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ENTREVISTA LUIS GAVIRIA

a líderes en procesos de transformación personal y organizacional. ¿Cuál es tu mejor herramienta para llevar a tus clientes a conseguir resultados?

— El coaching es la puerta de entrada al corazón de mis clientes, a nivel individual y de grupos. Apoyar a las personas en su proceso de explorar cómo vivir con propósito, es una experiencia alucinante y maravillosa. Otras herramientas muy potentes son la enseñanza, el mentoring. En ocasiones debemos transitar con la psicoterapia, pero esto es terreno aparte, muy importante y sensible.

Francamente pienso que una buena formación y práctica del coaching es la mejor escuela de desarrollo personal y profesional que existe.

— Eres psicofisiólogo clínico, neurocoach profesional, profesor en universidades, asesor y conferenciante internacional. ¿Cuál de todas estas actividades te emociona más?

— La verdad es que a través de todas ellas disfruto del privilegio de dedicarme a lo que me apasiona, lo cual es una verdadera bendición. En ese sentido no tengo un empleo. Me siento como un chico en un parque de diversiones.

Gozo de los hallazgos en el terreno de la ciencia, que cada vez me acerca mucho más al Ser humano. Me anima la frase de Richard Bach, autor de Juan Salvador Gaviota, cuando escribe: “Su manera de dar amor era mostrando a otros la verdad que había encontrado.” Quiero creer, que humildemente me dedico a esto.

Lo que más me gusta es ver los ojos de las personas cuando hacen hallazgos que les dan fuerza y esperanza. Ese brillo en sus ojos me hace flipar, me fascina.

— ¿Cuál es la diferencia entre un coach ejecutivo y un neurocoach profesional?

— O, no, en el fondo hay poca diferencia. ¡El coaching por sí mismo es tan lindo y completo! El coaching ejecutivo es tan poderoso, pues afecta para bien a tantos líderes que a su vez hacen llover fuerza e inspiración en muchas personas y organizaciones. Nosotros le agregamos el “Neuro”, el estudio de la Neurociencia, con el fin de conocer mejor el sustrato biológico de la naturaleza humana. Cuando además le sumas elementos de esa ciencia bella y potente que es la psicología, ¡tienes una bomba en tus manos!. Una bomba para hacer el bien. En resumen, el coaching por sí mismo es muy potente, simplemente lo ponemos “en esteroides” con las neurociencias.

— ¿Qué te ha supuesto participar en el 11 Congreso CREA AECOP?

— Esa fue una experiencia preciosa, ver vuestros rostros, esas bellas sonrisas y una conexión que sentí de alma con alma. Fue como estar compartiendo con tus hermanas y hermanos. ¡Qué grupo más majo y delicioso! Fue también como extender los lazos de fraternidad desde América a Europa.

— ¿Qué consejo darías a las organizaciones actuales para mejorar día a día sus resultados?

— Es fácil y muy difícil al mismo tiempo, pues exige un cambio total de perspectiva. Así como sabemos que las organizaciones necesitan el dinero, no lo podemos convertir en un fin en sí mismo. Hacer dinero solo tiene sentido cuando está al servicio del Ser humano. Al servicio de la expansión de la vida misma, del desarrollo integral del Ser humano. Que le apoyen en todas sus dimensiones.

Invitaría a las organizaciones a centrar su atención en el Ser humano, en su protección, en su expansión, en apoyar el desarrollo de su potencial, para construir un mundo en el cual nuestros críos y nuestros nietos puedan vivir con paz y significado.

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