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Mi historia

Lucía Gamero González

Mi nombre es Lucía Gamero y actualmente soy jugadora del Club de Fútbol Femenino Córdoba City Ladies, en la 2ª división Andaluza Senior. Con este artículo me gustaría daros a conocer mi historia personal dentro de este deporte.

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Desde muy pequeña empecé a interesarme por el mundo del fútbol; sentía una gran pasión. Con apenas seis años, ya jugaba con los niños en las categorías inferiores. En esta época, todo a mí alrededor era el fútbol. Iba a todos los partidos y torneos que jugaba mi hermano mayor, jugaba con él en el patio de casa, y mi familia y yo veíamos todos los encuentros que se retransmitían en la televisión. El balón siempre fue mi juguete favorito y un gran compañero durante toda mi infancia.

En mi primera etapa como jugadora, hasta los trece años, siempre estuve rodeada de niños ya que no había equipos femeninos donde pudiese jugar a mi edad. Sin embargo, en mi pueblo había un equipo femenino que jugaba partidos a nivel comarcal. Al principio, tenía dudas sobre si jugar en él o no, ya que yo era la más pequeña de todas las jugadoras, pero finalmente decidí participar. Era la única opción que tenía para seguir disfrutando de este bonito deporte.

Un año más tarde, me llamaron de la Escuela de Fútbol Peloteros de Aguadulce para jugar un campeonato con el equipo Cadete Femenino en el Estadio La Cartuja, en Sevilla. Tras ese día, mi vida cambió a mejor y por suerte empecé a jugar en equipos federados. Los Peloteros F.C. contaron conmigo para la siguiente temporada, en la que tuve la oportunidad de jugar contra equipos de gran nivel como El Sevilla o El Betis. En 2018, ya no había categorías superiores para seguir jugando, así que esa temporada no jugué en ningún equipo.

Al poco tiempo, me enteré de que en la localidad vecina de Osuna se iba a formar un equipo federado juvenil femenino para la siguiente temporada, El Osuna Bote Club. Inmediatamente, con tan solo 15 años me acogieron en el equipo para formar parte de ese nuevo

proyecto. Ese fue uno de mis mejores años y guardo muy buenos recuerdos de esa época. A día de hoy, mis compañeras de entonces continúan siendo como una segunda familia para mí. Desafortunadamente, ese fue mi único año con ellas. No quería dejar de jugar, pero también quería centrarme en mi formación académica…

Mi vida estaba a punto de dar un cambio, iba a empezar una nueva etapa fuera de casa, lejos de mi familia.

Una tarde de verano de 2019, recuerdo estar tumbada en el sofá de mi casa cuando de repente recibí una llamada entrante de un número desconocido. Yo, pensando en que sería alguna compañía telefónica, cogí la llamada. Una joven voz se presentó y a continuación, me comentó que iban a formar un nuevo equipo de fútbol femenino en la ciudad de Córdoba, El Córdoba City Ladies F.C., y que estaban interesados en mí. Yo le respondí que aún no tenía claro si finalmente iría a estudiar a esa ciudad, puesto que todo dependía del lugar en el que me adjudicaran una plaza el siguiente curso. Por el momento, no hubo acuerdo.

Poco tiempo después, me encontraba de vacaciones en la playa con mi familia y justo coincidía con la publicación de las primeras adjudicaciones de las plazas en los centros escolares de Andalucía; cuando miré las listas, me llevé una gran sorpresa: estaba admitida en el IES López Neyra de Córdoba capital.

Ese mismo día, el personal del Córdoba City Ladies se puso de nuevo en contacto conmigo, y el gerente del club habló con mi padre para explicarle en qué consistía el nuevo proyecto para el que pretendían contar conmigo. No hubo una repuesta definitiva, simplemente acordaron que volverían a llamarnos pasados unos días.

A principios de agosto, mientras estábamos de vacaciones en Huelva, el gerente volvió a hablar con mi padre, pero esta vez sí hubo una respuesta decisiva: dijimos que sí; por lo que la próxima temporada jugaría en el Córdoba City Ladies F.C.

Actualmente, este es mi segundo año consecutivo jugando en este equipo y hasta día de hoy, me siento muy agradecida de la oportunidad que me dieron en su momento y de la confianza que depositaron en mí.

He tenido mucha suerte de llegar hasta aquí, pero todo ha sido gracias mi esfuerzo, sacrificio y constancia. Siempre hubo personas que me decían cosas como: «deberías ser más femenina», «¿en serio quieres jugar al fútbol?», «el fútbol femenino no da dinero», «te ha quitado la pelota una niña» …, pero nunca los escuché. Yo hago lo que me gusta, disfruto haciéndolo, soy feliz.

Es cierto que no es fácil ser futbolista femenina cuando no tenemos ni una

décima parte de la audiencia que tiene el fútbol masculino, cuando los medios apenas hablan de nosotras, cuando siguen existiendo tantos prejuicios sobre las mujeres deportistas, o cuando a veces somos más conocidas por nuestro físico que por nuestra calidad, pero a pesar de todo, yo sigo luchando por nuestro sueño.

El fútbol me ha aportado muchos valores, he aprendido conceptos nuevos, me ha hecho crecer como persona, y sobre todo me ha permitido conocer a personas increíbles como mis entrenadores, quienes me han ayudado a mejorar día tras días o como mis compañeras, que siempre han estado apoyándome.

Espero poder seguir disfrutando de este bonito deporte muchos años más y a su vez, seguir luchando por el fútbol femenino.

Lucía Gamero González

Casariche (Sevilla) Estudiante 2º TECO Estudiante de la Residencia Escolar La Aduana. Jugadora del Córdoba City Ladies F.C

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