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CIUDADES Y RÍOS INTRODUCCIÓN

Ensayos

Este volumen recoge, en orden cronológico, una selección de proyectos y obras construidas de aldayjover arquitectura y paisaje. Fundado en Barcelona en 1996 por Iñaki Alday y Margarita Jover, a quienes se unen posteriormente Jesús Arcos y Francisco Mesonero, el estudio se ha posicionado desde sus inicios en el incómodo e indefinido espacio entre el edificio, el espacio público y el paisaje. Un espacio cambiante que hace difícil la definición y nitidez formales, y que, por tanto, ofrece mas libertad proyectual y más oportunidades de descubrimiento que las tradiciones disciplinares del edificio o del jardín.

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Contra lo que es habitual en un despacho joven, y a menudo durante toda una trayectoria profesional, decidimos rápidamente renunciar a la casa unifamiliar como tema de exploración. Aunque la modernidad arquitectónica del siglo xx usó la casa como oportunidad de investigación en lo doméstico1, 60, 80 o 100 años más tarde esta exploración esta esencialmente exhausta. La casa unifamiliar sigue siendo un terreno fértil para la gimnástica formal, pero el planeta no puede permitirse más ejercicios de exhibición irrelevantes consumiendo el territorio, incrementando desplazamientos, extendiendo redes de infraestructuras y despilfarrando energía y recursos a través de pequeñas unidades diseminadas, por mucho que puedan ser excitantes formalmente.

Otras son las necesidades de nuestro tiempo a las que arquitectos, urbanistas, paisajistas e ingenieros estamos llamados a responder. La falta de vivienda digna y asequible es un tema mucho más relevante y necesitado de imaginación que el exhibicionismo formal de la casa unifamiliar o del objeto icónico. Y lo mismo puede decirse de los servicios públicos –equipamientos, espacios verdes e infraestructuras– siempre en desventaja respecto a los intereses corporativos y especulativos. aldayjover forma parte de una cultura arquitectónica centrada en lo público y alineada con los ideales del proyecto de la modernidad, no sólo arquitectónicamente (transparencia, racionalidad) sino también socialmente (equidad, espacio publico, servicios y vivienda). La arquitectura española de final de siglo, ocupada en resolver necesidades acuciantes, no se permitió el lujo de explorar la banalidad postmoderna. En este contexto político, económico y cultural se puede entender la diversidad de encargos construidos, prácticamente todos ganados a través de concursos de ideas.

Dos eventos de repercusión internacional marcan el periodo de mayor florecimiento de la arquitectura y el urbanismo de la España moderna. Los juegos olímpicos de Barcelona en 1992 mostraron un país en transformación por primera vez a un publico planetario masivo. Desde principios de los años 80, una alianza insólita entre poderes públicos y expertos –arquitectos, urbanistas, ingenieros–construyó físicamente un nuevo país democrático. Un alud de equipamientos cívicos, viviendas sociales, parques, calles e infraestructuras empezaron a aparecer, cambiando radicalmente lo que era un país infradotado –el último estado europeo en liberarse de una dictadura fascista tras 40 años–. El año 1992 marcó la salida al escaparate mundial no solo de un país, sino también del trabajo de unas generaciones de arquitectos extraordinariamente bien formados, a los hombros de los héroes de la oculta modernidad española. En el extremo opuesto de este periodo, la Exposición Internacional de Zaragoza Agua y Desarrollo Sostenible, en 2008, coincide con la explosión de la burbuja inmobiliaria y la desaparición casi absoluta de oportunidades para muchos arquitectos que las excelentes escuelas españolas habían formado durante esos casi veinte años de idilio entre la política pública y la cultura arquitectónica.

Sin embargo, aldayjover se desmarca en dos aspectos que caracterizan el cambio de siglo: la exuberancia formal y el énfasis en la producción del objeto. Frente a la exuberancia formal que se exhibe con la emergencia del deconstructivismo y otras corrientes, la línea de trabajo de aldayjover se caracteriza por una contención formal que responde a los usos y a los usuarios, y que se obsesiona por lo apropiado de la materialidad y el tono de la inserción geográfica del proyecto en su contexto. Sus referencias están en las figuras de Martínez Lapeña/Torres y Josep Llinàs (despachos de formación de Iñaki y Margarita) y de Alejandro de la Sota. Frente a la autonomía del objeto arquitectónico, herencia aún viva de la postmodernidad, aldayjover entiende la arquitectura no tanto como creación sino como transformación de un lugar. La arquitectura se prolonga en un continuo que va más allá del edificio para incorporar las dinámicas del paisaje, el espacio publico, las infraestructuras y los agentes que operan en el territorio. Esta mirada poliédrica y pluriescalar desarrolla una voz propia en un contexto global de erosión del rol de la disciplina arquitectónica. Ante el tradicional rol como proveedora de servicios, con la emergencia del cambio climático y la exacerbación de las desigualdades sociales, la relevancia de la arquitectura se ha de medir en la capacidad de formular las preguntas apropiadas e innovar con nuevas respuestas. Los complejos retos socioecológicos no pueden seguir abordándose con soluciones disciplinares estándar ni con relucientes objetos.

El primer proyecto, en paralelo a algunas reformas y restauraciones en el casco antiguo de Barcelona, posiciona al estudio en ese espacio de nadie entre la ciudad, el edificio y el paisaje. Una plaza de toros, una ribera de rio dañada por vertederos y una pequeña ciudad en crecimiento son los ingredientes de la Recuperación de la Ribera del Gállego en Zuera. El proyecto ha de responder a los deseos de los ciudadanos, a las necesidades medioambientales del río y la ribera, a la seguridad física del casco urbano, a la urgencia de instalaciones de saneamiento urbano básicas, y a la oportunidad que la geografía ofrece para guiar el crecimiento de la ciudad y su calidad urbana. Pero combinar todas estas exigencias requirió cambiar por completo los paradigmas de lo que se espera de un edificio, de un parque, y de lo que era una trasera maltratada de la villa.

Los mismos temas siguen apareciendo durante los años siguientes, ramificándose en varias líneas de investigación arquitectónica, urbanística y paisajística. El agua, la relación entre el río y la ciudad, y el proyecto del espacio publico que absorbe y controla las inundaciones constituyen una línea de trabajo constante. En Zuera, aldayjover produjo uno de los primeros modelos de espacio público y arquitectura inundable de la era moderna, que evoluciona y amplía de escala en el Parque del Agua para la EXPO 2008 de Zaragoza, e incluye nuevas estrategias en el Parque de Aranzadi en Pamplona o en el río Kelani en Sri Lanka.

El proyecto seminal de la Recuperación de las riberas del Gállego en Zuera es también el origen de otras líneas de investigación desarrolladas por el estudio. La poderosa y compleja fisicalidad de la ribera del río –cantos rodados, troncos, rocas, tierras, materia orgánica, sistemas vivos de flora y fauna– fuerza la evolución desde una abstracción blanca, casi inmaterial, a una abstracción geométrica ensuciada por texturas, materiales crudos y huellas de vida. El hormigón –prefabricado, encofrado in situ con cañas o taladrado de orificios– se sigue explorando material y estructuralmente en muchos proyectos posteriores. En particular, una serie de edificios innova con estructuras de delgadas paredes de hormigón que permiten que un solo material resuelva interiores y exteriores, estructuras y acabados: el Molino de Utebo, el Centro Deportivo de Delicias, la Central

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