Evaluación como práctica Ana María Teresa Lucca
Es mucho lo que está implicado al momento de evaluar.
Ver a la evaluación como una práctica nos permite entenderla como una actividad compleja enmarcada dentro de un contexto social determinado, que da forma a nuestro modo de concebir la enseñanza, condiciona nuestras acciones, refleja nuestras ideologías acerca del proceso de enseñanzaaprendizaje, nos lleva a la ejecución de determinadas funciones, ... Todas estas prácticas y sus consecuencias conforman uno de los aspectos más relevantes del “currículum oculto” del sistema educativo, lo que queda evidentemente demostrado cuando recordamos que: El currículum oculto es el conjunto de influencias formativas que la escuela ejerce sistemáticamente pero que no están explicitadas ni formalmente reconocidas. Esto incluye diversos tipos de resultados: a) resultados no previstos y que los docentes consideran negativos, b) resultados buscados pero no explicitados, c) resultados ambiguos y genéricos. Estos resultados pueden implicar aprendizajes tan importantes para el alumno como: a) el reconocimiento de los modos de satisfacer las exigencias y los gustos de un docente, b) saber cuándo engañar o simular es una conducta tácitamente aceptada, c) el modo en que se simula poseer determinados conocimientos, d) las maneras de hacer transcurrir el tiempo, e) las formas de agradar a sus compañeros, etcétera. GVIRTZ, S. y PALAMIDESSI, M. (1998)
Ana María Teresa Lucca
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Por otra parte, El currículum adopta [...] la forma de una idea colectiva para transformar las prácticas de enseñanza existentes en una institución educativa. Esta idea se plasma como un conjunto de principios y acuerdos que se intentará llevar a la práctica para después evaluarlos. Es una posibilidad, una declaración de intenciones y una guía para la acción que está sujeta a prueba y que debe ser objeto de una presentación pública. GVIRTZ, S. y PALAMIDESSI, M. (1998)
Así, cuando evaluamos no sólo valoramos el desempeño del estudiante, sino que entran en juego muchas más variables tales como conocimientos, procedimientos y actitudes, que muchas veces chocan con lo que se vislumbra desde el currículum. Posiblemente este tipo de controversias devengan de una no muy clara postura del docente frente al proceso global de enseñanza y de aprendizaje, que no le permita ser coherente con todas las implicaciones del mismo.
Referencia bibliográfica: •
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GVIRTZ, S. y PALAMIDESSI, M. (1998), El ABC de la tarea docente: currículum y enseñanza, Buenos Aires, AIQUE. Capítulo 2.
Ana María Teresa Lucca