REVISTA DE ANÁLISIS POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL
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REVISTA ACONTECER MUNDIAL Edición Abril 2014 | DOSSIER MALVINAS | Página 2
SOBRE LA REVISTA
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EDICIÓN GENERAL: Carolina Galloso ÁREA DE CORRECCIÓN: María Belén Molina y Vedia Editora (Universidad de Buenos Aires | Facultad de Filosofía y Letras) María Melina Dangelo Profesora en Letras (Universidad Nacional de la Plata | Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación) STAFF DE ESTE NÚMERO: Gianina Carignano, Guillermo De Lucca, Carolina Galloso, Bruno Reichert. www.acontecermundial.com.ar info@acontecermundial.com.ar Cordoba 1147 – Piso 09 – Oficina 01 Rosario - Provincia de Santa Fe - Argentina Mes de Marzo 2014 ISSN 2347-0534 Registro DNDA en trámite
Editorial Abril ha sido –como mínimo- un mes muy especial para los argentinos. Como todos los años, conmemoramos un nuevo aniversario de la Guerra de Malvinas, uno de los acontecimientos más relevantes en la historia de nuestro país. La guerra –que se extendió desde el 2 de abril de 1982 hasta el 14 de junio- se cobró la vida de 649 soldados. La dimisión argentina implicó la caída de la dictadura militar y el arribo de la democracia. Sin embargo, dejó este capítulo de su historia como una herida abierta, que aún hoy permanece sin sanar. Desde que fueron ocupadas hacia el año 1833, la República Argentina ha reclamado la restitución de las islas, en instancias tanto bilaterales como multilaterales. De hecho, el reclamo sobre su soberanía ha sido uno de los motores que impulsan el accionar diplomático nacional. Sin embargo, la reticencia británica para abordar el tema ha sido un obstáculo
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trascendental en cuanto a la resolución final de la cuestión se refiere. En este contexto, y reconociendo la importancia que las islas ameritan, desde Acontecer Mundial apoyamos y reivindicamos los reclamos argentinos, y exhortamos al diálogo internacional. El dossier de este mes plantea una aproximación al tema, tratando de analizar desde diferentes perspectivas las circunstancias en las que se circunscribe esta nueva conmemoración. Carolina Galloso Editora | Directora
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MALVINAS: REVISIONES DE UNA HERIDA
OPINIÓN
ABIERTA
POR GIANINA CARIGNANO* *Estudiante avanzada de la carrera Licenciatura en Relaciones Internacionales, en la Universidad Nacional de Rosario
Cada 2 de abril, en la Argentina rememoramos el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”; y cada 2 de abril florecen sentimientos encontrados y el debate es siempre el mismo.
La historia se remonta a la época de los descubrimientos, pero el meollo de los hechos empieza en 1833, cuando el desembarco inglés en las Islas obliga a los argentinos, hasta entonces establecidos, a embarcar hacia el continente. Todo lo que iba a venir a posteriori sería solo la tensa calma antes de la tormenta. Finalmente, una sangrienta y cruel guerra se detona el 2 de abril de 1982, cuando el ejército argentino ocupa militarmente las Islas para intentar recuperarlas.
Con solo 74 días de duración, la guerra autenticaba un final anunciado. Desde entonces, la recuperación de las Islas Malvinas ha transitado años, gobiernos y generaciones, pero el ideal es siempre el mismo: devolvernos la soberanía, y con ella, el orgullo y el honor.
Los retos por delante son aún mayores. Nuevas intenciones se ponen en juego, y con ellas, el futuro: militarización, recursos naturales, Un paso al frente disfrazado de heroísmo, cuyo energía y explotación, todas palabras que único objetivo era disimular la cruenta trazan un desafío en el porvenir de ambas dictadura militar que asolaba al país, logró naciones, que agregan así un condimento que llevar al matadero a más de 640 jóvenes solo aumenta la sensación de competencia. inexpertos, con equipo insuficiente, armados solamente con un escudo secreto: el coraje.
Sin embargo, en la disputa por la recuperación, el diálogo debe ser siempre instrumento y camino. Una guerra ya no debería ser la chance en la mente de ninguna autoridad política y moral, si lo que todos deseamos en el mundo es convertir en carne la paz que tantas hojas y años ocupa en los documentos de Naciones Unidas.
Consecuentemente, debemos evitar que la muerte de tantos jóvenes argentinos y el suicidio de tantos héroes olvidados hayan sido en vano. Pero la venganza no puede ser la opción. Pretendemos que los fantasmas de un pasado oscuro desaparezcan y que las heridas de la historia dejen de sangrar. Nos queda, desde el 14 de junio de 1982, la herencia de un dolor por apagar.
Argentina tiene una materia pendiente, y cualquier Gobierno Nacional debe permanecer fuerte e inalterable ante las amenazas, para encontrar la vía pacífica y diplomática de recuperar las Islas. Existen, de hecho, antecedentes en Derecho Internacional que podrían abrir nuevas posibilidades, y muchos son los agentes capacitados para encontrarlas. El siguiente paso es, entonces, unificar criterios internos, crear una postura sólida, convertirla en política de Estado y volcarla a la arena internacional.
El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. Fuente: es.wikipedia.org
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MALVINAS:
UNA CUESTIóN DE SOBERANíA REGIONAL
POR GUILLERMO DE LUCCA* *Periodista (Instituto Superior de Periodismo Grafotécnico). Estudiante de la carrera Licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires.
La Cuestión de las Islas Malvinas, tal como se la denominó en 1965 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, establece un espacio de disputa sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Este conflicto renovó su importancia a nivel mundial tras producirse nuevos ejercicios militares en la zona con el lanzamiento de misiles, la movilización de barcos y submarinos nucleares en las islas por parte del gobierno británico y un nuevo embate político-diplomático de Argentina en reclamo su soberanía.
La posición argentina desde la ocupación en 1833 ha sido pedir por vía diplomática en todas las instancias bilaterales, regionales e internacionales, la restitución. Entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, la dictadura militar interrumpió esta búsqueda de diálogo para realizar una operación armada con un catastrófico final de 649 argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños muertos. Actualmente, Argentina, tal como lo ha mencionado el Canciller Héctor Timerman, ha obtenido el reconocimiento de sus derechos soberanos sobre las islas en organismos como el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC y en foros multilaterales como el ASPA, el Movimiento de
Países No Alineados, el G-77, la Cumbre de Países Árabes y de América del Sur, la Cumbre de América del Sur y África y las Cumbres Iberoamericanas, entre otros. También se encuentra en tratativas y negociaciones ante la ONU y la OEA para destrabar el conflicto. Sin embargo, Gran Bretaña ha desconocido sistemáticamente el pedido de devolución de las islas amparándose en la autodeterminación de los kelpers como pueblo de pertenecer al Reino Unido.
Un referéndum realizado en la isla el 10 y 11 de marzo de 2013 arrojó un resultado de un 98,8% a favor de seguir bajo la tutela de Reino Unido como territorio de ultramar británico. El total de votos emitidos del padrón fue del 97%. A simple vista, el resultado es contundente. No obstante, es necesario considerar que de los aproximadamente tres mil doscientos habitantes que conforman el total de la población malvinense, el 70% son descendientes de británicos. Por lo tanto, el argumento de la autodeterminación se torna endeble ya que se en su mayoría se trata de un pueblo que es descendiente de la misma población que promovió y amparó la ocupación ilegítima.
Las motivaciones geopolíticas y estratégicomilitares son cruciales para comprender el interés de los británicos por mantener este enclave del Océano Atlántico. Mientras Argentina opta por la vía diplomática, la búsqueda del consenso y el apoyo de los organismos regionales e internacionales; Gran Bretaña afianza su poderío militar en la región. Cabe destacar que son catorce los llamados territorios británicos de ultramar que reclama como suyos el Reino Unido (entre ellos se encuentran las Islas Malvinas), diez de los cuales se encuentran bajo monitoreo del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
Para comprender las causas profundas de la ocupación es necesario sumergirse en los motivos y los intereses que movilizan a las partes en conflicto.
Ubicación de los territorios británicos en ultramar en Centroamérica y América del Sur. Fuente: Web
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El anillo de bases militares que se ubica a lo largo de todo el Océano Atlántico desde las Bermudas hasta las Islas Malvinas es visto por muchos analistas como un despliegue estratégico-militar. Estos emplazamientos permitirían el control sobre un continente latinoamericano en pujante crecimiento y desarrollo que proyecta una futura unificación geopolítica y económica. Esa integración se da a través de organismos como la UNASUR, el MERCOSUR, el ALADI, la Comunidad Andina y la Alianza del Pacífico entre otros. Según este enfoque, las ocupaciones británicas operan como una suerte de control ultramarino y como centros para coordinar, en casos de conflictos armados, operaciones militares. A su vez, podrían actuar como un punto de partida y de aprovisionamiento estratégico para llegar a tierra desde diferentes puestos ultramarinos y controlar el flujo de barcos en el Océano Atlántico.
Asimismo, son un enclave sumamente importante para el Reino Unido por ubicarse dentro del Atlántico Sur y permitir controlar el paso por el Estrecho de Magallanes y por su proximidad con la Antártida. También su importancia radica en ser una posible base de operaciones de la OTAN, sospecha que ha denunciado en reiteradas oportunidades el gobierno argentino.
Las Islas Malvinas han sido utilizadas en el pasado como base de operaciones militares del Reino Unido. Desde la época colonial provocaron fricción entre Gran Bretaña y España y fueron escenario de batallas importantes por su control y dominación. Funcionaron como base militar en la Primera Guerra Mundial, cuando permitieron a la flota británica derrotar a una escuadra alemana comandada por el Almirante Maximilian von Spee y consolidar su poder en los mares del Hemisferio Sur. Durante la Segunda Guerra Mundial también fueron un punto militar estratégico. Una escuadra de tres cruceros británicos se enfrentó en el Río de la Plata al acorazado alemán Admiral Graf von Spee. La escuadra británica necesitó un refuerzo. Fue enviado entonces desde las islas el HMS Cumberland. A su vez, la cercanía de las islas permitió la retirada del HMS Exeter, que se encontraba muy dañado por el combate, para su reparación.
El gobierno británico desde 1987 se beneficia con las licencias de pesca que otorga a las compañías extranjeras que explotan recursos como el langostino, la merluza y el calamar. La pesca es la principal actividad económica de los isleños, quienes incentivan la explotación a través de compañías mixtas que están constituidas por naturales de las islas y por empresas extranjeras, en su mayoría españolas y holandesas
El Atlántico Sur tiene a su vez importancia mundial tanto por ser una gran fuente de recursos pesqueros y sus derivados, como por su potencial petrolero. En la actualidad se hizo efectiva y viable la posibilidad de colocar plataformas marinas para su explotación. También es una vía de comunicación intercontinental fundamental para el comercio internacional en pujante crecimiento y desarrollo debido al crecimiento regional.
Hasta 1987 los isleños sobrevivían de la ganadería ovina y de los subsidios recibidos del gobierno británico. Sin embargo, esta realidad cambió radicalmente a partir de la implementación de las licencias pesqueras y las doscientas millas marinas de explotación alrededor de las islas.
A partir de 1993 comenzó la exploración de petróleo en la zona y en 2010 se estimó que poseía un potencial de extracción de sesenta mil millones de barriles de crudo. Esto agudizó el conflicto y provocó una nueva oleada de embates y reclamos por parte del gobierno argentino. La administración británica incentivó la exploración conjunta del recurso con nuestro gobierno pero recibió una negativa rotunda desde Cancillería.
una cuestión de soberanía regional en la medida en que los intereses de América Latina se ven afectados en la resolución del conflicto. La ubicación estratégico-militar de las Islas Malvinas y las posesiones de ultramar del Reino Unido conforman un anillo que rodea Latinoamérica, y representa un potencial peligro no solamente para nuestra nación sino para toda la región. Son muestra fehaciente de este peligro, las intervenciones como base militar de las Islas Malvinas en la Primera y la Tanto la primer mandataria argentina, Cristina Segunda Guerra Mundial, la actual Fernández de Kirchner, como el Canciller Jorge militarización de la zona y la creciente Taiana y luego su sucesor Héctor Timerman, intervención armada directa o indirecta de han repudiado y denunciado la exploración y la Gran Bretaña en los últimos conflictos de posible explotación del petróleo, además de la Medio Oriente y otros de trascendencia militarización de la zona. mundial. Mas allá de las denuncias realizadas a través de los medios de comunicación y de los organismos multilaterales, regionales e internacionales, Argentina logró llevar a cabo un bloqueo comercial a nivel latinoamericano y caribeño que afectó sustancialmente al archipiélago austral. En el año 2011, la Presidenta amenazó con suspender los vuelos a las islas durante un discurso en las Naciones Unidas, aunque todavía no lo ha concretado. El agravamiento del conflicto desde el 2010 hasta la fecha se conoce en la actualidad como la crisis diplomática por la soberanía de las Islas Malvinas. Las posibles consecuencias y el desenlace no pueden determinarse con exactitud, sin embargo, hay que destacar la férrea negativa del gobierno argentino de efectuar cualquier tipo de enfrentamiento armado en la región. La búsqueda del control territorial y el reclamo de la soberanía sobre las Islas Malvinas, legitimados por los años de ocupación, por el pedido de descolonización y por los muertos argentinos que yacen sobre su suelo, no es sólo un asunto del Estado Argentino, sino que es
Las nuevas problemáticas de los estados latinoamericanos en el siglo veintiuno son: garantizar y resolver el problema del autoabastecimiento alimentario, controlar y explotar los recursos naturales y garantizar los recursos energéticos necesarios para el potencial desarrollo económico. Por eso, la resolución a favor de Argentina representaría la posibilidad de controlar el territorio, proteger y garantizar la soberanía territorial. Al mismo tiempo, le permitiría ejercer un control real de los recursos naturales y llevar a cabo una planificación a largo plazo sobre las posibilidades de producción y explotación de las Islas Malvinas y de la plataforma marítima. Es más, sería el puntapié inicial para lograr una integración y un desarrollo fructífero mancomunado en toda la región.
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CUESTIóN MALVINAS: UNA APROXIMACIóN JURíDICA POR CAROLINA GALLOSO* *Estudiante avanzada de la carrera Licenciatura en Relaciones Internacionales, en la Universidad Nacional de Rosario. Redactora en United Explanations. Directora y Editora en Jefe de la revista Acontecer Mundial
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, la Cuestión de las Islas Malvinas -entendida como la disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido por las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes-, tiene su punto de partida el 3 de enero de 1833. Desde el momento de la usurpación, Argentina ha denunciado sin cesar al Reino Unido y, tal como dispone nuestra Constitución, ha ratificado la soberanía sobre el archipiélago. En este artículo, trataré de hacer un sintético desarrollo sobre los eventos, y luego analizaré la cuestión desde un punto de vista estrictamente legal, teniendo presente el Derecho Internacional Público y sus principios.
territorio que se encontraba bajo jurisdicción de España a partir del momento en que los El debate sobre la soberanía de las islas mencionados instrumentos internacionales Malvinas puede rastrearse a cientos de años entraron en vigor. atrás. Luego del descubrimiento de América, la necesidad de establecer límites precisos para Si bien hacia mediados del siglo XVI Inglaterra los colonizadores fue –como mínimo- urgente. establece una pequeña de colonia, fue A este apremio responde la creación de la Bula reconquistada algunos años después por Papal de 1493, y el Tratado de Tordesillas autoridades de Buenos Aires. Tal como señala firmado entre España y Portugal un año Marcos Kaplan en un artículo para el Boletín después. Gracias al establecimiento de áreas Mexicano de Derecho Comparado (1) , “(…) de dominio exclusivo, las recientemente desde entonces, y hasta enero de 1833, creadas colonias experimentaron sus primeros Inglaterra no intenta la recuperación (…), ni pasos hacia la organización institucional, vuelve a discutir la cuestión de la soberanía, ni a controvertir los derechos de España (…)”. entendida en términos occidentales. BREVE MENCIÓN SOBRE LO OCURRIDO.
De esta forma, puede afirmarse que las islas formaron parte efectiva de la totalidad del
Lo anterior es esencial para comprender el concesiones territoriales, e incluso una reclamo argentino. El silencio inglés indica legislación sobre los recursos pesqueros de las indudablemente su reconocimiento de la islas. potestad española sobre la región en cuestión. Hacia 1829, cuando el gobierno decide crear la De este modo, cuando la Revolución de 1810 Comandancia Política y Militar de las Malvinas, tiene lugar, el destacamento español es la reacción inglesa no se hace esperar. El Reino retirado de las islas. Una vez que la Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte independencia es declarada, puede afirmarse protestó contra el decreto que establecía la que las Islas Malvinas pasan a formar parte Comandancia, dando inicio a una tendencia de íntegra de las Provincias Unidas del Río de la creciente interés inglés en el área del Atlántico Plata, por la aplicación de principio de uti Sur. possidetis juris, así como también por su legítimo derecho de sucesión. Tres años después –en 1833- la Marina británica, encontrándose en las cercanías de Durante la década siguiente, hechos históricos las Islas, amenazó con utilizar la fuerza si la comprueban que los sucesivos gobiernos administración no dimitía y se entregaba. argentinos efectuaron actos que demuestran Luego de la expulsión de las autoridades y su soberanía sobre Malvinas. Entre estos actos población argentinas, se sucedió el se encuentran la designación de establecimiento del gobierno inglés. gobernadores, el otorgamiento de
Monumento en Ushuaia. Fuente: http://www.lavoz.com.ar/
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efectiva como base de la soberanía. Su principal propósito es garantizar el respeto de los límites Los 149 años que separan ese momento de la territoriales que existían en el momento en que guerra entre ambas naciones alimentan se logró la independencia. Cuando esos límites muchas incertidumbres. ¿Por qué se decidió no eran más que delimitaciones entre diferentes recuperar a las islas en dicho momento, y no en divisiones administrativas o colonias, sujetas cualquier otro? Tal como señala Kaplan en el todas ellas al mismo soberano, la aplicación de mencionado trabajo, casi nada implica que a ese principio dio como resultado su principios de 1982 existiera probabilidad transformación en fronteras naciones (…) la obligación de respetar las fronteras alguna de un operativo armado. internacionales preexistentes deriva de una Muchos expertos coinciden en que la norma general del Derecho Internacional recuperación se precipitó con el fin de otorgar relativa a la sucesión de los Estados (…)” mayor estabilidad a un régimen dictatorial que comenzaba a atravesar un espiral hacia su Este ha sido uno de los principios más propia decadencia. Otros, opinan que la importantes en el derecho mundial, decisión respondió a un meticuloso especialmente luego del proceso de planeamiento, que venía gestándose desde descolonización de naciones, dado que establece que los nuevos estados asumirán la hacía varios años. posesión de sus territorios de acuerdo a la Sin importar las razones que motivaron el demarcación legada por las antiguas conflicto bélico, cabe recordar que desde ese Metrópolis. momento, nuestro país ha reclamado la soberanía del archipiélago sin interrupciones, En cuanto a la segunda cuestión, se entiende en instancias tanto bilaterales como que un estado sucede a otro tanto en cuanto a multilaterales, topándose en todas las su territorio, como en la responsabilidad de sus relaciones internacionales. Esto es ocasiones con la negativa británica. apreciable en la Convención de Viena sobre la QUÉ DICE EL DERECHO INTERNACIONAL sucesión de Estados en materia de Tratados (1978) y la Convención de Viena sobre PUBLICO. sucesión de Estados en materia de Bienes, En párrafos anteriores mencionábamos Archivos y Deudas (1983). algunos principios sustanciales para comprender la legitimidad del reclamo Como puede inferirse, el gobierno británico ha argentino. Ahora bien, ¿Qué es el uti defendido a través del tiempo que –para la possidetis? ¿Qué variables implica el derecho resolución de la cuestión Malvinas- se aplique el principio de autodeterminación de los de sucesión? pueblos. Dado que –tal como mencionamos al En cuanto al primer interrogante, el fallo de la principio- la población originaria fue Corte Internacional de Justicia en el caso expulsada en 1833, nuestro país rechaza relativo a la controversia fronteriza entre acérrimamente este planteo. Al contrario, Burkina Faso y Mali (diciembre 1986) puede sostiene la primacía del principio de integridad territorial, basado en la noción arrojar algo de luz. legal del uti possidetis y el derecho de “El principio de Uti Possidetis Juris concede sucesión de estados. precedencia al título jurídico sobre la posesión ¿POR QUÉ EN 1982?
realización de una consulta sobre el tema que se realizó el año pasado en el archipiélago (…)” Es indiscutible que el tema Malvinas es Por el momento, solo podemos continuar con sumamente difícil de abordar. No caben dudas los reclamos. Las Islas Malvinas han sido, son y de que el gobierno de nuestro país pretende serán siempre parte del territorio argentino, recuperar la soberanía de forma pacífica, y a por su historia, por su geografía, por los través de instancias diplomáticas, siempre en principios normativos internacionales, y por concordancia con los principios del Derecho los caídos en combate. Internacional. CONCLUSIONES.
Lamentablemente, el desdén y desprecio (1) “La guerra de las Malvinas. Aspectos políticos británicos ante toda propuesta de la nación jurídicos” - Número 49 – 1984 sudamericana han sido los más importantes obstáculos en cuanto a la solución final del conflicto se refiere. Sin mencionar el doble estándar de su discurso, que pasa desde el total rechazo a referéndums como el efectuado en Crimea, a la total aceptación de los resultados del realizado en Malvinas el pasado año. A este respecto, y recogiendo las palabras del Secretario de Asuntos Relativos a la Islas Malvinas, Daniel Filmus, recordamos que Gran Bretaña rechazó “el 88 por ciento de los plebiscitos sobre autodeterminación que se presentaron en la ONU, y sólo avaló la
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MALVINAS Y EL TRAYECTO DEL CONCEPTO DE
DERECHO DE AUTODETERMINACIóN POR BRUNO REICHERT* *Periodista (TEA). Estudiante de la carrera Licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. En marzo del 2013 se llevó adelante un referéndum en el archipiélago, cuyo resultado indicó el indiscutible apoyo hacia la soberanía británica. Solo tres de los 1 517 votantes se manifestaron en contra de que las islas sigan siendo un territorio de ultramar del Reino Unido. Este plebiscito suscitó distintas interpretaciones de su validez. Cómo y hasta qué punto se puede considerar viable la decisión de una población que decide no ser independiente sino seguir siendo lo que es, o bien, anexionarse a otro país, fueron algunas de estas preguntas. Otros casos testigos pueden ser citados a lo largo del derrotero que sufrió el primigenio concepto de autodeterminación(1) de los pueblos a lo largo de la historia, desde el famoso discurso del presidente Woodrow Wilson de 1918 hasta la fecha.
Luego del referéndum del Puerto Argentino, varias voces se alzaron contra su viabilidad como argumento del gobierno inglés. Entre ellos, el periodista y dirigente radical Rodolfo Terragno, quien consideró el plebiscito como una suerte de facilidad argumental que le fue regalada a la Argentina. En su concepción, el derecho de autodeterminación nada tiene que ver con poblaciones, ya que fue consagrado a minorías que se sienten oprimidas o que se sienten fuera del contexto cultural de un país o más cercanas al de otra nación. No es el caso de la población residente en Malvinas, ya que simplemente es eso: población. Los habitantes de la región no son otra cosa que ciudadanos
británicos que así se representan a sí mismos, pero que ocupan un territorio. Los inicios del concepto de autodeterminación se remontan al fin de la Primera Guerra y como toda idea naciente, tuvo sus puntos grises y sus detractores. El 8 de enero de 1918 el presidente norteamericano Wilson expresó: “Lo que pedimos en esta guerra, por lo tanto, no es otra cosa que lo propio de nosotros mismos. . Es un mundo hecho en forma segura para vivir; y sobre todo para todas las naciones amantes de la paz que,
como en nuestro caso, desean vivir su propia vida, determinar sus propias instituciones, que puedan estar seguras de la justicia y del trato justo de los demás pueblos del mundo, frente a la fuerza y agresión egoísta”. El escritor y ex diplomático Ángel Olivieri López explica en su libro Malvinas: las claves de un enigma, que fue el mismo Secretario de Estado de la administración de Wilson, Robert Lansing, quien consideró el concepto: “está simplemente cargado de dinamita (…) y es una calamidad que incluso se haya pronunciado”. El secretario de Wilson temía por la ambigüedad de esta nueva concepción del mundo. Los propios actores que habían delineado la concepción de autodeterminación ahora sentían que debían delimitar su aplicación en la casuística. El fracaso de la Sociedad de las Naciones devendría en nuevos y más complejos problemas de integración internacional, que permitirían poner a prueba los límites del autogobierno de los pueblos. En las numerosas presentaciones hechas por la Argentina frente a Naciones Unidas, se argumentó que -de aplicarse el derecho de autodeterminación a la población inglesa residente en Malvinas- se vulneraría el
principio de inviolabilidad territorial del que gozan todos los países, expresado en la Resolución 1514 de Naciones Unidas de 1960. En el citado documento, el organismo supranacional plantea la “Concesión de Independencia a las Colonias y los Pueblos”. Así se establecen, en su apartado número seis, los parámetros; y se expresa la preocupación por una incorrecta interpretación del principio de autodeterminación que pueda derivar en “ quebrantar total o parcialmente la unidad territorial”. Esta argumentación es respaldada, incluso, por el ex diplomático británico Dunzel Dunnet, quien sostuvo que esta misma línea se siguió durante las negociaciones por la soberanía de Hong Kong. Este es un caso testigo con relevancia en la discusión por el control del archipiélago del Atlántico Sur, ya que, en palabras del ex hombre del Foreign Office, el principio de integridad territorial (2) fue considerado prevalente frente al de autodeterminación. Del análisis de la casuística, parece desprenderse el doble juego que Inglaterra ha hecho en su argumentación de acuerdo con los intereses nacionales, más allá de los de los habitantes de las Islas.
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Olivieri López también cita el caso de la Isla Diego García, en el Océano Índico. Este atolón pertenece a un sistema de islas en el Océano Índico, de ubicación estratégica para el control de Asia. Hasta 2016, la isla se encuentra alquilada a los EE. UU., que instaló una base militar que fue de vital importancia en la invasión a Afganistán. Pero para establecer la base, el gobierno norteamericano pidió la expulsión de 1.800 habitantes del lugar. La Corte Suprema del Reino Unido consideró ilegal la expulsión de quienes vivían en la isla, pero el panorama no cambió. El gobierno británico no pensó que los nativos tuvieran un interés legítimo que fuera protegido por el derecho de autodeterminación. Mientras que los residentes de Malvinas, llamados kelpers, son de origen británico, los llois de Diego García son de origen africano e indio. La tímida presión social dejó un margen de libertad de acción a los dirigentes ingleses para subordinar el concepto de autodeterminación a sus intereses estratégicos. En la práctica internacional, aun con un sistema supranacional desarrollado como el de Naciones Unidas a partir de la década del sesenta, fue dificultosa la aplicación de parámetros claros para la resolución de conflictos. El profesor de Derecho Internacional ibérico, Rómulo Bermejo García, destaca, por ejemplo, la falta de continuidad en los plebiscitos, más allá de que la Corte dio por sentado en más de una ocasión que son de vital importancia en un proceso de descolonización: “Tal consulta debe efectuarse en el marco de las fronteras coloniales, de conformidad con el principio del uti possidetis, y esto no siempre ha sido respetado. Tal fue el caso en Camerún, Somalia y las Comores. Lo mismo ocurrió con Walbis Bay cuando se reintegró a Namibia en la década de los noventa. Por otro lado, Hong Kong y Macao han sido restituidos a China sin ninguna consultación, en un contexto
jurídico y político muy particular, mientras que en el caso de Timor, después de 27 años de incertidumbre (anexión por Indonesia, etc.), el referéndum tuvo lugar el 20 de mayo de 2002” . En virtud del principio uti possidetis, al que refiere el docente de la Universidad de León, cada Estado toma como territorio la circunscripción administrativa que tuvo bajo el régimen colonial, de acuerdo con los títulos jurídicos precedentes El reciente caso de Crimea nos remite al mismo análisis. El presidente ucraniano Turchinov exigió la retirada de las tropas de la Federación Rusa del territorio Ucraniano. La presencia del ejército va en contra de este principio y el plebiscito podría ser tomado como válido dada la composición demográfica de la población y la posibilidad de una anexión a Rusia. Sin embargo, y más allá de ser aún una historia con final abierto, se pueden trazar algunos paralelismos con los casos anteriores y con Malvinas, al menos en relación con la ambivalencia con que países poderosos tratan el concepto. Rusia parece tener a su favor el argumento de la autodeterminación de un pueblo de origen ruso que votó mayoritariamente por separarse de Ucrania, país que a su vez ve su integridad territorial afectada con fronteras amenazadas. Hace ya más de 20 años, Samuel Huntington supo ver en Ucrania la base de uno de los conflictos étnico-culturales que marcarían al mundo, y todo indica que no se equivocó en este caso. Pero lo que une el conflicto del Mar Negro con Malvinas es la posición de un país dominante que utiliza su mayor peso para sostener sus intereses geopolíticos (petróleo, gas y el control militar de la zona) con el argumento de proteger a los habitantes de la región.
Si se repasa la historia de la región, el conflicto en la península eslava y la zona del Bósforo estuvo signado por intervenciones justificadas de acuerdo con esta línea de pensamiento. En 1853, el zar Nicolás I entró en abierta confrontación con el Imperio Otomano con la excusa de proteger a los católicos ortodoxos que habitaban Palestina. Previamente, Rusia había intentado hacer firmar al Imperio Turco un tratado que le permitiera actuar si el zar consideraba que los ortodoxos residentes estaban en peligro. La no aceptación fue la oportunidad de afrontar a un competidor al que ya se había debilitado, aun cuando Rusia ya había logrado acceso al Mar Negro años atrás. Pero las mayores similitudes se vieron casi un siglo después: en 1929, Crimea fue anexada a la URSS como Estado autónomo, un estatus inferior al de las repúblicas socialistas soviéticas pero superior al de los óblast o distritos autónomos. Con el advenimiento de la Segunda Guerra, la zona cayó bajo el dominio alemán y fue recuperada en 1944. Terminado el conflicto, el Kremlin acusó a la población tártara (en su mayoría musulmana) de complicidad con los nazis y deportó miles a Asia Central, mientras que otros tantos tuvieron que exiliarse. Esto produjo un importante cambio demográfico en la región y la población rusa comenzó a tener mayor relevancia numérica. Dadas tales circunstancias, tanto la URSS como la Federación Rusa tuvieron mayores posibilidades de argumentar estar actuando en favor de su propio pueblo. El creciente rol de las Naciones Unidas y la Corte como centro arbitral de occidente permitió la protesta institucionalizada de países que pueden considerarse fuera del concierto internacional en cuanto al peso específico que tienen dentro del ordenamiento mundial. Sin embargo, y más
allá de la importancia de las resoluciones de la década de 1960, aun los organismos supraestatales tienen que definir conceptos y delimitar la ambigüedad con la que son aplicados para que los intereses de corte económico-militar no vayan por encima de las necesidades de los pueblos. Malvinas es un caso testigo de la permisividad de los términos, que permite el doble juego entre autodeterminación, integridad territorial, y mera dilación en el tiempo de países que todavía conservan enclaves coloniales.
(1) La autodeterminación de los pueblos es uno de los principios sustanciales que rigen el orden internacional. Consagra el derecho de los pueblos, de las sociedades, de los conjuntos humanos, a determinar su propio destino por sí mismos, a su libre y entero albedrío. Determinar su destino implica la posibilidad de decidir su constitución como estado, proclamar su independencia, asociarse a otro estado, anexarse a otro estado, determinar su organización política, civil, social y económica, así como su normatividad penal. (Oscar A. Bottinelli El Observador - enero 8 de 2012 – Disponible en: http://www.factum.edu.uy/node/380) (2) La integridad o integralidad territorial es el principio según el cual todo estado tiene derecho a la preservación de la totalidad de su territorio, a estar libre de injerencia de otros estados o conjuntos de estados. (Oscar A. Bottinelli - El Observador - enero 15 de 2012 – Disponible en: http://www.factum.edu.uy/node/383)
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