El Ocho en V - año xxV - nº 25 - 2020

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REVISTA DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA DEL CLUB FORD V8 DE LA REPÚBLICA ARGENTINA AÑO XXV - Nº 25 - 2020

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UN COMPROMISO CON USTED Y SU SALUD

CLUB FORD V8 DE LA REPÚBLICA ARGENTINA FUNDADO EL 12 DE OCTUBRE DE 1989 Asociación Civil sin Fines de Lucro Persona Jurídica Nª999 Lavalle 1454, 5º Piso, Of. 3 1048 - Buenos Aires Tel./Fax 4371-8046 Facebook: /argentina.clubfordvocho www.clubfordv8.com.ar info@clubfordv8.com.ar Argentina Regional Group #164 of the Early Ford V8 Club of Argentina Entidad adherida a: F.A.C.A.H.: Federación Argentina de Clubes de Automóviles Históricos F.I.V.A.: Fédération Internationale De Véhicules Anciens

COMISIÓN DIRECTIVA 2016-2019 Presidente: Jorge Sos Secretario: Héctor Boggi Tesorero: Gustavo Criscuolo Vocales: Alberto Corral y Gabriel Davidovich Vocal Suplente: Eduardo Meijide ÓRGANO DE FISCALIZACIÓN Revisores de cuentas: Juan C. Gornatti y Juan Olarte COMITÉ DE SALIDAS Héctor Boggi y Juan Carlos Gornatti COMITÉ DE PUBLICACIONES Director de la revista El Ocho en V: Alberto E. Corral Carta Mensual y Traducciones: Sergio Svalina y Alberto Corral EX PRESIDENTES Joaquín Campana (1989-2000) Juan C. Repila (2000-2007) Jorge Otaño Piñero (2007-2014) Alberto E Corral (2014–2018)

DISEÑO GRÁFICO Alejandro De Lorenzo

E D I TO R I A L

S

in duda el 2020 fue un año para olvidar en muchos aspectos, que nos trajo momentos y experiencias que fueron inimaginables por causa del COVID-19. Pero al mismo tiempo ha sido un año de reflexión que nos permitió revalorizar nuestros afectos, nuestros amigos y particularmente nuestras cenas y salidas del Club. Y donde también tuvimos tiempo de mimar un poco más a nuestro fordcito preparándolo para el año que viene, que seguro será espectacular.

Gracias al esfuerzo de todos durante este año tan especial pudimos seguir manteniendo presente ese espíritu de unión y amistad entre los socios que siempre caracterizó al Club. Las cartas mensuales, el WhatsApp y el Facebook del V8, las reuniones por Zoom y esta revista fueron los canales elegidos para comunicarnos y seguir socialmente activos.

Mirando con optimismo el 2021, luego de los calurosos meses de verano, quizás podamos comenzar organizar de a poco nuestras reuniones y las salidas mensuales, para así estrechar más la relación de amistad entre los socios, que es en definitiva lo que mantiene vivo al Club. Y también nuestra participación en Autoclasica tratando de sobresalir entre el resto de los clubes como siempre lo hemos hecho. Todo potenciado después de un largo año de abstinencias.

Hoy mas que nunca queremos hacerles llegar nuestro mensaje de salud y felicidad para este nuevo año, y que nos encuentre con una actitud positiva y la sabiduría que da la experiencia, cuidándonos para así poder reunirnos pronto.

Un fuerte abrazo a todos los amigos del Club Ford V8.

LA COMISIÓN DIRECTIVA

MI AUTO HISTORIAS DE NUESTROS FORD

T

odos nosotros, en mayor o menor medida, nos hemos embarcado en algún proyecto de restauración de nuestro auto, tan lleno de peripecias y satisfacciones y que hoy vemos reflejado en esta sección de la revista. Proyecto en el cual siempre tuvimos el apoyo de nuestra familia y con la cual hoy disfrutamos nuestra joya.

De esta manera queremos recordar la presentación en sociedad de una Coupe Mercury 1942, donde el socio nos hizo conocer las delicias de la restauración y como parte de la misma en aquel momento nos leyera una carta de su hija Clarisa de 15 años quien fuera su fiel compañera en esta aventura.

“Así como cuando los nenes chiquitos hacen algún nuevo descubrimiento y enseguida quieren compartirlo con quien puedan, mi papá, en cierto aspecto, es parecido.”

“En cuanto empezó con este famoso auto (o su cuarto “hijo” por decirlo de alguna manera), no hizo más que querer compartir los pormenores de cada una de sus partes y sus avances hacia el proyecto final con quien sea que Ie permitiese llevarlo, traerlo, acompañarlo o simplemente escucharlo.”

“Llevó a casi toda la familia a conocer a su ‘otra’ familia, me refiero claro está, a todos los talleristas, talleres, y lugares donde estuviesen los pedazos y pedacitos del auto. Pero yo, su hija, tuve la suerte de ser su acompañante y no era solo acompañarlo en su recorrido por toda Buenos Aires para “visitar y observar el progreso del auto”. Sino también el poder compartir su gran tesoro, el más preciado de sus bienes materiales por así decirlo: la Mercury, algo que agradezco haber podido hacer.”

“No siempre íbamos a las zonas más lindas, ni con las personas más agradables, pero siempre fuimos a donde el auto quería que fuésemos. Muy pocos creo que son capaces de entender cuando uno Ies cuenta, el gran dolor de cabeza que implica armar y convertir ese auto en lo más original posible. Claro que quienes hoy están presentes seguramente si lo entienden porque vivieron algo parecido, supongo. Pero a lo que me refiero, es que en general, ese gran dolor de cabeza termina, y se ve reflejado en lo que es ahora, una auto admirable, modestia aparte ... por supuesto.”

“Hablo como si fuese mi auto, aunque sé que no lo es. Y posible-

mente nunca lo sea ¡ni manejar sé! Pero sin embargo estuve con este auto acompañando acá al verdadero obsesivo desde sus primeros pasos. Recuerdo cuando tuvimos que transportar el chasis, llevar a cromar distintas piecitas, encontrar todas las baguetas, la manija del baúl original, el color original de la pintura, un buen fileteador, quien restaure el motor, llevar los vidrios a hacerlos a medida conseguir las correspondientes gomas. Y ni hablar de conseguir un tapizado lo más semejante al original. ¡Lindo y de buena calidad! Y bueno como todas estas cosas, hay aún más, porque la búsqueda por encontrar todas sus partes fue solo un tramo del gran proyecto.”

“A decir verdad, todo empezó mucho antes de conseguir este auto: sí, lo adivinaron, me refiero a ir por ‘toooooda’ la Argentina buscando un auto que valiese la pena. Nos metimos por el campo, en zonas totalmente hostiles, viajando cientos de kilómetros para ver una chatarra cubierta de musgo. Y hasta arrastró a toda la familia algunas veces en viajes “encubiertos”. Con poco éxito claro, porque todos ya sabíamos que el propósito verdadero era ver algún auto viejo, digo ... antiguo ... clásico. O bien íbamos a un remate en mitad de algún campo, y no solo en busca de autos antiguos, sino también de distintos artefactos de la misma época.

Y escuchamos a través de estos dos últimos años, los asombrosos relatos que cuenta cada personaje con quien nos cruzamos.

Cada uno tiene su historia, y se muere por contarla. Nosotros escuchamos las de ellos, y llegara un momento, si no es ahora, en que otros escucharan la de mi papá.” “¡Porque este auto tiene su historia ya! No solo desde que mi papá comenzó su reconstrucción, sino anterior, cuando lo tuvo un gallego que le hizo las mil y una para hacerla funcionar. Ese es otro gran personaje de esta historia que aún no termina, pero si es el momento de comenzar a contarla y recordarla brevemente.”

“Eso sí, algún día, después de acompañarlo tanto, y de ir y venir de lo de Héctor Rossini el mecánico, José el chapista, Humberto y el Indio artesanos de los accesorios, Acébal el cromador, Enrique el tapicero y más, espero por lo menos seguir siendo testigo de lo que resta del camino de este auto, de sus próximas exposiciones, reconocimientos, paseos, y los distintos usos que se le den. Porque de alguna manera ya es como un hermano, ¿no?”

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Mi Coupe Mercury 1947 por Eduardo De Nardo Mi amor por los autos clásicos comenzó en el año 1978, cuando con 19 años compre mi primer vehículo, un Ford A Phaeton 1929, color verde, guardabarros negros y tapizado marrón. Lo tuve durante 7 años, hasta que por las necesidades de formar familia lo tuve que vender, pero con la firme convicción que cuando pudiera iba a comprar otro.

40 años después, comencé la búsqueda de mi Ford, una coupe cabriolet 1937 con su potente motor V8. Así viajé por medio país hasta que en Córdoba capital me subí y conocí personalmente y por primera vez, lo que era una coupe cabriolet Ford 1947. Mas moderna que la 37, con su volante a la izquierda, sus ventanillas traseras y su capota hidráulica. Pero su dueño nunca se decidía a terminar de venderla, así que seguí buscando has-

ta encuentro publicada una coupe cabriolet Mercury 1947 en el Barrio de Parque Chacabuco, Capital Federal.

Fue “amor a primera vista” no sólo por su propio encanto, sino porque guardaba algunos mensajes subliminares para mí. Era verde con tapizado marrón (igual que mi primer auto, el Ford A); era un Mercury (mi papá a finales de mi infancia y parte de mi adolescencia, fue propietario de un sedan 4 puertas, año 1951) y la numeración de su patente 341, sumaba “8”, el día de mi cumpleaños.

Y fue así que el día de mi cumpleaños número 60, ingresaba a mi cochera, como un inolvidable regalo, mi querida coupe cabriolet Mercury 1947, con su imponente motor V8. Hoy la disfruto con mi esposa y compañera de ruta, con mis hijos, mi nieto Simón, y mis queridos amigos de toda la vida.

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Mi Mercury Sedan 4 puertas 1940 por Alberto Corral

Un día Hector Rossini me avisa que las herederas de un V8 4 puertas 1940 lo iban a vender. De golpe retrocedí a mis 16 años cuando mi sueño era poder tener un Jeep IKA descapotable, blanco con capota negra o un Ford “huevo”. Sin dudarlo y con una confianza ciega en Héctor, lo compré. Estaba en un galpón oscuro donde almacenaban forraje, cubierto con unas mantas, sucio de carbonilla y tierra. Cuando lo fui a buscar y apareció en la calle, arriba del auxilio del ACA, mi sueño de tantos años atrás se volvió realidad y la emoción nubló mi vista. Hoy lo sigo disfrutando sin haberle hecho más que trabajos menores de mantenimiento.

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M I AU TO

Mi Ford Coupe 1939 TC por Alberto Corral

¡Que ganas de armar una coupe de TC y correr los GPH del ACA! Así con esa idea fuerza nació la búsqueda de la coupe 1939, que además tenía que ser de cola larga. La mejor según Héctor Rossini, que otra vez me ayudo a elegir la correcta y su posterior transformación.

Estaba muy original, así que le sacamos lo que se iba a modificar y se guardo por las dudas. Héctor me dio un capot que tenia en su taller para cortarlo. Afuera los guardabarros, estribos y todo el interior. Y voila, la coupe de TC se termino de armar al estilo de las que corrieron en las décadas del 40´y del 50´, lista para el GPH 2013. A partir de ahí muchas satisfacciones en carreras y largas travesías, siempre ronroneando y feliz en las rutas.

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M I AU TO

Mi Mercury Coupe 1942 por Alberto Corral

Después de mucha búsqueda alguien comento de una coupe en venta en Monte Grande. Si bien no estaba bien cuidada guardaba cierta originalidad y la compre luego de recibir el apoyo familiar, especialmente de mi hija adolescente, mi compañera en largas recorridas de búsqueda por lugares insólitos y algunos bastante lejanos. Mi amigo y gran mecánico Héctor Rossini fue el mago encargado de volverla a la vida con una restauración mecánica ejemplar. Compañera de muchos viajes y alegrías hoy sigue siendo el bien mas preciado entre mis autos.

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Mi pick-up Ford 1937 por Alberto Corral

En una reunión familiar un hermano me cuenta que su mecánico en Haedo tiene una Pick Up 1937 desarmada, en restauración, que el dueño decidió venderla. Entusiasmado llegué al taller y me enamoré a primera vista, grave error.

El mecánico me dijo que la habían traído desde Ensenada andando. Lo cual luego pude ver que era mentira, que el dueño había sido un pocero que la dejo abandonada en el campo.

Resultó un fiasco total y tuve que hacer un gran trabajo de restauración (la caja oxidada, el motor con el block rajado, diferencial y palieres un desastre, etc). Mi mujer me decía que si la quemaba iba a ganar plata, pero parafraseando a un tango, uno busca lleno de esperanzas la camioneta que los sueños prometieron a sus ansias...Sabe que la lucha es cruel y es mucha”.

Hoy el patito feo transformado en cisne es un orgullo para mí.

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M I AU TO

Mi Negrita, Ford Coupe 1946 por Elbio Paz

Cuando nací mi viejo tenía una coupe Ford V8, del año 42 comercial cola larga. Si bien era chico recuerdo que tenía un tapizado de plástico duro con nervaduras, y como yo viajaba arrodillado en el asiento de atrás con los brazos apoyados en el respaldo de los asientos delanteros, cuando me bajaba, me quedaban las rodillas marcadas con canaletas producidas por el tapizado. Por problemas económicos se vendió y luego apareció en la familia un Citroen 11 ligero que me trae grandes y lindos recuerdos porque lo tuvo hasta que cumplí 13 años y con él dí mis primeros pasos frente a un volante. Buscando uno, en Ramos Mejia al lado de un citroen destruido había una coupé Ford 1946, muy bien paradita con todos los accesorios y que me llamaba. Sin dudar la compré. La usé unos meses hasta que llegó el momento de pararla para restaurarla.

El trabajo de restauración fue total, separando el chasis de la carrocería, pelando toda la chapa, rectificando el motor, nuevos tapizados, etc. Cuando me la entregaron, un sábado, que se habían quedado especialmente para terminarla, la fui a buscar y a las tres cuadras escucho un ruido en el motor y una pieza que me pasa rodando. La recojo y era la polea de la bomba de agua izquierda. Vuelvo rezando para que no se hayan ido, y por suerte todavía estaban. Me solucionan el problema y arranco otra vez.

Llegué a casa sin problemas, y a partir de ahí a disfrutarla.

Me hice socio del Club, y en la presentación del cupé que fue un éxito total sucedió algo para no creer: se me acerca un Señor muy detallista, que no voy a decir quién es, quien me informa que el reloj horario no correspondía al modelo, que era de una 47 o 48.

Tengo que agradecer también que gracias a ella, conocí un grupo de gente maravillosa, con la que he compartido momentos muy gratos e inolvidables, verdaderos amigos de la adultez, que son los más difíciles de conseguir.

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Mi Ford V8, Coupe Convertible 1937 por Héctor Boggi

Yo, no puedo contar la historia de mi Ford V8 cabriolet 1937; no la conozco, Al Ford lo conocí tal cual está. Solamente puedo decir que cuando lo vi, me sedujo. Estaba sobre la plataforma de un camión de transporte en la puerta de casa del vendedor. Lo bajamos, lo pusimos en marcha y me lo llevé a casa. Después hicimos todos los papeles. Lo recibí en estado original, batería de 6 Volts, excepto freno hidráulico (por suerte). La historia de allí para adelante no hace falta que la cuente: todos los amigos del Club Ford V8 la conocen; saben de lo mucho que hemos disfrutado los distintos y hermosos paisajes en nuestras salidas dentro de nuestro país e inclusive de Uruguay y Chile organizadas por clubes amigos. Pero lo más importante, es que mi Ford me ha permitido conocer tantos amigos como los que encontré en mi querido Club Ford V 8 de la República Argentina.

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M I AU TO

Mi Ford Convertible 1937 por Eduardo Marias

La historia que me vincula con el auto tiene más de diez años, lo encontré literalmente destruido, como tantos otros socios. En este caso me entusiasmó que sea convertible y de “cola larga”.

Realmente fue un prolongado trabajo de re fabricación, por supuesto plagado de momentos de sin sabores y de placeres frente a cada logro.

Luego de tres años un buen día comenzó a funcionar, desde ese momento lo conduje por más de 22000 km, maravillosos momentos en infinidad de rutas de distintos lugares del país, muchísimas salidas con socios del Club, momentos inolvidables junto a mis nietos.

Lo considero un hermoso regalo que me brindó la vida y espero disfrutarlo mucho tiempo más.

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Mi Coupe 1946 por Eduardo Meijide

Compré la coupe el 19 de octubre de 1996, urgido por haber sido el primero en ser aceptado como socio sin tener un Ford, bajo juramento de adquirir uno so pena de expulsión. Después de una larga búsqueda se la compre al amigo Oscar Tosone, que estaba en su poder desde el 3 de junio de 1982. Si bien era un muy buen auto estaba necesitando una pintura.

Creo que tuvo pocos dueños desde su primer patentamiento el 21 de abril de 1947, solo se dos más.

El auto me encanto y me hizo recordar las épocas en que mi Padre pasó de un Ford Tudor 40 De Luxe a un 48 4 puertas; nuestros increíbles e interminables viajes en un noble Ford 39 De Luxe por los confines de la Argentina, en fin hermosos recuerdos que revivo cada vez que me pongo al volante.

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M I AU TO

Mi Ford 1938 de Lujo 2 puertas por Horacio Pinasco Como a veces ocurre en forma inesperada un amigo me avisa que estaba a la venta un Ford 38 de lujo dos puertas impecable.

Verlo y llevármelo fu un solo acto. Lo compre un 11 de marzo de 2011. Está muy original, con su tapizado y pintura de fábrica.

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Mi Coupé Club Ford 1931 por Javier López Zavaleta

Mi Coupé Club Ford 1937 fué comprada por Joaquín Campana a Nestor Di Ciano de San Fernando, el cual la había comprado en Tanti a su primer dueño que la tenía todo el año parada en una cochera salvo en el mes de enero, época en la cual circulaba.

En ese momento tenía 38.000 kilómetros. Osea que Joaquín la compró al segundo dueño. Con la generosidad de Joaquín me vendió el 50% del coche, lo cual fué positivo ya que Nestor vino a los pocos días a comprar nuevamente su coche comprando el doble. Le dijimos que no.

Posteriormente Joaquín me vendió su 50% con lo cual soy el afortunado dueño de la coupé desde hace muchos, muchos, muchos años.

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Mi Ford Sedan Coupé Superdeluxe 1946 por Jorge Girotti El Ford Sedan coupe Superdeluxe 1946 que con tanto orgullo poseo fue mi segundo auto clásico.

Llegó a mí de una forma llamativa...un amigo de mi hija del medio me dijo...Jorge, a vos que tenes tantos amigos en los autos clásicos, tengo un amigo que vende uno, si sabes ofrécelo, es un Ford 1946...

Le contesté que primero lo quería ver...me mandó fotos...y me deslumbró... ¡No se lo pasé a ningún amigo y lo compré yo!

Inmediatamente lo fui a buscar, y como soy fanático de la originalidad de los autos compré todo la literatura y manuales que pude para asegurarme la misma. La idea era llevarlo a la originalidad y nada más, andarlo.

Aquí se presenta la primera anécdota. Yo no le había dicho a nadie de la compra. ¡¡En una reunión de amigos se me acerca Miguel Devoto y me dice...”Pibe!! por fin te compraste un auto como la gente!!!! “Es el día de hoy que no sé como el querido Miguel se enteró... yo no le había contado a nadie!!!

Ya descubierta mi nueva compra me comuniqué con mi amigo Gabriel y le dije de mi interés en acercarme al Club Ford V8, tenía que asesorarme bien, y el club es una verdadera cantera que aúna a especialistas en estos vehículos, allí sería el lugar correcto.

Al poco tiempo de hacerme socio llegó el día de concurrir con el auto, no le había hecho arreglos salvo que funcionara bien...quería mostrarlo.

Así lo hice...una fría noche fui a cenar al Club Alemán con mi

Fordcito con la única ilusión de que lo vean mis amigos.

Y aquí viene la segunda anécdota.

Ya lo habían visto muchos concurrentes, pero yo quería que lo viera Jorge L, verdadera autoridad en la marca y en este tipo de americanos...lo vio...y me pidió si lo ponía en marcha. Así lo hice, arrancó al toque...pero su gesto serio no me daba ilusiones de la compra que había hecho.

Le pregunté...-Jorge...no te gusta?- Y me dijo...-Si, me gusta y mucho, pero acá en la trompa dice Deluxe...Si -le contesté- es Deluxe... ¡Y me dice de una...”pero esta carrocería no vino Deluxe, sino Superdeluxe!” ¡Y a los días me manda un mail con todo un detallado análisis de la carrocería de mi auto y de la correspondencia del mismo con los años...donde descubrí el verdadero modelo que compré!

Resumiendo...había comprado un auto que tenía insignias equivocadas puestas en lugares que no correspondían!!

Debo confesar que habiendo ya adquirido en USA algunas cosas de acuerdo a lo que supuestamente había comprado, un Ford coupe Deluxe, pensaba en mi interior...”qué gusto podrido tenía este Henry...tablero blue gray y perillas marrón chocolate! no pegan con nada!!!” ¡¡¡Tuve que comprar todo de nuevo!!!

Y eso alentó a una restauración completa...donde se desarmó todo el auto y llevó casi dos años con los muchachos del Museo del Automóvil, que hicieron un trabajo magnífico.

Tan fantástico ha sido ese trabajo que me dieron el orgullo que el Fordcito sea Auto del Club, luego Ganador de Autoclásica y hasta se expusiera en el Salón del Automóvil de Argentina.

Realmente mi Ford es un cañón, y es un orgullo tenerlo...tanto como pertenecer a este querido club.

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Mi Ford 1935 por Jorge Sos

Ford 1935 , (negra) Esta hermosa coupe , fue comprada a un consocio del Club , Bruno Andreozzi en el mismo estado actual , ya restaurada y en forma perfecta de marcha , luego de unos años adquirimos con mi esposa la coupe 1937 bordo , también totalmente restaurada y en perfecto estado de mecánica , tapizado etc. y primero de todos me vendieron el Ford 37/38 cuatro puertas cola de pato , sin restaurar , con pintura de época con algunas modificaciones ya que pertenecía al padre del mecánico que me vendió el taller en donde hoy tengo mis autos .

Este hombre mecánico también fue auxilio de varios corredores de TC , de allí las modificaciones de su auto de calle y utilizado de apoyo de las antiguas competencias.

Con estos tres vehículos Ford que actualmente tenemos, con mi esposa, nos divertimos en grande ya que tratamos de participar en toda salida evento rally , en nuestro País o en Uruguay , mejor dicho en cualquier parte en donde nos podamos divertir con amigos y gente amena .

Hemos participado del Rally patagónico en Sta. Rosa La Pampa , en varias oportunidades en el evento organizado por el Automóvil Club Uruguayo de Monte Video, Mar Del Plata, C.A.D.E.A, San Francisco, Córdoba etc.

Un gran placer en compartir con nuestros consocios las salida y de poseer estos grandes y nobles autos.

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Mi Ford Sedan 4 puertas 1937 por Jorge Sos

Era el auto particular del padre del mecánico al cual yo le compré el taller y luego construí el garaje donde ahora tengo mis tesoros. El Ford era de un médico, cliente del padre, que lo había comprado cero kilómetros para su esposa, quien nunca lo manejó, por tal motivo se lo vendió. Este hombre era medio tuerca y fue auxilio y mecánico de algún corredor de TC con este auto. Ssu hijo, Carlos lo modernizó mecánicamente, quedando la caja original y con 6 volts.

Con el tiempo finalmente lo compré junto al motor original.

Después de algunas reparaciones menores lo puse a andar. Es un pequeño engendro, pero anda de maravillas. Feito pero noble y rendidor. Así llego a mis manos y realmente, el “Vintage”, como lo llamamos, es un caño.

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Mi Coupé Ford 1937 por Jorge Sos Mi coupe 1937, la coloradita, la tenía mi mecánico Héctor que la comenzó a restaurar para superar la depresión cuando se le murió primero la hija y luego la esposa. Un día yo le veo en el garaje de su casa particular y le comenté, dado el estado de la misma, que cuando quisiera venderla me avisara. Al tiempo me comentó que no la usaba y la quería vender, entonces yo se la compré. Así llego a mis manos y hoy es mi compañera de muchas viajes y aventuras.

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Mi Coupe TC 1940 por Miguel Majdalani La historia de mi coupe TC V8 comenzó volviendo del segundo o tercer Gran Premio Histórico, no recuerdo de cual, que en ese momento lo corría con una coupe Fiat 1500, al pasar por Venado Tuerto vi una coupe Ford en la vidriera de una agencia de autos. Volví a Venado y había dos TC, una Chevrolet que me decía que estaba en mejores condiciones. A pesar de su insistencia no me hizo cambiar

de opinión y compré el Ford. En ese mismo lugar había un mecánico de San Isidro que había transportado un auto a esa agencia en un acoplado. Conversando me dijo que reparaba y preparaba autos de rally. Nos pusimos de acuerdo y llevo el V8 a su taller y ahí comenzó mi calvario porque lo quería para el próximo Gran Premio.

Mi sorpresa fue que a los 15 días fui para ver cómo iban los arreglos y me encontré solamente con el chasis porque la carrocería la había llevado a un chapista, el motor a una rectificadora y así todas las piezas de mi TC. Peleando para que la terminara para la fecha convenida largue con el auto a medio terminar, pero con el mecánico de auxilio arreglando lo que fallaba. A partir de ahí corrí unos cuantos Grandes Premios más sin ningún inconveniente.

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M I AU TO

Desierto de Gobi, Pekin-París 2007

Mi Coupe TC 1938 por Juan Pablo Vignau y Luis Bustelo El objetivo fue preparar un auto para la Pekin-Paris 2007, por lo cual debía ser fuerte y resistente; lo mejor un TC y sin dudas, un Ford. Por eso comenzamos de cero; un chasis pelado y una carrocería vacía y los trabajos los iniciamos en noviembre de 2004 en Mercedes, Pcia de Bs.As. El chasis tenía ya realizados los refuerzos típicos de los autos de TC, pero nunca conocimos su origen. A la carrocería, además de todo el interior, le faltaban los guardabarros y el capot era inservible, por eso compramos un desarme de cupé en Chivilcoy para utilizar las piezas. Asimismo, luego de intentar armar alguno de los dos motores que venían con el chasis, decidimos traer uno de EEUU, con tan buen resultado que sigue andando hasta hoy, sin haberle hecho nada más que cambiar el aceite.

Luego de diez meses de trabajo, fuimos a probarlo en el GPH de 2005. Volvimos con una larga lista de observaciones y luego de varias pruebas, integramos el equipo oficial Ford en el GPH 2006. La última prueba fue el 19 Capitales de Uruguay en

febrero 2007 y en marzo lo embarcamos.

No sólo cumplimos sin inconvenientes todo el recorrido de la Pekin - Paris, sino que además participamos de la evocación histórica de la Buenos Aires - Caracas en el 2009, también la evocación de las clásicas Mil Millas Argentinas en 2012 y la Ruta 40 en 2017, además de muchas salidas cortas de fin de semana.

Como anécdota: transitábamos por el desierto de Mongolia rodeados por algunos de los Bentley Le Mans que participaban y Luis, muy ocurrente y muerto de risa me dijo, “mirá con cuánta plata menos nos divertimos lo mismo” Algunos de esos Bentley, no pudieron llegar a Paris.

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M I AU TO

Mi Tudor Super De Luxe 1946 por Juan José Olarte

Estimados consocios, la historia del Tudor es muy parecida a la de tantos nostálgicos que gustan del automovilismo, que pensando en sus comienzos en cuatro ruedas, toparon con uno que le dejo huellas afectivas e inolvidables.

En mi caso fue el primer auto que manejé, por generosidad de un familiar. Con él fui al examen para obtener el registro de conductor. Luego vinieron los propios pero este fue especial.

Me da una alegría y orgullo enorme participar en las salidas del Club, creo que a “él” le pasa lo mismo. Es conocido por “La bala verde” por la rapidez que hace amigos.

La vida es un antes y un después de tener un Ford V8 Tudor Super de Luxe 1946!!!!

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Mi Club Ford 1937 por Juan Carlos Repila Se la compré a un amigo en 1981 y la empecé a restaurar. Un día el mecánico decidió abandonar el taller dejando los restos mortales de la cupé para ser retirados.

Desarmada hasta los tuétanos, sin asientos, la carrocería partida en dos apoyada sobre el piso de tierra del taller y el chasis colgado alegremente de una de sus paredes.

Pedí auxilio mecánico al ACA para llevarla a otro taller. Sobre el chasis pelado con sus cuatro ruedas apilé guardabarros, torpedo, cola, repuestos, partes de motor, asientos, estribos, faros, faritos, cosas y cositas. Al mejor estilo de un barco pirata al tope de la pila de fierros até con hilo la chapa patente y así empezó Héctor Rossini la restauración. He aquí el resultado.

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M I AU TO

Mi Ford 1937 por Pablo Rossini Es un Ford 1937, 2 puertas (denominado cola de pato). Mi papá Héctor Rossini, lo compró alrededor del año 1970, estaba armado completo y con un buen casco, solo que estaba pintado de 2 colores el techo en color blanco y la parte baja en color negro, gustó del dueño anterior. Mi padre lo usaba como auto de calle todos los días hasta que en una oportunidad decidió pintarlo. Pero fue más allá de la pintura y pese a que mi abuelo Félix, le sugería que solo aflojara los guardabarros y sacara los galones y demás accesorios para pintarlo. Mi papá optó por desarmarlo todo, para realizar un repaso más integral de pintura y todo el resto del auto, a pesar de las advertencias

de mi abuelo que le decía: no lo desarmes todo que no lo vas armar más. Y así pasó. Fue transcurriendo el tiempo y el fordcito quedo desarmado por diversos motivos. A veces por falta de recursos económicos y otras veces por falta de tiempo ya que mi padre siempre estaba dedicado a restaurar otros autos.

El chasis, pelado a fondo y pintado por mi hermano mayor, colgado de una pared era ya parte de la decoración del taller hasta que en el año 2000 finalmente comenzó la restauración completa como quería mi papá, con mucho esfuerzo y satisfacción final. Hoy que él no está lo seguimos teniendo y disfrutando en la familia como él hubiera querido.

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Mi Coupe Ford Standard 1939 por Pablo Yaryura

En una oportunidad pase a visitar a los hermanos Gómez cuyo taller de restauración está en Santos Lugares. Cuando ingreso al taller, en la entrada del mismo, casi con la cola afuera, estaba estacionado un Ford V8 4 puertas. Pido permiso para subir al auto, y les comento mi pasión por los Ford V8, en especial el sonido inconfundible del motor. En ese momento Carlos Gómez me pide que lo acompañe a unas cuadras de allí para mostrarme “algo” que seguramente me gustaría. Si bien estaba apurado la insistencia fue tal que tuve que aceptar a condición de que fuera muy rápido. Llegamos a un garaje, Carlos levantó la funda y quedaron a mi vista los escapes de acero de la coupe. Le dio arranque sin subirse al auto, y quedó regulando. El amor fue a primera vista. Como dato interesante, el automóvil era propiedad de un socio del club, el Sr. Aníbal Reyes Oribe.

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M I AU TO

Mi Coupe 1937 por Ramón Cardoso De chico mi padre me contaba de la coupe FORD 38 color azul que había tenido, me dibujaba en el aire como ponía los cambios.

Una vez la retiro del Garaje y a las cuadras la empezó a notar rara !!! que paso?, andaba en una coupe que no era la suya!!! por lo que volvió a devolverla.! ¿¿En casa a nadie le interesaban los autos, vaya a saber de donde nace mi amor por ellos??

Siempre me encanto el sonido del V8, inigualable. En los años 60 pensamos en comprar un auto, y papa sugirió una coupe, yo como experto en la familia lo boche por tratarse de un auto viejo para la época!

Terminamos comprando un Isard 700 usado, que nos dijeron estaba mal de motor, resulto que no tenia presión de aceite por estar el filtro muy sucio . ¡Paso el tiempo y quería tener una coupe!

Se acuerdan de Segundamano? Siempre la leía hasta que encontré una Coupe 37 acorazada, como se decía en esos años.

Partí hasta Mármol donde la compré por 500 USSS año 1983!! ¡Esa es mi historia!

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Mi Coupe 1937 por Raúl Marocchi Hace rato que estaba buscando un forcito. Cuando me avisaron en la agencia de Tadeo Taddia había una coupe fui rápidamente a verla y me enamoré de ella. Por supuesto restaurarla no fue tarea de un día, como todos sabemos.

Y ya pasaron más de 28 años y sigue siendo mi fiel compañera de tantas salidas.

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M I AU TO

Mi Ford Coupe 1940 por Sergio Cirigliano

Un amigo de mi padre trabajaba en la Ford de Junín de los Hermanos Castelazzi. De todos los vehículo que entraban a la agencia para su venta el modelo 1940 de la coupe Ford era el que más le gustaba. Pasó el tiempo y finalmente pudo compró una.

La tenía siempre frente a su casa, era imponente y cada vez pasaba por ahí y la veía me quedaba mucho tiempo admirándola, prendado de ella. Finalmente con mi padre lo pudimos convencer de venderla y la compramos y disfrutamos juntos de algunas salidas por lo que la llevo en lo más profundo de mí corazón!!!

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Mi Ford Coupe 1933 por Sergio Cirigliano Siempre quise tener un FORD ’33 y conseguí uno 4 puertas en un pueblo próximo a Junín llamado Agustín Roca, por donde Don Atahualpa salía a caballo hasta Junín para tomar sus clases de guitarra.

El fordcito estaba debajo de unas chapas y era propiedad de los hermanos Franco, quienes lo usaban todos los días para ir desde el pueblo al campo.

Lo comencé a restaurar, para lo cual compré los repuestos

a un señor que tenía una coupe ’33 de 5 ventanas, quien la iba a cortar para transformarla en un hot rock. Traté por todos los medios de persuadirlo para que no lo hiciera ya que era un modelo que se usaba en TC y quedaban muy pocos originales. Finalmente lo convencí y terminó vendiéndomela para comprarse un Falcon y lograr su cometido.

La restauré pasando parte de los repuestos nuevamente y logré regularizar la documentación para transferirlo a mi nombre, luego de un recorrido bastante largo ya que el vehículo era propiedad de una estancia que había presentado quiebra.

Un detalle a destacar es que es uno de los primeros Ford que contaban con encendedor de cigarros de bakelita y éste aún tiene el original. Fue exhibido en AutoClásica.

M I AU TO

Mi coupe 1941 por Ángel Lovalvo

Está coupé es una réplica de un auto que corrió mi padre en unas mil millas del año 1941 la reconstruí a fin de participar en competencias de regularidad en clubes de TC históricos como asimismo en los GPAH del ACA junto al equipo FORD de nuestro club.

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Mi coupe Ford 47 por Gustavo Cruscuolo y Rodolfo Manochi Corría el año 1977 y yo estaba buscando una coupe 47, cuando un amigo me comenta que vió en la General. Paz una coupe verde que iba andando muy bien y que se vendía. Luego de verla y habiéndome gustado, le dije si podría pasar a la noche por mi casa para que mi padre la viera porque él era el entendido. Yo corría con una ventaja, porque mi viejo sabía mucho de estos autos y además como era abogado me asesoraba legalmente con los papeles.

Bueno de esta manera empezamos. El auto estaba bien, pero había que hacerle chapa y pintura (más que nada era pintura) y los tapizados estaban muy deteriorados. Se desarmo todo el auto, se saco toda la pintura vieja. La sorpresa fue que cuando sacamos el tapizado deteriorado, nos encontramos que debajo del mismo se encontraba el tapizado original y lo reparamos.

También se trabajó en la mecánica y en la parte eléctrica

De esa manera rejuvenecimos la coupe y salimos a disfrutarla durante muchos años, haciendo viajes a Punta del Este, Mar del Plata, Pinamar Campo de Bolivar etc… (esta es la mejor manera de recordar un auto por la felicidad que produce los recuerdos de los viajes).

Por estos años con mi Padre, que era un entusiasta en armar proyectos hicimos un “Hot Rod” con una coupe Ford 35 5 ventanas y un “Cobra”. La coupe 47 había quedado un poco de lado y llegó el momento de hacerle un “restailing” con lo que revivió nuevamente.

Y ahora viene una tercera etapa en donde mi amigo Gustavo Criscuolo juega una pieza fundamental, porque me dice: “mira, me gusta mucho tu coupe, pero está mal de pintura, yo la quiero, pero ocupate de que quede bien”. Entonces manos a la obra, conseguí un pintor que le saco toda la pintura del año 77 quedo como dicen “a la chapa” y lo notable es que no tenía ninguna picadura (estos autos son increíbles) y la armamos nuevamente con todos los burletes nuevos.

La coupe quedo espectacular y lo más importante es que gracias a Gustavo Criscuolo el auto sigue perteneciendo al Club recorriendo las calles de Argentina en todos los encuentros y salidas que realizamos.

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M I AU TO

Mi V8, Ford Sedan 1935 por Roger Davis

Hacía un par de años que buscábamos un Ford V8 que debía tener cuatro puertas para poder compartir salidas con la familia y los amigos. Supe de uno que estaba guardado en un garaje sin usar desde hacía varios años ya que su dueño había sufrido una seria quemadura al explotar la batería. Era una lástima que estuviera en tan buenas condiciones y quedara arrumbado allí. ¡Pobrecito! Eso me decidió y desde 2013 nos ha dado muchas alegrías y ha sido fiel compañía.

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Mi coupe 1946 por Oscar Chachi Tosone

La historia de mi querida cupé 1946....En un Ford 4 puertas 1946 mi querido y nunca olvidado padre me sentaba en sus faldas y me decía. : manejá ..poné segunda....ahora punto muerto.....primera... etc etc. Yo tendría 6 o 7 años...Ahí tuve mis primeros contactos con un V8. Con el transcurrir de los años el 46 se fué.. Se reemplazó por un Bel Air 1955 y así sucesivamente.

Pero yo a medida que iba sumando años soñaba reencontrarme con aquel 46. Y lo encontré......en vez de un 4 puertas me decidí por una coupé....Un sueño realizado...Después el tiempo me obligó a venderla. Fueron circunstancias ajenas a mi voluntad. Unos años después logré comprar otra similar .Está en casita cuidadita desde 1992 aproximadamente. . Por supuesto es mi auto preferido, .tiene varios viajes a Mar del Plata y muchas salidas con mis seres queridos y mis amigos. ¡¡¡En cada oportunidad de usarla viene a mi memoria las faldas de mi viejo... QUERIDA CUPÉ NUNCA MÁS ME SEPARARÉ DE TI!!!

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1 93 2 FORD V8 P H AE TO N

CON ALGO DE HENRY Y ALGO DE EDSEL 1932 FORD V8 PHAETON Henry Ford nunca fue de los que se alejaron de un desafío. Tras el éxito absoluto del Modelo T y del Modelo A que siguió, Ford dio un paso audaz al presentar el primer automóvil V8 de bajo costo producido en serie. [ Texto y fotos: HYMANLTD.COM ]

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1 93 2 FORD V8 P H AE TO N

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Para el Ford de 1932, Edsel utilizó la experiencia de diseño que obtuvo en Lincoln, una decisión inteligente que trajo la influencia de la división más exclusiva de Ford al ámbito del automóvil cotidiano.

E

l Modelo A había sido un vendedor fuerte, pero los autos de cuatro cilindros comenzaban a perder el favor de los compradores y el Ford V8 demostró ser exactamente lo que estaban buscando. El diseño del automóvil recayó en las hábiles manos del hijo de Henry, Edsel Ford. Donde Henry era el pragmático, Edsel estaba impulsado por una fuerza más creativa y poseía un buen ojo para el estilo. Para el Ford de 1932, Edsel utilizó la experiencia de diseño que obtuvo en Lincoln, una decisión inteligente que trajo la influencia de la división más exclusiva de Ford al ámbito del automóvil cotidiano. El estilo fue finamente perfeccionado y bastante bonito con guardabarros delanteros fluidos y una rejilla del radiador sutil en forma de V. Ford una vez más había tocado la fibra sensible de los compradores, produciendo un automóvil hermoso y llevando la potencia V8 a la gente; algo que anteriormente hubiera estado completamente fuera del alcance del comprador promedio.

Al igual que con los modelos anteriores, varios estilos de carrocería estaban disponibles en el catálogo de Ford. Los autos cerrados incluían los sedanes Tudor y Fordor, el Victoria de cuatro asientos y el cupé de asiento ruinoso. Los coches abiertos incluían el Phaeton y el Roadster. Todos los modelos compartían el mismo estilo básico que, a pesar de ser un diseño de solo un año, se convertiría en un ícono. El «deuce» fue muy popular y siguió siendo deseable durante los años venideros, convirtiéndose en el Hot Rod por excelencia y formando la base de tantos coches personalizados legendarios. Y aunque a menudo es el hot rod arquetípico en el que la mayoría de la gente piensa cuando imagina un Ford 1932, las líneas simples y elegantes del original son las que le valieron el estatus de uno de los autos clásicos más importantes y seminales de la década de 1930.

Este hermoso Ford Modelo 18 V8 Phaeton de 1932 es un excelente ejemplo que ha sido cuidadosamente restaurado según las especificaciones de la época. Es un automóvil muy atractivo, con una hermosa restauración de la colección de William Lassiter de West Palm Beach, Florida. Se ha mantenido totalmente de serie, habiendo escapado a las modificaciones que aquejan a mu-

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Con interiores en color marrón, la tapicería permanece en un estado atractivo, los paneles de las puertas y el tablero elegantemente simples y todos los interruptores funcionando como se esperaba.

chos coches similares. La carrocería tiene un acabado en marrón medio sobre guardabarros negros y líneas características. Las ruedas rojas brillantes brindan un toque de luz y las líneas doradas unen muy bien el esquema de color. La calidad de la pintura es excelente, y la carrocería es nítida y recta, habiendo sido excepcionalmente bien mantenida en buenas condiciones desde que se completó la restauración. La carrocería cuenta con repuestos de montaje lateral doble, una opción original en 1932, así como un portaequipajes y un trabajo brillante finamente restaurado.

La espaciosa cabina está decorada en marrón con un estándar muy correcto. La tapicería del asiento permanece en un estado atractivo, mostrando poco desgaste o uso. Los paneles de las puertas y el tablero elegantemente simple son correctos y, nuevamente, en buen estado con todos los interruptores funcionando como se esperaba. Una capota LeBaron Bonney de alta calidad en color caqui se ve muy bien contra el esquema de pintura y el marco superior es recto, sólido y funciona como debería.

Si viajar es una prioridad, un baúl de lona descansa sobre el portaequipajes para transportar equipaje adicional.

El compartimento del motor está muy bien presentado y es muy correcto, con accesorios, cableado y detalles originales. El pequeño V8 de cabeza plana arranca con facilidad y funciona con fuerza, emitiendo el característico murmullo de naturaleza suave y tranquila que definió a los Ford de los años ‘30. El motor está respaldado por una caja de cambios manual de tres velocidades y el chasis completamente restaurado está bien ordenado. Estos son realmente deliciosos autos para conducir que se sienten mucho más jóvenes de lo que podrían sugerir sus 88 años. El motor V8 es una maravilla de suavidad, que entrega su potencia temprano y con un mínimo de dramatismo. Los frenos en las cuatro ruedas y un diseño de chasis probado se traducen en una conducción controlada y una frenada segura. Combine eso con una dirección ligera y dimensiones relativamente compactas, y no es de extrañar que a los primeros entusiastas de Ford V8 les encantara conducir sus autos. La restauración más antigua de este excelente ejemplo se ha mantenido a un nivel muy alto y permanece en excelentes condiciones, lista para un espectáculo informal o una gira regular. Es un gran clásico familiar que es tan hermoso como importante por su valor histórico.

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AU TO CLÁS IC A

AUTOCLÁSICA UNA EXPERIENCIA PARA COMPARTIR

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[ Por ALBERTO CORRAL ]

utoclasica es una competencia de elegancia para autos clásicos y antiguos organizada por el Club de Automóviles Clásicos, de Argentina, la más grande de Sudamérica, que se celebra desde 1998. En ella nuestro Club ha participado exitosamente presentando sus más destacados autos Pero decir que ha participado es una simplificación grosera.

Para entender mejor lo que esto significa, escuchemos un relato ficticio de un socio del Club que con mucho orgullo presta su joya mecánica para ser expuesta “Después de armar el stand estamos un poco nerviosos.

Costó desprenderse del auto para dejarlo estacionado allí, al aire libre. ¿Y si graniza de nuevo? ¿Y si llueve y se moja? ¿Y si alguien lo lastima? Pero respiro hondo y lo dejo bien temprano, lo miro un rato antes de despedirme, y le digo “hasta mañana”, no sin antes plumerearlo una vez más.

Al día siguiente voy a visitarlo, pero esta vez, junto a muchas otras personas: yo con una mezcla de orgullo y nerviosismo rodeado de otros quienes simplemente iban a disfrutar de la exposición.

Me preguntó realmente para quien es la exposición… ¿Para los invitados, algunos ajenos al ámbito, que pagan una entrada y se pasean merodeando entre los autos, acariciándolos cual mascota ajena, sacándoles fotos y felicitando a sus dueños? ¿Para estos últimos, que cual padres, aprovechan la ocasión para reunirse, hablar entre ellos de todas las reliquias en exposición, y por qué no, de otras cosas, ya que allí nació más de una profunda amistad? ¿O es en realidad para ellos, los autos, que se encuentran acompañados por sus congéneres, haciendo sentir orgullosos a sus dueños que tanto los cuidan, ganándose más de una sonrisa y más de un recuerdo en su nombre?

Con emociones a flor de piel, sin saber quién disfruta más de la exposición, decido dar una vuelta, mirando los autos. De distintas épocas, distintas marcas, pero todos clásicos. Los recuerdo de mi juventud o de alguna revista. Todos con su historia y sus andanzas, sus dueños tan particulares y sus kilómetros recorridos. Charlo con unos y otros. Disfruto de una bebida al sol o bajo la sombrilla… pero ahí nomás me percaté de que mi V8 no tiene sombrilla bajo la cual cobijarse. El sol del mediodía atenta contra la pintura, pero no hay nada que hacerle, el sol decidió que ese día los autos debían brillar.

Después de un descanso vuelvo al stand, y ya unos metros antes, diviso un señor tocando el auto y la sangre se me sube a la cabeza. Me pregunto qué podrá estar sintiendo al tocarlo; no es un perro que mueve la cola o un caballo con el pelaje suave, ni es suyo, sino que no deja de ser una exposición donde el respeto amerita distancia. Pero no hay caso, no hay cartel que sea leído, ¿será que no quieren o será que la vista ya tiene demasiada hermosura en que concentrarse?

Entre tanta gente, pasó cerca un amigo de hace años, que también se unió al Club tiempo atrás. Pocas son las veces que nos encontramos: las reuniones del Club y exposiciones a las que el fanatismo nos lleva de igual modo, pero cada encuentro es un disfrute. Y en eso en la carpa del club se anuncia otro brindis y algún ‘sanguchito’, (¡no sea cosa de dejar al estómago olvidado!).

Uno de los tantos brindis que se hacen con el correr del día, porque, total, nunca está de más celebrar. Cómo no acordarnos del Doctor Jorge Otaño Piñero dando alguno de sus característicos discursos parafraseando al famoso fraile “Dom Perignon” al levantar su copa.

Pero hay que atender a los visitantes al stand. Algún curioso averiguando el año de los autos, y otro que se acerca y consulta sobre el Club: es que compró hace poco un Ford antiguo, y piensa restaurarlo: otro potencial miembro de la familia. ¡Qué excelente bienvenida es encontrar a los miembros de tu posible club tan contentos y orgullosos!, pero sin dejar de lado la responsabilidad que conlleva ser parte de este club, organizador, presidente, miembro, o expositor.

Es por eso que todos nos mordemos el labio cuando vemos levantarse viento, porque sabemos que anuncia tierra sobre los autos y quizás la lluvia que siempre nos acompaña en Autoclásica, como en aquel terrible 2007. Corro a ponerle la funda protectora, deseando que no se filtre el agua y me preparo para dejarlo reluciente de nuevo cuando el mal tiempo pase. Es que el esplendor debe durar hasta que sea el momento de ir a buscarlo, de retirarlo.

Ya terminó el evento y ambos, el auto y yo, sabemos lo cansados que estamos. Mucha exposición, mucho divertimento, mucha tensión, y ahora también mucho alivio. Y aunque lamento que se haya terminado y sea la hora de volver a casa, el alma vuelve al cuerpo al escuchar un ruido que hacía 3 días no escuchaba: el del motor encendiéndose, ronroneando como solo un V8 sabe hacer.”

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Participación del Club Ford V8 en Autoclásica Haciendo un poco de historia, hubo 19 ediciones que se organizaron en estos últimos 23 años (2001, 2002 y 2003 suspendidas por la crisis, 2020 suspendida por el Covid 19). Entre 1998 (primera edición de Autoclásica) y 2007 los autos se exhibían sobre el césped, en la zona del Hipódromo de San Isidro ubicada junto a la Avenida Unidad Nacional, al estilo del campo de golf de Pebble Beach. Hasta que, en el año 2007, las intensas lluvias convirtieron el campo en un lodazal. A partir del año siguiente Autoclásica se mudó a la zona del Hipódromo de Santa Fe y Márquez, donde están los bulevares asfaltados.

Como se menciona en la Revista “el Ocho en V” numero 5, nuestro Club participó en la II edición de Autoclasica, en 1999, siendo quizás esté el primero de una larga serie de estos eventos donde estuvimos presentes.

En Autoclasica 2000. Eel Club presentó 5 Ford V8.

Luego de los 3 años de suspensión el más importante evento de autos clásicos y antiguos en Sudamérica abrió sus puertas. Estaba programada para abril, pero FIVA recomendó postergarla hasta septiembre. El Club contó con dos stands donde los socios Ladislao Eber, Carlos y Ariel Gomez, Emilio Gomez, Eduardo O´brien, Rodolfo Acebras, Francisco Navarro, Ricado Ostrowsky y Gustavo Laffont expusieron sus autos

2004

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A pleno sol. Como menciona Juan Carlos Repila, “la calidad de nuestro stand, su tamaño, su ubicación y los 19 autos expuestos fueron adecuados testimonios de la jerarquía del club”. Hubo muchos globos con helio con el logo del club impreso y un muy buen armado del stand, decorado de flores con el logo del V8 y de Ford. Se repartieron folletos de impecable factura a todos los interesados.

Los autos expuestos: Ford Tudor sedan 1934 de Alday Carlos.

Ford Coupe Cabriolet 1935 de Andreozzi Bruno. Ford Sedan Convertible 1937 de Bongioanni Luis. Ford Pick-up 1/2 tonelada 1936 de Bongiardino Orlando. Mercury Deluxe Coupe 1942 de Corral Alberto. Ford Coupe Cabriolet 1946 de Devo-

2005

to Miguel. Fordor Sedan Deluxe 1946 de Eder Ladislao. Ford Coupe Roadster 1935 de Ferrazzani Roberto. Ford Coupe TC Deluxe 1940 de Huergo Carlos. Ford Coupe 3 ventanas 1936 de Ibarzabal Daniel. Mercury coupe 1947 de Librera Amilcar.

Ford Tudor Deluxe 1940 de Laiño Ricardo. Ford Coupe TC Deluxe 1940 de Majdalani Miguel. Ford Coupe Deluxe 1946 de Meijide Eduardo. Ford Coupe Cabriolet 1939 de Mujica Guillermo.

Ford Woody 1947 de Ostrowsky Ricardo. Ford Coupe Standard 1940 de Poluyan Igor. Ford Coupe Cabriolet 1937 de Repila Juan Carlos. Ford Coupe Standard 1938 de Sember Mario.

Esta fue la primera vez que el motor V8 armado sobre un banco de pruebas de Rau Dalla Cia se expuso. Cada vez que se ponía en marcha generaba un aluvión de público al stand.

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AU TO C LÁS IC A Los siguientes socios presentaron sus autos: Fordor 1934 de Carlos Alday, Cabriolet 1935 de Andrés Vertone, Fordor 1936 de Carlos Pica, Cabriolet 1937 de Juan Carlos Repila, Coupe Standard 1938 de Oscar Tosone, Coupe Mercury 1942 de Alberto Corral, Coupe 1946 de Eduardo Meijide, Cabriolet 1935 de Bruno Andreozzi, Coupe Convertible 1940 de Luis Rapazzo, Phaeton 1937 de Máximo Speroni, Coupe Convertible 1946 de Miguel Devoto, Coupe de TC 1937 de Máximo Achaval, Coupe de TC 1939 de Horacio Mugica y Coupe de TC 1940 de Federico Pettigrew.

Una anécdota digna de mencionar. Una Ford V8 del Club ganó el premio en la categoría Post Guerra, pero algo pasó… Este es el relato de su dueño Eduardo Meijide: “Era una fantástica edición de Autoclásica. Autos, amigos, un cocktail ideal. Entrada la tarde del sábado me retiraba del stand del Club cuando Aníbal Reyes Oribe, ataviado con su enorme sombrero de paja me detuvo con un grito: —Eduardo, te estas olvidando las llaves de la coupe.

—Quédatelas por si te hacen falta y yo no estuviera, le respondí, sin imaginar que mis palabras serian premonitorias….

—No Eduardo, es una responsabilidad. Mejor tenelas vos y las traes mañana, me dijo.

Ya en casa por la noche, a punto se sentarnos a comer con mi mujer, sonó el teléfono y era Gonzalo, nuestro hijo menor. Era el único de nuestros tres hijos que vivía en el país. Los otros dos habían emigrado, la familia de alguna manera se había achicado y el festejo de su cumpleaños se había pospuesto con el propósito de encontrarnos el fin de semana. Mientras hablaba a Cristina se le ilumino la mirada y al colgar la comunicación me dijo contenta: —Mira que buena noticia!!, Gonzalo nos invita a almorzar mañana para presentarnos a su novia (hacía tiempo que salían, pero aún no la conocíamos). ¡Qué lindo! Ya reservo en Grappa.

2006

Inmediatamente pensé: tendré que abandonar mi idea de Autoclásica. Bueno, la ocasión lo amerita. Era importante.

El plan se concretó el domingo. Allá fuimos a conocer a la que sería la nueva integrante de nuestra familia. Después de una espera prolongada, cuando aún no nos habían servido el primer plato sonó mi teléfono. Era un llamado casi desesperado del amigo Aníbal: —Eduardo, venite urgente! Tu coupe salió premiada en la categoría posguerra ganándole nada menos que la Ferrari 1959 de Gregorio Perez Companc.!!! ¡Trae la llave!!

Cualquiera que haya protagonizado la experiencia de haber armado un auto con la dedicación y el trabajo que se requiere, se imagina todo lo que se agito en mi interior. ¡Una enorme alegría por el esfuerzo reconocido y recompensado con semejante premio, que emoción!! Al mismo tiempo, también el que haya pasado por la experiencia de estas presentaciones más o menos formales de un novio/a sabe que cosas ahí se juegan. Actuar sin pensarlo, correr hacia San Isidro dejando a todos plantados en esa situación de una cierta formalidad…tal vez mi mujer e hijo entenderían, pero la novia...

Todo eso se debatía en mi interior durante la conversación con Aníbal y un minuto después decidí que no podía irme, que no recibiría el premio.

Cristina me miraba preocupada. —Pasa algo? ¿Algún problema?

—No, nada, es que con el Ford gane un premio en Autoclásica....

—¿Y por qué esa cara?? ¡Qué bueno!! ¡Felicitaciones!! ¡Chicos, Papa gano un premio con la coupe!!

—Genial papi!!! ¡Felicitaciones!! ¡Brindemos por el Ford y tu premio!!!

Y todos brindamos contentos. Así nos resignamos a perder el Premio al mejor Posguerra 2006…pero ganamos agrandando la familia y cuando conté mucho después lo que había pasado, aun hoy nos reímos recordándolo”.

AU TO CLÁS IC A Bajo el agua. La continua lluvia hizo muy dificultosa la entrada de los vehículos y su cuidado durante la exhibición. El tradicional césped se convirtió en un amplio lodazal sobre el que había que caminar con botas o bolsas de plástico adaptadas a los zapatos. El Club organizó un stand que gano el Primer Premio entre los presentados por los clubes.

2007

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Solo un día de lluvia, sol el resto del evento. Todos dimos las gracias por no haberse repetido la experiencia del año anterior. 12 autos se presentaron de los siguientes socios: Ford standard 1939 de Daniel Cursaro, Coupe Ford 1937 y Ford Pickup 1937 de Javier Lopez Zavaleta. Ford sedan 1936 de Sebastian Trapani. Cabriolet 1946 de Ladislao Eber, Coupe Ford TC de Juan Carlos Repila y Eduardo Mejide, Ford sedan 1938 y 1940 de J. Campana, Coupe Ford TC de Miguel Majdalani, Ford sedan 1935 de Raul Dalla Cia), Ford Woodie 1946 de Santarellli, Ford Roadster 1936 de Oscar Viola.)

Las fotos de la revista fueron tomadas por Alfredo De Lorenzo.

2008

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AU TO CLÁS IC A Este año los autos expuestos fuera basado principalmente en los modelos del año 1937. Merece ser destacado el Fordor de lujo 1940 de Osvaldo Mazzotta en su estado original con solo 39.800 km en su odómetro, que se presentó en una carpa especial.

Los siguientes socios presentaron sus autos: Fordor 1940 de

2009

Osvaldo Mazzotta, Camión Ford 1938 de Gustavo Pinasco, Coupe Ford TC de Juan Carlos Repila y Eduardo Mejide, Coupe Convertible 1946 de Miguel Devoto, Coupe Club 1937 de Jorge Otaño Piñero, Coupe 1937 de Raul Marocchi, Cabriolet 1937 de Arturo Castro, Cabriolet 1937 de Juan Carlos Repila, Coupe 1937 de Francisco Navarro, Coupe 1937 de Javier López Zavaleta.

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11 autos de excelente calidad fueron expuestos por nuestros socios. Mercury sedan 1940 de Alberto Corral, Mercury Coupe 1942 de Horacio Yanon, Ford Coupe 1937 de Matías Carignano, Ford Coupe Convertible de Eduardo Marias, Ford Coupe 1937 de Juan Mercado, Ford Coupe 1947 de Martin Tschaeppaet, Ford Coupe 1946 de Car-

2010

los Saini, Ford Coupe TC 1937 Raul Dalla Cia. Desde Brasil, San Pablo, manejando su auto llego un Ford Roaster de Benedito Vieyra que acompaño a nuestros V8 También tuvimos un Ford T 1919 de Nestor Cuneo y en colaboración con el Museo Náutico Argentino una la lancha clase Mojarra 1958 con motor Ford V8 60HP del año 1937.

Es de destacar que nuestro socio Luis Bustelo con su Renault 35/40 de 1906, se quedó con el premio “Best of Show”.

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El Club conto con un predio en el Bulevar (una ubicación muy superior a la del año pasado) y gracias al esfuerzo de Javier López Zavaleta y su grupo de colaboradores la presentación del Club en sociedad fue un éxito. Muchos visitantes admirando los V8, algunas presentando solicitudes de socios, y por último, pero no por ello menos importante, el tradi-

2011

cional brindis con Champaña al mediodía y al cierre de la jornada.

Presentaron sus autos: (Ford 1937 Pick-up de Javier Lopez Zavaleta, Ford Tudor sedan 1938 de Horacio Pinasco, Ford 1940 coupe standard de Ernesto Turini, Ford 1940 coupe Deluxe de Juan Carlos Torviso, Ford 1946 Tudor de Juan José Olarte, Mercury 1941 sedan 4 puertas de Norberto Bechini, Ford 1947 coupe de Marcial Claus, Ford 1932 Roadster Miguel Salierno.

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AU TO C LÁS IC A

Festejamos los 80 años de Ford y el evento fue una fiesta (aunque como no podía ser de otra manera la lluvia también nos acompañó).

En el stand tuvimos un Ford Tudor 1932 de Sebastian Trapani y un Roadster 1932 de Zapatero, un Ford 1937 de Héctor Rossini, un Ford 1933 de Espinela, un coupe Ford 1933 de Sergio Cirigliano, una Mercury convertible 51 de Julio Mendizabal, una pick up Ford 1937 de Alberto Corral, un Woody 1946 de Ostrowski, un Ford sedan 1946 de Vicente y y un Ford sedan canadiense de Adamovsky.

2012

Ocupando el centro del stand la coupe TCA ganadora del reciente Gran Premio Histórico ACA, de los Hermanos Davidovich. Y la coupe Ford 1939, icono del turismo carretera, perteneciente a los Hermanos Emiliozzi, patrimonio cultural del municipio de Olavarría. Esta coupe obtuvo el Primer Premio en la categoría Turismo Carretera.

Otro vehículo de nuestro club que ingreso al Hall de la Fama, fue la Pick up 1937 de Alberto Corral, remolcando a una histórica lancha de carrera Mojarra, que como no podía ser de otra manera, estaba equipada con un rugiente V8 de 65 hp, perteneciente al Museo Náutico Argentino.

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AU TO CLÁS IC A

Todo un acontecimiento. Siete convertibles fueron expuestos al público presentadas sobre una alfombra roja y enmarcadas por una pequeña cerca arreglada con motivos florales. No podemos dejar de mencionar a Raul Dalla Cia, por su diseño del stand. Participaron los siguientes tesoros” en el evento: Coupe Ford 1935 con-

2013

vertible de Jorge Oscar Sos, Coupe Ford 1936 convertible de Oscar Roberto Viola, Coupe Ford 1938 convertible de Warren Brainard, Coupe 1940 convertible de Warren Brainard, Coupe 1946 convertible de Ladislao Eder, Coupe 1946 convertible de Miguel Devoto y u n Doble Phaeton 1937 de Luis Bongioani.

La coupe convertible 1936 de Oscar Roberto Viola obtuvo el primer premio en su categoría.

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Este año el stand fue preparado bajo la lluvia, con botas y todo. Una fotografía de Joaquin Campana, el fundador del Club enmarcaba la carpa del Club.

Presentamos un camión 1.5 tn 1938 de Hector Potenza quien obtuvo el segundo premio en la categoría de vehículos comerciales, la pickup 1937 de Alberto Corral, el Woddy de Horacio Ostrowsky, la coupe 1946 de Jorge Girotti y la coupe convertible 1935 de Jorge Sos. La coupe 1940 de TC que corrió el Pekín- Paris de Luis Bustelo y gracias a la colaboración de Luis Spadafora del Museo del Automóvil, el Ford sedan 1937 que Juan Galvez utilizaba como auxilio.

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¡Fue una fiesta! Se presentaron hermosos autos y entre ellos la Empanada Ford 1934 de Oscar Gálvez, que gentilmente nos prestara para exhibirla el Museo del Automóvil (gracias Luis Spadafora, y Jorge Girotti). También recordamos afectuosamente a Roberto Solans socio del Club Ford A: no solo nos dio su Ford 1932 para que lo expusiéramos. El primer día de la

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muestra apareció muy temprano (hecho que repetiría todos los días) con un horno a gas y alimentos varios. Durante los 4 días del evento sus hamburguesas se hicieron famosas.

Del Club presentamos los siguientes excelentes V8: Ford Sedan 1935 de Victorino Dalla Cia, Ford Sedan 1937 de Hector Rossini, Ford Cabriolet 1937 de Jorge Sos, Ford Coupe1938 de Gustavo Musumeci, Ford Coupe 1946 de Jorge Sos, Ford Coupe TC 1937 de Raul Dalla Cia.

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AU TO C LÁS IC A Por supuesto hubo lluvia durante la mañana de la jornada inaugural, pero en general el tiempo nos acompaño bien. Tuvimos un excelente stand (obra principalmente de Raul Dalaccia) que fue el marco ideal para presentar la coupe 1946 que completo la vuelta por toda la Argentina conducida por Martin Tschaeppaet, y por primera vez expusimos un Ford 1953, el último exponente de los “flat

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head” de Ricardo Ostrowsky. Dentro de las joyas expuestas, la Coupe 1946 de nuestro socio Jorge Girotti fue premiada como el mejor auto Post Guerra Americano y la coupe cabriolet 1933 de nuestro socio José Contartese fue premiada en la categoría POST VINTAGE AMERICANOS. Se presentaron también los siguientes V8: Ford Coupe 1937 de Raul Marocchi, Ford Sedan1939 de Roberto Constenla y Ford Cabriolet 1937 de Eduardo Maria.

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AU TO CLÁS IC A

El día anterior a la inauguración amaneció lluvioso con el campo totalmente embarrado (más temprano o más tarde el agua siempre está presente en Autoclasica). Los autos entraban patinando y dejando profundas huellas por el terreno donde los visitantes al stand iban a caminar y llenándose de barro. Y como siempre sucede, después de la lluvia salió el sol y el tiempo estuvo hermoso durante los cuatro días de Auto-

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clasica, con una gran cantidad de visitantes que se entusiasmaban cuando alguno de los V8 hacía sentir sus rugidos. Ahí estuvieron la coupe 1940 de Juan Marocchi, la coupe 1946 de Elbio Paz, la coupe 1937 convertible de Jorge Sos, el sedán 1939 de Nestor Cuneo, el sedán 1936 de Roger Davis y como broche por los 80 años del triunfo de Angel LoValvo en el Gran Premio (el cual quedó en la historia como la piedra fundacional del TC) la coupecitas de TC de su hijo Angel Lo Valvo y la coupecita de TC de Alberto Corral.

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Con un sol que brillo prácticamente los 4 días, el evento fue otra vez una fiesta. Hubo una excelente selección de V8: dos impecables sedanes 1946 de Juan Olarte y Nestor Cuneo, una coupe convertible 1937 y un doble phaeton cabriolet 1937 de José Contartese, y una pickup 1937 de Alberto Corral. Además, una coupe TC 1937 de Raul Dalla Cia y sobre un sedán 4 puertas 1934 un proyecto de hot rod clásico de Emiliano Marolla y Hernan. Y por último, presentamos un motor V8 armado sobre una estructura portante de Jorge Sos que cada vez que se lo ponía en marcha atraía a las multitudes con su ronco rugido.

2018

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AU TO CLÁS IC A No faltó la lluvia y el barro. La muestra arrancó el día viernes con fuertes tormentas intermitentes. El mal tiempo continuó el día sábado con un temporal que hizo que la muestra se suspendiera ese día.

Los memoriosos recordaban el diluvio de la exposición del 2007. Pero, es justo decirlo, en general el tiempo bueno nos ha acompañado en estos eventos. Las joyas presentadas

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fueron las siguientes: Mercury Coupe Convertible 1947 de Eduardo De Nardo, Mercury Coupe1942 de Alberto Corral, Ford Sedan 2P 1947 de Rolando Falaschi, Ford Sedan 4P 1939 de Roberto Constela, Ford Coupe Convertible1937 de Jorge Sos, y un Ford Sedan 4P 1934 de Sebastián Trapani.

Otra vez el Club tuvo la satisfacción que uno de sus autos presentados, la coupe Mercury 1942 de Alberto Corral fuera distinguido por el jurado con el primer premio “Post Vintage”.

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SALIDA

NUESTRO ALMUERZO RECEPCIÓN DEL 2021

L

uego de un largo conciliábulo tomamos la decisión correcta. Nos reuniríamos para celebrar el año entrante (de este 2020 mejor olvidarse) en Bahamas, al aire libre, con todos los protocolos del caso: Vade Retro COVID. Fuimos 22 amigos en tres mesas, en un día hermoso bajo la sombra de los arboles, compartiendo un rato de esparcimiento y amistad. Nos dio mucha alegría verlo a Mario Sember, ya recuperado de su enfermedad y a Coco Boggi haciendo gala de sus noventa y pico sonriendo como nunca.

Como a veces pasa con nuestro V8 que suelen tener pánico escénico, la Pick-up 37 de Alberto Corral no llegó a destino. Se

empacó frente al Tiro Federal y quedo estacionada en la calle para preocupación de su dueño, pero el almuerzo era más importante. Lo curioso fue que al ir a buscarla estaba esperando y arrancó con buena onda (posible diagnóstico: basura en el carburador de tanto tiempo sin usar).

Entrada la tarde, hubo un brindis y un recuerdo para los amigos que no pudieron venir y los que ya no nos acompañan físicamente. Con la esperanza de poder repetir estos encuentros en el año que se inicia nos despedimos deseándonos un 2021 venturoso, con salud y felicidad.

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EL FORD V8, EL TRÁFICO DE LICOR Y LOS ORÍGENES DEL NASCAR [ Por JUAN MAROCCHI ]

Ford 1940 V8 Coupé con su cargamento.

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E

stimados amigos, es sabido que el motor Ford V8 lanzado al mercado por Ford en 1932, fue una revolución para todos los automovilistas de la época, más allá de los adelantos técnicos y sus destacadas prestaciones de las que ya hemos hablado en varias oportunidades, hay una que fue la mas importante y a la cual debe su popularidad, el tapa plana de Ford no fue el primero ni el mas potente ni el mas confiable de los V8 de la época, pero fue el primero que estaba al alcance del ciudadano común, esto se debió a que Ford consiguió fundir el block en una sola pieza de hierro lo que hizo posible producirlo en grandes cantidades al mismo costo que los motores de 4 y 6 cilindros que traían la mayoría de los vehículos de la época en USA, Ford logro un motor de alta performance a un precio económico y esta fue la principal razón del éxito del mismo.

Ford V8 Power for the Powerless (el poder del Fordv8 para los que menos tienen) Además de ser un motor dentro de todo barato, tenía un gran potencial, los entusiastas de la época empezaron a modificarlos para sacarle mas potencia con un relativo bajo costo, las típicas modificaciones eran carburadores múltiples, dobles salidas de escape, tapas de cilindro de compresión elevada etc., nos encontramos en USA en los años 30, justo a la salida de la famosa ley seca , que fue la causa por la que varios jóvenes muchachos de la zona rural del sur de estados unidos comenzasen a modificar sus autos Ford y sus motores, la razón?

Necesitaban un vehículo potente para escapar de las patrullas y hacer entregas de su elixir, a continuación, veremos de que se trata, vaya y sírvase un whisky que esto se pone interesante….

En la Zona del Sur de Estados Unidos hubo un gran corriente migratoria de Escocia ,Irlanda y demás Países de la Gran Bretaña, cuya cultura tenía como tradición familiar destilar su propio Whisky (deriva del gaélico escoces Uisge beatha, que significa agua de vida), así como lo italianos, hacían sus pastas, y nosotros hacemos nuestros Asados, estos inmigrantes anglosajones tenían la costumbre de fabricar su propio whisky casero para beber con amigos y en reuniones familiares, en Estados Unidos echaron mano al cereal más abundante y barato que había, el maíz y aquí es donde se conjugan 3 Factores claves , la sanción de la ley seca (1920-1933) que prohibía el consumo y comercialización de bebidas alcohólicas en todo el país, la Grave crisis económica luego del Crash del 29 y el Nuevo impulsor creado por Henry Ford ,como dice el dicho, echa la ley, hecha la trampa, sumémosle la imperiosa necesidad de un ingreso y ahí teníamos una oportunidad, al entrar en vigencia la ley que llevo al cierre de todas las destilerías del país, los inmigrantes, muchos desempleados de las grandes fábricas ya de vuelta en sus granjas y en condiciones de pobreza vieron aquí la manera de subsistir, y el Ford V8 se transformaría en el Ticket para una mejor vida, se

Destilerías de Moonshine ocultas en las Montañas.

dieron cuenta que el fruto de su trabajo que en su mayoría era la producción y venta de maíz podía transformarse como era tradición y con bajo costo en un producto mucho mas rentable, en vez de vender las bolsas de granos como hacían habitualmente, empezaron a procesarlo y destilarlo para transformarlo en Whisky de maíz, hoy llamado Bourbon (con un mínimo añejamiento de 7 Años en Barricas de Roble americano) , por supuesto que estos agricultores no podían esperar 7 años para vender su producto, así que el whisky o Whiskey (como ellos lo denominan), se destilaba envasaba y vendía en una misma noche, al no tener añejamiento alguno , el Whiskey era incoloro y era destilado clandestinamente por la noches en destilerías camufladas en los bosques de la zona montañosa del sur de Estados Unidos, estas destilerías funcionaban ocultas, muchas veces enterradas y escondidas tierra adentro en las laderas de las montañas de Tennessee y Kentucky , su producto era el Moonshine así llamado por ser un líquido incoloro con una graduación alcohólica del 50% y que para comprobar su pureza (transparencia) solía agitarse el frasco que lo contenía y se lo miraba a la luz de la luna,(-

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Típico “Stance” o altura de un Coupé que llevaba Moonshine por las Noches.

Moon en inglés), si había brillo(Shine en inglés) y gran cantidad de pequeña burbujas, no contenía impurezas y su olor era bien Alcohólico, se decía que era un buen Moonshine.

Fue entonces como gracias a la prohibición estos agricultores encontraron un gran negocio, el Whisky se destilaba, envasaba y entregaba en una misma noche, al otro día y si no habían tenido ningún percance los Moonshiners, habían ganado más en una noche de lo que podían ganar en varios meses, de ahí lo grandes riesgos que corrían para obtener su recompensa.

Una vez finalizada la Destilación del Moonshine se envasaba en frascos de Medio litro y se colocaba en cajones de madera para que no se rompieran en el transporte y eran entregados en los Speak Easy o bares clandestinos de los Centros urbanos de Estados Unidos (seguramente el amigo lector conoce la famosa serie de tv de los años 80 “Los Duques de Hazzard) , como es sabido al estar prohibida la venta y fabricación de bebidas alcohólicas las Patrullas de caminos estaban a la cacería tanto de las destilerías como de los que hacían el “Delivery” y que auto en esa época, barato, sencillo y veloz era ideal para esta tarea?, si adivino, el Ford V8, usted dirá pero en el año 1933 se levanto la ley seca, se levantó la prohibición de beber y de Comercializar, Bebidas alcohólicas (en Gran Medida porque el impuesto al alcohol, de 20 dólares por galón, era una de las principales fuentes de ingresos por impuestos del gobierno) pero las destilerías tenían que estar habilitadas y pagar los correspondientes impuestos para poder vender su producto, y seguramente usted adivino otra vez, las destilerías caseras escondidas en las montañas no lo estaban, con un negocio que llevaba mas de 10 años y una red de clientes todavía más ávidos del preciado producto y con un

precio mucho mas competitivo que el Whisky Legal, Entramos en la Época de oro del Whisky ilegal.

Imagínese el lector que luego de tomarse el trabajo de cosechar, procesar, y destilar 100 galones de Whisky lo menos que querían los destiladores es que los agarraran las patrullas de caminos cuando iban a entregar sus cargas, entonces que mejor que el motor de mas alta performance y mejor precio de la Época, si señor, de la Velocidad del Forcito dependía el éxito económico y no terminar en la cárcel con penas de uno o más años , era lógico entonces que estos muchachos quisieran tener un caballitos extra en el motor, fue así como comenzaron a preparar y experimentar con estos motores logrando sacarle mucha potencia con poca plata, en esas noches se jugaban la vida al volante de sus Coupés con 400 litros de producto, manejando a toda velocidad en los caminos de tierra y bajando la montañas para entregar su carga, Coupés Ford V8, montaña y 400 kg de líquido, años 30 y 40, seguro la palabra Turismo Carretera se cruza en la mente del Lector, he aquí y sin querer el nacimiento de otra de las categorías mas antiguas y de las mas populares del mundo, El NASCAR. Como era natural y como también sucedió con el TC, el vehículo preferido por todos era el Ford V8, fue así como estos jóvenes se convirtieron en excelentes y temerarios pilotos manejando sus cargados Ford a fondo, de noche y escapando de la ley por los caminos de tierra de montaña, serian ellos los principales protagonistas de la incipiente categoría. Era común que los Moonshiners preparasen sus autos para adaptarlos a sus necesidades y esto no solo incluía el motor, debían reforzar suspensiones, frenos, cajas etc. Había y hay (pues todavía existen en

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No Todas Las veces las entregas llegaban a destino.

EEUU las destilerías de Moonshine Clandestinas) un dicho que reza, “Solo es ilegal si te Atrapan”, pues entonces además de la velocidad era tanto o mas importante, que no te descubrieran, de ahí que tratasen de que sus autos pasasen como un Ford mas de los que circulaban por la calles, el modelo preferido eran las Coupés comerciales del 38 al 40, por su gran capacidad de carga y por ser un auto muy visto por todos lados.

Las modificaciones realizadas en la Coupés consistían en cortar la separación de la Cabina con el baúl para poder acomodar los cajones con los frascos y bidones para transportar el Whisky, así como tanques ocultos y demás, las coupés Ford V8 del 38,39 y 40 con sus espaciosas y elegantes colas eran ideales, para pasar como un auto más , una de las modificaciones que se hacían era curvar el elástico trasero para que cuando el Ford estaba cargado con los 400 litros no llevase la cola agachada que delataba que llevaba algo pesado, de día se veían varias Coupés en los pueblos con el Colita levantada pero perfectamente derechas por las noches , otro truco era un palanca en el piso que liberaba el escape para cuando se necesitaba toda la potencia y no importaba que el ruido delatase al conductor, también había un interruptor que apagaba las luces traseras para poder perderse en la obscuridad de la noche cuando eran perseguidos, Faros de Alta potencia instalados en los paragolpes traseros para encandilar a los policías (y para iluminar las cargas), placas de hierro detrás de la parrilla que se giraban 180 grados desde e interior para evitar que las balas perforasen los radiadores, paragolpes traseros con púas soldadas en la parte de adentro que se ejectaban de los soportes con tirar una palanca para romper los neumáticos de los perseguidores y por supuesto la temeridad y la pericia de los conductores que iban a toda velocidad con 400 litros de liquido inflamable es sus espaldas, una de las maniobras que hacían para librarse de los perseguidores consistía en Frenar solo con las ruedas traseras (ponían un válvula que anulaba y habilitaba el freno de las delanteras) dar un giro en U de 180 grados (llamado Smugglers Turn) y encarar a fondo y de frente a las patrullas que en la mayoría de los casos se hacían a un lado a último momento, pues no se iban a jugar la vida por atraparlos.

Fue Así que comenzaron a prepararse los Ford y por supuesto lo intrépidos jóvenes se pusieron a correr entre ellos para presumir quien tenía el auto más veloz, estos desafíos se em-

pezaron a hacer populares y alguien tuvo la idea de juntarse a correr entre si en pequeños óvalos de Tierra en los condados del sur de estados unidos, y como suele suceder hubo alguien que vio un Negocio en estos eventos y la posibilidad de hacer dinero, en ese entonces y como acá el automovilismo era un deporte solo destinado para los Ricos, que podían costearse los grandes coches de ruedas abiertas y sofisticadas mecánicas con que se corría en esa época, y existían en EEUU desde 1904, sancionadas por la American Automobile Asociation y corrían principalmente en el famoso circuito de Indianápolis Motor Speedway en el norte de EEUU, fue entonces que gracias al Ford V8 y el trafico ilegal de Whisky que llegamos amigo lector al nacimiento de la categoría que mas dinero mueve en el mundo, Mas que la F1 y mas que la NBA, la NFL y la NHL juntas el NASCAR. Por supuesto que no todo arranco de la noche a la mañana ni tampoco eran deportistas profesionales , pero si era un nuevo tipo de automovilismo en el que podía correr cualquiera que pudiese costearse un Ford V8 (algún que otro Chevrolet o Dodge había, pero eran los menos como en el TC) ya que los Autos eran “Stock” o estándar o bastante parecidos a como salían de fábrica, de aquí el termino categoría de “Stock Car”, nadie en ese entonces podía imaginarse hasta donde iba a llegar la categoría , incluso que desplazaría en popularidad y tamaño a las Prestigiosas ligas sancionadas por la AAA.

EL trio ganador de las primeras carreas de autos stock, Lloyd Seay, Raymond Parks, Roy Hall.

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Red Vogt junto a una Hermosa 39 en su garaje.

Al igual que el TC autóctono estos incipientes campeonatos se vieron interrumpidos por la 2da Guerra mundial y no fue hasta después de ella que la categoría se profesionalizo y se convirtió en un campeonato que corría a lo largo y ancho del país.

Hablemos ahora un poco de como eran los primeros circuitos, los pilotos y los primeros equipos o escuderías que corrían en lo que sería el NASCAR. Como mencionamos anteriormente el NASCAR o automovilismo popular de los estados unidos debe sus orígenes a los dólares generados por los destiladores ilegales de whisky.

Estos intrépidos emprendedores se dieron cuenta que a la gente le gustaba el espectáculo que brindaban sus autos compitiendo entre sí en improvisados óvalos de tierra y empezaron a organizar competencias, cada vez en mayores cantidades el público comenzó a acercarse a los improvisados circuitos, y estaban dispuestos a pagar un ticket por disfrutar del espectáculo, poco a poco los mecánicos, talleres y promotores, todos ligados al negocio del whisky ilegal comenzaron a llevar su “circo” a distintos estados, las aficiones iban creciendo cada vez más y la competencia se puso más seria, Uno de los pioneros y el llamado “PADRINO” del NASCAR también piloto de la primeras competencias, fue Raymond Parks, el decimosexto hijo de una familia que había llegado a EEUU en la fiebre de oro y quien abandono su granja familiar del norte de Georgia a los 14 años luego de que falleciera su madre buscando un escape a la pobreza una tarde abandono su granja para encontrarse con un moonshiner, Walter Day, que había conocido en prisión, pues Parks con 14 años ya habia cumplido una condena de 3 meses

Imagen aérea del circuito de Daytona Beach y la North Turn donde actualmente está el museo.

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Lloyd Seay en 2 Ruedas en la North Turn en 1941.

A Fondo los Ford V8.

de cárcel cuando fue comprar una botella de moonshine para su padre y fue interceptado por la policía ,tal como le había prometido Day lo introdujo en el negocio y Parks comenzó a aprender el oficio de destilar whisky y por supuesto le tocaba manejar a toda velocidad para entregarlo, luego de dos años de duro trabajo enterado su tío del “oficio” de su sobrino fue a buscarlo a las montañas para ofrecerle un trabajo legitimo en su estación de servicio y taller en la ciudad de Atlanta , Parks que de a poco fue amasando su pequeña fortuna y que se había comprado en Ford T modelo 1925, decidió aceptar la oferta de su tío , trabajador, responsable y muy bueno para los negocios , (legales y de los otros) a los 2 años de trabajar con su tio pudo comprarle el taller y la estación de Servicio en Atlanta y se decidió a tener el Primer Equipo de carreras del NASCAR, como no podía ser de otra manera contrato como pilotos a otros dos traficantes de licor y que eran sobrinos suyos, Roy Hall y Lloyd Seay , ambos temerarios jóvenes que estaban acostumbrados a jugarse el pellejo a toda velocidad para hacer sus entregas, el cuarto integrante del incipiente equipo era el encargado de preparar los bólidos, Louis Jerome “Red” Vogt, quien había aprendido mecánica desde joven trabajando en Dealers de Cadillac y que había abierto su propio taller mecánico a pocas cuadras de la estación de Parks, fue así como quedo conformado el primer equipo profesional de la categoría, sus Ford lucían la publicidad de los negocios de Parks, estaciones de Servicio, Máquinas tragamonedas y apuestas y por supuesto del taller de Vought, que se llevaba los laureles por la performance de las Coupés ,al poco tiempo todos querían tener sus Flatheads V8 que eran los mas veloces y confiables, Eximio mecánico y un obsesivo con los detalles, comenzó a preparar los Ford V8 en la parte trasera de su garaje en un cuarto que el llamaba el laboratorio, donde la pulcritud era total y estaba a salvo de las miradas de los clientes regulares del

taller, pues no olvide el lector que estos motores impulsaban a las coupés de los moonshiners, trabajaba casi siempre tarde en las noches y lejos de las miradas curiosas, poco a poco fue desarrollando el V8 sacándole cada vez mas potencia y aprendiendo de las experiencias en carrera, haciendo pruebas de distintos materiales y artilugios mecánicos, su obsesión por la limpieza y el orden (como Juan Gálvez) era tal, que se cambiaba todos los días el mameluco blanco que al comienzo de la jornada estaba siempre impecable, nunca iba a verse en su taller suciedad de ningún tipo, ni aceite en el piso ni piezas tiradas su obsesión por el orden era absoluta y armaba los motores de madrugada cuando ya había cerrado el taller, trabajaba como un relojero armando un reloj, en soledad, completo silencio y estricta higiene, más

El Museo y Restaurante, una visita recomendada.

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Bill France en sus comienzos como piloto y una Hermosa Ford 3 Windows 1935. adelante cuando la categoría debía ser con motores exclusivamente “standard”, sus conocimientos le sirvieron para esconder dentro de sus motores varios secretos que escapaban a los ojos de las inspecciones de la categoría.

Estamos en el 11 de noviembre de 1938, en la localidad de Atlanta en Georgia, el lugar Lakewood Speedway, al que podemos llamar el primer circuito propiamente dicho en el que corrió el equipo de Parks, participo con sus dos pilotos Roy Hall que terminaría 5to y Lloyd Seay, quien ganaría la prueba con su Ford 1934 y repetiría victoria en el mismo lugar el 28 de noviembre, Seay continuaría corriendo hasta el año 1941 en el equipo de Parks, ganando varias carreras más incluyendo la mítica carrera en Daytona Beach en ese año , lamentablemente luego de un racha de 3 carreras ganadas en 15 días encontraría la muerte

El Daytona International Superspeedway en plena Construcción 31° de Peralte.

a manos de su primo Woodrow Anderson por una disputa sobre (cuando no) dinero y Whisky , así terminaría la corta carrera del que dicen fue el mejor piloto de esa era. Roy Hall el compañero de equipo lograría ganar el primer campeonato nacional en el año 1939, ganando también en Daytona, que lejos de ser el Super Speedway que es hoy en día consistía en un circuito mixto de arena y asfalto , se corría en sentido antihorario utilizando la ruta que corría junto al océano y se doblaba a la izquierda para entrar en la playa , luego se doblaba a la derecha y se retomaba la ruta de este semi permanente que media 5km en lo que era la curva norte hoy en día se encuentra un restaurante y museo que recomiendo visitar, pues además de la excelente comida y música en vivo en la terraza de madera con vista al mar se puede ver un exhibición de fotografías y artículos de la época, la ciudad para promocionar el balneario había puesto un premio de 5000 dólares para el ganador de las 78 vueltas que duraba la carrera.

Los boxes o pits (pozo en inglés) eran en la recta de arena en la cual se excavaba un pozo tipo trinchera detrás del cual se situaban los mecánicos y equipos para evitar accidentes cuando un auto perdía el control, de allí proviene la denominación de Pits que se usa hoy en día, se celebraban varias carreras de al año en este y otros circuitos a lo largo de la temporada que ganaría nuevamente Hall en 1941, como también sucedió con nuestro TC la competición se vio suspendida por la 2da guerra mundial y no fue hasta 1945 en que se reanudaron las competencias ganando en ese año Hall el campeonato abreviado que se corrió, mas de una vez sucedería que la policía iba a los circuitos para atrapar a los escurridizos pilotos que tenían orden de captura por trafico de licor , varias veces los participantes simplemente se escapaban del circuito para no ser capturados, no mucho después de ganar el campeonato Roy “Rapid” Hall fue capturado y sentenciado a 6 años de prisión por trafico de licor y asalto de banco , saldría libre 3 años después por buen comportamiento y volvería a competir.

Vayamos ahora al año 1947 donde se adoptó oficialmente el nombre NASCAR , el ex piloto y mecánico William Henry Getty France, “Bill France Sr”, se había convertido en uno de los principales promotores de carreras de Stock cars, retirado de las competencias ya que le resultaba más fructífero la organización de las mismas convoco a los pilotos , equipos y promotores a una convención en el Streamline Hotel de Daytona , para organizar un liga con un reglamento uniforme y premios garantizados, hasta ese entonces varios promotores desaparecían con el dinero de los tickets y los premios , propusieron también reglamentaciones con respecto al público, lo que podemos llamar una liga estrictamente profesional, Bill France propuso la sigla de NSCRA National Stock Car Racing Asociation, pero por sugerencia de Red Vogt se adopto el Nombre de NASCAR National Asociation for Stock Auto Racing, que era más fácil de pronunciar y era más comercial, Vogt el autor del nombre, nunca recibió el reconocimiento ni dinero alguno por la idea de allí en más NASCAR se convertiría en la principal categoría nacional de carreras de autos.

En 1953 Bill France propone la construcción del actual y mundialmente famoso Daytona International Super Speedway ,

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Vista Actual del Templo de la Velocidad Norte Americano.

La Victory Lane en la Recta Principal y su inclinación de 18°.

debido a que el publico que concurria al circuito de playa era demasiado y que habían ocurrido varios accidentes, poco a poco los hoteles iban ocupando la línea costera del océano y la carrera creaba un caos en la ciudad, fue entonces que se acordó construir el super ovalo de de 4 kms que existe hoy en día , France consiguió que la ciudad le cediese el uso de los terrenos adyacentes al aeropuerto por la suma de 10 mil dólares anuales por 50 años y con varios prestamos de sponsors y de su bolsillo Bill junto a su familia se pusieron a trabajar en la construcción del super ovalo, tomando como modelo la pista de pruebas que Ford tenía en Detroit con curvas de alto peralte para gran velocidad, trabajando el mismo y su hijo en la construcción y usando las ganancias de la organización de competencias , pudo completar en 1959 el circuito oval asfaltado mas famoso del mundo con sus curvas de 31 grados de peralte, en el cual anualmente se corre la carrera de las 500 millas de Daytona a la que asisten mas de 400 mil espectadores cada año, allí funciona también un museo y hay visitas guiadas, un paseo muy recomendable de hacer ya que el circuito es impresionante, adentro tiene un lago que se formó en el hueco que se excavo para sacar arena para formar los peraltes de las curvas , las tribunas que tienen una altura de 11 pisos son algo impresionante, la recta principal tiene una inclinación de 18 grados y es casi imposible estar parado en la misma, ni hablar de las curvas que parecen paredes con sus 31 grados.

Siguiendo la cronología en el año 1947 el equipo de Parks dominaría la temporada ganando el campeonato a manos de Fonty Flock y de Red Byron un veterano de guerra que había quedado rengo a causa de las heridas que recibió en su pierna izquierda , nunca quiso que se la amputaran a pesar de que co-

rrió riesgo su vida pues quería dedicarse de lleno a las carreras, no tenía movimiento en el tobillo izquierdo por lo que adapto el pedal de embrague de su Ford con una especie de traba que no dejaba que su pie resbalase del pedal el cual oprimía con su pierna, teniendo que desatornillar la misma al finalizar la competencia, este aguerrido veterano conseguiría la victoria en la Primer competencia oficial de NASCAR, con autos exclusivamente Estándar en Charlotte en 1949 y ganaría los campeonatos de 1948 y 1949, siempre que corría llevaba en la boca un gran cigarro para evitar roturas en los dientes por los golpes, el cual encendía siempre al terminar las competencias.

Es así amigos como el Ford V8 y el trafico de Licor dieron origen a la categoría mas popular del automovilismo americano y la que mas gente convoca a los circuitos en el mundo, se corre casi todos lo domingos en estados unidos con aficiones de mas de 100 mil espectadores en cada circuito y millones de personas siguen las carreras por TV, se calcula que NASCAR genera la suma de 660 Millones de dólares anuales, la categoría siguen en poder de la familia France, Jim France nieto de Bill es el CEO de la misma, siendo junto con el TC y la F1 las 3 categorías más antiguas del mundo y que todavía siguen muy vigentes, quien hubiese imaginado en ese entonces que los intrépidos muchachos rurales al mando de sus Ford V8 llenos de Moonshine escapando de la ley darían origen a lo que hoy es el principal deporte en audiencia en Estados Unidos y que genera Billones de dólares al año, fue recién en 2017 que NASCAR se amigo con su pasado ilegal e incluyo en su salón de la fama los nombre de estos pioneros que mucho antes que 1947 le dieron origen con sus Ford V8 y su pasión por aventuras , fama y dinero , se puede

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Red Byron y su Pedal Adaptado a su Prótesis.

Red Byron Corriendo Para el Equipo Parks en 1949.

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decir que el Ford V8 fue el primer motor de Alta Performance que estuvo al alcance de la masas, siendo el Padre de categorías como el NASCAR y el Turismo de Carretera, fue el impulsor de Henry el que dio origen a los récord de velocidad en las Salinas de “Bonneville” , fue el motor más utilizado en los Hot Rods y las carreras 1/4 de milla que hoy se ha transformado en la NHRA que también mueve millones de dólares, Así que estimado lector, la próxima vez que ponga en marcha su Ford V8 , estará usted escuchando el sonido de un motor de leyenda que con su alegre melodía y furiosos rugidos (y mas de una calentada), a logrado lo que ningún otro motor hizo por el automovilismo y podemos afirmar sin ponernos colorados que Nuestro Motor es el padre del deporte motor popular.

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Raymond Parks, Red Vogt y Red Byron en 1950.

Raymond Parks que fallece a los 96 en el año 2010 y el Padrino del NASCAR figura en el Hall of Fame desde 2017.

LOS GPH

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[ Por JUAN CARLOS REPILA ]

os Grandes Premios de velocidad organizados desde el año 1910 por el Automóvil Club Argentino para la categoría Turismo de Carretera o muchos años después para la categoría de Turismo fueron acontecimientos imperdibles para los aficionados al automovilismo y a sus pilotos.

Era la prueba máxima del automovilismo que dividida en cinco o seis etapas recorría varias provincias argentinas. Algunos años por el norte del país y otros por el centro o por el sur. Y en 1948 cubriendo no solo parte de nuestro país sino Bolivia, Perú, Venezuela y Chile.

Es por ello que cuando en el año 2003 el Automóvil Club Argentino estimulado por Jorge Augé Bacqué y Manuel Urrea decide organizar el Gran Premio Argentino Histórico es recibido alborozadamente por la totalidad de los propietarios de automóviles anteriores al año 1967 límite impuesto por la reglamentación para participar de él.

El Club Ford V8 encontró un eco enorme entre sus socios, que si bien no podían participar con sus automóviles Ford de calle ya que ninguno de esa marca y modelo había participado en

los Grandes Premios de Turismo del ACA desde 1957 a 1967, se inscribieron para participar con otras marcas de automóviles.

Las vísperas de las largadas del Gran Premio Histórico de cada año fueron motivo de una reunión especial de socios en la que los participantes concurrían con sus automóviles y en un ambiente festivo se los homenajeaba entregándoles presentes y deseándoles un feliz desempeño.

Así pasaron tres Grandes Premios con veinte de nuestros socios que participaban con distintas marcas de automóviles que comprendían entre otros Renault Dauphine, Fiat 1100, Fiat 1500, Peugeot 404, Valiant, Mercury y algún Ford de Turismo Carretera.

Recuerdo que en el año 2005 estábamos en la larga fila de automóviles previa a la largada frente al edificio del Automóvil Club Argentino de la Avenida del Libertador cuando comenzamos una conversación con Jorge “Cacho” Korn integrante junto conmigo de la Comisión Directiva del Club, en la que nos preguntábamos como podía ser que habiendo más de veinte socios que participaban de tan importante prueba ninguno o casi ninguno lo hiciera con un automóvil de la marca Ford con motor V8.

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Y allí en esa noche surgió la idea: por qué no hacer un Equipo Oficial Ford que le permitiese y obligase a nuestros socios a participar con automóviles impulsados por motores V8. Mientras continuaba nuestra espera, vimos a la distancia a Miguel Devoto activo dirigente del automovilismo y ex Director del Equipo de Competición de los Concesionarios Ford en Turismo de Carretera varios años atrás que, como todos los años no se perdía una sola largada de Gran Premio. Nos acercamos a él y allí mismo lo interrogamos preguntándole si no se animaría a ser Director de un futuro Equipo Oficial Ford para participar el año próximo en el Gran Premio Histórico. Nos miró sonriente y descreído de nuestra peregrina idea por lo que no le costó responder afirmativamente. De todos modos faltaba un año para que se desarrollara el próximo Gran Premio y la idea muriese en los avatares del tiempo.

Sin embargo, comenzó el año 2006 y nos propusimos avanzar en nuestra idea. Pretendíamos nada menos que Ford Argentina patrocinara nuestro equipo. Hablando con Miguel Majdalani nos comentó que había sido compañero de colegio del Ing. Fernando Busto, en ese entonces Director del Equipo de Competición de Ford Argentina con mucha actividad en los circuitos de todo el país.

Y así comenzó la “venta” de nuestra idea a Ford. Comenzamos a reunirnos periódicamente en las oficinas de Miguel Majdalani en Panamericana con la asistencia de Jorge Korn, Miguel Devoto, Fernando Busto, el dueño de casa y el suscripto. Nuestras ambiciones eran elevadas, el equipo debía denominarse Equipo Oficial Ford y proporcionar mecánicos para atender los automóviles, dos pick-ups para que actuasen de auxilios, apertura de las concesionarias en cada final de etapa a fin de realizar las reparaciones necesarias, aporte de sumas de dinero, ploteo de los automóviles con la denominación del equipo, vestimenta uniforme para los pilotos y premio al automóvil mejor clasificado.

Por supuesto que muchas de estas exigencias no dependían de las decisiones de Fernando Busto así que continuamos nuestras negociaciones con el Director de Relaciones Institucionales Eduardo Galeano, un caballero en todo sentido, hoy fallecido con quien mantuvimos varias reuniones al igual que con el Director de Ford Jorge Di Nucci, hasta llegar a un acuerdo. Ford aceptaba todas nuestras condiciones y como premio al mejor clasificado del equipo pagaría dos pasajes y estadía en Dearbond, Detroit asiento principal de la fábrica Ford en los Estados Unidos.

Adicionalmente, por un acuerdo de Ford con la empresa YPF un camión tanque cargado con eco nafta realizaría todo el recorrido de la carrera siguiendo nuestro derrotero, lo que en muchas ocasiones nos permitió reabastecernos rápidamente.

Pero faltaba algo, ya que yo que había impulsado la creación del equipo no era propietario de un Ford de Turismo de Carretera para integrarlo. Es así que con la ayuda de Miguel Devoto fuimos a visitar a Marcelo Argûelles poseedor de más de cincuenta autos antiguos y de colección y entre ellos la cupé Ford V8 TC que fuera de Daniel Musso, conocido piloto de los años 40 y 50. Con mi mejor simpatía y el aval de Miguel le solicité esta cupé para poder participar del Gran Premio e integrar el Equipo a lo que en un gesto destacable accedió de buen grado.

Ya teníamos todo preparado pero con Miguel Devoto nos pareció que necesitaríamos mayor apoyo mecánico que el que nos proporcionaría Ford y por sobre todo personas que conocieran estos antiguos motores. Es así que convocamos a Manolo López de San Antonio de Areco, verdadero mago de la mecánica, su hijo Roberto y Guido Avila, todos antiguos mecánicos de la concesionaria Ford que había poseído Miguel Devoto.

Y así llegamos al IV Gran Premio Histórico en el que participó por primera vez el Equipo Oficial Ford compuesto únicamente por socios del Club Ford V8. Se habían inscripto 320 automóviles y se desarrollaría con una extensión de 4000 kms., en 6 etapas atravesando Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Rioja, San Juan y Tucumán.

El primer Equipo Oficial Ford lo integraron: Miguel Majdalani y Ricardo Poracchia, Federico Pettigrew y Oscar Yankilevich , Luis Bustelo y Juan Pablo Vignau, Carlos Huergo y Rcardo Spadaro, Carlos D´Attelis y Ricardo Colombo, Angel y Andrea Lo Valvo, Oscar Olivares y Aimará Papini, Horacio y Guillermo Mujica, Máximo Achával y Santiago Sunblad, Juan C. Repila y Eduardo Meijide La cena de despedida en el Club Alemán de Equitación fue apoteótica con la asistencia de 120 personas entre socios, autoridades del automovilismo y de Ford Argentina y por supuesto la presencia de los diez pilotos y automóviles ploteados con la designación de Equipo Oficial Ford y los números y sello gigante característico del Automóvil Club Argentino.

La competencia fue impecable. Las concesionarias de las terminales de Etapa nos brindaron todo su apoyo y entusiasmo. El Ing. Fernando Busto y sus ayudantes viajaron en varias oportunidades brindándonos su apoyo moral y relacional con los Concesionarios.

Loa resultados del Equipo fueron por demás halagüeños habiendo obtenido los puestos 2º, 4º y 6º en la categoría. El automóvil del Equipo mejor clasificado fue el de Federico Pettigrew con Oscar Yankelevich de navegante que recibieron el merecido premio viajando juntos a Dearbond.

De todos modos, más allá del resultado obtenido por cada uno, embargaba a todo el Equipo una gran emoción al haber cruzado la línea de llegada luego de haber realizado el largo recorrido del Gran Premio y haber comprobado la respuesta exitosa de estos históricos motores 59AB. A partir de ese año el Equipo Oficial Ford fue una verdadera institución en nuestro Club que participó durante más de diez años en los Grandes Premios Históricos del Automóvil Club Argentino siempre con el apoyo de Ford aunque cada vez más exiguo debido a la situación económica del mercado automovilístico en general.

A aquellos primeros integrantes del Equipo Oficial Ford se agregaron al año siguiente y posteriores otros socios como Gabriel y Gustavo Davidovich, Raul y Tino Dalla Cía, Jorge “Cacho” Korn, Peter Edbrooke, Paul Townsley, Peter Mac Carthy, Peter y Nicholas Edbrooke, Haile y Teresita Aguilar, Juan Mercado y Eugenio Vedoya, Alberto Corral y Carlos de Juana, Jose M. Arrieta y Daniel Grigera, Gustavo Criscuolo y Gustavo Criscuolo (h), Marcial Claus y Marcial Claus (h) y Hector Boniface y José Giampa.

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LOS GPH

RECUERDOS DE LOS GPH Y EL EQUIPO FORD [ Por ALBERTO CORRAL ]

“Una imagen vale más que mil palabras”. Siguiendo este adagio a continuación encontrarán algunas fotos que seguramente les transmitirán con mucha fidelidad algo de la esencia de los Grandes Premios Históricos.

GPH 2005 Aun no estaba formado el Equipo Ford, pero ya algunos socios con sus coupés Ford de TC y otros con extraños coches europeos de menos de 8 cilindros participaban de esta emocionante aventura.

 Enmarcada en la nieve, la coupe Ford 1940 de Miguel Majdalani.  Angel Lovalvo con su coupe Mercury 1939 en un camino de montaña en “El Clavillo” Tucuman.

 Miguel Majdalani en medio de la montaña.

GPH 2006 El primer año del equipo Ford, bajo la dirección del Miguel Devoto y con apoyo de Ford Argentina.

320 autos inscriptos recorrieron 3.900 km por las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero. 272 tripulaciones completaron la carrera Los resultados de esta primera hazaña fueron los siguientes: 2. Federico Pettigrew y Oscar Yankilevich, 4. Miguel Majdalani y Ricardo Poracchia, 6. Juan C. Repila - Eduardo Meijde, 12. Carlos DÁttelis - Ricardo Colombo, 18. Angel Lo Valvo Andrea Lo Valvo, 22. Horacio Mugica y Guillermo Mugica. 23. Carlos Huergo – Ricardo Spadaro No clasificaron Luis Bustelo y Juan pablo Vignau.  Angel Lo Valvo y Andrea Lo Valvo con la Mercury 1939 pasando por Alcira, Córdoba.  Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide con coupe Ford 40 ex Daniel Musso. Prestada por la amable gestión de Miguel Devoto Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide.

GPH 2007

 Miguel Majdalani atravesando un vado.

El equipo oficial, solo formado por socios del club, largó con once automóviles coupe Ford V8 TC, contando con el apoyo de tres camionetas de auxilio, mecánicos y los concesionarios de la marca en cada una de las cabeceras de la etapa.

Tanto en la Categoría TC A como en la Categoría TC B el Equipo Oficial Ford - Club Ford V8 de la República Argentina “Equipo Oscar Gálvez” ganó la Copa por Equipos.

Recordamos que en la Categoría TC A tuvimos las siguientes distinciones: 1º Juan C. Repila Eduardo Meijde, 2º Gabriel Davidovich - Gustavo Davidovich, 6º Angel Lo Valvo - Andrea. Lo Valvo, 7º Raul Dala Cía - Victorino Dalla Cía, 8 º Carlos Huergo y Ricardo Spadaro, 10ª Charlie Huergo Ricardo Spataro Y en Categoría TC B, 1º Jorge Korn - Oscar Yankilevich, 2º Miguel Majdalani - María R. Majdalani, 10 º Haile Aguilar y Teresita Aguilar, 12 º Ferderico Pettigrew y Hebe Vidal De, 17º Carlos DÁttelis - Ricardo Colombo. No clasificó, Máximo Achával - Santiago Sunblad.

 Angel Lo Valvo – Andrea Lo Valvo, en Los Nacimientos, Catamarca.

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LOS GPH

GPH 2008

 Los Hermanos Davidovich en la ruta.

La sexta edición del GPH os trajo una vez más el triunfo a casa. El Equipo Oficial Ford - Club Ford V8 de la Republica Argentina obtuvo el triunfo en las dos categorías en las que participó: TC-A 1 º. Juan Carlos Repila – Eduardo Meijide, 2 º. Gabriel y Gustavo Davidovich y TC-B 1 º. Miguel Majdalani – Alberto Fontana, 2 º. Jorge Korn – Oscar Yankilevich. Ford Argentina S.A. dio su apoyo logístico al Equipo con nuestro consocio Miguel Devoto como Director de la misma.

Angel Lo Valvo – Andrea Lo Valvo, en Villa Ojo de Agua, Santiago del Estero.

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LOS GPH

GPH 2009

 Los Lo Valvo probando las bondades de la suspensión ford en el autodromo de Potrero de los Funes en San Luis.  ¡Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide mostrando que los fordcitos no encojen cuando se mojan!

La VII edición del GPH culminó en la ciudad de Luján, luego de un extenso y arduo recorrido de más de 4.500 kms por las ciudades de Junín, Picasa, Vicuña Mackena, San Luis, Potrero de Funes, Marayes, La Rioja, Belén, Santa María, Cafayate, Salta, San Miguel de Tucumán, Termas de Río Hondo, Ceres, Esperanza, Santa Fe, Paraná, Nogoyá, Gualeguay, Campana y finalmente Luján.

El Club Ford V8 de la República Argentina se coronó vencedor de la Copa Escudería en la Categoría TCA. La clasificación de nuestros esforzados corredores, defendiendo los colores del ovalo fue: Categoría TCA, 2. Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide, 3. Gabriel y Gustavo Davidovich, 6. Ángel Luis, Andrea Lorena Lo Valvo, 7. Raúl y Victorino Dalla Cia. En la Categoría TCB, 5. Cacho Korn y Oscar Yankilevich, 9. Federico, y Hebe Vidal de Pettigrew y en la Categoría TCB 16, Carlos D’Attellis y Ricardo H. Colombo.

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 Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide dejando la polvareda para los seguidores.

 Peter Edebrooke con la coupe Ford 1939 prestada por Luis Bustelo.

 Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide en plena nevada, de Junin a Villa Pehueña y vuelta a Zapala.

 Los Lo Valvo en plena competencia, perseguidos en la tierra.

GPH 2010 Este año fueron 9 las coupecitas V8 oficiales. Como dato curioso, Angel Lo Valvo corrió con su hija Andrea que es adicionalmente la médica del equipo y como nota especial un grupo inglés, Peter Edbrooke y Paul Townsley que lo hicieron con el V8 de Luis Bustelo y Juan Pablo Vignau, coupe que hizo la Pekin-Paris.

El recorrido, de 3900 kilómetros, fue por el sur del

país, pasando por Bahía Blanca, Puerto Madryn, Esquel, San Martín de los Andes, Neuquén y finalmente Potrero de Funes en San Luis, contando con el Director del Equipo Miguel Devoto y el grupo de mecánicos de apoyo: Guido Avila, Manolo y Roberto López, más el Sr Pergolesi y Horacio Laiño.

La clasificación de nuestros Equipo fue: Categoría TCA: 3. Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide, 5, Gabriel y Gustavo Davidovich, 8. Angel Luis, Andrea Lorena Lo Valvo, 9. Juan Mercado y Eugenio Vedoya, 10, Peter Edbrooke y Paul Townsley, Categoria TCB: 2. Miguel Majdalani y Atilio Gil, 3. Federico, y Hebe Vidal de Pettigrew, 14. Carlos D’Attellis y Ricardo H. Colombo, 22. Cacho Korn y Oscar Yankilevich.

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LOS GPH

GPH 2011 Ocho V8 salieron a la noche de la sede central del ACA rumbo a la Plata para largar a medianoche la primera etapa hasta Mar del Plata y así recorrer los más de 3600 Kms de recorrido, escuchando en forma constante el ronroneo de sus escapes abiertos y sintiendo en carne propia la “delicada” suspensión de estos bólidos del ayer.

Se recorrieron caminos largos, rectos y aburridos de pampas y desiertos como el de la etapa Neuquén – San Luis y otros más entretenidos y vistosos como los de montaña en las etapas de Neuquén – San Martin de los Andes – Neuquén.

Finalmente en San Luis la fiesta de entrega de premios, CATEGORIA “TCA”, 3. Juan Carlos Repila y Eduardo MEIJIDE ,5. Hector Boniface y Maria Josefina Giampa, y en la CATEGORIA “TCB”, 1. Federico y Hebe G, Pettigrew, 19. Carlos D’Attellisy Alberto Corral, 22. Pedro Antonio y Nicolas Juan Edbrooke, 23. Marcial Raúl y Marcial Leonel Claus.

 Carlos D’Attellis con Alberto Corral esperando largar.  Recepción de premios para JC Repila, E, Meijide y H. Boniface.

 Peter Edbrooke ya con su coupe Ford 1937 conduciendo en un paisaje de ensueño a orillas del Rio Alumine.

 Parte del Equipo Ford en un alto en el camino.

 Peter Edbrooke y Nicholas Edbrooke salpicando agua por la ruta. ¡Que paisaje!  Alberto Corral y Carlos De Juana en la coupe Ford 1939 sin temor a los badenes.

GPH 2012 El viernes 7 de septiembre, una noche fría y lluviosa. Se largaba el GPH organizado que con 223 participantes recorrió aproximadamente 3600 Km. Discurrió por las provincias de Córdoba, San Luis, San Juan, Mendoza y nuevamente parte de la 5, y 6 etapa en San Luis finalizando, en la nueva ciudad de La Punta.

El Equipo Oficial del Club Ford V8, con la dirección de nuestro socio honorario Don Miguel Devoto, presentó 9 Coupe Ford V8. Esta carrera, como todas las otras tuvieron muchas anécdotas y queremos contar una de ellas para transmitir un poco de la esencia de las mismas.

Ya en la largada oficial, la coupe de Alberto Corra y Carlos De Juana quedo literalmente muerta a menos de 50 metros de la largada. Inútiles los esfuerzos: la batería totalmente consumida por haberse quemado el alternador, el automático de arranque y posiblemente el regulador de voltaje. Ante la desesperación de la tripulación de la coupe que amenazaba con quemarla, algunos socios que estaban mirando la largada esponaneamente se pusieron en campaña: Juan Torviso fue a su casa a buscar un alternador, Sebastián Trapani contacto a Raul Dalla Cia para ver si tenia el resto de los repuestos. Cuando ya no había mas nadie en la rampa, los mecánicos pudieron arrancarla dando corriente al burro de arranque con otra batería. Sin luces y a gatas el auto paso la rampa y se dirigió a la casa de Alberto a donde en medio de la lluvia llego

 Angel y Hernan Lo Valvo en la Mercury 1939, con el detalle del recorrido del GPH Raúl a la 1:00 AM con todos los repuestos necesarios, pudiendo solucionar el problema a las 03:30 AM con el tiempo justo para que la coupe pudiera llegar a Lujan para largar a la madrugada la primera etapa y terminar el GPH sin problemas.

Entre los socios premiados se destaca la coupe de los hermanos Davidovivh que obtuvieron la primera posición en la categoría de TCA. La clasificación final fue la siguiente, en TCA 1.

Gabriel y Gustavo DAvidovich, 3. Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide, 4., 5. Alberto Corral y Carlos Dejuana, 7. Angel Lovalvo y Hernán Lovalvo, 8. Gustavo Criscuolo, y Gustavo Ezequiel Criscuolo, en TCB: 8. Claus Boniface Hector y José Giampa Marcial y Javier Mosna, 12. Peter y Nicolás Edbrooke, 13. Carlos D’Attellis y Ricardo Colombo.

 Un alto en el camino con Angel y Hernan Lo Valvo y Alberto Corral y Carlos De Juana.

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LOS GPH

 Alberto Corral y Carlos De Juana esperando largar una etapa del GPH

GPH 2013 Las 9 coupecitas de la categoría Turismo de Carretera, apoyadas por dos Ford Ranger y una Ford Ecosport con el equipo mecánico, cedidas por Ford Argentina, salieron de Tigre para recorrer aproximadamente 3.600 km hasta la ciudad de Merlo en San Luis, a través del NOA. Siempre es emocionante ver a la gente grande y a los chicos al costado del camino saludando o aplaudiendo el paso de los autos. Como ya es costumbre, todos los autos llegaron andando a Buenos Aires y este año con la inesperada baja del binomio Juan Carlos Repila y Eduardo Meijide habi-

tuales animadores de los GPH por razones de salud de Juan Carlos, que por suerte prono mejoró.

La clasificación en este GPH fue la siguiente. En la categoría TCA: 1. 1. Gabriel y Gustavo Davidovich, 7. Gustavo Criscuolo y José Magnaterra, 9. Alberto Corral y Carlos Dejuana, 10. Angel Lovalvo y Luis Stampinato, y en la categoría TCB: 6. Federico Pettigrew y Hebe G de, 7. Claus Marcial y Javier Mosna, 8. Jose Arrieta y Daniel Grigera, 17. Peter Edbrooke y Peter McArthy (Carlos D’Attellis y Emilio Gomez no clasificaron)

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 Foto Equipo Ford Concesionaria Ford Pussetto en Salta entregando un recuerdo por la excelente atención recibida para conseguir que los autos siguieran en carrera.  Peter Edbrooke y su yerno Peter McCarthy enmarcados en la montaña.

 Jose Arrieta y su coupe 1935 lista para largar.

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LOS GPH

 Alberto Corral y Carlos De Juana dominando la barrosa curva.

GPH 2014 Este año el norte fueron las cataratas del Iguazú.

Rumbo a Concordia liderando la caravana de manera simbólica el Ford Cabriolet 1937 de E. Maria. Con el pasar de las horas vino el diluvio. En las coupecitas llovía afuera y…. adentro ¡¡¡también llovía! Si a esto le sumamos que la tarde empezó a estar más oscura y el parabrisas se empañaba continuamente, llegar sano y salvo a destino fue toda una proeza.

El viaje a Posadas no fue tan malo. El tiempo fresco ayudaba a mantener los V8 a temperaturas razonables. De Posadas a Pto Iguazú disfrutando el camino por Misiones con subidas y bajadas, y el esperado día de descanso. Luego de ocupar la mañana reparando los autos, el esperado paseo a las cataratas. Uno no deja de maravillarse con el espectáculo que la naturaleza nos ha regalado. Al día siguiente emprendimos la vuelta hacia Corrientes. Más de 40 grados de calor en la ruta, la temperatura del motor orillando los 100 grados y nuestros cuerpos por ahí nomás. A partir de allí, sin novedades importantes los autos pasaron por Paraná para llegar finalmente a Gualeguay donde termino la competencia, pero con otro control de sellos en Tecnópolis para que nadie faltara a la cita.

Como todos los últimos GPH, Pablo Yaryura nos acompañó en toda la competencia desde afuera, esta vez con un impecable Ford Falcon Futura La clasificación fue como sigue. categoria TCA 2.

Gabriel y Gustavo Davidovich, 3. Boniface Hector y José Giampa, 5. Alberto Corral y Carlos Dejuana, 7.

Gustavo Criscuolo y G. Manfredi (Sebastian Trapani y Juan Carlos Repila y E. Meijide no clasificaron) y en la categoría TCB: 6. Miguel Majdalani y Oscar Yankilevich. 10. Jose Arrieta y Daniel Grigera (Claus Marcial no clasificó).

 Peger y Nicholas Edbrooke en la rampa de largada oficial en la sede del ACA, rumbo a la Mesopotamia.  Alberto Corral y Carlos De Juana recibiendo uno de los premios ganados por el Equipo Ford.

 El Equipo Ford en un dia de descanso frente a las cataratas del Iguazú.

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GPH 2016  Con dos socios del Club que acompañaron por afuera el GPH: Pablo Yaryura (siempre presente) en la picup Chevrolet y Chaci Tossone más atrás en la F100 azul.

 Un alto en el camino esperando reanudar la carrera.  Alberto Corral y Gabriel Davidovich pasando un vado.

Después de un año de ausencia solamente dos coupecitas Ford del club, contra más de 10 en otras épocas más gloriosas: una TCA (mecánica original) 1939 con el binomio A. Corral y G. Davidovich corriendo con la modalidad de odómetro que terminó segunda en la categoría y una TCB (mecánica no original), en la modalidad velocímetro con Peter Edbrooke y Willy Rumboli terminando en la posición 8 en su categoría. Solo128 autos que completaron la vuelta (menos de la mitad que otros años).

Fueron casi 4000 km durante 7 días, recorriendo caminos de Buenos Aires, Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja y Santa Fe. La largada fue en Junín y terminamos en el Monumento Nacional a la Bandera en Rosario, donde se realizó la entrega de premios.

Nota: Desgraciadamente en los últimos años los GPH fueron decayendo. Menores facilidades para los corredores, una deficiente logística del ACA, un costo cada vez mayor para poner un clásico en carrera. De esta manera el número de participantes fue cayendo continuamente con el pasar de los años (de más de 300 autos en los primeros GPH a poco mas de 100 en las últimas competencias). Y esto se vio también reflejado en el Equipo Ford.

Hacemos votos para que después de esta pandemia el ACA recapacite y vuelva a organizar estas carreras históricas de manera que vuelvan a ser un éxito como en el pasado, y que el Equipo Ford este otra vez presente para dar cátedra en las categorías del TCA y TCB.

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 Miguel Devoto, Peter Edbrooke, Alberto Corral y Gabriel Davidovich en la largada oficial en la sede del ACA. Un lindo recuerdo con nuestro querido Miguelito.

LOS GPH

EL CLUB DEL V8 Y LAS CUPECITAS DEL TC

S

[ Por ALBERTO CORRAL ]

i bien uno de los objetivos fundacionales del Club V8 es la preservación en su estado original de los Ford Flat Head producidos entre los años 1932 a 1953, existe una categoría adicional de estos mismos autos transformados en coupecitas de TC y que con el paso del tiempo se convirtieron en un “Clásico Argentino”.

Desde fines de la década de 1930 las carreras en ruta en Argentina se disputaban en general con las coupes americanas (Ford la mayoría pero también Chevrolet, Dodge, etc) reformadas para alivianarlas y dotarlas de elementos de seguridad extra como guardabarros recortados, jaula antivuelco y cinturones de seguridad y tanques de nafta de más de 200 lts en lugar del asiento trasero. A medida que pasaron los años las modificaciones fueron más sofisticadas: carrocería embutida en el chasis, techos aplanados, capot basculante hacia adelante, butacas de competición, etcEstos autos nacieron bajo el amparo de verdaderos entusiastas del automovilismo que no solo sembraron con sus talle-

res mecánicos, la semilla del soporte de la industria automotriz, sino que también comenzaron a trazar las rutas del país. Y lo que es más importante supieron difundir el espíritu del automóvil en ese público que apoyaba a la vera de los caminos el paso de sus héroes: Lo Valvo, Fangio, los Galvez, los hermanos Emiliozzi y tantos más.

Es por eso que hoy el Club del V8 cobija entre sus autos algunos de estos “Clásicos Argentinos, sin por ello olvidar su verdadero objetivo como decíamos al principio. Socios que junto con sus originales Flat Head han aportado con mucho orgullo sus “bólidos de carrera” La participación de estas coupecitas del TC en eventos como el del GPH, le han permitido al Club del V8 difundir su imagen por todo el país y mantener un contacto más fluido con Ford (han sido en un tiempo patrocinantes del equipo de TC). Es por esta razón que esta edición de la revista del Club tiene una sección especial para rendir un homenaje a las mismas

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LA RELACIÓN LARGA DE CAJA [ Por JUAN CARLOS REPILA ]

C

omo todos los años nos preparábamos con mi amigo y copiloto Eduardo Meijide para la participación en el Gran Premio Argentino Histórico. En las conversaciones previas que mantuvimos con nuestro amigo, consocio y activo participante de los Grandes Premios, Carlos “Charlie” Huergo este nos preguntó si corríamos con la relación corta o la relación larga de caja.

Nuestra respuesta, que surgió de los pocos conocimientos mecánicos que poseemos fue “…corremos con la caja original del Ford 1940”.

Charlie, con su aquilatada experiencia nos dijo que era poseedor de una caja Sáenz de dientes rectos con relación larga que, con su bonhomía habitual nos la ofrecía en préstamo para correr el Gran Premio ya que mejoraría significativamente la performance de la TC. Con alegría aceptamos de buen grado su oferta y, mecánico mediante, la colocamos en nuestra TC. Largamos el Gran Premio y realmente en las largas rectas que nos tenía acostumbrados la competencia antes de llegar a provincias como Córdoba, Tucumán o Salta el comportamiento de la TC era muy bueno.

Una vez ingresados en Tucumán uno de los primeros “primes” se desarrollaría en la trepada del cerro San Javier ascendiendo hasta la bellísima Villa Nougues.

Y allí fuimos, pero la relación larga de nuestra caja co-

menzó a hacernos padecer la magnífica trepada ya que nuestra potente TC comenzó a carecer de fuerza para hacerla.

Por supuesto que nuestra caja de tres marchas nos permitía usar la 2ª velocidad y cuando ésta flaqueaba porque no, la 1ª velocidad. El camino, para quienes lo recuerdan, no sólo es en trepada sino con una cantidad de curvas y retomes interminables.

En uno de ellos la relación de caja no nos permitió subir ni siquiera en 1ª velocidad. Si, aunque parezca mentira la combinación entre el rodado de la TC y la caja Sáenz no entregaban la fuerza necesaria imprescindible para la interminable trepada.

Detenidos en el camino, urgidos por el tiempo acordado del “prime” comenzamos a buscar una solución. Empujarlo resultaba imposible debido a la pronunciada pendiente del camino. Y ahí surgió la idea salvadora: Por qué no continuar el ascenso marcha atrás ya que no descartábamos la mayor fuerza que esta marcha podía proporcionar a nuestra TC. Ni lerdos ni perezosos pusimos la reversa y así, marcha atrás, espejo mediante y desafiando nuestra pericia al volante recorrimos los últimos tramos de la trepada e hicimos cima en el cerro San Javier.

De vuelta en Buenos Aires, agradecimos el préstamo a nuestro amigo Charlie y resolvimos nunca más cambiar la nuestra caja de velocidades de nuestra TC.

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