Autobiografia

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BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR El sujeto y su formación profesional como docente Docente: Aneli Galván Cabral Mi Autobiografía

Nombre: Aketzali Berenice Martínez Campa Grado: 1º Semestre Fecha: 29 de Octubre de 2015


Mi Autobiografía “El maestro mediocre cuenta. El maestro corriente explica. El maestro bueno demuestra. El maestro excelente inspira.” William A. Ward.

Introducción El siguiente escrito les daré a conocer mi vida, incluyendo en mi autobiografía las escuelas en las que estuve y en la que me encuentro actualmente, también como ha influido mi familia en mi decisión para ser educadora y como yo he decidido estudiar para educadora.

Quien Soy Yo soy, Aketzali Berenice Martínez Campa, tengo 18 años, nací el 20 de abril de 1997 en Zacatecas, Zacatecas. Mis padres son Ma. Magdalena Campa García y Carlos Martínez Cárdenas. Tengo 3 hermanos, una más grande que yo y 2 más chicos que yo. La mayor se llama Nayely, los 2 menores se llaman Carlos Coscacuahutli y Jaime Canek. Estudió el 1º semestre en la Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”, Nayely está en la Universidad Autónoma de Zacatecas en 9º semestre de medicina, Carlos en 2° de secundaria y Jaime en 6º de primaria. Mi mamá es maestra de primaria jubilada, ella salió de Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” y mi papá es maestro de primaria, salió de Escuela Normal Rural “Gral. Matías Ramos Santos”. Vivimos en Jerez de García Salinas, Zacatecas, México. Medio alta, medio gorda, el pelo lacio y largo. Los ojos grandes y de color verde amielado. Casi no tengo ceja, calzo del 4 ½ o del 5, tengo la cara redonda, la boca mediana, las orejas medianas, tengo la nariz normal y soy blanca. Soy lista, tengo las uñas de los pies bien chiquitas y de las manos normales. Soy alegre y me enojo con facilidad.

Que Me Gusta Me gusta, jugar en la computadora, con mis primas, primos, amigos y amigas. Ayudarle a mi mamá debes en cuando con los quehaceres de la casa y a mi abuelita


materna (Tita) también. Me gusta el color rosa, vestirme casual, peinarme de distintas formas y pintarme las uñas de colores pasteles y con brillitos. Me gustan muchos los peluches, los perros y conejos, pero no como mascotas, dibujar paisajes, estrellas, caras, corazones, etcétera. Mi comida favorita es el espagueti, el mole dulce y del normal. Mi postre favorito es el arroz con leche y la nieve. Mi bebida favorita es el agua de frutas y el jugo.

Mi Infancia Cuando yo nací, mi hermana Nayely cumplió 4 años, no le hicieron fiesta y yo fui su regalo de cumpleaños. Tuve una infancia muy bonita, mis papas cuando nos festejaban nuestros cumpleaños, nos vestían iguales. Cuando nació mi hermano Carlos, yo iba a cumplir 5 años y mi hermana 9 años. Lo cuidábamos cuando mis papas salían algún mandado y no queríamos ir. Estuve en el Jardín de Niños, era la abanderada de la escolta y cuando salí dije las palabras de despedida. Nomás estuve un año, en ese año duraba como dos meses con una maestra y luego regresaba otros dos meses la maestra que tenía al principio del año y así fue todo el año. Entrando a la escuela, estuve 3 años en la Escuela “Antonio González Márquez” con mi mamá, la escuela solo tenía tres maestros y uno de ellos era el director o la directora. Cuando ya tenía 7 años, mi hermana 11 y mi hermano 2, nació mi otro hermano Jaime. Cuando estaba en 3º participe en el concurso del niño y la mar, gané y me fui a Zacatecas a participar y hasta ahí llegué. La maestra que tuve en primer año, era muy linda, cariñosa y la quiero mucho. En segundo y tercero tuve un maestro, porque la maestra se jubiló y mi mamá no me quería dar clases, para no hubiera problemas con los padres de familia y los alumnos. El maestro era muy bueno y cariñoso. Los otros 3 años en la Escuela “Lic. Adolfo López Mateos” con los dos, porque a mi mamá la cambiaron de escuela. Cuando me cambiaron de escuela, al segundo día ya tenía amigas y en 5º desfile el 20 de noviembre. Cuando salí de 6º, yo no llore porque ya me iba y


mis demás compañeros unos si y otros no. En cuarto año, tuve varios maestros. La ultima maestra que tuve, duro con nosotros como la mitad del ciclo escolar, era muy enojona y en ocasiones nos regañaba. En quinto y sexto, tuve el mismo maestro, era muy alegre, nos explicaba muy bien y le teníamos confianza. En vacaciones de verano, nos metieron a natación como cada año, si no nos íbamos a Estados Unidos a visitar a mis tíos. Lo que recuerdo es que jugaba con mis primos a la escuelita, en ocasiones yo era la maestra y en otras era la alumna. En ocasiones, me encargaban a mis primos más chicos que yo y a mis dos hermanos, porque casi siempre estaba con mi Tita; me ponía a jugar con ellos a la escuelita, a la traéis, las escondidas, los encantados, al lobo, a la tiendita y en unos juegos que tiene un tío.

Mi Adolescencia Cuando tenía 12 años entre a la secundaria “Constituyentes de 1997”, pase mis 3 mejores años de mi vida. Cuando entre no conocía a nadie en el salón que me había tocado, empecé hacer amigas y amigos. Conocí a nuevos maestros, alumnos y amigos. Yo estaba muy nerviosa por una nueva etapa en mi vida, pero luego me acostumbre y se me fue el año de volada y con muchas cosas buenas. Cuando se acabó el año, salí con buenas calificaciones y recibí un reconocimiento el día de la graduación. Tuve dos maestras muy buenas, eran cariñosas, me sentía a gusto con ellas, podía platicar con ellas y las quiero muchísimo. También tuve una maestra muy enojona, cualquier cosita que no le parecía se enojaba con nosotros y llevaba en ocasiones a su hijo que era insoportable. Un maestro nos quería muchísimo a todo el grupo, me gustaban sus clases, nos las hacia divertidas e interactivas. Un maestro era muy estricto con nosotros, quería que se hiciera todo como el decía. El segundo año es el mejor de la secundaria, hice muchos trabajos que me gustaron mucho, conocí a otros maestros que no me dieron en primero y nos fuimos conociendo cada vez más y más mis amigas y yo. Cuando ya mero salíamos de segundo, me escogieron para


la escolta, pero como suplente y estuvo bien, porque yo tenía muchas ganas de salir en la escolta. Cuando fue la graduación, yo también iba a ir por un reconocimiento, pero no fui porque me dio mucha tristeza de no salir en la escolta y que las que no tenían buenas calificaciones si salieron. Tuve tres maestras que eran muy lindas, muy cariñosas, alegres a pesar de los problemas que tuvieran y las quiero mucho. También cuatro maestros, que eran muy buenos, aunque fueran estrictos con nosotros, pero a la vez eran muy comprensivos con nosotros. En tercero, conocí mucho más a mis amigas y a otros maestros. Salí con una amiga en sus quince y me la pasé esos días que íbamos a ensayar de lo mejor y más ese día. Para el 20 de noviembre, salí desfilando llevando un estandarte que decía escolta. Ya después de mucho tiempo, preparamos todo para mis XV años, fueron muy padres y me divertí mucho, con todos. Ya para la graduación, salí en la escolta, sin saber recibí reconocimiento por mis calificaciones y en la noche fui al baile de graduación y me la pasé muy divertido con mis amigas y amigos. Tuve un maestro que era estricto con nosotros, yo le tenía miedo, pero con el paso del año se me fue quitando y me di cuenta que también era muy buen maestro. Cuando entre a la prepa a la UAZ, en el salón que me toco, no conocía casi a nadie, me sentía rara. Como fueron pasando los días, los fui conociendo a todos y conocí a nuevos maestros. El primer semestre de preparatoria aprendí muchas cosas que no sabía y otras que ya sabía, pero no muy a fondo. También aprendí a que los maestros, aunque no te den clases, te ayudan si tú les dices. Ese semestre desfile el 2 de noviembre. Para el final del semestre, en el grupo se organizó una posada, como tradición que se hace en las escuelas, se hace para convivir con los compañeros y maestros. Ese semestre

tuve dos maestras muy buenas, si no entendías te

explicaban, si tenías un problema y les contabas, te ayudaban y muy cariñosas. Tuve un maestro muy bueno, que también te ayudaba si tenías alguna duda o problema. En segundo semestre, se hizo un poco más unido el salón y ese semestre fue muy corto. Tuve un maestro estricto, pero al momento que te explicaba tu entendías y si no él te explicaba personalmente.


En tercer semestre el grupo estaba más unido y eso era muy padre, porque pasaba algo y todos nos apoyábamos. Trabajamos en el salón para juntar dinero y comprar los uniformes para el desfile del 20 de noviembre y apoyar a nuestros padres con ese gasto. Valió la pena, todos los esfuerzos, cansadas y desveladas que hicimos para que saliera bien el desfile, porque en la noche concursamos bailando y ganamos el primer lugar de las preparatorias, ganamos $5,000.00 y eso lo usaron para pagarle a la maestra que nos ensayó, mientras que les mandaran el dinero para pagarle. Tuve un maestro muy bueno, tú no te quedabas con dudas en su clase, te explicaba muy bien y te daba ejemplos de los temas, pero de su vida y con eso tu aprendías y te hacia reír un rato. Es un profe que si tienes algún problema él te ayuda. Otro maestro nos daba educación física, nomás nos decía que hiciéramos y se iba y nos dejaba solos, tenía a sus preferidos del salón. Otro maestro yo le tenía mucho miedo e incluso me fui con el hasta extraordinario, también tenía a sus consentidos y lo que me dio más coraje con él es que yo tenía el promedio para pasar en ordinario y no lo hiso, pero por miedo que le tenía no le dije nada. En cuarto semestre, fue el último semestre que estuvimos como grupo, porque los dos últimos semestres cada quien se va a su bachillerato que va a elegir. Fue bueno, pero a la vez malo, porque un profe nos insultó a todo el grupo y quiso golpear a una compañera, fuimos y le dijimos al director y tomo cartas en el asunto. Ese semestre todavía nos dio, pero cambio con nosotros, porque hasta la dirección de prepas se lo llevaron y al siguiente semestre ya no estuvo en la prepa, porque lo corrieron, porque no éramos el único grupo que tenía queja de él. En quinto semestre, ya cada quien se fue al bachillerato que eligió, yo me fui a socialeshumanístico. Ese semestre fue malo, pero a la vez bueno, porque algunos compañeros me dejaron de hablar e incluso a los que to consideraba amigos. Tuve una maestra que era muy cariñosa, si tú le contabas tus problemas ella te escuchaba y te daba consejos o te decía que hicieras para solucionarlos, la quiero mucho y la extraño mucho. Otra maestra era también cariñosa, nos explicaba hasta que entendiéramos y nos daba ejemplos. Otra maestra se ponía a platicar


con nosotros y no teníamos clases y faltaba mucho, lo que aprendimos con ella fue a ser paros. En sexto semestre fue el último que estuve en la prepa, fue muy importante para mí porque me preparé para entrar a la universidad. Para mi graduación no más fue la entrega de documentos y una misa, porque el director se enojó con los que estaban organizando la graduación porque debían materias. Tuve un maestro que a pesar de que el semestre pasado casi no vimos nada de su materia, lo que hizo él fue darnos lo que tuvimos que ver con la otra maestra y aparte nos dio lo de ese semestre. Era buen maestro, nos explicaba muy bien y si teníamos dudas nos explicaba otra vez. También tuve otro maestro que era muy bueno, sus clases eran dentro y fuera del salón, nos ayudó a concientizar mas acerca del planeta, de cómo debemos de cuidarlo para que no se contamine tanto. Hice examen en la Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” a la licenciatura en educación preescolar. Estaba muy nerviosa cuando hice el examen y el día que salieron los resultados. Cuando vi mi nombre en los aceptados fui feliz, porque mi sueño se había hecho realidad de entrar a la normal a estudiar para educadora. Toda mi familia me felicito. Me encuentro estudian el primer semestre de la licenciatura en educación preescolar en la Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”. Desde niña yo les decía a mis papas que de grande quería ser maestra, pero con el trascurso de mi vida, como todo mundo que cambia de decisión, yo luego quería ser estilista y les dije a mis papas y me dijo mi papa que si quería dedicarme a eso le digiera para que me sacara de la escuela y me mandara a estudiar eso. Luego les dije que chef o nutrióloga, pero al último ya tenía bien claro que quería ser maestra, pero mis papas no muy convencidos por la situación que ha pasado con los maestros. En la prepa nos hicieron un tés para saber a qué bachillerato nos podíamos ir y más u menos que carrera elegir, yo estaba entre sociales y físico, pero la psicóloga hablo conmigo y me dijo que mis aptitudes eran más para maestra, pero que también salía en algunas cosas altas para irme a físico matemático. Pero ella me recomendó que me fuera a sociales para estudiar para educadora. Mis papas aceptaron mi decisión, mi mamá me dijo que ella no me podía decir que estudiar y


que no me podía quitar la oportunidad de estudia lo que yo quería, porque al final de cuentas yo quería estudiar para educadora. Si me puse a pensar en todo lo que ha pasado con la educación y los maestros, pero yo me voy a sentir mejor siendo educadora toda mi vida que siendo otra cosa que realmente no me gusta y no lo voy hacer con ganas. Mi familia tuvo que ver con mi decisión mucho, porque desde que era niña he convivido con maestros y con hijos de maestros. Me ha tocado cuidar a niños más chicos que yo, en ocasiones mi mama me encargaba su grupo y siempre tenía primero o segundo de primaria. También me decían que yo sería muy buena maestra. En mi familia tengo 6 tíos por parte de mi mamá y 2 por parte de mi papá que son maestros aparte de ellos dos, una tía es de preescolar, un dos de telesecundaria, uno da clase en la universidad y cuatro son de primaria. También dos primos son maestros y una está por graduarse este año por parte di mi mamá, uno es de especial y las otras dos de primaria. Mis papas me apoyaron con mi decisión de ser educadora y se los agradezco mucho, porque me he dado cuenta de que realmente si me gusta mucho esta carrera y no me veo en otra carrera que no sea esta.

Conclusión En conclusión, yo elegí estudiar para educadora, porque veía y veo a mis papas como trabajan, como los quieren los niños, como ellos les ayudan a su desarrollo y su aprendizaje. Como les trasmiten sus conocimientos, su alegría y sus ganas por seguir adelante. También por parte de niña yo me quedaba con mis abuelitos maternos a dormir, iban mis primos y jugaba con ellos y por lo regular yo era la más grande y me hacía cargo de ellos. Algunos maestros y maestras que he tenido me han ayudado a decidir ser maestra, yo no sé si fueron por sus ganas de trabajar, por cómo me daban clases, la forma de trasmitir sus conocimientos y de que yo podía platicar con ellas acerca de que yo quería ser maestra y me apoyaban.


Me he dado cuenta de que con los niños de preescolar soy muy cariñosa, les tengo paciencia, me gusta estar con niños chiquitos, e incluso todavía mis primos me invitan a jugar con ellos y me da mucha alegría ver sus caras cuando jugamos. Me gusta mucho que mi familia me apoye en mi carrera, porque yo así le hecho muchas más ganas, de las que ya le hecho a mi carrera. Amo muchísimo mi carrera de educadora y sé que le voy a echar todas las ganas para ser una buena educadora. Y lo más importante saber cómo ayudarles a los niños en su aprendizaje y ser una tía para ellos y no una madrastra o cenicienta. “La mayoría de nosotros no tenemos más de cinco o seis personas que nos recuerdan. Los maestros tienen miles de personas que les recuerdan por el resto de sus vidas.” Andy Rooney.


Referencias Ferry, G. (1990). El trayecto de la formación. El enseñante entre la teoría y la práctica. México: Paidós. (pp.43-63). Jiménez, M. de la L. y Perales F. de J. (2007). Aprendices de maestros. La construcción de sí. México: Pomares, UPN, Gobierno de Coahuila. (pp. 29-90). Mercado, E. (2008). El oficio de ser maestro: Relatos y reflexiones breves. Edo. De México: ISCEEM. Ramírez, F. (2004). Mi primera experiencia docente. México: SEP. Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”, Zacatecas. Tenti, E. (1999). El arte del buen maestro. México: Pax. Capítulo 2, contradicciones iniciales. (pp.181-239)



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