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¿El cuidado de la salud en los ambientes de trabajo como una estrategia de engagement?
Por Bryan Pérez, Socio Regional
Según varias encuestas, los protocolos de salud ocupacional representan una oportunidad para que el colaborador reconozca el interés del empleador para cuidarle. Dado que las personas están expuestas a riesgos permanentes en los espacios laborales (aunque el nivel de riesgo depende de la naturaleza de cada puesto), los accidentes pueden darse incluso al bajar las gradas, cruzar un pasillo o algo tan cotidiano como beber algo caliente durante el almuerzo. En tal sentido, la salud ocupacional es fundamental para los espacios laborales no solo para velar por el bienestar físico y mental de los empleados sino para crear un ambiente de trabajo seguro.
Como sabemos, el éxito actual de las empresas dependerá en gran medida de la capacidad para crear programas de seguridad ocupacional que provean seguridad, protección y atención para que logren desempeñarse en sus labores y ser más productivos. En consecuencia, muchas empresas han adoptado protocolos de saneamiento de carácter preventivo y acciones de contingencia ante casos positivos de COVID-19. El afán es evitar la propagación de los contagios entre los diferentes grupos en las industrias, talleres, espacios y módulos de personal. El Estado ha regulado también esto, con medidas que buscaban prevenir la propagación del virus mientras que permitieran continuar con la vida.
A más de dos años del inicio de la pandemia, resulta evidente que adoptar medidas integrales de cuidado para el personal será determinante para estimular la adquisición de nuevos talentos y retener al personal actual, pues el equipo sentirá motivación de trabajar en los espacios más seguros posibles.