ENTORNOS UN LUGAR EN EL CORAZÓN MONTANO DE BAJA CALIFORNIA RICO EN VIDA SILVESTRE Y VESTIGIOS ARQUEOLÓGICOS INÉDITOS. POR SER POCO CONOCIDO, REPRESENTA OTRO EJEMPLO DE LO QUE NOS HACE FALTA CONOCER DE NUESTRO ENTORNO. ALBERTO TAPIA LANDEROS altapialanderos@gmail.com
CAÑADA TARAISO
N
ace en el extremo Sur de Sierra de Juárez y conduce agua de lluvia hacia el Sureste; cruza la carretera # 3 El Chinero-Ojos Negros, y desemboca en Laguna Diablo, al pie de la Sierra de San Pedro Mártir. Es territorio Kiliwa, y el Inegi tiene registrado aquí un rancho de esa etnia con 0 habitantes. Hoy hay varios ranchos ganaderos con otros nombres como La Morita y La Estaca. Taraiso no pertenece al español, tampoco al kiliwa ni al náhuatl. José Villa, lugareño, llama taraiso a un árbol que abunda en la cañada. El botánico Jon Rebman del Museo de Historia Natural de San Diego, California, confirmó mi identificación, se trata de la especie chilopsis linearis, planta parecida al sauz pero con menos follaje, que la hace transparente y crece hasta los 1,500 metros sobre el nivel del mar. La Conabio la registra en español como “mimbre” y apunta que en náhuatl se llama á-cauhitl. El taraiso no crece en Baja California Sur ni en Sonora pero sí en el Desierto Chihuahuense, lo que explica que en náhuatl si tenga un nombre.
Los petroglifos.
FOTOS: ALBERTO TAPIA LANDEROS
Quelite amaranto.
En el Oeste Americano varias tribus utilizan material del taraiso para confeccionar cestería, lo que explica su nombre en español: Mimbre. En 1979 cacé aquí dos enormes coyotes y algunas codornices. En este siglo XXI lo hemos recorrido a pie parcialmente, acompañados de arqueólogos, vaqueros, caminantes y cazadores desarmados, gracias a la hospitalidad de don Ismael Yagües Ames, actual propietario de La Estaca que cuenta con una magnífica casa de campo en el bosque de pino piñonero. José Villa nos dijo que arreando ganado vio unas piedras pintadas y le pedimos nos llevara a conocerlas. No las encontró pero todos encontramos dos piedras juntas enormes, una vertical, cual lápida, grabada con petroglifos de origen desconocido. La otra horizontal es lisa, pero por haber sido trabajada por manos humanas cientos y quizá miles de años. No tiene huecos desgastados que sugieran un uso de molcajete. El alisado uniforme obedece a alguna práctica cultural primitiva, pre-kiliwa, aún desconocida. La nombramos “La piedra de los sacrificios”. También hay vestigios de asentamientos humanos antiguos en la ladera Norte por lo que arqueólogos del INAH tomaron nota. El sitio es prehistoria pura bajacaliforniana esperando ser investigada. La cañada también tiene leguminosas silvestres como el mezquite, palo verde y palofierro así como jojoba, alimento excelso de la prehistoria, hoy importantes para el ganado. Huellas de venado y borrego cimarrón revelan una riqueza natural que en el pasado debió haber sido
Coyotes del Taraiso.
Piedra de los sacrificios..
ocupado permanentemente o en estación. En la cabecera de la cañada hay varios manantiales que complementan el hábitat. Un sitio digno de conservar.
INVESTIGADOR AMBIENTAL INDEPENDIENTE.
SUPLEMENTO |
| LA CRÓNICA | FEBRERO 2016
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