LA VIRGENMARÍADESPUÉS QUE EL MENSAJERO CELESTIAL LE ANUNCIÓ LA ENCARNACIÓN DEL VERBO DE DIOS EN SU PURÍSIMO SENO, INCLINÓ LA CABEZA Y DIJO: “HÁGASEENMÍ,SEGÚNTUPALABRA”, ES DECIR, HÁGASE EN MÍ LA VOLUNTAD DE DIOS. P. CÉSAR A. DÁVILA G.
Ave María
María eres la gloria de la Iglesia, la alegría del mundo, el orgullo del linaje humano.
Sagrado Tabernáculo en donde se realizó la inefable unión de lo divino y de lo humano, de lo temporal y de lo eterno, de lo infinito y de lo pequeño, de la persona del Verbo con la naturaleza humana, eslabón misterioso que une el cielo y la tierra como la escala de Jacob para conducir a los hombres a Dios y para traer las gracias a los hombres. Rayo de luna en la tormentosa noche del pecado, visión de paz… símbolo de esperanza… faro luminoso encendido por la mano del Omnipotente entre las playas del tiempo y las riberas de la eternidad para guiar a todos los náufragos del dolor hacia el puente de la bienaventuranza.
María, bien merece el elogio del Espíritu Santo: TotaPulchraesamicamea...
Después de Dios, nada hay más grande que Ella… por esto volvámonos a Ella misma implorando su favor: ¡Oh Madre Inmaculada! Envuelto en las tinieblas de la ignorancia, sin entendimiento, sumergido en el mar de las pasiones de nuestro corazón, somos incapaces de alabarte y de glorificarte si no nos muestras tu favor y amparo. Os lo pedimos saludándote con el ángel: Ave María…
Padre
CÉSAR A. DÁVILA G. Fundador y Guía Espiritual AEAAbraham
“Por la fe, Abraham al ser llamado,obedecióysalióhaciala tierra que había de recibir en herencia,perosinsaberadónde iba.Porlafemoróenlatierrade sus promesas como en tierra extraña,habitandoentiendas,lo mismo que Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa. Porque esperaba él, ciudad asentada sobre firmes cimientos, cuyo arquitecto y constructorsería Dios…Porlafe ofrecióAbrahamaIsaaccuando fuepuestoapruebayofrecióasu primogénito,elquehabíarecibido laspromesas,dequiensehabía dicho: Por Isaac tendrás tu descendencia, pensando que
hastadeentrelosmuertospodría
Diosresucitarleyasílerecuperóen elinstanteenquelehabíaperdido” (Heb 11, 8-10; 17,19)
“Porlafe,lamismaSararecibióel vigor, principio de una descendencia,yestofuerayadela edadpropicia,porcuantocreyóque erafiel,elqueselohabíaprometido. Yporesodeunoyésteyasinvigor para engendrar, nacieron hijos numerosos como las estrellas del cieloycomolasarenasincontables
quehayenlasriberasdelmar”(Heb11,1112)
La fe de Abraham es proverbial. Abraham el pastor nómada de Ur Gasdim, alzó sus tiendas para morar en Neguev, luego en Canaán. Era viejo. Su esposa igualmente. El Señor le promete un hijo. Él cree en la promesa que contradice toda ley natural: los viejos no tienen hijos. Pasó el tiempo. Son árboles que se agotan para no dar fruto jamás. Sin embargo, nace Isaac. El Señor le dice que su descendencia será numerosa
como las estrellas del cielo y las arenas del mar. El Señor le pide que vaya con Isaac y le sacrifique en el Moriah. Abraham obedece. Cuando extiende su brazo y empuña el cuchillo para degollar al retoño de un gran árbol que llenaría la tierra, un ángel grita: “Abraham,no lehagas nada, porque ahora he visto queenverdad,temesaDios, puespormínoperdonasteatu hijo,atuunigénito”(Gen 22,1112). El Señor le renueva la promesa.
De esta secuencia de pruebas, Abraham sale triunfante. Su fe en el Señor es inconmovible. De su estirpe, cuando llegue la plenitud de los tiempos nacerá un vástago, el más grande entre todos, Jesús, el Cristo, el Verbo de Dios. La fe de Abraham tendrá así su mejor recompensa.
https://www.youtube.com/watch?v=F8S7m30M23o El Monte Moriah y las tres religiones monoteístas
P. CÉSAR A. DÁVILA G.San José
José significa acrecentamiento divino. José fue constituido por Dios, superior a todos los patriarcas y profetas de la Antigua Ley y a todos los santos de la Nueva, excepto de María Santísima…
San José vio sometido a sus órdenes a Jesús, sol de justicia y a María, la luna mística.
¿Quién es san José en la categoría de los seres creados por Dios? ¿Qué puesto ocupa entre todos los seres del universo? ¿Qué categoría tiene entre todos los santos? San José, es la criatura más grande, es el intercesor más poderoso, es el más excelente de todos los seres del universo después de María…
¿Qué llegaría a ser san José después de haber vivido en la intimidad de Jesús y María durante los años de su peregrinación por este mundo?
¡Cuánto amor! ¡Cuánta ternura! ¡Cuánta compasión sacaría de esas fuentes! ¡Cuánta
voluntad de remediar todas las necesidades…! De ahí que la bondad de san José es incomparable… Santa Teresa exclamaba:“YonorecuerdohaberpedidoaDiosnadapormediodesanJoséquenolo hayaobtenido” , y añadía: “Noheconocidoanadiequelehayainvocadoasiduamente,sinhacer notablesprogresosenlavirtud”.
Muchos santos tienen expresiones semejantes…
P. CÉSAR A. DÁVILA G.La Anunciación
Ella, la Virgencita, me ha hecho un favor muy pero muy especial. Favor que se relaciona con el gran misterio de su Maternidad. Le he preguntado ¿y cómo es esto?
Comunico aquí lo que sigue.
Ella despuésdeldiálogo con Gabriel, el mensajerodel Padre pronuncia el SI. Dice SI al Padre, a su Padre, al mío, al de todos.
¡CómoquisieradecireseSIsiempre,siempre,siempre!Como dijo también Su Verbo Encarnado, ÉL jamás dijo NO a esa voluntad del Padre.
Bien. Ella dijo: SI. ¿Qué aconteció luego, en el instante posterioraesteSI?EnesemismoinstantelaVirgenconcibió en su mente, primero en su mente, esto hay que recalcar, primero en su mente al Verbo de Dios. Luego, esta concepción mental fue tan grande, tan sublime, tan extraordinaria, tan fuerte, tan poderosa (no hay palabras
para expresar) que simultáneamente, esa onda mental tocada con la fuerza de Infinito, produjo el elemento + y – para la concepción del Verbo…
Cuando dice el SI, ese elemento -, en este mismo instante ya no era –solamente sino adquirió también el elemento +. Este últimoelementoesfrutodelSI de María; mas no ese otro, el –porque Ella ya lo tenía. ¿Está claro? Creo que sí.
Cómo actuó entonces el Espíritu Santo, pues Gabriel le dice: “ElEspírituSantovendrá sobre Ti” (Lc I, 35)… La obra del Espíritu Santo aparece nítida, clara, meridiana en la mente de María: Allí recibe ELLA la Luz del Espíritu Santo y el Fuego de Su AMOR: Esa Luz y ese Fuego, son de tal grado que, simultáneamente ese elemento – que ya tiene la Virgen, por la fuerza infinita del Espíritu Santo, tomó también el otro signo (+); pues en ELLA debía producirse la totalidad del ser y en ELLA después del SI, no podía haber nada incompleto, es decir, solo el signo -; para que se realice el plan divino.
¿Y qué pasa después? Se pone antes o después sólo para hablar en términos inteligibles. Todo fue simultáneo.
Presentes los dos signos + y -, hay un tercer signo +y - = receptáculo para el Espíritu. La casa está hecha. ¿Cuál su habitante? ElVerbo.ElVerboencarna. Toma posesión de aquella casa fabricada por María, en el sentido explicado.
Desde ese instante, no más tarde, no después, es yaMadre.MadredelVerbo Encarnado. ¿Por qué? Porque ELLA preparó la casa para ÉL. ELLA preparó para ÉL, el pequeño óvulo fecundado. Sin ELLA esto no se habría hecho. Si no hay el + que pone el padre y el – que pone la madre, no hay templo para el espíritu. ELLA puso el + y -. No se caiga sin embargo en la exageración de decir que ELLA realizó alguna obra en el mismo Verbo de Dios, Hijo consubstancial del Padre. Su obra es la que queda descrita.
https://www.youtube.com/watch?v=soLd9F83eEo Ave Maria – Dimash Kudaibergen
Padre CÉSAR A. DÁVIILA G.Permítenos cantar Tu Gloria
No sólo los cielos proclaman la Gloria de Tu nombre como canta David en sus Salmos, ¡Es toda la creación, absolutamente toda!
Cuando a la luz del sol, de la luna, de Marte, de Venus y de todas las estrellas que sonríen en el campo infinito de los espacios siderales, pienso que Tú nos estás acariciando con la luz de Tu mirada.
Cuando oigo el canto de las avecillas que rompen el silencio de los bosques o me distraen del monótono chirrear de las máquinas inventadas por el hombre, oigo también la caricia de Tu voz en el alero de mi alma.
Cuando siento la vibración interna de la onda mental amorosa del ser querido,
ahí más, mucho más, siento el beso de Tu amor.
¡No cantan solamente los cielos Tu Gloria! Sino la cantan los mares, las azules ondas, los bosques y los prados, las aves y los animales domésticos o salvajes, en una palabra: todo, absolutamente todo.
¡Permítenos, oh Padre! que unamos nuestro canto al suyo, nuestra voz a la suya, nuestro aliento a su aliento, nuestro amor a su amor, para que en todo y por todos Te cantemos, por todos los que no tienen la bendición de cantarte como Te cantamos nosotros.
P. CÉSAR A. DÁVILA G. Fundador yGuía Espiritual
AEA