A propósito de Santiago Gutiérrez Borda | 03
MÁS ALLÁ DEL ALGORITMO: CARRERA Y FUTURO DEL SERVICIO LEGAL | 5
Relatos de abogados, que perduran en el tiempo
A propósito de Santiago Gutiérrez Borda | 03
MÁS ALLÁ DEL ALGORITMO: CARRERA Y FUTURO DEL SERVICIO LEGAL | 5
Relatos de abogados, que perduran en el tiempo
In Memoriam
A propósito de Santiago Gutiérrez Borda
Más allá del algoritmo: carrera y futuro del servicio legal
15
Paralelismos entre el abogado deportivo y el deportista: Estrategia y trabajo en equipo en y fuera del campo
La Meditación en un abogado de la generación “X”
11 Law Firm Management: PromociónRemuneración - Retiro
22
¿Qué pueden enseñarnos los arquitectos sobre el manejo de proyectos?
El Conde de Aranda y una historia que nunca fue
Menos mal
SER para compartir el SABER
Confluencias, generaciones y nuevos tiempos
Servicios Legales
En el vasto horizonte de la profesión legal, donde las corbatas danzan al ritmo de las leyes y los contratos, surge un faro de luz cálida y humana: la Revista Colegas. Entre sus páginas se teje un espacio íntimo donde se celebra el lado humano de la profesión legal.
Más que una mera publicación, Colegas se erige como un lazo que une a las diferentes generaciones de abogados que componen la Cámara de Servicios Legales de la ANDI. En sus páginas, encontraremos un santuario donde florecen el sentido de pertenencia y la fidelidad a una profesión que trasciende el ejercicio del derecho.
Más allá del rigor y la formalidad, se esconden corazones que laten con pasión, mentes que vibran con sueños y almas que se embarcan en aventuras. A través de Colegas, se descubrirán historias inspiradoras de
abogados que comparten sus aficiones, sus viajes, su pasión por la música, la literatura o el deporte.
Colegas, trasciende la camaradería, el compañerismo y el apoyo mutuo entre quienes comparten el ejercicio del derecho en Colombia.
Con una periodicidad anual, Colegas se adentrará en el alma misma de la profesión legal, explorando aquellos rincones donde residen los valores personales que impulsan a los abogados en su diario quehacer. La revista desplegará un abanico de temas que revelarán la diversidad y riqueza de quienes conforman el gremio legal en Colombia.
Los invitamos a acompañarnos en este viaje y descubrir la esencia que nos define como Colegas.
Por Carlos Umaña Trujillo
Brigard Urrutia
Hace pocos días, me llamó
Claudia Amore a hacerme un encargo consistente en pronunciar unas palabras acerca de nuestro común amigo y colega Santiago Gutiérrez. Encargo que les confieso me honra, pero a la vez me llena de pesar. Jamás pensé que lo haría.
A Santiago lo conocí, en el colegio, a través de su tío Emiliano, jugando en casa de
Santiago Gutiérrez Borda, Septiembre 26, 2023
mi abuelo con Felipe Ramírez, y más adelante junto con Angela su esposa y con Camilo y Ana sus hijos.
Posteriormente, lo conocí en la dimensión de ser el mejor amigo de sus amigos. Ayudaba en silencio y nadie se enteraba, si no fuera por un acaso como me ocurrió a mí.
Supe de él como miembro de su familia y particularmente tío
...como presidente de la Cámara de Servicios
Legales de la ANDI en donde se destacó por ser la definición de un verdadero líder: aquél que sirve a los demás con discreción y altura de miras
de Lucas Fajardo Gutiérrez su sobrino y ahora mi socio. Vine luego a saber que el último almuerzo social al que concurrió fue con su sobrino y conmigo.
Y claro…conocí el profesional. Uno a carta cabal que era leal con su contraparte sin dejar de atender a sus clientes. Se distinguió como socio de Lloreda Camacho, nuestra firma colega de décadas que enaltece el foro colombiano.
Hizo una labor como presidente de la Cámara de Servicios Legales de la ANDI en donde se destacó por ser la definición de un verdadero líder: aquél que sirve a los demás con discreción y altura de miras.
Pero debo confesar que enterado de su fallecimiento la figura de Santiago me evoca las palabras del Cardenal Newman sobre la definición de un caballero.
“Es casi una definición de caballero decir que es alguien que nunca inflige dolor.
(…)
El verdadero caballero, (…) evita cuidadosamente cualquier cosa que pueda causar una sacudida en las mentes de aquellos con quienes está fundido; y todo choque de opiniones y de sentimientos, moderación, sospecha, pesimismo o resentimiento; es tierno con el
tímido, amable con el distante y misericordioso con el absurdo; puede recordar con quién está hablando; se guarda contra alusiones no razonables, o tópicos que puedan irritar; rara vez es prominente en la conversación, y nunca está cansado. No le pesan los favores mientras los realiza y parece recibir cuando en realidad está dando. Nunca habla de sí mismo excepto cuando se ve obligado y jamás se defiende mediante simple réplica. No tiene oídos para los chismes ni las calumnias. Es escrupuloso para comprender los motivos de aquellos que interfieren, y trata de interpretar todo de la mejor manera. Jamás es desconsiderado o mezquino en sus disputas ni tampoco se aprovecha de ventajas injustas, nunca confunde las personalidades ni tampoco deja de ver la diferencia entre lo que es una observación tajante y un verdadero argumento, ni hace insinuaciones sobre hechos malos sobre los que no se atrevería a hablar abiertamente. Desde una prudencia que ve más allá, observa la máxima del antiguo sabio, que deberíamos dirigirnos siempre hacia nuestro enemigo como si un día fuera a ser nuestro amigo. Tiene demasiado buen sentido como para ofenderse por los insultos, está suficientemente ocupado como para recordar injurias y
demasiado indolente como para soportar la malicia.”
Y así lo recuerdo y los invito a recordarlo. Como un caballero.
A veces pienso que Santiago se fue demasiado pronto. Pero eso resulta de mi falta de entendimiento de lo que es el tiempo. Creo fervientemente que el tiempo será corto o mucho no por su lapso si no por la medida en que nuestras vidas hayan tenido un propósito, que este hubiera resultado enaltecedor y loable y en el caso de Santiago debo decir que lo fue en forma suma por lo que debo decir que su vida larga.
Bogotá, septiembre 26 de 2023.
Por Andrés Montoya Benítez
En 2023, cuando estaba en furor los para entonces recientes logros de Chat GPT 3.5, la Cámara convocó a sus firmas afiliadas a hablar de los retos éticos que, como profesión y sociedad, tenemos para enfrentar los crecientes alcances de la inteligencia artificial.
En mayo de 2024 dimos un paso más allá, para buscar comprender, a partir de experiencias de vida, cómo los abogados podemos en mejor forma enfrentar los desafíos del servicio legal en medio de la aparente tensión entre el talento humano y la tecnología. Y creemos que nuestra profesión ha sido llamada a prestar servicio no solo por lo tecnológico, sino por la sociedad, por la democracia.
El 23 de mayo, con un extraordinario panel, construimos historias de valor. Tuvimos el honor de recibir a Nick Grabar, senior counsel en Clearly Gotlieb y profesor de Columbia. Con respeto me atrevería a resumir las lecciones de Nick en tres frentes. El primero, ante la sociedad. Nick invita a tener un rol presente, público, generar espacios de visibilidad para generar incidencia social y visibilidad personal, hoy favorecida con las redes y sistemas de comunicación. Somos parte de una comunidad mucho más extensa que nuestro trabajo diario.
El segundo frente, el de nuestros clientes. Nick hizo hincapié en las relaciones de valor, la amistad, la actitud permanente hacia el aprendizaje, el separar y fijar los límites de cuándo los intereses del cliente pueden estar en contraposición con los propios y en qué momento fijar los límites. Y tercero, frente a nuestras firmas en las que nos invita a apoderarnos de nuestra propia carrera, entender con claridad su negocio y el rol que juegan en medio de un mercado en permanente tensión. Finalmente, a tratar el trabajo en equipo en serio.
A continuación, la Cámara quiso rendir un homenaje a la justicia y, en especial, a la historia de mujeres que hacen justicia.
Creemos, que la conexión de la misión de vida con la realidad presente sólo se logra cuando la labor del día a día está inspirada en la vocación y en el servicio.
La Cámara de Servicios Legales exaltó a través de Martha Nubia Velásquez y Maria Patricia Medina, la labor de dos mujeres que han logrado conectar no solo
su misión con el servicio, con el servicio legal, sino con el fin más alto de hacer justicia.
Lo de Martha Nubia es una lección permanente. Cuando Andrés Acevedo la interrogó sobre su éxito en el servicio de justicia y cómo había logrado descongestionar los más complejos casos a su cargo nos respondió desde la responsabilidad. Para Martha Nubia, los problemas de la gente son muy serios como para dejarlos en carpetas al lado de los escritorios. Invitó también a tener claro el foco en las prioridades con las herramientas al alcance y a tener claros los compromisos de equipo. El suyo, tenía claro que siempre debía “dar un poquito de más”.
Lo de Martha Nubia fue una lección de compromiso, responsabilidad y seriedad que también lo refleja su rostro decidido. Convencida de que hay que hacer lo que hay que hacer, sin distracciones, ese “no me da el temperamento para atender cocteles” habla bien que su foco está en la justicia.
Maria Patricia Balanta nos contó su historia desde su natal vereda cerca a Tuluá a las más altas esferas de la justicia y la academia. Maria Patricia es, en sí misma, una conmovedora lección de vida, que la lleva a preguntarse, en cada una de sus decisiones “qué tanto trasciende esta decisión a la comunidad”. Nos
insistió: hay que pensar siempre en lo colectivo. Pero su grandeza es más que sus palabras, su vida misma es una demostración que la visión responsable de sí misma, no como víctima, es lo que invita a dar mucho más de lo que le deparan las aparentes sombras del destino.
En esa tensión entre lo tecnológico y lo humano, Esteban Guerrero Carvajal, de Accenture, verbalizó nuestros grandes retos: como abogados y como actores de la sociedad. Para Esteban, la desinformación es el principal riesgo actual de la humanidad, y es allí donde tenemos que construir nuestra narrativa. “La verdad no es suficiente para frenar una mentira”; entonces esa diagramación clara de las burbujas de propagación de información nos terminaron imponiendo un doble desafío: cómo construir una influencia digital relevante que contrarreste
el peligro de la desinformación, y desde lo personal, cómo conversamos en lugar de polarizar, cómo escuchar aún desde la diferencia, o por ella misma.
El rol de los sesgos, la discriminación, la responsabilidad legal profesional, ese juego que los sistemas hacen con las probabilidades, concluyó muy bien en lo que nos propusimos: cómo ir mucho más allá del algoritmo tecnológico, y cómo construir desde la abogacía como servicio.
Esta Cámara cree, desde su nacimiento, en el estado de derecho, la seguridad jurídica, el impacto social que tiene un clima favorable para los negocios, creemos en los pesos y contrapesos, y en la confianza de inversión, como amparos necesarios para el crecimiento económico, los progresos sociales y para la democracia misma.
Esta Cámara cree, desde su nacimiento, en el estado de derecho, la seguridad jurídica, el impacto social que tiene un clima favorable para los negocios, creemos en los pesos y contrapesos, y en la confianza de inversión, como amparos necesarios para el crecimiento económico, los progresos sociales y para la democracia misma.
En esta búsqueda de sentido a nuestra existencia como organización, creemos que de la forma en que enfrentemos momentos difíciles como los que hoy parecen impactar el clima de inversión, puede depender el futuro inmediato de la confianza social, la democracia y la libertad. Porque un país en que menos del 55% de los estudiantes menores de 21 años ingresan a la universidad, alcanzar además el título de abogado nos convierte en privilegiados. Y los privilegios solo cobran sentido desde el servicio, y en nuestro caso, desde el servicio legal.
Es el momento de privilegiar el servicio sobre el reconocimiento. Es el momento de ranquear nuestros logros en defensa institucional, como meta colectiva, en un escalón muchísimo más alto que el de los tantos premios que hoy tantos negocios nos aprendieron a dar. Para eso estamos aquí, colegas.
SPor Adriana Espinosa Piñeros Garrigues
iempre he sido una persona inquieta, que está con la mente activa, bien pensando en lo que pasó ayer como tratando de descifrar qué vendrá mañana. Ha sido una constante en la vida que he tratado de equilibrar para centrarme, así sea obligada, un instante en el presente, que es en últimas el que más gracia tiene.
Me decían que el momento más poderoso era el ahora, siendo, al parecer, un estado donde el pasado no genera sensaciones, no existe la ansiedad del mañana y solo la mente y el cuerpo se centran en el presente. Suena interesante y con cierta lógica, pero profundamente compleja su aplicación.
Creo ser una persona entusiasta, pero sin duda en mi mente, que parecía no querer detenerse, siempre existían pensamientos relacionados con hechos pasados que usualmente se convierten en reproches, o pensamientos sobre el futuro que usualmente generan angustia ante lo desconocido.
Lo cierto es que en medio de esa cantidad de ideas empecé a buscar espacios para intentar detener los pensamientos, y regalarme un momento conmigo que me permitiera desprenderme de las preocupaciones para ocuparme de la actividad del instante. Aprovechando que me casé con un personaje lleno de energía y deportista, un día decidí empezar a correr. Así, sin saber, sin técnica, sin zapatos adecuados, inicie un viaje fascinante que me permitió descubrir la increíble máquina que es nuestro cuerpo, me permitió identificar un gusto enorme por la música, siendo determinante una buena canción para correr el siguiente kilómetro, lo que me permitió valorar la dicha de estar conmigo un rato en el presente.
Así, sin ser deportista en lo absoluto, encontré un espacio para nivelar el espíritu acercándome a una forma desconocida para mí de relajación. En el colegio nadie hubiese apostado un centavo a que algún día encontraría en la actividad física un camino de sanación, desahogo e incluso meditación, lo que se me ha convertido en hábito, tal vez en medio de esa necesidad de poner la mente, así sea por algunos minutos, en blanco.
Si bien el proceso parecía ser exitoso, aún debía seguir el recorrido de búsqueda, para lograr que la mente parara
un poco más. Si bien prefería deportes de impacto, llegué por casualidad, con cierta timidez y por una lesión, al maravilloso mundo de los pilates. En la medida en que las clases fueron avanzando empecé a darme cuenta de que, como parte de la técnica, se requería de total concentración, debiendo ser el centro del universo, por 60 minutos, mi cuerpo.
Debo reconocer que tenía la tentación de conversar, de resolver algún problema o de diseñar alternativas para moverme frente a la problemática del día a día, pero resolví optar por el silencio, por darle un espacio a mi postura, por ser consciente de mi respiración y la sensación de bienestar fue total, lo que no implica que saliera de la terapia con ganas de conversar hasta el cansancio.
Así, sin ser deportista en lo absoluto, encontré un espacio para nivelar el espíritu acercándome a una forma desconocida para mí de relajación
Un día triste podía tornarse en segundos en un día magnifico, un dolor se transformaba en alivio, una presión podía despejarse hasta con un par de lágrimas que podían escaparse ante el estado de tranquilidad. Así empecé un proceso maravilloso de disfrute
del ahora, que incluso me permitió volver a correr.
Por efecto de la pandemia, le di prioridad a otras actividades, dejando de lado ese espacio de relajación tan necesario que había encontrado y del que pensé, totalmente equivocada, que podía prescindir. Si bien continué muy activa con el ejercicio que me ayudaba a estar de buen ánimo y en movimiento incluso en el encierro, existía una clara necesidad de recuperar ese hábito que tanto bienestar me generaba y que sin duda es más especial si es orientado por un profesional empático y lleno de sensibilidad. Pero como la vida es de energías, me puso, tan solo cruzando la calle un nuevo lugar donde me
reencontré nuevamente con ese estado de paz y con un maestro lleno de técnica y empatía, siendo uno de los momentos más dichosos de la semana por la sensación de bienestar que para mí representa. Es un espacio de completa energía, donde logró ocuparme de ese instante, siendo fundamental la concentración, lo que me permite dejar de pensar en lo que me preocupa, controlando la ansiedad por completo. Solo estoy ahí, tratando de ser mejor, de superar miedos, vencer limites, regalándome un espacio mágico que me genera profunda dicha. Es una forma de recargar baterías para enfrentar cada día, es una forma de hacer
un alto en el día, para dejar de pensar, para tener un espacio personal de descanso de la mente que repercute positivamente en mi estado de ánimo.
Así logre entender que existen diferentes caminos para encontrar el bienestar del ahora. Logré un estado de relajación para alguien de mi generación, corto, pero con total sustancia, que me permite reencontrarme con lo más bonito para imprimirle energía a los días y recargarme cuando estoy con el ánimo no tan alto. Es un espacio que me permite sensibilizarme al máximo siendo una terapia plena que me permite acercarme a los míos con ilusión y total entusiasmo.
No sé si ese estado que tanto disfruto sea un camino que otros puedan replicar como una terapia efectiva en nuestro día a día del ejercicio de la profesión, lo que sí
puedo decirles es que para mí ha sido sanador y equilibrante, por lo que sin duda esta experiencia se tiene que contar para beneficio de los curiosos que tal vez quieran ensayar caminos para liberar las presiones diarias y mantener una mente sana para enfrentar el camino de la prestación de los servicios legales. Al menos lo recomiendo para colegas de mi generación, la llamada generación “x”, que crecimos en ambientes donde todo debe intentar ser controlado. A mí me ha funcionado, por lo que, en mi caso, ha sido un experimento exitoso.
Soy consciente que otras generaciones deben pensar que quien escribe esta nota se preocupa sin razón o se enreda en lo simple sin habilidad, pero incluso consciente de ello me arriesgo, ante el convencimiento
de que la nueva generación de abogados será más sabia y tendrá más herramientas para meditar sin morir en el intento. Hace poco le pregunté a mi hijo que está próximo a terminar su época de colegio, cómo pensaba irse a la Universidad ahora que empezaba una nueva etapa. Sin duda es una pregunta simple, pero en mi caso hubiera sido un motivo de preocupación ante los peligros del centro y la inexperiencia en el recorrido. Atenta me quedé esperando la respuesta, la cual fue concreta y contundente: “Mamá, ese es un problema para mi yo del futuro”.
Así que vivamos el presente, gocemos cada instante, hagamos las cosas con total empeño y dedicación cada día porque el ayer ya pasó, y no sabemos que depara el mañana.
No tiene este artículo ninguna pretensión diferente que la de mantener vigente una permanente discusión que tenemos entre los colegas abogados sobre los sistemas de ingreso y promoción, remuneración y retiro de los socios que son quienes constituyen -en términos definitivos- el motor del crecimiento y del éxito de las firmas. Tampoco pretende abordarlo desde una perspectiva teórica si no, muy por el contrario, aportar una mirada práctica que ayude a iniciar conversaciones sobre el tema, bien para adoptar nuevas prácticas o bien para revisar y ajustar las que cada una de las firmas han ejecutado a lo largo de su existencia.
Por Guillermo Villegas Ortega
Contexto Legal
El modelo de firmas de práctica general exige, por su naturaleza, contar con equipos interdisciplinarios entre las diferentes áreas de práctica y de una estructura organizacional que se fundamente en un mapa de talentos que favorezca el desarrollo de un plan de carrera de largo plazo, que genere incentivos a la permanencia de los abogados más jóvenes y permita la consolidación de una sucesión clara y coherente de los socios.
En la conversación que toda firma debe tener sobre este relevante asunto, surgen principalmente tres puntos focales:
¿Qué es ser socio de una firma de abogados y cómo llegar a serlo?
¿Cuál es la manera más adecuada de compensar económicamente ese rol?
¿Cómo y cuándo dejar de serlo?
Si bien las firmas de abogados normalmente se forman y se integran en torno a la relación personal y de amistad entre sus fundadores, y esa cercanía y confianza comunica a las sociedades entre abogados valores muy importantes en su permanencia, la madurez de una firma implica contar con un plan de carrera que aporte claridad a las nuevas generaciones sobre otras condiciones y competencias que determinan su llegada al rol de socio por un camino menos subjetivo y difuso.
En la actualidad representa un gran reto ofrecer perspectivas de tiempo muy amplias para lograr llegar a ser socio a las nuevas generaciones, que tienen una visión de más corto
plazo para cualquier meta personal o profesional. Y es por ello que dentro de los criterios y condiciones debe hacerse compatible un plan de carrera, desde el primer nivel o desde niveles intermedios, con la llegada de abogado que vengan desde fuera directamente al rol correspondiente a socio.
En relación con la compensación, existen variados modelos y doctrinas para adoptar,
implementar y ejecutar un sistema de retribución económica que, de nuevo, favorezca la permanencia y sean suficientemente atractivos para acompañar el largo plazo. No obstante, y desde nuestra experiencia, debemos manifestar que, aunque no exista un modelo ideal, cualquier sistema de retribución debe tener en cuenta que las firmas de abogados son “centros de trabajo” donde el
derecho a recibir directo está en directa relación con la producción de los beneficios económicos. Es decir, más que por sus aportes de capital, se gana dinero por la contribución que el socio hace en la producción de las utilidades. De otro lado, la definición de la compensación económica de los socios debe fijarse, por política explícita y aceptada, en una proporción del total de los ingresos (un porcentaje de los mismos) y una variabilidad que permita garantizar unos mínimos fijos y comunes a todos los socios, pero unas proporciones variables y diferenciales que permitan mejorar la retribución a quienes aportan resultados por encima del mínimo esperado llegando a compensar muy generosamente a quien obtienen logros excepcionales en materia de producción y rentabilidad de su práctica.
La variabilidad por resultados tiene que ser cuidadosamente establecida con el fin de que no riña con ese mínimo fijo y mantener un esquema de “solidaridad” entre socios, no entendida como una igualdad sin límite o un asistencialismo o subsidio, sino como la tranquilidad en el corto plazo de que todos los socios tienen derecho a recibir una suma estable que les permita enfocar sus esfuerzos en el largo plazo, con la seguridad de que sus resultados serán
adecuadamente retribuidos. Todo ello debe permitir que los niveles deficitarios de su producción, por circunstancias de negocio o coyunturas especiales, sean compensados en el mediano plazo por el respectivo socio con ingresos futuros o bien con participaciones en el patrimonio de la sociedad, cuando se tiene la calidad además de socio patrimonial.
Igualmente, respecto al tema de cómo y cuándo llegar a ser socio y dejar de serlo, es importante primero que todo considerar cuáles son los derechos económicos y políticos que se adquieren o se pierden en uno u otro caso. También es necesario entender y aceptar que la finalización de
las relaciones societarias no tiene necesariamente que implicar la terminación de los lazos de amistad y colegaje, cuando dicha finalización ocurre en los términos normales como lo son por ejemplo, una decisión de vida, el retiro por edad, por condiciones de salud o razones diferentes a la competencia profesional.
No existe consenso y menos aún unanimidad en la forma como las firmas responden a estos tres interrogantes y por ende los “modelos” estrictamente hablando se validan por el análisis de las experiencias particulares de cada firma. No obstante, de los sondeos que hemos logrado adelantar entre algunas de las firmas pertenecientes a nuestra Cámara, hemos identificado
algunas tendencias sobre el manejo de asuntos particulares que permiten irnos haciendo una idea de qué se está haciendo y que logra cierta viabilidad como práctica facilitadora de estabilidad y permanencia. Las anteriores son algunas conclusiones que nos arrojan dichos sondeos:
Las firmas identifican una diversidad de características que facilitan que un abogado llegue a la firma para ser socio o sea promovido a dicha calidad, con una clara tendencia a favorecer requisitos de experiencia, idoneidad técnica, reputación y potencial de atracción de nuevos clientes y negocios. En materia de promoción interna de socios, el
cumplimiento de un plan de carrera cumple un papel relevante como criterio, en tanto en materia de llegada de socios desde fuera se privilegia el potencial comercial y de desarrollo de negocios. Muchas firmas acompañan estos criterios con otras competencias blandas como el liderazgo, la identidad de valores y la conducta ética.
Aunque el concepto de “equity partners” parece estar en desuso o ha dejado de ser relevante en algunas jurisdicciones, en nuestro medio la mayoría de las firmas, cerca de un 70%, cuentan con una proporción de abogados que, además de tener el rango profesional de “socios”, tienen vinculación de capital con la firma. Aunque el restante 30% solo tiene tal condición en la mitad o un poco menos de los abogados, se identifica una tendencia general a que los abogados a la vez de su responsabilidad profesional como socios, sean dolientes de una composición patrimonial, lo cual permite una alineación de objetivos en el largo plazo.
Un número importante de las firmas que han participado en los sondeos que hemos adelantado (más de un 70%) destinan una proporción de entre un 30 a un 40% del
ingreso total a compensar a los socios. Aunque parezca una aproximación empírica, estas cifras coinciden con nuestra opinión de que esta destinación debe ocupar al menos una tercera parte de los ingresos.
Existe una marcada tendencia de las firmas de abogados a establecer sistemas de compensación de los socios que se basen en sumas fijas más sumas variables asociadas a desempeño y en utilidades, lo cual sugiere que en materia de retribución económica se valora tanto el corto como el largo plazo. En muchos casos esa suma variable está constituida por utilidades lo cual sugiere que en muchos casos los socios sí disponen de derechos patrimoniales que los hacen acreedores a participar en las utilidades de la firma.
Respecto de las motivaciones y causas para la salida de los socios, hemos identificado en las investigaciones realizadas entre varias firmas colegas, que el criterio imperante para el retiro en más del 70% de ellas es el cumplimiento de una edad máxima de retiro, seguido por la calidad del desempeño. Podemos inferir que, habiendo acertado en los criterios para la llegada o promoción de abogados al nivel de socios, se produce
un proceso natural de relevo generacional.
Frente a los derechos económicos que surgen del retiro definitivo de un socio, observamos que a pesar de la creencia de que la vinculación patrimonial empieza a estar en desuso, la mayoría de las firmas acuden a la recompra de participaciones como una forma de solucionar este tema al momento de producirse dicho retiro. Este proceso exige sin duda tener un adecuado proceso de planeación para que en una línea de tiempo se identifiquen los periodos de salida y se disponga de los recursos financieros necesarios para atender estas coyunturas de manera armónica y natural.
Dejamos así este artículo como el compendio de las opiniones y aportes de nuestras firmas afiliadas, esperando motivar que el tema se siga desarrollando académicamente y en la práctica para aportar desde la Cámara elementos y herramientas útiles para afrontar este tema tan sentido y relevante.
Estrategia y trabajo en equipo dentro y fuera del campo
EPor Joe Bonilla Gálvez
Muñoz Tamayo y Asociados
n el fascinante universo del deporte, encontramos dos roles que, aunque a simple vista parecen opuestos, están intrínsecamente conectados: el del jugador, cuyo desempeño físico se despliega en el campo de juego, y el del abogado deportivo, cuya destreza mental se pone a prueba fuera de él.
A primera vista, podría parecer que estas ocupaciones son completamente divergentes, el deportista inmerso en la acción física mientras que el abogado deportivo se centra en el ámbito legal y estratégico. Sin embargo, al observar más de cerca, descubrimos que estas dos facetas del mundo deportivo comparten sorprendentes similitudes que revelan una conexión profunda y complementaria, entre ellas.
Las siguientes son algunas habilidades que, consideramos, necesariamente comparten ambas profesiones:
Para un deportista, cada encuentro en el campo de juego se convierte en una batalla estratégica en donde la meticulosa preparación se erige como la piedra angular del éxito. Desde la elaboración de tácticas específicas hasta el minucioso análisis de los movimientos y patrones de juego del oponente, cada aspecto cuenta y contribuye al desarrollo de una estrategia sólida y efectiva. Del mismo modo, un abogado deportivo se enfrenta a un escenario similar fuera del campo, en donde la rigurosa evaluación de los reglamentos, los contratos y las posibles disputas legales relacionadas con el deporte en cuestión se convierte en su campo de batalla. La capacidad para anticipar diversos escenarios y elaborar estrategias legales precisas y efectivas se establece como una habilidad esencial para lograr la victoria en el complejo y competitivo mundo legal.
En el campo de juego, la colaboración entre compañeros de equipo se convierte en un elemento fundamental para alcanzar un rendimiento óptimo. La comunicación fluida, la confianza mutua y la capacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes sobresalen como habilidades indispensables para enfrentar los desafíos competitivos con éxito. De manera análoga, en el ámbito legal y estratégico, el abogado deportivo despliega una labor colaborativa estrecha y multifacética. Trabajando en coordinación con entrenadores, administradores, clubes deportivos, otros profesionales del derecho y, por supuesto, con los propios deportistas, el abogado deportivo se embarca en la resolución de conflictos
legales, la redacción de contratos y la garantía del cumplimiento de las regulaciones deportivas. Esta colaboración efectiva en un equipo multidisciplinario nace como un rasgo distintivo tanto de los deportistas en el campo de juego como de los abogados deportivos en el ámbito legal, destacando la importancia de la cooperación y el trabajo en equipo en ambos contextos.
El mundo del deporte es un terreno fértil en donde los desafíos, los fracasos y los obstáculos inesperados abundan. Sin embargo, son precisamente esos momentos de adversidad los que ponen a prueba la verdadera fortaleza y determinación de los deportistas exitosos. Estos individuos se destacan
El mundo del deporte es un terreno fértil en donde los desafíos, los fracasos y los obstáculos inesperados abundan.
por su notable resiliencia y determinación para superar obstáculos aparentemente insuperables. De manera similar, los abogados deportivos se encuentran inmersos en un entorno igualmente desafiante, enfrentándose a una compleja red de desafíos legales, litigios disputados y negociaciones arduas en su día a día profesional. La habilidad para mantenerse firmes ante la presión, aprender de los reveses y perseverar
incansablemente en la búsqueda de soluciones se convierte en una cualidad compartida tanto por los deportistas en el campo de juego como por los abogados deportivos en el escritorio. Esta capacidad para resistir y sobreponerse a la adversidad surge como un rasgo distintivo que define tanto el carácter del deportista como la tenacidad del abogado deportivo en su incansable búsqueda de la excelencia y el éxito.
Por encima de todas las cosas, tanto los deportistas como los abogados deportivos comparten una conexión profunda marcada por una pasión inquebrantable
hacia el deporte y una visión compartida sobre su relevancia en la sociedad. Ya sea en el fragor de la competición en el campo de juego o en el estratégico escenario de la sala del tribunal, ambos se encuentran impulsados por un deseo innato de alcanzar la excelencia y contribuir al crecimiento y desarrollo continuo del deporte que los cautiva. Esta pasión compartida se manifiesta no solo en su dedicación incansable a la mejora personal y profesional, sino también en su compromiso con los valores fundamentales del deporte, como el trabajo en equipo, la integridad y la justicia. Así, tanto los deportistas como los abogados deportivos desempeñan un
papel crucial en la promoción y preservación de los principios esenciales que hacen del deporte una fuerza unificadora y enriquecedora en la sociedad.
Es esencial resaltar que, más allá de las habilidades técnicas y los conocimientos especializados que poseen, tanto los deportistas como los abogados deportivos otorgan un gran valor al aspecto humano en el ejercicio de sus respectivas profesiones. La empatía, la integridad, la ética y el compromiso con la justicia se erigen como pilares fundamentales que orientan su labor diaria. En un contexto en el que las disputas legales y deportivas pueden llegar a ser intensas y desafiantes, la capacidad para mantener la humanidad y el respeto mutuo aparece como un factor crucial para alcanzar resultados positivos y sostenibles en el largo plazo. En síntesis, la profesión de un abogado deportivo y las habilidades de los jugadores de un equipo de fútbol y de los deportistas, en general, pueden parecer distintas a primera vista, pero en realidad están estrechamente entrelazadas por valores fundamentales y una perspectiva única que enaltece los aspectos personales y humanos detrás del ejercicio profesional tanto del derecho como del deporte.
Por Felipe Serrano Pinilla
Serrano Martínez CMA
El presente artículo relata tres historias, protagonizadas por dos arquitectos diferentes, a partir de las cuales es posible extraer enseñanzas aplicables al ejercicio del derecho.
Las dos primeras historias tienen como protagonista a Frank Gehry1, arquitecto responsable por el Museo Gugenheim en Bilbao, y la tercera a Norman Foster, responsable por la renovación del Reichstag en Berlín.
La primera historia inicia con Bent Flyvberg, profesor de la universidad de Oxford, y dedicado al estudio de megaproyectos de infraestructura que sufren sobrecostos y retrasos. En una de sus conferencias relató cómo
Frank Gehry es el único arquitecto y constructor de megaproyectos que consistentemente entrega a tiempo y en presupuesto. Esto llevó al profesor Flyvberg a entrevistar a Gehry para indagar por su secreto2.
Ante esta pregunta, Gehry relató la historia de Jorn Utzon, el arquitecto que diseñó la Ópera de Sídney, el proyecto arquitectónico icónico que más sobrecostos y sobretiempos ha tenido en la historia3.
La construcción de la Ópera de Sídney involucró a Utzon (diseñador) y al constructor, pero también a otros stakeholders, como políticos, opinadores y el alcalde de Sídney. La intervención de tantas personas en el proyecto lo hizo un fracaso empresarial. Se incurrió en sobrecostos y retrasos tan significativos que Utzon fue retirado del proyecto, abandonando Australia para no volver.
La construcción del Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles pudo haber sido para Gehry lo que la Ópera de Sídney fue para Utzon. Al igual que en Sídney, el proyecto en Los Ángeles no sólo dependía de Gehry, sino también de múltiples stakeholders, incluyendo políticos; el proyecto se paralizó, convirtiéndose en un desastre arquitectónico. Acto seguido, los políticos y otros intervinientes deciden retirar a Gehry del proyecto.
Diane Disney, hija de Walt Disney, interviene entonces, condicionando el financiamiento de la familia Disney a la estadía de Gehry en la obra. Así, Gehry permanece, y recibe el control completo del proyecto: El Concert Hall es entregado 4 años después, y dentro del presupuesto establecido cuando asumió el control.
A partir de esta experiencia, Gehry aplica cuatro máximas para entregar un proyecto a tiempo, dentro del presupuesto y conforme a lo firmado: Primero, asegurarse de tener el poder de entregarle al cliente lo que se le prometió, para lo cual requiere tener el control total del proyecto, sin intervención de otros.
Segundo, preguntar al cliente el porqué de lo que quiere hacer: el asumir causa sobrecostos, retardos, y correcciones.
Para ello, pone de ejemplo el proyecto del Gugenheim en Bilbao: ¿Por qué quería Bilbao que él hiciera el megaproyecto? La respuesta fue “para revivir el alma y dignidad de Bilbao”. Este proyecto se completó en el tiempo previsto y dentro del presupuesto; Ghery lo controló todo. Con el proyecto
¿Por qué quería Bilbao que él hiciera el megaproyecto? La respuesta fue “para revivir el alma y dignidad de Bilbao”
se esperaba que llegaran 500.000 visitantes al año, y en los primeros años recibieron a 4 millones de visitantes al año4. Tercero, simular, repetir y volver a examinar: la elaboración
1 Arquitecto ganador del Premio Pritzker de arquitectura reconocido por su estilo innovador y el uso de curvas en sus diseños.
2 El estudio, que analizó 16.000 megaproyectos, encontró que sólo el 8.5% de los proyectos son entregados a tiempo, y dentro del presupuesto, y sólo el 0.5% fueron entregados a tiempo, dentro del presupuesto y produjeron los beneficios esperados, dejando un 95% de proyectos incapaces de entregar lo prometido. Flyvbjerg, Bent & Gardner, Dan. (2023). How Frank Gehry Delivers on Time and on Budget. Harvard Business Review.
3 Íd. Se había proyectado que su construcción tardaría 5 años, pero el proyecto tardó 14. Igualmente, el costo final fue 15 veces el valor presupuestado.
4 Nota del Autor: Esto es lo que se pasó a conocer como el efecto Bilbao: la construcción de obras arquitectónicas icónicas como catalizadores de la revitalización y transformación económica.
de distintas iteraciones en la planeación permite identificar lo que funciona y lo que no, y tener un plan confiable que seguir. Y cuarto, pensar despacio y actuar rápido: los costos de planeación y ejecución son asimétricos, y lo que se invierte en planeación, se ahorra después en ejecución. Estas cuatro máximas son aplicables a cualquier proyecto (incluidos los jurídicos), no sólo los arquitectónicos.
Una segunda historia, recae sobre el desarrollo y materialización del icónico estilo curvilíneo de Gehry. Durante su infancia, Gehry compartió mucho con su abuela, quien lo llevaba a la plaza a comprar peces, los que después veía moverse en una gran tina. Su estilo de arquitectura curvilínea,
Vitra Design Museum, Weil-am-Rhein, Alemania
así como la inclusión de lámparas de peces en sus construcciones, es inspirada, al menos en parte, en esas experiencias.
La carrera de Gehry encuentra un punto de inflexión con la construcción de un edificio en el Museo Vitra5. Según él, el edificio del Museo Vitra tiene un error estético, en la curvatura del edificio:
Esto lo llevó a preguntarse, ¿Por qué los arquitectos no logran materializar los dibujos de curvas en sus edificios?
Después de explorar con curvas sin éxito, encuentra la solución en la respuesta a la pregunta ¿Por qué los fabricantes de aviones pueden diseñar aviones con curvas, y los arquitectos no? La respuesta es el uso del programa CATIA, utilizado para el diseño y construcción de aviones.
Así, adapta el programa a la arquitectura. Este programa toma
los diseños de Gehry y calcula si, estructuralmente, es posible o no construir la curva diseñada.
La aplicación de una innovación de una industria distinta en la arquitectura marca un punto de inflexión en la carrera de Gehry, y con este programa elaboró la escultura de pez que reposa sobre la villa olímpica de Barcelona.
Ad Meskens, Public domain, via Wikimedia Commons Museo Guggenheim, Bilbao, España Zarateman, Public domain, via Wikimedia Commons a otros. Esto es perfectamente aplicable al mercado en el que se desenvuelven las Firmas de abogados.
Y la implementación de este programa le permite también materializar su diseño del Guggenheim de Bilbao, y se produce su explosión arquitectónica.
Esta historia ilustra cómo las soluciones pueden estar en la implementación de innovaciones de industrias diferentes a la propia, y el valor de observar
Por último, una historia de Norman Foster, arquitecto muy celebrado de la corriente “high tech”6. Destaca particularmente por ejemplificar el poder moldeador de comportamientos de la arquitectura, y la capacidad de lograr la interacción de la arquitectura clásica, con la moderna.
Uno de los edificios que ilustra el trabajo de Foster, es el Reichstag en Berlín.
6 Uno de los principios de esta corriente es la aplicación de tecnología a la funcionalidad de los edificios y contribuir a que sean amigables medioambientalmente.
Este edificio, construido en la segunda mitad del siglo XIX sufre un incendio provocado en 1933 y grandes daños durante la segunda guerra mundial. Una vez cae el muro de Berlín y se reunifica Alemania, se celebra un concurso para renovar el Reichstag, en el que resulta ganador Foster.
Así, Foster decide renovar el edificio respetando al mismo tiempo la estética anterior del edificio, respetando su tradición y construyendo un edificio high tech, caracterizado por la cúpula. Esta cúpula se encuentra abierta al público y está elaborada con
vidrios y espejos que sirven como sistema de luz y de ventilación ambientalmente amigable.
Esta cúpula es además muy simbólica, pues permite a los visitantes, observar a los legisladores.
Esto transmite dos ideas: (i) el deber de transparencia de los legisladores con el pueblo, y (ii) el legislador es servidor del pueblo.
Esta última historia tiene varias enseñanzas: es posible armonizar lo antiguo con lo moderno, conservar lo clásico y añadirle la tecnología moderna.
Segundo, que la arquitectura y el diseño tienen la capacidad de moldear comportamientos, lo que puede ser utilizado no sólo en edificios icónicos, sino también en oficinas donde los espacios abiertos y la estructura transparente, invitan a la colaboración.
Estas son tres enseñanzas tomadas de la arquitectura y, en realidad, pueden ser aplicables a distintas disciplinas, incluyendo el ejercicio del derecho.
Por Luis Felipe Barrios Cadena BBGS Abogados
Afinales del siglo XVIII, el de las luces, la ilustración y las guerras (esto último por desgracia como lo han sido todos), un ilustre e ilustrado español de nombre Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez Urrea, décimo Conde de Aranda, propuso al rey Carlos III, con toda seriedad y fundamento, crear una especie de Commonwealth española como única alternativa para evitar el desmantelamiento del otrora todopoderoso imperio español. Si este atrevido planteamiento hubiese sido aceptado, seguramente nuestra historia habría sido bien diferente. Algo de contexto para comenzar. España inició el siglo XVIII en guerra. Carlos II, el último Austria que reinó en la península, fue importante no por lo que hizo sino por lo que dejó de hacer. El Hechizado le decían al pobre quien era
decidida e irremediablemente feo e inepto. Producto de los sucesivos matrimonios entre consanguíneos, su aspecto físico resultaba lamentable, el prognatismo característico de los Habsburgo encontró en él límites insospechados, tal era el desencaje de su quijada que solían aconsejar al monarca no exponerse a la lluvia a riesgo de ahogarse pues le resultaba imposible cerrar la boca. Esta y otras mofas hacían carrera en la Madrid de finales del siglo XVII e inicios del XVIII, pero el rey ni gobernó, ni procreó, ni pudo cerrar la boca. Entonces, además de las mofas, crecía la preocupación por la sucesión del monarca. Preocupación más que válida. Su incapacidad para procrear desencadenó la guerra de sucesión de la corona española que, en parte, se desarrolló en frente a nuestras costas, siendo uno de lo más sonados episodios de este conflicto, el hundimiento del Galeón San José en 1708. En este marco, inicia la casa de los Borbones su dominio en España, con Felipe V, nieto del mismísimo Luis XIV, el rey Sol. ¿Qué tiene que ver esto con nuestra historia? Pues bien, no solo por el linaje, Carlos III era hijo de Felipe V, sino por la afortunada característica Borbona de profesionalizar la función pública, procurar eficiencias y buscar personas capaces y aptas para el desempeño de los cargos. Algo que hoy conocemos como tecnocracia y que increíblemente
se demerita, en fin, otra discusión. El caso es que en aquella época y gracias a los borbones, en Francia y España se empezó a valorar el conocimiento y profesionalismo por encima de los simples méritos aristocráticos de sangre de tal manera que en uno y otro país surgieron grandes y nuevas ideas. Uno de los más importantes protagonistas de la ilustración española, fue nuestro Conde de Aranda.
‘’Con media docena de hombres como Aranda, España quedaría regenerada’’, dijo de él Voltaire. En efecto, se trataba de un hombre de mentalidad abierta al conocimiento, fue presidente del Consejo de Castilla, Capitán General de Castilla la Nueva, consejero real, Secretario de Estado de Carlos IV y avezado diplomático, embajador en París entre otros cargos. En desarrollo de esta condición, se desempeñó como negociador a nombre del gobierno español del tratado de Versalles en 1783, mediante el cual se dio por terminada la guerra de independencia de los Estados Unidos en la que España y Francia, no solo apoyaron a las fuerzas independentistas norteamericanas, sino que jugaron un papel protagónico y determinante desde la perspectiva militar, estratégica, política y financiera. Como era previsible, España obtuvo un importante resultado pues recuperó varios dominios perdidos en guerras anteriores con Inglaterra y, entre otros, logró
Retrato del aristócrata y político español Pedro Pablo Abarca de Bolea (1719-1798), que fue el X conde de Aranda. Ramón Bayeu, 1769. Museo de Huesca, España, Wikimedia Commons
que se reconociera su soberanía sobre la Colonia de Providencia, hoy nuestro archipiélago de San Andrés y Providencia. En medio de estas negociaciones, Aranda llegó a dos conclusiones fundamentales. Las colonias americanas se iban a independizar, situación inevitable e irremediable si no se tomaban decisiones contundentes y la amenaza futura al poder de las
potencias europeas no provenía de ellas mismas sino de la nueva nación que acaba de ser reconocida en los tratados de 1783: Los Estados Unidos de América. Así lo expresó en un dictamen confidencial dirigido al Rey Carlos III, en los siguientes términos, con su escritura original: “Jamás posesiones tan extensas y colocadas á tan grandes distancias de la metrópoli se han podido
conservar por mucho tiempo. A esta dificultad, que comprende á todas las colonias, debemos añadir otras especiales que militan contra las posesiones españolas de Ultramar, á saber: la dificultad de socorrerlas cuando puedan tener necesidad; las vejaciones de algunos de los gobernadores contra los desgraciados habitantes; la distancia de la autoridad suprema á la que tienen necesidad de ocurrir para que se atiendan sus quejas, lo que hace que se pasen años enteros antes que se haga justicia á sus reclamaciones; las vejaciones á que quedan expuestos de parte de las autoridades locales en este intermedio; la dificultad de conocer bien la verdad á tanta distancia; por último, los medios que á los vireyes y capitanes generales, en su calidad de españoles, no pueden faltar para obtener declaraciones favorables en España. Todas estas circunstancias no pueden dejar de hacer descontentos entre los habitantes de la América, y obligarlos á esforzarse para obtener la independencia, tan luego como se les presente la ocasión.”
Y, en lo relacionado con los Estados Unidos, su opinión era inequívoca:
“Las colonias americanas han quedado independientes; este es mi dolor y recelo...
Esta República Federativa ha nacido, digámoslo así, pigmea, porque la han formado y dado el ser dos potencias como son España y Francia, auxiliándola con sus fuerzas para hacerla independiente.
Mañana será gigante, conforme vaya consolidando su constitución y después un coloso irresistible en aquellas regiones. En este estado se olvidará de los beneficios que ha recibido de ambas potencias y no pensará más que en su engrandecimiento…
La libertad de religión, la facilidad de establecer las gentes en términos inmensos y las ventajas que ofrece aquel nuevo gobierno, llamarán a labradores y artesanos de todas las naciones, porque el hombre va donde piensa mejorar de fortuna y dentro de pocos años veremos con el mayor sentimiento levantado el coloso que he indicado.”
Y para rematar, lanzó una predicción que habría de cumplirse al pie de letra:
“Engrandecida dicha potencia angloamericana debemos creer que sus miras primeras se dirijan a la posesión entera de las Floridas para dominar el seno mexicano. Dado este paso, no sólo nos interrumpirá el comercio con México siempre que quiera, sino que aspirará a la conquista de aquel vasto imperio, el cual no podremos defender desde Europa contra una potencia grande, formidable, establecida en aquel continente y confinante con dicho país...”
En ninguna de las dos apreciaciones se equivocaba. Sumadas a las consideraciones expuestas por el Conde, las colonias hispanoamericanas no eran ajenas a las ideas de la ilustración, el afán
por el conocimiento no era exclusivo de Europa y en estas tierras generaciones de criollos ilustrados eran protagonistas y líderes. Las ideas independentistas, eran inevitables. Por otro lado, la amenaza norteamericana sobre México, se materializaría a lo largo del siglo XIX.
La solución que el Conde proponía para enfrentar semejantes retos, consistía en crear una mancomunidad hispanoamericana mediante la reorganización del imperio:
“V. M. debe deshacerse de todas las posesiones que tiene sobre el continente de las dos Américas, conservando solamente las islas de Cuba y Puerto Rico en la parte septentrional, y alguna otra que pueda convenir en la parte meridional, con el objeto de que pueda servirnos de escala de depósito para el comercio español.
A fin de llevar a efecto este gran pensamiento de una manera conveniente a la España se deben colocar sus infantes en América: el uno como rey de México; otro, rey del Perú, y el tercero, de la Costa Firme. V. M. tomará el título de Emperador.”
Semejante idea, tendría las siguientes virtudes:
‘’Que las cuatro naciones se consideren como una en cuanto a comercio recíproco, subsistiendo perpetuamente entre ellas la más estrecha alianza ofensiva para su conservación y fomento…’’
‘’Que no pudiendo nosotros surtir aquellas colonias de los artefactos que necesitan para su uso sea la Francia, nuestra aliada, la que provea de cuantos artículos no podamos nosotros suministrarlas, con exclusión absoluta de la Inglaterra, a cuyo fin apenas los tres soberanos tomen posesión de sus reinos, harán tratados formales de comercio con la España y Francia, excluyendo a los ingleses y, como serán potencias nuevas, puedan hacer en esta parte lo que libremente les acomode.’’
Este dictamen secreto se descubrió en 1825 y aunque algunos cuestionan su origen, todo indica que en efecto provenía del Conde. Evidentemente no fue aplicado. En 1789, Europa se estremecía con los efectos de la revolución Francesa, caía la dinastía borbónica y España no solo luchaba contra el nuevo régimen sino contra los efectos
de la revolución en sus propias tierras. Llegó Napoleón y el sometimiento de la península, llegó la independencia de las colonias americanas, llegó la desintegración del gran imperio. Y para el Conde, llegó el destierro, determinado por quien al no contar con suficientes habilidades políticas e intelectuales, sí las tenía bajo las sábanas reales. Manuel Godoy, llamado El Favorito, amante de la Reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV, traía una vieja enemistad con el Conde por la simpatía que éste profesaba con los revolucionarios franceses. Al ser ejecutado Luis XVI en París, naturalmente la monarquía española se vio amenazada y Aranda pasó a convertirse en potencial enemigo. En resumen, fue desterrado a Jaén, jamás regresó a Madrid y murió en Épila el 9 de enero de 1798.
El dictamen del Conde y sus ideas fueron arrollados por los vertiginosos acontecimientos. La España que inició vacilante y en guerra el Siglo XVIII, ahora enfrentaba la catástrofe a inicios del XIX. De las ideas del Conde quedó algo similar consagrado en la Constitución de 1812 (Cortes de Cádiz). “La Nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios”, afirmaba entre otras muchas cosas. Pero la estupidez reina de manera implacable sobre la inteligencia, y en 1814 se iniciaba la cruel reconquista por orden de Fernando VII, tras disolver las Cortes. Rey malo, Rey perdedor, salvo Cuba, todas las colonias en América lograron su independencia. No hubo mancomunidad, ni hermandad, solo más guerras.
Carlos III comiendo ante su corte. Luis Paret y Alcázar, c 1755
Museo del Prado, España, Wikimedia Commons
Por Alberto Zuleta Londoño
Cuatrecasas
En las conversaciones casuales que he sostenido a lo largo de los años con mis colegas me suelen preguntar si alguno de mis hijos es abogado. Cuando respondo que no, la gran mayoría de las veces me contestan “menos mal”. La frecuencia de esta reacción siempre me ha sorprendido. Generalmente proviene de personas reconocidas, con carreras exitosas, y probablemente grandes deudas de gratitud con nuestra profesión. A primera vista, no deberían sentir alivio de que alguien decida no seguir el mismo camino.
Las dificultades inherentes al ejercicio del derecho en el mundo empresarial están bien documentadas.Muchas de ellas tienen que ver con las largas horas de trabajo, exigencias de tiempo que entran en conflicto entre sí, el carácter predominantemente confrontacional de nuestra actividad, y el estrés asociado a la interacción permanente con autoridades, colegas, clientes y contrapartes. También influye
¿Es posible encontrar en la carrera de abogado el famoso equilibrio entre el trabajo y la vida personal?
la presión de cumplir con los indicadores de desempeño de cada organización, que gracias a la tecnología cada vez son más numerosos y se miden más rigurosamente.
Como aspectos positivos suelen citarse el reto intelectual, la satisfacción de resolver un problema, la retribución económica de la que se benefician cada profesional y su familia, el sentido de propósito, y la aproximación a los innumerables aspectos de la vida cotidiana con los que terminamos lidiando los abogados. No obstante, para muchos abogados la balanza parece inclinarse hoy en favor del impacto negativo de la profesión sobre la persona. A este grupo se suman muchos abogados jóvenes, quienes muestran un notorio escepticismo frente a la posibilidad de que una carrera exitosa en una firma de abogados sea compatible con una vida personal que valga la pena. Con alguna frecuencia me preguntan si creo que es
posible encontrar en la carrera de abogado el famoso equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Mi respuesta suele ser que esa expresión es una buena idea concretada en un pésimo concepto. El denominado balance entre el trabajo y la vida personal sugiere que el primero se hace, de alguna manera, a expensas de la segunda. Si esto fuera así, no hay trabajo que valga.
La satisfacción de un abogado con su profesión, en particular en las firmas, debería radicar principalmente en dos cosas. Primero, en que el trabajo no invada los espacios fundamentales de la vida personal. Segundo, que sea satisfactorio en sí mismo.
Lo primero parecería no tener mayor misterio. Sencillamente habría que unirse a una empresa en la que no se trabaje tantas horas como en otras. Esta solución puede ser engañosa. Una posición extrema le cerraría la puerta a muchas posibilidades profesionales valiosas que inevitablemente requieren un esfuerzo y una dedicación excepcionales y que, en el fondo, son las que justifican trabajar en una firma. Se trata más bien de encontrar la manera de preservar los espacios de la vida personal, aun en medio de grandes exigencias de tiempo. Siempre me ha sorprendido ver abogados que pueden reprogramar una reunión de trabajo porque se les
cruza con otra, pero no cuando interfiere con una actividad importante de un hijo, por ejemplo. La reprogramación de una cita de trabajo no requiere grandes explicaciones, apenas un poco de voluntad. Lo mismo puede decirse de la protección de muchos otros espacios.
También es necesario estar dispuesto a asumir el costo profesional que representa buscar y aprovechar los espacios personales. El mundo de los abogados tiende a recompensar a quienes trabajan más horas. Esta fórmula no parecería estar destinada a cambiar en el corto plazo. Ante esa realidad, en la toma de decisiones sobre el trabajo entra a predominar el
individuo sobre el profesional. La habilidad y la disposición para entender y evaluar la vida propia por fuera del criterio limitado y un tanto facilista del logro profesional medible, determinarán en buena parte el nivel de inmersión en el trabajo de cada abogado. Lo importante es entender que la industria es suficientemente flexible para dar cabida a las carreras exitosas de personas que tienen niveles de dedicación muy variados.
El segundo aspecto que influye en la relación de un abogado con su trabajo consiste en lograr que este sea satisfactorio en sí mismo. Esto es mucho más complejo y en buena parte depende de la organización para la que se trabaja. No obstante las aparentes similitudes, cada firma de abogados es un universo único
y muchos de ellos son incluso perfectamente incompatibles entre sí. Un abogado que aspire a encontrar el sentido de propósito y satisfacción en su trabajo haría bien en tener en cuenta los aspectos de cada firma que van más allá del trabajo jurídico. Vale la pena preguntarse, por ejemplo, si la organización contribuye al crecimiento profesional de los abogados; si existen rivalidades internas que destruyan valor; si la firma apoya actividades que para algunos abogados pueden ser importantes, como el trabajo probono, y otros similares; si los sistemas de remuneración de socios y asociados favorecen el trabajo en equipo o privilegian el desempeño individual; o si el factor principal que motiva a los socios es el logro profesional, la rentabilidad u otro.
Treinta y tres años y seis firmas de abogados después de haberme aventurado a mi primer trabajo (el de patinador), he visto abogados y carreras jurídicas de todas las clases posibles. Hoy sigo convencido de que el ejercicio de la profesión en las firmas de abogados puede resultar satisfactorio para personas cuyo propósito de vida no gire alrededor de su trabajo. Cada abogado tiene que buscar la fórmula que le funcione, incluyendo el lugar para trabajar y el papel que quiere jugar en la organización. Encontrarla requiere hacerse las preguntas correctas, y probablemente le costará tiempo, esfuerzo y varias decepciones. Pero la fórmula existe. Menos mal….
Por Carlos Hernán Godoy Fajardo
Godoy Córdoba
Con el apoyo de:
Carolina Soler Ospina
Celebramos esta excelente iniciativa, encaminada a generar un espacio para el componente humano en la vida de nuestros abogados y enaltecer sus valores personales dejando a un lado la consabida temática de normas, sentencias, doctrina etc.
Siempre hemos creído que el ser humano que ejerce el derecho, en cualquiera de sus modalidades, debe prepararse integralmente para poder aportar de manera más completa, empática y acertada cuando se requieren sus servicios.
EL SER HUMANO DETRÁS DEL ABOGADO
Desde los inicios de nuestro ejercicio profesional tuvimos la oportunidad de trabajar en el área de relaciones laborales, en equipo con psicólogos, ingenieros y otros profesionales lo que nos dio una perspectiva interdisciplinaria que amplió nuestra visión del Derecho del Trabajo y nos permitió
entender que el ser humano y sus interacciones son la esencia de lo laboral.
Ese, además de otros aprendizajes, dieron un enfoque especial a nuestro ejercicio profesional independiente, que ha marcado cada una de las etapas en la historia de nuestra firma.
LA GESTIÓN DEL TH EN LAS FIRMAS DE ABOGADOS
La facturación, la productividad y la calidad de vida son variables que representan un gran reto en las empresas en general, y de manera particular en las de servicios legales. Nosotros estamos convencidos que “una organización que promueve la calidad de vida de su talento humano, genera equipos de trabajo felices y más comprometidos” y por lo tanto se balancea la ecuación.
De manera especial, los equipos de trabajo que nos dedicamos al Derecho Laboral tenemos el reto de ser buenos lugares para trabajar, si queremos tener autoridad moral para asesorar a nuestros clientes.
En esa línea, hace ya seis años surgió en nuestra firma la EGC, Escuela Corporativa Godoy Córdoba para dedicar tiempo a la tarea de consolidar la formación de nuestros abogados.
LA ESCUELA GODOY CÓRDOBA
EGC
Inicialmente las áreas de formación se enfocaban en lo profesional, para alinear y consolidar institucionalmente la visión de los temas de nuestra especialidad.
Luego, vimos claro que había que trabajar en la calidad de vida de nuestros profesionales, pues la relación con los clientes es “una oportunidad de servicio para compartir el SABER que requiere empatía, inteligencia emocional, bienestar, serenidad y muchas más cualidades que no se aprenden en las aulas, sino en la vida”.
Y empezamos a cuestionarnos sanamente aquello que integraba el SABER, viendo más allá de la necesidad de formar excelentes profesionales y entonces, embarcándonos en un camino de exploración concienzudo, nos
encontramos con la pertinencia de habilitar recursos y espacios para movilizar la pasión, la motivación y el propósito individual de los miembros del equipo a través del desarrollo de las distintas dimensiones del SER y su integralidad.
Con el ánimo de impulsar el desarrollo de un propósito individual y su articulación con el horizonte Organizacional, se acerca una propuesta formativa la cual sugiere un enfoque multidisciplinar que involucra las dimensiones intrapersonal, relacional, técnica, salud física, mental, emocional y, el disfrute. Lo anterior apuesta por la potencialización del crecimiento y la promoción de la calidad de vida.
El principal propósito de la EGC, es aportar al bienestar y evolución de todos los miembros del equipo logrando elevar su
nivel de autoconocimiento y conciencia sobre su impacto en otros. Lo anterior, se apalanca en una oferta que desde lo particular se encuentra focalizada de acuerdo con las características y necesidades de formación de los equipos de trabajo. Por su parte, desde lo general hace una invitación al trabajo interno, al encuentro consigo mismo; también provee opciones flexibles de forma progresiva para fortalecer la gestión del conocimiento desde los frentes de las habilidades duras y blandas en relación con la necesidad del mercado laboral y entornos cambiantes. El proceso de desarrollo de las habilidades se verá nutrido en la medida en la que adoptamos la noción de “SER”, así como, la firme propuesta de darnos atención en las distintas dimensiones de este. En conclusión, la EGC no ha sido concebida como una solución
transaccional respecto de las necesidades del proceso de Desarrollo del Talento, en su lugar, la iniciativa pretende fungir como articuladora de los procesos que intervienen en la gestión, el cuidado y la fidelización del Talento Humano, desde una visión y enfoque integrales.
CONTENIDO DE LA OFERTA
ACTUAL DE LA ESCUELA DEL SER
La malla de contenido ha sido producto de un ejercicio detallado y analítico frente a cómo diferentes aliados pueden acercar información valiosa en atención a las distintas dimensiones del SER.
Dimensión física: recursos síncronos y asíncronos enfocados en el desarrollo de actividad física. Sesiones de entrenamiento funcional, baile, estiramiento, yoga y nutrición consciente.
Dimensión trascendente: prácticas meditativas y de trabajo en el SER, trabajo de interno y musicoterapia.
Dimensión cognitiva y comunicativa: sesiones de trabajo en el desarrollo y consolidación de competencias blandas tales como Liderazgo y Comunicación.
Lo anterior, desde el Programa de desarrollo de Liderazgo que impulsa la gestión de sí mismo, así como, la gestión de relaciones interpersonales efectivas en el ámbito profesional y personal.
En esta dimensión también se habilitan plataformas e-learning cuyos contenidos brindan estrategias para trabajar en la gestión adecuada del cambio, la resiliencia, negociación y la gestión del conocimiento desde lo técnico en relación con herramientas de análisis de información.
Por último, se ofrecen espacios para la generación del conocimiento en cuanto a finanzas personales y economía familiar.
Dimensión emocional afectiva: esta dimensión se nutre de las dimensiones trascendente, cognitiva y comunicativa, ya que varios de sus contenidos abren camino a la reflexión y gestión efectiva de emociones, generando escenarios que invitan al autoconocimiento y autorregulación.
Dimensión del disfrute: la oferta es lo suficientemente discrecional y flexible para que cada colaborador logre hacer fit con sus gustos e intereses, permitiéndole desarrollarse y adquirir conocimientos en áreas y disciplinas distintas a las que este se desempeña. Un ejemplo de esto es: fotografía, pintura, baile, etc.
El mercado de servicios legales colombiano reúne, en la actualidad alrededor de 800 firmas de abogados, donde confluyen las visiones de los más de 350 mil profesionales del derecho con tarjeta profesional vigente.
Por Claudia Amore Jiménez Cámara de Servicios Legales
Los cerca de 20.000 abogados que se gradúan en el país anualmente, integran nuevas generaciones de profesionales determinados a integrar nuevas visiones del panorama jurídico nacional.
En el diverso campo de las firmas de abogados, la confluencia de los Baby Boomers, la generación X, los Millennials y la generación Z presentan desafíos, que trabajan conjuntamente para revelar diversas oportunidades. Cada generación, forjada en su propio contexto histórico y cultural, aporta un enfoque distintivo al mundo del derecho, influyendo en la evolución de las prácticas y liderazgos dentro de las firmas y enriqueciendo el quehacer detrás del escritorio o a través de la virtualidad.
Los Baby Boomers, nacidos en la postguerra, son testigos de la reconstrucción y el auge económico. Tienen una
ética de trabajo marcada por la dedicación, valoran la seguridad laboral y una carrera de progresión lineal. Prefieren estructuras jerárquicas en las que se respete la experiencia y red de contactos. Para ellos, los días que vivimos de cambios políticos y “nuevos” valores, resultan un reto desafiante. Por su parte, la generación X creció durante periodos de transición económica y el nacimiento de la era digital. Son más dados al cambio porque lo experimentaron en dicha transición. Valoran la independencia y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, adoptando un enfoque pragmático y orientado a resultados. Su estilo de liderazgo tiende a ser más horizontal, favoreciendo la retroalimentación y el intercambio de ideas.
Asimismo, los Millennials, moldeados en un entorno conectado, tecnológico y cambiante, priorizan la flexibilidad, la colaboración y un sentido de propósito en su trabajo. El trabajo cobra sentido no por su retribución individual sino por el impacto que tiene en lo colectivo. Abogan por un liderazgo colaborativo y participativo, y buscan roles que no solo ofrezcan beneficios materiales, sino también satisfacción personal y un impacto social. Entienden con mayor facilidad a las generaciones que bajo ellos ingresan al mundo laboral y aun así cuestionan su falta de compromiso y
dedicación. El reto de armonizar las subsiguientes generaciones como la Z, será posiblemente tan retador para ellos como para sus antecesores a su llegada. Se trata de aprender a bailar con zapatos ajenos, unos más chicos y otros tantos más grandes.
En el dinámico escenario del sector legal, esta interacción, al presentar choques generacionales, representa una oportunidad única para redefinir y enriquecer la práctica del derecho. Es una ventana que se ha abierto para quienes ejercen la profesión y sería una perdida invaluable dejar que esta se cierre. Mientras los Baby Boomers enfatizan la experiencia y la jerarquía, y la Generación X busca equilibrar la tradición con la modernidad, los Millennials reconfiguran la percepción del abogado en su práctica particular y el impacto que puede alcanzar en el mundo globalizado.
Estas diversas perspectivas de liderazgo están transformando la profesión, la formación del abogado, sus formas de expresión y su manera de ver el mundo. La forma en la que nuevas generaciones se aproximan tanto a clientes como a superiores jerárquicos imponen nuevos retos a la tradición. Si bien los Baby Boomers se adhieren al enfoque jerárquico tradicional y el trato formal, los Millennials, no buscan necesariamente ocupar el cargo de socios ni asumir las responsabilidades que esta posición conlleva. Su visión se
enfoca en nuevas prioridades como los cambios sociales, la inclusión, la sostenibilidad y la calidad de vida, entre otros. Por su parte, la generación X ha aprendido a adaptarse y a actuar como un puente y han tenido que navegar por un mercado laboral fluctuante que tiende a valorar la seguridad laboral al tiempo que aspira a una mayor autonomía. Entienden las tradiciones legales heredadas de los Boomers, pero también reconocen la necesidad de adaptar estas prácticas a un contexto distinto, a las demandas cada vez más crecientes de modernización social y los avances tecnológicos que implican un nuevo lenguaje y una manera novedosa de ejercer el oficio.
La transformación del
sector legal no solo
refleja
estos cambios internos, sino que también responde a un mundo en evolución.
Si bien estos lentes condicionan nuestra manera de filtrar la información que obtenemos del mundo, tomar por un rato prestadas las gafas del otro puede robustecer el trabajo legal. Estos desafíos pueden fomentar un diálogo que conduzca a innovaciones en la práctica legal, integrando la inmensa
experiencia Boomer con la agilidad y la innovación de los Millennials.
La transformación del sector legal no solo refleja estos cambios internos, sino que también responde a un mundo en evolución.
En un entorno legal cada vez más dinámico, la confluencia de generaciones se convierte en un diálogo crucial entre diversas perspectivas y experiencias que moldean la evolución del derecho.
Las preocupaciones sobre el balance vida-trabajo, la amplia oferta del mercado y la necesidad de adaptarse a tecnologías son indicativos de un campo que está en constante redefinición. Estos cambios y la adaptación a ellos ha de asumirse como un reto necesario de enfrentar. Así como el empleado cambia, también lo hacen sus clientes. Es fundamental entender cómo es posible asesorarlos mejor en consecuencia con el vertiginoso mundo de hoy.
Considerando las vertientes del Derecho, dónde la demanda de servicios legales se dirigirá en gran medida a aquellos abogados expertos en inteligencia artificial, ciberseguridad, cambio climático y medio ambiente, genética y biomédica, influencers, redes y servicios en la nube, entre otros, existe un claro llamado a sacar el mayor provecho a la confluencia generacional, dónde estas nuevas prácticas resultan más
naturales y cercanas para aquellas generaciones que nacieron junto con esta conversación.
La gestión exitosa dependerá de cómo estas generaciones puedan conectar conversaciones de naturaleza divergente, considerando tanto a la voz exigente de la tradición detrás del buró como aquella que además de ser global aprendió a comunicarse mediante un entorno digital.
Resulta vital para tener un sector legal más resiliente y adaptativo, fomentar un mayor diálogo intergeneracional, donde la experiencia se encuentre con la innovación, las tendencias y el entorno cambiante. El ejercicio del derecho se encuentra en un punto de inflexión donde la sabiduría de la tradición y la
innovación del presente pueden unirse para crear un futuro legal más efectivo, inclusivo y de extensión global. Se trata de entender que los clientes de hoy en día se parecen un poco más entre sí, pese a las fronteras nacionales. Lo que traen los cambios actuales, mediados por la globalización y las redes sociales, es que los diálogos se vuelven homogéneos y con ello, las preocupaciones y necesidades de clientes también.
Entablar el diálogo intergeneracional puede ser una oportunidad única para expandir aún más el mercado legal, llegando a entender no sólo a los jóvenes clientes y abogados colombianos sino a los de aquellos mercados que son de interés.
Establecer estrategias de comunicación honestas y claras para los empleados, implementar esquemas de trabajo flexible, contar con equipos sólidos y diversos, establecer límites apropiados según preferencias laborales y necesidades individuales, compartir el conocimiento, hacer reconocimientos públicos y trabajar de manera estrecha con el área de recursos humanos, será decisivo en el encadenamiento generacional.
Para el año 2030, los últimos Baby Boomers alcanzarán los 65 años y su inminente retiro dejará una marca en la historia de los servicios legales, dejando el legado de haber construido un sector robusto y sólido pionero de desarrollo del sector nuestro país.
In memoriam Alberto Echavarría Saldarriaga
La partida definitiva de alguien -sobre todo cuando es tempranasiempre genera sentimientos de pesar por la ausencia física, por la nostalgia de los buenos momentos vividos a su lado y la dureza que representa enfrentar la muerte como destino inexorable.
Pero hay también un sentimiento que es capaz de sobreponerse a
la tristeza y es el de la GRATITUD. Nuestra Cámara siempre recordará a este gran colega como un impulsor clave de su creación, un puente permanente con la ANDI y un consejero generoso y comprometido con nuestros fines estratégicos.
GRACIAS Alberto. Nuestra Cámara, sus miembros, los empresarios de Colombia y las instituciones democráticas siempre te tendremos enorme GRATITUD y honraremos tu memoria.
In memoriam Mariana Boza Morán
Lamentamos la temprana partida en 2024 de Marianna Boza Morán, directora de Brigard Urrutia. Valoramos su gran contribución al sector de minería e hidrocarburos
Otorgamiento de la Orden Fray Cristóbal Torres al doctor
Sergio Rodríguez Azuero
Al conmemorar 50 años de su dedicación como docente, la Universidad del Rosario otorgó a Sergio Rodríguez Azuero, socio fundador de CMS Rodríguez-Azuero, la Orden del Fundador Fray Cristóbal Torres, máxima distinción que entrega dicha universidad. La Cámara de Servicios Legales celebra con orgullo la vida y obra de Sergio, y le agradece su excelsa contribución a la formación de abogados en Colombia.
y su especial participación en temas de equidad e inclusión, demostrando siempre gran interés por lograr cambios profundos en esta materia, lo cual le valió especial reconocimiento en redes como Women in Minning.
Nombramiento María del Rosario Gómez en la Junta de Dirección General de la ANDI 2024-2025
Desde 2021 y como parte de la estrategia nacional de diversidad, equidad e inclusión de la ANDI, se incluyeron 3 cupos exclusivos para mujeres en la junta de Dirección General de la ANDI. María del Rosario Gómez, ex presidente de la Cámara de Servicios Legales y socia y gerente de la firma Duarte García Abogados, quedó seleccionada para el periodo 2024-2025.
Desde febrero de 2024, la firma
Coral Delgado & Asociados SAS se integró con la firma BC&A
S.A.S., liderada por el Dr. Bernardo
Carvajal Sánchez, doctor en derecho de la Universidad
Panthéon-Sorbonne París 1 y actual director del Departamento de Derecho Administrativo de la Universidad Externado de
Ahora somos Gamboa,
García, Roldán & Co. S.A.S.
Como parte de su crecimiento, la Firma ha nombrado al abogado
Juan Felipe Roldán Pardo
como “Name Partner”. Con este importante nombramiento, la Firma ha modificado su nombre, que en adelante será Gamboa,
Colombia, quien por más de 20 años se ha desempeñado exitosamente como consultor, arbitro y catedrático a nivel nacional e internacional en temas de Derecho administrativo, constitucional y contractual.
Con la integración de estas dos firmas, Coral Delgado & Asociados fortalece aún más su reconocido expertise en las áreas de derecho administrativo, constitucional, contractual y solución de disputas arbitrales y contencioso administrativas.
Holland & Knight celebra un año de la integración de Cuberos Cortés Gutiérrez Abogados
García, Roldán & Co. Abogados. Este hito en la compañía muestra su capacidad para reafirmar su posicionamiento en el mercado sin perder de vista su enfoque principal: prestar un servicio excepcional e integral que le permite volverse parte del equipo de sus clientes.
Esta unión estratégica amplió el alcance del bufete, permitiendo la incorporación de nuevas áreas de prácticas, como insolvencia y contratación pública y fortaleciendo otros equipos como los de derecho corporativo, litigios y arbitraje, derecho laboral, fiscal, proyectos de infraestructura e inmobiliario.
La firma conmemoró esta unión en días pasados con una celebración interna en sus oficinas, reuniendo a todos los equipos.
Integración entre Serrano Martínez y Correa Merino Agudelo
El 19 de octubre de 2023, nació Serrano Martínez CMA. La integración dio origen a una firma de abogados con presencia significativa en Bogotá y Medellín. Actualmente la firma cuenta con 8 socios en las áreas de práctica de Competencia, Corporativo, Energía y Gas, Impuestos, Inmobiliario y Laboral, los cuales cuatro de ellos tiene su base principal en Bogotá y cuatro en Medellín.