![](https://static.isu.pub/fe/default-story-images/news.jpg?width=720&quality=85%2C50)
1 minute read
II. Retórica: una oscilación entre redundancia e información
II. Retórica: una oscilación entre redundancia e información
II.1. Conviene ahora destacar una contradicción curiosa de la retórica:
Advertisement
— Por un lado, la retórica tiende a señalar la atención en un razonamiento que quiere convencer al oyente de algo que ignora todavía, y de una manera inusitada.(informativa). — Por otro lado, este resultado se obtiene partiendo de algo que el oyente sabe y quiere, intentando demostrar que se trata de una conclusión natural.
Para resolver esta oscilación entre redundancia e información, es preciso distinguir dos sentidos de la palabra «retórica»: a) La retórica como técnica generativa, es decir, como posesión de mecanismos argumentales que permiten generar argumentaciones persuasivas basadas en una dialéctica moderada entre información y redundancia. b) La retórica como depósito de técnicas argumentales ya comprobadas y asimiladas por el cuerpo social. En esta última acepción, la retórica es un depósito de soluciones codificadas según las cuales, la persuasión solamente confirma el código de que se parte, mediante una redundancia final.
II.2. Estamos acostumbrados a identificar la retórica con la acepción b. De hecho, solamente llamamos retórico un razonamiento que emplea frases hechas y opiniones adquiridas, acicates emotivos ya consumidos, pero que aun son eficaces para los oyentes desprevenidos. Esto es así porque en una tradición secular de los manuales de retórica, cada vez que tenían que definir un mecanismo generativo (acepción a) lo hacían utilizando un ejemplo con una solución fosilizada (acepción b).
Pero cuando la retórica codifica formas de alguna cosa inesperada, como en la teoría de las figuras, no las codifica directamente, sino que codifica las relaciones generales de lo inesperado. La retórica no dice «la metonimia consiste en nombrar al rey por medio de la corona», sino que dice «la metonimia consiste en nombrar un objeto por medio de otro que tiene con el primero una relación de contigüidad». Esta