El legado del siglo XVIII es enorme para la humanidad.
Época de profundas transformaciones en lo económico, en
lo religioso y en lo cultural, es en el ámbito social en donde se
producen los cambios más trascendentes. El absolutismo empieza a
perder terreno ante el avance de las ideas de libertad de los pueblos.
El siglo se cierra con dos revoluciones que cambiaron de manera
significativa el escenario geoestratégico mundial: la Revolución
Francesa y la Revolución Norteamericana. Pronto los afanes de
independencia propiciarían la gesta libertaria de América del Sur.
Los países europeos financian en ese período una serie
de expediciones por el planeta, ya no con el afán de conquista
sino de ampliar los conocimientos científicos, ámbito en el cual,
las Academias adquieren enorme protagonismo al auspiciar
expediciones por todo el planeta.