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Zonas Francas y Zonas Libres de Comercio impulsores del desarrollo económico
En la historia del comercio internacional, las Zonas Francas y Zonas Libres de Comercio han desempeñado un papel destacado desde hace más de 2,000 años, desde Fenicia y Roma hasta las ciudades del Mediterráneo.
En América Latina, el desarrollo de las zonas Francas comenzó en 1923, Uruguay es el país con el régimen más antiguo y en la región centroamericana la Zona Libre de Colón en Panamá, en operación desde 1948.
Según las estadísticas publicadas por la Asociación de Zonas Francas de las Américas -AZFA- el año pasado, República Dominicana y Colombia lideran la región con 246 y 122 Zonas Francas respectivamente. Centroamérica, ha experimentado un auge significativo en el funcionamiento de estas desde la década de 1990, con más de 170 en funcionamiento.
Se estima que más de 700 empresas operan desde las Zonas Francas en Iberoamérica.
Hay que tomar en cuenta que en varios países el nombre de esta figura varía, pueden ser Zonas Francas ZF; Zonas Francas Especiales ZFE; Zonas de Procesamiento de Exportación ZPE; Zonas Libres de Comercio ZOLIC; Zonas Económicas de Desarrollo ZDE; Zonas de Desarrollo Económico Especiales Públicas ZDEEP; pero la naturaleza de los regímenes sigue siendo la misma, ser instrumentos de uso mundial impulsores de desarrollo económico, empleo, y tecnificación de la mano de obra.
Gracias a estos regímenes más de 10 mil 700 empresas hacen que sus negocios sean más rentables y competitivos siendo parte activa de las cadenas globales de valor.
Por lo menos 1 millón de empleos directos y cerca de 1 millón 600 mil indirectos son generados en Iberoamérica por las Zonas Francas y las Zonas de Libre Comercio.
Las Zonas Francas y Zonas Libres han evolucionado gracias al desarrollo de condiciones y políticas para el comercio internacional, como los Tratados de Libre Comercio, Acuerdos Comerciales, las políticas de atracción de inversiones y la dinamización de trámites y gestión que muchos países implementan.
La región ha utilizado las Zonas Francas y Zonas Libres como una estrategia fundamental en la industrialización orientada a la exportación e importación de mercancías. Los países compiten entre sí para ofrecer además de incentivos, ventajas competitivas y logísticas.
Hoy en día con el fenómeno del nearshoring, los países con ubicaciones más estratégicas y mejores condiciones de certeza jurídica están en el radar de grandes industrias que se están buscando relocalizar su producción o distribución.
Estas figuras no solo atraen importantes y diversas inversiones, generan desarrollo económico y social, permiten mejorar la situación fiscal, promueven la transparencia, la eficiencia y la estandarización de procesos a través de certificaciones internacionales, que garantizan no solo un comercio seguro y eficiente, sino también son parte de iniciativas a nivel mundial de lucha contra el contrabando.