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La Misión nos cambió
Cuando Dios llamó a Delmar, Nati y Clara –de tres años- para trabajar en Albania, la familia misionera ¡empacó sus valijas y se preparó para una nueva aventura!
“Ambos venimos de Brasil”, dice Nati, “y creo que Dios puso en nuestros corazones el deseo de servirle en un lugar diferente… un lugar donde no estuviésemos cómodos. Un lugar desafiante para nuestros dos ministerios”.
Delmar y Nati aprendieron rápidamente que compartir el Evangelio de Jesús en este país de la ventana 10/40 representaría muchos desafíos.
Por muchos años, Albania fue un territorio comunista, que prohibía la religión y se declaraba como el primer y único estado ateo del mundo. El comunismo cayó en 1990, pero aún hoy la religión no parece ser una prioridad para la mayoría de las personas.
Delmar, Nati y Clara, fueron enviados a trabajar en la ciudad de Korce, en la primera iglesia Adventista construida en 1994. Su primer año fue especialmente difícil. A pesar de sus esfuerzos no hubo ni un solo bautismo; ni siquiera alguien interesado en estudiar la Biblia.
“Yo estaba desanimado”, cuenta Delmar. “No veía que ocurriera nada grande en la iglesia. Ni siquiera veía algún cambio en la iglesia. Relacionamos grandes cosas con grandes números… Yo estaba tratando de hacer lo mejor… De hacer algo grande o importante, según como yo lo entendía”.
En el momento de mayor frustración, Delmar recibió un llamado para trabajar en una iglesia grande en Brasil. La oferta parecía llegar en el momento preciso.
Delmar le dijo a su esposa: “Tenemos un llamado para volver a Brasil. Aquí no estamos haciendo nada. Así que ¿por qué no nos vamos?”.
“¿Crees que ya hicimos todo lo posible en Albania?”, contestó ella. “¿Crees que es momento de irnos? Personalmente, pienso que deberíamos quedarnos. El Señor tiene algo preparado para nosotros aquí. Tal vez Él quiere enseñarnos algo y todavía quiere usarnos”.
Delmar y Nati decidieron rechazar el llamado de Brasil. En lugar de eso, oraron para saber cómo Dios podría usarlos en este desafiante lugar del mundo. Luego notaron que había muchos niños en su vecindario. ¡Quizás este era un buen lugar para comenzar!
La pareja preparó un lugar para jugar vóleibol e invitó a los niños a jugar. “Esto se dio en forma natural”, explica Delmar. “Ellos comenzaron a venir dos veces por semana. En unas pocas semanas sabían que yo era pastor, conocían a Nati y conocían muy bien a Clara. Luego los niños comenzaron a venir a la iglesia. ¡Estábamos muy emocionados, porque la iglesia estaba llena!”.
Ángela, una de los miembros de iglesia, cada cierto tiempo traía con ella a su amigo Fatjon a la iglesia, y pronto Fatjon y Delmar se hicieron amigos. Comenzaron a hablar acerca de Dios y a estudiar juntos la Biblia, y Delmar invitó a Fatjon a ser parte del grupo.
“Él estaba realmente entusiasmado y comprometido con nosotros”, recuerda Delmar. “Me dijo: ‘Quiero ayudar a estos niños. Deseo servir a esta comunidad’”. En solo unas pocas semanas, Fatjon estaba ayudando a Delmar y Nati con los niños, y los niños lo adoraban. “Todas estas actividades nos unieron, y tuve el privilegio de bautizar a Fatjon en mi primer bautismo en Albania”, dijo Delmar. “¡Yo estaba muy feliz de ver que el Señor estaba contestando nuestras oraciones!”.
El amor de Jesús tocó el corazón de Fatjon, y ahora él comparte ese amor con otros. “Cuando seguimos el método de Cristo, otros pueden verlo”, dice Fatjon. “Oro para que los corazones de las personas de esta comunidad sientan Su calor y sigan a Jesús”.
Ahora, los miembros de la iglesia de Korce se relacionan con su comunidad por medio de un Centro Urbano de Influencia de Misión Global. Nati da clases de música, mientras otros enseñan idiomas. Incluso hay un club de salud. Todo esto ha traído caras nuevas a la iglesia los Sábados por la mañana.
“Cuando intentas algo nuevo y ves que funciona, te da esperanzas”, dice Nati.
“Esto nos motiva para intentar cosas diferentes”.
Las cosas están cambiando en Korce; y no solo en la iglesia. “Cuando nos llamaron para venir como misioneros, pensé que estaba listo para cambiar el mundo”, nos cuenta Delmar. “Pero me tomó más o menos un año darme cuenta de que antes que yo hiciera algo, el Señor estaba tratando de cambiarme a mí”.
Por favor ore para que este ministerio siga creciendo e integrándose a la comunidad. Y, ore por las familias misioneras como las de Delmar, Nati y Clara que trabajan en los frentes misioneros.
¡Gracias por apoyar la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día!
La Necesidad
Albania está situada en la ventana 10/40, una zona del mundo donde la mayoría de las personas nunca ha oído hablar de Jesús.
Breves datos acerca de la Ventana 10/40
• Se extiende desde el norte de África hasta el Medio Oriente y Asia.
• Dos tercios de la población mundial vive allí.
• Alberga a la mayoría de las mayores religiones del mundo.
• Allí están las ciudades más grandes y la gente más pobre del mundo.
• Hay más de 5.800 grupos humanos no alcanzados entre aproximadamente 3 mil millones de personas.
¿Cómo puede ayudar usted?
Por favor ore y apoye a los misioneros por medio de sus ofrendas misioneras de la Escuela Sabática o a través de internet en adventistmission.org/donate.
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