LA PRESENCIA DE JESÚS EL CRISTO EN MEDIO DE NOSOTROS ES UN HECHO ÚNICO, SIN PARALELO,
EXCEPCIONAL. SU NACIMIENTO COMO HOMBRE ES EL NUEVO NACIMIENTO DE LA ESPECIE HUMANA.
SU PRESENCIA Y SU ACTUACIÓN EN EL DRAMA CÓSMICO ES UN HECHO DE TRASCENDENCIA CÓSMICA. Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
A mis queridos estudiantes de AEA:
Me dirijo una vez más a vosotros, mis amados en el corazón de Cristo, en esta celebración de un aniversario más de la iniciación de su presencia física entre nosotros.
Nuestro Dios Bendito es la Fuente Inagotable, Absoluta, Infinita, de todo Bien. Permitidme una comparación. La ciencia humana de fines de este segundo milenio, se ha empeñado por introducirse más y más en los insondables arcanos del Cosmos para descifrarlo, para conocerlo mejor, para gozarse en su belleza. La ciencia ha descubierto un Cosmos dinámico, activo, palpitante de vitalidad por donde se le mire. Sus ondas espaciales con sus instrumentos sofisticados, han descubierto grandes agujeros negros, nuevos campos gravitarios, formaciones de miríadas de galaxias, chorros cósmicos de elementos que todavía no puede descifrar, universos que mueren aparentemente. Mundos niños, mundos jóvenes, mundos maduros, mundos que se apagan para dar origen a una nueva vida… El gran Cosmos no es una masa informe, está gobernado hasta sus últimos detalles por el Supremo Ordenador de todas las cosas, no es una masa muerta, es una masa dinámica por donde se expande la vida. El Cosmos está en un proceso permanente de expansión, según los científicos hasta el año 10 a la centésima expansión, ¿y después? Comienza un nuevo ciclo de organización de esa materia en expansión.
Esto obedece a una ley: Nuestro Dios Bendito no es un Ser Replegado en su infinitud o aislado de su creación. En cada cosa se manifiesta de alguna manera, como Él sabe manifestarse, en la quietud, en el silencio, en la augusta soledad de Sí mismo siempre abierta a quienes le buscan.
Nuestro Dios Bendito posee un divino atributo: Su necesidad de manifestarse. Los filósofos inventaron este principio filosófico: el
bien posee en sí mismo el hambre de manifestarse. ¿No es Dios el Supremo Bien? Si esto es así su deseo y su poder de manifestarse son infinitos. He aquí la razón por la cual envió a este pequeño planeta Tierra a su propio Unigénito Hijo. Él es su impronta, su Imagen Total, su propio Yo, su propio “Símismo”. Esto lo sabemos por revelación del Hijo. Esto se transmuta en un estado de conciencia individual nuestra, por la acción iluminante del Divino Santo Espíritu –Amor que se expande desde el Padre al Hijo, desde el Hijo hasta el Padre. Amor del cual, nos hacemos partícipes. Amor que lo experimentamos por la meditación. Para estar siempre con nosotros, el Padre realiza por medio de su Hijo el milagro de limitar lo Infinito en lo finito, el Poder Supremo en la debilidad humana, la Grandeza en la pequeñez de un cuerpo, lo que trasciende toda dimensión en el marco de espacio y tiempo, lo que es la Vida Substancial en un poco de materia sujeta a la muerte.
Su deseo infinito de manifestarse como ES, se concentra en ese Hijo Divino que encarna y se hace uno de nosotros.
En esta Navidad, mis queridos estudiantes, entonemos el himno de acción de gracias al Padre que nos envió a su propio Divino Hijo.
Empeñémonos por sintonizarnos cada día mejor con ese Cristo Bendito y por Él con el Padre de quien procede todo bien todo don perfecto.
Ensanchemos nuestra conciencia por la Oración Contemplativa para que cada día, cada instante de nuestra existencia se convierta en una Navidad permanente.
Que la paz que trajo ese Niño Bendito os acompañe siempre, mis queridos estudiantes.
Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
Estamos cerca de celebrar el día de Navidad, por eso la Liturgia de la Iglesia ha destinado unas cuatro semanas para que nos preparemos a celebrar la Navidad. Este tiempo se llama Tiempo de Adviento, que quiere decir: Tiempo de Preparación para la celebración del Nacimiento de Nuestro Bendito Señor Jesucristo. Nosotros debemos tener presente este día. Pero lo importante es saber cómo vamos a celebrar nosotros este día.
La gran mayoría van perdiendo cada vez más, la idea religiosa de todas estas fiestas, y la han reemplazado por cosas meramente mundanas, y creen que la Navidad es para intercambiar regalos, o para hacer una fiesta, o para tener alguna comida o bebida especial, o para comprar unas tarjetas, en fin, cualquier cosa; y con eso se contentan y piensan que con esas cosas ya han celebrado la Navidad; también ponen en sus casas un árbol con luces. Pero, ni siquiera se percatan que más importante que poner un árbol decorado de luces y de papeles brillantes, es tener en la casa la imagen del Niño Jesús para recordar que están preparándose para celebrar la Navidad.
Es preciso que nosotros demos otro sentido a esto. Que no pensemos que la Navidad es cómo piensan tantos: que es una fiesta de regalos, en una palabra, una fiesta mundana; porque el gran Misterio de la Redención comenzó en la Encarnación del Hijo de Dios, y cuando ya ese Niño se presentó visible entre los hombres, entonces ya supo el
mundo que estaban cumpliéndose las profecías, y que Nuestro Bendito Señor mandaba a Su Hijo Jesucristo para que habitara con nosotros y Él se uniera a nosotros y fuera nuestro verdadero hermano. Nosotros pues, debemos dar otro sentido a la Navidad. Debemos pensar en que Nuestro Bendito Dios nos hizo esa gran merced, de enviarnos a Su propio Unigénito Hijo, para que nos enseñara con Su palabra y con Su ejemplo el camino de llegar a la Bienaventuranza Eterna.
¿Y cuál es la manera mejor de prepararse a la Navidad? Pues, primero no perder de vista este Gran Misterio en todos estos días, y luego, poner más empeño en nuestras prácticas religiosas, especialmente en la meditación…
No quiero presentarme como ejemplo, pero ustedes me ven a mí, que esté como quiera –y no crean que no tengo también molestias físicas que tengo que vencerlas- ahí estaré haciendo primero, mis ejercicios y respiraciones y todo lo que hay que hacer, y luego vengo a la meditación; y eso, todos los días. Y ustedes pues, que pudieran
perfectamente bien dedicar un tiempo a los ejercicios y luego el tiempo que necesitan meditar no lo hacen, porque todavía no penetran en la profundidad de lo que significa esta Escuela de Auto-Realización que es para preparar personas que amen de verdad, conozcan de verdad, sirvan de verdad al Señor, para que también ayuden a los demás a hacer lo mismo…
Un vestido que nos ponemos, unos zapatos que estrenamos, todo eso, -lo que quiera- eso no sirve para resolver los graves problemas que tiene la existencia humana. Cuántos hay que ya en esta vida están perdidos ¿no? porque no han tomado en serio las cosas religiosas… Ustedes tienen a la mano nuestros libros, tomen esos libros, instrúyanse para que puedan también ustedes enseñar, instruir a los demás. La Navidad pues, es para esto: Para vivir mejor nuestro cristianismo. La Navidad es para entender que nosotros aquí en esta vida no estamos sino de paso…
P. CÉSAR A. DÁVILA G
No una sino muchas veces, creo haberos hablado de lo que es, de lo que fue ese Espíritu que vino a encarnar aquí en esta tierra. Espíritu –en su evoluciónsuperior, absolutamente a todos los espíritus salidos de las manos de Dios.
Si nosotros quisiéramos hacer una consideración de orden jerárquico en ésta categoría de espíritus, comenzando por Dios, diríamos entonces que después de Dios, éste Espíritu que encarnó aquí y que se llama María, éste Espíritu es el Espíritu más grande, el Espíritu más evolucionado, el Espíritu que estaba –por decirlo así- más cercano a los linderos infinitos de la naturaleza o de la esencia Divina.
No hay palabras realmente, con qué expresar de una manera adecuada lo que significa esto. Pero, nuevamente repito, es este ESPIRITU el más GRANDE de todos los espíritus que encarna aquí.
¿Para qué? Para cumplir, para dar cabida a un plan divino: el plan divino de la Encarnación de una persona Divina. Y en ese plan está precisamente la Virgen María. Y ese Espíritu que encarna bajo la forma de una mujer que tiene que convertirse en el Templo vivo de una de las personas Divinas. Aquí viene entonces lo grande, lo expresivamente grande de lo que significa esto que llamamos la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Ese Espíritu de la Virgen, o que se llamó más bien: María, se encarna. En ese mismo momento de Su encarnación, reduce –por decirlo así- a pavesas toda impureza, impureza propia de esa naturaleza humana y le purifica en un instante. Y a través de esa purificación, lo vuelve -esa naturaleza- sin ninguna mancha ¡no hay ninguna mancha entonces!
Por eso es, mis queridos estudiantes, que nuestra Liturgia recuerda precisamente este hecho admirable en ese Espíritu. Y por
eso es que la naturaleza humana en Ella, en el Espíritu de la Virgen María está elevada a su primitivo estado. ¡ESTE ES EL SIGNIFICADO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN! Que vosotros habéis aprendido quizá en el Catecismo, pero que no se os ha explicado debidamente porque no estabais en condición de comprender todo eso.
Entonces mis queridos estudiantes, nosotros partiendo desde ese principio veneramos en la Virgen María a la criatura más grande, a la criatura más noble, a la criatura más santa, a la criatura más pura que ha salido de las manos de Dios.
Por eso un escritor y un poeta decía hablando de la Virgen María: “Eres tangrande,quelahumanidadtodaTeproclamaraDiossiDiosno hubiera.” ¡Una expresión que indica la grandeza de ese Espíritu encarnado!
Para terminar, digamos solamente una cosa: que este Espíritu está VELANDO constantemente sobre la raza humana. Así como había una nube que cubría al pueblo de Israel de los ardores del sol canicular del desierto mientras peregrinaba de Egipto a la Tierra Prometida, así también mis queridos estudiantes, esa Virgen Bendita es para nosotros, es para la humanidad, como esa nube que cubría a los israelitas de los ardores del sol en el desierto.
Vayamos SIEMPRE a ELLA e invoquémosla. Invoquémosla en Su nombre. Invoquémosla en Su Santuario. Invoquémosla en sus distintas advocaciones.
P. CÉSAR A. DÁVILA G.
“Cómo describir mi encuentro con la Bendita Señora de Guadalupe! Para qué escribir? Pudiera llenar páginas y páginasdeestecuaderno.Dirésolamentequecelebréensu Santuario,frenteafrentedelabenditaimagen.TieneElla, algoquellena,algoqueatrae,algoqueapasiona,algoquese sienteperoquenosepuedeexpresar.
Imposibledeciralpiedelaletralasoracionesquetieneel misal:Laoraciónnace,brotaespontáneamentecomodeunmanantialybrotandemuyadentro,elespíritusesientelibrepara expresaraDios,elPadre-MadreDivinaloqueunpobrehijoquiereexpresar.
Estabanpresentesconmigomisestudiantes,todosmisamadosestudiantes.Estosadjetivosnoexpresanloquesientoporellos: Soyyomismoenellos.Nopodíanombrarlosunoauno,lohiceconlosquetuvemásalamano:Peronofaltóniunosolodelos queestánydelosquevendrán.EstabanpresentesmisObispos,elCardenalaquienmeuneuncariñoespecial,Obispos,Vicario, elClerodelEcuadorytodosmishermanosloshombres;porquelasantaMisaesoraciónCósmica,detodosyparatodosypor todosporqueasíloquisoCristo.
Misemocionesprofundassetraducenfrecuentementeenlágrimasdebienaventuranza…” P. CÉSAR A. DÁVILA G.
El año 1531, a los pocos días de diciembre, 39 años después del descubrimiento de América tiene lugar la aparición milagrosa de la Virgen María a Juan Diego. Se produce el hecho histórico narrado en el NICAN MOPOHUA, considerado como el evangelio de la aparición de la Virgen María a Juan Diego.
La Virgen Bendita comienza el diálogo: “Escucha,hijomíoelmenor,Juanito…YosoylaperfectasiempreVirgenSantaMaría,Madre delverdaderísimoDiosporquiensevive,elCreadordelaspersonas…Eldueñodelcielo,eldueñodelatierra.Muchoquiero,mucho
deseo,queaquímelevantenmicasitasagrada…Aquílodaréa lasgentestodomiamorpersonalenmimiradacompasiva,en miauxilio,enmisalvación:Porqueyo,enverdad,soyvuestra madrecompasiva,tuyaydetodosloshombresqueenesta tierra estáis en uno, y de las demás variadas estirpes del hombre; mis amadores, los que a mi clamen, los que me busquen,los queconfíen enmí,porqueallí lesescucharésu llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentespenas,susmiserias,susdolores”(Nican Mopohua.- 23,2632)
Nótese el contenido de este mensaje de la Virgen Bendita a su hijito menor, el indio nativo de estas tierras. La Virgen Bendita se quedará en ese Santuario del Tepeyac para curar las penas, sus miserias, sus dolores, para acompañarles en su llanto su tristeza.
Más adelante, cuando el obispo franciscano Fray Juan de Zumárraga no cree que la Virgen haya escogido para su mensajero a un indio, la Reina del cielo dice a Juan Diego, que no son escasos sus servidores y mensajeros para que efectúen su voluntad; pero insiste:“Esmuynecesarioquetú,personalmente,vayasyrueguesqueportuintercesiónserealice,selleveaefectomiquerer,mi voluntad”(Ibíd. 58,59).
El deseo de la Madre de Dios era muy claro: Un indio, un nativo de estas tierras tenía que ser el instrumento de la Virgen María para que el obispo realizara lo que Ella quería.
Cuando retornó el indio con las flores que la Virgen le había mandado recoger en la cumbre del Tepeyac y cuando se presentó al obispo para darle la prueba de que era verdad lo que había dicho, extendió su blanca tilma en cuyo hueco había colocado las flores. Y así cuando cayera al suelo todas las variadas flores preciosas, se apreció de repente la Amada Imagen de la Perfecta Virgen Santa María Madre de Dios, en la forma y figura en que ahora está.
Así quedó sellado el pacto en el cual intervenían dos pueblos, dos razas, dos culturas: La aborigen y la española. Este era el abrazo de Cristo por medio de su Madre Bendita para que se entendieran entre sí estos dos pueblos hermanos porque son hijos de un mismo Padre que está en los cielos.
Esta es la historia de ayer. Esta misma ha de ser, la de mañana y de siempre. Que no obstante las diferencias, resplandezca el verdadero Amor entre todos los pueblos de la tierra. Donde hay verdadero amor está Dios.
P. CÉSAR A. DÁVILA G.
Mis queridos estudiantes:
Con la ayuda de Dios, os invito a SEGUIR SIEMPRE ADELANTE. Cuando con la mirada interna recorro el tiempo transcurrido desde el momento en que nuestra Asociación comenzó a dar sus primeros pasos, cuando hago una evaluación de lo que es en el momento presente, veo que no hemos permanecido estacionarios.
Dios está constantemente en acción sin descansar jamás.
Nosotros hijos suyos, criaturas plasmadas a su imagen y semejanza, somos como Él. Todo el gran cosmos es dinámico. Así lo entendemos quienes nos preocupamos de escudriñar los signos de los tiempos y de examinar esa obra que Dios ha puesto ante nuestra vista.
También nosotros participamos de esta misma dinamia. Progresamos siempre. Evolucionamos siempre. Cambiamos siempre. Sólo que este cambio en unos se representa un retroceso constante, en otros una ascensión sin término. Pero la dinámica de los seres y de las cosas es constante. Hay seres que van camino a la disolución, del deterioro, de la destrucción, de la muerte. Este es el signo de todo el plano material. Otros en cambio van camino de las
cumbres, de las realizaciones, del triunfo, de la luz, de la comunión con el Todo. En este último proceso se encuentran los seres de los planos superiores al material. Nosotros, por lo tanto…
Reciban una vez más, el Amor de quien ha consagrado su vida al servicio de todos y cada uno de ustedes.
Yo creo mis queridos estudiantes, que cada uno de vosotros ha recibido hasta ahora bendiciones que no las hubiera recibido en otras circunstancias de su vida. Bendiciones que es, primero necesario reconocerlas, y luego agradecer a Dios por ellas.
¿Para qué recordaros este hecho que nosotros lo llevamos profundamente escrito en nuestros corazones?
Esa noche de NAVIDAD que la celebramos todos los años con un gozo inefable. De hoy en adelante mis queridos hermanos, ya no celebraremos esa noche de Navidad solamente con la idea de que hay un lugar en la tierra al cual nosotros dirigimos nuestra mirada y no conocíamos, ni teníamos idea siquiera de aquel lugar.
¡De hoy en adelante otra será nuestra Navidad! De hoy en adelante tantas Navidades cuantas celebremos, nuestro espíritu vendrá acá a una Gruta establecida cerca de este lugar, en donde está la inscripción que nos abre las puertas de este Reino de Dios por medio de Jesucristo.
Nuestra mente se transportará acá, en todas las Navidades. Y para nosotros esas Navidades serán también el principio de, el gozo anticipado que nos da el Señor aquí en este mismo plano, en esta misma tierra.
¡Qué felices somos nosotros! cuando tenemos la dicha de visitar y de estar en los mismos sitios en donde se realizó el gran drama de la Redención.
Él nos trajo acá, para que nosotros también podamos ver y podamos tocar como los pastores, como esas gentes sencillas que visitaron este lugar la noche de Navidad, y luego, que vayamos llenos de gozo a nuestra Patria llevando en el corazón el aceite del amor, el aceite de la consagración a ese Bendito Dios que realiza tantas maravillas por cada uno de nosotros.
Una vez más, tenemos que agradecerle por cuanto Él continúa haciendo por todos y cada uno de nosotros.
Niño Bendito, aquí estamos tus hijos. Aquí estamos, con nuestro corazón henchido de gozo, con nuestra alma llena de la abundancia de tus bendiciones. Permite que nosotros llevemos este mismo gozo de la Navidad a nuestros hermanos, para que todos los días, especialmente nuestros hermanos que sufren, nuestros hermanos atribulados, nuestros hermanos que experimentan persecución tengan también el consuelo de una Navidad permanente.
Permite que nosotros no olvidemos NUNCA este momento que hemos pasado en este lugar, y que lo llevemos cada día presente, y que renovemos todos los días nuestra esperanza en Ti, nuestro amor a Ti, nuestra confianza en el cumplimiento de Tus promesas.
Te pedimos ¡Oh, Niño Bendito!, por todos los niños del mundo, te pedimos por nuestros niños del Ecuador. Y te pedimos por todos los niños de nuestros hogares de
Auto-Realización, de esos niños que hoy viven ya y que vendrán después, para que se aumente el número de esos niños que te busquen, que te amen y que, y que te sirven con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas.
¡BENDÍCENOS A TODOS! Bendice a quienes no han tenido la dicha de estar aquí como estamos nosotros. Y a todos, que Tu paz, Tu amor, Tu bienaventuranza se extienda, y que todos nosotros sintamos Tus bendiciones el resto de nuestra vida. Y que cuantas Navidades celebremos recordemos esto que estamos haciendo en este momento, que hemos venido formando un solo corazón y una sola alma, -Tus hijos- para buscarte y luego para traerte como los pastores la ofrenda de nuestra humildad, de nuestro amor, de nuestra devoción.
P. CÉSAR A. DÁVILA G.
“JUANeselapóstolamado, elquesupomásqueningúnotromortal deladulzuradelamordeCristo, delaternuradelamor delamásgrandedetodaslasmujeres: María,laVirgen.
Elespíritudelhombre nosóloseiluminayenriquece conlaperfecciónintuicionaldelaVerdad. Seilumina,seenriqueceygoza conlavivenciadelamor… ” P.CÉSARA.DÁVILAG.
En la parusía final, cuando todas las cosas sean restituidas a su principio, brillará con fulgores de eternidad una sola Eterna Luz. La ciudad santa será iluminada eternamente por Cristo.
El profeta de Patmos en el Apocalipsis, cuando contempló la ciudad de Dios en la cual estamos llamados a habitar todos los hombres, después del último episodio del drama de esta tierra, se expresó de esta manera: “Laciudadnotienenecesidaddesolnideluna,paraalumbrarenella:
Mientras peregrinamos en este plano, si deseamos que aquella Luz Divina nos ilumine eternamente, es preciso redescubrir esta luz, para andar en ella, para sentirla y gozarla, para vivir en ella.
¡Señor, que tu Luz brille siempre en nosotros!
P. CÉSAR A. DÁVILA G.
porquelagloriadeDioslailuminaylaLuzdeella,eselCordero.Ylas nacionesandaránalaLuzdeella;ylosreyesdelatierratraenaellasu gloria”.Apocalipsis 22,4
Después de un examen profundo de los acontecimientos sociales, políticos, económicos, educativos y otros que perfilan la vida del Ecuador desde hace aproximadamente unas dos décadas, se llega a una conclusión negativa de la marcha del país.
Es preciso que nosotros después de un breve y profundo examen saquemos una conclusión serena y objetiva.
Cada día la prensa, la radio, la televisión que son los medios más apropiados para tener una idea de lo que pasa en nuestro país y en el mundo, nos revelan algo increíble: En el Ecuador los acontecimientos revelan que el Ecuador ha tocado fondo. El crimen, la desconfianza, la pobreza, la falta de credibilidad en todas las esferas del vivir ciudadano sobre todo en el poder político han tocado el fondo.
Después de pocos días el Ecuador elegirá un nuevo Presidente, los magistrados de las distintas ramas políticas y demás autoridades encargados de la gestión social, económica, política y demás funciones del Estado, los ciudadanos tendrán una idea clara y concreta para elegir a los más capacitados para conducir el país que pueda salir adelante en el estado en que se encuentra,
La solución de los problemas de nuestra Patria es muy difícil y compleja. Transcurrirá algunas décadas para que este “enfermo en peligro de muerte” reaccione.
La historia del Ecuador tiene hombres como: Vicente Rocafuerte, Gabriel García Moreno, Eloy Alfaro, en estos últimos tiempos José María Velasco Ibarra, entre otros que han estado al frente del gobierno del Ecuador y han dado lustre a la Patria por su sabiduría, su honradez, su equilibrio, su dedicación al trabajo de gobernar un país; pero en estos últimos tiempos hemos sentido los efectos de la falta de verdaderos gobernantes. Esta crisis ha llevado al Ecuador al abismo en que se encuentra.
Por ser de capital importancia, damos a conocer la conclusión de la Agencia para el Desarrollo Internacional “USA ID” que diagnostica
la situación ecuatoriana en lo que se relaciona con la corrupción, que en el Ecuador está en todo nivel…
Ecuador está bastante lejos de los esfuerzos que otros países latinoamericanos realizan por modernizar el Estado.
Las administraciones previas han sido incapaces de montar una campaña de información pública que sea lo suficientemente coherente como para construir un consenso nacional con respecto al nuevo papel del Estado.
Los esfuerzos de los anteriores presidentes, añade (USA ID), han sido frustrados por la resistencia organizada de las instituciones públicas, los sindicatos de empleados estatales, los estudiantes y otros grupos que carecen de la información necesaria sobre la privatización o bien defienden aquello que perciben como sus intereses particulares…
Para un cambio radical del país se necesita mucho tiempo, se necesitan hombres capaces serios, altamente calificados en las esferas políticas, culturales, económicas, sociales, educativas, que trabajen con verdadero patriotismo por nuestro ECUADOR.
Aquí terminamos estas reflexiones. Para la solución de todos los problemas debe acudir el ECUADOR a nuestro DIOS BENDITO. Tenemos también una santa como Marianita de Jesús que se ofreció por la Patria, y otros santos como el Hermano Miguel cuya ayuda llegará oportunamente.
Recordemos también que uno de los más grandes presidentes que ha tenido el Ecuador en su historia, como Gabriel García Moreno, CONSAGRÓ al ECUADOR al mismo SEÑOR JESUCRISTO.
Esperemos y PIDAMOS A DIOS con toda fe que el ECUADOR encuentre su rumbo.
Si dirigimos una mirada cósmica y todavía más, si esta mirada penetra en el Infinito, vamos a descubrir que el acontecimiento más trascendental e importante de la historia de la humanidad es la presencia del mismo Dios en esta misma humanidad que ocupa un lugar intermedio entre lo temporal y lo eterno: Lo primero porque el hombre en cuanto a su constitución física fue creado para el tiempo y su cuerpo es como la síntesis de todo lo temporal; en cuanto a lo segundo, por su espíritu, trascendiendo los límites de lo temporal penetra en lo eterno. Aquí está la razón por la cual el mismo Dios se hace presente bajo estos dos aspectos: Temporal, en cuanto asume nuestra humanidad como tal, sin dejar de ser eterno en cuanto Dios: El hecho de la Encarnación de Cristo es la síntesis más perfecta de esta unión entre lo temporal y lo eterno.
Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
Fundador y Guía Espiritual AEA