando música y con buena luz que es lo más importante. A veces el dibujo final es el resultado de haber borrado mucho, lo cual también lleva a la práctica de ensayo y error, otras veces sale bien en el primer intento. En oportunidades encuentra imágenes en la computadora que lo inspiran y movilizan para un nuevo proyecto. Es decir que la escena de su producción se puede resumir en buena luz, música, computadora y borradores. Además de participar en concursos, también ha acompañado a otros artistas en muestras conjuntas. Cristian destaca un lugar en Paraná denominado A la vuelta de la esquina, que suma una propuesta interesante en cuanto a que es una de las pocas salas artísticas que es libre y abierta, para todos los expositores
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Ferny Kosiak:
“Soy un buscador de tesoros perdidos” Se explayó sobre su escritura, su proceso creador y sus libros. Habló del Slam de Poesía Oral y reveló los entretelones de su organización. Además, se refirió a su actividad fotográfica e hizo un adelanto de su próxima exposición titulada Ostranénie.
Fernando Kosiak es oriundo de Villa Libertador San Martín pero reside en Paraná desde que finalizó la escuela secundaria. Transita los caminos de la literatura, las artes plásticas, el teatro y la fotografía. Estudió Licenciatura en Comunicación Social y es profesor de Lengua y Literatura. Hasta la fecha ha publicado cuatro libros de cuentos y uno de poesía. Varios de sus relatos fueron galardonados en diversos certámenes provinciales, nacionales e internacionales y algunos editados en revistas y antologías. Recibió el Premio Escenario 2016 otorgado por el Diario Uno de Entre Ríos, en reconocimiento a su libro El crimen es una fiesta. Desde hace una década realiza una muestra fotográfica anual. Por Susana Porta
Si tuvieras que definirte por tu actividad profesional, ¿qué dirías? Diría que, además de escritor, profesor y fotógrafo, soy un buscador de tesoros perdidos. Me gusta explorar y probar cosas nuevas. Por ahí quiero hacer fotos y comienzo con el revuelo que implica una producción o se me da por terminar cuentos empezados. Me muevo según lo que me movilize en el momento, porque sé que si me obligo a hacer algo no me sale con la pasión con que quiero hacerlo. Recién dijiste que «sos un buscador de tesoros perdidos», ¿qué se supone que buscás? Todos buscamos algún tesoro perdido. Sea un amor, una profesión o cualquier otra cosa. Los artistas queremos que la gente no nos olvide. Por eso, suelo preguntarme si dentro de 10 años alguien leerá lo que escribí. Eso es angustiante a veces. ¿El reconocimiento es lo que te mueve a escribir? No, escribo porque me gusta, porque lo necesito, porque se me ocurre una idea y tengo que expresarla. Cuando me pica un tema lo escribo, porque si no me queda dando vueltas en la cabeza. Pero sí me gustaría estar entre los escritores reconocidos algún día.
¿Qué cosas inspiran tu proceso de escritura y marcan de alguna manera tu estilo? Una buena lectura, una serie o una película. La vida diaria y las cosas raras que pasan en ella. Investigo cuando algo me llama la atención y me vuelco a tópicos que no son los convencionales en la literatura argentina y menos en la del interior. Stephen King decía que una buena historia siempre encierra dos. Por eso, tomo cosas que me pasan o me cuentan y las vinculo con algo más, para enriquecerlas. No soy de los que reescriben cientos de veces. Generalmente me sale el texto de un tirón, después de madurar las ideas. Mi estilo tiende hacia la risa, pero también puja mi formación académica y de lector, entonces el humor se diluye hacia otras estéticas. Jorge Luis Borges se jactaba más de los libros leídos que de los escritos por él, ¿hay autores que hayan incidido en tu obra? Al principio sí, pero ya no. Me parece que mis dos primeros libros están marcados por ciertas lecturas. Hay cuentos que son muy Pizarnik, otros que son muy borgeanos. Después uno va encontrando su voz, su manera de escribir. Lo que sí me pasa es que leo algo que está bellamente escrito y me provoca ganas de escribir.
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¿Cómo describirías lo más destacado de cada uno de tus libros? En el primero de mis libros, Soy tu monstruo, armé historias en torno a la fantasía colectiva sobre estos seres. El segundo, Sentido Raro, versa sobre extrañezas de lo cotidiano que hacen que la realidad supere la ficción. Mi último libro El crimen es una fiesta es el más convencional por su estructura. Sus cuentos se centran en distintos crímenes, ya sean mínimos o espantosos, bajo la mirada de cierto humor. Tuit fue un experimento, incluye microrrelatos en el formato del tuiter. Por lo general, los cuentos reunidos en cada obra tienen una unidad temática que se percibe desde el título y de la que siempre doy cuenta en el prólogo. ¿Qué implica ser escritor en el interior y, además, no estar en el circuito editorial de Buenos Aires? Si uno escribe en el interior la gente te podrá reconocer por lo que hacés, pero siempre te cuesta más. Se dice que Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires y en las artes es así. Los que producimos desde los bordes y además elegimos temáticas o géneros por fuera del canon, nos ganamos la vida con otro laburo y la literatura es
parte del goce. No digo que los escritores reconocidos no disfruten de lo que hacen, pero nosotros no tenemos ciertas presiones y habría que ver si las quisiéramos tener. ¿Cómo financiás la edición de tus libros? Hasta ahora me las he rebuscado juntando plata. Creo en la comunidad del arte, por eso mucho se logra vinculándose con gente que ama lo que hace tanto como uno. En mis libros siempre participan artistas plásticos que me regalan su tiempo y su creación para acompañar mis cuentos. Hubo gente que ha organizado actividades para recaudar fondos para alguno de mis proyectos y eso, para los que hacemos las cosas de manera autosustentada es importante, porque te sentís querido. Sin embargo, hay novelas y cuentos que están en mi PC y me encantaría que alguna editorial se hiciera cargo de ellos. Hablemos de tu pasión por la fotografía, ¿de qué modo se despertó? A fines de la secundaria, en 1998, época en la que me estaba descubriendo como jóven homosexual, me gustaba refaccionar ropa para el grupo de teatro que teníamos en Villa Libertador San Martín y se me ocurrió preparar
Colección de cámaras fotográficas expuestas en el estudio de Ferny Kosiak
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un catálogo con las cosas que hacía. También armé allí una producción fotográfica, pero desde la Intendencia opinaron que había algunas fotos contraproducentes —describe haciendo gestos de comillas en el aire— uno de los modelos era hijo de un pastor y aparecía en una toma simulando inyectarse y también mi abuela del campo posaba como si estuviera aspirando una línea de coca. Entonces improvisé una muestra con paisajes —expresa con cierta burla—, porque era un encuentro cultural y no quise dejar colgados a los otros artistas. ¿Cómo generás tus muestras fotográficas? Las armo en torno a un tema. Cada foto implica un proceso. Nos juntamos con los modelos y, antes de sacar la toma que yo necesito, hacemos otras que le sirvan para su ego, su Facebook, o para lo que sea, entonces la gente se relaja. Además, hay que conseguir el vestuario para cambiarle un poco la onda a la persona. Me gusta explorar con distintas miradas. Me atrae mucho lo pop y lo ácido, pero también disfruto una imagen en blanco y negro. Mis fotografías apuestan a narrar una historia por eso trato de que cada una cuente algo que el receptor tenga que desen
trañar. Por ejemplo, la puesta anterior fue sobre los cuentos no tan infantiles, en ella plasmé el lado violento que no muestra Disney. ¿Nos podrías adelantar algo sobre la exposición que estás preparando? Se llama Ostranénie. Es una palabra en ruso que significa extrañamiento y se trata de fotos que representan a los santos católicos. Estoy trabajando con primeros planos en blanco y negro, para contar sus trágicas historias. Otra de tus inquietudes se centra en el Slam de Poesía Oral, ¿cuáles son las propuestas de estos encuentros? Se trata de desacartonar la poesía, de sumarle otra dimensión a la palabra y de reírse de las convenciones de la literatura. Hay grupos que organizan estos torneos en Córdoba, Salta, Corrientes, Resistencia, Mendoza, Bariloche, Rosario, Santa Fe y en Paraná nos sumamos el año pasado. Cada escritor va construyendo su perfil de poeta oral para presentarse en
un escenario. Es un desafío producir en función de un público, ya que no es lo mismo una poesía escrita para leer en la intimidad que otra dirigida a personas que oyen y juzgan. Aunque es un juego, también está el condimento del premio y, con lo que uno lee en un Slam, quiere ser Dios —dice con cierto humor—, uno quiere que lo amen. Subiste tu poesía al escenario del Oktober Grand Slam Fest de Entre Ríos realizado este mes y además integraste el plantel de organizadores, ¿se contó con apoyo oficial para concretarlo? Estos eventos no nacen de la nada, mucho menos si se realizan desde la autogestión. Elián Del Mestre dio el puntapié inicial y sigue coordinando estos encuentros, sumando voluntarios, para hacer de cada Slam algo que valga la pena recordar. Hemos tratado de involucrar a las secretarías de la Juventud de la Provincia y de Cultura de la Municipalidad, pero no se ponen las pilas y eso nos tira abajo. Organizamos una actividad que supuestamente
está auspiciada por la última, pero que invirtió solo 800 pesos a principio de año para los premios y sigue figurando en algo en lo que no participa. ¿Ferny Kosiak es un personaje? Siempre soy yo, no vendo un personaje. Mucha teoría habla de las máscaras que construimos para las diversas esferas sociales en las que nos movemos. La verdad es que no ando con una. El problema es que esa falta de caretas lleva a la incomprensión. La gente no está acostumbrada a la honestidad. Por eso los que no usamos máscara caemos o super bien o demasiado mal
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Del libro El crimen es una fiesta
Agria Venganza Aderezas mesas delante de mí, en presencia de mis angustiadores. Salmos 23: 5
Arturo había leído la trilogía de Stieg Larsson que lo inspiró para usar versículos del tercer capítulo de Levíticos para planear su venganza contra el grupo de catorce personas que odiaba desde hacía años. Compró las armas y las instaló en lugares estratégicos de la mansión ubicada al borde del precipicio, en algún lugar recóndito de Maine. Todo lo había dispuesto: las bisagras de los pasadizos secretos perfectamente aceitadas para proporcionarle guarida en los momentos justos, las plantas venenosas distribuidas en las galerías del vivero, el brillo ausente de los puñales ocultos. El engaño funcionó de la manera prevista. El viernes a la tarde llegaron a la mansión, con algunos minutos de diferencia, las catorce víctimas. Estacionaron sus autos frente a la entrada y esperaron que alguien los recibiera. Arturo pudo ver, oculto detrás de una de las ventanas, cómo su plan se desmoronaba en cuestión de segundos. Su mucama Consuelo, única compañía entre esas paredes y conocedora de sus planes, abrió la puerta principal de par en par empuñando una ametralladora Uzi. Bajó los escalones mientras los visitantes se atropellaban huyendo y disparó contra ellos. Nadie quedó con vida. Alzó la cabeza y saludó hacia la ventana donde sabía que estaba su patrón, que no podía dar crédito a lo que veía, maldiciendo a la mujer y la falta de un mayordomo.
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Paredes que hablan “En una ciudad donde las malas noticias ocupan los titulares, basta con solo voltear a sus calles y ver que llueve poesía” Armando Alanís Pulido
Por Melina Villanueva
La poesía, como el pan, es de todos
El grupo Acción Poética es un proyecto de poesía urbana que consiste en pintar e intervenir los muros por medio de graffitis. La idea es que la poesía sea parte del paisaje urbano y a su vez sirva como promoción de la lectura y del rescate de valores. Fue fundado en 1996 por el poeta mexicano Armando Alanís Pulido, quién a los 20 años decidió salir a la calle con brocha y pintura para dejar plasmadas frases inspiradoras en las paredes. El movimiento surge a partir de su percepción de que los jóvenes de Monterrey ya no leían como antes, que habían perdido el gusto por la poesía, la literatura y el arte en general.
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En los murales se escriben frases de amor, frases optimistas, frases en alusión a la situación actual (aunque tienen por regla no tocar temas políticos ni religiosos) y también frases de canciones y versos del propio Alanís. Hoy en día trasciende fronteras y se hace visible en más de cincuenta ciudades mexicanas, así como también en veinte países de Latinoamérica y España.
Sin poesía no hay ciudad
En enero de 2013, Acción Poética pintó su primer muro en Paraná. El movimiento se inició en la capital entrerriana a raíz de la curiosidad de Zulma Pacher, una docente que seguía esta iniciativa virtualmente y que decidió acercarla
a la ciudad. Para esto se contactó con Fernando Ríos, coordinador de Acción Poética en Tucumán. La idea de este grupo no es pintar por vandalismo, sino que se busca establecer una relación con el otro. Se pide autorización para intervenir los muros e incluso se convoca a los vecinos a ser parte de estos graffitis poéticos. De esta forma, todos están invitados a ser parte, siempre que mantengan su participación activa.
A esta vida le faltaba un nosotros Acción Poética es un grupo que tiene sus propias reglas. Sus miembros gestionan donaciones y colaboran ellos mismos con los materiales para acondi-
cionar las paredes. No se acepta dinero, solo donaciones de pintura de color blanco, negro y pinceles. Las frases se eligen teniendo en cuenta las dimensiones de la superficie disponible, el contexto y orientación de la calle. No pueden tener más de ocho palabras, por eso que se puede definir a Acción Poética como minimalista, ya que su lema es «menos es más». El movimiento construye su identidad a través de una impronta caracterizada por la pared pintada con blanco y las letras con negro, por la micropoesía y también por el hecho de que cada intervención se hace con permiso del dueño de la pared. Esto es así, en cierta medida, para diferenciarse de las demás formas de graffitis. Los artistas de Acción Poética son anónimos. Las pintadas en los muros se firman con el nombre del movimiento, creando de esta manera un sentido de pertenencia pleno para todo aquel que forme parte del mismo.
Que la poesía nos salve del mundo
Sus intervenciones artísticas tratan de dar un descanso al ojo humano frente a tanto consumismo. Regalan a las personas algo que los haga pensar, salir del aturdimiento, de la rutina. Es por ello que deciden tomar las calles, generar afinidad con la gente y este cruce cotidiano con la poesía que sale su encuentro. Acción Poética apuesta al poder revolucionario y transformador de la palabra, a revalorizarla. La palabra aparece como elemento de innovación y crecimiento, como columna vertebral de una sociedad que si leyera más poesía sería, sin dudas, más humana. El arte, en todos sus aspectos, permite la realización de ideales. En el caso de Acción Poética, éstos son comunes entre todos los integrantes del grupo, quienes pretenden llenar las calles de poesías y de fases positivas que quedan al alcance de todos. Solo basta con leer esas paredes y adueñarse de las
palabras. En las sociedades contemporáneas, la esfera del arte ha cobrado gran importancia y hay muchas maneras de acercarse a ella. Solo basta la mirada para contemplar aquello que está puesto ahí para dar felicidad. Esto es también lo que tienen como propósito quienes pintan estas paredes, más allá de dejar plasmado lo que sienten, buscan que la gente se identifique con ellos, que por un momento eso que está leyendo los haga felices. Es así como podemos ver a Acción Poética como un movimiento socio cultural. Gracias a la articulación entre su identidad como grupo y sus manifestaciones artísticas podríamos pensar, por ejemplo, en que ya no existen artes puramente visuales o verbales. También nos permite reflexionar en la importancia de la imaginación colectiva en las intervenciones de los espacios públicos para la conformación de identidades grupales
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La Moringa:
la carpa como espacio creativo Se inauguró a sala llena el viernes 4 de diciembre de 2015 con una Varieté circense. Es el resultado de una experiencia paranaense de autogestión que nació como el sueño de un espacio cultural. Fue apropiado por los ciudadanos para expresar las más profundas raíces entrerrianas.
Por Stefanía de la Fuente
«Había una vez un circo que alegraba siempre el corazón» cantaba Miliki, conocido payaso español, en 1973. Sin embargo, el circo no era exclusivo del viejo continente, el Río de la Plata había plasmado su propia identidad en el espectáculo algunos años antes: en 1886 nació el Circo Criollo de la mano de los hermanos Podestá. La compañía que fundaron sentó las bases del teatro en Argentina, tal es así que el 6 de octubre se celebra el Día del circo y teatro rioplatense en conmemoración del natalicio del uruguayo José Pepe Podestá, reconocido por su personaje Pepino del 88. El Circo Criollo puso en escena las raíces gauchescas. Fusionó payasos, domadores y acrobacias con obras de teatro, payadas, pericón tocado en vivo y el legendario Juan Moreira. Así recorrió pueblo por pueblo pensando en un circo bien de acá. Bajo la premisa de un espectáculo para el pueblo, la Asociación Civil Teatro del Bardo apostó a retomar la mítica carpa como espacio de acción. El Instituto Nacional del Teatro convocó a presentar proyectos para la adquisición de la infraestructura y luego de tres años un subsidio nacional permitió la compra del equipamiento necesario para la construcción de La Moringa. Teatro del Bardo es una agrupación artística independiente que se moviliza bajo tres ejes: la investigación teatral, la construcción de espectáculos y circuitos alternativos y el cuestionamiento de las prácticas pedagógicas convencionales. Desde sus comienzos han sostenido un trabajo conjunto con otros grupos, artistas y organizaciones sociales generando iniciativas que se encuadran en estos supuestos. Uno de los proyectos es el Equipo de Educación por el Arte, que orienta sus prácticas a la exploración de los resultados de un hecho artístico en la comunidad educativa.
La Moringa es el resultado de tejer vínculos. La carpa se emplaza en Racedo 250bis, lindando con el Centro Cultural Juan L. Ortiz y a metros Puerto Ciencia, ámbitos por los que circulan las más diversas manifestaciones y artistas en busca de un espacio que les permita mostrar las particularidades de la ciudad Desde su raíz el proyecto se forma por el interés del vecindario por mantener, enriquecer y actualizar su imagen como barrio de la ciudad que aún conserva casas bajas, arboledas, grandes patios, las puertas abiertas dispuestas para el encuentro, la música y la creatividad de sus artistas. Cada una de las instituciones o personas han puesto a disposición del proyecto la posibilidad de realizar actividades que sirvan a fines de divulgación de la identidad local y el protagonismo ciudadano.
No es soplar y hacer una carpa
Construir una carpa circense no es tan fácil. La Asociación Civil Teatro del Bardo decidió que si les otorgaban un subsidio nacional lo invertirían en un producto argentino, en lugar de adquirirla en otro país. En 2015 el circo Varekay llegó a Paraná, a través de ellos se contactaron con un lonero de Rosario. El diseño del entoldado tuvo que simplificarse y dos meses después estaba listo, pero aún faltaba la estructura. Los hierros y la cúpula llegaron desde Río Cuarto y más de 30 personas se dedicaron a construir la carpa. Se colocó la estructura principal, que se ancla al piso y sostiene a la cúpula circular donde se apoya la lona, y poco a poco todo se fue levantando. Hoy tiene una capacidad de 300 espectadores y está equi Pulsiones 19
pada con gradas, piezas técnicas y elementos de seguidad para la puesta en escena de espectáculos circenses, obras de teatro y recitales.
La Moringa
El árbol homónimo es originario del norte de India, por su fortaleza es capaz de crecer en cualquier tipo de suelo, incluso en condiciones de aridez máxima. Lo llaman «árbol milagroso» porque sus hojas y flores están dotadas de gran cantidad de nutrientes por lo que son utilizadas como alimento y medicina desde hace 4.000 años. En Septiembre de 2013 se largó la convocatoria «Tírate un nombre» en la que los participantes debían sugerir un denominador para la futura carpa circense. Entre chistes y mezclas de palabras alguien escribió «La Moringa Roja» argumentando que el árbol no solo crece en cualquier terreno como lo hacen las carpas sino que además hace que la sangre se revitalice, como lo harían los futuros espectadores de los encuentros. De una selección de diez este nombre fue el más votado.
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Radio Moringa
El equipo de producción de Radio Moringa está conformado por artistas que integran la Asociación Civil Teatro del Bardo. Este colectivo busca relacionar el trabajo realizado por diferentes actores sociales de Entre Ríos a los fines de elaborar producciones radiofónicas que funcionen como material didáctico para ser utilizado por el Equipo de Educación por el Arte y para retomar un medio de comunicación ligado históricamente al ambiente circense. Además pretenden difundir la historia entrerriana y del teatro a través del radio teatro, género muy popular en la primera mitad del siglo XX en Argentina. Hecho en Entre Ríos es el programa emitido por Radio Moringa por el dial 89.3 Mhz de Radio Comunitaria Barriletes; este proyecto promueve la cultura democrática y el derecho a la información, la investigación y reflexión. Los programas de esta serie serán difundidos en formato cd en las escuelas como apuesta a la enseñanza y la comunicación a través del arte
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La Hendija: puertas abiertas al teatro Por María Florencia Cossi
Desde 1989 el Centro Cultural La Hendija, realiza la labor de formar un espacio libre para la producción independiente y la autogestión de los artistas o grupos que, tienen proyectos y talento pero no cuentan con un espacio para poder realizarlos. Actualmente cuenta con dos salas de teatro, música y cine, una galería de arte, una radio de frecuencia modulada que se transmite también por internet y un proyecto de editorial. Hablar de La Hendija es hacerlo pensando lo cultural como un relato de los modos de vida, y que desde un principio lo único interesante era el camino inexistente, la pura contingencia. Por eso, cada proyecto es abrazado y sostenido para que dure y crezca durante un siglo, defendido con la mayor pasión y real esfuerzo.
Encantado Freud, soy Galileo
La obra es una producción paranaense, escrita y dirigida por María Ester Brafa y
protagonizada por Juan Pablo Amarillo junto a Horacio Lapunzina. En ella se dramatiza un encuentro imaginario entre Sigmund Freud y Galileo Galilei en el lugar preferido por el primero para sus viajes, el sur de Italia, «lugar de delicias inauditas» habría escrito desde Sicilia. La invitación a un congreso es la excusa para que dialoguen estos dos íconos del conocimiento, Galileo Galilei, considerado el padre de la ciencia y Sigmund Freud, quien plantea un sujeto escindido por la herida del inconsciente. El telón se abre todos los sábados de octubre a las 21:oo.
La denuncia: una comedia del arte criolla
con la denuncia que realiza una mujer viuda a un hombre que vivía con ella y que, luego de dejarla embarazada, se va a convivir con su hija mayor y más tarde se fuga con la menor. La madre pide que se lo detenga para que vuelva y se case con quien él decida, obligándolo a mantener el hogar de las tres mujeres. Escrita por Rafael Bruza y dirigida por Claudia Martínez Bel. Protagonizada por Marcelo Mazzarello, Gastón Ricaud, Marcelo Xicarts y Federico Cécere, entre máscaras y pelucas desfilan personajes del patrimonio cultural tradicional de la milonga, el chamamé y la polca rural. La obra está prevista para el viernes 4 de noviembre a las 21:oo
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Esta divertida y atractiva comedia del arte a la criolla se basa en un expediente policial de la localidad bonaerense de Las Flores, en 1909. La historia comienza Pulsiones 21
Lugares y propuestas Segundo Encuentro del Cuarto Tipo
El festival de cultura está programado para los días 12 y 13 de noviembre desde el medio día hasta la medianoche. El escenario será el Parque Urquiza, en el sector aledaño al Puente de los suspiros y al playón Pocho Fontelles. La entrada será libre y gratuita. El arte nuevamente saldrá a la calle a dialogar con la naturaleza y con el espíritu de abrirse hacia el espacio público, para visibilizar el trabajo de los artistas alternativos y estimular el accionar cooperativo en las muestras artísticas. En esta ocasión, además de música en vivo, instalaciones audiovisuales,obras de danza y circo, se contará con una sección de talleres, feria de diseño y editoriales independientes. También participarán diversas organizaciones comunitarias y ambientales de la ciudad y la región socializando sus propuestas.
Parque Urquiza 22 Pulsiones
Sala Arteatro
Tierra Bomba
Bienvenida Casanda 12 y 19 de noviembre 21:00
El combo mutante Sábado 29 de octubre 00:00
La obra forma parte de su proyecto Resistencia Trágica, que consiste en poner en escena los mitos griegos que nos confrontan con nuestros demonios.
El grupo propone un viaje intenso al centro del Caribe, con salsa dura litoraleña. Rescatan el sonido tradicional de la música afro cubana como el guaguancó, el son, el chachachá, la guajira y la guaracha, interpretando canciones de los más grandes exponentes del estilo como Héctor Lavoe, Rubén Blades y Willie Colón.
Tucumán 378
La copa
Stand Up con Federico Cyrulnik Viernes 11 de noviembre 21:00 El actor presenta Joven. Espectáculo unipersonal en el que el comediante hace un repaso de cuestiones cotidianas, pero con un agudo e irreverente sentido del humor.
Tapones de punta Sábado 12 de noviembre 00:00 La banda presenta su primer disco provisto de un espíritu que remonta a los principios callejeros de las marching bands de New Orleans, proponiendo una fusión de funk con estilo propio.
9 de julio 160, subsuelo
Urquiza 1214
Cine Club Musidora
Las funciones se realizan todos los miércoles a las 20:30, en la sede del Casal de Cataluña que brinda un espacio para cinéfilos y público en general, que aprecien la calidad estética del séptimo arte. En cada encuentro se proyecta un corto y un largometraje internacional, con la coordinación de Carlos Pagés y Pablo Russo.
La Moringa
Cueva Cultural Obrera
Peña Folklorica La Mestiza Jueves 10 de noviembre 21:00 «De costa a costa celebra a Sampayo» Viernes 11 de noviembre 21:00 El Movimiento de música entrerriana De costa a costa conmemora a Aníbal Sampayo en el 90 aniversario del poeta y cantante uruguayo.
Funciones:
Ciclo de lectura de poesía, clase abierta de danza y música en vivo, en clave latinoamericana. Andrés Pazos 347
Cielito Lindo
2 de noviembre El silencio de Lorna (2008), Francia. Dirigida por Jean-Pierre y Luc Dardenne 9 de noviembre Pajarracos y pajaritos (1966), Italia. Dirigida por Pier Paolo Pasolini. 16 de noviembre Ella (2016), Francia. Dirigida por Paul Verhoeven. 23 de noviembre Antes de la lluvia (1991), Macedonia. Dirigida por Milcho Manchevski.
Nogoyá 123
Peña La Sapucai Sábado 12 de noviembre 21:00 La propuesta está destinada a propiciar un espacio de encuentro con música, números artísticos, clases de baile, música entrerriana y micrófono abierto
Todos los sábados por la noche, la propuesta se centra en diferentes intervenciones artísticas y música en vivo. Es un espacio creado para reunirse y disfrutar una actividad cultural y degustar la gastronomía.
Racedo 250bis
Av. Almafuerte 721 Pulsiones 23
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