“Desde el pilar de relacionamiento del Comité de Salud de AMCHAM, nuestro principal objetivo es conectar y generar alianzas estratégicas con los distintos actores del ecosistema que permitan, a través de diálogos educativos, sensibilizar y llamar a la acción acerca de temas relevantes relacionados con la sostenibilidad del sistema de salud, así como con el acceso pronto y equitativo de los pacientes a tratamientos novedosos”.
Para aplicar con éxito la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, debemos pasar rápidamente de los compromisos a la acción. Para ello, necesitamos alianzas sólidas, inclusivas e integradas a todos los niveles.1 En el Caso Arthur Andersen vs Estados Unidos, la Juez Melinda Harmon estableció: “…si no se 22
tienen en cuenta los esfuerzos que realizan las entidades para cumplir con las normas, pocos intereses tendrán éstas para dedicar sus recursos a la existencia y efectiva ejecución de auténticos programas de Compliance…” Esta disertación, puede resumir la importancia de generar Programas de Compliance dentro del ámbito empresarial, ya que conlleva implícitamente un atenuante ético ante la realidad social que demanda negocios transparentes y responsables; siendo las empresas y los líderes de estas, el ejemplo que una sociedad requiere para tener un cambio en la cultura social. Estas pautas de ejemplaridad están íntimamente relacionadas con el concepto de stakeholding, que implícitamente conlleva la promesa de inclusión, cooperación, participación y responsabilidad de todos los actores de la empresa, tanto internos
