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BRADOCK

BRADOCK

QUERÉTARO, MÉXICO

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La ola

La ola vacía y roja sobre las hierbas de piedra verde, se destrozan los bosques en un instante, la maleza es dura y corta la mano que la toca. El río es de Fuego y va quemando la tarde que es de heno, Las aves perduran en la travesía hacia la tierra de sangre y yo Aquí en las ciudades infinitas. Te perdí Y me siento mal porque no pude detenerte, no pude quitarte La sed, ni el hambre y tampoco el frío. Escucho en las noches el lamento de mi alma y el silencio De mi boca, mis labios cocidos y mis ojos cerrados con aguja, quisiera que respondas mi llamada, Aunque sea solo para maldecirme. Te pedí algo tan malo que solo decirlo me llevo al desierto, Ahora duermo con víboras y como alacranes, No quiero perder nada de lo que me toca y tampoco tú Desprecio, las dunas se acumulan en mi travesía hacia el infierno, tus ojos me ven desde el dolor. Los pies tienen llagas y la piel se me ha quemado en la soledad, el sol se ha Desintegrado y dejado la radiación En mi vida, la hora es profunda y tiene rabia, tú has Conquistado mis sentimientos y mi Cabeza, no pienso más que en ti y en lo poco que fui en tu historia, mi boca tiene heridas por pronunciar tantas veces tu nombre. Viven de mí

las tormentas de arena y las arañas, yo viví de la horda de mentiras para cubrir mi deseo sexual en la cama de tus amigas, no se aún si fue peor decírtelo o escondértelo, pero en ese momento no pensaba en ti sino en mí, el color de tus ojos ya no es azul sino oscuro y es por la falta de fe, no me perdonarás y seguiré con ese dolor en mis tripas. El camino me lleva por lugares muertos y cuerpos caídos, estacas sudadas de sangre y arboles con muchos judas, la mano de una joven tenía espinas y hablaba en un dialecto térmico, me recompenso con la carne de un dios hindú y me guió con su dedo, fui a los cementerios caídos y a los mares radioactivos que bajaban en las piedras negras por el sol, pero no había peces vivos y solo moscas nublaban la vista. Olvidé tu cuerpo y el sabor de tus labios, me fui tan pronto las nebulosas brillaron en el cielo, la luna se fracturó y las estrellas cayeron profundas en el agua, vi de nuevo los focos en las poblaciones hundidas en la marea y la primavera creció en el océano femenino, la guerra retornó con la lluvia de tiburones fósiles y fui a parar a los confines de la ciudad, a un cuarto de hotel oscuro, la cama vacía y la heroína en la opresión de la sangre, me aferré a ti para desprenderme de lo demás.

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