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La ética como eje central en el actuar del Compliance Officer
En el año 2020, Ethics & Compliance Initiative realizó una encuesta donde se pudo determinar que uno de cada cinco empleados experimenta presión en comprometer los estándares éticos de la compañía debido a factores como alcanzar metas comerciales, inminentes fechas de entrega o presión de jefes, entre otros. Todos estos factores en algún momento de una carrera profesional se han encontrado o se van a encontrar y es aquí donde se va a tener que reconocer y actuar con base a la ética y valores eficazmente.
De acuerdo con Richard Norman la ética es “el intento de comprender la naturaleza de los valores humanos, de cómo debemos vivir y de qué constituye una conducta correcta.” En pocas palabras la ética es determinar lo que es bueno y malo y actuar con base a ello.
Pues bien, el profesional de cumplimiento debe tomar las mejores decisiones ante situaciones que su compañía enfrenta en el día a día, unas más difíciles que otras. Es por eso por lo que la ética será la brújula del Compliance Officer que lo ayudará a accionar de acuerdo con la cultura de cumplimiento de su compañía, el código de conducta y valores de la compañía.
Uno de los objetivos como Compliance Officer es convertirse en un agente de cambio en su compañía fundamentado en la ética que conlleve a un efecto dominó para todos los demás que trabajan en la compañía. Debido a esto es que la ética no puede desvincularse del accionar del Compliance Officer.
Existe un programa creado por Mary C Gentile llamado Giving voice to values, el cual consiste en analizar y compartir diferentes maneras para expresar e implementar los valores en momentos de presión en el trabajo bajo la premisa que todos quieren actuar con base a valores, pero de una forma efectiva. Este programa es de gran ayuda para que se pueda construir y ejercitar una moral muscle memory que como Compliance Officer es significativo generar al momento de actuar correctamente y de una manera eficaz.
Es por eso la importancia de promover una cultura fundamentada en valores que de verdad sean las bases de la compañía y que exista una coherencia entre lo plasmado en un código de conducta y políticas con la realidad de la compañía, pero ante todo como Compliance Officer dar el ejemplo de un actuar ético que genere un liderazgo basado en valores.