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Residencia: una experiencia familiar (2ª parte)

David González Santos

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Hola, mi nombre es David González Santos y actualmente resido en la Residencia Escolar La Aduana de Córdoba, ciudad en la que estoy estudiando 2º de Bachillerato, y voy a proceder a contar mi experiencia en ella.

Este ya es mi segundo año viviendo en Córdoba ya que en 2019 decidí venirme a vivir aquí porque me llegó una oferta del Séneca Club de Fútbol. Yo soy natural de El Saucejo, un pequeño pueblo de la sierra sur de Sevilla, y desde pequeño juego al fútbol, así que cuando recibí la llamada de este club, decidí aceptarla y aventurarme a dejar mi pueblo para ir a vivir solo a la ciudad. Al principio es cierto que tenía miedo de no llegar a adaptarme bien a la vida en la residencia o a mi nuevo instituto, pero por otra parte, estaba tranquilo y seguro de que no tendría ningún problema ya que varios conocidos que ya habían residido allí (entre ellos mi primo Marcos) me habían hablado de su experiencia, que había sido genial.

Tuve la suerte de que mis compañeros de habitación, Reverte y Luis, ya llevaban varios años allí e hicieron más fácil y amena mi adaptación a mi nueva vida. Con el tiempo dejaron de ser simples compañeros de habitación y pasaron a convertirse en dos grandes amigos para mí.

Uno de mis miedos era el tema de la comida, pues yo solo comía comida «basura» y no me gustaba comer pescado, guisos, ensalada, etc… Pero en la residencia todo cambió, comencé a probarlo todo y ahora ya como de todo. Esto ha supuesto un gran cambio para mí pues antes en mi casa siempre discutía por la comida y ahora me como todo sin protestar.

El trato recibido allí en general es fenomenal (educadores, monitoras, cocineros…). Están siempre disponibles por si tienes algún problema y necesitas su ayuda. Quiero hacer una mención especial a mi tutora, Susana, que siempre ha estado pendiente de mí y preocupándose por mi rendimiento en el instituto.

Aquí he aprendido a ser más independiente. El hecho de vivir «solo» y lejos de casa me ha servido para aprender a establecer mis propios horarios a la hora de levantarme y acostarme, a organizar mi tiempo para poder entrenar, estudiar y llevar el fútbol y los estudios al día, a recoger la habitación, a hacer la cama al levantarme, etc…

En resumen, mi experiencia en la Residencia Escolar La Aduana está siendo fantástica. He conocido personas bellísimas en mi estancia aquí y ahora soy mucho más independiente que cuando me vine a vivir a Córdoba. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia todas las personas que hacen posible el gran funcionamiento de esta residencia y que me han ayudado a crecer como persona.

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