POR Q U É E S I M P O RTA N T E EL JUEGO reglas son importantes porque te permiten practicar y permutar esquemas. Jugar implica un escenario de libertad para explorar y entrar en trance. Aprendemos muchísimas cosas con el juego antes de empezar con la educación formal. No subestimes el juego infantil. No es una pérdida de tiempo, porque cuando tu gente menuda está jugando en casa, organizando un juego de canicas, o luchando contra dragones imaginarios, en realidad están desarrollando habilidades cruciales y preparando sus cerebros para los desafíos de la vida adulta. Lo malo es que el tiempo de juego libre se ha ido reduciendo notablemente durante las últimas tres décadas. Así que echa un vistazo a estos cinco beneficios del juego, científicamente comprobados, y actúa en consecuencia. El cerebro de tu hija o hijo te lo agradecerá.
Mejora el
C
omo mamíferos que somos, los seres humanos aprendemos de tres maneras. Imitando: leyendo lo que otros han dicho, buscando patrones de repetición, y repitiendo los comportamientos que vemos en otras personas. Aprendemos intentándolo una y mil veces, midiendo los límites a ver hasta dónde podemos llegar; de nuestros errores: practicando el ensayo y error surge la mayor parte de nuestro aprendizaje. Y por último, aprendemos jugando.
54
Un juego es una simulación o un sistema formal donde la toma de decisiones y las
comportamiento
Castigar sin recreo es contraproducente. Si tienen pequeños mini-recreos de 15 minutos que les den la oportunidad de desahogarse durante el día se portan mucho mejor.
Aprenden a
jugar en equipo
Jugar les enseña a no hacer trampas, tienen la oportunidad de probar las cosas sin consecuencias, les permite representar diferentes roles y aprenden a dominar las reglas sociales. Tanto el juego libre como el juego guiado por adultos pueden ayudar a niñas y niños a tomar conciencia de los sentimientos de otras personas. Jugando también aprenden a regular sus propias emociones, una habilidad necesaria a medida que avanzan en la vida.