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Loma “El Pichón”
AUTOR
Ramiro Matos González
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Mayor General (R) EN (DEM
Tragedia aérea
Antes de iniciar la narración de este trágico accidente, debo aclarar que lo hago con el deseo de que la Fuerza Aérea Dominicana guarde el recuerdo de aquellos soldados que perdieron la vida en el mes de diciembre del año 1971. De la misma manera, debemos aprovechar que todavía hay algunos testigos que guardan en su memoria algunos (borrosos) recuerdos. Creemos que esta crónica, igual que otras, debe figurar en los archivos históricos de la FAD. Nos dice Roberto Cassá (El Caribe jueves 9 de abril 2009 “El País”. Página 11) que “la historia crónica, se limita a detallar los hechos como única posibilidad, ya que en este género no es posible ni le compete ir más lejos que el de reflejar lo sucedido, según lo establece la corriente de historiografía académica”. Es decir, en este caso pretendemos narrar los hechos según fueron ocurriendo. Al mismo tiempo amplío la narración con testimonios de testigos “temporales”. Debo agregar que, en esa oportunidad, yo ostentaba el cargo de subjefe y vivía en el barrio para oficiales y fui testigo de las actividades que se iniciaron desde el día 29 de diciembre. Guardo algunos datos y apuntes; pero algunos escapan a mi memoria, por lo cual, para completar aquellos hechos, me puse en contacto y conversé con los miembros de la FAD que recuerdan ese lamentable accidente, entre los cuales, me contacté al General retirado Pedro Héctor Dipp Medina, piloto de la FAD, el cual fue el último oficial que habló personalmente con Álvarez Peynado, mientras se encontraban en la pista de aterrizaje de Dajabón. También, hablé con otros que pertenecieron a la institución, y que vivieron los hechos aquí narrados. Veamos estos recuerdos (hablados y escritos) los cuales expondré en forma cronológica.
Martes 28 de diciembre
La tripulación del C-47 D, la componían cuatro hombres (más un Raso acompañante). Los cuatro tripulantes eran: El Teniente Coronel Juan Antonio Álvarez Peynado, que era el piloto de la nave; el Capitán piloto Idelfonso Apolinar Then, como copiloto; además, los Sargentos Mayores técnicos, Aquilino Báez Betances (mecánico), y Francisco A. Ovalle Cabrera (comunicaciones) FAD. Ya listos para abordar, se acercó el Raso Alfredo Maldonado Paulino FAD ante la presencia del Teniente Coronel Álvarez Peynado y le solicita que le permita ir de bola, explicándole la razón de su viaje que tenía que ver con su próximo traslado al destacamento FAD de Dajabón.
Miércoles 29 de diciembre
Ya en la pista, luego del rutinario chequeo, (el Teniente Polanco, era el oficial de servicio en la línea de vuelo) Peynado pide permiso a la torre de control para iniciar el recorrido, todo esto, con el correspondiente protocolo (cosa rutinaria y obligada entre piloto y la torre). Según pude indagar, en horas de la tarde, mientras se desplazaban por la costa, rumbo al oeste y a la altura de Montecristi, el Teniente Coronel Peynado y el Capitán Then observan luz intermitente en el tablero de mando, detectan que uno de los dos motores está presentando un fallo. Ante esta situación, el Teniente Coronel Peynado opta por aterrizar en la pista de Dajabón. El aterrizaje se efectuó sin ninguna novedad. El Teniente Coronel Peynado se comunica con el General de Brigada Folch Pérez, jefe de la FAD, y
con operadores del comando de transporte de la FAD, y les informa la razón de su aterrizaje en Dajabón. Mientras tanto, el mecánico de vuelo, Sargento Mayor Báez Betances procede a solucionar la anomalía.
Jueves 30 de diciembre
El Coronel Peynado al notar que el avión seguía presentando problemas llamó a San Isidro y solicitó el envío de otro mecánico. Después del medio día, despegó de San Isidro el C-47 matrícula 3405, con la misión de patrullar por la costa norte rumbo a Dajabón. Al respecto dice Dipp Medina que él tuvo la misión de llevar al mecánico solicitado por Peynado que era el Primer Teniente Filiberto Mercedes, alias Chinino, el cual estaba especializado en los motores de esos aviones de transporte. Este vuelo se fue desenvolviendo
de acuerdo al plan previsto; pero me informa el General de Brigada piloto (r) Dipp Medina (en el 1971 era Teniente Coronel), que en el espacio aéreo entre Isabel de Torre y Samaná estaba lloviendo y que la visibilidad en esa zona era muy escasa, y que aterrizaron en la pista de Dajabón sin inconvenientes. Refiere que ya en tierra, el Primer Teniente Chinino procedió a hacer la inspección de rigor al C-47 No. 3406. Luego de la inspección notó que el origen del fallo había sido ocasionado por una bujía defectuosa y que cuando Chinino la sustituyó, el motor respondió satisfactoriamente. Me sigue informando Dipp Medina, que conversó con el Teniente Coronel Peynado y le informó sobre el mal tiempo que se avecinaba, y que le recomendó volar hacia Santiago antes de que se iniciara el aguacero que el había observado. Nos refiere Dipp Medina y los demás oficiales que conocieron a Peynado que éste estaba confiado en los conocimientos adquiridos recientemente (estamos hablando del año 1971) en el curso de instrumentos que hacía poco había efectuado en España. Dice Dipp Medina que luego de las advertencias, él creyó haber convencido a Peynado para que abortara la segunda manga, y que él (Dipp),
resolvió aprovechar que aún había buen tiempo para volar hacia Santiago.
El Primer Teniente mecánico Méndez (Chinino), le informó a Dipp Medina que tenía una diligencia pendiente en Dajabón y le pidió su autorización para regresar en el avión de Peynado. Refiere Dipp Medina, que despegó en el 3405, acompañado de su copiloto el Mayor Mortimer Echavarría. Ya en ruta hacia Santiago de los Caballeros, la torre de control de la zona norte le informó que allí estaba lloviendo y que la visibilidad por el norte era limitada y que aterrizaron en Santiago bajo agua. Dice el Mayor (r) Papaquín, que el Raso Alfredo Maldonado Paulino, a quien apodaban ¨Nito¨, el cual había pedido la bola en San Isidro, pide permiso de nuevo al Teniente Coronel Peynado para regresar a San Isidro en el avión 3406, pues la diligencia que vino a realizar en Dajabón no tuvo efecto. El Raso Teófilo Cruz, de la FAD, también fue aceptado para regresar (de bola) en ese avión. Así tenemos que el personal que abordó el avión, fueron: el Teniente Coronel piloto Juan Antonio Álvarez Peynado; el Capitán piloto Apolinar Then; Primer
Teniente técnico Filiberto Mercedes Pérez; Sargentos Mayores técnicos Aquilino Báez Betances y Francisco A. Ovalle Cabrera (técnico de comunicaciones); y los Rasos técnicos Alfredo Maldonado Paulino y Teófilo Cruz, siete en total.
Estos siete miembros de la FAD, fallecieron en accidente aéreo el día 30 de diciembre del año 1971.
De izquierda a derecha: Coronel piloto, Álvarez Peynado; Capitán piloto, Apolinar Then; Sargento Mayor mecánico, Báez Betances; Sargento Mayor, Ovalle Cabrera; y Raso Maldonado Paulino; de la FAD.
(Continúa en otra NOTA CASTRENSE).