ÁGORA
ENTRE LOS 10 Y LOS 50 PESOS
CONTRA LA MODA RÁPIDA
Tania Tagle
1. En 1969 se inauguró en la Ciudad de México el primer centro comercial del país, Plaza Universidad. Hasta entonces, las personas que deseaban comprar ropa importada tenían que acudir a los almacenes de la zona Centro, en donde también se comerciaba moda local. Tan sólo tres años después, en 1972, abrió sus puertas Plaza Satélite, el primer centro comercial en contar con una tienda Liverpool, considerada por los empresarios una “tienda ancla” que aseguraría la visita de los consumidores. La clase media mexicana poco a poco trasladó la recreación y el esparcimiento del espacio público al espacio privado, pues un centro comercial no sólo concentraba tiendas y marcas importantes, sino que ofrecía la posibilidad de experimentar un estilo de vida asociado con el primer mundo: el shopping. Las modistas y sastres comenzaron a perder terreno frente a la llegada de tiendas departamentales cuyo principal mercado eran las mujeres, quienes tenían que cumplir con la exigencia social de un guardarropa a la medida de sus aspiraciones. Estas tiendas instauraron un concepto fundamental para la industria de la moda moderna: las temporadas. Esto significaba que tenía que renovarse el guardarropa al menos dos veces por año y que lo que había sido tendencia hace unos cuantos meses sería reemplazado por nuevos diseños. Es decir, había que seguir comprando. Fibra textil,
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