ENTORNOS
EN EL CORAZÓN DEL VALLE MEXICALENSE PUDIESEN VIVIR FIERAS. HAY TESTIMONIOS Y EVIDENCIAS.
ALBERTO TAPIA LANDEROS Las huellas.
altapialanderos@gmail.com
¡CUIDADO CON EL TIGRE!
S
tarker Leopold publicó en su obra clásica “Fauna silvestre de México” (1961) que el jaguar (Felis onca), vivía en el delta del Río Colorado y marcó con un punto en el mapa un sitio sobre el río, debido a que en 1827 el trampero James Pattie cazó un jaguar allí. En 6 años de entrevistar a muchos rurales hemos recogido los siguientes testimonios.
TESTIMONIOS
Rancheros del cauce antiguo del río hoy en los ejidos Independencia y Sonora, no
El hábitat.
entran a los breñales que dejó el cauce porque ahí vive una fiera. Informantes de primera mano han detectado desplumaderos de faisán allí. En la Colonia Pólvora un tractorista asegura haber visto a un gran felino de cola larga que cruzó un canal de un salto y se metió en un monte. El señor Jonathan Frausto y su esposa, residentes del poblado El Peligro, vieron caminando a un animal amarillo con machas oscuras y cola larga y huyeron por miedo. En Arizona ya se considera un hecho que el jaguar ha regresado, proveniente de Sonora y Chihuahua registrados con foto trampas colocadas en la línea divisoria.
Fotos de Armando Tapia Landeros.
El jaguar o “tigre” como lo llamaron los españoles, lo mismo vive en los humedales costeros de Sinaloa y Nayarit, que en la Sierra Madre o en el alto desierto arizoniano. Allá se alimenta de pecaríes, liebres, mapaches, conejos, ardillas y no sólo de venado, como se creía.
ENCONTRARON HUELLAS
Hasta el pasado 5 de enero mi hermano y yo sólo escuchamos atentamente estos testimonios. Pero esa tarde encontramos en la Colonia Pólvora, con nuestro guía y amigo Javier Verdugo, huellas de un felino grande y otro menor caminando antes y durante la lluvia, esto permitió conservar las pisadas relativamente reconocibles, ya que en el suelo polvoso se borran pronto. La huella grande mide 4X4 pulgadas sin uña, ya que el gato las tiene retráctiles. Son redondas comparadas con las del puma que son alargadas. Los dedos son redondos también, los del puma alargados. Y si los avistamientos fueron de un solo gato, en estas huellas hay dos, tan disparejas que pudiesen ser de hembra y cría, entonces debe haber también un macho reproductor. Los montes y humedales de Pólvora tienen faisanes, patos, garzas, coyotes, gatos, liebres, conejos y sobre todo mapaches y ratas almizcleras, de las que podría alimentarse el gran felino. Ahora bien, ¿cómo llegó al valle? O migró por los montes del Colorado, escapó, o alguien lo liberó allí, es sabido que hay excéntricos que gustan de tener a estas fieras. Si las huellas son auténticas, ¡cuidado con el tigre!
El mapa de Leopold.
Referencia. INVESTIGADOR AMBIENTAL INDEPENDIENTE
SUPLEMENTO |
| LA CRÓNICA | MARZO 2017
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