SINAPSIS 2 VERANO 2019

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EDITORIAL En nuestra casa, nuestra Patria, nuestro mundo, necesitamos más puertas y ventanas que candados y muros. Puertas para entrar (o salir), para dejar entrar a la diversidad, la pluralidad, la creatividad, la esperanza y sobre todo a la tolerancia –cimiento sin el que nada puede sustentarse. Ventanas para ampliar nuestra visión, ventanas panorámicas, a los 360 grados, que nos enseñen más de lo otro, pero sobre todo de los otros. Ventanas tan grandes como lo permitan nuestros ojos, los de la cabeza y los del entendimiento; que sean un diluvio de luz y de riqueza, de conocimiento y de inquietudes, de temblores ante el universo y de acercamientos a la esencia de lo que pasa allá afuera y para que se vea también siempre, con transparencia y generosidad, lo que transcurre acá adentro, muy cerca de la tierra propia y de la entraña propia. Nunca serán suficientes los medios que se construyan para la comunicación humana, mucho menos aquellos que se edifiquen con el ánimo de difundir la creación y la convicción, siempre con la medida universal del respeto, de la inclusión, de la libertad en ebullición de las ideas y de los quehaceres. Sinapsis, nuestra revista colectiva, quiere ser parte de esa conexión que provoque la chispa de la comprensión de los otros a través de lo que saben, de lo que piensan y de lo que crean. Queremos aportar este modestísimo


esfuerzo para estirarlo hasta donde alcance, hasta donde nos alcance a los que participemos en cualquier sentido, ya sea compartiendo, difundiendo o leyendo. No hay tiempos que sean particularmente propicios para la comunicación, todos los tiempos debieran serlo, pero parece ser que en estos días que corren requerimos todavía más de mejores medios y de mejores formas. Nunca habíamos tenido tan novedosos y ricos modos para expresarnos como las inefables redes sociales, pero lo cierto es que toda esta saturación ha contribuido más bien a una propagación alarmante de ruido que no nos deja escucharnos y que ciertamente no nos acerca, sino que nos mantiene alejados y aturdidos. Los tiempos del país tampoco aparentan ser los más adecuados para la fluidez de las palabras y de las obras, pues vemos mayormente una crispación donde la intolerancia, la censura y la falta de sensibilidad nos quieren llevar a tapar la boca de los demás mientras que nosotros luchamos por taparnos los oídos. No debemos permitir, desde luego que no, que esto termine por suceder; no dejemos que nuestra sociedad sufra un serio traspiés y un retroceso maligno. Tarea ardua e interesante tenemos entonces: la búsqueda preferente de las coincidencias, la construcción del entendimiento en función del bien superior, y en nuestro caso más cercano: la formación y consolidación de plataformas básicas para compartir lo que la gente crea (de crear y de creer). En eso estamos, en ese camino queremos seguir planteando la labor de Sinapsis, y seguir convocando a escritores, periodistas, académicos, artistas y al público, para que contribuyan en todos los sentidos a que esto se mantenga vivo por mucho tiempo. Sus colaboraciones y contribuciones son bien recibidas en: alejandrox99@hotmail.com y en 3

mcaldesnuevo@gmail.com . Miguel Angel Calderón Solís Saludos, siempre.


Juan Pomponio

Castiglione (Argentina): OCRE DI UN ALTRO POMERIGGIO Acrílico sobre tela.

4 La palabra sinapsis viene de sinapteína, que Sir Charles Scott Sherrington y colaboradores formaron con las palabras griegas sin-, que significa «juntos», y hapteina, que significa «con firmeza». Las sinapsis (del gr. óýíáøéò, “enlace”) son uniones especializadas mediante las cuales las células del sistema nervioso envían señales de unas a otras y a células no neuronales como las musculares o glandulares. Una sinapsis entre una neurona motora y una célula muscular se denomina unión neuromuscular. Las sinapsis permiten a las neuronas del sistema nervioso central formar una red de circuitos neuronales. Son cruciales para los procesos biológicos que subyacen bajo la percepción y el pensamiento. También son el sistema mediante el cual el sistema nervioso conecta y controla todos los sistemas del cuerpo. El cerebro contiene un número inmenso de sinapsis, que en niños alcanza los 1000 billones. Este número disminuye con el paso de los años, estabilizándose en la edad adulta. Se estima que un adulto puede tener entre 100 y 500 billones de sinapsis.»

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INDICE EDITORIAL 2 SER DE ARCILLA > Ma. Teresa Bustamante Gutiérrez 6 3 POEMAS > Lourdes Villanueva 9 DE LA LITERATURA Y LA JERAQUIA DEL MAL > Omar Arriaga Garcés 10 1000 HOJAS > Miguel Angel Calderón Solís 14 ELOGIO AL TAI CHI CHUAN > Jaime Vieyra 15 DE LA PROTESTA A LA PROPUESTA > Presentación del libro de David Barkin 20 POEMAS > José Agustín Solórzano 22 EL MUENCH > Gerardo A. Cárdenas G. 25 AMANUENSES > Sergio J. Monreal 29 ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE > Patricia Olmedo 33 UNO ANDA > Alan Delgado 34 JOSE EMILIO PACHECO > Rafael Calderón 35 LOTERIA NEGRA > Eli Maciel 37 LAS IDAS Y VENIDAS AL NORTE EN CAMION > Dora Niniz Romero 44 THE DAY AFTER THE RAPE > Summer Lewis 48 LIBROS/LIBRES > José Reyes Rocha 51 LOS ADOLESCENTES > Mayra Edith Lemus Chávez 51 PEDAGOGIA HOSPITALARIA > Ofelia Patricia Quintana Barrera 55 LA EDUCACION CONTINUA > Patricia Murguía Suárez 56 LA HISTORIA EN EL BACHILLERATO > Macaria Yazmin Tinoco Guzmán 59 LA ESCUELA LANCASTERIANA 1A.TRANSFORMACIÓN EDUCACIONAL EN MÉXICO > José Reyes Rocha 61 RINOCERONTES 1 > Miguel Angel Calderón Solís 63 RINOCERONTES 2 > Alejandro Delgado 64 EL ARTE DE RUBEN CHUELA > Rubén Chuela 66 PUBLICIDAD SOLIDARIA 69 Obra e ilustraciones en orden de aparición: Juan Pomponio Castiglione, Ma. Teresa Bustamante Gutiérrez , Alba Sigler Miranda, Eli Maciel, Summer Lewis, Rubén Chuela, Alejandro Delgado. *El contendido de cada artículo publicado es responsabilidad del autor. SINAPSIS es una publicación independiente no comercial sin fines de lucro.

Incitadores de conexiones: Miguel Ángel Calderón Solís / José Reyes Rocha / Alejandro Delgado Juan Carlos Ortega Raya / Ma. Eugenia Pérez Coeto Diseño editorial y edición Alejandro Delgado

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Ma. Teresa Bustamante Gutiérrez

Ser de Arcilla

4.Técnica: construcción en torno con pasta pigmentada, alta temperatura.

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1-3 Título: Ollin Tlalli. Técnica: Construcción en torno, pasta pigmentada de alta temperatura.

5-6 Título: simbiosis Técnica: Construcción en torno pasta pigmentada, de alta temperatura.


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7-8 TÍtulo: sin título. Técnica: Construcción con torno y pastillaje, pasta marmoleada de alta temperatura.

Ma. Teresa Bustamante Gutiérrez.

9-10 TÍtulo: sin título. Técnica: Construcción con torno, pasta marmoleada de alta temperatura.

Originaria del D.F., realiza estudios universitarios en la carrera de SOCIOLOGIA, en la UAM Xochimilco. En 2012 se incorpora a la carrera de Técnico Artesanal en Cerámica en el INBA, en esta institución participa en los años 2013, 2014 y 2015 en las exposiciones colectivas del taller. Durante estos años, participa en la muestra colectiva «Ofrenda de día de Muertos» exhibida en el Palacio de Bellas Artes. En 2015 participa en la exposición colectiva «Transición» exhibida en el Centro Universitario Chimalhuacán, de la Universidad Nacional Autónoma de México. En Junio del 2017, participa en la muestra escultórica del A.V. Alfonso Mata, Exhibida en el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, En agosto del 2017, imparte el taller de escultura y cerámica en el centro cultural UNAM-MORELIA. En enero del 2018, funda el taller de cerámica de Ma. Teresa Bustamante, SER DE ARCILLA, otorgando cursos de cerámica y escultura y desarrollo de trabajo personal, en febrero del 2018, otorga el curso de cerámica y escultura, modulo 1 y 2, en el Centro Cultural UNAM-MORELIA. En 2018 y 2019, participa en la muestra del Premio Nacional de Cerámica, En 2019 imparte cursos de cerámica utilitaria y artística en el taller SER DE ARCILLA.


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Producidas en el taller de cerĂĄmica: Ser de Arcilla. Se estudian tĂŠcnicas para utilitario y escultura, en el taller trabajamos con baja, media y alta temperatura con pastas y formulaciones propias.


3 Poemas Lourdes Villanueva Aquellos días abandonados en la vereda aquellos deshojados donde la duda cambio el recorrido de la certeza -OPasamos como el viento en el verano anclados a la reserva de los hechos por venir tejiendo la alborada en la hamaca aquella que de tarde en noche se balancea con los pesares de la luna en la sal de la mar -OAstillas en el corazón en la profundidad de la mirada ese poso de luz desorientado a ras de infinitos quebrantos fragmentos iluminados en la tregua del desencanto destellos finos obsidiana surcos incandescentes donde la mar sortea el vendaval de la razón Lourdes Villanueva Ramírez {Morelia } Realizo sus estudios en a Univesidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Poeta, periodista cultural e investigadora licenciada en Filosofía y Maestría en Filosofía de la Cultura UMSNH. Ha publicado los poemarios :Palabras Rotas, Sueños de Camino, Brechas de Amor obra suya ha sido recogida en varias Antologías, entre otras, la del Primer Festival Internacional de Poesía en Morelia{coedición Joaquín Mortiz, Gobierno de Michoacán. D.F. México 1982}; realizó Biografias de Personalidades Michoacanas Ilustres {Enciclopedia de México, SEP. D:F. México 1987} Las Columnas: Poesía en Palabras de Mujer {1989 -1993,Morelia y sus Nomenclaturas{1993-1998} y diversos artículos en el diario La Voz de Michoacán. Ha participado en Encuentros, Festivales con lecturas de su obra poética.

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De la literatura y la jerarquía del mal Omar Arriaga Garcés Los dioses Solían los dioses bajar con asiduidad a la Tierra, por cualquier motivo bajaban: raptos, venganzas, apuestas, banquetes, guerras, violaciones, asesinatos, fiestas, sobre todo bodas -hay que resaltar las bodas; de haber habido bautizos y XV años, con seguridad también habrían ido. Un día, sin embargo, tras el enlace de Harmonía y Cadmo -lo hace notar Roberto Calasso en su libro más célebre- los dioses dejan de visitar el mundo. Coincide su desaparición con la llegada a Europa de Cadmo desde Fenicia, que lleva un invento consigo: el alfabeto. Los dioses parecen quedar desde entonces labrados en piedra, no sólo sus efigies sino sus historias. Más difícil de emerger, el detalle -y sus variantes- es abandonado por los dioses, que se vuelven del material en que quedan plasmadas sus peripecias y triunfos. Pero, ¿son esos los dioses?

Letra 10 Roma. Siglos después de que los dioses bajen a la boda de Harmonía y Cadmo, ya en latín, una palabra, literatura, derivada de littera, continuará el proceso de absorción del alfabeto. Literatura remitirá a la letra escrita, grabada y estampada, aunque antes aludiera a la actividad del litterator: ese profesor que enseñaba cómo hablar, escribir y leer. Literatura será, no obstante, la producción del habla, la gramática y el ejercicio de su lectura; letras en rollos de papiro, pergamino o cuero.

Sueños Lo no escrito queda en el infinito e indiferenciado continuum del que emana, dice María Zambrano en El sueño creador, como una especie de sueño. Ponerlo por escrito, al contrario, echa luz en una parte de ese flujo de actos e imágenes mentales, explica la malagueña. Así, no se pierde del todo en su oscilación, en su movimiento, en su entrar y salir de la bruma. Pero lo natural es perderse. Nada hay que no sea que alguna vez no vaya a dejar de ser; lo natural es morir. Lo antinatural: no permitir -por alguna especie de encantamiento- que algo se pierda y vuelva al río del que salió.

Alba Sigler Miranda «Ave», bolígrafo sobre papel.


Los propios dioses parecían más propicios desde siempre a la aparición en sueños, en una franja -aunque de día fuera- de obscuridad desde la cual hablan, o en instantes intermitentes de ese magno continuo de acciones y simulacros que de la mente surgían y a la mente afluían de nuevo. La vida misma, indica una conocida obra de finales del Siglo de Oro Español, no es sino sueño.

Encantamiento «Un teólogo musulmán, Hallach, pasaba un día con sus discípulos por una de las calles de Bagdad cuando le sorprendió el sonido de una flauta exquisita. «¿Qué es eso?», le preguntó uno de sus discípulos y él responde: «Es la voz de Satán que llora sobre el mundo». «Satán llora sobre el mundo porque quiere hacerlo sobrevivir a la destrucción; llora por las cosas que pasan; quiere reanimarlas, mientras caen y sólo Dios permanece. Satán ha sido condenado a enamorarse de las cosas que pasan y por eso llora».

Vigilia Platón da cuenta por boca de Sócrates de la desconfianza que los griegos sentían hacia la escritura: en un mito egipcio contado en el Fedro, Teut el inventor le dice al rey Tamus que ha creado un remedio contra la dificultad de aprender y retener; Tamus responde que en vez de ayudar a la memoria la escritura terminará por enterrarla y que no es lo mismo la sabiduría que su sombra, la sabiduría que su signo, la sabiduría que el monumento que trata de apresarla. La escritura aparece como violencia, sortilegio antinatura, vigilia impuesta, el primer crimen revivido una y otra vez. Si en el principio fue el Verbo, la escritura es sólo una forma temporal que quiere dar cuenta de lo creado, una imitación externa. Piedra y no río.

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Equívoco La escritura está condenada a repetir la primera pregunta, aunque en su vida muerta es incapaz de responder ninguna; dirá lo mismo siempre, manifiesta Sócrates en el diálogo al hablar con Fedro. Debe preguntarse y contestarse dentro del flujo del río, no afuera. La escritura es una forma velada de suplantación que deja de lado una sabiduría que sólo en la animación tiene sentido. Pero esa sabiduría, fatalmente, no se puede detener. Hay que imponer entonces un método al flujo del sueño. El equívoco: es posible definir algo, la palabra puede contener lo creado aunque cambie en el flujo del tiempo, aun cuando sus circunstancias modifiquen radicalmente su sentido inicial. - En cualquier caso, ¿cuál es el método con el que el sueño sueña, con el que los dioses se revelan u ocultan; qué método equívoco resume la materia que parece propicia a sus apariciones?

Alba Sigler Miranda «Dama», bolígrafo sobre papel.


Zot En La escritura del otro, la autora murciana María Teresa Caro Valverde, recuerda otro mito -egipcio también- sobre el tema: el dios Zot, hijo de Amón Ra, el sol, se presenta ante el padre tras haber creado la escritura. Suerte de manifestación de la escritura, Zot aparece cuando los dioses quieren enviar un mensaje, pero para ello forzosamente deben haberse eclipsado. Hablar en su ausencia, tomar su lugar, substituirlos y, sin embargo, hacerlos presentir, tal será la característica de Zot. Mas es imposible cumplirlo sin coerción, ya sea de los dioses hacia Zot o de Zot -o valdría más decir de quienes emplean la escritura- hacia los dioses, porque ¿cuál es la condición para la escritura? «La escritura actúa entonces como suplemento del habla, activando una lógica original: la figura de Zot sigue oponiéndose a su otro (padre, sol, vida, habla, origen, etc.) pero supliéndolo», se lee en libro de María Teresa Caro.

Imitación El crimen no es ese sacrificio de los dioses que la escritura parecería cumplir. Tampoco es la substitución en sí, hacer desaparecer algo, se trate o no de dioses. ¿Quién puede desaparecer dioses? El crimen es la propia imitación y cabe preguntarse entonces en el orden de la literatura: ¿Qué imita la escritura? ¿Qué imita la letra? ¿Por qué es crimen la propia imitación? Hay un cuento que habría podido ayudar, pero cuyas coordenadas quizá se han movido mucho como para seguir 12 apuntando al mismo sitio al que apuntaron en un principio. Zot, dice Caro Valverde en su libro, pudo haber creado la confusión de las lenguas una vez que trató de elaborar ya no sólo por escrito, sino oralmente.

Cuento Tántalo sirvió a los dioses a su propio hijo. Salvo Démeter -que pensaba dónde se habría metido Koré-, los otros no comieron, prevenidos por la audacia de su anfitrión. Tántalo se sentaba también a la mesa de los inmortales y estos contaban sus secretos. En una ocasión incluso Tántalo robaría néctar y ambrosía. Pero no es sino hasta que el rey sirve a su propio hijo que Zeus lo aplasta contra una roca y que se lo puede ver en el inframundo sediento y famélico, mientras el agua del lago y las frutas del bosque suben de nivel y lo evitan. El crimen no es la muerte en sí, no es el asesinato de un hijo, ni siquiera es haberlo servido como plato, tampoco el servirlo a los dioses -aunque el castigo sea más impresionante si es un dios a quien se infiere el delito: el crimen es burlarse de los huéspedes que recibían la hospitalidad y haber abusado de su hospitalidad cuando nos hospedamos en su morada.

Alba Sigler Miranda «Mono», bolígrafo sobre papel.


Teoría Una teoría de Calasso expuesta en El ardor explica que la culpa primordial no es asesinar; ni siquiera tener que asesinar para sobrevivir y asesinar para que los otros animales no nos coman. La culpa del inicio no es sólo perpetuarse. Radica la culpa en haber visto al animal de rapiña, al asesino, al emisario del dios desnudo; radica en mirarlo bien, no sólo en imitarlo en matar y comer. No, la imitación va más allá todavía. Un hombre, un día cualquiera, de extrema vigilia, construye un arma, guiado por los elementos con que el asesino vino al mundo. Metódicamente lo vigila, metódicamente sigue sus pasos, hace un arma y golpea con ella. Metódicamente, lo destruye con el arma que era suya. Mejor dicho: con la imitación de su arma.

Fábula La culpa: haber construido eso. El crimen: haber imitado esa forma, no dejar de apuntar nunca a la imitación, hacer de la imitación el único camino, al grado de que desaparezca. La literatura, que es también imitación, administra la culpa, la hace visible, habla por ella. Su crimen: revivir el principio de la culpa una y otra vez. ¿Cómo, el asesinato no es un crimen? ¿Por qué la culpa entonces? ¿Cómo librarse de ella? Dice el autor de la teoría que no haciendo algo contrario a la culpa, sino repitiendo los actos que llevaron a ella. Por tanto, ¿no es la literatura el primer crimen, el único crimen, el crimen del comienzo?

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Plagio En Siete pecados capitales, de Milorad Pavic, leemos: «Estamos encerrados como en un calabozo hasta que nuestros sueños nos liberan y nos dejan salir. Pero los sueños son como los invitados de una boda, hay que esperarlos. Mientras tanto, reina el insomnio. Dicen que existen dos insomnios, como dos hermanas. El de antes de dormirse y el otro, después de despertar en plena noche. El primero es madre de la mentira, el otro es madre de la verdad… «Luego compuse un «pequeño diccionario de movimientos» de JM. Para cada uno de ellos establecí un signo. Fue particularmente difícil crear signos para sus irrepetibles pasos de danza. Siempre bailaba sola, ni siquiera conmigo bailaba jamás, pero esa danza era lo más hermoso en ella. En mi diccionario (su diccionario) había signos parecidos a los usados por expertos rusos de ballet de principios del siglo pasado… «Los puse en el diccionario para una fácil localización. Era como un catálogo de movimientos; como un alfabeto secreto. Algo semejante…». Alba Sigler Miranda «Durmiente», bolígrafo sobre papel.


1000 hojas Miguel Ángel Calderón Solís Mil hojas de papel blanquísimo Cortan velozmente el aire De la tarde, El aire que nos ayuda a ahogarnos Poco a poco, Mil hojas de papel Anchas, aparentemente inofensivas Pero de perfiles de cuchillos, Las hojas que reflejan los poemas En su blancura que rebana los atardeceres. Un poema que parte y que parte En una hoja que son mil Que son mil poemas Que parten y que parten, Que se marchan y que parten, Que parten y que cercenan. 14

La esbeltez de la tarde herida. Una hoja que es nave y que es cuchillo. Un poema que viaja y que penetra. En la tarde los mil poemas zarpan…


1. El Tai Chi Chuan es un legado de la civilización china que integra y despliega una concepción filosófica del universo, un conocimiento del ser humano y diversas técnicas terapéuticas, marciales y alquímicas muy antiguas. Este legado es una tradición viva, no sólo porque hoy es practicado por millones de personas en todo el mundo, sino sobre todo porque su realidad es la de una trasmisión creadora de conocimiento concreto, que se expresa en diversos estilos, formas y técnicas que se han ido creando y transformando a lo largo de su historia. Gran parte de esa historia permanece en el misterio debido a las condiciones en las cuales se ha desarrollado, a saber, en el seno de comunidades secretas y de grandes familias que trasmitían su arte y sus conocimientos de manera directa y selecta, casi siempre en contextos de guerra que exigían el ocultamiento. Fue por un azar (o por un destino) que varios estilos de Tai Chi Chuan llegaran a nosotros debido al exilio de muchos maestros durante la llamada «Revolución cultural» del gobierno chino, que proscribió las antiguas tradiciones, incluidas en primer lugar las artes marciales internas y externas. Ahora el gobierno chino tiene otra estrategia: promover las artes marciales como deporte de competición (ya no se habla de kung fu, «lo bien hecho», sino de wushu) y casi prescribir una forma de Tai Chi Chuan simplificado como terapéutica para la tercera edad. Los elementos taoístas y budistas se eliminan allí en favor de una concepción limitada de la salud y una concepción muy occidental de los deportes de competición. No está del todo mal, pero los maestros creadores y cultivadores del Tai Chi Chuan tenían otra cosa en mente al diseñar y ejecutar las series de movimientos de las formas y el empuje de manos, algo que podemos describir como el 15 cultivo de seres humanos energéticamente sanos, armoniosos e integrados. 2. Hay distintas versiones del origen del Tai Chi Chuan, dependiendo del estilo y aún de la escuela de que se trate, pero hay acuerdo más o menos general en que los antecedentes deben buscarse en las enseñanzas de Bodhidharma en el templo Shaolin en el siglo VI, quien diseñó una serie de movimientos para fortalecer los cuerpos debilitados de los monjes. Y es justamente un monje de Shaolin, el gran maestro Zhan Sanfeng filósofo, alquimista y guerrero, quien creó el Tai Chi Chuan aproximadamente en el siglo XIII, inspirado por un sueño según unas versiones y a partir de la observación de la lucha de una grulla y una serpiente según otras. Estas series de movimientos se regían por la filosofía taoísta e invertían la manera habitual de entender el combate: calma en vez de excitación, suavidad en vez de dureza y lentitud en vez de rapidez. Este arte marcial «interno» (es decir, que busca desarrollar la conciencia de la energía interna) aparecía como complemento de las artes marciales «externas», musculares, físicas, generando guerreros formidables, pero sus objetivos eran más profundos que sólo vencer a los contrincantes en el combate: eran prolongar la vida sana, conocerse a sí mismo y retornar a la gran armonía del universo. En este sentido puede verse como una aplicación directa, en forma de una delicada danza, de las palabras de Lao-Tsé en el parágrafo 32 del Tao-te-king (Libro del Camino y la Virtud): «Conocer a los demás es inteligencia/conocerse a sí mismo sabiduría. Vencer a los demás es ser fuerte/vencerse a sí mismo es ser poderoso/Esforzarse en avanzar es tener voluntad, saber contentarse es ser rico/ Permanecer en su sitio es durabilidad, morir sin perecer es longevidad.» Cuatro siglos después del maestro Zhang Sanfeng, el guerrero Chen Wang Ting realiza una nueva síntesis de estilos de combate, ejercicios de respiración, conocimiento de los meridianos o canales de acupuntura, integra el empuje de manos y elabora la primera teoría del Tai Chi Chuan bajo los principios taoístas de la no-resistencia y el sometimiento de los movimientos vigorosos con movimientos suaves. El estilo de Tai Chi Chuan más antiguo es precisamente el estilo Chen. La gran difusión del arte dentro de China (más allá del ámbito de las familias) ocurre con el maestro Yang Lu Chan, creador del estilo Yang -el más difundido en la actualidad- en el siglo XIX, siglo en el que se crearon los estilos principales de Tai Chi Chuan (junto con el más antiguo Chen, los estilos Yang, Wu, Wü y Sun). Estos 5 estilos principales han dado lugar a 5 secundarios (Zhan Bao, Xin Yi, Dan


Tao, Wu Dang y Zhen Zong) y a incontables estilos menores en China continental, en Hong Kong y, desde los años 60, durante la diáspora china, en todo el mundo. 3. Sobre el nombre «Tai Chi Chuan» suelen darse diversas explicaciones, algunas demasiado complicadas. A mí me parece sin embargo que la traducción es simple, aunque su significado profundo. «Tai chi» es el nombre del principio supremo de la realidad, la manifestación originaria del Tao (camino o sentido de la realidad en sí misma), lo que podemos llamar polaridad armónica y que se expresa gráficamente en el conocido símbolo del yinyang (que es el símbolo del tai chi, justamente). El símbolo sólo es sencillo en apariencia: no dice sólo que hay un polo positivo y uno negativo, sino que en lo positivo está ya la semilla de lo negativo y viceversa, porque su realidad es la del movimiento que transforma incesantemente uno en otro, en una órbita circular. La intuición básica es que hay una energía fundamental que se desdobla (en un yin y un yang), se transforma y se unifica para desdoblarse, transformarse y unificarse en un movimiento circular infinito. Por eso puede verse el Tai Chi Chuan como un artefacto, juguete o instrumento de educación y realización del Libro de los cambios, el famoso I Ching (de hecho, algunos estilos se basan en los trigramas y hexagramas del I ching para la creación y el despliegue de sus formas). Es notable que la filosofía china no conciba ese principio como un Dios creador separado del mundo, pero tampoco

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asuma un puro ateísmo negador de lo divino: Hay cielo (un yang), hay Tierra (un yin) y hay seres humanos bajo el cielo y sobre la tierra y eso es sagrado. No se precisa más: las 10 mil cosas y los 10 mil seres existen en esa plenitud desbordante de la relación del cielo y la tierra; y nosotros, los seres humanos, somos entidades que conectan, de maneras más o menos fluidas, las energías del cielo y de la tierra. Pues bien, el Tai Chi Chuan es una manera consciente de cultivar esas energías o de manifestar el principio de la polaridad armónica, de manera más precisa: de cultivarlas mediante la lucha, combate o guerra, que es el significado de «Chuan» (mano abierta, «puño» y por extensión forma de boxeo o de lucha). TAI CHI CHUAN es entonces la lucha según el principio supremo o, más profundamente, la lucha de y por la polaridad armónica, lucha que lleva del hacer al no-hacer, (del esfuerzo de la práctica constante a la meditación en movimiento vacía de los deseos, aspiraciones y preocupaciones del ego) ,es decir, que lleva al gozo mismo de estar en armonía con el Tao.


4. Uno puede acercarse al Tai Chi Chuan por tres razones principales: por motivos de salud, para mejorar sus habilidades de combate y con aspiraciones espirituales. La bondad y la riqueza del Tai Chi Chuan puede apreciarse en que a los tres les da lo que buscan y mucho más, puesto que se trata de una práctica «holística» como suele decirse ahora que es, a la vez, una INICIATIVA DE SALUD, UN ARTE MARCIAL INTERNO Y UNA ALQUIMIA ESPIRITUAL. Entrar por cualquiera de las puertas conduce, dependiendo de nuestra perseverancia, paciencia y compromiso, a una mejor comprensión de nosotros mismos, del universo y del sentido de nuestra vida. El compromiso no sólo tiene que ver con la regularidad de la práctica misma del tai chi chuan -que es desde luego esencial- del ejercicio de las articulaciones, los estiramientos, la respiración, las formas, las aplicaciones, el empuje de manos, la meditación, etc. sino con la ampliación de nuestro conocimiento de los fundamentos filosóficos (I Ching, Tao-Te-King, Zhuang Zi, Dhammapada, etc.), los métodos de trabajo interno (Chi Kung, Dao yin, Lian gong, etc.), las artes marciales externas (estilos de kung fu y otros), y del cuidado de la alimentación, del ejercicio de autocontrol y, en esencia, del desarrollo de nuestra conciencia de Ser. 4.1. SALUD. El Tai Chi Chuan contiene, prolonga y enriquece el saber médico milenario chino del restablecimiento y cuidado de la salud. Como el chi kung («ejercicio del chi» o energía), el tai chi chuan prácticamente no requiere condiciones especiales: basta con estar vivo y tener un cuerpo. Niños, jóvenes, adultos y ancianos pueden practicarlo y a todos beneficia, según su compromiso con su ejecución. Existen incontables estudios sobre los excelentes resultados de la práctica de este arte en la rehabilitación de diversas enfermedades, en el fortalecimiento del sistema inmunológico, la tonificación y activación de diversos sistemas (circulatorio, óseo, respiratorio, nervioso, etc.) y sobre la mejora del equilibrio, la movilidad y la conciencia. Todos los practicantes somos testigos y ejemplos de esa capacidad salutífera del Tai Chi Chuan, de sus pocos requisitos y de sus muchos efectos benéficos. Pero mientras más se avanza en la práctica más se da uno cuenta de que la verdadera salud no es sólo ausencia de dolencias, sino algo que podríamos llamar plenitud, vigor, goce de estar vivo y que eso tiene que ver con el cuidado de la propia energía. Y es que de los 3 niveles de realidad humana: el cuerpo (Jing), la energía (Chi) y el Espíritu (Shen), es el nivel inmediato superior el que da sentido y fuerza al anterior, esto es, que la salud del cuerpo depende del adecuado flujo de energía por los canales o meridianos y que las enfermedades suponen bloqueos de esos flujos. La práctica del Tai Chi Chuan desbloquea y armoniza los flujos en los meridianos,

pero una salud más consistente implica el autoconocimiento y el autocuidado, el incremento de la capacidad de relajación, el buen 17 descanso y de la higiene emocional y mental. Finalmente lo que cura es la conciencia y la salud de hierro se da en la existencia más ligera, la que no lleva ya los pesos y los venenos del mundo a su propio sistema. 4.2. ARTE MARCIAL. De manera exterior, el Tai Chi Chuan no parece particularmente eficaz frente a la fuerza muscular y la velocidad de las artes marciales externas. Pero quienes conocen las técnicas exteriores y además las formas internas tienen una enorme ventaja. Por eso el maestro Yang Luchan fue llamado «el invencible». Y es que la ejecución lenta de las técnicas y movimientos como despliegues de la energía interna no sólo permite conocer de manera directa las ventajas de los movimientos y las posturas, sino que otorga un saber práctico y utilizable de las formas de energía o «manos» implicadas en el combate. Hay que insistir en que se trata de un conocimiento directo, inmediato, de los tipos de energía. Así, se desarrolla el saber de Peng (parar y frenar), Lu (tirar hacia atrás), Chi (presionar y adherir), An (Rechazar), Tsai (abrir), Lie (tirar y empujar), Zhou (del codo) y Kao (del hombro). Quien conoce a fondo las técnicas, los tipos de energía y reúne los requisitos taoístas de calma, suavidad y no interferencia es un guerrero más completo que quien sólo se atiene a su rapidez y su fuerza muscular. El combatiente tai chi chuan combate con todo su ser y con la ayuda del universo, por eso, en el fondo, ya no pelea con ningún adversario exterior, pues ya no tiene adversarios, sino contra su propia pereza, ignorancia, debilidad y soberbia. Durante mucho tiempo las artes marciales fueron empujadas por el afán de invencibilidad frente a los adversarios mortales reales y la invención del Tai Chi Chuan pertenece en parte a esa historia. Desde el siglo XIX los combates eran sobre todo por el prestigio de las escuelas y en el XX por razones comerciales y de competencia. Pero hoy el Tai Chi Chuan tiende a ser un arte marcial interno dirigido al vencimiento de la indolencia, la inconciencia, la debilidad y la ignorancia en cada uno de nosotros. Al practicar Tai Chi hacemos una guerra contra eso, una guerra por armonizar nuestro cuerpo,


nuestra energía y nuestro espíritu; por armonizarnos con nuestros compañeros de práctica y con el Tao que nos sustenta. Los practicantes del Tai Chi Chuan somos guerreros y guerreras de la armonía: tenemos batallas todos los días y sería estupendo enfrentarlas con serenidad y alegría. 4.3. ALQUIMIA ESPIRITUAL. Desde el comienzo el Tai Chi Chuan es una iniciativa de salud, un arte marcial interno, pero también una forma de conocimiento alquímico. Por «alquimia» no debemos entender una química primitiva, sino un tipo de conocimiento dirigido a la transformación de sí mismo: «El elíxir secreto», «la flor de oro», la «conversión del plomo en oro» son metáforas esotéricas de este proceso de trasmutación del cuerpo ordinario en un cuerpo luminoso. Desde muy pronto los sabios chinos se dieron cuenta que no basta un conocimiento intelectual de las verdades, sino que, siendo verdades del Tao, la única manera de captarlas y vivirlas, asimilarlas desde dentro. El gran objetivo de la alquimia es alcanzar el vacío creador, para lo cual se precisa el conocimiento del cuerpo, el manejo de los flujos de energía y la suspensión del yo separado: Ir del cuerpo a su base energética y de ésta al espíritu. La flor de oro es la realización del Tao en el ser humano, es el nacimiento del ser humano verdadero. El Tai Chi Chuan es, en su forma esencial y más elevada, un trabajo de trasmutación de la pesadez, oscuridad e ignorancia del plomo

18 humano en la ligereza, lucidez y conocimiento vital del hombre y la mujer reales. En el tai Chi Chuan está concentrada y cifrada esa posibilidad. Evidentemente esto supone toda una vida de práctica y nunca hay seguridad de alcanzarla, pero es la promesa más alta del Tai Chi Chuan, aunque muy pocos puedan lograrlo y la mayoría nos contentemos sólo con intuirla. 4.4. TERAPIA, ARTE MARCIAL Y ALQUIMIA. Quienes buscan mejorar su salud en la práctica del Tai Chi Chuan van a encontrar más de lo que buscaban: van a encontrar fortalecimiento, calma, afecto y un impulso sereno hacia el perfeccionamiento. Quienes buscan ampliar sus habilidades marciales van a encontrar una salud desbordante y un conocimiento más profundo de sí mismos a nivel energético, emocional y mental, así como una manera no agresiva de moverse en el mundo. Quienes, en fin, buscan iluminación espiritual, van a encontrar vigor, suavidad en el trato con el mundo y paz en el gran Tao que anima el cosmos infinito. Si persistimos en la práctica, todos encontramos más de lo que buscábamos. Dice Lao-Tsé refiriéndose a esa creatividad del vacío en el juego infinito


de la armonía polar: «El espacio entre el cielo y la tierra es como un fuelle/Vacío y sin obstáculos, produce más y más con el movimiento», (parágrafo 5 TTK). 5. Unas palabras finales sobre el futuro del Tai Chi Chuan. Estoy seguro que va a crecer mucho el número de practicantes los próximos años en todo el mundo, sobre todo en su sentido terapéutico, ya sea en el tratamiento de diversas dolencias concretas, ya sea como medicina preventiva frente al deterioro físico. El envejecimiento de las poblaciones en diversas sociedades va a conducir inevitablemente a muchas personas al Tai Chi Chuan y quizá a la larga se constituya, por sus enormes ventajas y ninguna contraindicación significativa, en uno de los factores de la calidad de vida de la civilización del futuro. Pero también parece crecer el número de practicantes jóvenes, dedicados a las artes marciales externas o bien a deportes de competencia y artes que involucran el cuerpo y sus energías. Cada vez más se exige un conocimiento energético de sí mismo y una altura ética, como la que portan los valores del tai Chi Chuan («los 3 tesoros» del taoísmo: el amor, la serenidad y la humildad (TTK 67)) en la práctica de los deportistas de alto nivel y en los artistas comprometidos con la gran Naturaleza. A su vez, la participación de practicantes creativos va a incrementar los conocimientos y las posibilidades de la tradición de las artes marciales internas. Aunque en menor escala, también desde el punto de vista espiritual veo un gran futuro para el Tai Chi Chuan, por su profundo contenido filosófico -se trata de una filosofía en movimiento, por así decir-, como por su altura ética -principios y valores budistas y taoístas- y por su elaboración estética -danza de la energía-, que abre un camino de conocimiento y realización que escapa a la inmovilidad, el puro intelectualismo y el frenesí en busca del éxito mundano. Y así quiero cerrar este elogio del Tai Chi Chuan: dentro del conjunto de maestros de la humanidad, los que merecen agradecimientos y alabanzas sin fin son que han legado instrumentos prácticos y métodos para el autoconocimiento y la autocreación. Todos los maestros de los distintos linajes, escuelas y estilos del Tai Chi Chuan son ese tipo de benefactores. Agradecimiento infinito a los creadores de los estilos y bendiciones a todos los practicantes del Tai Chi Chuan en todo el mundo. ¡Que viva por siempre el espíritu sano, guerrero y transformador del tai Chi Chuan! Ahora sería bueno escuchar lo que ustedes piensan y sus propias experiencias. Muchas gracias.

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POEMAS

José Agustín Solórzano

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gimel

y besaré sus heridas con esta boca tuya

(visitación de Lucifer)

que me has dado para tú guardar silencio

he aquí que soy hijo de Dios y no de hombre

daleth

que a tu lado me he sentado a comer el pan de los dolores

señor: ¿soy yo acaso un mar embravecido?

¿no eres tú también mi padre

si vienes a buscarme cómo más he de recibirte

aunque tus manos me ofrezcan relámpagos

sino en este cuerpo tuyo en el que mi vida pace

y tus brazos tempestades?

señor: habla con la tierra y te responderá

¿no soy tu hijo yo la primera de tus flamas

todo esto es tuyo te lo dirán las bestias y los peces

aunque me arranques la comida de los dientes

tú lo has creado todo y en ello soy inocente

y persiga a tus hijos con el filo erguido de mi sangre?

señor: ¿quién soy yo para poder contestarte

heme aquí ante tus innumerables ojos

y hablar contigo de boca a boca?

que he venido a mostrarte a un justo entre los justos

¿por ventura son tus ojos, ojos de carne?

su corazón late como el fuego

yo que miro las cosas como las mira un hombre

y arde en su cabeza una rebelión de potros

sólo por afuera y como desde lejos

sus brazos llevan la brida de un volcán

señor qué voy a decirte

y si sus ojos se mantuvieran abiertos

si en todas las cosas está la sombra de tu mano

nadie podría llenar de sueño las noches

y hasta en las sombras la sombra está de tu artificio

hijo de madre heredero del polvo

esta herida es la tuya y si te arde córtala

de aquella estirpe que moldeaste

este cuerpo es el tuyo y si algo te duele siégalo

con el martillo de la desdicha

hei

padre mío tu ángel más cercano el ladrón del fuego de tus ojos ha venido a exhibir a ese trozo de barro ahora dame de tus manos el puño de tus dientes cogeré la mordida yo buscaré a ese hacedor de cánticos a esa figura de fango que te nombra conocerá el dolor de tus hijos de boca del más sabio y adolorido entre ellos me sentaré a su mesa y le compartiré de mis llagas

De El libro de Job (Ganador de los Juegos Florales Nacionales

le desanudaré las venas para desbocarle el ánima

de Lagos de Moreno 2017.


Te quiero, es decir: te necesito. Que también quiere decir: me dueles. En tu corazón hay una ciudad en llamas. Un lugar donde todas las piedras son zafiros, y sus terrones están llenos de oro. Una ciudad sitiada por mis tropas. Un ejército de pájaros blancos se acerca a tu muralla. Mi agua resultó inundada por tu fuego. ¿Dónde estás? ¿Por qué vienes a mí y no te veo? El abismo de la tierra dice: no está dentro de mí, y el mar afirma: ni conmigo. Cómo conocerte, dónde atravesar tu herida con mi espada, si has escondido tu silencio tras las fauces de Leviatán. Dime si tu cuerpo es lo que busco, o sólo el presentimiento de tu cuerpo. O dime si no es tu cuerpo ni el presentimiento, sino la callada melancolía de no hallarte, lo que me tiene confundiendo tu nombre. Amor. O será tu cuerpo un templo, o piedra tu piel y la sabiduría sólo una palabra. Entonces me has perdido. He levantado tantos templos y lanzado tantas piedras a los ríos. Ya voló la sabiduría como se fueron, entre tus entrañas, incendiados, aquellos pájaros blancos de mis venas.

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Alba Sigler Miranda «Ave», «Ser o no Ser», bolígrafo sobre papel.


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Juan Pomponio Castiglione: ALBEGGIA TRA PUPILE AcrĂ­lico sobre tela.


El Muench Mi primer encuentro con el Mtro. Gerhart Muench, pianista y compositor Alemán.

Gerardo A. Cárdenas G. En la cocina de Doña Mary todos nos sentíamos bienvenidos. Nunca hubo lugar en ella para la ostentación culinaria pero tampoco lo hubo para el hambre. A finales de los años 60 el internado del Conservatorio de «Las Rosas», en Morelia, Michoacán, subsistía en parte gracias a sus ingresos por concepto de colegiaturas pero también, por ser entonces una dependencia del clero católico, la escuela gozaba de una consideración especial por parte de sus proveedores y benefactores, que le permitía sufragar sin demasiadas estrecheces sus gastos de operación, no sólo en las áreas académica y administrativa, sino además librar el considerable costo que le representaba la manutención completa de una población de 50 a 60 estudiantes en calidad de internos. Auxiliada por tres rozagantes muchachas pueblerinas, Doña Mary comenzaba sus labores diarias antes de salir el sol y hasta casi la media noche para poder hacer frente a las tres visitas diarias de aquellas siempre hambrientas y bulliciosas hordas de estudiantes de música. El internado estaba dividido en dos secciones: los alumnos llamados «grandes», de la «Escuela Superior de Música Sacra» y los «chicos», pupilos de la escuela primaria «Mariano Elízaga» o de la secundaria del colegio Salesiano. Del grupo de los «chicos» eran seleccionados los integrantes del «Coro de Infantes de la Catedral de Morelia», así como los del entonces justamente afamado coro de los «Niños Cantores de Morelia». Cuando el rigor de las faenas escolares calaba, bastaba con evocar la reconfortante idea de que la hora de los alimentos se aproximaba. Llegada ésta, no teníamos más que atravesar el jardín de «Las Rosas» rumbo a esa casa que hoy es el Museo del Estado, justo en el número 176 de la calle de Guillermo Prieto, casi esquina con Santiago Tapia, en donde nos esperaba la encantadora viejecita, al pie de su estufa dando los últimos toques a su menú del día. Aunque en el comedor las mesas estuvieran ya impecablemente puestas, varios de los muchachos, desviaban sus pasos para saludar primero a su dulce cocinera: «Mariquita de mi amor, mi reina, déjame abrazarte» se les oía exclamar mientras apretujaban a la menuda anciana contra su cuerpo o la besaban. Mary, abrumada por el exceso de arrumacos, solía descolgar de la pared una intimidante cuchara pozolera que blandía en el aire con teatrales aspavientos para sacudirse aquellos cariñosos labregones: «Ya sáquense por allá, que se me quema la leche». Era su manera de mantener en alta estima la pureza del inmenso amor que a todos nos tenía. Mis queridos padres, siempre preocupados por procurarnos las mejores opciones educativas, habían decidido inscribirnos como internos en el renombrado Conservatorio de «Las Rosas» a mi hermano José Manuel de 11 años, para sexto grado de primaria y a mí de 9, para cuarto. Entre las muchas amarguras que representa para un niño de esa edad, vivir separado de sus padres y de su hogar a cambio de insertarse en un medio extraño y hostil como aquél, en donde la monástica disciplina comunitaria exigía madrugar cada día mucho antes de salir el sol para meterse bajo un chorro de agua helada, luego asistir obligadamente a misa en ese templo de impresionantes retablos churriguerescos y olor a madera ancestral, que es el de «Santa Rosa de Lima», adjunto el Conservatorio, en donde además debíamos entonar entre bostezos los cánticos correspondientes, después salir a tomar un frugal desayuno y, ya con luz de sol, acatar la campana que llamaba a formarse para entrar a clases, etc. Tales rigores medievales sólo fueron compensados en mi caso por haber recibido lo que hoy recuerdo como una atención y un cariño especiales por parte de aquella excepcional mujer: doña Mary. Tales cuidados y predilección me granjeó desde luego no pocas burlas, tirrias y ojerizas de otros estudiantes, chicos y grandes, pero.... Qué se le iba a hacer.

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Desde las primeras semanas de mi ingreso en el internado de «Las Rosas» llamó mucho mi atención algo que escuché decir a los alumnos «grandes», con cierto tono de clandestinidad o misterio. Algo que para mi resultaba una especie de aviso indescifrable: «¿Ya sabes?. . .mañana viene Muench» o « Parece que Muench ya llegó?». . . Ni idea de lo que aquello hubiera podido significar, pero ahí estaba. En boca de todos. Una tarde de primavera, caminando por el jardín, el niño de sexto que iba a mi lado me jaló de la camisa y señalando con el el dedo me dijo en voz baja: «¿Ves ese que va ahí?. . . ¡es Muench!». . . «¡Ay, ojeras de perro!» pensé, palabras más, palabras menos: «así que ese pobre loquito es el famoso Muench». . . Por mi mente nunca cruzó la idea de que bajo un aspecto tan ordinario y desgarbado como el de aquella persona se ocultara todo un virtuoso y respetado pianista y compositor Alemán, exiliado de la Segunda Guerra Mundial, que se codeaba con celebridades del mundo cultural de la época y que era además el maestro reservado para los alumnos más avanzados del Conservatorio. Nadie se había tomado la molestia de informar a los alumnos de nuevo ingreso para poner el perfil de tan ilustre personaje un poco en su contexto real. Por ello lo que vi a la distancia, fue sólo un señor de unos 65 años, un tanto encorvado hacia adelante, pelo café muy claro, cano y escaso, estatura mediana y complexión sumamente delgada. Vestía un austero pantalón kaki y camisa blanca de manga larga. Le miré avanzar zigzagueante por la acera frente a la fachada principal del Conservatorio, con una mano en el bolsillo, como si escondiera un arma. Por momentos parecía pegarse extrañamente contra la pared de cantera como si quisiera escuchar la voz de las rocas. Además, ¡y esto fue lo que convenció a aquel rapaz de cuarto grado de que algo no andaba bien en la cabeza de aquel sujeto!, cada tres o cuatro pasos «Muench» volvía nerviosamente el rostro, con los ojos muy abiertos como si temiera que alguien le siguiera. Hasta ahí mi primera impresión. Nadie vino a agregar, aclarar o matizar nada más, ni yo pregunté más. Diría que, al estar recién llegados al mundo, los niños van por ahí descubriendo y aprendiendo cómo son las cosas y las personas, y rara vez se plantean que éstas pudieran o debieran ser de otro modo. Esa misma tarde, tras mi primer contacto visual con el «misterio Muench», fui a casa de Doña Mary donde ella solía guardarme una o dos latas vacías de leche condensada que usaba para preparar su delicioso atole y cuyos dulcísimos residuos me encargaba de relamer a dedazo limpio. Sentado en las gradas de una escalera de cantera junto a la cocina, me encontraba entregado a mi lácteo embeleso cuando… bruscamente se abrió el portón de la calle, alguien que la penumbra no me permitía 26 identificar entró y azotó el portón tras de sí. La silueta oscura avanzó con pasos irregulares y ruidosos, directo hacia donde yo me encontraba, solo, con una lata vacía de leche condensada en una mano y rechupando el índice de la otra. Ya habrá adivinado usted quien era . . . Síííí . . . ¡Muench!. . . En ese instante, Mary se encontraba al fondo de la casa, pues me había dejado al cuidado aquel enorme caldero de atole casi hirviente sobre la estufa. Cuando tuve frente a mí aquel rostro duro, aquella mirada vacía escudriñándome en absoluto silencio, como una cobra a punto de atacar, me asusté. Sí, me asusté mucho. . . . y . . . ¡Gulp!. . . Doña Mary que no venía. . . El hombre no saludó ni dijo palabra. Había que hacer algo para romper la horrible tensión. Quise ser amistoso y con la remota esperanza de que aquel demonio se alejara, le pregunté con un hilo de voz: «Hola. ¿Ya te vas Muench? . . . ¡Chiiin! Fue como meter la mano en un nido de serpientes. Por toda respuesta, el tipo se puso a vociferar como un energúmeno: «Maary. . . Maaaary» De una zancada se abalanzó sobre mí, pescándome por el cuello con aquella mano huesuda y fría, hasta que. . . por fin acudía Mary alarmadísima por los gritos y, al presenciar la insólita escena, intervino: « ¿Qué pasa, Maestro qué pasa?. . . «Maaaary, éste niño, ééééste niño me dijo Mueeeench». . . Vociferaba el hombre hecho una furia y sin dejar de apretar mi cuello ni de sarandearme a cada palabra. «Lo voy a acusar con el Padre Guisa. Lo voy a llevar a la Dirección. Todos saben


que soy un maestro. Mary, usted sabe que todos me llaman Maeeeestro. ¿Por qué este muchacho me llama Mueeeench?. . . Por alguna razón el cielo me había puesto bajo el amparo de aquel ángel de bondad. «No maestro, suéltelo, ese niño no es de aquí, corrigió Mariquita con admirable teatralidad. Imprimía tal convicción sus palabras que hasta a mí me hizo dudar. «Él viene a veces a pedirme un pedazo de pan o un taco, pero él no es alumno de aquí. Déjelo ir por favor» ¡Uff! El conjuro surtió un efecto inmediato. Mi cuello dolorido descansó por fin y…¡Ahí se ven! . . . Salí de ahí como alma en pena. Busqué canalizar algo de mi excedente adrenalina contándoles lo ocurrido a los cuates, pero . . . ¡Qué ingenuidad! . . . Salió peor la cosa. Algunos rieron hasta revolcarse, otros, con impresionantes dotes comunicativas se encargaron de detallar mi aventura a todos los que iban pasado. Con increíble rapidez, el chisme se propagó de boca en boca hasta convertirse en el tema del día, de la semana. . . aunque, ¡claro! debidamente re- editado y remasterizado con esas interminables variaciones y añadidos con que el ingenio mexicano suele aderezar aquellos asuntos que le hacen gracia. Al día siguiente, en el recreo, de plano no me la acababa. «Tons qué . . . ¿ya te vas Muench? « y «Ese mi Muench, qué onda pues wee…» Y así. . . A resignarse, pues con excepción de los pocos y verdaderos amigos que siguieron llamándome por mi nombre, desde ese día fui conocido por el resto del Conservatorio con el sonoro y extranjerizante mote de «El Muench». Algo habría que decir en mi favor y como magro consuelo ante el más bochornoso y estresante episodio de mi niñez, y es el hecho de que habían compañeros que ostentaban apodos mucho menos elegantes, menos aristocráticos que el mío. Estaban por un lado aquellos alias de vertiente zoológica como Filiberto «La Zorra «, «El Gato Saucedo» o «La Foca Montiel»; habían los oftalmológicos como «El Vizco» o «El Cuatrojos Zapién», gastrointestinales, «El Gordo Castillo» (que en paz descanse) o el «Pedotes Barragán» etc, al lado de los cuales, ser llamado 27 «Muench», ¡Caray!. . . Era casi un honor. Pero, mis encuentros con el ahí. Años más tarde, tras terminar la escuelas y en otras ciudades, decidí inscribirme de lleno en la carrera

verdadero Muench no iban a terminar primaria y la secundaria en otras regresar al Conservatorio para musical.

En tercero de bachillerato, mi maestro de piano me anunció un día: «Yo creo que estás listo para entrar en la clase del maestro Muench». «¡Nooo!»… protesté de inmediato. «Me va a sacar a patadas cuando me vea… ¿No supo usted lo que le hice hace ocho años?» «Lo sé, pero ese es tu problema», me contestó, sin apartar la vista de su periódico, «yo sólo atiendo alumnos hasta éste nivel. Prepárate para audicionar. El maestro Muench viene la próxima semana». Me preparé y me presenté confiando en que en ocho años habría desaparecido de mí, o al menos cambiado suficientemente, la identidad de aquel precoz y despistado blasfemo. El maestro Muench ¡nunca me reconoció después! y durante los siguientes cinco años acudí a su clase y recibí sus enseñanzas sin que la sombra de nuestra antigua bronca empañara en lo más mínimo nuestra relación.


Vera y Gerhart en1937. http://makeitnew.ezrapoundsociety.org/volume-iii/3-3-december-2016/the-musiccolumn?showall=1

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AMANUENSES (tres cuentos)

Sergio J. Monreal MALCOLM

Malcolm Lowry

A mí lo que me gustaría es morir dormido, dormido de borracho. Así dijo, con esa dificultad para las erres que en todos los gringos parece calcada igual, manque se trate de gringos del otro lado del océano, como dice usted que él era. Ya tenía sobre la mesa la botella de mezcal y los dos vasos, y con un ademán que yo nada más había visto en las mujeres, me invitó a sentarme. La cantina estaba llena y oscura, y si bien el bullicio no menguó ni hubo quién volviera la cabeza hacia nosotros, yo sabía que toda la atención presente estaba puesta en el chorro de mezcal con que llenó hasta la mitad los vasos, derramando sobre el mármol unas gotas que luego se llevó a los labios con la punta de los dedos. 29 ¿Qué por qué quería matarlo? Por distinto. Aunque suene a tarugada. Los gringos van a meterse ahí para repetir todos el mismo numerito de payaso a gusto con su propia idiotez, necesitados incluso de que nuestra burla se las ratifique. El mezcal les sube a la cara los colores entre las mismas toses y las mismas exclamaciones. Tampoco varían las palmaditas de sus viejas calientes y ajamonadas. Hasta los que quieren dárselas de conocedores y vaciar el caballito sin chistar luego de haberse echado a la lengua con el dorso de la mano un embarrón de limón y sal, vigilan nuestras risas por la esquina del párpado. Él no. Me alebrestaba que bebiera despreocupado de hurtarse o exhibirse, que es como conviene a los fuereños. Me calaba oírlo chapurrear su puñado de palabras en español sin matizarles el acento ni engolarlas hasta la caricatura, y que al hablar en inglés no lo hiciera con petulancia de patrón, sino con la naturalidad de quien no dispone de otro medio para decir ciertas cosas. Fui a darle de balazos. Él lo presintió desde antes de verme trasponer la doble puerta batiente, recibiendo el golpe de bochorno y juerga que su vaivén avienta a retazos hacia la calle con la entrada y salida de los parroquianos. En cuanto a mí, me bastó distinguirlo en su arrinconada parcela de penumbra para entender el modo en que correspondía al desafío. No hay cuestión de la vida, el amor o la muerte, que un mezcal puesto delante de la forma debida no alcance por sí mismo a explicar. El ademán de invitación y las palabras fueron menos para mí que para la audiencia ladina y mustia, por si entre los presentes se hallaba alguno lento de entendederas. A mí me gustaría morir dormido, dormido de borracho. Como quien dice, si logra usted dormirme, puede pegarme cuantos tiros estime justo. Fue el único parlamento entre nosotros. La noche y la madrugada se consumieron mudas, y yo conseguí llevar cuenta hasta la quinta botella. Cuando desperté era cerca del mediodía siguiente. Me hallaba en el bordillo de la acera, con la nariz hundida en el polvo y olisqueado por los perros. Sólo juega de veras el que sabe ajustar las cuentas, sean a favor o en contra. No volví a pisar una cantina. Ignoro si el gringo regresó a su tierra o se quedó a morir aquí; negrito en el arroz, güerito en los frijoles. A veces, desde la calle, cerca de la hora del cierre, cuando el patrón desenchufa la sinfonola, se me figura estar escuchando clarita su manera de callar.


FERNANDO Parece que soy la única a quien incomodan los ya casi cotidianos alborotos de ese oficinista hipócrita en su buhardilla. El mango de la escoba está gastado de tanto golpear el techo para llamar su atención y exigirle compostura. A él y a los otros que reunidos con él disputan, beben y declaman versos. Si el oído no ha empezado a fallarme también, tres son sus habituales compañeros de alboroto: un hombre joven a quien el resto escucha con reverencia, un médico que sabe de latines y un petulante borrachín de voz ronca al que alguna vez tuvieron que refrenarle la descastada intención de soltarse cantando. Toda vigilancia es inútil. Lo veo subir solo de regreso del trabajo, hundido el cuerpo en el abrigo y los rasgos bajo el sombrero, el bigotillo y las gafas (a tal punto que a veces se me figura que no tuviera rostro), y al rato se escuchan las voces de todos viniendo de arriba. Que no suben después lo sé porque yo misma voy a cerrar con pasador el cancel de entrada del edificio, apenas compruebo que ya todos los vecinos se han recogido a dormir. Y me consta que él no tiene llave. Yo misma la sustraje de su dormitorio. No quiero que se me malinterprete. Si osé penetrar en sus habitaciones fue con una finalidad nada censurable: cerciorarme de que tanta andanza nocturna no ha provocado estropicios en las paredes y los muebles, humildes, sí, pero dignos de mejor trato en atención al módico alquiler que por ellos se paga. Esperé verlo salir rumbo a la oficina, y nada más introducirme en su alcoba encontré la llave sobre la mesita de noche. De inmediato me la eché al bolsillo. Mi inspección habría sido sin duda breve, pues debo admitir que averías no encontré ninguna, fuera de aquellas debidas a la propia edad del edificio. Algo no obstante me llamó a extrañeza. Hacía pocas horas, yo había escuchado con toda nitidez cómo aquellos cuatro hombres, entre lectura y lectura de versos, trasegaban licor con estridente tintinear de copas, por no mencionar el tufo a tabaco que hasta bien avanzada la noche había ido estrechándose neblina sobre mi cama. ¿Cómo explicar entonces que sólo se hallaran a la vista, pulcramente alineados en el alero del ventanuco, un vaso limpio y una botella de anís ni mediada siquiera? Por más que escudriñé y revolví, fue imposible hallar el menor rastro de juerga. 30 A otra con menos vida vivida, le cabría confundirse. Yo comprendí de inmediato. Previendo el día que sus excesos agotaran mi paciencia y decidiera por fin dar parte al dueño o a la autoridad, ese empleadillo santurrón había dispuesto que los otros se llevaran al marcharse hasta la más ínfima prueba acusatoria. Volví a inclinarme sobre el enorme arcón de madera que descartara al inicio de mi búsqueda, tras hallarlo colmado en exclusiva de manuscritos. De él sustraje los cuatro que tienen ustedes sobre el escritorio, señor comisario, señor doctor. Les ruego verifiquen, no ya la evidente diversidad de caligrafías, sino cuanto las palabras dicen. A mí, con mi escasa instrucción, y escapándoseme los asuntos que en el fondo pretenderán tratar, una única, superficial lectura me ha bastado para distinguirlas fruto de temperamentos disímiles, y para establecer cuál texto ha sido escrito por quién. Que consiguieran escabullirse de los señores oficiales las tres veces que he ido a requerir su auxilio durante la última semana —a pesar de que yo misma montaba guardia en la vereda para sorprenderlos si trataban de saltar por el ventanuco—, de ningún modo debía poner en entredicho mi cordura, sino antes bien la lamentable capacitación imperante entre el cuerpo de policía de Lisboa.

Fernando Pessoa


FEDERICO Sí, yo también cierta vez me acosté con un hombre. Faltaban unos cuantos días para que la gente de Wall Street comenzara a arrojarse por las ventanas, aunque ni a mí ni a nadie se le ocurriera de momento imaginar que una cosa así iba a suceder. Él llevaba asistiendo al bar cosa de un mes. No de manera cotidiana y puntual. Podía dejarse ver tres noches seguidas y luego desaparecer hasta el lunes siguiente, para presentarse hoy sí y mañana no. Unas veces venía solo y otras llegaba acompañado. Recuerdo que, en cierta ocasión, el maître tuvo que juntar tres mesas para dar cabida al numeroso grupo de que formaba parte. Fue la primera noche que se atrevió a venir a felicitarme; ya me había puesto el abrigo, y los camareros comenzaban a recoger los manteles. La verdad es que no entendí una palabra. Para mí todos esos idiomas suenan iguales. Lo tomé por italiano. El oficio de pianista me pareció siempre más próximo al de las secretarias que se atrincheran tras su máquina de escribir que al de los prestidigitadores que sacan salamandras del sombrero. Me gusta la descortés indiferencia de los borrachos y la estridente risa de esas mujeres a las que no les pasa por la cabeza bajar la voz para oírte. Pero el cliente manda. Así que acepté con resignación el hecho de que a él se le impusiera costumbre la suave inclinación de cabeza, el firme apretón de manos y la modulada retahíla de un par de frases incomprensibles. Tengo ojos y tengo sangre. No necesitaba las explicaciones de ningún samaritano para entender que en sus cortesías había algo más que interés musical y admiración artística. Lástima que algunos sean incapaces de captar semejantes sutilezas. Al maître le costó la dentadura y a mí me costó el empleo. Puesto que la breve riña había tenido lugar poco antes de la hora de apertura, al dueño no le quedó otro remedio que rogarme cumplir con la jornada, pagando por adelantado unos dólares que en circunstancias distintas hubiera podido ahorrarse. Yo, por mi parte, me hallaba demasiado necesitado de fondos como para consentirme la elegancia de dejarlo plantado con un palmo de narices. Toqué sin apartar los ojos de las teclas, la cabeza bien hundida entre los hombros. Sólo me percaté de su presencia en el bar hasta que, pasada ya la media noche, vino a situarse junto al piano, se despojó de la chaqueta, se remangó la camisa y comenzó a recitar, improvisando largas y desgarradas parrafadas al compás de mis caprichosas síncopas; lo único comprensible era el nombre de la ciudad, repetido en salmodia cada tanto, mientras batía palmas y pataleaba en el minúsculo entarimado algo que sólo de manera muy vaga tenía que ver con el claqué.

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Ignoro si lo que sucedió durante esas dos horas habrá tenido algún valor artístico. Como número de cabaret resultó un fiasco. Hubo protestas, burlas, silbidos y dos o tres enfurecidas retiradas. Ninguno de ambos se inmutó. Él estaba demasiado triste, o demasiado loco, o demasiado solo, o las tres cosas. Yo, por mi parte, no tenía paga ni empleo que salvaguardar. Llegada la hora del cierre, en lugar del ceremonioso saludo habitual, me mostró las líneas de su mano abierta y murmuró alguna inútil confidencia en ese idioma suyo. Tenía la cara de un condenado a muerte. Acaso esté ahí la verdadera razón de que abandonáramos juntos el establecimiento, y no en mi regocijo por añadir leña al mediocre fuego de las murmuraciones entre los empleados del bar. No llegamos a despojarnos siquiera de nuestros abrigos. No llegamos a rozarnos ni medio palmo de piel. Sólo nos recostamos juntos, en silencio. Pasé la noche en vela, abrazado a su espalda, y me marché al amanecer sin despertarlo. Es curioso. Las pieles y los rostros de mujer más perdurables, me los revuelve y difumina la memoria, más allá de todo remedio. En cambio, si ahora mismo cierro los ojos, puedo sentir con toda nitidez el calor de hombre entero de su cuerpo que duerme, temblando contra mí durante unas pocas horas, como el de un niño con frío.

Federico García Lorca


Juan Pomponio Castiglione: RAGNATELA EMOZIONALE

...de Juan Pomponio: 32

Una gran historia de amor entre mis padres italianos precede a la historia de mi nacimiento en Argentina, el 23 de septiembre de 1966 en Berazategui, Buenos Aires. Me guiaron con mucho amor por una familia italiana de inmigrantes. De niño siempre dibujaba en la escuela. Una maestra de segundo grado dijo que sería una artista. Nunca lo olvido Crecí con demasiada libertad. Siempre rebelde. Una infancia feliz y una adolescencia indómita. A los 29 años, sin estudiar nada de letras, un buen día comencé a escribir poesía que llegó como un golpe de luz. Fueron años de furia poética donde nacieron varios libros (Salvaje, Fragua Universal, La risa de la hierba, Lluvias Torrenciales, El Naufragio de la Escafandra, Yupi Kankan y una novela titulada "Krishan. El hijo del sol") Mi vida fue devota a la calle literaria. En 2007 decidí dejarlo todo para un viaje soñado. Estuve dos años viajando por Sudamérica en autobús en una excursión literaria llamada "Huellas de fuego". Una experiencia fantástica e inolvidable. Lleno de aventuras. Más tarde, tan pronto como comenzó el 2013, tomé mis alforjas y llené libros y decidí salir en bicicleta para recorrer una parte de Argentina, pedalear por infinitas rutas de pueblos y ciudades, vendiendo mis libros a la gente de la calle. Nunca me adapté al ambiente clásico de la literatura, ni siquiera a los círculos literarios. Ese viaje trajo la historia de un médico argentino que creó BYPASS y estaba muy agradecido con el mundo (René Favaloro) pero olvidado en nuestro país; luego, en 2014, para rendirle homenaje, otra vez salí con mi bicicleta y mis libros para llegar a La Pampa, donde dejé un poema escrito para él. Todo estaba marcado por letras, siempre con literatura y pasión por la vida. No cumpliendo con esto, siempre con esa fuerza interna como guía, en 2016 tomé la decisión de viajar, una vez más en bicicleta, parte de Europa (Italia) Croacia, Eslovenia, Austria, Alemania, Holanda, Francia y España, siempre con la idea de la literatura y poder publicar mi novela en España, hecho que ocurrió un año después. Al llegar a mi país y observar el clima político social, en el año 2017 decido dejar todo y emigrar a Italia para vivir en Scerni (Abruzzo), el pequeño pueblo donde nació mi padre y así comenzar una nueva vida cerca de Mercedes Cavalcante, el mi gran amor Fue aquí, en el mes de agosto de 2018, cuando, impulsado por una fuerza imparable, comencé a pintar sin parar ni un solo minuto realizando más de 25 obras y un par de exposiciones. El verso de la pintura acaba de comenzar. Me siento muy feliz y agradecido de poder realizar todo lo que siente mi corazón. Y como decía la gran poeta Violeta Parra rampicante *: ¡Gracias a la vida que me diste tanto!


ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE Patricia Olmedo

-Un túnel oscuro y al final de éste, una maravillosa luz que aparece y te guía hasta dejarte en un lugar bello y placentero, eso dicen- y yo por mi parte deseo que así sea, porque escribir sobre mi propia muerte me aterra, aunque la ha deseado más veces de las debidas, -creo yoHace tiempo, desde que la conciencia hacia la muerte se volvió más recurrente en mi transitar por esta vida, la concibo así: «Dormir es un poco, el ensayo de nuestra propia muerte, la puesta en escena del final, de la obra maestra de nuestra vida. O bien: Dormir cada día, es morir abandonando la existencia, para mirarnos dentro, en el recorrido serpenteante del subconsciente, ahí donde recreamos nuestra verdadera historia, dejándola guardada, para siempre sin memoria». A la muerte la llevamos al lado nuestro todo el tiempo, presente en cada momento, silenciosa nos observa y acompaña, esperando el momento de tomarnos entre sus brazos para fundirnos en ella. Nos morimos cada vez que abandonamos nuestro cuerpo al dormir, solo que un día ya no regresas, te quedas fuera, aislado de todos y de todo. Tal vez, en ese momento te angusties y quieras llamar a alguien, gritar que te devuelvan a tu cuerpo porque se te olvidaron cosas por hacer. Tal vez argumentas que te falto tiempo; que no alcanzaste, o que te equivocaste, suplicas por otra oportunidad. Pero esa vez, ya no podrás abrir los ojos, todo seguirá igual sin ti, porque ya no estarás allí. Empezaras a alejarte sin remedio. Ese reloj que te gustaba para que marcara tus horas se detuvo, el viaje que ibas a hacer algún día, quedó cancelado abruptamente, la fidelidad a ti mismo y a tu gente tan pospuesta por ti, se acabó, todo se terminó en ese momento sin más. Como quiera que haya sido, dejaste tu huella, cerraste el libro sin acabar el capítulo como querías. Ya estás afuera y no lo entiendes. Simplemente te moriste. Y si no lo entendiste antes, menos ahora; Milán Kundera dice: (y me parece que eso es justo, de lo que se trata vivir y morir), y ese es el privilegio que tienen los que saben escribir; saben trascender.

«El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados, solo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo; y después cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar el pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido…» ¡Claro! porque nunca estamos verdaderamente conscientes de nuestro presente no importa que tan bueno o que tan malo sea este. Solo lo vivimos y la trascendencia de nuestros actos la miramos después, con dolor o con remordimiento, o con una gran satisfacción de lo ocurrido, pero, sabedores que nunca estuvimos tan conscientes de lo que sucedió hasta después. Igualmente sucede cuando al morir se nos cae la venda de los ojos y solo vemos el pasado, -nuestro pasado- ya sin futuro, sin un mañana y no queremos ver el presente porque nos duele ver que ya no hay futuro y nos aferramos al pasado para resarcir lo que no hicimos o para sentir que podemos regresar. Qué se yo. Simplemente he pensado que: Dormir es ensayar tu muerte es mirarte dentro. Transitar por dimensiones desconocidas. Cerrar los ojos y dormir es morirte un poco. 33 Es el ensayo del último acto de la obra de tu vida Hablar de la muerte es salir de ti, es no tener regreso, es no abrir una nueva página, es renunciar a todo y a todos, hasta a ti mismo. Hablar de la muerte me lleva a contemplarme a mí misma tendida en ese lecho donde no quiero estar porque aún tengo el deseo de corregir mis rumbos, de hablar a tiempo y de escribir una historia medianamente buena que algún perdido entre mis papeles la lea y me deje vivir, aunque sea guardada en esas páginas, pero viva. Así de ese modo la obra maestra de mi misma habrá existido y me hará vivir. Amén.

*Milan Kundera es un novelista, escritor de cuentos cortos, dramaturgo, ensayista y poeta checo. Desde 1975 reside con su esposa en Francia, cuya ciudadanía adquirió en 1981. Es mencionado con frecuencia desde hace años como candidato al Premio Nobel.


UNO ANDA. Alan Delgado

El día lluvioso pasado, me fui caminando por las aceras mojadas de mi colonia. Como siempre, divagando entre lo que me acontece personalmente y lo que le acontece al mundo. Siento que estamos nadando en una burbuja rellena de ectoplasma, residuos de seres que han participado en toda esta destrucción masiva, y que simplemente ya no existen. ¿Donde se coloca la memoria o mejor dicho, la conciencia, una vez que se muere uno? Un día violan y matan a una jovencita, el impacto dura poco, mientras no sale otro suceso desalentador. Así pues, muerte, robos, violaciones, impunidad son el alimento diario de mentes de personas que se esconden en la imparable actividad o en el mal de la nueva era: el cansancio. Y lo cuestiono por que hay una tendencia que se posesiona aplastante en todos nosotros, o la mayoría de nosotros: mantenernos ocupados. Batallo con las formas actuales, donde parece ser que, queremos participar en todo proyecto o actividad artística. Entonces, corro de un ensayo a otro, de una disciplina a otra, (danza, teatro, música) No me preparo por que no tengo tiempo, pero a la vez, quiero estar en todos los escenarios posibles. Al cabo que si puedo, soy capaz. Sin darme cuenta, ya había llegado a las avenidas y seguía caminando. respondiéndome a medias todos mis cuestionamientos. ¿Esta carrera humana a donde nos lleva? ¿como es posible pensar que el arte puede salvarnos? ¿Acaso no vemos la magnitud para soñar esa utopía? y el otro pensamiento que martillea mi cerebro: ¿Por qué esa obsesión de abarcar todo, esa hambre lujuriosa de protagonismo, y sin profesionalismo? Si el arte -como muchos piensan- puede componer el mundo- ¿Por que entonces esa rivalidad tan grande entre artistas? ¿O es otro ardid para ensalzarnos orgullosos de nuestra actividad? 34 Ya comenzó a llover otra vez, y el regreso es largo. Mi mente como siempre, revuelta, peor que gelatina echada a perder. Se desdibuja esa inconsistencia del pensamiento. Siempre dudando hacia donde vamos. Buenos presagios pero caminos sinuosos. Peores panoramas nos esperan. Sigamos caminando. Sin rumbo puede ser más excitante.


JOSÉ EMILIO PACHECO POETA AUDAZ Y COSMOPOLITA

Rafael Calderón Es José Emilio Pacheco un poeta extraordinario, audaz, cosmopolita. Nació el 30 de junio de 1939, y si no fuera por las circunstancias de la muerte, estaríamos festejándole 80 años. Por la ocasión, dispondremos espacio para reconocer su voz y sus aportaciones; hay que recordar tristemente que murió el año que se cumplió el primer centenario del natalicio de Octavio Paz, José Revueltas, Efraín Huerta y Julio Cortázar; no fue posible saber cuál sería su opinión de Nicanor Parra quien igualmente cumplió 100 años y quien era único sobreviviente de esa generación el año 2014. El acontecimiento que nos ocupa ahora es la ocasión que Pacheco nació el último día de junio y en parte sirve para recordar una vez más su presencia siempre viva entre nosotros. Esto implica un acercamiento a su obra y ésta arroja que es parte de una riqueza de imágenes, resonancias con el lenguaje, su consagrada búsqueda: la reescritura. Una práctica personal que le permite recordar que es ejemplo de su ars poetica por su voz activa, casi anónima, como propusiera alguna vez, para celebrar la existencia de la poesía. Hoy día, es casi imposible leer al jovencísimo autor de poemas fechados en 1958, ni es fácil encontrar la primera edición del célebre título Tarde o temprano. Es casi imposible encontrar ejemplos de esa parte de su obra, ya que han salido de circulación, de alguna manera, si comparamos, son trabajos muy diferentes. En efecto, existen versiones más reciente de los títulos incluidos en Tarde o temprano que reescribe como prueba de que esta práctica nunca se detuvo. Si se toma como punto de partida, nada más sugerente, como decir que reúne la reconciliación de sus poemas, la evolución lleva a la unidad definitiva, registra madurez; pero ese título emblemático de su poesía registra tres fechas claves: la primera, corresponde al año 1980; la tercera del 2000; la cuarta, definitiva, tiene la coincidencia extraordinaria que es ampliada y corregida, y esta edición celebra sus 70 años de vida. Para ese año de 2009, los homenajes no se hicieron esperar, ni los premios; dentro y fuera de México, le llegaron afortunadamente en cascada, uno tras otro.

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Para 1980, Tarde o temprano incluye seis libros: Los elementos de la noche (1963), El reposo del fuego (1966), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969), Irás y no volverás (1973), Islas a la deriva (1976), Desde entonces (1980) y, cierra, Aproximaciones 1958-1978, en donde registra veinte años de su actividad de traductor. Pacheco, entonces tiene 41 años; la edición se terminó de imprimir el 15 de septiembre, al cuidado del autor y Pedro Torres Aguilar. Para la tercera edición, aparece (cabe recordar que la segunda salió sin cambios alguno en 1986), como responsable Ana Clavel; reiterada, para la cuarta y última edición publicada en vida de su autor. «En la poesía, las presencias de la realidad están contenidas en el lenguaje»; la palabra poética está «habitada por la fuerza de la vida»; y es la poesía, un «ejercicio de resonancias múltiples», «compromiso de la inteligencia sensible ante las posibilidades de la aventura humana» y «la escritura poética es un lugar de encuentro». Se puede seguir leyendo en la nota sin firma de autor: hace más de veinte años esa obra (Tarde o temprano) empezó a crecer y a irradiar en todas direcciones. Los poemas de Los elementos de la noche, fechado entre 1958-1962 son parte de ese ejemplo. El autor anónimo de la presentación escribe: «este libro pone de manifiesto el talento clarísimo de Pacheco, en su actividad más cabal y generosa». Los poemas recogidos, hasta entonces –colección de libros de diferente factura que están escritos con pareja intensidad–, constituyen uno de los testimonios más apasionantes de la literatura mexicana. Lleva un epígrafe de T. S. Eliot y la traducción en prosa es de Julián Hernández. De inmediato recuerda la posibilidad de su existencia quien por vez primera figura en No me preguntes cómo pasa el tiempo, y en 1980, es el autor de la traducción literal en prosa de East Coker III, Four Quarters, para reconocer una vez más esa unidad de su aspiración poética. El texto de Eliot es tomado, según la indicación, de la revista Letras de México. Es una traducción en prosa que se lee así: «Así pues, aquí estoy, en medio del camino, y he pasado veinte años –veinte años en parte perdidos, los años de entreguerra– tratando de aprender a usar las palabras, y cada tentativa es un comienzo enteramente nuevo y es un tipo distinto de fracaso. Porque uno sólo aprende a manejarlas para decir lo que ya no tiene que decir o en forma en que ya no quiere decirlo. Por eso cada intento es un nuevo comienzo, una incursión en lo inarticulado, con un mísero equipo cada vez más roído en el desorden general de la imprecisión del sentimiento, escuadras de la emoción sin disciplina. Y lo que fuerza y sumisión deben conquistar ya ha sido descubierto varias veces por quienes uno jamás podrá emular –pero no hay competencia. Sólo existe la lucha por recobrar lo perdido y encontrado y vuelto a perderse; y ahora en condiciones impropicias. Pero tal vez no hay ganancia ni pérdida. Para nosotros sólo existe el esfuerzo. Lo demás no es asunto nuestro». La primera salida de esta obra es vista con incertidumbre y parecía estar lejos de ser una obra perfecta aun cuando inmediatamente se considerada fundamental para conocer con mejor y más precisión toda su poesía. No fue inmediato ese reconocimiento pero la unidad a la que aspira ingresar, termina consolidándose, poco después. Entre estudiosos y críticos, lectores 36 del poeta, tuvo un impacto positivo y enseguida fue elevada al nivel de las grandes obras de la poesía en lengua española. Por la unidad de los temas que encierra es parte de esa realidad lírica: el desastre del mundo, su pesimismo, la destrucción de la naturaleza. Éstos permanecen como parte de la escritura y de su movilidad con el lenguaje. La fugacidad del tiempo es otro momento del lenguaje que vive en movimiento; la búsqueda de las cosas sencillas toma forma y le otorga vida a los seres de la naturaleza. Se duele del desastre que padece el mundo provocada por la destrucción de la mano del hombre. Se duele de la desaparición de los árboles y el día a día acorta distancias en el transitorio que refleja esa elegía como parte del poema perfecto. Como el que es dedicado a la Ciudad de México, el segundo título, entre dogmas y certezas; inscripciones que van reflejando la variedad de ritmos: voces altivas, aéreas, dinámicas; Pacheco termina por hablar la ciudad como hoguera, desahogo del fuego, de su propia existencia. ¿Cómo resumen qué significa Tarde o temprano de 1980? Esta poesía reunida no deja de ser una respuesta a la obra individual que previamente existen, como Los elementos de la noche, que Mario Vargas Llosa revisa y sentencia que hay unidad para ser obra maestra, y sabemos algo más: los poemas se sostienen por su delicada unidad de metáforas. En otro momento, pienso el apartado: «Los animales saben», de No me preguntes cómo pasa el tiempo, que más tarde genera una antología memorable y de las más hermosas que de la poesía de Pacheco se han realizado. En ese orden es única y aquella antología no es otra que la que lleva por título Álbum de zoología. Los poemas incluidos son una lección que registra el rostro de los animales de la naturaleza. Entrega Pacheco en 1980 una nueva versión de sus poemas: es meditada y reitera el novedoso encuentro de sus metáforas. Ante esta primera reunión precisa: Los elementos de la noche, tal y como se imprime en 1980, representa una nueva versión del que escribió entre los 18 y los 23 años. El reposo del fuego ha sido revisado a fondo. Sin embargo, es el mismo poema. En los otros cuatro (No me preguntes cómo pasa el tiempo, Irás y no volverás, Islas a la deriva, Desde entonces), solamente hay cambios menores. Pero sentencia de Tarde o temprano: «ignoro si éste llega tarde… Sé que no quedará de él ni una línea. Mientras tanto, tenía que enfrentarme a lo que escribí antes de los cuarenta años». Así pues, los títulos individuales aquí reunidos en un tomo son como la espada de claridad: toman forma a partir de la reescritura.


Lotería Negra Eli Maciel

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Título: El poder. Técnica: Tinta china sobre papel.


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Título: La guerra. Técnica: Acrílico sobre papel.


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Título: El cultivo. Técnica: Mixta.


Jesús Elí Maciel Rivera, nació en Villa Victoria, Michoacán el 21 de marzo del 93. Tacambarense por adopción y convicción. Influenciado por su padre se adentró al mundo del arte desde temprana edad. Ha estudiado en instituciones cómo la Casa de la Cultura de Tacámbaro y Villa Madero, el CEDART Miguel Bernal Jiménez, la Escuela Nacional de Artes Plásticas, la Universidad Tecnológica de Pereira en Colombia y la Facultad Popular de Bellas Artes de la UMSNH dónde terminó sus estudios cómo Licenciado en Artes Visuales. Se ha desempeñado en una amplia variedad de técnicas en pintura y escultura, desarrollando principalmente la acuarela, el acrílico, óleo y escultura en cerámica.

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Título: La infancia. Técnica: Tinta china

Título: El final. Técnica: Mixta


Título: El control. Técnica: Mixta.

Título: La maternidad. Técnica: Mixta.

Su obra se ha expuesto en ciudades cómo Tacámbaro, Villa Madero, Pátzcuaro, Uruapan, Morelia, CDMX, Monterrey y en el extranjero en Fresno, California, Las Vegas, Nevada y Pereira, Colombia. Ha colaborado en los colectivos artísticos Kofibreik, Al Cubo, La Plazuela y Génesis. Ha obtenido premios a nivel local, estatal y nacional cómo el concurso de apoyo a proyectos culturales "México, Cultura para la Armonía" 2014, XIX Salón Estatal de la acuarela 2015 y selección en concursos cómo Encuentro Estatal de Pintura y Estampa "Efraín Vargas" y el 2° Premio Centro Occidente de Pintura, Escultura y Grabado "José Tomás Chávez Morado". Donó obra a instituciones cómo la Biblioteca Municipal de Tacámbaro, la Casa de la Cultura "Marcos A. Jiménez", la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Morelia. La Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad Tecnológica de Pereira y recientemente en el Parque Ecoturístico Tata Vasco en Paracho, Michoacán.

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Título: La religión. Técnica: Mixta.


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Título: El hambre. Técnica: Mixta.


LAS IDAS Y VENIDAS AL NORTE EN CAMIÓN Dora María Niniz Romero

El hombre por naturaleza durante toda la historia ha tendido a emigrar por diversas razones, algunas de ellas son por necesidad de buscar las condiciones para estar mejor en diferentes aspectos, como tener un buen lugar para habitar, mejores condiciones alimenticias, buen vestir, o para brindar mejores oportunidades educativas a sus hijos, a lo anterior ahora se suman las migraciones por cuestiones de seguridad personal y familiar a causa de la violencia que ocasiona el crimen organizado donde la inseguridad cada día va en aumento. Lograr estar en un mejor estatus social y económico en la mayoría de los casos en las comunidades rurales o indígenas no es posible, por lo que algunas personas se ven en la necesidad de dejar a sus familias y buscar otros contextos donde haya mejores oportunidades de empleo y por ende las económicas que le permitan vivir mejor. La migración en algunos casos es a ciudades cercanas dentro de su estado, otras al interior y fuera del país, principalmente emigran a los Estados Unidos de Norte América en busca de «los billetes verdes» o del «sueño americano», siendo este el motivo por el que las familias se tienen que separar con el único propósito y la esperanza fija de progresar. «El incremento de la migración es una evidencia contundente de los cambios estructurales de la sociedad y el Estado, que a su ves representan una reestructuración de lo cultural, religioso, educativo y demás. La emigración no es vista entonces como un factor equilibrante, sino de reproducción de la explotación y de la desigualdad entre naciones». Aunque el propósito no siempre se cumple porque algunos no encuentran lo que buscan, aun así, aventurarse al cambio es mejor que no haberlo intentado. Las despedidas siempre son tristes y en los casos en que los familiares se ausentan porque viajan al extranjero son más difíciles, los hijos despiden al papá con un abrazo y apretón de manos, las mamás a los hijos dan su bendición, las esposas a sus esposos con un beso y lágrimas en sus ojos. Los que se ausentan van con la mirada triste, pero con mucho valor porque saben que al llegar a su destino podrán trabajar y enviar dinero para solventar las necesidades más apremiantes de su familia.

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IMAGEN No. 1: La Bandera de Estados Unidos en un establecimiento de venta de comida americana. FUENTE: Imagen propia.


Desde que los migrantes salen de su lugar de origen y arranca el camión en cada parada que va haciendo durante su trayecto rumbo al «norte» se van observando las despedidas al familiar que se va, en algunos casos a los viajantes nadie los encamina, posiblemente porque su lugar de origen dista mucho del lugar donde toman el camión y por falta de recursos económicos para el traslado de los familiares. Durante la ida en el camión se observan diversas situaciones de los pasajeros, desde los que van de visita por el período vacacional, otros por algún acontecimiento especial, los que retornan a su lugar de residencia donde tienen trabajos fijos y los que van de manera individual o en grupos en busca de trabajos temporales. El transitar al interior del país todo transcurre con normalidad, pero al llegar a la frontera se empieza a notar el uso del dólar para la compra de lo necesario, que como es de suponer se ve el abuso en el valor de la moneda americana. A algunos viajeros se les observa limitados de recursos económicos, en las paradas que hace el autobús en las terminales ofrecen café gratuito, algunos pasajeros es lo único que consumen desde la salida hasta su destino final acompañado de un pedazo de pan o unas galletas, otros van preparados para alimentarse un poco mejor por lo que la situación no es la misma para todos, la desigualdad económica se identifica con facilidad. Durante el recorrido el cambio de camiones se hace en orden, los pasajeros no tienen que cargar sus maletas porque hay personas que se encargan de hacerlo y de ordenarlas según su destino. En cada estación mientras las personas esperan para abordar el siguiente camión pueden comprar alimentos y bebidas. Algo que llama la atención son los conductores de los camiones, ya que al pasar la aduana migratoria pasan «el sombrero» para pedir cooperación por la «no revisión» de los equipajes o porque «salió luz verde», esto es incongruente porque el que revisen o no o que salga esta luz no depende de los choferes, por lo que es otra forma de abuso.

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IMAGEN No. 2: Reencuentro del nieto y la abuela en Garbáis, Oregón USA, después de 18 años. IMAGEN: Propia.

Una vez que el camión con los viajantes se encuentra en territorio estadounidense en los puntos donde hace alto para tomar los alimentos se observa la venta de artículos que representan a los diferentes estados de la república mexicana, como llaveros, playeras y gorras con la imagen del calendario azteca o la virgen de Guadalupe, sombreros de charro, botas, huaraches, cinturones piteados, huanengos, dulces, es decir todo tipo de artesanías, todo esto se muestra como una forma tentadora que recuerdan a los viajeros por si olvidaron algún presente para sus familiares o amigos que van a visitar, el problema aquí es que sus costos se ven triplicados al precio real, y lo peor es que el precio es en dólares.


Algo que resalta una vez pasando la frontera entre México y Estados Unidos es la higiene en los camiones, si se observa algún desperfecto o incidencia con el camión de pasajeros de inmediato se resuelve, como el caso de un camión que se dirigía de Paducah Kentucky hacía la ciudad de Chicago, en una de las ventanas se despegó un tramo de la banda protectora de una de las ventanas y en la siguiente parada cambiaron de autobús para mayor seguridad de los pasajeros. Los choferes de los camiones se van cambiando cada cierto tiempo, por ejemplo, quienes inician el viaje terminan su labor una vez pasada la frontera, al interior de Estados Unidos de Norte América para llegar a los destinos de más al norte del país por lo menos otras dos veces cambian de conductor. Así va terminando el recorrido transitando por diversos paisajes, iniciando en Michoacán, siguiendo por Guanajuato, San Luis Potosí, Monterrey y Tamaulipas del lado mexicano, en Estados Unidos inicia en tejas Texas, cuyo paso por este estado parece interminable, de ahí se van separando a diferentes rumbos. Cuando por fin cada uno llega a su destino se observa una gran emoción por el reencuentro, tanto para los visitantes como para los visitados, siempre es grato ver a familiares o amigos que no se ha visto por mucho tiempo. Algunos reencuentros se dan después de cinco, diez, quince o más de veinte años, ver al hermano, a los padres, familiares o amigos después de tantos años es muy grato, conocer a nietos o sobrinos que solo han visto en fotografías, abrazarlos por primera vez despierta una sensación inimaginable. Algunas familias tienen a sus hijos en diferentes estados de la Unión Americana, otros en un mismo lugar, la distancia y la economía hace que muy pocas veces se frecuenten, como el caso de la familia Hernández Niniz, que tres de sus integrantes con sus familias se encuentran en USA, el mayor en Clayton Norte Carolina, el segundo en Paducah Kentucky y el tercero en Chicago Illinois, los dos mayores en situación de «ilegal» el tercero con posibilidades de tramitar su residencia, los padres y el hermano menor radican en Cherán Michoacán, México, y después de diecisiete años se reunió nuevamente toda la familia, papás, hijos, nueras y nietos.

46 IMAGEN No.2: Familia Hernández Niniz reunidos en Paducah Kentucky. FUENTE: Imagen propia. El reencuentro con familiares y paisanos es muy placentero, pero para los migrantes que no son visitados es más triste, cuando miran a un paisano sienten que ven a su mamá, a su hermano o algún familiar, lo abrazan esperando que ese abrazo regrese a su familia y lugar de origen. Así, los días de visita pasan muy rápido, los anfitriones se desviven por brindar lo mejor a sus familiares o visitantes durante su estancia. Los «norteños», invitan a pasear a sus familiares y amigos, los llevan a los mejores lugares turísticos y gastronómicos, resalta la buena economía del país, pero a pesar de ello también se observan indigentes, personas que por azares del destino han quedado en la calle a pesar de ser un país con muchas oportunidades. «Las huellas de la experiencia del cruce fronterizo en el relato de las vicisitudes enfrentadas por los migrantes remiten a las cadenas de significaciones imaginarias desde las cuales los migrantes y sus comunidades van configurando nuevas prácticas sociales, ritualidades y discursos para asignarle sentidos instituyentes al éxito, fracaso, sufrimiento y dolor implicados en la separación, la ausencia y la muerte». Se observa que los latinos han adoptado otras costumbres, creencias y otra cultura, algunos hacen una combinación entre sus raíces y la cultura en la que actualmente se encuentran inmersos. Así, termina la alegría, viene la tristeza con la despedida, la nostalgia de dejar nuevamente a los que se quedan, con la incertidumbre si volverán a verlos, pero con el consuelo de haber disfrutado el reencuentro, aunque haya sido por un corto tiempo. El periodo de visita concluye y los visitantes emprenden el regreso, con la tristeza de dejar a sus seres queridos, los que regresan después de un tiempo de trabajo se les ve con alegría porque verán otra vez a su familia. En la venida se observan algunos abusos nuevamente, iniciando en la frontera para ingresar al territorio mexicano, otra vez el conductor del camión pasa el «sombrero» para pedir una cooperación voluntaria si el botón encendió de color verde, y los de la aduana mexicana en ocasiones aunque sea así de todas formas revisan las maletas, situación que no debería ser así, el personal de aduana buscan la manera de quedarse con lo más


que puedan, sobre todo si ven que llevan ropa, tenis o herramientas nuevas, o aunque sea ropa usada, simplemente por el tamaño del bulto o por lo que llevan les quitan las cosas o les cobran por la cantidad de maletas que llevan. Una vez pasando la frontera al llegar del lado mexicano suben algunas personas a los camiones para la compra de dólares a un costo muy bajo, sabiendo que ya en territorio mexicano se va a requerir la moneda nacional, este es otro de los abusos, algunos lugares donde para el camión para tomar alimentos también venden muy caro, aunque no todos hayan ido a trabajar se cree que todos traen muchos dólares.

IMAGEN No. 3: Abordando el camión de regreso a México, desde Marion Tennessee rumbo a Morelia Michoacán. FUENTE: Imagen propia.

En fin, así termina la odisea de quienes van de visita o trabajar en el norte, entre alegrías, tristezas y algunos abusos por parte de quienes se dicen estar al servicio del pueblo, pero todo sacrificio vale la pena, por un futuro mejor, o por ver, aunque sea por unos días a los familiares que se encuentran en los UNITES ESTATES.

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BIBLIOGRAFÍA JACOBO Albarrán María de Lourdes, Roberto Manero Brito, La migración: Una institución, Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 15, núm. 1, enero-abril, 2010, pp. 159-181, Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología. https://www.academia.edu/10152814/Redalyc.LA_MIGRACIÓN_UNA_INSTITUCIÓN


The Day After the Rape Summer Lewis

The day after the rape the woman enters her office, deposits her belongings on her desk, walks into the women’s bathroom, locks the door, moves to the farthest corner of the room, crouches low, collapses into a fetal position and presses herself tightly against the wall. Eyes squeezed shut – feeling for a brief second the relief of a mind wiped clean. The minutes stretch out. She stays there as long as she dares. Until it will be noticed. Until her co-workers will come looking for her. She stands up, adjusts her clothing, moves to the mirror and smooths her hair — staring vacantly at the reflection of a woman she no longer recognizes. Finally, she unlocks the door and steps into the airless colorless battle zone which is now her life. For years she lives like a hot house flower under a glass dome, cut off from the world – breathing her own recycled oxygen, drenched in her own sweat — the only sound, her own labored breathing. When they will let her, she narrows her view to that which is directly in front of her – a raindrop, the tip of a sharpened pencil, the tiniest petal of a flower. These things fill up her brain, pushing out all the rest — the voices talking at her, questions people ask, memories, thoughts, the future. Then one day, many lost years later, the woman feels a tiny spark of warmth return to her body. Her eyes begin to recognize beauty again. She surprises herself and laughs. As time goes on, her limbs release and unfold. The tight coil in her mind loosens.

48 She absorbs moisture through her skin and expands like a sponge. Oxygen moves into her lungs, so she can breathe deeply again. Tiny windblown seeds, deposited in her body at her birth, begin to sprout and unfurl their leaves. Surprising chartreuse and orange sunflowers bloom within her. New blood courses swiftly through her veins and she can feel the gentle receptive heart of a woman begin to beat again. On a whim, she steps outside and turns her face to the sun.

What happens after a rape? Rape is like the sound of the gong. There is the «hit» and then the life destroying impact can radiate outward for generations. After a rape, it can be a herculean, and sometimes impossible, effort to «recover» from the dehumanization. On average, there are 321,500 victims (age 12 or older) of rape and sexual assault each year in the United States. The impact on the lives of the victims is grave. 33% of women who are raped contemplate suicide. 70% of rape victims experience moderate to severe distress, a larger percentage than for any other violent crime. People who have been raped are more likely than the general public to use drugs and are more likely to have difficult relationships with family, friends and coworkers. https://www.rainn.org/statistics/victims-sexual-violence.


El día después de la violación Summer Lewis

El día después de la violación, la mujer entra en su oficina, deposita sus pertenencias en su escritorio, entra en el baño de mujeres, cierra la puerta, se mueve hacia el rincón más alejado de la habitación, se agacha, se desploma en posición fetal y se presiona con fuerza contra la pared. Los ojos se cerraron con fuerza, sintiendo por un breve segundo el alivio de una mente limpia. Los minutos se alargan. Ella se queda allí mientras se atreva. Hasta que sea notada. Hasta que sus compañeros de trabajo vengan a buscarla. Se levanta, se ajusta la ropa, se mueve hacia el espejo y se alisa el cabello, mirando fijamente el reflejo de una mujer que ya no reconoce. Finalmente, abre la puerta y se adentra en la zona de batalla incolora sin aire que ahora es su vida. Durante años vive como una flor de casa caliente debajo de una cúpula de cristal, aislada del mundo, respirando su propio oxígeno reciclado, empapada en su propio sudor, el único sonido, su propia dificultosa respiración. Cuando la dejen, reduce su vista a lo que está directamente delante de ella: una gota de lluvia, la punta de un lápiz afilado, el pétalo más pequeño de una flor. Estas cosas llenan su cerebro, expulsando todo el resto: las voces que le hablan, preguntas que la gente pregunta, recuerdos, pensamientos, el futuro. Entonces, un día, muchos años perdidos después, la mujer siente una pequeña chispa de calor que regresa a su cuerpo. Sus ojos comienzan a reconocer la belleza de nuevo. Ella se sorprende y se ríe. A medida que pasa el tiempo, sus extremidades se liberan y se despliegan. La bobina apretada en su mente se afloja. Ella absorbe la humedad a través de su piel y se expande como una esponja. El oxígeno se mueve a sus pulmones para que pueda respirar profundamente otra vez. 49 Las diminutas semillas arrastradas por el viento, depositadas en su cuerpo al nacer, comienzan a brotar y desplegar sus hojas. Sorprendente el verde lima, el naranja y girasoles florecen dentro de ella. Los nuevos cursos de sangre corren velozmente por sus venas y ella puede sentir que el corazón suave y receptivo de una mujer comienza a latir de nuevo. Por un capricho, ella sale y vuelve la cara hacia el sol.

¿Qué pasa después de una violación? La violación es como el sonido del gong. Está el «golpe» y luego el impacto que destruye la vida puede irradiar hacia afuera durante generaciones. Después de una violación, puede ser un esfuerzo hercúleo, ya veces imposible, de «recuperarse» de la deshumanización. En promedio, hay 321,500 víctimas (de 12 años o más) de violación cada año en los Estados Unidos. El impacto en la vida de las víctimas es grave. El 33% de las mujeres violadas contemplan el suicidio. El 70% de las víctimas de violación experimentan angustia de moderada a grave, un porcentaje mayor que para cualquier otro delito violento. Las personas que han sido violadas son más propensas que el público en general a usar drogas y tienen más probabilidades de tener relaciones difíciles con familiares, amigos y compañeros de trabajo. https://www.rainn.org/statistics/victims-sexual-violence.


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Summer Lewis

All This Useless Beauty / Toda esta belleza inĂştil. Mixed media collage / collage en tĂŠcnica mixta.


Sección - José Reyes Rocha

LOS ADOLESCENTES

Mayra Edith Lemus Chávez [1]

La palabra »adolescente» significa, «el que todavía no es». Tiene la misma raíz que el verbo adolecer, o sea carecer, o tener en falta.[2] La adolescencia se puede considerar como un periodo de tiempo, que los individuos necesitan para considerarse autónomos e independientemente sociales, se inicia con los cambios corporales y puberales o la anticipación de estos; y es la respuesta psíquica y social originada por dichos cambios. Su duración es variable en las diversas culturas e individuos; en nuestra cultura constituye un período largo, ya que las condiciones socioculturales exigen una preparación y un aprendizaje prolongados para poder incorporarse a la vida adulta; pues en su terminación se sugiere con la entrada a ésta; sin embargo, es controversial la terminación, pues en realidad no se sabe con exactitud La adolescencia coincide con el comienzo de la pubertad, (del latín pubertas de púber: adulto), que es el proceso que conduce a la madurez sexual. Se define como una etapa en la que los órganos sexuales primarios inician su madurez y empiezan a aparecer los secundarios; y se puede considerar como un fenómeno biológico por el cual el cuerpo experimenta una serie de transformaciones sexuales que permiten la procreación. Por tanto es una transición en el desarrollo del niño a adulto. La pubertad y adolescencia son dos términos que a veces se confunden, esto es debido a que, ambos conceptos están estrechamente unidos, puesto que ambas coinciden con su inicio y no se sabe con exactitud su terminación. Pero la gran diferencia entre una y otra, 51 es que en la pubertad se descubre el sexo y durante la adolescencia se ponen en práctica los descubrimientos anteriores, aquí, aparecen las fantasías sexuales. A diferencia de la pubertad que es universal, no todos los seres humanos atraviesan por la adolescencia, pues esta se encuentra relacionada principalmente con el tipo de cultura al que cada individuo pertenece. El adolescente busca su identidad y sentido de la vida. Esta elaboración de la propia identidad, que adquiere a menudo para él adolescente caracteres dramáticos, con alternancia de un idealismo en sus planteamientos y emociones y una visión utópica de la realidad, le suele poner en situaciones de rebeldía permanente, hecho que le posibilita autoafirmarse en su diferencia y la formación paulatina de su propia personalidad.[3] Durante el período de la adolescencia los jóvenes sufren crisis, debido a tanto cambio que están viviendo en ese momento, estos cambios son los más fuertes y rápidos en la vida de cada persona; ya que el paso de la infancia a la adolescencia está marcado por cambios físicos, biológicos, emocionales, y sociales. Todo ello implica una serie de reajustes en la vida de los adolescentes, tanto al interior de ellos mismos, como en las relaciones sociales con los demás, imponiendo un cambio de rol frente al mundo exterior, y como el exterior se lo exige, es vivida esta exigencia como una invasión de su personalidad, por tanto puede sufrir crisis. Pues todo lo que aprendió de niño en su adaptación social ya no le es útil, debido a que el mundo externo y él mismo exigen un cambio en su personalidad. Una de estas crisis es la de identidad, pues una de las necesidades de mayor relevancia en esta edad es descubrir quién es, ésta interrogante los obliga a buscar modelos que puedan imitar como por ejemplo, los artistas; es cuando decoran todo su cuarto con fotografías, posters, recortes de revistas, en fin, todo lo referente a su ídolo al que adoran y no se pierden ningún concierto o presentación de él. Ven en ese artista artículos que les gustaría tener; prestigio, reconocimiento, fama.[4]


No todos los seres humanos viven la adolescencia de la misma manera, pues algunas personas viven crisis más fuertes que otras, como menciona Erikson: en algunos Jóvenes, en algunas clases, en algunos periodos de la historia, la crisis de identidad se presentará sin el menor ruido; en otras personas, clases y periodos, la crisis estará claramente señalada como un período crítico, una especie de segundo nacimiento, institucionalizándolo mediante ceremonias, o intensificado mediante la disputa colecta o el conflicto individual.[5] Debido a tanta confusión, se da la introspección, que consiste en la capacidad del individuo para ensimismarse y tener conciencia de sí mismos, es una búsqueda dentro en un proceso que le permita encontrar su individualidad. Pues, la adolescencia, al ser un periodo crítico, en la que se experimenta tanto cambio, puede ocasionar en la persona, sentimientos de inseguridad y cuestionamientos de identidad, motivados por el hecho de haber dejado de ser niño sin llegar a ser adulto y a veces agravados por la actitud de muchos padres a quienes les es difícil aceptar que sus hijos están convirtiéndose en adultos. Todo ello lleva a los adolescentes a tener conflictos de tipo emocional con ellos mismos y con lo demás, en especial con sus familiares, por tanto recurren a la introspección. La personas que tienen trato con los adolescentes, ya sea porque trabajan en una escuela secundaria o simplemente tiene de una u otra manera trato con ellos, pueden observar cuando el adolescente esta pasando por la introspección, pues se alejan de las demás personas y evitan hablar de lo que les gusta o les disgusta, mostrando un desinterés por lo que los rodea. El carácter cambiante de los conocimientos que tienen los adolescentes de los fenómenos sociales que ocurren a su alrededor, tienen estrecha relación con la ambición y la angustia, manifestaciones que tiene por elemento común la expectativa. En uno y en otro caso, el individuo se mantiene alerta, en acecho y en tensión. Con frecuencia el adolescente recela de sí mismo, no tiene fé en sus fuerzas, desconfía de sus recursos, se cree derrotado y se anticipa al fracaso, pero afortunadamente este sentimiento no es permanente, el conflicto entre la aspiración a superarse y el temor a no encontrar en sí mismo las fuerzas adecuadas para lograrlo, imprimen en su conducta un carácter rebelde, desesperado y turbulento. Si observamos a los adolescentes, y sobre todo en la escuela secundaria, a la cual también se denomina segunda enseñanza, enseñanza secundaria, enseñanza media, es la que tiene como objetivo capacitar al alumno para proseguir estudios de preparatoria o bien para incorporarse al mundo laboral; entre ellos encontramos con frecuencia amistades entre varios de ellos, los cuales están determinados por la personalidad en sus intereses e inclinaciones; los juicios de los adolescentes para los más populares y los impopulares de la clase van de acuerdo con las apreciaciones siguientes: belleza física, cualidades morales, capacidad intelectiva, carácter y trato. Así surgen los lideres que los solidarizan para las travesuras, para las actividades positivas de clase, cada uno responde por todos se ayudan y luchan para que su grupo se diferencie de las otros grupos. Hay líderes muy buenos como puede ser el deportista, el mejor de la clase, pero, algunas de las ocasiones los líderes son adolescentes rebeldes, groseros, que no les gusta la escuela, sin embargo tiene muchos seguidores aún que su influencia es negativa, es entonces 52 donde comienza el problema es que todos ellos empiezan a tener mal comportamiento, y en muchas ocasiones también baja su rendimiento escolar. Debido a lo expuesto anteriormente, el comportamiento de los adolescentes en la escuela, deja mucho que desear. Para José Manuel Villalpando, el comportamiento es la actuación de un sujeto. Y representa el ejercicio de la autonomía personal, de la posesión de una capacidad para autodeterminar, cada uno, sus acciones, pues el propósito del sujeto se plasma en acciones controladas por la voluntad, siendo consecuencia de un reconocimiento previo, de una disposición afectiva anterior a la actuación.[6] La misma presencia de los adolescentes en el medio escolar, representa una modalidad especial de organización de su personalidad, ya por las variadísimas influencias que recibe, ya por la forma como las asimila y responde a ellas. Pero en muchas ocasiones lo asimila y responde de una manera negativa. El comportamiento negativo da como resultado una falta de disciplina en la escuela. Entendida como disciplina escolar la obligación que tienen los maestros y los alumnos de seguir uncódigo de conducta conocido por lo general como reglamento escolar, del cual cada escuela secundaria cuenta con uno. Por tanto el objetivo de la disciplina escolar es el respeto que el alumno debe tener por el profesor y la forma que tiene la escuela de mantener el orden, la seguridad y el trabajo armónico de la educación dentro de la institución educativa. Señala Carneiro Leáo, que etimológicamente, disciplina es educación; y disciplina puerilis, educación de los niños, de los jóvenes. Por lo tanto debe haber relación entre disciplina y educación. Y en la educación de la adolescencia la disciplina es un problema. Los adultos sabemos que la disciplina es capacidad de autodominio y fuerza de voluntad en función de lo que deseamos, de aquello que queremos evitar, o de lo que reconocemos como una necesidad. Así podemos decir que actuamos disciplinadamente cuando hacemos lo que debemos hacer, pero sin tomar en cuenta lo placentero o difícil que pueda resultar, pero los adolescentes no lo entienden así. Generalmente, asocian la disciplina a tareas que no quieren hacer porque son difíciles, incomodas y, sobre todo, porque no tienen suficiente sentido para ellos, sin embargo al observarlos en sus juegos y en lo que les gusta y entusiasma, podemos comprobar que son capaces de dominio y fuerza de voluntad.[7]La falta de disciplina señalada anteriormente nos da como resultado la indisciplina; la cual dentro del contexto escolar es considerada como todas las acciones que contraigan las normas del reglamento escolar que se encuentre vigente en ese momento


en la escuela. La indisciplina es la pérdida del respeto por la norma, al interior de la institución educativa; en este caso el reglamento escolar. En la actualidad es la indisciplina un problema en las escuelas secundarias, pues la violencia, la influencia de los líderes adolescentes, y los modelos negativos en algunos medios de comunicación son absorbidos por los adolescentes. Además el ambiente familiar, el interés de los padres y las relaciones familiares parece tener una influencia importante en los resultados escolares de los adolescentes. De acuerdo al ambiente cordial de comunicación y afecto que predomine en el hogar, dependiendo del grado de respeto, cortesía o bien si existe incomunicación, agresiones físicas o verbales, desintegración familiar; ello se va a ver reflejado en el comportamiento del adolescente en la escuela; puesto que el hogar es el primer lugar donde se enseña el respeto, a no molestar a las personas con apodos o bromas pesadas, entre otras formas de respeto o falta de él, y las cuales son aprendidas por los adolescentes y llevadas a la escuela. Pues son los padres los primeros educadores en todo ser humano. Además de iniciar la formación del niño, la continúan en correlación con los demás. El hogar tiene una influencia importante en el comportamiento del adolescente, de acuerdo a las relaciones que lleven en la familia y la comunicación que en ella exista. La diferencia de los tipos de influencia, es importante en el contexto del grupo de compañeros adolescentes, puesto que, como ya se mencionó, si cierto número de jóvenes pasan tiempo juntos y quedan metidos en alguna forma de comportamiento antisocial, es lógico pensar que influyerón de manera directa de los miembros del grupo. Pero también existe o se pueden dar las influencias 53 indirectas. Son diversas las clases de influencia que conducen a un determinado tipo de comportamiento del adolescente, ya que se encuentra muy vulnerable, aunque aquí hay que ver que unos son más que otros a determinado tipo de presión. Por ejemplo la familia, la televisión, e inclusive la escuela enseñan a los individuos a comportarse de una forma que considera típica de cada sexo, y ello induce a que cada persona asuma su rol. La adolescencia se percibe como un período tormentoso y emocionalmente agresivo, llena de enfrentamientos entre los adultos y los jóvenes, y con más frecuencia dentro de la familia; desde un punto de vista social, es considerada sujeta a sobre carga y tensiones, no tanto por la inestabilidad emocional interna, sino más bien debido al resultado de presiones conflictivas procedentes del exterior. Cuando se habla de adolescencia, la rebelión es la primera forma de comportamiento que viene a la mente. En relación con el maestro, el admirado se convierte durante algunos meses o años en el ideal y el modelo para la propia conducta del alumno. Pero también puede tener el que no le agrade; y entonces trate de molestarlo con una conducta rebelde,


conflictiva o de enfrentamiento. El profesor de secundaria en muchas ocasiones es, psicólogo, amigo, orientador del adolescente, debido a las circunstancias que se presentan. La escuela secundaria coincide entonces con esta etapa tormentosa de sus alumnos, en donde ellos necesitan mucha dirección; los años de secundaria coinciden con los mayores cambios en el desarrollo de niños y niñas; cambios hormonales que traen consigo la aparición de las llamadas características sexuales secundarias, vello púbico, modificación de la voz, crecimiento de los senos, entre otras. En ella el individuo va a vivir los años más duros de la crisis de la adolescencia, como son: los fenómenos de la sexualidad, la crisis de identidad, la introspección en busca del yo, la crisis religiosa y de autoridad. Los problemas de comportamiento se dan con frecuencia en los adolescentes dentro de la escuela secundaria, la cual aumenta día con día en las acciones escolares de los adolescentes, y son de diversa índole. Entre las que encontramos violencia física y verbal, no entra a clase, faltas de respeto, riñas, daños materiales a la institución o a los autos de los maestros, ya sea por maldad o bien, por juegos de diversa índole, uso inadecuado del vocabulario por medio de palabras altisonantes, no portar el uniforme correctamente, entre otras. Ya que los adolescentes de hoy no son, ni actúan, ni piensan, ni se divierten como los adolescentes de ayer; porque la vida, en todos sus aspectos, es distinta y ofrece panoramas cada vez más diversos y cambiantes, pero se puede decir que al mismo tiempo problemáticos. En la escuela secundaria, la educación es también vida, esto es, crecimiento, expansión y perfeccionamientos individuales en todas sus modalidades; física, mental, moral y social.[8] Al presentarse tanto cambio puede sobrevenir la angustia, los años de secundaria son especialmente conflictivos, pues los cambios físicos, mentales y emocionales, suponen una serie de desajustes, para los que el individuo todavía no tiene el cúmulo de experiencias que le permitan poder manejarlos y, sin embargo si tienen ya a su alcance, por el actual contexto social, la posibilidad de cometer actos de los que pueda llegar a arrepentirse. A estos cambios se suman también las diferencias entre la escuela primaria y la escuela secundaria de un sistema en el que los niños tienen, en las mayoría de los casos, una sola maestra o maestro por año, se pasa al maestro (a) por materia y ello ocurre, precisamente, cuando más falta hace una mayor vinculación maestro-alumno, pues son los años en que los adolescentes, justamente por estar experimentando tantas transformaciones, tienen como principal inquietud comprenderse así mismos, adivinar sus cuerpos, sus sentimientos, las relaciones con su familia, con sus compañeros y, en general, con el mundo.

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[1] Morelia. Licenciada en Derecho, UMSNH 2001, Docente. [2] Psicología infantil y juvenil, adolescencia 2, Océano, CURELL Guerra Jordi et al, España, P.-119 [3] Ciencias de la Educación, aula Santillana, SANCHEZ Cerezo, Santillana, México. 1995. [4]MORENO, Kena, como proteger a tus hijos contra la droga, SEP, Centros de integración Juvenil, 1999. [5] ERICKSON H. Erik, Sociedad y Adolescencia, siglo veintiuno editores, México, 2002. [6] VILLALPANDO, José Manuel, Manual de Psicotécnica Pedagógica, p.-131.


PEDAGOGIA HOSPITALARIA Contextos y Experiencias

Dentro del texto que la Autora, expone y da a conocer: «se toca uno de los aspectos de la Educación Especial más intensos dentro de la vida de un docente: el trabajo en situación de Hospital, la mayoría de las veces con niños en etapas terminales, con la consecuencia de saber que muy probablemente los aprendizajes que ellos adquieran no serán aplicados ni practicados en un ambiente que podamos nombrar regular o normal, pese a esto el deber es continuar con la labor en un afán de dar calidad de vida, de hacer sentir en los chicos que nada termina hasta que desaparece el último aliento…» La pedagogía hospitalaria en el espacio educativo, se considera «… una rama diferencial de la pedagogía, encaminada a desarrollar procesos pedagógicos con personas en situación de salud disminuida que deben permanecer en ámbitos hospitalarios, domiciliarios y/o regulares por diferentes periodos de tiempo.»

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También se piensa La pedagogía hospitalaria, como: »… la implementación y desarrollo de un sistema educativo que cubra las necesidades de los niños, niñas y jóvenes en edad escolar que, por razones de enfermedad, accidentes o convalecencia, permanecen largos periodos hospitalizados y no pueden asistir al sistema formal de educación» Presentación. Algo inusual en el ser humano es relacionar de manera directa la vida con la muerte y sobre todo pensar que una es consecuencia de la otra, sin embargo, siempre estamos en constante sometimiento a la sensación de espera y de miedo, esto nos lleva a evitar todo aquello que pueda lastimarnos. > Diseño de portada: Alejandro Delgado.


LA EDUCACIÓN CONTINUA

Paulina Munguía Suarez [1] > Como docente en Educación Especial, se pueden conocer casos muy severos en cuanto a situación de discapacidad, de Necesidades Educativas Especiales, o de Barreras para el aprendizaje, pero nunca estaremos preparados para recibir la noticia del deceso de un pequeño que ha transitado a nuestro lado una parte del camino educativo; no se puede evitar sentir dolor y frustración ante situaciones que están fuera de nuestro alcance o de nuestra lógica de entendimiento.

La educación constituye uno de los pilares más poderosos y fundamentales, que dan estructura a las sociedades y que contribuyen en el desarrollo integral del individuo. Es entonces, la educación, un proceso en el que se vinculan varios factores, que partiendo de sus funciones propias, convergen para conformar un sistema de vida, con objetivos e ideologías que cimientan una cultura y la distinguen de las demás. La educación también es un proceso que se va dando de un modo gradual, pues un nivel alcanzado nos lleva a otro, y es en este momento, Dentro del texto que la Maestra Ofelia Patricia Quintana Barrera donde la educación necesita una continuidad. expone, se toca uno de los aspectos de la Educación Especial más intensos dentro de la vida de un docente: el trabajo en La educación promueve el desenvolvimiento del individuo, es situación de Hospital, las mayoría de las veces con niños en etapas una actividad que guía, que orienta, que forma y que trata de terminales, con la consecuencia de saber que muy probablemente integrar al hombre con su naturaleza y su entorno. La educación los aprendizajes que ellos adquieran no serán aplicados ni continua, es una puerta que permite al docente capacitarse, practicados en un ambiente que podamos nombrar regular o actualizarse y profesionalizar su quehacer educativo; así como normal, pese a esto el deber es continuar con la labor en un afán construir un nuevo paradigma que establezca un proceso de dar calidad de vida, de hacer sentir en los chicos que nada metodológico de enseñanza-aprendizaje, en pos de lograr un termina hasta que desaparece el último aliento. aprendizaje significativo en el educando. El propósito de la

56 Al leer la experiencia de la Mtra. Ofelia Quintana Barrera, no se educación continua subyace en la necesidad de mejorar el puede evitar traer a nuestra memoria recuerdos de prácticas vividas si bien no en situación de Hospital, si en etapas terminales o en casos atendidos de discapacidad que presentan una progresión y finalmente la muerte, como es el Síndrome de Rett y en muchos casos la Fibrosis Quística, niños y niñas que aun estando en ambientes escolares regulares pasan a estar en centros de Educación Especial atendidos por docentes con mayor sensibilidad y capacidad de empatía a la situación que presentan.

José Reyes Rocha

contexto histórico social, político, cultural y económico al cual se pertenece. Para ello, es importante mencionar que existen tres tipos de Educación: La formal, la no formal y la informal. La educación formal hace referencia a los ámbitos de las escuelas, institutos, universidades, módulos; mientras que la no formal, se refiere a los cursos, academias entre otras, y la informal es aquella que se adquiere a lo largo de la vida en contacto con nuestro entorno y los diversos grupos sociales en los cuales nos desenvolvemos. Podemos ubicar la educación continua, dentro de la educación no formal, ya que da la posibilidad de continuar formándose en un ámbito más flexible y que permite el desarrollo de las competencias, para contribuir a la educación permanente del individuo con el propósito de promover una educación de excelencia, y comprometido con el bienestar y autorrealización del individuo, que se vea reflejada en la sociedad. La educación continua, propone la vinculación entre docencia e investigación, la necesidad de actualización y capacitación surge del compromiso docente de superar sus propias limitantes y crear proyectos académicos que innoven y transformen la situación académica existente.


Con esto, se pretende elevar el pensamiento crítico en el alumno, pues existe la necesidad de romper el esquema de que es el profesor quien manifiesta su punto de vista sobre los contenidos de las materias a estudiar, se trata de mejorar profesionalmente el trabajo docente dentro y fuera de las aulas, se trata de contribuir con reflexiones, con propuestas, tomando en cuenta que la investigación es la base de la educación continua.

Todos hemos escuchado hablar de aquellos maestros que poseen un acervo de conocimiento incalculable, pero que no lo logran comunicar algo y mucho menos motivar o inquietar a sus alumnos para que se interesen en los temas a investigar; sin embargo, el hecho de saber demasiado, no tiene que ver con la capacidad de estimular al estudiante para que aprenda, tampoco es necesaria la erudición para que el contenido de una materia sea significativo De esta manera, se permite que se genere un conocimiento y llamativo para el alumno, no por ello se quiere decir que no sea pedagógico propio, se pretende que participe el profesorado enimportante dominar los temas a enseñar; lo que se pretende es el diseño y la gestión de su propia formación partiendo de su analizar si esta clase de antecedentes por sí solos bastan, para situación de necesidades reales, con ello se intenta crear la considerar a alguien, un buen profesor. autonomía del docente para aprender, y concientizarle de su quehacer en el despliegue de sus competencias intelectuales yHay individuos con una personalidad extraordinaria para enseñar, metodológicas, para producir un pensamiento científico y práctico. algunos estudiosos consideran que tal vez esto lo traen en los genes, otros, consideran que esas capacidades pueden ser Existen tres conceptos que se mencionan dentro de la educación desarrolladas, y si adquieren los elementos básicos, tal vez continua, que bien valdrían la pena definir: Capacitación, adquieran una gran potencialidad como maestros. Actualización y Profesionalización. Aún y cuando un individuo está dotado de aptitudes para la La capacitación, es la iniciación o preparación concreta para el enseñanza, es necesario que éste, las continúe ejercitando, porque cumplimiento de una tarea, generalmente se evalúa a través de incluso en estos casos, se necesita ayuda para seleccionar e 57 test o exámenes o bien, mediante la ejecución de una situación interpretar los conocimientos fundamentales y que sean aplicables real.[2] para las necesidades del maestro y por ende del alumno. La actualización, es un término usado para significar la necesidad continua de puesta a punto de formación del profesorado y equivalente, por tanto, a perfeccionamiento; igualmente se aplica al concepto para indicar la necesaria tarea de ajuste de objetivos y contenidos o programas de la enseñanza afines, demanda motivación, exigencia social, evolución científica entre otros.[3]

¿Puede entonces el docente ser partícipe de la transformación de un individuo?, esa es una de las tantas funciones de la educación, de crear inquietudes en el estudiante, de impulsarle para que éste cuestione, aprenda a pensar, proponga y sea capaz de estructurar sus propios argumentos. Ya que es una realidad que la mayoría de los estudiantes aprenden a repetir una considerable cantidad de información. Lo que significa que no hay una comprensión, ni La profesionalización de las ocupaciones es, por un lado, un reflexión para aplicar esos conocimientos. Por ello, en el proceso proceso de racionalización, y hasta de formación de las actividades educativo intencional, la enseñanza debe ser dialéctica entre el existentes, y por otro les suministra envoltura institucional que docente y el alumno. conlleva así mismo un carácter de legitimación.[4] En efecto, no se puede culpar del todo al profesor por las Debemos analizar y hacer nuestros, estos conceptos, pues es aquí deficiencias de la educación, ni a las escuelas, ni a los consejos de donde parte el papel de la educación continua del docente, y directivos, ya que los problemas educativos son aún más donde se determinan sus funciones, y la manera en la que se complejos y requerirían de mucho tiempo para darles solución. procede a impartir la enseñanza educativa. Ahora bien: Lo que sí se puede hacer, es comprometerse como docente a ¿Qué papel desempeñan los cursos profesionales de educación continuar preparándose para que se tengan más y mejores opciones en la formación de mejores maestros? pedagógicas, en apoyo a los estudiantes, ya que la educación es


un instrumento tan importante que debe utilizarse de la mejor manera posible. Uno de los rasgos característicos de la enseñanza, consiste en motivar la capacidad de activar a los estudiantes, haciéndolos participes de su formación y provocarlos para desaprender, cuestionando sus certezas, sus ideas previas y cultiven mediante la lectura, la escritura y pensamiento critico, para pensar y crear un proyecto de educación continua. Es importante conocer cuál ha sido la formación del docente durante cierto periodo de tiempo, para ello, es necesario realizar un examen diagnóstico que contemple ciertos aspectos que provean de la información sobre la educación del docente, porque de esta manera se sabrá cómo ha asumido las exigencias que se articulan con conocimientos, saberes, procesos de enseñanza, aprendizajes, competencias técnico profesionales, sujetos, cultura, lenguajes y algunos otros aspectos que surgieran en ese mismo proceso de investigación sobre las necesidades.

asesorías y tutorías en este campo y así profesionalizar al personal que labora en las áreas de educación continua de las instituciones de alta cultura.

¿Existe otra percepción de la educación continua? Sí, se denomina Educación Permanente tiene como base de su acción, al hombre total, y como término, al hombre concreto mismo; ya que el ser humano desde que nace hasta que muere sólo es un proyecto, porque nadie es en ningún instante sino lo que está aprendiendo a ser. Desde que el hombre está en el mundo, es tan sólo un proyecto vivo, y la vida se brinda como un programa. El niño es un proyecto de pubescente; el púber es un proyecto de adolescente; el adolescente es un proyecto de adulto. Y el adulto, en realidad, ¿qué es? ¿De qué evidencias, de que verdades o atributos somos los adultos, sino tan sólo el proyecto?[5] De allí la importancia de la Educación Permanente, pues ésta no puede estar circunscrita a los habituales métodos escolarizados…es ampliación del aprendizaje y es reeducación, nos permite ordenar El término educación continúa, es prácticamente nuevo, ya que nuestro tiempo, superar prejuicios, cambiar actitudes. cada institución lo capta y aplica a su manera, y que en poco tiempo se ha visto como una de las principales fuentes de La Educación Permanente es para toda la vida porque su contexto captación de ingresos adicionales a cambio de proporcionar abarca la pedagogía como ciencia de la educación del niño; la capacitación a sus egresados. Ya que la educación continua es neaniscología como ciencia de la educación del adolescente; la una modalidad, dirigida a satisfacer las necesidades de andragogía como ciencia de la educación del adulto y la actualización, o perfeccionamiento de conocimientos actitudes agología como ciencia de la educación en general. y prácticas que permiten lograr una inserción y desempeño laboral de los profesionales, es necesario que sea valorada la importancia de crear programas de educación continua, que en base a las necesidades educativas y formativas de los docentes 58 de las instituciones educativas de educación Superior, que les suministre las competencias necesarias para la mejorar el nivel académico de la sus instituciones, pero sobre todo que les concientice que estamos en una era de globalidad, donde no podemos ignorar que la constante capacitación y actualización no representa un lujo; sino una necesidad de superar nuestras propias limitantes profesionales y personales. Siendo que la Educación es una de las armas más poderosas con las cuales podemos transformar una realidad social, todo aquel en ejercicio [1] Morelia. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Universidad Vasco de su función profesional está obligado a continuar superándose. de Quiroga (UVAQ) 2006, trabaja en la Facultad de Derecho y Ciencias La Educación Continua representa una modalidad flexible en sus programas, contenidos y métodos, de innovación continuada de acuerdo con las necesidades de los diversos sectores y constituyen una alternativa para las Instituciones de Educación Superior (IES), que a través de la actualización de conocimientos ante la velocidad del desarrollo científico y tecnológico actual, permiten fortalecer las actividades sustantivas de docencia, investigación y extensión de la cultura de las IES, a través de la oferta de servicios de calidad,fomentando el desarrollo de redes nacionales e internacionales, para el intercambio de experiencias, colaborando en la ampliación de la oferta de programas, y desarrollo de investigaciones incrementando los servicios de

Sociales de la UMSNH. El Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación « José Ma. Morelos» le otorgó el Grado Académico de Maestra en Pedagogía. [2] Diccionario de las ciencias de la Educación. México: Santillana, 2006, p. 475 [3] Enciclopedia Ciencias de la Educación. México: Euro México, 2004, p.22 [4] Íbid p.530 [5] RODRIGUEZ Ferreyra, Manuel, La educación permanente para convivir con generosidad, Revista «ENS» No. 12, de la Escuela Normal Superior del estado de Michoacán, 1981, Págs.- 19 y 30.


LA HISTORIA EN EL BACHILLERATO Macaria Yazmin Tinoco Guzmán [1] Al vislumbrar algunas cosas que ahora saltan para iniciar una investigación sobre un aspecto que es muy importante, la enseñanza de la historia en el nivel medio superior. En la actualidad se habla de educación integral, acorde al momento actual, basada en un sistema capitalista dentro del cual se funge en el mundo y en el que nuestro país está inmerso. En todo ello, ¿Dónde queda el aspecto social?, ¿La formación humana y cultural?, es decir, ¿Las ciencias sociales? ¿Acaso estas no son parte integral de la educación que cualquier individuo debe tener? Se han escuchado, y los mismos alumnos de cualquier nivel lo repiten, argumentos como que las ciencias sociales deben desaparecer porque no «producen» no hay «retribución» de ellas en el aspecto económico, ¿Para que tendrían que ser importantes? No obstante hay pensadores de la educación que han documentado que a pesar de ello no se deben dejar de lado estos aspectos; que la formación humanística debe permanecer dentro de los planes 59 y programas y sobre todo en la metodología utilizada para trabajar dentro de un aula con personas que en cierta medida están abiertas a obtener un conocimiento. Dentro de las ciencias sociales, hay una parte que está aún mucho más «desprestigiada» y falta de atención y ella es la historia. La asignatura de historia tiene graves problemas, primero la historia en sí, no ha podido lograr legitimarse y por ello mismo, no se le ha dado la verdadera importancia que tiene. Si bien hay diversos historiadores que se han dado a la tarea de tratar esta cuestión, no se ha llegado a nada en concreto, y las discusiones continúan y continuarán hasta que ellos mismos entiendan la función práctica y no sólo teórica de ella. Se podrían citar desde Polibio, historiador griego del segundo siglo antes de nuestra era; March Bloch en el siglo XX, Pierre Vilar, Collingwood, Juan Brom, en fin, una larga e interminable lista de autores que nos pueden explicar y hacer entender el para qué sirve la historia y los fundamentos que tiene para ello. No obstante, las explicaciones que hay están dirigidas a los historiadores, investigadores y, a quien tenga el gusto por esta


disciplina, sin embargo se considera que no hay un enfoque de atención hacia los que «estudian» la historia como una asignatura, como parte de la formación de un individuo, es decir, a los alumnos. Pocos son los profesores que inician un programa con la explicación y justificación del porque de «tener» que estudiar historia, del porque saber de las culturas antiguas, del descubrimiento de América, Guerras Mundiales, personajes, años, fechas, sucesos bélicos, y mil cosas más. Si a ello le agregamos, que la forma en que se ha venido dando la clase de historia se basa exclusivamente en memorización y repetición de todos los momentos históricos sin detenerse a una reflexión, discusión u otras cosas más, la decepción y poco agrado de los alumnos a esta ciencia… es de entender. El medio en que se ha visto lo anterior es en el nivel bachillerato, lo que refleja que estas actitudes se han venido dando desde la primaria y secundaria, donde se presume que se está «dando historia» como algo importante, con prácticas que requieren y deben tener una explicación pedagógica, pero que no son las más óptimas para la enseñanza histórica.

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Tan es así, que aun sin saber que maestro les tocó, como es que da su clase, si maneja la materia, si tiene alguna preparación especializada, cursos de actualización, entre otras cosas, ya de antemano sienten repulsión por la asignatura, lo que demuestra que es una actitud que se viene arrastrando, desde años escolares anteriores. Luego entonces… ¿Quién debe ser el encargado de terminar con esta línea de de equivocadas formas de enseñan historia?... ¿El profesor de preparatoria, el de secundaria, el de primaria, las autoridades pertinentes, el proyecto educativo actual, el enfoque de éste… todos? Dejo entonces, esta reflexión y llamado a todo aquel docente que imparte alguna asignatura de historia, llámese Universal, de México, de Michoacán, del Arte, de la Filosofía y otras, a tratar de entender, en primer lugar, nosotros, la importancia de la historia, de su estudio, de su transmisión y de su utilización en la vida cotidiana para así mismo transmitirla y darle la verdadera importancia que tiene ésta en la preparación del individuo y así erradicar todas esas ideas equivocadas que sobre la materia de historia existen.

[1] Macaria Yasmin Tinoco Guzmán. Profesión: Licenciada en Historia. Facultad de Historia de la UMSNH. Docente en Educación Media Superior.


LA ESCUELA LANCASTERIANA 1A. TRANSFORMACIÓN EDUCACIONAL EN MÉXICO (1 de 4)

José Reyes Rocha[1] Introducción. El presente texto, es parte de un documento que pretende ser, ya terminado, una indagación que dé cuenta de la forma en que se institucionalizó la escuela lancasteriana en México y América Latina en el siglo XIX, después de 300 años de Coloniaje Español, y a distancia de 200 años del Bicentenario del inicio de la Independencia y Centenario del inicio de la Revolución, así, que: A principios del siglo XIX la población de la Nueva España se componía de »quince mil españoles, un millón cien mil blancos mexicanos, tres millones y setecientos mil indios, y un millón y trescientos mil mestizos, negros, mulatos y castas.» [2] La Conspiración de Valladolid. 1809. «Cuna ideológica de la lucha insurgente» Al amanecer del siglo decimonono en la Nueva España, los americanos no podían expresar sus opiniones políticas en forma abierta respecto a la administración de los peninsulares, es decir de la corona española, so pena de ir a la a cárcel o al exilio. En estas circunstancias la oposición en su intento por organizarse, se soterró y se diseminó por las principales ciudades, villas y pueblos del centro del virreinato. Entre 1809[3] y 1810, se organizó una amplia red de «conjurados». Un grupo de ellos fue descubierto en la ciudad de Valladolid, bajo el liderazgo de Mariano Michelena, José María Obeso y fray Vicente de Santa María. Los conspiradores terminaron en prisión, pero la conjura renació en la ciudad de Querétaro, puntualmente en la casa del corregidor, don Miguel Domínguez, y su esposa Josefa Ortiz. Descubierta la conspiración el 15 de septiembre, fueron aprendidos un grupo de conjurados, Doña Josefa tuvo la oportunidad de avisar de lo ocurrido al cura Miguel Hidalgo y al capitán Ignacio Allende. Hidalgo, Allende y Juan Aldama, ante la imposibilidad de movilizar sólo a las milicias provinciales, de acuerdo al proyecto político de 1808, donde se expresaba con claridad el ideario autonomista en el cual se planteaba la posibilidad de independizar a México, pero dentro de un proyecto político-militar que incluía sólo a élites locales y las milicias provinciales, los insurgentes tuvieron que 61 armar a los fieles de la parroquia de Dolores, que en su mayoría no eran militares, sino familias enteras que acompañaban al caudillo, las multitudes llegaron a integrar hasta cien mil personas en su caminar hacia la ciudad de México. Los jefes insurgentes no mencionaron la independencia. La insurrección popular expresaba distintos intereses: algunos americanos apostaban por la independencia; otros se inclinaban por la «autonomía». La posibilidad de sustraerse de la tutela española dentro de la monarquía, era otro sentir; la separación de las provincias del gobierno de la ciudad de México o el supuesto apoyo al Fernando VII. Así se inició el movimiento de Independencia en nuestro país, al igual en las demás colonias españolas de lo que ahora se denomina América Latina y el surgimiento de sus nacionalismos entre 1808 y 1826. En este tiempo de espacios y momentos diferentes la propuesta de educar bajo el sistema lancasteriano traerá la construcción e incorporación de nuevas prácticas discursivas en un espacio simbólico, donde el hablar y escribir producirán el discurso de la nueva sociabilidad, los emblemas y la situación histórica concreta que movilizan al hombre a la acción. La apertura de estas nuevas prácticas discursivas, parece similar a la fundación de cualquier empresa científica. La iniciación de una práctica discursiva es heterogénea con respecto a sus transformaciones ulteriores, es explorar un número de ampliaciones posibles. Cuando se piensa la educación en México y Latinoamérica al despertar el siglo XIX, pareciera que el único rumbo cierto,- en un contexto de poder destructor de las guerras de independencia- era la instrucción popular, ejemplificada por las bondades de la escuela lancasteriana, la cual propiciaba condiciones adecuadas para ofrecer de parte de los libertadores a la población un acceso a la cultura a través de la enseñaza de la lectura, la escritura y aritmética, cambiando el papel por arena; las plumas por los dedos de los alumnos, ellos escribían en la mesa de arena; un solo instructor auxiliado por monitores, quienes vigilan el aprendizaje de sus compañeros, todo ello en una aula en la cual se atendían a cientos de niños o de niñas. En un momento en que se carecía de todo principalmente de la educación para las mayorías, lo que ahora, los políticos denominan las masas, el pueblo, la gente.


Grabado: Compañía Lancasteriana en 1811. La escuela lancasteriana se enmarcó en una nueva filosofía de la educación y de gran impacto social su método pedagógico, el de ayuda mutua. La articulación entre la nueva corriente filosófica de la educación y la escuela lancasteriana, tiene su origen en el 62 movimiento de la escolarización de las mayorías derivado de la corriente de pensamiento denominada: utilitarismo. »el mayor bien para el mayor número»[4] recordemos que la educación trabaja con aquello que el poder quiere divulgar y la escuela lancasteriana aparece como el medio ideal para la instauración de la primera escuela de la modernidad en el siglo donde México y Latinoamérica logran crear las primeras instituciones educativas otros le llaman primeras Reformas o las Escuelas de la Patria, con un entusiasmo donde todo estaba por hacer, empezando por los Estados-nación, en un momento postindependentista. Lancaster no sólo impulsa la cultura a través de su método, sino crea las condiciones para pensar la Nación y el nacionalismo en cada región de América. La escuela lancasteriana, que en diferentes fechas y momentos se despliega en América en base al método mutuo de Joseph Lancaster, en esta idea, debemos de reconocer que fue Simón Bolívar quien contacta a Lancaster, al visitar su escuela en Londres en 1810; prometiendo enviar dos jóvenes de Caracas, para conocer y aprender el sistema bajo la asesoria directa de Lancaster, cuando el dilema político de las nuevas naciones se caracterizaba por la instauración entre gobiernos fuertes o gobiernos representativos, poder central o poder federal, conservadores o liberales, ejecutivo fuerte o acotado por otros poderes. Doscientos años han sido un largo transcurrir, para la búsqueda de pesquisas y comparar la persistencia del método mutuo de la escuela lancasteriana en las aulas de la escuela rural efecto de la Revolución Mexicana de principios del siglo XX, o, ahora en la modernidad moderna de continuos ajustes estructurales, de la tesis modernización mundo, es decir, globalización, globalización de patrones, valores e instituciones; donde se presume que el capitalismo es el único proceso civilizatorio superior e inexorable, cuyo propósito es que todo lo social se moderniza o tiende a modernizarse.[5] En ese torbellino de lo moderno, la escuela multigrado en México, puede derivarse en escuela multinivel, en cuanto a su atención en zonas marginadas, educando a niños desde preescolar hasta secundaria, utilizando las nuevas técnicas de la información, la informática y la ciencia; con el concurso de quien es docente en zonas marginadas, tan pauperizadas, como expresión de que, lo que importa, es la acumulación de la riqueza en un mar de empobrecidos habitantes.


RINOCERONTES (1) Miguel Ángel Calderón Solís Me atrapa la inmoderada tristeza en los ojos de ese rinoceronte con su cuerno mutilado. Ha perdido para siempre su dignidad de animal perfecto, su estampa antediluviana paseándose por las llanuras intemporales. Lo han atrapado como a una bestia denigrante y le han cortado de un tajo de herramienta moderna la cúspide de su factura irrepetible. El hachazo quirúrgico que ha tumbado esa escultura de queratina ha hecho también, una vez más, que la conducta humana resbale entre los fangosos pantanos de una imbecilidad que es toda infamia. La mirada nos acuchilla sin piedad; esos ojos, como leves navajazos entre los pliegues de esa corteza ruda y gris que cubre su cabeza, nos recriminan y nos exhiben. Esos ojos no nos ven, hacen que nos miremos, y que no resulte otra cosa más grande que nuestra vergüenza sin escondite. Siempre he tenido la impresión de que los ojos de los animales no son para mirarnos sino para que nos miremos en ellos. La gran mayoría de los animales nos ignoran, nos tienen en el mundo como a un objeto más, y cuando no es así nos asumen como presa o más comúnmente como lo que somos, como el gran depredador, pero en cualquier caso nos ven sin mirarnos. (Quizá los únicos que llegan alguna vez a mirarnos son ciertos perros capaces de cruzar una mirada momentánea, donde existimos ambos como seres en el mismo mundo). Sin embargo, los ojos de ese rinoceronte mutilado no pueden ignorarnos, aunque no nos vean como su presa ni acierten a vernos como su depredador, por parecerles poca cosa, y nos mandan directamente a un infierno que no conocían y que ahora comparten con nosotros: el infierno de ser perseguido por la codicia. El refinamiento de amargas contradicciones en la conducta humana alcanza los límites de una ficción novedosa. Por un lado –sin negar su magnífica intención- los amantes de tan espléndidos animales han ideado la estrategia perfecta: si al rinoceronte lo persiguen y aniquilan de forma estúpida por su precioso cuerno, entonces vamos a quitárselo de una vez y lo dejamos vivir, no importa que quede desprovisto de ese prodigio que es a la vez su estandarte y su irremediable perdición. Por el otro lado, desde luego, está el mito del cuerno casi mágico casi milagroso, listo para producir proezas en el cuerpo y la libido de quienes lo consuman, y por esa supuesta razón el curvo promontorio adquiere valores altamente ridículos, que están haciendo finalmente

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que las rinocerónticas poblaciones estén menguando de manera crítica. En todo caso, la fabulosa bestia es hostigada por unos y otros, y sobrevive cuando puede entre sobresaltos y con un pasmo que ya no tiene que ver con sus dilatados días sobre las hirvientes sabanas o las incontinentes selvas. Ojalá que no logremos nunca quedarnos solamente con los abatidos rinocerontes de los zoológicos. Que sigamos quedándonos con sus enteros cuerpos vagando por la tierra, aunque no nos crucemos nunca más. Debo decir que por nuestra parte tendremos la fortuna de poder seguir leyendo el Bestiario del Maestro Arreola, donde se ha quedado para siempre en una página insuperable la imagen del gran rinoceronte que «…embiste como ariete, con un solo cuerno de toro blindado, embravecido y cegado, en arranque total de filósofo positivista…»

RINOCERONTES (2) Alejandro Delgado Siendo un niño me llevaron al zoológico. Mi madre lo recuerda. A los cinco años de edad preguntaba ¿para qué sirven los animales? Solo pregunté a mi madre, no a ningún adulto que siempre dan respuestas para los que en realidad consideran imbéciles en crecimiento. No creía en las respuestas de los adultos, ya que su imbecilidad ha crecido demasiado. 64 Mi madre era entonces una muy hermosa mujer matrimoniada con el adulto de mi padre. Ella se hacía acompañar de mí a sus compras de mercado. Ahí veíamos pasar a señoras mayores cargando sus canastas llenas de lo mismo de siempre, a excepción de algunas frutas de temporal, por dios, compraban siempre lo mismo y tenían una extraña elegancia de acomodar los vegetales encima de todas las demás compras. Entonces mi juego favorito era hacer analogías. Esas doñas gordas realmente practicaban camuflaje para ocultar los desventurados gustos repetitivos de sus familias. El carnicero entregaba los pedidos envueltos en papel periódico y las doñas escondían los retazos de animal hasta el fondo de las canastas; ahora presuntuosas exhibien los deleites grasos de sus familias, encimándolos en toda clase de productos en los carts de los supermercados. Si debiera rendir un homenaje póstumo a los animales destazados en las carnicerías -ahora llamados departamento de cárnicos-, me haría acompañar de un rinoceronte a unos de esos Marts, que se han encargado de asesinar a los mercados populares. Pero trataré de evitar me sobren palabras aún bajo la presión de la memoria, que me dice haber olvidado la ocasión que, acompañando a mi madre le dije frente


Adornaría a mi amigo rinoceronte colgándole una magnolia en la oreja izquierda, porque siempre que los pintan o fotografían lo hacen de su perfil derecho. Y ahí iríamos entre los pasillos de los departamentos abarroteros. Obvio, caminando en dos patas, el rinoceronte empujando el cart a velocidad Rino, y yo a su lado, muy orondo mirando la cara de adulto que pondrían los demás compradores (discreto nombre para existenciales proveedores familiares). Lo no obvio sería mi preocupación por aquello, de que mi compañero se sintiera atraído por una de esas señoronas gordas apechugadonas que se pasean empujando sus apilados carts como sintiéndose contralto dramática, ocasión extra hogareña, ya que en sus aposentos son consideradas simples contraltos buffas. Pero caigo en erróneas conjeturas respecto a mi compañero, que bien sabría distinguir de entre una doña parecida a una rinoceronte y miles de clientas hipopótamo. Mi fascinación por juego de analogías persiste todavía, llegando a la caja registradora, la señorita cara de niña que se esfuerza por poner cara de adulto, nos ofrecería «tiempo aire» - Bob Dylan le mentaría la madre al autor de semejante dislate-, con lo que mi compañero Rino sí saldría de sus casillas agitando su cuerno como cola de ratón. Las infundiosas analogías me persiguen. Eugène Ionesco, el autor de la obra teatral «La cantante Calva» y uno de los fundadores del Teatro del Absurdo, escribió y puso en escena «Rinoceronte» que pude mirar a principios de los 70. Pero me da por encontrar el controversial arte conceptual por lo que le hubiera sugerido montar esa obra dentro de un supermercado. ¿Imaginen una 65 Cantante Calva montada en un Rinoceronte posexistencialista dentro de WallMart? Kafka hubiera muerto de envidia, tan dado a rendir culto a insectos encerrados. Posiblemente, si Franz leyera estas líneas no las entendería como asociación mental sino asociación delictuosa contra Derechos de Autor. Me sucede que Gregorio Samsa, el pérfido personaje de La Metamorfosis. Aún no termina la discusión de que si el insecto en el que Gregorio se encuentra transformado al amanecer era una cucaracha, un escarabajo u otro similar. Lo que si me queda claro es que Kafka no convirtió a Gregorio en un rinoceronte amaneciendo muy orondo en cama. ¿Cómo le hubiera sido posible a ese rinoceronte llegar a su empleo de oficinista y describir la cara de adulto en el al frigorífico del carnicero «madre, si vendieran carne de rostro de esos burócratas, que, como conocemos, se mueven a rinocerontes ¿te los imaginas ahí colgados de esos ganchos?». Al velocidades Rino hipopótamo? Hoy sabemos que ambas especies escucharme el carnicero puso su cara de adulto «ah, que están extinguiéndose, no tanto por la balas, los cuchillos y la imaginativo su niño», cuando en el fondo deseaba darme codicia consumista de los humanos sino por la terrible decepción un manotazo. Capté su intención en su mirada de rinoceronte y enfado de saber que nadie es capaz de enamorarse de una flaco… «madre ¿y si vendieran carne de carniceros...». Mi madre cantante calva. Sinead O’Connor nunca fue una cantante calva pero me robó el me tapó la boca «ya estate quieto o te cuelgo de las orejas». corazón.


El Arte de Rubén Chuela Obra reciente

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COMPOSICION COSMICA / Collage en tecnicas mixtas.

Rubén Chuela Alvarez En 1988, Rubén Chuela obtuvo el título de arquitecto por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, con la tesis intitulada «Centro Cultural en la Meseta Purépecha». Y, en el campo de las artes visuales, ha realizado estudios en numerosas especialidades: litografía, cerámica y hojalatería, diseño gráfico y medios de producción, iluminación, iconología e iconografía de templos cristianos, arte sacro, arte contemporáneo y crítica del arte. En lo referido a su obra plástica, ha participado de 1988 a 2016, más de veintisiete exposiciones individuales y más de 52 colectivas tanto en la Republica Mexicana como en los Estados Unidos.


Sus trabajos han sido albergados por galerías y museos de Morelia y San Miguel de Allende, GTO, en México, y Los Ángeles, California, New York, NY. En Estados Unidos, país donde también ha llevado a cabo la coautoría de un mural (Pasadena, CA). Entre los reconocimientos con los cuales se le ha distinguido figuran, en 2003, Medalla de Plata: «Lorenzo El Magnífico», Bienal Internacional Del Arte Contemporáneo, Florencia, Italia 1989, primer lugar y, en 1992, premio especial, en «Ofrenda de muertos», evento organizado por el Instituto Michoacano de Cultura; asimismo, en 1984 y 1986 fue seleccionado en la primera y segunda ediciones de la Bienal de Pintura «Alfonso Michel», de Colima, COL.

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VIENTO ASCENDENTE, Acrilico sobre cartulina. Además de su ejercicio profesional en la disciplina arquitectónica, se ha desempeñado durante una década como director de la Galería Forvm y, en la actualidad, dirige un taller de producción artística y artesanal, conjugando las pautas del diseño y de la creación de piezas y ornamentos hechos a base de lámina forjada y martillada, con su aplicación en la arquitectura. Por último, cabe destacar su labor en el soporte y la logística de proyectos dirigidos a la restauración del patrimonio artístico, cultural e histórico de la Meseta Purépecha, a través de su participación en el Consejo Regional-Uruapan del patronato «Adopte una Obra de Arte» y en la dirección de obras y proyectos del «Proyecto San Antonio». Actualmente es miembro fundador de la fundación «La Firma» y Forvm Galería. donde se han presentado varias muestras de arte en diversas disciplinas y actividades culturales, posicionándose como un foro multicultural del 2010 a la fecha. Texto basado en presentación escrita por Argelia Castillo.


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PAISAJE URBANO / Esmalte sobre lamina.

"El Arte de Rubén Chuela"

del 24 de julio al 25 de septiembre 2019. Horario de 10:00-20:00 hrs Av. Gobernación 12. Col. Cinco de Diciembre. Tel.: 443500210 Morelia, Michoacán. CP 58280 México.


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¡CREA TU CONEXIÓN! 1-Textos y material visual tamaño carta (dentro de un espacio de 21.5 cm. base x 28 cm. altura. 2- Los textos deben ser redactados en formato documento Word, utilizando la fuente Times New Roman a 12 puntos, sin notas de pié de página (estas deberán incluirse al final del texto). Si van incluidas ilustraciones, estas deberán ser enviadas de acuerdo al punto 3). La extensión de los textos no deberá exceder 5 cuartillas. Todo texto deberá acompañarse con alguna ilustración referente y ser enviada como archivo adjunto. 3- Material gráfico visual debe estar contenido dentro de las medidas especificadas en el punto 1 y enviado en los formatos TIFF, BMP o JPG de 100 a 300dpi. 4- La publicación será inicialmente trimestral difundida en toda plataforma y redes digitales posibles en Internet. Todo colaborador se compromete a ser transmisor compartidor de la revista. 5- Envíanos ya tu colaboración para el próximo número. Se sugiere enfáticamente a los autores que incluyan al final de sus aportaciones una ficha personal breve. Envíos a: alejandrox99@hotmail.com macaldesnuevo@gmail.com pipopesflaca@hotmail.com


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