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Develizan obra pictórica

El Ministro de las Fuerzas Armadas, Teniente General, Joaquín Virgilio Pérez Feliz, EN (DEM), acompañado del Estado Mayor General encabezó la instalación del retrato con las imágenes de los Padres de la Patria, Generales Juan Pablo Duarte Diez, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella Castillo en el segundo nivel de la sede central del MIFFAA, con motivo del inicio del “Ciclo Patriótico Militar 2011” en el marco del Mes de la Patria. A continuación las palabras pronunciadas por el General de Brigada Médico, Rafael Leonidas Pérez y Pérez, EN, Director de Historia Militar de las Fuerzas Armadas.

Señoras y señores: Un alto sentido de respeto y gratitud nos congrega en este recinto desde el que emanan las directrices de la seguridad y la defensa de la patria con ánimo sereno, reflexivo y patriótico, para en un acto lleno de simbolismo e inspiración, expresar en una conciencia de cuerpo, la alta admiración que las Fuerzas Armadas del país profesan al fundador de la República, General Juan Pablo Duarte y Díez, creador del Ejército Dominicano. Al principal prócer de la Independencia Nacional, le cabe el mérito de comprender desde la articulación de la Sociedad La Trinitaria, la necesidad del recurso supremo de las armas en la consecución de la obra de gigantes, como fue la creación de esta Patria soberana a la que, no sólo aportó la idea, sino, un diseño de alcance estratégico sorprendente, galvanizando en el pueblo dominicano y en los hombres de armas de entonces, el reconocimiento, que aún casi 167 años después, nos permite transitar, con una alforja colmada de valores, arraigada vocación de servicio y continuidad en el espacio y en el tiempo. En esta magnífica obra pictórica que hoy dejamos a la vista de todos nuestros soldados y visitantes, Duarte estará acompañado de los dos jóvenes soldados, compañeros de sueños e ideales, que con él formaron la trilogía por la posteridad y la aureola popular, como los Padres de la Patria, Generales Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. El prócer Sánchez reúne tres grados o categorías que le franquean sin ninguna disputa, su entrada a la inmortalidad: la gloria de héroe en la Puerta del Conde, cuyas manos inmarcesibles

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izaron la primera bandera tricolor; la de prócer de las gestas nacionales y la del mártir que con su sangre generosa, convertida en ríos rumorosos, comunicó tempranamente la proclama antianexionista, en las tierras de San Juan de la Maguana. Del intrépido Mella, el del glorioso “trabucazo” del portón de la Misericordia, su ejemplar hoja de servicios en defensa de la Independencia y su Fe inquebrantable en la decisión de ser libres los dominicanos, están grabadas en la percepción de generaciones de honestos y bizarros soldados, que siguieron sus directrices en el Cibao, tanto en la Guerra Dominico-Haitiana, como en su función de Ministro de Guerra y Marina, y Vicepresidente del Gobierno Patriótico, que opuso cuerpo y alma a la anexión a España. ¡Ahora, padres tutelares!, que su imagen prístina, llega para quedarse con nosotros; en vigilia insomne que nos reconforta con su mirada serena, prédica silente, su elevada estatura moral nos anima en el cumplimiento sagrado de servir con lealtad y obediencia, al tiempo que aceptamos complacidos la renovación del juramento de: “Dios, Patria y Libertad”. Y con viva emoción enarbolamos la bandera sacrosanta de febrero de 1844.

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