Mi mundo en mis brazos

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2014 Autor: Alba González Donado Diseño, maquetación y fotografía: Alba González Donado Curso: 2º de Tipografía y Maquetación Depósito Legal: M. 2.216-2013 ISBN: 135-65-365-8879-3 Impresión: EPS Comunicación, Herninio Madinabeitia, 18 pab. 3 Escuela de Arte y Superior de Diseño C/Cuadrilla de Salvatierra s/n 01013 Vitoria-Gasteiz Tlfno: 945 123 395 www.easdvitoria.com

Para todas la madres corajes y valientes que velan por el destino de sus hijos.

Y en especial, para Carlota y su precioso hijo Alejo, cuyo horizonte de vida estĂŠ lleno de bienestar y optimismo.

ร NDICE Prรณlogo Comienzo Miedo Esperanza Destino

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PRÓLOGO Desde el nacimiento de un bebé hasta su llegada a la vejez, pasa por varias etapas de su vida que están determinadas por la ayuda de la familia, por su propio mérito y por las vivencias que va teniendo a lo largo de este recorrido. Cuando apenas tienes años de vida, una madre es la que te ayuda a crecer, andar, leer, hablar... y de la seguridad y el apoyo que te proporciona, ésta también tiene miedos y esperanzas sobre el horizonte de vida que deparará a su hijo.

Este cuento relata la historia en primera persona de una madre joven y primeriza sobre lo vivido desde que se enteró sobre su inesperado embarazado. Narra la historia en forma de diario, un diario en el que Alejo, su hijo, es el protagonista.

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COMIENZO Hola pequeño: Ahora que tienes toda la vida por delante voy a contarte una preciosa historia. Una historia basada en el principio de tu vida y en una nueva etapa de la mía.

Fuiste de lo más inesperado. No me había planteado ser madre, tan joven, tan ingenua de la vida. Pero sentí que mi reloj biológico me golpeaba sin previo aviso.

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El gran impacto de saber que estaba embarazada hizo que mi cuerpo sintiera pánico y miedo. Estaba aterrada.

– ¿Qué voy hacer yo ahora? ¿Cómo me las voy a apañar?– me preguntaba.

Toda mi vida iba a cambiar por completo. Me encontraba sin pareja pero a la vez decidida. Ese impacto me hizo ser fuerte y madurar de golpe.

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Tras varios meses de pruebas, análisis y sobre todo de organización, llegó tu momento. Era 18 de Octubre, estaba trabajando y, de repente, comencé a sentir las primeras contracciones. Fue un día y medio largo y doloroso pero no podía estar nerviosa ni tranquila. Solo sentía dolor y estaba concentrada en relajarme y notar lo menos posible las contracciones ya que es lo que invadía mi cuerpo en esos momentos.

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Te encontrabas caliente y protegido dentro de mí pero ya estabas preparado y tenías curiosidad por saber lo que te deparaba aquello que llamamos vida. Por fin, te decidiste a salir un 20 de Octubre. Eras enorme pero a la vez muy frágil y hermoso. Tus ojos grandes y oscuros eran cautivantes, tenías los labios más perfectos que había visto en un bebé y tu pelo negro intenso hicieron que me enamorara de ti desde el primer segundo de tu vida.

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Es difícil describirlo con palabras, pero al mirarte a los ojos se me abrió el corazón por completo.

Sentía que mi mundo lo tenía en mis brazos. Lo único que tenía importancia eras tu, nada más importaba tanto.

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MIEDO Como toda madre, mi cabeza siempre está llena de miedos entorno a ti. Desde un principio y desde un punto de ingenuidad, me he planteado: ¿Lo haré lo suficientemente bien?, ¿Tendrás todo lo que necesitas para ser feliz? y, ¿si ahora tengo miedo?.

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Ahora soy yo la madre, soy yo la que calmo, infundo seguridad, protecciรณn y espanto temores. Quiero ser una madre respetable y tranquilizadora, un remanso de calma y seguridad.

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Crecerás y querrás entender porque no tienes un padre como el resto de niños. Entonces yo sacaré pecho y te diré: “No te preocupes, mi amor, que estará mamá”.

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Tengo que abrazarte fuerte y calmarte y, con el corazĂłn yo misma agarrotado, espantar tus miedos, sin dejar ver los mĂ­os.

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A los 21 días de nacer, te detectaron un engrosamiento del píloro, una válvula que conecta el estómago con el intestino. Por culpa de este problema, no hacías más que vomitar todo aquello que comías, en esos momentos leche materna. Te tuvieron que operar ya que sino no hubiera sido así, podrías haber muerto por deshidratación. Desde que he sido madre, ese ha sido el momento más terrorífico que he podido pasar. Fueron instantes de temores y angustias. Apenas tenía días de vida.

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Te he dado la vida, te he querido, no he dormido por ti y te he enseñado a caminar. Quiero ayudarte a aprender a andar en bicicleta. Quiero compartir tus estudios. Quiero acompañarte si te roban el corazón o si te lo dejan echo trizas. Quiero celebrar tus éxitos y a la vez apoyarte en tus derrotas. Quiero darte las herramientas de la vida para este bebé de año y medio sea el hombre que quiera realmente ser.

Porque es eso lo que verdaderamente me asusta, que no consigas lo que quieras ser en tu vida y en tu destino.

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ESPERANZA Como meta y esperanza al ser madre, mi mayor ilusión es que crezcas feliz y sano. Deseo que tengas confianza en ti mismo, que te preocupes por los demás pero que también sepas en qué momentos tienes que ser egoísta y pensar en ti y, ante toda perspectiva, que seas una gran persona.

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A veces me desespero, tengo que tener mucha paciencia, pero cuando me das un beso, me llamas mamĂĄ o corres hacia mĂ­ con los brazos muy abiertos para poder abrazarme, haces que ese mal humor desaparezca.

Eres capaz de hacer que valga enormemente la pena cada momento junto a tu lado.

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DESTINO Sin duda, la vida se parece mucho a una rueda. Vas girando, vas aĂąadiendo nuevas experiencias y a la vez vas evolucionando.

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Te he tomado de la mano y, tanto literalmente como metafĂłricamente, te he enseĂąado a caminar por la vida. Por ello, deseo hasta el Ăşltimo minuto de mi existencia seguir formando parte de la tuya.

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Poco a poco, en cada decisión que tomes, en cada meta que te propongas y en cada nueva página por escribir, tu destino estará formado por una nueva historia, porque, en definitiva, la vida, como esta historia, se va escribiendo en capítulos.

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Este cuento se ha terminado de imprimir el día 30 de Mayo del año 2014 en la imprenta EPS Comunicación en impresión digital sobre papel couche mate de 150 grs.

Escrito y creado por Alba González Donado en las asignaturas de Tipografía y Maquetación y Filosofía y Estética para la EASD Vitoria-Gasteiz.