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RUSVELT NIVIA CASTELLANOS
RUSVELT NIVIA CASTELLANOS
IBAGUÉ, COLOMBIA
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Dar luz al amor
Siempre, la educación humana engendrarla, hermosa como la evolución, nos corresponde meditarla con los sabios, pasar por donde Sócrates para escuchar su sabiduría, ir a la fuente de su poesía griega, ser el canto y el acto altruista, enseñar con las virtudes, conocerme a mí para respetar al prójimo. De efecto, madurar en el peregrinaje y visitar el templo de Aristóteles y descubrir su retórica con su ética. Hacer un escrito que contenga sus mejores apotegmas. Y esparcirlo a la comunidad, que me rodea, la moraleja de la mano con la bondad. Una vez propiciado lo justo, crecer entre más libros, leerlos con agrado, para los días de buenas nuevas, vivir en la casa del maestro, que ora parábolas, allí interiorizar su verdad y luego emanarla a quienes buscamos la razón con paz, por la fraternidad mundial.
En la elevación
Toda sublime con adoración, la humanidad se propaga en paz, resurge entre nosotros el lirismo; rapsodas y artistas de voces sacras, cada vez nos volvemos más adorables, suspiramos armónicas serenidades, se trasparentan nuestras emociones con la poesía y juntos rebosamos lo esencialista, geniales proliferan nuestras alegorías, colmadas de gran moralidad y para el bien trasparente, nosotros palpitamos con lucidez, las sinfonías milagrosas, porque hoy, nuestra cosmópolis se vuelve paradisiaca.
De madrugada en luz
La lucha es por la sabiduría; sobrio darle todo nuestro ímpetu a la mente, que provoquemos ideales iluministas, muy en perpetuidad, para el resurgimiento de nuestra humanidad.
A lo aliados, vamos a donde moran los libros, hay allí resurgimiento con nuestras lecturas, los recitales sean enaltecidos.
Ahora es el mañana de superar los misterios, toca persistir por la ascendida lucidez.
Y juntos, venceremos en el bien.
Es nuestro futuro existir por la verdad, valeroso entregarse a la filosofía y la literatura.
Con pasión, profundicemos en lo trascendental, pasando por los versos de los sabios, meditemos sus limpias erudiciones.
Es el sacrificio por la liberación; renaciente dedicarle nuestra época al arte, que innovemos lo más munífico, para el porvenir de nuestra humanidad.