Promoción de la salud en el lugar de trabajo, para atraer y retener talento humano

Por Maria Elena Barrientos Cruz, Asociada Senior

A raíz de la pandemia por del COVID-19, el mundo se ha enfrentado a una serie de retos en diversos sectores y el ámbito laboral no es la excepción, debiendo las empresas adaptarse a ambientes de trabajo que garanticen la salud de sus colaboradores.

La Organización Mundial de la Salud -OMS-, define un entorno de trabajo saludable como un lugar donde todos trabajan unidos para alcanzar una visión conjunta de salud y bienestar para los trabajadores y la comunidad, lo cual proporciona condiciones físicas, psicológicas, sociales y organizacionales que protegen y promueven la salud y la seguridad; un entorno saludable no sólo logra la salud de los trabajadores sino también hace un aporte positivo a la productividad, motivación laboral, satisfacción en el trabajo y la calidad de vida general.

Este tipo de entorno, en el cual patrono y trabajadores busquen promover la salud y seguridad en el desempeño de las labores, representa no solo una obligación desde la perspectiva legal, para el efectivo cumplimiento de las disposiciones en materia de Salud y Seguridad Ocupacional contenidas en el Código de Trabajo, y el Reglamento de Salud y Seguridad Ocupacional, sino también un incentivo para el capital humano que encuentra en su centro de trabajo. Es nn lugar en el que se le valora de forma integral al colaborador, motivando estilos de vida saludables que puedan repercutir positivamente no solo en su productividad laboral, sino en su entorno de vida social y familiar.

Hoy en día, encontramos varias empresas que ofrecen dentro de sus beneficios el cuidado de la salud, implementando programas de alimentación saludable, promoción de deporte, manejo de estrés, y programas para evitar el consumo de tabaco y alcohol, entre otros. Esto sin duda representa para los trabajadores una motivación adicional para permanecer en un centro de trabajo, ya que ofrece incentivos para mejorar su estilo de vida.

Por lo anterior, para retención de talento y ofrecer entornos de trabajo saludables es necesario desarrollar acciones de promoción de la salud orientadas al fomento de estilos de vida saludables y bienestar de los colaboradores, así como la implementación de políticas internas que regulen lo concerniente a evitar riesgos laborales.