MINDF*CK
FRAGMENTO Christopher Wylie Traducción de Ana Herrera
C
uando se lanzó Cambridge Analytica, en verano de 2014, el objetivo de Bannon era cambiar la política cambiando la cultura. Sus armas eran datos de Facebook, algoritmos y narraciones. Primero usamos grupos focales y observación cualitativa para descargar las percepciones de una población determinada y enterarnos de lo que preocupaba a la gente: los límites de los mandatos, el Estado profundo, “cerrar los grifos”, las armas y el concepto de muros para mantener fuera los inmigrantes. Todo eso se exploró en 2014, varios años antes de la campaña de Trump. Entonces dimos con las hipótesis para cambiar las opiniones. CA las probó con segmentos elegidos de paneles online o en experimentos para ver si se comportaban como el equipo esperaba, basándonos en los datos. También sacamos perfiles de Facebook, buscando pautas para poder construir un algoritmo de red neural que nos ayudase a hacer predicciones. Una minoría selecta de personas exhibe rasgos de narcisismo (extrema fijación en el yo), maquiavelismo (despiadado interés propio) y psicopatía (desapego emocional). En contraste con los cinco grandes rasgos encontrados más o menos en todo el mundo, como parte de una psicología normal (apertura, responsabilidad, extroversión, amabilidad y neurosis), los de la “tríada oscura” producen una mala adaptación; es decir, que aquellos que los exhiben son más propensos a conductas antisociales, incluidos actos criminales. Por los datos recogidos por CA, el equipo fue capaz de identificar a gente que exhibía rasgos de
67