ALKYMIA 06: SILENCIO

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Dirección:

Melissa Ceja

Tamara Fromm

Sofía Muñoz

Ana Torres

Patricio Ventosa

Colaboradores:

Regina Albores

Ophelia Cámara

Montserrat Cerda

Brayan de Iztapalapa

Ser

Carmen Tovar Ruiz

David Andrés Triana

Eustaquio Vasconcelos

Sofía Zavala

ZDX

Diseño: Ana Torres

Dormía,

Soñaba

Escuchaba

Algo que venía, que se iba, se despedía.

Había estado ahí todo el tiempo,

Solo

Cayendo

Esperando

Su momento, cuando la lágrima se seque los gritos de niños se esfumen,

cuando el lápiz se derrita y los ojos escriban a la nada

Reuniendo

Buscando

Un hueco

Al final de la plegaria.

Mi madre lo sentía, mencionando que estábamos en Mayo y parecía que antier mi abuelo le contaba historias meciéndola en brazos, para luego despertar y recordar que tenía tres años muerto.

Sigiloso

Vigilando

Mordiendo

El espacio, apoderándose del zumbido, mesa bancos vacíos, ecos de fantasmas y las casas cerradas quedando a su merced.

Atrapando

El Último suspiro

Del cuerpo

Eso escuché, pero ya no había nadie a quien contarle.

El silencio

De Carmen Tovar Ruiz
“SOLITUD”
Oleo pastel sobre papel acuarela 28 x 22 cm 2022
De David Andrés Triana

La singularidad No. 6

El eco

El sonido se mueve a través del aire de forma aparentemente instantánea. Nuestras cuerdas vocales vibran, vibrando el aire que después vibra nuestro tímpano. El sonido es vibración. Es energía. El sonido en el aire viaja tan rápido que nuestra voz parece llegar a oídos ajenos en cuanto la evocamos. Hasta que no. Magnificando la escala, el sonido es, en realidad, sumamente lento. El eco habita el espacio que ocupa nuestro sonido cuando ya no está nuestra voz.

El eco , objetivamente, es lo que sucede cuando la vibración del sonido rebota en una o más superficies para volver a nosotros. Percibimos el eco como una repetición de nuestra voz cuando, en realidad, es nuestra misma voz logrando sobrevivir un poco más. Nosotros hablamos sabiendo bien que el habla es efímera. Hablamos esperando que las palabras se disuelvan como si el aire no fuera espeso. Nuestras palabras, en forma de onda, se resisten. El eco, como piedra liza rebotando en un lago, se aferra.

A diferencia de otros conceptos que he tratado en esta columna, el eco existe por su cuenta; casi en contra de nuestra voluntad, a nuestras espaldas. El eco nos embosca porque nace de nuestra voz, más no de nosotros. Uno nunca entra a un espacio esperando que su voz regrese, el eco se anuncia. “Ay. Hay eco ”. Lo dicho dicho está. Las palabras no permanecen, pero, si quieren, persisten. Vuelven.

Hay fenómenos naturales que representan emociones humanas de forma tan precisa que parece que nosotros mismo las traemos a la existencia. La nostalgia perdura en el mismo aire que habita el eco. El eco de tu ex-pareja cuando hueles su perfume en la calle. El eco de tu abuelo cuando escuchas a Agustín Lara. El eco del departamento donde vivías en tu carrete de fotos. Lo que ya no es construye un nido de paja invisible dentro de lo que sí.

El eco es parte de la naturaleza física del cosmos tanto como de la naturaleza humana de la reminiscencia; es metafórica y poéticamente inevitable. Tanto la nostalgia como el eco duelen, pero duelen como echarse after-shave, como respirar con un aire atorado, como dolor en la panza por reír. El eco es, esencialmente, uno de los muchos recordatorios que nos tira el universo sobre nuestra falta de control. Esa falta de control que molesta y le da sentido a la vida.

Y me molesta un poquito, irónicamente, porque tiene mucho sentido. La luz rebota de un espejo de la misma forma que el sonido rebota en una pared. El eco es el hermano más lento y joven del reflejo. Nos reflejamos en todo aquello que extrañamos, en todo aquello que duele y en todo aquello que no está. La inevitabilidad del eco no pasa de las tres estrellas porque me da coraje como me hace creer en fuerzas superiores.

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TRANSMILLENO

Hombros y brazos chocan contra tu cuerpo en la estación, tus ojos atentos a tu mamá que ha estado enferma desde el lunes. Un remolino de voces a tu alrededor imagínate que la hermana de María se cayó en un caño ya te dije que estoy en camino llego en 15 puede coger el B18 para llegar al norte sin tantas paradas. Tu mamá camina despacito a tu lado, agarrándote la mano, y tu la aprietas para no perderse. Ten cuidado que no te metan la mano en la mochila y te saquen la billetera. Sigue caminando. No mires al policía para que no te pidan los papeles. Esta es la parada. Tus pies pesados sobre el piso de lata, porque te dio por entrenar hoy. Los exámenes salieron bien, no es anemia. Sus ojos no enfocan, su mente llena de niebla. La agarras como cuando niña, cuando ella era la que te guiaba por la ciudad. Más y más cuerpos a tu lado, cada vez menos espacio para respirar. La pantalla dice que faltan tres minutos. Esta mañana tu mamá no desayunó, apenas se tomó el té que le hizo tu papá. La doctora fue muy amable, te trató de “ella” sin tenerle que explicar que eres trans. Si le preguntas cómo está se va a estresar. Solo déjala paradita a tu lado, sostenla con tu brazo, hazle saber que estás ahí. Presente. Para eso volviste a casa, para ayudar con este tipo de situaciones. Ahora que tus papás envejecen, tu cuerpo se adapta a la maternidad. Es sobre tu pecho que descansarán la cabeza después de un día difícil. Ese pecho que ya no es plano y bendito sea Dios por lo que te dieron las hormonas. Además si le preguntas te van a escuchar la voz y van a pensar que los engañaste. Que no eres lo que eres. Mejor mira la pantalla otra vez. Dice que ya está llegando y aquí está. Párate fuerte mientras los demás empujan. Agarra a tu mamá y ponla al frente para protegerla de los afanados. Puertas abiertas. Entra. El bus está lleno. Encuentra silla azul para tu mamá y párate al frente. Déjala con los ojos perdidos. Pierde tu vista también a través de la ventana.

Mira a los árboles y arbustos que resisten que destrozan los andenes y esperan nuestra muerte para

Cielo azul y ni una nube.

Luz de sol sobre hojas amarillas, verdes, sobre flores blancas y púrpuras.

Tu mamá te sonríe cuando sus ojos se encuentran.

Pasa el tiempo y los cuerpos disminuyen.

Solo queda el rugir del motor.

Escuchas tu respiración y notas el pecho de tu mamá que sube y baja contigo.

Cuando te sientas a su lado, ella se recuesta sobre ti.

Al final son solo tú y ella sentadas, camino a casa.

“(grita)” 2024

“(lleno los silencios)” 2024

“(bullic10)” 2024

Spotlight “Crónica de Celaya”

La primera vez es 2009. Extorsión. Mis papás tienen miedo. Nosotros no sabemos qué está pasando. Tienen nuestros datos, nuestros nombres, nuestras rutinas. Huimos. Nos refugiamos en el Distrito Federal.

Por una semana.

Volvemos. No conocemos otra cosa. Además, es inusual. Nuestra ciudad no es violenta. A mí me gustaba el tren.

Más o menos por el 2015, dos cárteles eligen la misma ciudad como sede de distribución. Empieza la disputa.

En 2018, el periódico AM instaura el “ejecutómetro”, un reporte diario y mensual del número de asesinados en el estado de Guanajuato. Los municipios se ordenan por cantidad de muertos. Celaya tiende al podio. El AM no investiga los casos, como medida de seguridad. No pone el cuello, sólo los números.

En los mercados y en las calles, los cárteles cobran derecho de piso, más un cargo por brindar una supuesta protección a los comerciantes. Quienes se niegan a pagar son acribillados.

Aprendemos a vivir en silencio. Cualquier ruido puede llamar la atención, y la atención puede matar. Ya no suenan las bocinas de los autos.

Marzo. Nos asaltan. Ya íbamos de regreso. Mi mamá casi lo ve todo. Tenías que correr, me dice. Si es con cuchillo, corres. Deberías saberlo.

La ciudad se llena de hoteles vacíos. La mayoría quiebran. Esperaban el desarrollo industrial que nunca llegó. Los negocios cierran tan pronto como abren. Agonizan bajo la extorsión.

2019. Mi hermano y yo en una peda, a 3km de nuestra casa. Somos muchos para una casa tan pequeña. Ven a dos con capucha y cuchillos. Corremos adentro. Todo el mundo en un cuarto, y en el otro, seis frenéticos, mi hermano y yo. Él tenía más miedo, lo prometo. Llamamos a la policía, ¿y qué van a hacer? Somos muchos para una casa tan pequeña.

Aparece el Llanero Solititito en Facebook. Aguas con el livestream, a veces salen los cadáveres. Es el único dispuesto a reportarlo todo. Aguas, Llanero. Chécale, a ver si ya dijo algo, que se oyeron balazos.

El ejecutómetro mide cada vez más alto. Nos prometen que los cárteles sólo se matan entre ellos. Una lucha de gente mala contra gente mala. Empiezan a robar autos con armas largas. Te bajan de tu coche y se lo llevan. El target son mujeres con niños pequeños. Algunos coches son utilizados para posicionar bombas. Se vuelve común la quema y explosión de vehículos en sitios estratégicos.

23 de marzo de 2020. Capturan a nueve. Cuatro días después, siete vehículos incendiados y dos cuerpos, en dos puntos distintos, simultáneamente.

21 de abril del 2021. Expansión llama a Celaya “la ciudad más peligrosa del mundo”. Dos meses después cumplí 18. Iba y volvía de la prepa en un Smart 2004.

Aguas con los retenes, que no traes licencia. Si te agarran los federales, nadie responde por ti. Hay retén martes por Jardines y jueves antes del Libramiento. Date la vuelta, vete por Irrigación.

Vamos al grito de independencia en el palacio municipal. Órale. Chinga tu madre, Elvira Paniagua. Vámonos ya, no vaya a ser. Hay amenaza de bomba.

Ándale, te llevo a tu fiesta. Nos subimos a mi Smart 2004. Pásame la dirección, la pongo en Maps. ¿Qué número de casa? Síguete derecho y vamos viendo. No mames, Paula, ¿sí ubicas dónde estamos? ¿Qué casa es? Tienes dos minutos para hablarle a una de tus amigas o nos vamos pero ya. Me tiemblan las manos cuando nos bajamos. La veo entrar y me meto en sentido contrario para salir rápido. Safo ir por Paula.

Está cerrada la calle donde trabajan mis papás. Ahí está, acordonado. Ahí está el cuerpo. Vivía enfrente.

Hay retén. ¿A quién buscan? Al hijo de ya sabes quién. ¿Y la novia? No hay que buscarla, va en tu prepa. 18 años. ¿Novia del hijo? No, del padre.

Voy a casa de Laura. ¿Dónde vive? En A. Tas loca, por ahí está el cártel de S. Se metieron a su casa. ¿Los narcos o los federales? No supo. Iban del mismo color.

04 de diciembre del 2023. Matan a cinco universitarios de la L. Los matan cerca de la G. Los estudiantes tienen miedo. Los profesores tienen miedo. El presidente dice que andaban metidos en algo.

Simulacro. Aquí no tiembla. Tírate al piso.

Es que no nos hacen nada. A la gente de bien nos dejan en paz. Es que él estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Seguro que algo tenía que ver con el narco.

La noche me quiere besar y no me dejo. Yo digo que eran cuetes, pero nomás fueron tres. En Twitter nadie dice nada. No es noticia. Hasta el día siguiente avisan a cuántos mataron.

Ese niño se había subido a la azotea y lo vio todo. Esa vez fueron tres y quedaron regados por el estacionamiento. Mi vecino se había subido a la azotea y lo vio todo.

El Llanero se vendió a algún partido, dicen. Mataron al hijo del presidente municipal. Vigilancia las 24 horas. Fue en la hora 25.

Enero de 2024. Ya 502 desaparecidos desde el 2018. 1 de cada 1000 celayenses desaparece. Apenas empezamos a contar.

Atraparon al hijo. Están quemando todo. Lo van a soltar, vas a ver. No salgas. Hoy no sale nadie.

01 de abril de 2024. Asesinan a la candidata a la presidencia municipal. Llevaba dos días de campaña.

Junio. Ya lo soltaron.

04 de agosto de 2024. Matan al Llanero. En una patrulla, resguardado por dos policías.

13 de septiembre de 2024. Este fin no se sale. Todavía tenemos miedo. Todavía estamos aquí. Vivimos en el silencio.

No conocemos otra cosa.

Arde subterráneo el sacrificio de acordes desgarrados que ofrecían multitudes sobre amores no contados.

Con saliva ya vacía, inaudita en historias del enemigo, un mosquito pianista destaca por su sombra, pues sus teclas ya no suenan.

Se desvanecen esos sueños que nunca condensaron y ansían al silencio del que no han escapado.

Pero el pensamiento enmudece el deseo.

Palpan los huesos detrás de cada palabra, como la carroña, el habla putrefacta.

Se muere en la boca, con golpes de encallado, el cadáver en un mar con las olas silenciado.

La arena, la caída. El tiempo ya no grita, nos regala sus secretos en la lejanía, para comprenderlos.

Pues una vez, fuimos heridas, distraídas, abiertas;

gigantes en la niebla, y nos volvimos horizontes abstractos.

Hoy la voz ya no tiembla.

El silencio no tiembla

De Brayan de Iztapalapa

Síntomas de comer fragarias

El silencio a veces me habla, y me dice que sí

“Quizás el silencio entre nosotros prefiguraba este silencio, en el que todo lo que se queda sin decir se comparte de algún modo.”

Extracto del poema “La espada en la piedra” de Louise Glück

En enero alguien me preguntó cómo se escuchaba el silencio en mi cuarto. Contesté que ocupado. No mencioné las ambulancias, las alarmas de coche, el eco en el estacionamiento cercano, ni el pasar de los coches. Estaba enojada y el zumbido en mis oídos de tal enojo, fue el único silencio que escuché hasta marzo. Yo no tuve que preguntar cómo se escuchaba el silencio en su cuarto. La noche llega y también mi muerte rutinaria. El sonido del polvo, los gritos ahogados, ecos sordos, y el crujir de la madera. El silencio a veces me habla, y me dice que sí. Que esta soledad que habito es una soledad tan profunda, que solo logro sentir viendo a través de ventanas ajenas. Cosa que podría significar absolutamente nada. Duermo en llamada, pongo la tele y escucho la radio. Sonidos muertos que acompañan la soledad que me habita. Escucho cómo la gente mastica y pasa saliva, escucho el pestañear de ojos secos, escucho conversaciones que no tuve y escucho un zumbido. A veces solo el silencio se escucha en la noche, y te das cuenta que tal vez no eran voces en tu cabeza, tal vez eran los ruidos de los vecinos por tu ventana.

Siempre hay ruido en mis sienes, es la imposibilidad de mis hechos. Estoy agradecida por las frutas de temporada, mi insomnio, los claxons frenéticos, mis siete alarmas que suenan antes de que logre despertarme, y estar perdida en la vasta noche, como Alaíde Foppa.

Nocturno de Alaíde Foppa

Mi mano encontró en su mano un nido; más rápida y cálida pasó por mis venas la vida.

Sólo el silencio se oía; y yo, perdida en esa vasta noche, miraba el cielo claro.

Pero cuando él se inclinó sobre mi rostro, se apagó, la pálida corola de la luna.

“Después del Agua”

Técnica mixta de fotografía con dibujos digitales y collage digital 4444 x 8888 px 2024

“Vuelve Atrás - A la Creación”

Técnica mixta

de fotografía

con dibujos digitales y collage digital

4444 x 8888 px 2024

Alkymia

Silencio, tentación, y promesas

DeOphelia Cámara

Todo hace el amor con el silencio.

I

En un arranque de ira Caín dejó caer la quijada de burro sobre Abel y después de un grito de inmenso dolor, lo único que queda es el silencio.

II

La culpa nace en el silencio, la culpa nace del silencio. Es el el silencio óvulo y esperma, vientre, cordón umbilical y placenta. El silencio es la inmaculada concepción de donde nace la culpa y su hermana gemela la violencia. Sin silencio no hay crimen, porque el silencio siempre será el primer testigo, el hecho después del hecho. No fue la voz de Dios la que enloqueció y maldijo a Caín, sino que fue el silencio y el reconocimiento de que sin su hermano estaba solo en el mundo.

III

Eva muerde la manzana, y después de que su jugo y poder se escurran por su piel, lo único que queda es el silencio.

IV

El silencio es conocimiento, y como ya todxs saben, el conocimiento es poder. Si el pecado original es comer los frutos del árbol del conocimiento, entonces el pecado original es ser consciente del silencio, de su sabiduría y de sus peligros. El pecado de Eva no es traicionar a Dios, sino que en realidad se trata de darse cuenta que antes que Dios estuvo el silencio, y que en el silencio nada es certero.

V

Y entonces Dios dijo “Que se haga la luz”. Pero antes, segundos antes, la oscuridad, el caos y el silencio eran lxs dueñxs del mundo.

VI

Saber que el caos es silencio y que el silencio fue la semilla de la que germinó el universo es entender que fundamentalmente la vida es soledad, y que la soledad se vive en lo común. La soledad es la forma en que nos entendemos, en la que entendemos a lxs otrxs. El silencio es un lenguaje común, el lenguaje previo a la torre de Babel. El lenguaje con el que se comunica la vida, sin diferencia numérica, sin contornos.

VII

Y entonces el corazón de la última estrella del universo dejó de latir, y el universo regresó a un estado de completo silencio. Entonces, la vida comenzó de nuevo.

VIII

Si la culpa, la violencia, el conocimiento, la vida y el universo nacieron del silencio; entonces la muerte, el final, el vacío también es inicio, también es vida. Hay que entender, aunque no podamos comprenderlo, que el silencio es donde se esconde todo lo que ha sido, es y será. El silencio es oportunidad, el silencio es la piel de todos los cuerpos, la piel donde se trazan nuestras historias, nuestros sueños y nuestras pesadillas. Un universo consumido por el silencio es un silencio que no puede estar callado.

IX

Y en ese silencio, en la oscuridad una poeta escribió y susurró para sí misma “Todo hace el amor con el silencio”.

X

Cierro el libro de poesía de Alejandra Pizarnik y disfruto del silencio de la noche. Después de desgarrarme la piel mientras imitaba los gestos poéticos de Pizarnik me pregunto sobre mi propio silencio, del silencio de mis propias palabras. No espero una respuesta, sé que la única respuesta posible, está en el inicio, en el génesis, en el silencio.

De notas y letras, por Eustaquio Vasconcelos

De Eustaquio Vasconcelos

Silencio, silencio, silencio y un poco más de silencio.

El festival Instal en Glasgow cuenta con un acto sorpresa en su último día. 17 de octubre del 2004, The Arches, un tipo bodega que se fue ganando el puesto de uno de los venues más queridos en Escocia, se convertiría en el lugar que daría inicio al último día del festival.

¿Por qué tanta expectativa con su presentación?

El acto sorpresa estaba anunciado para las tres de la tarde, el silencio era total, nadie sabía quién se presentaría, pero empezaba a circular un rumor entre los asistentes, “Jandek, Jandek, Jandek” era el eco que rompía el silencio. Al escenario se presentan dos sujetos, uno tomó lugar en la batería y el otro empieza afinar el bajo, se les une un tercer sujeto, alto, esbelto, de camisa y con sombrero, una guitarra desafinada, aunque para su percepción esta suena mejor que nunca y empiezan a crear un ambiente denso, espeso, difícil de escuchar, cargado de todo aquello que aterra, pero a la vez se siente tan familiar. Nos remite a todo aquello que pensamos en silencio y nunca contamos.

Así fue la primera presentación de Jandek en público, pero nada de esto nos importa sin antes preguntarnos ¿Quién o qué es Jandek?

Sterling Smith es un músico estadounidense, supuestamente nació un 26 de octubre de 1945, aunque posiblemente nunca sepamos con seguridad si es correcto el dato. Sterling saca su primer disco llamado Ready for the House bajo el nombre de The Units, aunque tuvo que cambiar el nombre por derechos de autor y así es como nace Jandek.

Sterling solo ha dado una entrevista para Spin Magazine donde no reveló mucho más que su nombre y que antes de dedicarse a la música escribió siete novelas, las cuales quemó todas debido a los rechazos de casas editoriales en Nueva York. Esta es la historia de un hombre que ha hecho música desde 1978, dando su primera aparición en público hasta el 2004, contando con más de 100 álbumes y sacando material hasta la fecha, Jandek nos muestra el trazado silencioso de un músico alejado de lo que se busca por lo general con la música y la imagen del artista o banda.

Un hombre que vive en silencio, dejando que su música sea lo único que rompa todo a su paso.

El tema de esta edición es el silencio y hoy me apoyo en este músico. No hay vida que contar, no hay más historias que la de su primera presentación (y la búsqueda desquiciada en los 90s para dar con la imagen de Jandek) pero hoy dejo que él hable por sí mismo y se presente con ustedes.

Con más de 100 álbumes les quiero presentar el que me introdujo a este personaje que habita entre las sombras, Six and Six de 1981, dejaré que el disco hable por sí solo, de igual forma dejaré los enlaces de la grabación de su primera presentación junto con un video del mismo.

Espero que sigan disfrutando de esta edición de Alkymia, tomen asiento, guarden silencio y dejen que Jandek los acompañe. Yo los veré la próxima edición con un nuevo disco.

Alkymia

MODA MASTICADA Y DIGERIDA

Shhh, there is someone sleeping.

En La Bella Durmiente y demás cuentos de la infancia, se busca proteger la fantasía y los sueños, en un mundo donde existe una fuerza más grande que nosotros trabajando en sus planes a costa de nuestra ajenidad. Como la madrastra de Blanca Nieves transformándose para ofrecerle una manzana envenenada y poder de ser la más bella, todo sustanciado por un hechizo impuesto por un hada madrina y sus restricciones de horario y velado por hadas verdes, azules y rojas para que nuestro sueño no sea interrumpido, y contrario a los hermanos Grimm, aquí es una aguja la que irrumpe el sueño y no la que lo causa. Así funciona la moda.

La moda es un lugar en donde todos los deseos y sueños parecieran poder hacerse realidad, los límites los marca la cantidad de tela con la que contamos y pensamos que todos somos parte de ella, tocamos los rostros de las revistas con nuestros dedos y sentimos las costuras en nuestros cuerpos. Sin embargo, cuando dejamos caer nuestro cabello por la ventana y escapamos de nuestra torre, al ver la realidad, la magia se evapora en un instante. En una actualidad donde vemos las alfombras rojas y las pasarelas en nuestras pantallas, es lógico que decidamos creer en esta fantasía, sin poder ver todo lo que se esconde detrás. ¿Hasta donde guardamos silencio para que la moda pueda seguir existiendo?

Silencio se define como la ausencia total de sonido, y es de egoístas pensar que el ruido solo existe cuando lo escuchamos. Puede ser elegido o impuesto. Es decir, callamos o nos callan. El silencio también es definido como la abstención de hablar, pero también hay que ser incrédulos para no saber que la corporalidad puede gritar cuando la voz no es suficiente. Y parte crucial de la moda, es la corporalidad. En un ámbito como lo es la moda, que todo pretende ser visto, se cuida mucho más lo que no tiene que ser visto. Se ocultan los mayores silencios en los lugares donde todo parece estar en un escaparate.

Nos gusta hablar de Chanel, disfrutamos ver su tweed, las camelias y la innovación en la creación de escenarios para pasarelas, pero nos gusta mantener en silencio que Coco Chanel era nazi o que Karl Lagerfeld dejó un legado no solo de moda, si no de comentarios y actitudes racistas, gordofóbicas y con apología al abuso sexual; Todas las que critican a las modelos por aparecer huesudas o anoréxicas son las típicas madres gordas que se sientan en el sofá todo el día comiendo patatas fritas o ¡Si no quieres que te saquen los pantalones, no te conviertas en modelo! Únete a un convento, siempre habrá un lugar para ti en el convento son solo algunas de las bellas frases enunciadas por Karl en vida. Aún así, cuando hablamos de Lagerfeld, decidimos hablar de su revolución en colocar un sneaker en el haute couture, de Linda Evangelista [f/w 1991] cubierta de cadenas y de Penélope Cruz en Volver de Almodóvar usando un diseño de Karl Lagerfeld. Porque decimos callar, porque callar nos ayuda a creer, a narrar algo distinto. Porque no queremos renunciar a la fantasía. La cultura de la cancelación es una herramienta que utiliza la sociedad actual para no sentirnos responsables de contribuir al trabajo de una persona con ideologías dudosas, sin embargo es una estrategia cuya raíz está putrefacta. Nos gusta consumir contenido, que celebridades conviertan su vida en un espectáculo, somos morbosos por naturaleza, pero odiamos decir esto en voz alta. Pero nos gusta pretender una pureza y terminamos escuchando a cierto rapero con denuncias de abuso a solas en nuestra habitación. No queremos gustos culposos, solo queremos gustos. Mediante estos parámetros cancelamos a mujeres, personas de color o personas que no cumplen con belleza hegemónica. Aquí no me obligaré a colocarles nombres de personas canceladas y personas cuyo status, a pesar de tener comportamientos imperdonables, seguimos colocando en un pedestal y decidimos separar al artista de su obra, porque estoy segura que ustedes pueden pensar en nombres.

Solo nos bastó un vistazo a la colección de Mar giela Artisanal s/s 2024 para olvidarnos de los comentarios anti-semitas realizados por John Galliano en el 2011. La inspiración victoriana, el carácter vapor wave y un maquillaje de muñeca fue suficiente para restarle importancia a sucia judía, deberías estar muerta , comentario hecho por el nazi new age en un bar del centro de Paris.

El diseñador, a raíz de ese comentario, fue suspendido y posteriormente removido de su cargo como director creativo de la firma Dior. La Casa Dior afirma su firmeza en la política de tolerancia cero ante cualquier comentario racista o antisemita , afirmó Sidney Toledano, presidente de Dior.

Pero nosotros, el público, parecemos tener más tolerancia. Galliano jamás regresó a Dior a pesar de haber revolucionado con su estilo ecléctico la imagen de la marca. Y no regresó porque hubiera sido políticamente incorrecto por parte de Dior, es mala publicidad. En apariencia no queremos que nadie nos acuse de ser malas personas, pero en las tinieblas de la oscuridad y detrás del telón, Dior asegura que Galliano ha sido de sus mejores directores creativos. Pero al final de cuentas, fue contratado por OTB group para hacerse cargo de Maison Margiela. Dueños también de Diesel, Jil Sander y Viktor&Rolf Podemos pensar que desde el 2011, Galliano ha aprendido y se ha educado un poco sobre cuestiones sociales. En realidad, el diseñador sigue negando el suceso y jamás ha emitido disculpas. Pero nos daremos el lujo de seguir ignorándolo, porque ver a la maquillista contratada por Galliano, Pat McGrath, hacer que los rostros de las modelos parecieran de plástico es mucho más interesante.

La moda es un dragón, un hechizo y un laberinto. Parece mucho más grande que nosotros, claro que no necesitamos cambiar todo de un día al otro, pero recae en nuestros deseos si queremos seguir durmiendo incómodamente sobre un guisante o nos levantamos a buscar las incomodidades entre todos los colchones. Un acto incómodo, pero que nos asegura tener un sueño genuino.

Penélope Cruz en “Volver” de Pedro Almodóvar, 2006
Christian Dior, Primavera 1998
Linda Evangelista y Karl Lagerfeld en Paris Fashion Week, 1991
Maquillaje de Pat McGrath en Couture Spring 2024 de Maison Margiela
Couture Spring 2024, de Maison Margiela
John Galliano
Chanel Sneaker

Una forma especial de ruido

PorPatricioVentosaRodríguez

Para nuestra segunda entrevista completa, platiqué con el teatrero, comediante y “personalidad”, Javier Ibarreche mientras él se hacía de comer desde un lado del mundo y yo me hacía de desayunar desde el otro. Tengo el gusto de conocer al “¡No mamen esta película!” desde hace tiempo y me pareció, por contraste, el sujeto perfecto para la temática de esta edición. Lo siguiente fue editado por claridad.

Alkymia: ¿Quién eres?

Me llamo Javier. Soy una persona que es afín ante todo a las historias. Tanto contar historias, como escuchar historias. Todo lo veo a través del lente de una narrativa. De manera muy esencial, eso es quien soy. Si lo reduzco aún más, soy una persona curiosa. Si esto fuera Intensamente y tuviera que aparecer un dibujito representando mi pilar, eso sería. La curiosidad es el motor que más me mueve.

Alkymia: ¿Dirías que te dedicas a ser un personaje?

Yo haría una distinción con la palabra “dedicarse”. No porque esté incorrecta, pero entiendo que tiene varias descripciones. Puede ser de qué vivo, puede ser para qué vivo, puede ser la cosa que más paso tiempo haciendo, puede ser la cosa a la que apunto llegar. En ese sentido, no. No me dedico a ser un personaje, creo que me dedico a terminar de definirlo. A encontrarle nuevas capas, a encontrar que algo que yo creía fundamental no lo es. Sí es cierto que en redes sociales soy un personaje. Ahora, ¿que tan complejo es ese personaje? Creo que ya no depende de mí, depende de la percepción de la gente. Quienes me conocen íntimamente tienen una versión de ese personaje, quienes solo me conocen por redes tienen otra, quienes me conocen por otras facetas de mi trabajo me conocen de otra. Digamos que a nivel más ruidoso, a nivel redes, donde se encuentra la mayor parte de gente que sabe de mi existencia, se me conoce por solo la cara. Es ahí mero que sólo soy definitivamente un personaje. Es un personaje que ya tiene sus caras, una forma de hablar, entusiasmo por ciertas ideas, etc. Sí he construido un personaje, pero no a propósito.

Sí noto que el personaje en redes es una versión exacerbada de mí en la vida real; sí hablo rápido, sí me apasionan las películas, sí suelo contar historias de manera muy sintetizada. Es una caricatura que parte de quien soy yo. La forma en la que esta situación permea el resto de mi vida, tiene que ver con la percepción de la gente. Alguna vez vi un fragmento de un podcast donde Conan o’Brian entrevista a Ed Helms de ¿Qué pasó ayer? Y hablaban de su asenso en la fama. De como él fue dando saltos hacia niveles más grandes de fama. Él veía como en su proceso de crecimiento la gente le decía cosas como “oye, no vaya a cambiar”. Él habla de como las personas cambian inevitablemente, uno crece y se transforma en otro y de como es difícil no ser diferente cuando, de repente, todos a tu alrededor te tratan diferente. Porque ya no era Ed Helms, era el que salió en The Office y en The Hangover. La mirada externa lo convierte en una persona y, por consecuencia, él es otra persona . Va un poco por ahí; en la medida que gente se me acerca y me trata como el personaje de TikTok, yo respondo y me convierto en el personaje de TikTok. Va más hacia ese lado.

Alkymia: En tu trabajo en redes sociales y todo aquello que no vemos del otro lado de la pantalla, ¿dónde crees que entra tu formación teatral y docente?

Lo teatral forma una parte inmediata. Hay una parte enorme de guionismo en lo que hago. Busco que sea entretenido y poder mantenerte enganchado en la pantalla y hay una bola de recursos que te da el teatro, la noción de narrativa, la actuación que te enseña a ser entretenido en ese formato. La parte de dar clases es algo que luego parecería que no tiene mucho que ver, pero el hecho de saber retener la atención de otra persona, saber comunicar de manera breve, es una herramienta que sí creo que me dió el haber dado clases. Viendo a los alumnos como un público, no son un público pasivo. La intención es que esté activo más de la mitad de la duración de la sesión y, como no son personas que pagaron por un boleto o que decidieron atender a un show, son personas que te tienes que ganar. Es parte del reto y me ha servido mucho.

También creo que gran parte de lo que hago, más allá de recomendar cosas, es contar historias o lanzar reflexiones acerca de algo. Es el contenido que más me gusta sacar. Esa era mucho la forma en la que daba las clases, tú no me dejarás mentir, pero creo que en mi materia de análisis de texto había mucho que reflexionar sobre cortometrajes, rascarles un mensaje, una estructura. Es lo que yo más gozo hacer en la redes. De forma increíblemente reducida, a veces lo que yo hago en un video de 3 minutos es dar una clase. Bajita la mano, cortos y cosas que llegué a poner en clase están palabra por palabra en un TikTok, solo que le corté el 80%.

Alkymia

Alkymia: En todo aquello a lo que dedicas, se ve involucrada tu voz. Por decirlo de alguna forma, haces todo menos guardar silencio. Cuéntanos sobre eso.

La misma acción que puede ser vista como una virtud puede ser vista como un vicio bajo un lente diferente. Tenía un maestro en la carrera que cito muy seguido, tanto que la gente a mi alrededor lo conoce solamente a través de las historias que contamos sus alumnos. Él nos ponía el ejemplo de como una persona muy poco constante y que a cada rato cambiaba los planes se enamora de una persona muy firme de sus convicciones. Esta firmeza ante una cara negativa se convierte en terquedad. En cuanto la persona que defiende sus cosas empieza a defenderse ante ti, te cambia la perspectiva. Creo que va mucho por ahí. Trato de usar el sonido como una virtud en mi vida a pesar de que en momentos puede y llega a ser un vicio. Todo el tiempo hay ruido. Me es muy difícil mantener la mente en silencio. Hay gente que no es que no tenga nada que decir, si no que eligen no decir nada. Yo no sé como lo hacen. Creo que por eso mismo soy más propenso a la ansiedad, como emoción. Me es fácil entrar en espirales donde no salgo de una idea y la desarrollo y la desarrollo, pero, al mismo tiempo, el buen uso de eso mismo me permite desarrollar a profundidad una historia o un chiste. Lo que intento ejercitar es no explayarme de más, saber cerrar, aterrizar en una conclusión. Esa es la parte que me cuesta trabajo porque es ahí donde pones punto final. Es ahí donde entra el silencio. Alguna vez te contaba yo que Borges, me parece, dijo algo como “yo no termino, yo publico”. Es una forma de obligarte a darle un cierra a las cosas.

Alkymia: ¿Encuentras la idea de “publicar en lugar de terminar” a la hora de tomar decisiones?

No lo había pensado así. Tendría sentido que a una persona que le cueste terminar un pensamiento o le de muchas vueltas a las cosas pudiera encontrarse problemas al tomar decisiones, pero creo que no es así en mi caso. Afortunadamente, a lo largo de mi vida, he procurado obligarme a tomar decisiones complicadas. Procuro no acomodarme demasiado en una situación porque también soy propenso a eso. Es fácil encontrar un lugar y decir “bueno, ya tengo este trabajo, ya tengo estabilidad, ya me quedo aquí”. No tiene nada de malo sentirse satisfecho, pero más que satisfacción, hablo de estasis. Las satisfacción tiene que ver con el movimiento; viene de hacer las pases con que el mundo avanza y tú te puedes quedar quieto o viceversa. Porque me es fácil acomodarme, quedar inmóvil, procuro evitar las zonas de confort. Por ejemplo, la primera vez que hice teatro fue por salirme de ahí; he tenido obras que me pusieron a prueba de formas que yo no imaginaba. Después, treparme a hacer stand up fue un movimiento también.

Alkymia: Siendo una persona ruidosa, ¿en dónde encuentras el silencio? ¿Lo buscas? ¿Le huyes? ¿Cómo funciona esa relación?

Definitivamente lo busco. Es algo que encuentro en el contraste opuesto de lo aquello a lo que me dedico. Gran parte del tiempo hablo en redes sociales; en un mundo que, si bien existe, es un espacio virtual, un espacio que nos inventamos. Después de un año y cacho de entrarle al mundo de las redes, me empecé a saturar de dedicarme a algo que ocurre en un no-espacio. Hago videos sobre películas, pero nada era real. Necesitaba algo concreto y no tenerlo me puso muy ansioso. Fue por esa época que hice un viaje a Zion, el parque nacional, y descubrí mi amor por el senderismo. Yo no sabía lo mucho que disfrutaba simplemente caminar en la naturaleza. Porque, claro, ¿te saturaste de algo? Ve a lo contrario. Ve a la naturaleza donde, además, no tienes señal. Ni aunque quisieras podrías conectarte al mundo a ver qué hay. Con estas piernas vas a subir esa piedra y vas a llegar a ver la vista desde arriba. Todo existe ahí, todo eso es concreto, todo eso es tangible. Me dió una calma muy cabrona. Esa es la forma en la que yo activamente entro en silencio, tiene que ver con el espacio. Dejar la ciudad donde puedo ver el horizonte para llegar a un lugar en donde no alcanzo a ver donde termina.

Alkymia: El caminar por mucho tiempo induce una especie de trance, ¿no?

Totalmente. No te das cuenta y pasaron dos horas desde la última vez que intercambiaste palabras con alguien. No te das cuenta y ya pasaste dos horas solamente en tu cabeza. Creo que es una forma muy particular de meditación. No es algo que yo practique, pero entiendo que tiene que ver con este tipo de ideas de silencio o de darle una suerte de pausa a la mente.

Alkymia

Alkymia: Tomando el concepto de forma más literal, ¿sientes la necesidad de guardar silencio?

Sí me he dado cuenta, de pronto, que puedo llegara a ser muy complaciente con ciertas discusiones. Tengo claro que las respuestas ante el peligro de los animales son, en inglés, freeze, fight or flight [cóngelate, pelea o huye]. Me vengo enterando hace poco que dicen que hay una cuarta que es fawn y tiene que ver con apareamiento o algo así. En presencia de una amenaza, en lugar de huir o pelear, te acercas a la amenaza. En lugar de alejarte, tratas de seducirlo de alguna forma, de complacer. En contexto, puedo pelear, puedo irme, paralizarme o puedo estar de acuerdo para salir de una discusión. Creo que eso, en sí, es una forma de guardar silencio. Al final, me es más fácil darle la razón a alguien, estar de acuerdo, que discutirlo. Hay una parte de mi a la que le gusta discutir y le gusta enfrascarse en debates, entonces me pregunto por qué me doy la vuelta. En la serie Community, hay un capítulo donde los personajes van a una boda y uno de ellos es un hombre negro que, para mantenerse a flote en la industria de la tecnología en los ochentas, aprende a echarle porras a la gente blanca. Es esa idea.

Aunque, una vez más, son dos caras. El poder empatizar tan rápido con una persona, el poder entrar en su mentalidad, apropiarlo, ayuda mucho como entrevistador. Me ayuda a entrevistar sin juicio, preguntar desde la curiosidad, desde “neta quiero saber cómo fue trabajar en x proyecto”. Sería problemático si yo fuera entrevistador de un tema político o trascendental para el mundo, pero siendo entrevistador de espectáculos, entrevistando a actores que están promocionando su película, francamente no necesito ser controversial. Necesito ser curioso. Como entrevistador me viene increíble, pero sí siento que me falta firmeza para encarar. Más de una vez me he sentido en la tentación de participar en algún debate que ya tiene lados más complejos en redes. Pelear en redes no tiene ningún sentido, pero, al final, sí tengo una plataforma. A veces me pregunto qué pasaría si yo diera mi opinión directa sobre temas políticos. Creo que en ese momento se convierte en algo más escandaloso y chance me metería en problemas. Entonces, de pronto, agradezco saber no meterme, pero siempre siento esa espina de “verga, quizá debería”.

Alkymia: ¿Hasta qué punto el silencio se convierte en demasiado?

Lo veo como una ola. Cuando persigues el silencio, eventualmente llegas a un momento de quietud y tranquilidad muy chida y poco después entra una nueva forma de pánico. “No me he movido en un rato, estoy haciendo lo mismo, me estoy estancando, me estoy acomodando” y te mueves. Entonces otra vez entras al ruido y cuando ya es mucho ruido vuelves a perseguir el silencio. Lo ideal es encontrar un equilibrio entre movimiento y quietud, entre aventura y hogar. Ruido y silencio.

Alkymia: ¿Puedes desarrollar esa relación entre movimiento y ruido?

Estoy viendo el silencio como ausencia de ruido y la quietud como la ausencia de movimiento, cuando perfectamente pueden ser, en sí mismas, una acción o un espacio . Creo que hay un concepto budista que habla del vacío como un espacio. El silencio, a lo mejor, no es ausencia de ruido pero puede ser una forma especial de ruido. A lo mejor es más sabio verlo desde ese lado. Creo que por eso me gusta verlo como hogar y aventura. Ambas tienen lo suyo, ambas son lugares, pero ambas tienen su peligro. Sales del hogar a la aventura y entre todo el ruido rescatas un par de cosas para volver a tu espacio donde puedes aprender de eso que rescataste.

Alkymia: ¿Llegas a sentir presión para guardar silencio? ¿De donde viene?

Si siento presión, viene desde adentro. Donde hay presión para hacer una cosa, la hay en igual medida para hacer la contraria. Donde hay gente que quiere que hables bien de algo, hay gente que quiere que hables mal; donde hay gente que quiere que no digas nada y gente que quiere que digas todo. Hacia afuera hay tantas presiones diferentes, apuntando hacia lugares diferentes que siento que se cancelan. No es que sean poca cosa ni se minimizan, pero, en mi caso, habiendo tanta gente de la cual puedo recibir comentarios, teniendo una audiencia tan grande a la cual pueda activamente escuchar, se vuelve abrumador pensar en qué debo hacer. Las presiones, entonces, las ejerzo yo desde adentro; desde lo que yo creo que es a lo que me debo inclinar.

Alkymia: Para concluir, ¿qué relación tienen el ruido y el silencio para ti?

Tanto el ruido como el silencio se identifican con la escucha. La escucha funciona pa’ ambos lados. Procuremos escuchar. La vida nos mueve de un lugar a otro, pero se trata de encontrar el equilibrio. La idea de la cuerda floja es una imagen linda porque quien esté sobre ella no puede quedarse quieto. Tiene que avanzar y de repente echar un pasito para atrás para posicionarse, pero lo que no puede es quedarse quieto.

Javier nos comentó que estará trabajando silenciosamente en sus propios proyectos, pero, por lo pronto, lo puedes encontrar en sus redes sociales y, francamente, por todos lados.

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