BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR Observación y análisis de la práctica educativa Docente: Margil de Jesús Romo Rivera
MI DECISIÓN HACIA LA CARRERA Y MI ACERCAMIENTO AL JARDÍN DE NIÑOS
Nombre: Aketzali Berenice Martínez Campa Grado: 1ª Semestre Fecha: 13 de Enero de 2016
Mi decisión hacia la carrera y mi acercamiento al Jardín de Niños Desde que yo era niña, mi sueño era ser educadora. Como fue pasando el tiempo, empecé a tener mis dudas sobre si realmente quería estudiar eso. Quería ser estilista, chef o educadora. Hablando con mis papás sobre mis dudas de que estudiar, me dijo mi papá que si quería ser estilista le dijera para sacarme de la escuela y mandarme a estudiar para estilista, de inmediato le conteste no, yo quiero seguir estudiando. Para chef todavía aceptaron un poquito más, pero mi hermana me dijo algo muy cierto “dónde vas trabajar”, entonces les dije que para educadora, me dijeron piénsalo bien, porque ahorita se están poniendo muy duras las cosas para los maestros. En el transcurso de la preparatoria, todavía yo tenía mis dudas de que estudiar. En cuarto semestre, llevábamos una materia llamada orientación vocacional, donde la psicóloga nos realizó un tés, en el venían preguntas acerca de los bachilleratos que había ahí y de las carreras que uno podía elegir. Cuando tuvo los resultados, nos mando hablar. Fui con ella y empezamos a platicar acerca de mis resultados, porque salí pareja en físico matemático y ciencias sociales. Hablando mas con ella, acerca de mis dudas, me dijo que tenía más aptitudes para sociales y para educadora. En el transcurso del semestre, me di cuenta que si quería estudiar para eso. Hable nuevamente con mis papás, les dije que quería ser educadora, me decían segura y yo sí, con el transcurso del tiempo mi papá me decía que si no me gustaría estudiar para otra carrera, como arquitectura y yo le decía no. Mi mamá habla con migo y me dijo que si realmente yo quería estudiar para eso y le decía que si, ella me dijo: que no me podía prohibir que estudiara eso y tampoco exigir que estudiara otra carrera, si yo no iba a estar augusto, que si esa era mi elección, adelante. Cuando vi mi nombre en la lista de aceptados, fui muy feliz, no me la podía creer y la revisé tres veces. Al momento de entrar estaba muy nerviosa, con en trascurso de los días se me fue quitando, pero al momento que los
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maestros nos preguntaban, seguros que quieren estar aquí, me llegue a preguntar varias veces, si realmente quería estar ahí. Con el trascurso del tiempo me seguía preguntando lo mismo y a veces me respondía que si y en otras que no. Durante las observaciones en el Jardín de Niños, cambió mi forma de pensar si realmente quiero ser educadora. Porque me di cuenta que es bonito trabajar con los niños, de ellos aprendes muchas cosas y más que nada, no es como cree la sociedad, de que las educadoras les enseñan puras manualidades y puros cantintitos como ellos les llaman. En las dos semanas que observe, solo en una ocasión vi que los alumnos trabajaran con una caja de zapatos, pero fue en la clase de música. Yo nunca vi, que hicieran trabajos como la mayoría de la gente cree que realizan con plastilina, arcilla, masa o con materiales que para las personas son desechos. Por eso nos catalogan como maestra basurera o jardinera. “En cuanto al dicho maestra jardinera, maestra basurera, en las observaciones de las actividades que se realizan en el jardín, muchas veces hemos visto que se incluyen una serie de materiales que no son los más apropiados para la tarea. Por ejemplo, se propone que los niños manipulan diferentes elementos, tales como gelatina, masa, leche en polvo, merengue, etcétera. La docente justifica su incorporación alegando el placer que experimenta el niño al contactarse con diferentes meterías y que éstos con materiales de desecho” (Harf, Pastorino, Sarlé, Spinelli, Violante y Windler, 2002, 24). Uno como educador en formación tiene que tener en cuenta, que, los alumnos no aprenden por igual, que hay niños que se distraen con facilidad, se paran, son inquietos, peleoneros y son pocos los que realmente te ponen atención. Pero antes de juzgarlos y etiquetarlos por como se comportan, tenemos que saber porque se comportan de esa forma y cuidar mucho lo que decimos enfrente de ellos, para que no repitan nuestras palabras. Tenemos que saber cómo hacer que el grupo se empareje y todos vallan a un mismo ritmo y no se adelantes unos y otros se atrasen. Podemos agarrar
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de monitores a los más avanzados o a los más inquietos, para que ellos dirijan alguna actividad. Una escuela materna para la sociedad, es sitio ideal para que el niño este junto con la madre. Muchas mamás expresan que si pudieran estarían sus hijos con ellas y no en las guarderías o en la escuela materna donde los dejan por su trabajo. Lo que ellas no saben es que a sus hijos les están quitando la oportunidad de desarrollarse con otros niños. El temor de ellas es que se está viviendo inseguridad, violencia, drogadicción, mucho tráfico. Lo que no saben es que los hacen independientes, aislados y viven mal. En Italia se le conoce al jardín de niños como escuela maternal, es donde las maestras hacen el papel de vicemadre, porque las mamás interpretan la profesionalización de las educadoras como si fueran una mamá sustituta para sus hijos. (Tonucci, 2002). Se acostumbra a que los niños hagan un detalle para el diez de mayo, el día del padre y día de los abuelos. También que las maestras les den un detalle a los niños en navidad y el día del niño. A los detalles que hacen los niños, la maestra les ayuda. A todos estos detalles se les considera trabajos estereotipados porque las educadoras los repiten mucho. Los padres de familia en muchas ocasiones los tiran a la basura y otros si les toman importancia porque lo realizó su hijo. “Trabajitos estereotipados. Son todos iguales y necesitan de gran ayuda por parte del adulto. Se hacen, por lo general, para las grandes ocasiones: la Navidad, la Semana Santa, la fiesta del padre, la fiesta de la madre…, y constituyen los regalitos de los niños, que a menudo provocan el embarazo de las familias, que se debaten entre la conciencia de que habría que valorarlos y la tención de tirarlos por su banalidad (¡piénsese en cuatro o cinco regalos al año para quien tiene dos o tres hijos!)” (Ibíd., p 10 y 11). En el salón donde observe, había un niño que faltaba mucho. La maestra hablo con la mamá para saber cuáles eran los motivos de la ausencia de su hijo por varios días, ella le dijo que él se había enfermado y que tenía problemas con el papá del niño, para que le diera dinero, la señora estaba embarazada y la maestra también le pregunto que si el niño era del papá del IV
niño y ella le dijo que no, que era de otro señor. La maestra le pregunto que si el papá del niño, lo visitaba y convivía con él, ella le respondió que sí, que lo que batallaba era para que le diera dinero. El niño era muy distraído, si le llamaba la atención la maestra se enojaba y ya no le hacía caso, la maestra ya no le decía nada y el solo se ponía a trabajar después de que se le pasaba el enojo. Creó yo que el problema de que la mamá este separada y con otro señor le afecta mucho al niño, para que pueda aprender, porque el todavía no entiende muy bien lo que está pasando con sus padres. “Por ser agente social que desarrolla su labor cara a cara con los alumnos, él y trabajo del maestro está expuesto cotidianamente a las condiciones de vida, características culturales y problemas económicos, familiares y sociales de los sujetos con quienes labora”1. Los maestros se relacionan con sus alumnos, otros maestros, padres de familia, sociedad y con las autoridades. Tienen que estar relacionados con ellos porque, a los alumnos que le toquen les va a enseñar y con los demás alumnos también se relaciona no mucho como a los de su grupo; con otros maestros, para compartir ideas, estrategias de trabajo, alguna duda o problema que pueda tener; con los padres de familia dándoles a conocer como van sus hijos en el Jardín de Niños, algunos asuntos de la escuela, información; con la sociedad para saber cuáles son algunas problemáticas que se dan alrededor de la institución y pueden afectarla, al igual de saber como es que está relacionada con los alumnos y con las autoridades se relaciona para saber las indicaciones que debe de seguir, para pedir permiso para faltar y lo que tenga que ver con su trabajo, porque se puede decir que es su jefe. Existen diversos mitos que uno como docente va cargando por generaciones,
todavía
en
la
actualidad
se
cree
en
esos
mitos.
Principalmente la sociedad es la que te va diciendo que mitos y tradiciones se siguen siguiendo en los Jardines de Niños, puede ser porque ya están acostumbradas a eso o porque no quieren algo nuevo. Como:
1
Fierro, Cecilia, Fortoul, Bertha y Rosas, Lesvía (1999). Transformando la práctica docente. México. Paidós Mexicana S. A., P. 21.
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El mito de la infancia feliz: se cree que cuando uno entra a estudiar para ser docente y le empiezan a preguntar acerca de su elección de la carrera, se suele decir que porque le gustan los niños, pero en realidad es por la infancia que es el periodo más feliz de la vida de una persona. El mito del hábito y las rutinas: el hábito es una conducta estereotipada, una vez que está bien memorizada, se va a realizar sin ningún problema y sin ninguna intervención del plano de la conciencia. Con tanto repetir la tarea del hábito, va perdiendo el sentido que tiene. Si solo se vieran puras rutinas en el Jardín de Niños, se va empobreciendo la propuesta didáctica que se tenía al inicio, con esto se va alejando al niño de la oportunidad de aprender. La maestra estaba usando el mito de la autocritica del grupo, porque no hubo día que no les cantara y en ocasiones si era para calmar un poco al grupo, pero otras lo hacía como actividad dependiendo del tema que estuvieran viendo. El mito de la autocritica del grupo: se creé que si el maestro les canta varias canciones a los niños para que guarden silencio o se calmen y le puedan poner atención, lo hace porque no lo puede controlar. Si solo los canta por cantarlos no va a tener ningún propósito, pero si los canta para tranquilizarlos y posteriormente se da una convivencia grupal va a tomar un sentido diferente el canto (Harf, Op. Cit., p 38 y 39). El mito acerca de la maestra jardinera: la primera representación que se le dio a la maestra jardinera fue la segunda mamá del niño, se le conoció así porque es la que se encarga de los niños más chiquitos. Al final de todo, uno va formando su idea de docente. Uno es el que va decidir si sigue con esas tradiciones y mitos, o los prefiere cambiar y hacer que la sociedad vea a la educadora de otra forma y no como se ha venido viendo por generaciones. En nosotros esta si seguimos con esa idea tradicional o la cambiamos para que la gente no te diga, cuando te pregunte que estas estudiando y tu le dices para educadora, ellos te contestan, hay esta bien fácil, nomas es recortar y hacer manualidades; o que tal va en recortado 1 y 2. Es lo que me cay mas mal de la sociedad, que piensen que VI
la educadora solo es puras manualidades, puro canto, juagar, colorear y no piensan que también planeamos, tenemos que enseñar, ir preparando a los niños para la primaria. También yo se que en mi esta, si decido seguir en la carrera o no, porque todavía tengo mis dudas.
En conclusión en la actualidad todavía se cree que los niños solo van al Jardín de Niños a jugar, a colorear y a cantar. Muchas maestras todavía siguen con procedimiento que vienen de generaciones atrás y no le dan paso a lo nuevo, les da miedo
incluir todo lo nuevo que hay para la
educación, porque no lo saben usar y piensan que ya están muy grandes para aprender. Nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo. Como futura educadora sé que tengo mayores retos que enfrentar, porque los niños de ahora les llama más la atención la tecnología que los juguetes, salir a jugar e incluso convivir con los demás.
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Referencias bibliográficas Libro: Harf, R., Pastorino, E., Sarlé, P., Spinelli, A., Violante, R. y Windler, R. (2002). Raíces, tradiciones y mitos en el nivel inicial. Dimensión historiográfica-pedagógica. México, D. F.: Secretaria de Educación Pública. Tonucci, F. La reforma de la escuela infantil. México, D. F.: Secretaria de Educación Pública. Fierro, C., Fortoul, B. y Rosas, L. Transformando la práctica docente. Una propuesta basa en la investigación-acción. México, D. F.: Paidós Mexicana S. A.
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