ENTORNOS
ALBERTO TAPIA LANDEROS altapialanderos@gmail.com
LA PENINSULA TIENE AÚN PLAYAS SOLITARIAS , LIMPIAS Y BELLAS EN AMBAS COSTAS, DONDE NO SE VE A NADIE EN KILÓMETROS DE LITORAL. UNA DE ELLAS ESTÁ EN LA BAHÍA SEBASTIÁN VIZCAÍNO, B.C.S., DESDE LOS TIEMPOS DE LA EXPLORACIÓN ESPAÑOLA DE JUAN RODRÍGUEZ CABRILLO A ESTA PLAYA SE LE NOMBRÓ “MALARRIMO” Y ES UNO DE LOS POCOS NOMBRES ORIGINALES DE AQUELLA ÉPOCA QUE AÚN PERDURA.
UNA PLAYA SOLITARIA
A
mediados del siglo XX exploradores extranjeros como Mike McMahan, popularizó a Malarrimo en su libro “There it is: Baja” (1973), propalando que en ella se podían encontrar objetos de los siete mares. En efecto, la corriente de California hace remolino en esta bahía y junta restos de naufragios, boyas, sandalias, torpedos de la Segunda Guerra Mundial, embarcaciones primitivas, salvavidas, etc. Malarrimo debe su nombre a que al arrimarse a ella una embarcación puede encallar. Tiene un sitio llamado “El Varadero”, que alude a la misma circunstancia. El año pasado visitamos esta playa ubicada al Oeste de la salina de Guerrero Negro, B.C.S., y constatamos su soledad. Se requiere de carros altos y con doble tracción para llegar a ella, desde la carretera que va del poblado de Vizcaíno a Punta
Un berrendo del desierto.
Eugenia, B.C.S., a pesar de haber sido en el mes de julio, días y noches estuvieron frescos. Para estar en un lugar tan remoto hay que llevarlo todo. Por ello la planeación del viaje es esencial si se va a disfrutar y divertir, y no a sufrir calamidades.
FOTOS: ARMANDO TAPIA LANDEROS
El paisaje antes de Malarrimo
Este coyote playero comía una mantarraya.
En días sin niebla puede verse la Isla de Cedros, que durante la última glaciación estuvo conectada con Punta Eugenia. Mal Arrimo es una de las pocas playas peninsulares que corre de Oriente a Poniente y en donde se tiene el mar en el norte y la tierra en el sur. Su oleaje no es tan fuerte como el resto de las playas que corren de Norte a Sur. Antes de llegar a ella, cruzamos profundos barrancos entre grandes mesetas amarillas. A medida que nos aproximamos al mar, los arroyos tuvieron mayor vegetación. Nuestros carros espantaron a docenas de liebres y coyotes. De regreso vimos en dos ocasiones grupos de berrendos, un mamífero en peligro de extinción y ya desaparecido en nuestro Estado. Destacó la abundancia de lechuzas y cernícalos, así como de conejos. Huellas de gato montés y zorra había por todas partes. Esta riqueza de biodiversidad está protegida mediante
Las liebres abundan en esta costa.
una Reserva de la Biosfera, pero no vimos ninguna clase de vigilancia ni advertencia. Mal Arrimo debe conservar su estado salvaje. INVESTIGADOR AMBIENTAL INDEPENDIENTE DE TIEMPO COMPLETO,
SUPLEMENTO |
| LA CRÓNICA | OCTUBRE 2015
57