Tony y Elsebeth Butenko visitan Nuuk.
La casa del pastor, la clínica y la iglesia en Nuuk.
E
l 3 de julio de 2021 marca trescientos años desde que Hans Egede, un ministro luterano danés-noruego, viajó a Groenlandia para llevar el cristianismo a esa región fría y extensa en el norte remoto. Entonces, hace 67 años, en 1954, otro ministro cristiano valiente y dedicado, el pionero adventista Andreas Nielsen, llegó a la isla. Fue enviado por la División Noreuropea para compartir el mensaje del evangelio con la gente. Nielsen comenzó su ministerio visitando a Amon Berthelsen en Sisimiut, a unos 320 kilómetros al norte de Nuuk. Berthelsen y su hijo habían conocido el adventismo mediante las publicaciones que los pescadores de las Islas Faroe habían distribuido, y comenzaron a guardar el sábado. Meses después, Berthelsen fue bautizado. ALCANZAR A LAS PERSONAS
Fe en acción
Compartir el evangelio en Groenlandia Una historia de compromiso y sacrificio La hija del pionero misionero adventista en Groenlandia sigue en los pasos de su padre, en un renovado esfuerzo por llevar los mensajes de los tres ángeles a la isla más grande del mundo. 22
Septiembre 2021 AdventistWorld.org
Nielsen, su esposa Aase y sus dos hijos se establecieron en Nuuk, la capital de Groenlandia. Visitaron a los residentes en sus hogares, y el pastor Nielsen también viajó en barco a lo largo de la costa para hablar de Jesús a todos los que pudiera contactar. Poco después de la llegada de Nielsen a Groenlandia, el folleto titulado Mira hacia arriba (Ardlorit en groenlandés) fue traducido y distribuido en la isla. Más tarde también se tradujeron los libros El camino a Cristo y El conflicto de los siglos. Se enviaron entonces esos libros y otras publicaciones adventistas a muchos lugares remotos, lo que ayudó a derribar prejuicios contra el evangelio. Nielsen llegó a ser conocido en muchas regiones de Groenlandia. SIN LUGAR DONDE ALOJARSE
Cuando la familia Nielsen llegó a Groenlandia, la oposición de la Iglesia Estatal Luterana fue severa. En una ocasión, cuando Nielsen y un colega, Ernst Hansen, llegaron a Ilulissat, en la región occidental, se enteraron de que un líder de la Iglesia Estatal Luterana de Nuuk había enviado una carta a los residentes con una advertencia contra los «herejes». Cuando descargaron sus
Fotografías por cortesía de Elsebeth Butenko