La MISIÓN de MARÍA es tan universal como la REDENCIÓN operada por CRISTO.
Si la redención se extiende a todos los hombres, si el árbol de la CRUZ cobija bajo su sombra a todos los mortales: MARÍA ejerce también una misión universal. Bajo su sombra maternal están colocados todos los hombres… Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
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Si dirigimos sólo una mirada superficial a la ocupación ordinaria y común de las gentes, descubrimos un hecho muy generalizado.
Como en la época de Cristo, la gente en la inmensa mayoría no se preocupa sino de buscar qué comer, qué beber, con qué vestirse, qué guardar, qué atesorar, qué ahorrar.
Este es un hecho real y casi universal.
Muy pocos buscan el Reino de Dios y su justicia, muy pocos buscan primero a Dios, muy pocos tratan de conocerle, de servirle y amarle; muy pocos conocen el secreto de la felicidad de su amistad; muy pocos han saboreado la dulzura de su presencia siempre feliz, siempre gozosa, siempre bienaventurada.
La gran mayoría no busca la felicidad en la fuente de toda felicidad y de todo goce verdadero.
El Cristo te da a ti y a mí, un consejo de inmensa sabiduría:
Buscad , dice, primeroelReinodeDiosysujusticiaytodolodemásvendráporañadidura .
En todo lo demás está incluido: Vestido, alimentación, casa, dinero, salud, bienestar, comodidad, -y, sobre todo- felicidad, paz, gozo completo.
Todo esto da el Padre Celestial al que primero le busca.
Así hizo con el patriarca Job que abundó en riqueza porque primero busco a Dios;
Así hizo con Salomón que primero pidió sabiduría para conocerle;
Así hizo con los santos a quienes nada, absolutamente nada faltó: antes, por el contrario, tuvieron todo en abundancia, porque primero buscaron el reino de Dios y su justicia.
Así procede con todo el que le busca.
Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
El MIÉRCOLES DE CENIZA se ha iniciado en toda la Iglesia el Tiempo de Cuaresma. Este tiempo, mis queridos hermanos, desde hace muchos siglos viene celebrándose como un tiempo de consagración a recordar que el hombre tiene que volver a Dios. Se llama este tiempo de Cuaresma porque por espacio de 40 días la Iglesia a través de su liturgia está pendiente de este gran misterio de la Redención. Por eso quiere pues, que sus hijos reflexionemos que este tiempo es consagrado a la oración, al ayuno, a la penitencia.
En esta CUARESMA, hermanos, recordemos las obligaciones que tenemos para con Dios. Es necesario que reflexionemos profundamente en que necesitamos convertirnos a Dios, y que esa conversión cale profundamente en nuestra vida. Por allí ha de comenzar, hermanos, la regeneración de esta sociedad. Que el Señor nos ayude a reflexionar cada día más y más en su enseñanza y para que nuestra conducta torcida se enderece.
P. CÉSAR A. DÁVILA G.
La mujer ocupó siempre un gran papel en la vida del Señor.
Es que Él también tuvo una predilección especial a la mujer, a la mujer como madre, como hija, como santa, como pecadora.
Es que en ella Él mismo, depositó tantas cualidades que son difíciles de encontrar en otro ser.
“Porlafe,Abrahamalserllamado,obedecióysalió hacialatierraquehabíaderecibirenherencia,
perosinsaberadóndeiba.Porlafemoróenlatierradesuspromesascomo en tierra extraña, habitando en tiendas, lo mismo que Isaac y Jacob, coherederosdelamismapromesa.Porqueesperabaél,ciudadasentada sobrefirmescimientos,cuyoarquitectoyconstructorseríaDios…Porlafele ofreció Abraham a Isaac cuando fue puesto a prueba y ofreció a su primogénito,elquehabíarecibidolaspromesas,dequiensehabíadicho:Por Isaactendrástudescendencia,pensandoquehastadeentrelosmuertos podríaDiosresucitarley así le recuperóenelinstanteenelquelecreía perdido”(Heb11,8-10;17-19).
“Porlafe,lamismaSararecibióelvigor,principiodeunadescendencia,yesto fuerayadelaedadpropicia,porcuantocreyóqueerafielelqueselohabía
prometido.Yporesodeunoyésteyasinvigorparaengendrar,nacieronhijosnumerosos comolasestrellasdelcieloycomolasarenasincontablesquehayenlasriberasdelmar” (Heb11,11-12).
numerosa como las estrellas del cielo y las arenas del mar. El Señor le pide que vaya con Isaac y le sacrifique en el Moriah. Abraham obedece. Cuando extiende su brazo y empuña el cuchillo para degollar al retoño de un gran árbol que llenaría la tierra, un ángel grita: “Abraham,nolehagasnada,porque ahorahevistoque,enverdad,temesaDios,puespormíno perdonasteatuhijo,atuunigénito”(Gen22,11-12). El Señor le renueva la promesa.
De esta secuencia de pruebas, Abraham sale triunfante. Su fe en el Señor es inconmovible. De su estirpe, cuando llegue la plenitud de los tiempos, nacerá un vástago, el más grande entre todos: JESÚS, el CRISTO, el VERBO de DIOS. La fe de Abraham tendrá así su recompensa.
P. CÉSAR A. DÁVILA G.
La de fe de ABRAHAM es proverbial. Abraham el pastor nómada de Ur Gasdim, alzó sus tiendas para morar en Negueb, luego en Canaán. Era viejo. Su esposa igualmente. El Señor le promete un hijo. Él cree en la promesa que contradice toda ley natural: los viejos no tienen hijos. Pasó el tiempo. Son árboles que se agotan para no dar fruto jamás. Sin embargo, nace Isaac. El Señor le dice que su descendencia será
JOSÉ significa acrecentamiento divino.
José fue constituido por Dios, superior a todos los patriarcas y profetas de la Antigua Ley y a todos los santos de la Nueva, excepto de María Santísima…
San José vio sometido a sus órdenes a Jesús, sol de justicia y a María, la luna mística.
¿Quién es san José en la categoría de los seres creados por Dios? ¿Qué puesto ocupa entre todos los seres del
universo? ¿Qué categoría tiene entre todos los santos? San José, es la criatura más grande, es el intercesor más poderoso, es el más excelente de todos los seres del universo después de María…
¿Qué llegaría a ser san José después de haber vivido en la intimidad de Jesús y María durante los años de su peregrinación por este mundo?
¡Cuánto amor! ¡Cuánta ternura! ¡Cuánta compasión sacaría de esas fuentes! ¡Cuánta voluntad de remediar todas las necesidades…! De ahí que la bondad de san José es incomparable… Santa Teresa exclamaba: “Yo no recuerdo haberpedidoaDiosnadapormediodesanJoséquenolo hayaobtenido” , y añadía: “Noheconocidoanadiequelehaya invocado asiduamente, sin hacer notables progresos en la virtud”.
Muchos santos tienen expresiones semejantes…
P. CÉSAR A. DÁVILA G.
ELLA, la VIRGENCITA, me ha hecho un favor muy pero muy especial. Favor que se relaciona con el gran misterio de su Maternidad. Le he preguntado ¿y cómo es esto?
Comunico aquí lo que sigue.
Ella después del diálogo con Gabriel, el mensajero del Padre pronuncia el SI. Dice SI al Padre, a su Padre, al mío, al de todos.
¡Cómo quisiera decir ese SI siempre, siempre, siempre! Como dijo también Su Verbo Encarnado, ÉL jamás dijo NO a esa voluntad del Padre.
Bien. Ella dijo: SI. ¿Qué aconteció luego, en el instante posterior a este SÍ? En ese mismo instante la Virgen concibió en su mente, primero en su mente,esto hay que recalcar, primero en su mente al Verbo de Dios. Luego, esta concepción mental fue tan grande, tan sublime, tan extraordinaria, tan fuerte, tan poderosa (no hay palabras para expresar) que simultáneamente, esa onda mental tocada con la fuerza de Infinito, produjo el elemento + y – para la concepción del Verbo…
Cuando dice el SI, ese elemento -, en este mismo instante ya no era – solamente sino adquirió también el elemento +. Este último elemento es fruto del SI de María; mas no ese otro, el – porque Ella ya lo tenía. ¿Está claro? Creo que sí.
Cómo actuó entonces el Espíritu Santo, pues Gabriel le dice: “ElEspírituSantovendrásobreTi” (Lc I, 35)… La obra del Espíritu Santo aparece nítida, clara, meridiana en la mente de María: Allí recibe ELLA la Luz del Espíritu Santo y el Fuego de Su AMOR: Esa Luz y ese Fuego, son de tal grado que, simultáneamente ese elemento – que ya tiene la Virgen, por la fuerza infinita del Espíritu Santo, tomó también el otro signo (+); pues en ELLA debía producirse la totalidad del ser y en ELLA después del SI, no podía haber nada incompleto, es decir, solo el signo -; para que se realice el plan divino.
¿Y qué pasa después? Se pone antes o después sólo para hablar en términos inteligibles. Todo fue simultáneo.
Presentes los dos signos + y -, hay un tercer signo +y - = receptáculo para el Espíritu. La casa está hecha. ¿Cuál su habitante? El Verbo. El Verbo encarna. Toma posesión de aquella casa fabricada por María, en el sentido explicado.
Desde ese instante, no más tarde, no después, es ya Madre. Madre del Verbo Encarnado. ¿Por qué? Porque ELLA preparó la casa para ÉL. ELLA preparó para ÉL, el pequeño óvulo fecundado. Sin ELLA esto no se habría hecho. Si no hay el + que pone el padre y el – que pone la madre, no hay templo para el espíritu. ELLA puso el + y -. No se caiga sin embargo en la exageración de decir que ELLA realizó alguna obra en el mismo Verbo de Dios, Hijo consubstancial del Padre. Su obra es la que queda descrita.
Del corazón de Cristo salieron estas palabras: “Tengocompasióndelamuchedumbre, porquehaceyatresdíasquemesigueynotienequécomer. Silosdespidoeayunasparasuscasasdesfalleceránenelcamino yalgunossondelejos”(Mc 2, 2-3).
Y multiplicó los siete panes y los pocos pececillos para dar de comer hasta saciarse a unas cuatro mil personas sin contar mujeres y niños. Sobraron siete cestos.
El día de hoy, se repite esta misma escena. Hay multitudes hambrientas. Hay miseria. Hay pobreza, hay necesidad, hay desnudez…
¿Crees tú que el Señor habrá olvidado estas palabras: Tengocompasióndelpueblo?
Así lo creen los que piensan que con la muerte se acaba todo.
Así lo creen quienes juzgan que Dios no es Padre de los pobres. Así proceden los que no tienen fe.
El comunismo quiso saciar el hambre del pueblo con el odio y la violencia de las multitudes contra los ricos.
Pero no lo ha conseguido. El comunismo ha quedado sepultado para siempre porque ninguna hambre se remedio por estos caminos. Ha tenido que volver sustancialmente a los primeros cauces trazados por el evangelio de Cristo que se sintetiza en la palaba AMOR.
El mundo de ayer, de hoy y de mañana no necesita este pan. Necesita pan amasado con el amor cristiano, con la caridad, con la comprensión, con la paz, con la justicia para todos.
Trabajemos para dar a los demás este pan que dio Cristo a las multitudes. Demos este pan a nuestros hermanos.
Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
Guía Espiritual y Fundador de AEA