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SE FORTALECE EL SECTOR DE CONTROL DE PLAGAS CON SU PLAN DE ACCIÓN

Representación gremial

Por: David Rodríguez Coordinador de Desarrollo Sectorial Acopi Bogotá-Cundinamarca

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Los empresarios que ofrecen el servicio de control de plagas urbanas y lavado de tanques, cuya actividad tiene un impacto positivo para la salud pública de los colombianos, son un ejemplo y un referente de organización, dado que a través de su afiliación y labor en Acopi Bogotá – Cundinamarca constituyeron un comité empresarial que ha sintetizado sus problemas comunes y ha logrado mantener un trabajo constante. Esto, a tal nivel, que luego de tres años se consolidó un plan de acción que reúne los principales intereses y necesidades del sector, lo cual convoca a los empresarios a unir esfuerzos para que dicho plan tenga un gran impulso y logre ser una realidad en la política pública nacional.

En Colombia, toda la operación del servicio de control de plagas se rige bajo los parámetros del Decreto 1843 de 1991 expedido por el entonces presidente César Gaviria y el Ministerio de Salud, institución que tiene toda competencia sobre su manejo. Actualmente es sabido que este decreto carece de idoneidad, no reconoce la realidad empresarial en que se presta el servicio, tiene inconsistencias tales como establecer competencias regulatorias a instituciones que ya no existen, como por ejemplo al extinto Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y de Ambiente (Inderena), entre otros varios inconvenientes. Lo anterior sucede porque los gobiernos nacionales no han reconocido suficientemente la participación representativa de los empresarios nacionales en la construcción de la normativa que los regula y han fijado y modificado los criterios unilateralmente.

La necesidad de que se reestructure el decreto es tal, que el mismo Ministerio de Salud está trabajando en una propuesta de actualización. Acopi Bogotá – Cundinamarca, junto a los empresarios de control de plagas, ya tienen una propuesta de actualización al decreto que reúne las expectativas de empresarios y trabajadores del sector respecto a la norma que los rige y está lista para ser presentada al país. La agremiación, en representación de sus afiliados, trabajará en una socialización a nivel nacional de la propuesta e invita a los demás empresarios cuya actividad económica es el control de plagas y afines, a que la conozcan y respalden, para que el Ministerio de Salud la reconozca. En ese sentido, Acopi Bogotá – Cundinamarca solicitará una mesa técnica a dicho Ministerio para consolidar la actualización del decreto y que este contemple las necesidades del sector. Estas actividades se han realizado en el marco del plan de trabajo.

Parte de los problemas que se buscan resolver con este plan tienen que ver, por ejemplo, con las dificultades que existen para el acceso frecuente al curso “Manejo integrado de plagas en salud pública” que ofrece el SENA, y que es un requisito que exige la ley para que los trabajadores puedan ejercer su operación. De igual manera, hay líos respecto a la interpretación a la norma que las autoridades ejercen respecto a dicho curso, pues en Bogotá y Cundinamarca debe repetirse cada dos años aun cuando el contenido puede ser el mismo, lo cual no sólo carece de idoneidad, sino que implica mayores costos a estas empresas.

Como respuesta a lo anterior, la agremiación estableció contacto con el SENA y obtuvo como resultado la posibilidad de que estos cursos se dicten con una periodicidad más frecuente para los trabajadores de las empresas afiliadas a Acopi Bogotá – Cundinamarca una vez se logren cumplir los requisitos que establece la entidad. Al Ministerio de Salud se le solicitará que ajuste la interpretación a la norma para que una vez cumplidos los dos años de haber tomado el curso, exista la posibilidad de actualizarlo en lugar de volverlo a hacer, tal y como sucede en Medellín.

También es un asunto clave buscar soluciones al problema de la competencia desleal, dado que se ha convertido en una práctica recurrente y sistemática la falsificación del concepto sanitario favorable, el cual se les otorga únicamente a las empresas que cumplen con los requisitos sanitarios para la prestación de este servicio. Lo anterior no solamente es un acto de competencia desleal sino también es un riesgo para la salud pública de los colombianos, dados los graves riesgos en que se incurren al hacer una mala práctica en este tipo de procedimientos con la utilización de plaguicidas.

Para lo anterior, el comité de empresas de control de plagas en cabeza de Acopi Bogotá – Cundinamarca ha liderado y organizado reuniones junto a instituciones del Estado, como la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, y empresarios para abordar esta problemática y avanzar en soluciones, tales como la formulación de un sólo instrumento de certificado para las actividades de lavado de tanques y control de plagas, de forma que cuente con una codificación consecutiva que permita fortalecer el proceso de inspección, control y vigilancia.

El plan se compone de un total de once puntos, los cuales contemplan ejes transversales para la defensa de la industria nacional y el empleo de los colombianos, como el respaldo a una tarifa diferencial de renta para las mipymes, la lucha contra los cobros injustificados por valorización promovidos por la actual Alcaldía de Bogotá, así como la defensa del derecho a que hayan garantías para la industria en Bogotá dentro del POT. De la misma manera, contiene elementos que contemplan capacitaciones técnicas, fundamentales para mejorar la competitividad empresarial.

Acopi Bogotá – Cundinamarca invita a los empresarios del sector a que conozcan este plan de trabajo que se impulsará desde la agremiación con el objetivo de mejorar las condiciones en que se realiza esta actividad económica y a que se sumen a esta organización para que de forma unificada se logren los propósitos acá contemplados.

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