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Jere Gettle y sus semillas que salvan vidas

“Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno”. S. Mateo 13:23

Jere Gettle comenzó su catálogo de semillas con el mismo entusiasmo que había sentido de niño, cuando llegó un catálogo en mitad del invierno. En aquel entonces, él y su padre pasaban muchos días de nieve planeando sus jardines de verano, mientras soñaban con un suelo tibio entre los dedos de sus pies.

Delicadamente, comenzó a voltear las páginas, deteniéndose para maravillarse con las impresionantes fotografías. Este catálogo era diferente de cualquiera que hubiera visto o creado antes. No solo tenía más de 500 páginas, sino que también estaba repleto de mil variedades de semillas de reliquia de todo el mundo, que había adquirido y elegido para el catálogo.

El catálogo de semillas más grande del mundo, con más de 500 páginas.

Este catálogo era una celebración de 25 años de arduo trabajo y sudor, viajes y caminatas por el campo de tierras extranjeras, comiendo comidas nativas y escuchando historias. Historias de semillas.

La historia de Jere

El sueño de Jere, desde su infancia, era tener un pasatiempo que pudiera pagar por sí mismo y que ayudara a mucha gente.

“Mientras crecía, siempre supe que algún día querría trabajar en una compañía de semillas”, reflexiona. “Mis padres me dieron un pequeño pedazo de tierra para plantar. Era fascinante ver las semillas brotar a través de la tierra y convertirse en plantas y luego en alimento. Simplemente se convirtió en mi pasión”.

A los 17 años, Gettle comenzó a guardar, coleccionar y comerciar con semillas. Su madre lo animó a comenzar un pequeño catálogo hecho en casa y enviarlo a 500 amigos y miembros de la familia. Con 100 dólares y un contador lleno de semillas, hizo exactamente eso. Publicó su primer catálogo oficial en 1998.

Hoy, más de un millón de personas reciben los catálogos de Baker Creek Heirloom Seed Co. La compañía ha capturado el reconocimiento nacional y la admiración de granjeros de todo el mundo. Lo que comenzó como un pasatiempo, se convirtió en la compañía de semillas de reliquia más grande de Norteamérica, con una sucursal en Petaluma, California.

Preservar el pasado, sustentar el futuro.

Tulipanes de primavera en la tienda de Baker Creek Heirloom Seed.

A Gettle le apasiona preservar el pasado. “No solo hacer que las semillas antiguas cuenten una historia”, dice, “son una pieza viva del pasado. Ellas conectan a la gente con sus raíces y diferentes culturas”.

Cuando le preguntan qué son las semillas de reliquia, Gettle explica: “Son semillas que son antigüedades. Son herencia pasada de generación en generación. No han sido controladas ni patentadas, y las variedades son fenomenales”.

Jere Gettle con una mostaza de hoja gigante.

De alguna manera, las semillas inalteradas también están preservando el futuro. Producen vegetales más nutritivos, que son puros y no tienen organismos modificados genéticamente, por lo tanto preservan la salud de las futuras generaciones. Es un esfuerzo para llevar alimento de verdad de vuelta a la mesa. Pero lo que es más importante: sacar provecho de estas semillas es salvar vidas.

Semillas en una misión

Después de escuchar acerca de la situación de los millones que sufren por el coronavirus en India, Gettle se conmovió y quiso ayudar. La pandemia impactó globalmente el mundo de los negocios, pero su compañía de semillas de reliquia floreció. Con un corazón agradecido, Gettle decidió apoyar obras de caridad, tales como la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA).

Jere Gettle en un mar de sandías.

En cuatro días, Gettle aportó US$430.000 de sus ventas de semillas por internet para ADRA. Con 22 hospitales adventistas en India, los fondos ayudaron a proveer oxígeno para salvar vidas, y otros insumos médicos esenciales.

“Toda mi vida he conocido a ADRA”, dice Gettle. “Hacen un trabajo increíble. Estoy agradecido de poder contribuir a una organización que ayuda a tanta gente. Animo a otras compañías para que recauden dinero. Si juntamos todos nuestros recursos, podemos aliviar el sufrimiento”.

Lecciones espirituales de las semillas

.En la parábola del sembrador, Jesús habló de las semillas como símbolos de la Palabra de Dios. Al igual que en la Biblia, las semillas son el elemento esencial de transmisión de la vida. Pablo escribió: “Cuando pones una semilla en la tierra, esta no crece y llega a ser una planta a menos que muera primero” (1 Corintios 15:36, NTV).

Tal como las plantas, que florecen y crecen de una pequeña semilla, a cada persona se le ha encomendado la responsabilidad de no dejar de compartir y crecer jamás. Una pequeña semilla compartida, puede dar como resultado un nuevo bosque. Ese es el mensaje que Gettle y ADRA esperan compartir con el mundo.

[Fotos cortesía de Baker Creek Heirloom Seed Co./rareseeds.com.]

Crystal Earnhardt es una escritora de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA).

Descubra cómo está respondiendo ADRA durante el COVID-19 en ADRA.org.

Gracias por apoyar a ADRA por medio de sus ofrendas misioneras semanales y, en Norteamérica, dando ofrendas para el Presupuesto Mundial.

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